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viernes, 15 de julio de 2022

CAPITULO 7

 Jungkook, despierta.

 

Jungkook gimió cuando se dio la vuelta... y dio directo a una pared de caliente carne. Sus ojos se abrieron de golpe y se encontró mirando en los ojos ámbar profundo de Yoongi. Tragó saliva y se humedeció los labios, dándose cuenta de lo secos que estaban ambos al recordar exactamente por qué estaba en la cama con el gran hombre lobo.

 

Tenemos que irnos —dijo Yoongi mientras se inclinaba hacia abajo y levantaba su ropa del suelo y empezaba a vestirse—- El Alfa Dowoo llamó y él sabe dónde está Taehyung.

 

—¿Taehyung? —Jungkook parpadeó por un momento, todavía atrapado en los recuerdos de la noche anterior. Y entonces empezó a asimilar las palabras de Yoongi—. ¿Dowoo sabe dónde está Taehyung?

 

Yoongi asintió mientras se subía los pantalones por los musculosos muslos. Jungkook casi gimió al recordar esos muslos, ese magnífico cuerpo golpeando en él. Taehyung lo iba a matar cuando se enterara de lo que había sucedido.

 

Taehyung al parecer se metió en una pequeña pelea con alguien y fue rescatado por el segundo al mando del Príncipe Jung Hoseok. Fue llevado al aquelarre del príncipe por su seguridad. Después de que Taehyung le dijo al príncipe quién era, el príncipe llamó a Dowoo.

 

Jungkook rodó a un lado de la cama y se sentó, tirando de las sábanas sobre su cuerpo desnudo.

 

—¿Dónde está?

 

Yoongi se rio y negó con la cabeza.

 

—Lo creas o no, él sólo está a un par de horas al sur de aquí.

 

—¿Qué clase de pelea? ¿Está herido? —La voz de Jungkook bajó a un gruñido mientras rápidamente se levantaba, ignorando el hecho de que estaba desnudo mientras se ponía su ropa—. ¿Quién lo lastimó, Yoongi?

 

Cálmate, tigre. Él está bien. Pero eso es todo lo que sé. Si queremos conocer todos los hechos, tenemos que empezar a movernos.

 

Jungkook deslizó sus pantalones, enganchándolos más allá de sus caderas y luego los abrochó. Odiaba usar la ropa de ayer, pero al menos tenía una camiseta limpia para ponerse.

 

Se sentía un poco incómodo esta mañana alrededor de Yoongi. No estaba seguro de si el lobo iba a empezar a actuar como si fueran compañeros, o si se iba a meter ese palo de vuelta en el culo. Jungkook le estaba temiendo a este paseo.

 

Podemos pasar a un drive-thru si tienes hambre — dijo Yoongi mientras cogía las llaves y abría la puerta de la habitación del motel. Jungkook metió sus pies en sus zapatos y luego los ató rápidamente, agarrando el resto de sus ropas, y pasó junto a Yoongi.

 

Hey —dijo Yoongi mientras cerraba los dedos alrededor del brazo superior de Jungkook. Jungkook hizo una pausa, mirando hacia abajo la ropa en sus brazos, temeroso de mirar a su compañero, temerosos de lo que iba a ver en los ojos de Yoongi.

 

Mírame, Jungkook.

 

La solicitud fue gentil, por lo que Jungkook lentamente levantó los ojos. Yoongi, sonrió y agarró el mentón de Jungkook entre su dedo índice y pulgar, dejando un beso rápido y dulce en sus labios.

 

Sé que he sido un idiota, pero tengo una buena razón, todavía la tengo. Pero estamos acoplados. Te prometo que no voy a ninguna parte.

 

Jungkook no estaba seguro de si podía creerle a Yoongi. El hombre había hecho un arte del escapar de él y de Taehyung. Esto era demasiado bueno para ser verdad y conectaba con sus íntimos deseos. Su mente no podía entender el hecho de que Yoongi estaba dispuesto a ceder y a acoplarse con ellos.

 

Está bien. —Era una respuesta pobre, pero Jungkook no estaba seguro de si podía confiar en que Yoongi se quedaría después de que rescatar a Taehyung. Tenía miedo de confiar en este nuevo Yoongi.

 

Vamos, tenemos un compañero que recuperar.

 

¿Quién era este hombre, y qué hizo con el Yoongi real?

 

—Si nos damos prisa, podemos llegar con Taehyung a las diez.

 

Las diez no era lo suficientemente pronto para Jungkook. Echaba de menos a Taehyung y no podía esperar a tener al hombre de nuevo en sus brazos, donde pertenecía. Él no estaba seguro de quién era el Príncipe Ruelle, pero Jungkook estaba agradecido con el hombre por mantener a Taehyung seguro.

 

Jungkook esperaba en la camioneta mientras Yoongi entregaba la habitación del motel, y luego vio cómo el grueso y musculoso cuerpo de Yoongi se acercó a él. Jungkook aún no podía creer que tuvo todos esos músculos detrás de él la noche anterior. Sólo pensar en ello hizo que Jungkook deseara correr de nuevo al motel para la segunda ronda.

 

Pero tenían que recuperar a su compañero descarriado. Jungkook estaba aliviado como el infierno de que Taehyung estuviera a salvo y no estaba seguro si quería abrazar al hombre hasta que los ojos de Taehyung sobresalieran, o si quería poner al hombre sobre sus rodillas y azotarle el culo. Taehyung le había quitado diez años a la vida de Jungkook al desaparecer de esa manera.

 

El viaje fue largo e incómodo. Yoongi había tratado de iniciar una conversación un par de veces, pero Jungkook había cortado cada una de ellas de raíz. No estaba seguro de por qué estaba actuando de esta manera, pero parecía que los papeles se habían invertido, y esta vez él era el que estaba escapando mientras que Yoongi trataba de atraerlo.

 

—¿Vas a morderme si te pregunto qué tipo de música te gusta escuchar? —preguntó Yoongi mientras comenzaba a girar los mandos de la radio.

 

No estoy tratando de ser quisquilloso, Yoongi. — Jungkook suspiró—. Sólo estoy tratando de entenderte. —No había manera de que Yoongi hubiese cambiado en una noche. El hombre había escapado con demasiada determinación de Jungkook y Taehyung para simplemente renunciar y ceder.

 

Yoongi suspiró profundamente, haciendo que Jungkook se sintiera como un canalla.

 

—Sé que no te fías de mis motivos después de la forma en que he actuado, Jungkook. Pero, sinceramente, no quiero alejarme de ninguno de los dos. Quiero explicar por qué hice lo que hice, pero no puedo.

 

El sonido de la suave música country llenó la cabina de la camioneta mientras Jungkook miraba por la ventana. Era cierto que él quería saber por qué huía de ellos. ¿Pero era realmente importante? ¿No era más importante que el hombre estuviera aquí y dispuesto a darles una oportunidad?

 

Jungkook suspiró, sin saber qué hacer. Él quería hablar con Taehyung primero. Quería obtener la opinión de Taehyung sobre el cambio de Yoongi.

 

Maldita sea, él simplemente quería a Taehyung.

 

Creo que es aquí —dijo Yoongi mientras giraba hacia una verja de hierro que rodeaba un césped de gran extensión, con una mansión que se asentaba detrás de la carretera. Maldita sea, este lugar era enorme. Jungkook estaba impresionado cuando Yoongi se asomó por la ventana y pulsó el timbre.

 

Estamos aquí para ver al Príncipe Jung—dijo Yoongi en el intercomunicador—. Él nos está esperando.

 

—¿Y ustedes son? —la voz que venía del intercomunicador preguntó.

 

Min Yoongi y Jeon  Jungkook.

 

Por favor, conduzcan a la casa principal.

 

¿Casa principal? ¿Hay más de una casa? ¿Qué tan grande es este lugar? Jungkook observó cómo las puertas comenzaron a abrirse, permitiéndoles el paso. Yoongi condujo por el camino sinuoso hasta que estaban estacionados fuera de la elaborada mansión.

 

 —¿Crees que Taehyung va a estar feliz de vernos? — preguntó Yoongi mientras se desabrochaba el cinturón de seguridad, con incertidumbre en sus ojos cuando miró a Jungkook.

 

Jungkook no estaba seguro de nada en estos momentos. Si alguien le hubiera preguntado si pensaba que Taehyung lo dejaría, él habría dicho que no. Pero Taehyung había demostrado lo equivocado que estaba en eso. Jungkook no podía dejar de preguntarse acerca de qué más se había equivocado.

 

No estoy seguro —dijo Jungkook mientras miraba el frente de la enorme mansión—, pero sin embargo él siente en este momento que está volviendo a casa. Las cosas pueden funcionar a partir de ahí.

 

Jungkook se bajó de la camioneta, mirando hacia al gran porche delantero que incluía pilares y una puerta de entrada ornamentada. Suspiró mientras subía los escalones, preguntándose si Taehyung iba a venir voluntariamente o no. No quería discutir con el hombre, pero quería que Taehyung volviera a casa. Extrañaba terriblemente al chico.

 

Yoongi le lanzó una mirada rápida, una que Jungkook no sabía leer, y luego llamó a la puerta. Jungkook se preguntaba si quien quiera los esperaba había estado de pie directamente al otro lado de la puerta, ya que se abrió inmediatamente.

 

El príncipe les espera en su estudio —dijo el hombre.

 

Mientras daba un paso atrás y permitía que Yoongi y Jungkook entraran, Jungkook miró al hombre con atención. Había algo raro en él, pero Jungkook no podía entender lo que era. Simplemente era extraño.

 

Por favor, vengan por aquí.

 

 Jungkook podía sentir los ojos de otros sobre él mientras él y Yoongi seguían al divertido hombrecito por un pasillo. No estaba seguro de dónde venían, hasta que pasó la entrada de otra habitación y vio a toda la gente en el interior. Casi parecía como que el príncipe estaba teniendo algún tipo de reunión. La habitación estaba llena de personas vestidas como si estuvieran asistiendo a una fiesta.

 

Había música suave interpretándose en algún lugar sobre su cabeza, y la gente estaba de pie, conversando en grupos o uno-a-uno, pero podía sentir las miradas furtivas que le robaban. Dioses, se sentía tan mal vestido. Los fiesteros vestían finas sedas y trajes de aspecto caro que lucían como si estuvieran adaptados para ellos, y Jungkook vestía los jeans de ayer y una camiseta que se compró en un mercado nocturno.

 

Pero en su mente eso era secundario mientras sus ojos escaneaban la habitación buscando a Taehyung. Estaba ansioso por recuperar a su amante y salir de una puta vez de esta casa. Tan grande como era, había algo en ella que le recordaba un poco a una casa francesa de finales del siglo.

 

No es que él lo pudiera saber, pero había sido educado.

 

Había tapices finamente bordados colgando de las paredes cada pocos metros, ricas y vibrantes alfombras en las que Jungkook tenía miedo de estar de pie, y tantas cosas tan malditamente frágiles que parecía que cada una costaba una casa de moneda, por lo que Jungkook no quería moverse ni un milímetro por miedo de tocar algo más.

 

Por aquí —dijo el peculiar hombrecito mientras los guiaba por un pasillo—. El príncipe se reunirá con ustedes en su estudio.

 

 Jungkook no quería encontrarse con el príncipe en su estudio. Quería salir de allí pitando con Taehyung colgando sobre su hombro y Yoongi esperándolo con la camioneta en marcha. No estaba seguro de por qué se sentía de esa manera, pero la profunda necesidad de tomar lo que le pertenecía y salir de allí, lo estaba golpeando con fuerza.

 

Jungkook se estremecía cuando Yoongi se agachó y le cogió la mano. Fue un movimiento inesperado, pero ahora mismo le daba la bienvenida. Estando en un lugar extraño como este, necesitaba el apoyo de la familiaridad, incluso si sólo se hubiese vuelto íntimamente familiar con Yoongi anoche.

 

Fueron escoltados a una gran oficina y llevados a dos lujosas sillas de cuero marrón que estaban frente a lo que parecía ser un escritorio muy viejo y antiguo. Jungkook sentía como si hubiera retrocedido en el tiempo. Había cuadros en las paredes que Jungkook apostaba costaban un ojo de la cara cada uno e incluso elementos más frágiles en la oficina. ¿Qué pasaba con el príncipe y el vidrio?

 

—¿Por qué crees que el príncipe quiere reunirse con nosotros? —Jungkook, le preguntó nerviosamente a Yoongi mientras se sentaba en una de las sillas de cuero, juntando las manos entre las rodillas.

 

Ni idea. Pero si el príncipe quiere hablar, lo menos que podemos hacer es escuchar.

 

Jungkook se volvió en su asiento cuando las puertas del estudio se abrieron. Un hombre alto de pelo negro vestido de punta en blanco en una prístina camisa blanca y pantalón negro se acercó a ellos, dándole a Jungkook y a Yoongi, una sonrisa cortés. Antes de que pudiera tomar asiento detrás de su lujoso escritorio, Jungkook dejó escapar su pregunta.

 

—¿Dónde está Taehyung?

 

 El príncipe le sonrió a Jungkook. El brillo en sus ojos azules estaba lleno de alegría cuando se sentó detrás de su escritorio.

 

—Soy el Príncipe Jung Hoseok Xavier Lucian Ruelle.

 

Jungkook tragó saliva, sus uñas estaban enterrándose en el suave cuero de los reposabrazos. El hombre tenía un aire majestuoso que hacía que quisiera inclinarse ante él. Optó por quedarse sentado.

 

—Yo soy Jeon Jungkook , y él es Min Yoongi. Ahora, ¿dónde está Taehyung?

 

Jungkook casi gruñó y saltó a través del espacio entre ellos cuando el príncipe juntó las manos y las apoyó sobre la mesa como si no tuviera ninguna preocupación en el mundo y arqueó una ceja muy bien cuidada.

 

Taehyung está seguro —dijo el príncipe—. Pero tengo unas cuantas preguntas antes de que los lleve a él.

 

Jungkook iba a perder su jodida cabeza. Ni siquiera conocía al tipo. ¿Qué podrían tener que hablar? La única cosa que Jungkook quería oír era que el príncipe traía a Taehyung a ellos.

 

—Voy a responder cualquier pregunta que tengas después de ver a Taehyung. —No podía creer que estaba tratando de negociar con un príncipe. ¿Y un príncipe de qué? ¿Desde cuándo la realeza vive en lo profundo del campo?

 

Me temo que debo insistir.

 

Las fosas nasales de Jungkook se dilataron mientras trataba de contener su ira. Abrió la boca para decirle al príncipe lo que pensaba —la parte cabreada de él al menos— cuando una mano cubrió la suya. Los ojos de Jungkook se dispararon a Yoongi.

 

Cuanto antes respondamos las preguntas del príncipe —dijo Yoongi—, más rápido podremos ver a Taehyung.

 

Pero...

 

 Yoongi negó con la cabeza. Jungkook apretó los labios y miró hacia abajo, donde la mano del hombre cubría la suya. Le dio la vuelta a su mano y entrelazó sus dedos con los de Yoongi, no estando seguro de cómo lo tomaría el hombre. Cuando Yoongi no se apartó, Jungkook dejó escapar un suspiro de alivio y miró al príncipe.

 

Muy bien, ¿qué quieres saber? —Sería mejor que el príncipe hiciera esto rápido. Jungkook se moría por ver a su amante.

 

Taehyung parece creer que tiene una enfermedad —dijo el príncipe—. ¿Por qué es eso?

 

Porque la tiene —dijo Jungkook—. Taehyung ha tenido diabetes durante tanto tiempo como puedo recordar.

 

—¿Y él toma medicamentos para esto?

 

Una dieta bien equilibrada ayuda mucho; pero sí, lo hace. —A Jungkook aún no le gustaba hablar de las cosas que había hecho para asegurar que Taehyung recibía su medicación mientras ellos habían estado en manos del Profesor. Todavía le daban pesadillas.

 

—¿Qué sabes de los padres de Taehyung?

 

Nada. Taehyung nunca habla de ellos. Era bastante joven cuando el Profesor lo cogió. Ni siquiera estoy seguro de que se acuerde de ellos. —Jungkook estaba confundido acerca de dónde venían todas estas preguntas, y doblemente por qué el príncipe quería saber. Era extraño que un completo desconocido quisiera saber sobre la enfermedad de Taehyung y su linaje—. ¿Le ha pasado algo a Taehyung?

 

El príncipe levantó la mano al mismo tiempo que negaba con la cabeza.

 

—Taehyung está seguro, pero me gustaría saber por qué está tomando medicinas.

 

 Está enfermo. —¿Qué parte de eso el tipo no estaba entendiendo?

 

No, él no está enfermo. —El príncipe se echó hacia atrás en su silla, dejando caer las manos a su regazo—. Él es un vampiro.

 

Jungkook miró al príncipe por un momento, repitiendo en su mente una y otra vez esas palabras y comparándolas con lo que sabía de su dulce y pequeño Taehyung. Y luego se echó a reír. Este hombre tenía que ser un loco. No había otra explicación para su declaración.

 

—Taehyung no es más vampiro que yo.

 

El lado de la boca del príncipe tembló, como si quisiera sonreír.

 

—No, no huelo a un vampiro en ti, o a un cambiaforma. Apuesto a que eres humano.

 

Por supuesto que soy humano —se burló Jungkook entre carcajadas—. Al igual que Taehyung.

 

La risa de Jungkook lentamente se drenó cuando el príncipe sólo siguió mirándolo fijamente, con un brillo en sus ojos azules-intenso. Yoongi tampoco se reía. Jungkook miró a los dos hombres y se preguntó qué se estaba perdiendo, porque sabía que lo hacía. Los dos parecían demasiado sombríos para que esto fuera una broma.

 

Hablas en serio, ¿verdad? —Jungkook preguntó mientras miraba al príncipe—. ¿De verdad crees que Taehyung es un vampiro?

 

Sé que lo es —dijo el príncipe—. Puedo olerlo en él.

 

—¿Estás seguro de que no sólo estás oliendo —Jungkook se encogió de hombros—, no lo sé, a Taehyung? ¿O tal vez su medicina?

 

 Sí, Jungkook, estoy seguro. —El Príncipe Hoseok se inclinó hacia delante, apoyando una vez más las manos sobre el escritorio frente a él. Tenía el aspecto de un hombre que tenía noticias para compartir y no quería hacerlo—. Cuando Taehyung llegó, había estado sin su medicación el tiempo suficiente para que los efectos desaparecieran.

 

—¡Oh, no! —Jungkook se volvió a Yoongi y luego se puso de pie cuando Yoongi no pareció tener los sentimientos de ansiedad que él tenía. Tenía que llegar a Taehyung. Jungkook tenía que asegurarse de que su amante estaba bien. Taehyung se ponía muy enfermo cuando no tomaba su medicina. ¿Por qué diablos este hombre le había permitido a Taehyung irse sin él? Jungkook sabía a ciencia cierta que Taehyung llevaba sus cosas con él. Tal vez Taehyung las había perdido—. Tengo medicinas de repuesto conmigo en la camioneta. Taehyung necesita...

 

Jungkook —dijo Yoongi con severidad—, siéntate.

 

Jungkook miró a Yoongi como si hubiese perdido completamente la cabeza, y Jungkook se preguntó si lo había hecho. Taehyung necesitaba su medicamento. ¿Por qué Yoongi no entendía eso? Taehyung podía morir sin ella.

 

Yoongi, sé que no entiendes —dijo Jungkook mientras trataba de mantener su temperamento bajo control cuando hablaba con su compañero, pero no fue fácil. Yoongi no entendía qué tan enfermo estaba Taehyung en realidad—. No has estado cerca mucho tiempo y, seamos sinceros, nos has evitado a Taehyung y a mí como si tuviéramos la peste. Pero Taehyung necesita su medicina. Si no tiene su inyección de insulina y su azúcar en la sangre...

 

Jungkook, no estás escuchando.

 

Jungkook rodó los ojos y se dejó caer hacia abajo en la silla.

 

—Bien, explícamelo entonces. —A él no podría haberle importado menos lo que ninguno de los dos tenían que decir pero al parecer, no iba a recibir ninguna ayuda de Yoongi o que le permitieran ver a Taehyung hasta que escuchara.

 

Jungkook no está enfermo —dijo el Príncipe Hoseok—. De hecho, la medicina que está tomando le está haciendo empeorar. Simplemente está enmascarando sus genes vampiro, suprimiéndolos, nada más. Cuanto más tiempo continúe tomándolas, más enfermo va a estar.

 

Jungkook apretó los labios. Sabía que no debía discutir con el príncipe, pero no creía ni una palabra de lo que dijo el hombre. Taehyung no era un vampiro. Jungkook estaba bastante seguro de que habría notado los colmillos en Taehyung y que éste bebiera sangre. Esas dos cosas habrían sido difíciles de pasar por alto.

 

Después de probar su sangre, también creo que hay una conexión entre mi pareja y Taehyung.

 

La boca de Jungkook cayó abierta.

 

—¿Probaste su sangre? —Jungkook apoyó la mano sobre su estómago cuando empezó a retorcerse, amenazando con rebelarse. Qué asco—. ¿Por qué...— Jungkook inhaló bruscamente cuando el porqué de repente se hizo dolorosamente obvio—. Eres un vampiro, ¿verdad?

 

Hoseok se rio entre dientes.

 

—Sabes, Taehyung preguntó la misma cosa.

 

Eso no responde mi pregunta.

 

Sí, Jungkook, soy un vampiro.

 

«¡Mierda!»

 

¿Cómo no había sabido eso? Mirando al hombre elegantemente vestido, ahora parecía claro como el día.

 

 Incluso con su piel bronceada, Hoseok gritaba vampiro. Sencillamente había un aire de poder sobre él, una presencia que gritaba peligro.

 

Los colmillos de aspecto afilado lo delataban, también.

 

Está bien, así que eres un vampiro. —«Wow, hablando de una subestimación»—. Eso no quiere decir que Taehyung también sea un vampiro.

 

Por lo general, yo diría que eso es cierto, Jungkook — dijo Hoseok—, pero en este caso, lo es. Debido a que Taehyung permitió que su medicamento se desvaneciera, sus genes vampiro tuvieron la oportunidad de salir. Mi segundo al mando, Sully, fue capaz de detectarlos cuando rescató a Taehyung. Lo trajo aquí, ya que es el único aquelarre en la zona.

 

Jungkook frunció el ceño.

 

—No entiendo. Suponiendo que te creo, lo que en este punto no hago, explícame algo de todos modos. ¿Qué tienen que ver los medicamentos de Taehyung con él siendo un vampiro?

 

Me parece justo.

 

Jungkook estaba muy contento cuando el príncipe vampiro sonrió en vez de tener su cabeza cortada. ¿No era eso lo que hacía la realeza cuando alguien no estaba de acuerdo con ellos?

 

Los vampiros, al igual que los cambiaformas y los humanos, desprenden un olor. Ayuda a otros de nuestra especie a diferenciarlos. En cada uno de nosotros, hay un aroma general que dice vampiro o lobo o lo que sea. Después de eso, cada uno tenemos nuestro propio y único olor que nos separa de los otros de nuestra especie.

 

—¿Yoongi tiene un olor?

 

 Sí, lo tiene. Tú también tienes un olor que me dice que Yoongi es tu pareja.

 

Las cejas de Jungkook se alzaron en estado de shock.

 

— ¿Tengo un olor que te dice que somos pareja? —Dioses, rezó para que el príncipe no pudiera oler el sexo en él. ¿No sería eso totalmente vergonzoso? Los ojos de Jungkook se deslizaron a Yoongi, y sintió el calor arrastrándose por su cara. Pero si alguno de los dos lo notó, no dijeron nada.

 

Sí. —Hoseok asintió—. Cuando tu pareja te reclama, tu conservas algo de su esencia. Es lo que dice a otros de nuestra especie que has sido reclamado y que mantengan sus manos alejadas. Los vampiros tienen la misma cosa.

 

Jungkook reflexionó sobre esto en la cabeza, preguntándose si Yoongi podía sentir la diferencia en su olor. También se preguntó si alguien más podía. ¿Podían Jin o Namjoon oler la diferencia en él ahora que se había acoplado con Yoongi? ¿Podría Taehyung?

 

—¿Alguien mordió a Taehyung e hizo de él un vampiro? — preguntó—. ¿Podría haberle sucedido algo que le hizo de esta manera?

 

No, Jungkook, no lo creo. La mayoría de mi gente nace vampiro. Sin embargo, hay un virus en nuestro torrente sanguíneo vampiro que puede transformar a alguien en un vampiro, pero sólo si tienen el gen vampiro. Cada vampiro lo tiene. Es lo que nos hace vampiros. Para los humanos, si ellos tienen el gen y son mordidos por un vampiro, los transforma en un vampiro. Si ellos no tienen el gen, no les afecta.

 

Entonces, ¿alguien podría haberle mordido? —Era la única explicación que Jungkook podía pensar. Simplemente no podía haber otra manera de que su dulce pequeño Taehyung fuera un vampiro. Ellos bebían sangre y esas cosas, cosas repulsivas. A Taehyung le daban nauseas un corte en el dedo. Nunca sobreviviría si tenía que beber sangre.

 

No creo que sea el caso en lo que a Taehyung se refiere. —Hoseok parecía sombrío por un momento, como si lo que tenía que compartir no era algo que él realmente quisiera compartir—. Creo que Taehyung nació vampiro y que su genética vampira ha estado siendo suprimida por el medicamento que está tomando.

 

—¿Suprimida cómo?

 

El medicamento de Taehyung es para regular su nivel de azúcar en la sangre, ¿verdad?

 

Jungkook asintió.

 

—Sí.

 

Cuando Taehyung no toma su medicamento, comienza a enfermarse. Comienza a sentirse ansioso. Su boca se seca, y puede llegar a tener nauseas. Podría llegar a estar un poco confuso y aturdido. —El príncipe levantó una ceja—. ¿Correcto?

 

Sí —respondió Jungkook—, pero no comer adecuadamente también puede hacer que los niveles de azúcar en la sangre aumenten y Taehyung es terrible sobre recordar comer. Su nivel de azúcar también se eleva cuando no toma su insulina a intervalos regulares.

 

Lo que creo que pasa es que cuando Taehyung se olvida de tomar su medicación, su genética vampiro empieza a salir y su cuerpo comienza a desear sangre. Cuando un vampiro no recibe la sangre que necesita, experimenta visión borrosa, lo que puede llevar a ver manchas y eventualmente ceguera, palidez, pérdida de los sentidos, falta de energía y movimiento, y eventualmente la muerte.

 

No —susurró Jungkook, de repente teniendo mucho miedo de que el príncipe Hoseok estuviera diciendo la verdad. La mayoría de los síntomas que Hoseok mencionó, Taehyung los había sufrido cuando había pasado demasiado tiempo sin su medicamento. Jungkook siempre había asumido que él sólo tenía que hacer un mejor seguimiento al programa de medicación de Taehyung.

 

Todos estos síntomas pueden ser mal interpretados como niveles bajos de azúcar, Jungkook, sobre todo por los humanos que no saben acerca de los vampiros. Imagino que un buen número de diabéticos en realidad son vampiros y ni siquiera lo saben.

 

Pero... Taehyung no tiene en él beber sangre. Sencillamente él no es así.

 

—¿Sencillamente no es qué, Jungkook? —preguntó el príncipe mientras sus cejas oscuras se arrastraron hacia abajó sobre su rostro—. ¿No es un chupasangre?

 

Uh... —Oh hombre, él sin más acababa de enojar al príncipe de un aquelarre de vampiros, que actualmente estaba reteniendo a su amante. Estaba tan jodido. Tenía que arreglar esto, y rápido—. No quise decirlo de esa manera. Yo sólo... —Jungkook se encogió de hombros y deseó tener una lengua dotada en lugar de la que lo mantenía tropezando.

 

Contrariamente a la creencia popular, no todos somos monstruos sedientos de sangre, Jungkook. Por supuesto, tenemos a aquellos en nuestra especie que toman sin preguntar, e incluso toman esclavos de sangre. Pero el Príncipe Zacarius y yo estamos trabajando para cambiar las cosas y para que hacer esclavos de sangre sea ilegal y sancionable por nuestras leyes.

 

Jungkook parpadeó sorprendido. ¿Los vampiros en realidad tenían leyes? Wow. ¿Quién lo sabría?

 

—¿En serio?

 

No creo en tomar sangre de quienes no lo deseen. Como cuestión de hecho, porque ahora estoy acoplado a Jimin, sólo puedo tomar sangre de él. Lentamente me volvería loco tomar la sangre de alguien que no sea mi compañero, y yo tendría que ser sacrificado por la seguridad de todos.

 

Jungkook se sintió como un completo imbécil. Él había insultado al mismo hombre que había ayudado a su amante cuando Taehyung lo necesitaba. Hablando de ingratitud.

 

—No quise ser grosero, príncipe. Sólo quería decir que Taehyung se enferma del estómago al ver sangre. No veo que vaya por todo este asunto de beber sangre.

 

Sí, bueno. —El príncipe lucía un poco sorprendido—. Puedo ver que eso podría ser un problema.

 

Es diferente cuando estás bebiendo de tu compañero, Jungkook —dijo Yoongi al lado de Jungkook.

 

Jungkook se volvió hacia él, confundido y un poco celoso. Sonaba como que Yoongi sabía lo que era ser un vampiro, o al menos ser un donante de sangre para un vampiro.

 

—¿Cómo lo sabes? Tú no eres un vampiro.

 

A Jungkook le gustó aún menos cuando la cara de Yoongi se sonrojó. En primer lugar, se sorprendió incluso de que el hombre pudiera físicamente ruborizarse. Yoongi no parecía el tipo. Y en segundo lugar, él no estaba seguro de querer una respuesta a su pregunta.

 

 Jungkook estaba descubriendo que no le gustaba pensar en su compañero estando con nadie más, a pesar de que era ridículo pensar que Yoongi llegó a él como una virgen. Ningún hombre que follaba como Yoongi pasaría por la vida sin ningún tipo de experiencia. Simplemente no era posible.

 

Pero eso no significaba que Jungkook quisiera saber cómo Yoongi ganó su experiencia.

 

Lo sé —dijo Yoongi—, porque los hombres lobos reclaman a sus compañeros igual a como lo hacen los vampiros.

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