Taehyung pasó bordeando a un tipo particularmente maloliente mientras se abría camino hacia el mostrador del restaurante de carretera y encontró el único asiento libre. Se estaba muriendo de hambre. También estaba empezando a sentirse un poco mareado y sabía que si no conseguía pronto algo de comer, se enfermaría.
Se sentía como si hubiera estado en pie por siempre. Había
sido bastante fácil escaparse de la ciudad, pero una vez que lo hubo hecho, no
sabía a dónde ir. Había pasado la mayor parte de su vida con todas sus acciones
y tiempo siendo impuesto para él. Ahora que estaba libre del Profesor, Jungkook
llenaba sus días.
Bueno, Jungkook y pensar en Yoongi.
Ahora que estaba solo, no sabía muy bien qué hacer.
Cada cosa a su tiempo, tal vez esa era la manera de hacer
las cosas. Ahora mismo, sabía que tenía que comer, y luego tenía que tomar su
medicación. Jungkook siempre estaba insistiendo en que tomara su medicamento.
—¿Qué
puedo servirte, cariño?
Taehyung miró hacia arriba para ver a una mujer rubia
platinada de pie frente a él, mordiendo un chicle entre los dientes. Su traje,
si se podía llamar así, era de color rosa con un pequeño delantal blanco, y la
etiqueta con su nombre decía Flo. Su maquillaje parecía como si fuera puesto
con masilla, como si estuviera tratando de ocultar años de desgaste, pero había
un brillo en sus ojos que decía que todavía era afilada como un cuchillo.
Taehyung sonrió.
—Buenas noches, Flo. ¿Puedo ver el menú, por favor?
La mujer se rio a carcajadas.
—Oh, ¿acaso no eres una cosita dulce?
La sonrisa de Taehyung creció.
—Gracias. —Tomó el menú que la mujer le tendía y lo abrió.
Grasa, grasa y más grasa. No había una cosa apetecible en el menú. Todo parecía
estar lleno de grasa y frituras. Qué asco. El menú incluso se jactaba de un
pastel de queso frito. Este lugar era un ataque al corazón esperando a suceder.
—¿Tienen
alguna fruta?
—Lo siento,
cariño, estos cabeza duras sólo comen carne. Además, si estos chicos no pueden
dispararle a su comida o follársela, no lo quieren.
Bueno, ¿eso fue bastante nauseabundo?
—Voy a
tomar tostadas de pan integral y un vaso de jugo de naranja, por favor. —Taehyung
dio a la mujer otra sonrisa mientras le entregaba el menú de nuevo.
—¿Eso es
todo lo que quieres, cariño?
—No
puedo comer alimentos fritos, ma”am. No le sienta bien a mi estómago.
La mujer miró a Taehyung por un momento, y luego una sonrisa
cubrió su cara, una que Taehyung sentía era real.
—Sólo tienes que esperar aquí y dejar que la vieja Flo lo
arregle.
—Sí, ma”am.
El hombre que estaba sentado al lado de Taehyung comenzó a
reír. Taehyung se volvió y lo miró hasta que se detuvo y se giró. Él le
devolvió la sonrisa a Flo.
—Pido disculpas por su comportamiento grosero, ma”am.
Los ojos de Flo se abrieron como platos, haciendo gala de su
profundo color azul. Y entonces ella se acercó y golpeó al hombre en la cabeza
con el menú en su mano.
— Compórtate, Rufus, o voy a patear tu lamentable culo
directamente fuera de aquí.
Flo se alejó. Taehyung podía sentir al hombre que estaba
sentado a su lado mirándolo fijamente. Él deliberadamente miró hacia otro lado.
No quería problemas, pero realmente no le gustaba la gente grosera. No le hacía
mal a nadie ser un poco más agradable.
—Aquí
tienes, cariño —dijo Flo mientras colocaba un vaso de zumo de naranja delante
de Taehyung.
—Gracias,
ma”am.
—Tu
comida estará de inmediato, cariño. —Flo palmeó la mano de Taehyung antes de
alejarse de nuevo.
Taehyung escuchó al hombre a su lado resoplar ruidosamente cuando
él tomó su jugo. Trató de ignorar al hombre, realmente lo hizo, aun cuando el
hombre lo golpeó con tanta fuerza que su jugo se derramó sobre su mano, el tipo
lo atribuyó a un accidente.
Cuando volvió a suceder, Taehyung cuidadosamente colocó su
jugo sobre el mostrador y escudriñó el lúgubre comedor por otro lugar donde
sentarse. Sorprendentemente, todo el lugar estaba lleno. Si quería comer,
estaba pegado justo a donde estaba.
Los pequeños golpes
continuaron hasta que Flo volvió y puso un plato delante de Taehyung. Se
sorprendió al ver un sándwich de pavo en el plato, completo con pan integral,
lechuga, tomate y un pepinillo en el costado.
Él le sonrió a Flo.
—Gracias, ma”am. Esto se ve muy bien.
—Come,
cariño. —Flo palmeó la mano de Taehyung de nuevo—. Voy a trabajar en algún
postre para ti.
—Oh, por
favor, no se complique la vida —dijo Taehyung rápidamente. Por mucho que no le
importase morder un pedazo grande y grueso de tarta, sabía que no podía—. No
puedo comer mucha azúcar. Me pone enfermo.
Las cejas rubias oscuras de Flo se juntaron, y entonces ella
se inclinó sobre el mostrador, realmente acercándose.
— Cariño, ¿tienes diabetes?
—Sí,
ma”am —dijo Taehyung, sorprendido de que la mujer incluso supiera lo que era.
—¿Tomas medicamentos
para ello?
Taehyung acarició su riñonera.
—Lo tengo aquí mismo.
—Bien.
—Flo se irguió de nuevo—. Mi abuelita tuvo diabetes por más de cincuenta años.
Sigue comiendo bien y toma tus medicinas, y todo irá bien.
—Sí,
ma”am.
—Ahora
come como he dicho. —Señaló el plato de comida—. Debes mantener tus niveles de
azúcar en la sangre.
Taehyung sonrió y luego tomó su sándwich. Estaba a punto de
morderlo cuando el hombre que estaba junto a él lo golpeó con tanta fuerza que
el sándwich salió volando de su mano y los ingredientes se esparcieron por todo
el mostrador.
Taehyung le disparó al hombre lo que esperaba fuera una
mirada malvada y luego se volvió para recoger los ingredientes de su sándwich.
Cuidadosamente los apiló todos en su lugar y luego levantó el bocadillo a la
boca.
El tipo lo golpeó de nuevo.
—¿En
serio? —espetó Taehyung cuando golpeó el sándwich en el plato—. ¿Quieres que
levante mi jugo de nuevo, así puedo llevarlo puesto la próxima vez que me
golpees? ¿O tal vez debería pedir una taza de café para que realmente puedas
hacer algún daño?
—Vi tu
flirteo con Flo, —El hombre gañón se rio disimuladamente—. No va a hacerte
ningún maldito bien. Flo no se desvive por nadie.
Taehyung miró al hombre repugnante de arriba abajo.
— Cielos, me pregunto por qué.
La cara del hombre enrojeció de ira, y de repente Taehyung
quería que Jungkook estuviera allí. Jungkook siempre lo mantuvo fuera de
problemas, incluso cuando su boca hizo caso omiso de su sentido común. Cuando
el hombre lo agarró por el cuello y comenzó a levantarlo de su silla, Taehyung
no pensaba que iba a salir de este lío.
Él no era un luchador. Nunca había sido un luchador. Pero el
chico lo había cabreado. Lo descortés era grosero, sin importar la forma en que
viniera, y este hombre francamente era miserable. Taehyung puede ser que no
fuera capaz de patear el trasero de nadie, pero no iba a permitir que nadie
caminara sobre él tampoco. Esos días se acabaron. El Profesor había hecho
suficiente daño para que a Taehyung le durara toda la vida. Nadie más iba a
empujarlo o a intimidarlo.
Pero seguro que sería bueno tener a Jungkook aquí ahora
mismo.
—Bájalo
en este instante, Rufus —gritó Flo cuando ella empezó a golpear al hombre en la
cabeza con un trapo sucio. Rufus farfulló, y Taehyung de repente cayó cuando el
hombre lo soltó, apenas se afirmó antes de caer al suelo—. Vete, Rufus, y no
vuelvas hasta que aprenda buenos modales.
—¡Tú no
puedes echarme de aquí! —Rufus bramó.
—¡Sal!
Taehyung parpadeó, sorprendido cuando el hombre más
malditamente grande que jamás había visto avanzaba pesadamente por la parte
trasera del restaurante, cuchillo carnicero en mano.
—¿Llamaste, monada?
—Rufus fue
grosero con este niño, y cuando le dije que se fuera, me gritó.
Rufus comenzó a tartamudear cuando Sal simplemente arqueó
una ceja.
—¿Te vas a ir de forma tranquila, Rufus, o necesitamos tener
una conversación afuera de nuevo?
Rufus miró a Sal, y luego miró a Taehyung. Cuando el hombre
volvió la cabeza, le dio a Flo una inclinación de cabeza.
—Me voy, Flo. Pero no creo que cualquiera pueda coquetear
contigo. Un hombre no puede tener su corazón roto tantas jodidas veces.
—Sólo vete, Rufus. —Flo apuntó con un
dedo la puerta, sus uñas de brillantes colores destacaban sobre su pálida
mano—. Vuelve cuando no estés tan belicoso.
—Eso va
a ser nunca —murmuró Taehyung en voz baja mientras se sacudió el polvo y volvió
a sentarse frente al mostrador. No ayudó que se estuviera sintiendo un poco
mareado y sabía que era porque no había tomado aún sus medicinas
—Me voy.
—Rufus hizo un mohín y luego se dirigió hacia la puerta dando fuertes pisadas.
El hombre era demasiado grande para hacer un jodido puchero. No se veía bien en
su rostro carnoso. Le dio a Taehyung una última mirada amenazante antes de
salir como una tromba de la cafetería. Taehyung se estremeció. Sabía que si
había una pelea, Rufus lo machacaría contra el piso. Gracias a Dios que Flo
fuera tan agradable y lo defendió.
—Déjeme
saber si necesitas cualquier tipo de ayuda, querida —dijo Sal mientras le hacía
un guiño a Flo y luego volvió a la cocina.
¿Sencillamente
dónde diablos estaba él? Taehyung estaba empezando a pensar que debería haber
encontrado otra ciudad para pasear. Este lugar era una locura. Él era un hombre
delgado, no pesaba mucho, ¿y Rufus fue amenazado por él? Por el aspecto de los
admiradores de Flo, Taehyung carecía de unas doscientas libras2 para que
incluso Flo ni se inmutara con él.
Y él no quería que ella se inmutara. Ella era agradable y
todo, pero Taehyung sabía que tenía que comer e irse de una puta vez de
Hicksville.
—Lo
siento por eso —dijo Flo a Taehyung—. Come e ignora los insultos de Rufus. No
quiere decir nada malo.
Sí, y los osos no cagan en el bosque. Oh, Dios, ya estaba
pensando como un pueblerino, y él no había estado aquí ni un día entero. Taehyung
se rio para sus adentros mientras comía su comida. Era bastante buena, teniendo
en cuenta que se había presentado en el primer mostrador.
Taehyung le agradeció a Flo por la comida, pagó, y luego se
dirigió hacia la puerta.
—Vuelve
otra vez —gritó Flo.
«No en su vida». Taehyung saludó con la mano mientras salía
al aire nocturno. El cielo estaba cubierto de estrellas, y las nubes estaban un
poco lejos. Taehyung inclinó la cabeza hacia atrás, preguntándose qué iba a
hacer. Echaba de menos a Jungkook con cada aliento que tomaba. E incluso
extrañaba a Yoongi.
Sólo el pensar en los dos tenía su corazón herido. No había
querido irse, pero sabía que era la decisión correcta. Ellos estaban mejor sin
él. Jungkook no tendría que preocuparse por la enfermedad de Taehyung, y Yoongi
podría reclamar a Jungkook ahora que Taehyung no estaba allí como obstáculo.
Tenía que mantener eso en mente. Taehyung tuvo que recordarse a sí mismo la
razón por la que estaba tan lejos de casa.
No sería nada bueno para Jungkook y Yoongi si Taehyung
corría hacia su amante ahora. Tenía que actuar por su cuenta y darles una
oportunidad de encontrar la felicidad juntos.
Taehyung suspiró
mientras caminaba por la calle. Tenía que encontrar un lugar para pasar la
noche, tal vez un hotel barato o algo así.
—¡Tú,
mierdecilla!
Taehyung gritó cuando fue levantado por la parte de atrás de
su cuello y fue arrastrado por el callejón junto a la cafetería. Dio una patada
y abrió los brazos, haciendo todo lo posible para liberarse. No fue hasta que
vio la cara de Rufus que el pánico puro se estableció en él. El hombre parecía
que estaba a punto de hacer la vida de Taehyung aún más miserable de lo que ya
era.
—Vas a
pagar por lo que hiciste en el restaurante. — Las palabras de Rufus fueron
gruñidas mientras golpeaba a Taehyung contra la pared de ladrillo—. Flo es mía.
—Ha
habido un error —chilló Taehyung—. Yo no quiero a Flo.
Rufus tiró de Taehyung hacia adelante y luego lo golpeó de
nuevo contra la pared de ladrillo, haciendo ver a Taehyung su propio conjunto
de estrellas.
—¿Estás
diciendo que ella no es lo suficientemente buena para ti?
Taehyung sabía que no importaba lo que dijera, Rufus se ofendería.
Era una situación sin salida.
—Yo digo
que me dejes fuera de tu jodida obsesión — gritó justo antes de que Rufus
golpeara la cabeza de Taehyung en la pared. Su cabeza latía mientras su visión
se volvía borrosa. Lo único que pasaba por la mente de Taehyung era que él
estaba a punto de morir.
Un fuerte rugido
atravesó el callejón, pero Taehyung no podía concentrarse. Rufus lo había
golpeado soltando algo en su cabeza. Tenía que haberlo hecho. Taehyung ni
siquiera podía pensar con claridad. Todo a su alrededor era un borrón, pero la
presión alrededor de su cuello había desaparecido, y Taehyung sintió su cuerpo
cayendo al suelo.
—¿Estás
bien?
Taehyung parpadeó un par de veces, tratando de concentrarse
en el hombre que se arrodilla delante de él. El hombre chasqueó los dedos un
par de veces delante de la cara de Taehyung, pero Taehyung seguía teniendo
dificultades con su visión.
—¿Tienes
que alimentarte? —preguntó el hombre.
«¿Tengo
que hacer qué?» Taehyung se frotó los ojos, y estuvo agradecido cuando su
visión comenzó a despejarse. ¡Vaya! Gran tipo. Gran jodido tipo.
—Yo... eh... —Taehyung frunció el ceño—. ¿Qué me
preguntaste?
—¿Tienes
que alimentarte?
—No, yo
sólo… —Taehyung hizo un gesto con la mano hacia el frente de la cafetería—.
Acabo de comer un sándwich de pavo.
El hombre moreno se rio entre dientes.
—Gracioso. — El hombre se puso de pie y luego le tendió la
mano—. Bueno, vamos, vamos a ponerte sobre tus pies.
—Pies,
sí, eso sería bueno. —Taehyung tomó la mano que el hombre le tendía, dejando
escapar un grito muy impropio de un hombre cuando súbitamente le dieron un
tirón. Él se tambaleó un poco, cogiendo el brazo del hombre para estabilizarse.
Debió haberse
golpeado la cabeza duro porque podría jurar que el hombre tenía colmillos en su
boca cuando sonrió.
—¿Qué sucedió?
—Justamente
iba a preguntar eso.
Taehyung frunció el ceño y pasó la mano por la parte de
atrás de su cabeza. Sus dedos salieron mojados. Oh, eso no podía ser bueno.
—Creo... creo que me golpeé la cabeza — susurró Taehyung
justo antes de que su visión comenzara a desvanecerse y sus piernas cedieran.
Lo último que vio fue la cara del hombre mientras se
inclinaba sobre él y sus palabras.
—¡Buena, mierda! Hoseok con seguridad me va a disparar
después de esto.
Yoongi parpadeó mientras sus ojos se abrieron. Algo lo había
despertado. Simplemente no podía entender qué. Por si fuera poco, él no pudo
comprender inmediatamente dónde estaba. Su techo no era amarillo mostaza.
Un suave sonido sordo a un lado de él captó la atención de Yoongi.
Volvió la cabeza, recordando de pronto dónde estaba y por qué, cuando vio al
hombre de pelo castaño en la cama junto a él.
Jungkook.
Su pareja.
Y aún, no su pareja. Yoongi suspiró profundamente y se
volvió para mirar al techo de nuevo. Al paso que iba, nunca tendría un
compañero, sin importar lo mucho que quería a Jungkook y a Taehyung.
Yoongi oyó otro ruido sordo. Cuando se volvió para mirar a Jungkook,
se dio cuenta de que los hombros del hombre temblaban. Jesús, él estaba
llorando. Yoongi apartó la sábana de su cuerpo y dio un paso hacia la cama de Jungkook,
sentándose en el borde.
—¿Jungkook?
—Jungkook sorbió la nariz, pero no se volvió. Yoongi puso una mano en el hombro
delgado del hombre, dándole un ligero apretón—. ¿Quieres hablar de ello? —No
estaba seguro de por qué Jungkook estaba llorando. Claro, sabía que Jungkook se
estaba volviendo loco de la preocupación por Taehyung, pero Yoongi no estaba
muy seguro de que eso fuera todo. Quería asegurarse de que no había ningún otro
problema con el que Jungkook estuviera tratando.
—Yo le
fallé, Yoongi. Durante mucho tiempo lo mantuve a salvo. Incluso me sacrifiqué y
dejé que todos pensaran pestes de mí sólo para mantener al Profesor lejos de Taehyung,
y ahora se ha ido.
Yoongi suspiró, estirándose en la cama junto a Jungkook. Su
compañero se puso rígido, pero no se apartó. No estaba seguro de si esa era una
señal de que Jungkook le daba la bienvenida a su compañía, por lo que empujó
curvándose sólo un poco más, envolviendo un brazo alrededor de los hombros de Jungkook.
No sólo Jungkook no se alejó, sus hombros empezaron a
temblar cada vez más fuerte. Yoongi estaba perdido. No estaba acostumbrado a
reconfortar a nadie. Pero Jungkook no era cualquiera. Jungkook era su
compañero. Quería eliminar su dolor. A Yoongi le dolía el corazón ver a Jungkook
tan destrozado.
—Ven aquí, cariño —dijo Yoongi
mientras tiraba de la parte superior del cuerpo de Jungkook.
Esta vez Jungkook se apartó. Se limpió la cara en la
almohada y luego se volvió, frunciéndole el ceño a Yoongi.
— No intentes consolarme. Todo esto es tu culpa, Yoongi. Si
nos hubieras reclamado a Taehyung y a mí, no estaríamos aquí en el medio de la
nada, y yo tendría a Taehyung en mis brazos ahora mismo.
Yoongi gruñó mientras agarraba la parte posterior del cuello
de Jungkook, tirando del hombre hacia adelante hasta que sus ojos estaban tan
cerca que podía ver las pequeñas manchas negras en los ojos azules de Jungkook.
—Tomaré la
responsabilidad de esto, Jungkook. Pero dejarás de gritarme.
Jungkook empujó a Yoongi, golpeando las manos en el pecho de
Yoongi mientras calientes lágrimas se deslizaban por el rostro de Jungkook.
—¡Esto es tu culpa!
Yoongi maniató las muñecas de Jungkook, llevándolo cerca de
su pecho.
— ¿Estás enojado conmigo?
—¡Sí!
—gritó Jungkook.
—¿Quieres
a arremeter contra mí?
—¡Dios,
sí!
—¿Me
odias?
—¡No!
—La respuesta fue tan rápida que Yoongi sabía que era la verdad. Antes de que Yoongi
le permitiera a su cerebro hacerse cargo de él y disuadirlo, tiró de Jungkook
para acercarlo, tomando sus labios y hundiendo su lengua profundamente en la
húmeda boca caliente de Jungkook.
Cuando Jungkook gimió, jalando de sus manos, Yoongi las
liberó. Jungkook agarró la camisa de Yoongi, encrespando sus manos en el
material.
—No me gustas —dijo en la boca de Yoongi antes de abrirla
ampliamente para la exploración de Yoongi.
—Lo sé
—dijo Yoongi en voz baja mientras lamía el labio inferior de Jungkook,
provocándolo con sus dientes antes arrastrar su lengua por la mandíbula de Jungkook.
—Esto no
nos hace amigos —lloriqueó Jungkook mientras ladeaba la cabeza, jadeando cuando
Yoongi chupó un moretón en el cuello del hombre. Su compañero sabía tan
condenadamente bien que Yoongi quería comérselo vivo.
—Lo sé
—repitió Yoongi mientras metía la mano debajo de la sábana y gimió cuando sus
nudillos rozaron la cadera desnuda de Jungkook. El hombre no llevaba nada de
ropa. «¡Oh, maldito infierno!» Yoongi arrebató la sábana del cuerpo de Jungkook,
y luego se arrastró entre las piernas del hombre, sintiendo la erección de Jungkook
sondeando su estómago cuando Yoongi se pegó a un perfecto pezón. Jungkook
estaba empujando para alejar a Yoongi y acercándolo más al mismo tiempo.
Yoongi extendió la mano y agarró las manos de Jungkook,
colocándolas a los costados mientras provocaba el pezón con los dientes,
girándolo y succionándolo en la boca. Sus manos se apretaron alrededor de las
muñecas de Jungkook cuando el hombre se resistió y luego extendió sus piernas.
Maldijo el hecho de que tenía la ropa interior puesta. Yoongi
quería sentir la polla caliente de Jungkook contra la suya. Liberando una mano,
Yoongi empujó de la cintura hasta que fue capaz de patearla liberándose, sin
soltar nunca el brote hinchado de Jungkook de su boca.
—Y-Yoongi.
—Jungkook se retorcía a su alrededor.
—Tranquilo, cariño —dijo Yoongi mientras lamía su camino a
través del pecho de Jungkook, y luego comenzó un asalto al otro pezón de forma
perfecta de Jungkook. El brote marrón parecía un guijarro, la piel se estiró
cuando Yoongi lo lamió duro con la lengua. Yoongi estaba tan duro, tan
dispuesto a follar a Jungkook que no podía pensar con claridad. Lo único que
sabía con certeza era que tenía que tener al hombre. Tenía que estar enterrado
profundamente hasta las bolas en el culo de Jungkook antes de que se volviera
loco.
Arqueó una ceja cuando Jungkook comenzó a empujar los
hombros de Yoongi. Sabía exactamente lo que el hombre quería, y Yoongi no tenía
ningún problema en chupar la polla del hombre delgado. Sólo estaba un poco
sorprendido de que Jungkook casi lo estaba exigiendo.
—¿Quieres
que chupe tu hermosa polla, Jungkook?
Jungkook gimió y se retorció, empujó y asintió. Yoongi chupó
la piel de Jungkook mientras se abría paso hacia el ombligo del hombre,
lamiendo un camino alrededor de toda la circunferencia. Las caderas de Jungkook
dispararon hacia adelante, y un largo gemido salió de sus labios, sus uñas
estaban clavándose en la carne de Yoongi.
Yoongi gruñó suavemente mientras besaba un sendero hacia la
cadera, rodeando la piel con la lengua, antes de besar su camino a la otra
cadera.
—Deja de
provocarme, Yoongi. —Jungkook jadeaba, sus caderas se estaban meciendo hacia
adelante y hacia atrás cuando Yoongi tuvo piedad de su compañero y lamió un
camino hacia la cabeza de la polla goteante de Jungkook. El líquido claro se
estaba reuniendo en su ombligo, una tentación que Yoongi no pudo resistir. Se
inclinó hacia delante, limpiando el abdomen de su compañero, sus papilas gustativas
explosionaron mientras lamía el pre-semen de su compañero.
—Joder,
sabes bien. —Yoongi espetó las palabras y luego se echó hacia atrás, mordiendo
el interior del muslo de Jungkook antes de chupar una esfera en la boca.
—¡Yoongi!
Yoongi no cedió. Movió el orbe alrededor en su boca y luego
chupó el saco entero de Jungkook entre los labios. La piel arrugada llenó su
boca cuando Yoongi utilizó su lengua para rastrear todas y cada una de las
marcas.
—¡Dioses,
Yoongi! —Jungkook gritó cuando corcoveó sus caderas, sus manos volaron a la
cabeza de Yoongi, tirando de su pelo ásperamente. Yoongi tarareaba alrededor de
los testículos de su compañero, sabiendo que eso volvería aún más loco a Jungkook.
Y él tenía razón.
—¡Dios
mío! ¡Oh, Dios mío! —Jungkook cantaba las palabras una y otra vez mientras Yoongi
le permitía a la baba salir de su boca y luego la cogió con sus dedos. Rodeó el
agujero fruncido de su compañero, su respiración se volvió inestable al sentir
cuán apretado estaba en realidad el culo de Jungkook.
El culo del hombre iba a estrangular la polla de Yoongi.
Yoongi liberó las bolas de Jungkook y luego comenzó a lamer
su camino hacia arriba del eje, persiguiendo la vena grande con la lengua
mientras su dedo lentamente se hundió en el culo de Jungkook.
Jungkook hizo el ruido más extraño que Yoongi había oído en
su vida cuando su dedo se hundió todo el camino. Era una mezcla entre un gemido
quejumbroso y tos. Nunca había oído un sonido así antes, y vaya si Yoongi no
quería escucharlo de nuevo.
Envolvió sus labios alrededor de la cabeza de la polla de Jungkook,
succionando la cabeza mientras deslizaba un segundo dedo más allá de la banda
de músculos. Jungkook hizo el sonido de nuevo, sólo que esta vez más fuerte. Yoongi
sonrió alrededor de la gruesa polla de Jungkook, tirando de sus dedos todo el
camino hasta el borde del culo de Jungkook, y luego estrellándolos de nuevo
adentro.
Jungkook gritó el nombre de Yoongi mientras se abalanzaba a
la mano de Yoongi, meciendo sus caderas de forma errática. Jungkook estaba
desquiciado, y Yoongi se sorprendió ante la gloriosa vista. El hombre era
impresionante mientras se estregaba a Yoongi.
Tan mal como Yoongi estaba luchando contra el acoplamiento,
sabía que ya era adicto a los ruidos sexuales que Jungkook hizo cuando Yoongi
metió los dedos en el culo del hombre una vez más.
—Jódeme,
jódeme, oh, dioses, fóllame. —Jungkook gritaba una retahíla de palabras
mientras cabalgaba los dedos de Yoongi, su cuerpo temblaba en cada empuje hacia
abajo. El hombre estaba corcoveando salvajemente, y eso era exactamente lo que Yoongi
quería.
Él quería que su compañero olvidara su enojo, olvidara sus
preocupaciones, aunque sólo fuera por la noche mientras Yoongi follaba al
hombre hasta un estado comatoso. Cuando añadió un tercer dedo, Jungkook se
lanzó hacia adelante, agarrando a Yoongi por el pelo y tirando de él fuera de
la polla de Jungkook, golpeando con su boca abajo en los labios de Yoongi. El
beso fue brutal, febril, y vaya si Yoongi no iba a correrse por la pura fuerza
del beso de Jungkook.
Empujó el pecho de Jungkook, bajando al hombre sobre su
espalda mientras Jungkook gritaba una protesta.
—Quédate
quieto —gruñó Yoongi.
Jungkook curvó los dedos en el colchón, pero no movió un
músculo. Yoongi se levantó tan rápido como pudo y agarró el paquete de
lubricante de viaje de sus jeans. No había planeado reclamar a Jungkook, pero
estaba tan malditamente feliz de haber venido preparado.
Yoongi rasgó el pequeño paquete abriéndolo con los dientes y
luego untó el gel transparente en toda su polla, añadiendo el resto en la
entrada apretada de Jungkook. Iba a tener que comprar una caja de lubricante si
el culo de Jungkook era tan apretado como pensaba que lo era.
Tal vez debería invertir en un conjunto de dildos dobles.
Yoongi gimió al pensarlo. Joder, quería a Taehyung aquí
tanto que casi gimió. Sólo la idea de tener a los dos en la cama con él era
suficiente para disparar a Yoongi cerca del borde.
Yoongi agarró las piernas de Jungkook, arrojándolas sobre
sus brazos mientras se acercaba más, la cabeza roma de su polla presionaba el
orificio de su compañero. Sabía que no debería estar haciendo esto. Yoongi
sabía que no debía reclamar a su compañero. Era demasiado peligroso, demasiado
arriesgado, pero joder si podía parar ahora. Yoongi estaba tan estimulado que
hasta disparaba pequeños chorros de pre-semen de la cabeza de su polla.
Joder, eso nunca había ocurrido antes.
Yoongi agarró los
muslos de Jungkook mientras bloqueaba los ojos con los de su compañero, Jungkook
estaba acostado ahí luciendo gloriosamente corrompido. Yoongi avanzó unos
centímetros hacia adelante, sintiendo la cabeza de su polla pasar más allá del
anillo y luego él estuvo completamente dentro.
—Oh,
joder —gimió Yoongi.
El culo de Jungkook era tan jodidamente apretado que era
como un puño de hierro alrededor de la polla de Yoongi. El sudor empezó a
correr por su rostro mientras luchaba contra el impulso de embestir hacia
adentro. Jungkook cerró sus piernas alrededor de Yoongi y tiró de él
acercándolo, encorvando sus caderas.
—¡Jódeme!
—demandó.
Yoongi se salió justo hasta que la cabeza de su polla quedó
encerrada en el culo de Jungkook. Miró hacia abajo y casi perdió el agarre
sobre las piernas de Jungkook cuando vio la forma en que pulsaba el fruncido
agujero del hombre alrededor de su polla.
—Dioses,
sólo el mirarte, a nosotros…
—¡Yoongi!
—Jungkook se lamentó, y Yoongi se dio cuenta de que mientras él estaba mirando
la vista más hermosa de la Tierra, Jungkook lentamente se estaba volviendo
loco. Yoongi flexionó sus caderas y se estrelló de nuevo en Jungkook.
—¿Es eso
lo que quieres, bebé? —Yoongi jadeó mientras embestía de nuevo, y el grito de Jungkook
llenó la habitación—. ¿Quieres sentir mi polla grande partir tu dulce culo?
—¡Sí! —Jungkook
gritó tan fuerte que Yoongi se preguntó si los vecinos podrían oírlo—. Más
duro. Por favor, fóllame fuerte. ¡Folla mi culo!
Las cejas de Yoongi
se alzaron mientras embestía contra Jungkook de nuevo. Su compañero tenía una
boca sucia. Una fan-jodida-tástica boca sucia. Yoongi la amaba. Quería más.
Quería que las sucias pequeñas palabras de Jungkook lo bañaran mientras follaba
al hombre hasta el próximo mes.
—Dime,
compañero —Yoongi lanzó—. Dime cuánto amas mi polla.
—La
me-mejor polla por siempre.
Yoongi, sonrió y se inclinó para chupar uno de los erectos
pequeños pezones de Jungkook en la boca. Jungkook se volvió loco, gritando y
gimiendo mientras trataba de empujar su pezón en la boca de Yoongi, y al mismo
tiempo empujaba hacia atrás y se empalaba a sí mismo en la polla de Yoongi.
Yoongi se inclinó y cogió una almohada, empujándola bajo el
culo de Jungkook y elevando sus caderas. Cambió el ángulo de sus embestidas, y
la próxima vez que se estrelló contra Jungkook, los gritos del hombre se
elevaron e incrementaron hasta que fueron silentes.
Yoongi sabía que Jungkook estaba cerca. Podía sentir la fuga
de ríos de pre-semen de la polla del hombre. Sus músculos internos estaban
pulsando y latiendo tan fuerte y tan rápido que se trataba de un placer
exquisito en sí mismo.
Yoongi bajó sus brazos de las piernas de Jungkook y se
inclinó sobre su compañero. Capturó las manos de Jungkook y entrelazó sus
dedos, presionándolos hacia abajo en el colchón a cada lado de la cabeza de Jungkook.
—Jungkook
—susurró Yoongi mientras aminoró sus embestidas. Capturó lo pálidos ojos azules
el hombre con los suyos. Ellos estaban aturdidos y llenos de asombro. No reclamar
a Jungkook no era posible por más tiempo, no después de sentir cómo podrían ser
las cosas entre ellos.
Yoongi se inclinó hacia abajo e inclinó su boca sobre la de Jungkook
cuando su pasión comenzó a subir. Estaba hambriento, y su necesidad se refleja
en los propios labios de Jungkook cuando sus lenguas se rozaron entre sí.
El profundo gemido de Jungkook y la sensación del esperma
caliente del hombre rociando contra su abdomen fue la ruina de Yoongi. Se echó
hacia atrás y miró a la cara feliz de Jungkook sólo por un momento y luego
golpeó, hundiendo sus afilados colmillos en la tierna carne del hombre.
Caliente, dulce sangre le llenó la boca, abrumando a Yoongi
hasta el punto de que las estrellas comenzaron a bailar delante de sus ojos.
Nunca nada había sabido tan dulce. Nadie jamás le había traído tanto placer
como su pequeño compañero.
Yoongi bebió hasta que sintió que había tomado lo suficiente
como para consolidar su unión y luego lamió la herida cerrándola y se echó
hacia atrás. Levantó su brazo y lo mordió hasta que su propia sangre fluyó
libremente y luego lo presionó contra la boca de Jungkook.
Los ojos de Jungkook se abrieron como si acabara de darse
cuenta de lo que Yoongi estaba haciendo, pero ya era demasiado tarde. La suave
inhalación del hombre aseguró que la sangre de Yoongi se metiera en el sistema
de Jungkook. En el momento en que Yoongi sintió un cosquilleo en la parte
posterior de su cabeza, la luz blanca brilló, y él estalló en éxtasis.
Yoongi echó hacia atrás la cabeza y rugió su liberación. Su
pulso latía con fuerza mientras sentía el nudo en el extremo de su polla
espesarse y afianzarse dentro del apretado culo de Jungkook. Moverse se volvió
casi imposible. Yoongi apenas mecía suavemente sus caderas hacia atrás y hacia
adelante mientras miraba al hombre que ahora le pertenecía.
«Mi compañero».
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