Taehyung miraba a través de la ventanilla del coche de Yoongi
preguntándose cómo diablos se había metido en esa situación. ¿Una parada para
ir al cuarto de baño? ¿Un giro equivocado? ¿Qué?. No era cómo si él hubiera
pedido ser elegido para aquello… ¿Lo había pedido?. Sabía que era un poco
extravagante, pero pensaba que se había ocultado bien bajo los holgados
vaqueros y una sudadera demasiado grande. Ni siquiera llevaba esmalte de uñas.
Así que, ¿Por qué estaba sentado en la camioneta de un extraño sin saber a dónde
iba?. Taehyung no tenía ni idea de hacia dónde se dirigían, o por qué había
estado de acuerdo en ir.
Giró la cabeza para mirar al hombre que iba conduciendo.
Había algo en Yoongi que le llamaba a un nivel muy básico. Taehyung sabía que
debía estar perdiendo la cabeza. Yoongi había admitido que ni siquiera le iban
los hombres. Así que, ¿Por qué
había estado de acuerdo en irse
con él?. Debería estar corriendo hacia las montañas gritando.
Ni siquiera quería pensar en todo eso del mordisco. Había sido demasiado
extraño.
—¿A dónde vamos? —preguntó Taehyung finalmente cuando la
curiosidad fue demasiada para él.
—A mi casa —dijo Yoongi sin ni siquiera dejar de mirar hacia
la carretera. ¡Muy bien! Iba hacia la casa de un hombre hetero que besaba mejor
que nadie que hubiera
conocido nunca. ¿Podría
ser la vida
más complicada?. Cuando el viril
y fuerte aroma del hombre que iba a su lado alcanzó a Taehyung, haciendo que
su pene se
despertara e implorara
atención, suspiro profundamente.
¡Supongo que sí!.
—¿Algo
va mal, Taehyung?. —preguntó Yoongi cuando se volvió para mirarle. Taehyung
sonrió.
—Bueno,
veamos. He sido atacado, no una, sino dos veces, mordido por un bicho raro,
obligado a beber su sangre, besado por un hombre hetero, y ahora estoy siendo
secuestrado y llevado a Dios sabe dónde en contra de mi voluntad por dicho
hombre heterosexual. ¿Qué podría ir mal?.
—Realmente
tienes una boca ahí —dijo Yoongi—, espero que sepas hacer algo con ella además
de adornarla con tus labios.
—¿Por
qué te importa?. A ti no te van los tíos, ¿Recuerdas?.
—Creo
que eso está a punto de cambiar—dijo Yoongi con cierta tristeza.
—¿Por
qué? —preguntó Taehyung— ¿Porque soy malditamente lindo?.
Yoongi negó con la cabeza.
—Lo
eres, pero no, eso no es todo.
—Entonces,
¿Qué es? ¿De golpe decidiste cambiar de carril y ver qué se siente siendo un
hombre gay? ¿Será que la curiosidad saca lo mejor de ti? ¿O sólo estás
esperando para soltarme algunas patadas por intentar algo nuevo y atrevido? —dijo
Taehyung arrastrando las palabras con sarcasmo.
—Taehyung…
—empezó a decir Yoongi con la esperanza de calmarlo. Podía sentir su agitación
y su resentimiento saliendo de él en oleadas.
—¿Por
qué yo? ¿No pudiste encontrar a ningún otro pobre incauto al que secuestrar?.
Porque tengo que decirte, tan sexy como te veo, yo no estoy con hombres
heterosexuales—dijo Taehyung cruzando los brazos sobre el pecho al mirar a
través del espacio que los separaba en el coche de Yoongi.
—¡Maldita
sea Taehyung, no se trata de sexo!.
—¿En
serio? ¿Entonces por qué me besaste?—preguntó él y Yoongi entornó los ojos.
—Está
bien, se trata de sexo, pero no sólo de sexo. Hay más que eso.
—¿Y
bien? Estoy esperando—dijo Taehyung cuando Yoongi se quedó en silencio durante
un momento.
Taehyung gritó un segundo más tarde, cuando súbitamente, Yoongi
sacó el coche de la carretera hacia el arcén, apretando de golpe los frenos y
parando en el camino. Taehyung abrió los ojos con espanto y presionó la espalda
contra la puerta cuando Yoongi se desabrochó el cinturón de seguridad y se
deslizó a través del asiento, alcanzándolo. ¡Oh, mierda!.
—¡Yoongi!—Taehyung
gritó cuando Yoongi rasgó en dos el cinturón de seguridad y lo tiró sobre el
asiento. Puso las manos contra su pecho, tratando de alejarle, pero no estaba
consiguiendo nada.
Yoongi envolvió un brazo alrededor de la cintura de Taehyung,
el otro, alrededor de su cuello, enredando la mano en su pelo. Cuando echó la
cabeza hacia atrás, Taehyung pudo ver los largos caninos en su boca mientras
retraía los labios y le gruñía.
—¡Basta!
Ni un solo sonido más. ¿Entendido?.
Taehyung rápidamente asintió con la cabeza, preguntándose
qué acababa de desatar. Debería haber mantenido la bocaza cerrada. Levantó la
mirada hacia Yoongi, preguntándose si estaría a punto de morir, y entonces, Yoongi
se inclinó y comenzó a olisquear su cuello, su larga lengua salió y lamió la
piel que había mordido en el baño del bar.
Taehyung no pudo detener el estremecimiento que le atravesó
el cuerpo, ni el posterior endurecimiento de su polla en respuesta al hombre.
Dejó caer la cabeza hacia atrás en el asiento mientras Yoongi continuaba
lamiendo y mordisqueando su garganta, moviéndose lentamente hacia su pecho.
Alzó la cabeza cuando escuchó un suave sonido de tela rasgada, se dio cuenta de
que Yoongi había usado una muy larga garra para abrir su sudadera por la mitad.
Estaba a punto de protestar cuando los labios de Yoongi se aferraron a su
pezón.
Taehyung ahogó su gemido recordando de golpe que Yoongi no
quería escuchar ni un sólo sonido procedente de él. Una parte de él se asustó
de la violencia que podía sentir en Yoongi. La otra parte se deshacía con la
aparente fuerza de su macizo cuerpo.
Sabía que lógicamente, debería estar asustado. No había duda
de que Yoongi podía matar sin sudar siquiera. Tal vez por eso estaba tan
encendido con la fuerza de su duro cuerpo, y también por la suavidad de su
tacto.
Contra toda lógica, Taehyung no quería que esto acabara
nunca. Donde fuera que Yoongi le tocara, acababa ardiendo de deseo. Se sentía
como si estuviera en llamas. Y las manos de Yoongi le tocaban por todas partes.
Para el momento en el que Yoongi alcanzaba los botones de sus
pantalones anchos, la respiración de Taehyung ya estaba acelerada. Estaba
tentado de arrancarse sus propios vaqueros. Por suerte, Yoongi se encargó por
él. Taehyung escuchó otra vez algo rasgándose y sintió el aire frío pasando por
su cuerpo.
Cuando el calor del cuerpo de Yoongi cubrió el suyo, se dio
cuenta de que estaba completamente desnudo. Se sintió un poco tímido hasta que
escuchó el profundo gruñido por encima de él haciéndole mirar hacia arriba. Yoongi
le miraba como un hombre poseído. Incluso podía ver un débil resplandor en sus
ojos.
Taehyung sintió como si el tiempo se hubiera detenido
mientras Yoongi lo miraba, no se movió. Poco a poco se acercó y acunó con la
mano un lado de la cara de Yoongi. Dejó que sus dedos se movieran sobre él, sus
fuertes pómulos, la nariz aguileña, los suaves y deliciosos labios.
Así como de golpe el tiempo se había detenido, se volvió a
poner en marcha cuando Yoongi gruñó, acercándose a él. Estaba sobre Taehyung,
besándolo, tocándolo, mordiéndolo. No sabía si aún quedaría alguna pulgada de su
cuerpo que Yoongi no estuviera tocando de alguna forma.
Justo cuando pensaba que no podía ser mejor, sintió los
dedos de Yoongi rodeando su dura polla. Cuando lo apretó con firmeza y empezó a
acariciarlo con rapidez, Taehyung estaba seguro de que iba a volverse loco. Ni
siquiera prestó atención cuando Yoongi empujó sus piernas hacia su pecho. Un
instante después, gritó al sentir la presión de la polla de Yoongi contra su
apretada entrada. Intentó protestar, decirle a Yoongi que aún no estaba
preparado para él, pero el orgasmo lo recorrió por todo el cuerpo robándole
hasta las palabras.
Taehyung se mordió los labios para no gritar, tratando de no
hacer ningún sonido, tal y como Yoongi le había pedido, pero el placer fluyendo
a través de él era demasiado. Abrió la boca y gritó su liberación cuando cada
nervio de su cuerpo disparó a la vez. Para el momento en el que bajó a la
tierra otra vez, la polla de Yoongi estaba enterrada en su culo, sus dientes
estaban enterrados profundamente en la suave piel de su garganta. Uno de los
brazos de Yoongi se ciñó con fuerza en sus hombros, usándolo como ancla para
empujarse rápidamente dentro de él. El otro brazo estaba envuelto alrededor de
sus caderas, apretando su cuerpo contra el de Yoongi.
Taehyung no podía hacer otra cosa que no fuera quedarse bajo
el enorme cuerpo que tenía sobre él y aceptar la jodida que estaba recibiendo.
Incluso habiéndose corrido momentos antes, aún quería más. Quería que aquella
sensación de Yoongi llenándole no terminara nunca.
Levantó las piernas y las envolvió alrededor de la cintura
de Yoongi, lloriqueó cuando la enorme polla rozó su punto dulce al retirarse. Yoongi
lo golpeó de nuevo cuando empujó dentro de Taehyung, no podía parar de gritar
una y otra vez mientras seguía empujando dentro de él. Era glorioso, intenso, no
quería que parara nunca. Aunque su cuerpo tenía otras ideas. Quería otro
orgasmo y tuvo lo que quería gritando el nombre de Yoongi, rellenando el
espacio entre ellos de nuevo, sus músculos apretando el pene de Yoongi.
Nadaba en una bruma de placer, cuando Taehyung escuchó
vagamente el rugido de Yoongi por encima de él, mientras sentía la caliente
semilla llenándole. Aún así, remontó la bruma de su orgasmo, no estaba
preparado para la pequeña extensión que se hinchó en el extremo de la polla de Yoongi
que se ancló sobre su próstata. Cada pequeño movimiento que Yoongi hacía sobre
él, incluso la respiración, movía su cuerpo y el pequeño nudo dentro de él,
prolongando su orgasmo hasta que su mundo se redujo al cuerpo que tenía encima
de él y a la polla que tenía en el culo… y nada más.
Yoongi levantó la cabeza del hombro de Taehyung cuando
sintió retraerse el nudo del extremo de su polla. De mala gana, salió del
cuerpo de Taehyung mientras miraba a su compañero. Él tenía una serena sonrisa
en los labios y los ojos suavemente cerrados. Dejó que sus ojos vagaran hacia abajo
por el pequeño cuerpo debajo de él, Yoongi se sorprendió por la belleza del
cuerpo de Taehyung. Incluso se sorprendió por su propia respuesta a lo que sus
ojos bebían con avidez.
El pecho de Taehyung no era tan musculoso como el suyo, era
más pequeño. Tenía músculos, pero no estaban tan definidos. Incluso su abdomen
era delicado, una suave ondulación en medio de los huesos de sus caderas. Sus
piernas, para tratarse de un hombre tan pequeño, parecían no tener fin. Estaba
duro otra vez sólo con mirarlo.
No se suponía que debía ser así. Él era el Alfa de su
manada. Se suponía que su compañera sería una hembra para tener cachorros para
la próxima generación. Siempre lo había supuesto. Tener a Taehyung como
compañero no estaba en los planes.
Así que ¿Por qué entonces estaba tan obsesionado con aquel
hombrecito? ¿Por qué mirar su pequeño y delicado cuerpo y pensar en estar
dentro de él lo ponía tan duro como una roca?. No podía pensar en nada que
quisiera más en aquel momento que hundir su polla de nuevo en el apretado hueco
de Taehyung.
Sin embargo, teniendo en cuenta que su compañero estaba
inconsciente en aquel momento, probablemente no sería lo más cortés que podría
hacer. Sacudió la cabeza con tristeza mientras metía una mano en la guantera
para sacar un paquete de toallitas.
Se limpió rápidamente y se abotonó sus vaqueros. Se inclinó
hacia abajo y limpió a Taehyung, enseguida se dio cuenta que había destrozado
su ropa en su necesidad de llegar a él. Su compañero estaba desnudo y sin nada
que ponerse, no era que a Yoongi le preocupara. Lo mantendría desnudo todo el
tiempo si conseguía salirse con la suya. Sin embargo, podría haber gente en su
casa, y la sola idea de que alguien más viera los encantos sexys de Taehyung le
hacía ver en rojo.
Negando con la cabeza mientras aguantaba una sonrisa, agarró
la camisa de algodón del suelo de la camioneta y se la pasó por la cabeza a Taehyung.
Al final no pudo evitar sonreír. La camisa recorría todo el camino hasta las
rodillas de Taehyung. Bueno, ¿Qué otra cosa podía hacer? Se deslizó de nuevo
hacia su asiento y acercó a Taehyung hasta que su cabeza descansara sobre su
muslo, luego le colocó el cinturón de seguridad. Taehyung se acurrucó contra él
y empezó a roncar suavemente, Yoongi no lo pudo evitar, alargó la mano para
pasarla por los gruesos rizos de color rubio miel.
Taehyung era realmente adorable. Ahora, Yoongi debía pensar
en qué era lo que iba a hacer exactamente con él. Tenía algunas ideas, pero la
mayoría de ellas incluían estar desnudo y una superficie plana. Para ser un
hombre que nunca había siquiera pensado en estar con otro hombre, estaba
sorprendido por lo mucho que la idea se iba arraigando en él.
Yoongi arrancó la camioneta y se dirigió a su casa. Mientras
conducía, trató de idear cómo iba a explicar lo de Taehyung a los demás. Sabía
que había hombres gay en otras manadas que se habían acoplado con hombres. Pero
no los había en su manada. No estaba seguro de cómo iban a recibirlos.
No creía que ningún miembro de su manada fuera a ser
particularmente grosero con Taehyung, pero no estaba seguro de cómo lo iban a
aceptar tampoco.
Que su compañero fuera humano tampoco ayudaría en la
situación. Había más de algún miembro en su manada que tendían a menospreciar a
los seres humanos como si fueran seres inferiores.
Yoongi era lo suficientemente honesto consigo mismo al
admitir que podría ser uno de aquellos. No es que odiara a los humanos.
Simplemente no le gustaban mucho. Según su experiencia, los humanos eran
egoístas y codiciosos, sólo cuidaban de sí mismos.
También desconfiaban de cualquier cosa que no pudieran
explicar o poner bajo un microscopio, como a los hombres lobo. Yoongi sabía que
iba a tener que explicárselo todo a Taehyung pero quería aplazarlo tanto como
pudiera. No le iba a gustar la respuesta de Taehyung cuando se enterara de que
había sido acoplado con el Alfa de una manada de hombres lobos. No iba a ser
divertido.
Yoongi aparcó la camioneta en el camino de entrada. Mirando
a través del parabrisas delantero de la camioneta, pudo ver las luces
encendidas en la casa, dejándole claro que no todo el mundo se había ido a la
cama. ¡Genial! ¡De puta madre!.
Resignado a lo que estaba a punto de ocurrir, Yoongi se bajó
de la camioneta y dio la vuelta hacia la puerta del pasajero. Al abrir la
puerta, cogió su cazadora del asiento trasero y envolvió a Taehyung con ella
antes de levantarlo en brazos.
—Yoongi…
—Taehyung susurró adormilado abriendo los ojos somnolientos y trató de mirar a
su alrededor—¿Dónde estamos?.
—Schhhh,
estamos en casa, cariño. Vuelve a dormir.
—Está
bien.
Yoongi miró sorprendido a Taehyung cuando éste cerró los
ojos y se durmió directamente, acurrucándo el rostro en el cuello de Yoongi.
Tomando varias respiraciones profundas para calmar sus
hormonas en plena ebullición, caminó hacia la casa. Podía ver a Park Jimin, su
Beta en la manada, sentado en la sala de estar viendo la televisión. Sujetando
a Taehyung con un brazo, abrió la puerta con la mano libre, entró y la cerró
pateándola con el pie. Esperaba poder subir las escaleras con su preciosa carga
antes de que Jimin lo detuviera. Ese deseo se fue al traste cuando Jimin lo
llamó.
—Oye, Yoongi,
¿Qué tienes ahí?.
¡Maldita sea!. Con el
pie en alto para subir las escaleras, se detuvo, volvió a poner el pie en el
suelo y se dio la vuelta. Decidido a acabar con esto de una buena vez.
—Este es
Taehyung, mi compañero.
—¡Amigo!
—Jimin habló sorprendido poniéndose en pie y cruzó la habitación.
—¡Felicidades, hombre! ¿Dónde la encontraste?.
—Él—dijo
Yoongi, conteniendo la respiración mientras esperaba las consecuencias.
—¿Él?
¿Estás acoplado con un hombre?—preguntó Jimin muy sorprendido. Se inclinó para
mirar más de cerca a Taehyung y después levantó la mirada hacia Yoongi—. ¿Estás
seguro de que es un hombre? Parece demasiado lindo para ser un hombre, Yoongi.
—Es
bastante lindo, pero estoy seguro de que es un hombre. —Yoongi se rió entre
dientes.
—¿Ah?
—preguntó Jimin con escepticismo.
—Sí.
¿Tienes un problema con eso?. —Yoongi tenía los pelos de punta por la actitud
de Jimin. Taehyung era su compañero y él tendría que aceptarlo. No iba a darse
por vencido. Se sintió un poco aturdido en cuanto se dio cuenta de que acababa
de tomar una decisión. Taehyung era suyo, para amarlo y protegerlo y nadie iba
a separarlos.
Jimin cruzó los brazos sobre el pecho, mientras consideraba
lo que Yoongi había dicho con solemnidad.
—No
tengo ningún problema con él, pero hay quien sí lo tendrá en nuestra manada. Es
decir, las hembras. Sabes que han estado tratando de acoplarse contigo desde
que te convertiste en Alfa.
—Y tú
sabes tan bien como yo que no elegimos a nuestros compañeros, el destino los
elige. Nunca habría buscado a un hombre para ser mi compañero, pero al parecer
es lo que el destino eligió para mí. El resto de la manada sólo puede aprender
a aceptarlo o buscarse otra manada. No voy a renunciar a Taehyung.
—Si
realmente es tu compañero no tendrías que hacerlo, pero, ¿Estás seguro, Yoongi?
—preguntó Jimin.
Yoongi miró al hombre que dormía en sus brazos, sonriendo.
—Sí,
estoy seguro.
—Entonces,
tienes mi apoyo, igual que él. —Respondió Jimin firmemente. Yoongi asintió con
la cabeza.
—Gracias,
pero antes de que te muestres de acuerdo, hay una cosa más que debes saber. Taehyung
es humano.
—¡Mierda!
—juró Jimin—, sabes cómo elegir, Yoongi.
—¿Significa
eso que no vas a apoyarme?.
—No, por
supuesto que no. Siempre te apoyaré, pero esto hace las cosas un poco más
difíciles—dijo Jimin. Se pasó una agitada mano por el pelo mirando a Taehyung
otra vez, luego a Yoongi—. ¿Él lo sabe?
Yoongi negó con la cabeza.
—No, no
ha habido tiempo para explicarle nada.
—¿No
crees que deberías hacerlo? —preguntó Jimin.
—Pienso
hacerlo, pero no…
—¿Yoongi?
¿Ya estamos en casa?—susurró una suave voz contra el pecho de Yoongi.
Los dos pares de ojos se movieron hacia el hombre que Yoongi
tenía en sus brazos. Ambos asistieron con diversión al momento en el que Taehyung
abría los ojos y parpadeaba varias veces mirando hacia ellos.
—Hola.
—Taehyung,
este es Park Jimin, mi mano derecha. Vive aquí conmigo, con nosotros—dijo Yoongi
suavemente, preguntándose qué respuesta daría Taehyung a sus palabras.
Taehyung no le defraudó. Simplemente lo ignoró. Sonrió,
mostrando sus perfectos dientes blancos, y tendió la mano.
—Hola,
soy Taehyung.
—Sí, lo
sé. —Jimin rió mientras estrechaba la mano de Taehyung —Yoongi me lo estaba
explicando.
—¿También
te estaba explicando que me secuestró?.
—Uh… no.
Debe haberse saltado esa parte—respondió Jimin mirando a Yoongi con curiosidad.
—Apuesto
a que lo hizo—se quejó Taehyung cruzando los brazos sobre el pecho, el labio
inferior salió haciendo un puchero mientras miraba hacia arriba al sonriente
rostro de Yoongi.
—Mmmm, Yoongi,
¿Crees que ahora sería un buen momento para explicarle a Taehyung un par de
cosas?.
La mirada que Yoongi le lanzó prometía castigo seguro.
—No,
ahora no es el momento—gruñó Yoongi.
—¿Explicarme
qué? —preguntó Taehyung—. ¿Esto tiene algo que ver con el sexo?.
—¡No!
Esto no tiene nada que ver con ah… eso. Ahora…
—Te lo
juro Yoongi, si me dices otra vez que mantenga la boca cerrada, me largo de
aquí. Obviamente esto me concierne, y quiero saber qué es—declaró Taehyung con
firmeza.
—No
quiero hablar de ello ahora mismo, Taehyung —gruñó Yoongi—¿Por qué no…? Maldita
sea, Taehyung, deja de hacer eso—gritó cuando Taehyung empezó a luchar.
Con un profundo suspiro, le puso en pie en el suelo y
entornó los ojos cuando Taehyung, inmediatamente se dirigió hacia la puerta
principal. ¡Joder! Taehyung iba a volverle loco. Lo sabía. Yoongi corrió tras Taehyung,
llegó a él cuando alcanzaba el pomo de la puerta. Apretó su mano contra la
puerta, la cerró con un golpe.
—¿Planeas
robarme la cazadora, Taehyung? —preguntó mientras miraba hacia abajo a su cara.
Taehyung miró hacia arriba para ver a Yoongi, pero
inmediatamente se quitó la chaqueta de los hombros y se la entregó a Yoongi.
—La
camisa también es mía—afirmó Yoongi.
—Bueno,
teniendo en cuenta que tú destrozaste la mía, creo que voy a quedarme con esta.
—Es mi
camisa favorita, Taehyung.
Un instante después, su mandíbula se abrió cuando Taehyung
se sacaba la camisa por encima de la cabeza y se la entregaba.
—¿Puedo irme ahora?—preguntó, mirando a Yoongi, mientras permanecía
allí con el culo al aire.
—Joder, Taehyung,
vas a ser mi muerte—Yoongi gruñó mientras dejaba caer la cazadora al suelo y
volvía a ponerle la camisa a Taehyung encasquetándosela por la cabeza. Podía
oír a Jimin riendo al fondo. ¡Perfecto!.
Apretando los dientes, se inclinó, levantó a Taehyung sobre
su hombro cruzó la estancia y lo llevó escaleras arriba. Hizo su mejor esfuerzo
por ignorar los gritos de Taehyung, a pesar de que gritaba en su oído.
Maldición, el niño tenía un buen par de pulmones.
Abrió la puerta de su dormitorio, entró y tiró a Taehyung
sobre la cama, inmediatamente volvió hacia atrás para cerrar la puerta.
Cuando se dio la vuelta, Taehyung se apoyaba en los codos y
lo fulminaba con la mirada.
—¿Planeas
mantenerme encerrado aquí?.
Yoongi se pasó la mano por la cara antes de ponerlas sobre
las caderas mientras miraba a su pequeño y airado compañero.
—Mira Taehyung,
No quiero discutir contigo, prefiero….
—¿Discutir?
¿Crees que esto es discutir? Esto no es una discusión. Esto es tú comportándote
como un cavernícola incivilizado. Me sorprende que no me arrastraras escaleras
arriba por el pelo.
—Oh,
créeme, lo pensé—ladró Yoongi y luego se giró dándole la espalda.
Taehyung lo miró por un momento arqueando una ceja,
sorprendido. Luego, lentamente, se echó a reír. En cuestión de segundos, se
estaba riendo tan fuerte que se cayó hacia atrás sobre la cama, con los brazos
envueltos alrededor de su estómago.
Yoongi sonrió y se acercó para tumbarse en la cama junto a
él. Apoyó un codo en la cama, y la cabeza en la mano, mientras miraba hacia
abajo al rostro de Taehyung. Observó, divertido, como la risa de Taehyung se
desvanecía lentamente.
Taehyung se volvió, por fin, y lo miró. Levantó la mano para
acariciar suavemente el lado de la cara de Yoongi antes de dejar caer la mano
en la cama.
—¿En qué
estás pensando, Yoongi? Por favor, dímelo—susurró en voz baja.
—Si te
lo digo ¿Me besarás? —preguntó Yoongi, repitiendo las palabras que Taehyung le
había dicho a él unas horas antes.
—Te
besaré, incluso si no me lo dices—dijo Taehyung mientras se subía al cuerpo de Yoongi,
a horcajadas sobre sus muslos y empujándolo sobre su espalda. Yoongi tuvo el
tiempo justo para sujetar a Taehyung antes de que él lo estuviera besando.
Yoongi gimió, clavando los dedos en la blanda carne del culo
de Taehyung, haciéndose con el control del beso, causando estragos en Taehyung,
saqueando sus labios con los suyos.
Maldición, besar a Taehyung era como besar una toma de luz.
Enviaba descargas eléctricas a través de todo su cuerpo, todas ellas
encaminadas directamente a endurecer su pene.
Cuando la necesidad de aire se volvió acuciante, Yoongi
despegó de mala gana sus labios de Taehyung. Se sintió encantado cuando escuchó
su gemido de protesta, feliz de no ser el único que deseaba aquello.
—Taehyung,
quítate la camisa.
—Uh,
uh—dijo Taehyung negando con la cabeza—. Hablar primero, follar después.
—¿Y si
no te gusta lo que te tengo que contar?.
—Bueno,
a menos que seas un asesino en serie, que estés casado, o que planees
compartirme con el tipo del piso de abajo, no se me ocurren muchas cosas que
provoquen que no quiera quedarme aquí contigo.
—No, no
es ninguna de esas cosas, pero creo que podría ser peor.
—¿Peor
que ser un asesino?. Ahora sí que realmente quiero saber qué es lo que está
pasando—dijo Taehyung mientras se apoyaba contra el desnudo pecho de Yoongi
para poder sentarse—. ¿Qué? ¿Me has traído aquí para hacer películas porno o
algo así?.
Yoongi no podía dejar de sonreírle a Taehyung.
—No, nada
de películas porno.
—Entonces
¿Qué? ¿Qué es tan terrible que tienes miedo de decírmelo? — preguntó Taehyung
poniéndose serio.
Yoongi miró a Taehyung durante unos segundos, preguntándose
si esta sería la última vez que Taehyung le permitiría tocarle. ¿Saldría
corriendo de la habitación o simplemente se levantaría y se iría?.
—¿Yoongi?.—Taehyung
llamó su atención cuando él no dijo nada.
—Soy un
hombre lobo.
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