El tigre soltó su agarre del
tronco del árbol, cayendo sobre el suelo del bosque. Furioso busco la pequeña
figura del gatito, estaba cegado por la cólera, la pequeña mierda lo había
hecho sangrar y lo había retado enfrente de la manada entera, era hora de que
aprendiera lo que conllevaba ser su pareja.
Un rugido de tigre se escuchó
desgarrar la paz del bosque. Taehyung paro su carrera entre los árboles,
levantando la cabecita peluda trato de ubicar desde donde venía la amenaza. El
pequeño felino tenía la seguridad de que si el enorme alfa lo atrapaba le haría
mucho daño, al principio estuvo cegado por una irracional cólera, ahora su
sentido de la auto preservación le decía que huyera lo más lejos que pudiera.
Según las leyes animales, si eras tan valiente para retar a otro, eras también
el responsable de defenderte, así que su papá no podría hacer nada para evitar
que se lo almorzaran, sin poner en compromiso la paz entre las manadas.
Olfateando el aire, Taehyung sabía
exactamente a donde ir. Sacando las garras las uso para aumentar el agarre
sobre el suelo del bosque, debía encontrar a su pareja, él lo ayudaría. El pequeño
gatito maullaba llamando a Yoongi, las marcas de olor le dijeron que ya había
pasado la frontera de los lobos.
Aullidos se escuchaban por todas
partes, Taehyung estaba seguro de que para ese momento no solo lo cazaba un
enorme tigre y sus subalternos. Debía encontrar pronto a Yoongi, con esa idea
fija siguió corriendo, devorando los kilómetros, como alma que lleva el diablo.
Jamás había corrido tanto en toda su vida, ni tampoco se había sentido tan cansado.
Saltando entre la hierba alta se escondió, mientras trataba de llenar sus
pulmones de aire.
Fue en ese preciso momento en que
el terrible mareo regreso, el bosque entero comenzó a girar. Dejándose caer
sobre el suelo del bosque, supo que su destino estaba sellado. El tigre estaba
muy cerca, podía escuchar como el enorme animal quebraba ramas en su afán por
despedazar al pequeño gatito que lo había retado frente a propios y
desconocidos. Con una sonrisa pensó que quizás era lo mejor que todo terminara
así.
Un aullido de lobo respondió al
rugido del tigre, eso fue lo último que Taehyung escucho antes de caer en la
inconsciencia.
***********
Para Yoongi el maldito día había
sido un mierda desde que se levantó, conforme pasaban las horas su lobo solo se
ponía más rabioso cada vez. Cuando una hembra le sonrió al pasar por la calle
camino a la casa de su mejor amigo, el lobo le gruño advirtiéndole que
mantuviera las distancias. No había llegado la hora del almuerzo cuando ya se
había peleado con dos centinelas que le preguntaron qué palo andaba metido en
el culo. Lo peor de todo es que hasta el mismo alfa de los lobos evitaba
encontrarse en la misma habitación que su hijo.
Conforme el día iba pasando, Yoongi
estaba más intranquilo. Era cuestión de horas para que la luna estuviera
reinando en lo alto del cielo. Los machos solteros sonreían libidinosos a las
hembras disponibles, los que estaban emparejados se ponían muy cariñosos
preparando a sus parejas para una noche loca. Solo el joven lobo estaba como en
el limbo, por un lado no le tentaban las mujeres de la manada y por otro su
pareja no estaba allí con él para ayudarle con su problemita de bolas azules.
Eso solo aumentaba exponencialmente su mal humor.
A la caída del sol todos los
miembros de la manada de lobos se fueron reuniendo en el claro, lejos de las
miradas curiosas. Los cachorros más jóvenes, los que todavía no tenían edad de
estar en celo jugaban por allí sobre sus cuatro patas, entre empujones y
mordidas juguetonas le daban un ambiente festivo al bosque.
Los cambia-formas que ya estaban
en la edad de jugar a las manitas calientes se veían inquietos, las feromonas
saturaban el aire incitando a unos y otros a aparearse bajo la luz de la luna.
El lobo de Yoongi se revolvían dentro del humano, esta sería su segunda luna
como adulto y la primera de muchas que pasaría sin su pareja. Las risas y las
bromas, el bullicio normal de los alegres lobos, eran como murmullos lejanos
para los oídos del hijo del alfa. Apartándose de los demás camino hasta llegar
bajo un frondoso árbol, sentándose en una de las raíces gruesas se dedicó a
observar la preparación de todos antes de comenzar la feroz carrera a campo
traviesa.
El aullido del lobo alfa hizo que
todos dejaran de lado las conversaciones y los juegos, esa era la señal para
que hicieran el cambio invocando a su forma animal. Aullidos y gruñidos
llenaron el aire del bosque, la manada de lobos comenzó a correr tras el más
fuerte de sus miembros. Yoongi corría justo detrás de su padre, tratando que
los instintos del animal de seguir al alfa fueran más fuertes que el de
desviarse al territorio de los gatos.
La carrera fue tal cual debía ser,
los animales liberados bajo la luz de la luna celebraban a la naturaleza que
les daba cobijo y a la magia que les permitía existir. Dejándose llevar por la
conexión con los demás lobos su propia tristeza se desvaneció revolviéndose con
la emoción de la carrera entre los árboles.
Las patas fuertes de Yoongi se
detuvieron en seco, un dolor, como el de un golpe de mazo lo hizo quedarse allí
de pie, mientras los otros animales seguían con la carrera dejándolo atrás. Al
bajar su mirada casi espero ver una herida abierta en su amplio pecho peludo.
Levantando la nariz trato de descubrir en la brisa de la noche algún cambio que
le dijera que sucedía, la sensación de ser perseguido, de tener miedo lo hizo
gruñir mostrando los filosos colmillos. Algo andaba realmente mal. Dando la
vuelta comenzó a correr atosigado por una misteriosa premura que no podía
explicar, lo único que tenía claro era que tenía que llegar y pronto.
La carrera estaba llevando a Yoongi
en dirección a la frontera que compartían con los gatos monteses. Deteniéndose
trato de reevaluar su situación, la sensación de necesitar llegar a algún lugar
lo estaba ahogando, la parte humana trataba de racionalizar, pero el lobo no lo
dejaba pensar mucho. La orden era clara “hay que llegar”, repetía el lobo una y
otra vez.
Saltando sobre un cumulo de
troncos caídos se desvió hacia el oeste. Un rugido de tigre hizo que Yoongi
gruñera, alguien había invadido su territorio, pero ese hecho no era lo que
tenía tan alterado al animal. Saltando sobre una gran roca que sobresalía de la
tierra del bosque, trato de buscar el objetivo de su carrera, el lobo sabía que
estaba cerca. En otro momento la parte humana y la animal se habrían comunicado
mejor, pero desde la pérdida de la pareja, ambas naturalezas se estaba
separando.
—¡Miaaaau!....¡Miaaaaauuuuu! — Un
maullido lleno el aire del bosque. Un pequeño gatito estaba perdido en la zona
de los lobos. La brisa nocturna llego hasta Yoongi revelándole lo que ya
sospechaba, Taehyung estaba cerca, eso sería lo único que podía llevar al lobo a
ese grado de desesperación.
Siguiendo la pista que el olor a
miedo le daba, busco a su pareja entre la hierba alta. Estaba por llegar al
lugar donde se escondía el pequeño pastelito que olía a vainilla y a lobo, un
aroma tan suave que era casi imperceptible. Era su olor, el aroma se había
impregnado en el pequeño animalito. Eso llevo al lobo a aullar a la luna, su
pareja estaba marcada con su aroma, nadie podía separarlos ahora.
A escasos metros de su pequeña
presa, el rugido de un tigre lo hizo detenerse, el animal estaba demasiado
cerca de su compañero. Mala suerte para el tigre. Caminando hacia un pequeño
claro entre los árboles, Yoongi espero al felino más grande que corría como si
estuviera en su propio territorio.
Un enorme animal rallado apareció
entre la hierba alta del bosque. Ambos animales se saludaron mostrando los
colmillos, la vista fija en su oponente. Yoongi dio un paso al frente, dejando
claro que no estaba para juegos, si ese tigre no se daba la vuelta y corría,
iba a ver un baño de sangre, de sangre de tigre.
El felino no era un alfa por ser
un lindo gatito, erizando el pelaje saco las garras, ese lobo de seguro había
descubierto al pequeño felino. Estaba seguro de que el pulgoso mataría al
pequeño animalito apenas lo descubriera. El gruñido del tigre fue bajo, dejando
a las claras que no se iría de allí, pasar sobre el cadáver del lobo no era
algo que le causara desvelo.
Los dos animales se midieron
mutuamente, comenzaron a darse vuelta buscando un punto débil en el retador. El
tigre observo con el rabillo del ojo que la hierba, donde estaba seguro se
escondía Taehyung, se movía. Al parecer el lobo también lo noto, ya que sin
medir consecuencias se abalanzó sobre el tigre. Una suerte que el enorme felino
no era fácil de tomar por sorpresa, la vida del pequeño gatito era su
responsabilidad, con su actitud lo había asustado haciéndolo correr al
territorio de los lobos. Era su deber regresarlo sano salvo a su familia.
Bien era cierto que el lobo era un
poco más pequeño que el tigre, pero no menos feroz. Enfrascados en la pelea
ambos animales buscaban hundir los colmillos en la garganta de su contrincante.
En un descuido del lobo, el tigre le dio un zarpazo en el lomo del que broto
una buena cantidad de sangre, respondiendo a la agresión, Yoongi mordió la
unión entre la pata delantera y el dorso, haciendo chillar al enorme gato.
En la pelea había aplastado la
hierba, quebrado un árbol, causaron un estruendo tan grande que hasta las aves
nocturnas dejaron el lugar por miedo a acabar en medio de un fuego cruzado.
Taehyung despertó asustado, el
corazón se le iba a salir del pecho. Desde su escondite entre la hierba escucho
los rugidos del tigre y los gruñidos de un lobo, estaba en medio de una pelea
de alfas. Estando en su forma animal sus instintos eran muy claros, correr era
lo mejor que podía hacer una criatura pequeña ante semejante situación.
Levantándose sobre sus cuatro patitas se dispuso a salir de allí inmediatamente,
justo cuando iba a comenzar a correr llego el olor de su lobo, a la sangre de
su lobo, para ser más exactos.
Un chillido salió del hocico del
pequeño gatito montes, bien él podía arañarle la existencia a el lobo, pero
nadie le iba a poner una pata encima a su pareja sin que él dijera algo al
respecto. Saliendo de su escondite se paró gruñendo todo lo alto y feroz que
podía hacerlo una criaturita que parecía un motita de pelo. Estaba cabreado y
eso nada tenía que ver con ser lindo.
Yoongi ya tenía al tigre sobre su
espalda en el suelo del bosque, estaba por clavarle los colmillos al felino
entrometido cuando vio salir a la cosita más linda y sexy sobre cuatro patitas,
que podía existir en el mundo. El tigre aprovecho el descuido para invertir
posiciones, tomando por la garganta al lobo se preparó para matar al pulgoso, al
menos ese era el plan hasta que sintió las filosas garritas del gato montés
sobre su lomo. Bien era cierto que no le ocasionaría una herida de muerte, pero
de que dolía como el infierno, de eso no tenía duda.
Con cuidado de no lastimar al
gatito se apartó de un salto del lobo y trato de sacudirse al minino
malagradecido. Él había estado tratando de salvar su fino culo y así era como
le pagaba el gesto. Cambiando a su forma humana el tigre se dispuso a pedir
explicaciones. El lobo tras Taehyung hizo lo mismo, poco después el gatito
montés imito la acción.
— ¿Se puede saber por qué demonios
me atacaste? — pregunto Jungkook dejando saber con su tono cuanto le molestaba
el asunto.
Taehyung se cruzó de brazos,
arrugando el ceño le daba a su linda carita una apariencia deliciosamente
molesta.
— Porque el único que puede
patearle el culo a ese lobo soy yo— respondió señalando al hombre alto de
cabello negro que lo miraba como idiota.
Yoongi tuvo la decencia de
sonrojarse, la verdad podía ser incomoda, pero no por eso dejaba de ser cierta.
— Cazabas a mi pareja— acuso el
lobo halando a sus brazos el tembloroso cuerpo desnudo de su gatito. La
desnudez era normal entre los cambia formas, pero eso no significaba que a Yoongi
le gustara que ese tipo se le quedara mirando el culo redondito de su pareja.
—Él no es tu pareja—, gruño el
tigre— él es mi prometido. Su papá me lo entregara después de esta noche, él es
mío.
El lobo apretó más el cuerpo
pequeño de su pareja, protegiéndolo de las malas intenciones de ese tigre
enajenado.
—Para tomarlo tendrás que pasar
sobre mí— hablo con tal calma que hizo que el pene de Taehyung se endureciera.
Le encantaba ese aspecto del alfa patea-culos.
Mientras los dos machos alfa
discutían por quién se follaba esta noche al pequeño bocadito, ya el gatito
montés había hecho su elección. Rozando su pene contra el muslo de Yoongi, comenzó
a ronronear de una manera descarada, quizás mañana se mordiera a sí mismo por
su falta de recato, pero esa noche era luna llena. Yoongi le correspondió al
descaro de Taehyung poniendo una mano en el culo firme, masajeándoselo
suavemente, sin quitarle la vista de encima al tigre sobre alimentado que tenía
enfrente.
—Eres un maldito lobo—, escupió
las palabras Jungkook— él es un macho con aroma dulce. Él será mi pareja como
se acordó entre las manadas.
Un gruñido profundo salió del
pecho de Yoongi, ya no podía mantener a su lobo a raya.
—Mejor da la vuelta y sal de mi
territorio—, sentencio el joven lobo— ya estás suficientemente advertido.
—No me iré sin el cachorro— aclaro
Jungkook señalando a Taehyung.
Ahora fue el turno de Taehyung de
entrar en pánico.
— Yo no iré contigo— grito el
pequeño gatito— él es mi pareja… No sé como sucedió, él no es un felino, ni un
alfa, pero los dioses lo escogieron para mí.
—Todavía no soy un alfa— aclaro Yoongi
dándole un suave beso en la frente al gatito— pero lo seré en algunos años
cuando mi padre me seda su lugar en la manada.
Un boquiabierto Jungkook vio como
el que hasta ahora había sido nada menos que malcriado, caprichoso y
malagradecido cachorro, se trasformaba a los pies del chico alto de cabello
negro. Maullando el gatito comenzó a restregarse por las piernas largas de su
pareja. El lobo le dio una última mirada amenazante al tigre, invoco su forma
animal, tomo al gatito por el cuello como lo haría una padre, y salió corriendo
con su presa por entre los árboles del bosque.
Jungkook miró la escena sin
creérselo del todo, había sido prácticamente plantado por su prometido y no
podía decir que lo lamentara precisamente. Tener como compañero a una criatura
de un carácter tan cambiante no era para él, ya tenían suficientes problemas en
su manada con su maldito mal genio como para llevar a un gatito loco como
pareja.
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