jueves, 28 de abril de 2022

CAPITULO 7

Yoongi sonrió mientras veía a Tae girar su pie a un lado y luego al otro. Nunca pensó que Tae le permitiría que le pintara los dedos de sus pies de color rosa, pero ahí estaban en todo su esplendor rosa. Y era un color rosa ardiente, también. Yoongi pensó que nunca llegaría a hacerlo otra vez, así que quería arriesgarlo todo mientras tenía la oportunidad.


—Te ves caliente. — Yoongi se rio cuando Tae le lanzó una maligna mirada—. Lo haces.


—Muérdeme —gruñó Tae.


Yoongi se limitó a sonreír aún más. 


—Me encantaría.


—Eso no fue una invitación.


—Para mí sonaba como una —dijo Yoongi mientras deslizaba una mano sobre el muslo desnudo de Tae. Tae no se había molestado en ponerse pantalones cuando se levantó esta mañana, sólo sus bóxer. Yoongi hubiera preferido que el hombre corriera alrededor desnudo, pero Tae insistió en vestir algo. Yoongi sabía que tenía que trabajar en su compañero. Quería al hombre desnudo todo el tiempo.


La desnudez era buena.


—Yoongi.

 

—¿Qué? —Yoongi le lanzó a Tae una inocente mirada de amplios ojos. Empezó a mover su mano más allá del muslo de Tae hacia la tienda de campaña que rápidamente se estaba formando en sus bóxer cuando sonó el teléfono. Yoongi le dio una mirada al ofensivo objeto antes de recogerlo y contestar.


—¿Qué? —espetó en el teléfono.


—Yoongi, es Kim Dowoo.


«Uups».


—Hola, Dowoo, ¿qué pasa?


—Me preguntaba si tú y Tae pueden venir a la casa de Namjoon. Tu hermano Hoseok llamó, y parece que tu Alfa tiene unos cuantos problemas.


—¿Qué? —Yoongi se sentó y deslizó sus piernas por un lado de la cama— ¿Está bien?


—Él sí, pero ha ocurrido algo, y necesito que tú y Tae vengan para que podamos hablar de ello.


—Sí, estaremos allí enseguida.


—Te lo agradezco.


—¿Por qué no me llamó directamente?


—Lo hizo. Aparentemente no pudo localizar ni a Wondin ni a ti.


—No debo haber oído el teléfono. Lo siento. Estaremos ahí enseguida. —Yoongi hizo una mueca mientras colgaba el teléfono y miraba nuevamente a su pareja. Sabía exactamente por qué no había oído el teléfono. Había estado muy ocupado oyendo los gemidos de su pareja.


— Tú padre nos quiere en casa de Namjoon. Algo está pasando con mí Alfa.


Las cejas de Tae se alzaron.


—¿Tu Alfa?


— Park Jimin.


—¡Bien, joder!


Yoongi tomó sus pantalones cuando Tae salió de la cama. Rápidamente se los puso y tomó su camisa. No había terminado de abotonar su camisa cuando escuchó a Tae maldecir en voz baja.


—¿Qué?


—Mis uñas todavía están húmedas. 


Yoongi se echó a reír.


—No es gracioso. —Tae le lanzó una mirada diabólica a Yoongi—. ¿Cómo se supone que me voy a poner los zapatos con mis uñas húmedas?


—¿Tienes algunas sandalias?


—No voy a usar sandalias en la casa de mi hermano, Yoongi. Todo el mundo vería las uñas de mis pies.


Yoongi soltó una risilla.


—¡Yoongi!


—Solo trae los zapatos contigo. Los dedos de tus pies deberían estar secos al momento en que lleguemos a la casa de tu hermano. —Yoongi le guiñó un ojo a Tae con picardía—. Conduciré despacio.


Tae tomó sus zapatos y se dirigió a la puerta. 


—Me las vas a pagar por esto, Yoongi.

 

—No tengo ninguna duda, compañero. —Yoongi se echó a reír mientras seguía a Tae fuera de la habitación y a la planta baja. Cuando caminaban por la puerta y se dirigían a la camioneta, Yoongi no podía dejar de frotar su mano sobre el pequeño culo apretado de Tae—. Sigo pensando que te ves caliente.


Yoongi explotó en carcajadas y esquivó la mano de Tae con la que intentaba golpearlo. Se apresuró hacia el lado del conductor y subió a la camioneta. Yoongi encendió la camioneta y esperó a que Tae se subiera y se pusiera el cinturón de seguridad antes de deslizar una mano alrededor del cuello del hombre y arrastrarlo para un intenso beso.


La sensación de los labios de Tae abriéndose y la lengua del hombre saliendo para acariciar la suya le recordó a Yoongi por qué no quería estar atorado en una camioneta en ese mismo momento. Tae sabía a delicado vino. Yoongi quería beber hasta la última gota.


Con pesar, Yoongi se echó hacia atrás, sonriendo cuando un pequeño gemido de protesta escapó de los labios de Tae. 


—Eres mi pareja, Tae. No importa lo sexi que crea que te ves con las uñas de color rosa, nunca haría nada para avergonzarte. Lo que sucede en nuestro dormitorio queda entre nosotros.


Tae levantó los párpados lentamente casi en contra de su voluntad. Sus profundos ojos grises vagaron por el rostro de Yoongi por un momento, y luego le sonrió al hombre.


—Confío en ti, Yoongi.


Yoongi tragó saliva mientras se sentaba nuevamente en su asiento y puso a andar la camioneta, dirigiéndose al camino de entrada. No sabía si Tae podría haberle dicho algo que tuviera más significado para él, excepto las dos palabritas que él creía que ninguno de los dos aún estaba listo para decir. Tener la confianza de Tae era suficiente por ahora.


Diez minutos después, aparcaron frente a la casa de Namjoon. Yoongi apagó el motor y luego esperó hasta que Tae se pusiera los zapatos. Por mucho que le gustara burlarse de Tae, no estaba seguro de decirle a Tae lo mucho que no quería que alguien más viera las lindas uñas pintadas de rosa. Y eso no tenía nada que ver con la vergüenza.


Tae de verdad lucía muy sexi con sus uñas pintadas. Y Yoongi no compartía.


Yoongi saltó cuando alguien repentinamente golpeó en su ventana. Se volvió para ver a su hermano, Wondin, ahí de pie. Yoongi le dio a Tae una rápida mirada para asegurarse que los dedos de los pies del hombre estuvieran cubiertos y luego bajó la ventanilla.


—Hey, hermano.


—Hey —respondió Wondin—. ¿También, los llamó Dowoo?


—Sí.


—¿Alguna idea de lo que pasa? —preguntó Wondin. Yoongi negó con la cabeza. 


—No, Dowoo sólo dijo que Hoseok llamó y que Park está en algún tipo de problema.


—Sí, eso también fue lo que me dijo. Bueno, vamos entonces. —Wondin se dirigió a la casa—. También podríamos ir a ver lo que quiere.

                              

Yoongi se sentía un poco receloso al entrar en la casa de Namjoon detrás de Tae. Su hermano, Wondin, estaba justo detrás de él. Park Jimin era un Alfa competente. Que Hoseok llamara y dijera que Park estaba en algún tipo de problema debía significar que era un problema bastante grande.


A Yoongi no le gustaba, ni un poco. La necesidad de regresar a la manada de Shanta lo recorrió duro. Quería saltar a su camioneta y partir, pero eso tampoco era una buena idea. No sabía con lo que podría tropezar.


—Alfa Kim. —Yoongi le hizo un gesto al Alfa después de cerrar la puerta detrás de él.


—Yoongi, estás emparejado con mi hijo. Creo que es aceptable para ti que me llames Dowoo.


—Sí, señor. —Yoongi sintió su rostro volverse al menos de diez tonos diferentes de rojo cuando 

Tae se rio. Él simplemente arqueó una ceja y simuló mirar los pies de Tae. Tae instantáneamente dejó de reírse. Yoongi no delataría a Tae, y Tae lo sabía. Sin embargo…


—Tu hermano, Hoseok, llamó hace una hora —dijo Dowoo—. Pidió que tú y Wondin regresen a casa y que lleven a Namjoon y Jin contigo. No sé exactamente en qué tipo de problema está, pero sonaba del tipo urgente.


Yoongi miró hacia donde Namjoon estaba sentado con Jin. 


—¿Qué tan pronto pueden estar listos para partir?


—¿Diez minutos?


Yoongi asintió. Miró a Namjoon y Jin levantarse y dirigirse hacia la escalera, y luego regresó su atención a Dowoo. Quería tantos refuerzos como pudiera tener a mano, pero no quería dejar a la manada de Tae desprotegida.


—¿Pueden prescindir de Namjoon y Jin?

 

—Me quedaré.


La cabeza de Yoongi giró bruscamente hacia su hermano.


La cara de Wondin estaba un poco enrojecida mientras miraba hacia el suelo. 


—Tengo algunas cosas en las que necesito trabajar aquí. Si Dowoo me lo permite, puedo actuar como ejecutor temporal mientras tú regresas a la manada con Namjoon y Jin.


—Estoy bien con eso —dijo Dowoo—. Has demostrado ser un ejecutor capaz.


Wondin levantó la mirada y asintió. 


—Gracias, Alfa.


—¿Estás seguro, Wondin? —preguntó Yoongi.


Yoongi sabía que Wondin había encontrado a sus parejas cuando ayudó a rescatar a los hombres que el Profesor mantenía prisioneros, y estaba teniendo dificultades para lidiar con ello. Al mirar a su hermano, notó que Wondin lucía un poco más pálido de lo habitual.


Y estaba realmente sombrío. Sus hombros estaban ligeramente caídos, y tenía las manos metidas en sus bolsillos. Wondin siempre estaba riendo y haciendo bromas alrededor. Ser sombrío no era normal para él.


—Estoy seguro. —Wondin le dio a Yoongi una débil sonrisa—. De todos modos mi mente no estaría en ello. Acabaría siendo un peligro para todos ustedes.


—Si estás seguro…


—Lo estoy.

                            

—Está bien, pero si necesitas algo, aunque sea sólo hablar con alguien, llámame. Mantendré mi teléfono celular conmigo. —A Yoongi realmente no le gustaba dejar a su hermano cuando obviamente estaba atravesando por algo, pero su otro hermano también estaba en problemas, y los problemas de Hoseok parecían ser más urgentes.


—Yoon, estoy bien. —Wondin se acercó y le dio a Yoongi una palmadita en la espalda—. Sólo tienes que ir y salvarle el culo a nuestro hermano. Estaré aquí cuando regreses.


Justo cuando Yoongi abrió la boca para preguntarle a su hermano si estaba seguro, una vez más, vio a Namjoon y Jin bajando la escalera con una bolsa de viaje en sus manos. Por Dios, ellos sonaban como una manada de búfalos.


—Está bien —dijo Jin mientras bajaba para detenerse frente a Yoongi—, estamos listos.


Yoongi le lanzó una mirada más a Wondin y luego se volvió para dirigirse hacia la puerta. 


—Si nos vamos ahora, podemos estar allí al anochecer.


—Jin y yo te seguiremos en mi camioneta —dijo Namjoon—. Podríamos necesitar más de un vehículo.


Ese era un buen plan, y Yoongi se lo dijo a Namjoon mientras todos ellos se dirigían de la puerta a los vehículos. Ellos se separaron en el camino de entrada. Namjoon y Jin en una camioneta y Yoongi y Tae en la otra.


Le tomó tres intentos a Yoongi el meter la llave en el encendido. Se dio cuenta que sus manos estaban temblando. Gruñó cuando encajó la llave y encendió el motor.


—Yoongi.


Yoongi levantó la vista cuando la mano de Tae se

 

—¿Necesitas que conduzca yo?


Yoongi le sonrió a pesar de la gravedad de la situación. 


—No sabes a dónde vas. —Puso la marcha de la camioneta y luego salió de la calzada. Podía ver a Namjoon y Jin justo detrás de él—. Estaré bien, Tae. Sólo estoy preocupado.


—Lo sé. —Tae apretó el muslo de Yoongi—. Sabes que estoy aquí para ti, ¿verdad?


—Sí, bebé. —Yoongi le sonrió a Tae—. Sé eso.


Tae movió su brazo hacia el parabrisas delantero.


—Entonces, vamos ya. El tiempo se está desperdiciando.


Yoongi se sintió aliviado cuando finalmente se estacionó frente a la gran casa de su Alfa. Había pasado solo algunas semanas desde que había estado aquí, pero había extrañado el lugar, o tal vez eran las personas dentro de la casa de campo las que extrañaba.


—Yoongi, ¿estás listo para entrar?


—¿Eh? —Yoongi apartó la mirada del frente de la casa de campo para mirar a su pareja. Podía ver a Namjoon y Jin de pie al lado de la ventana del copiloto de Tae, esperando—. Sí, estoy listo.


Yoongi se bajó de la camioneta y caminó alrededor de la parte frontal para reunirse con Tae y sus amigos. Tomó la mano de Tae por apoyo y se acercó a la casa. La puerta empezó a abrirse antes de que incluso la alcanzaran.


—Park —dijo Yoongi cuando vio a su Alfa tirar de la puerta abriéndola completamente. Había sido amigo de Park mucho antes de que se convirtiera en Alfa, y él lo respetaba mucho. Sabiendo que Park estaba en suficientes problemas como para que le pidiera que regresara a casa no le sentaba bien.


Le tendió la mano cuando Park lo hizo, estrechando la mano del otro hombre.


—Lamento haber tenido que llamarte para que volvieras a casa, hombre.


—No es problema, Park. Tú eres mi Alfa. Espero que me llames para que venga a casa si me necesitas.


—Aún lo aprecio. —Park hizo una mueca y miró hacia el estudio—. Estamos en medio de una tormenta de problemas de mierda. Y para serte franco, no estoy muy seguro de cómo vamos a salir de ella.


—Cualquier cosa que necesites que haga, pídelo —dijo Yoongi—. Ya lo sabes.


—Lo sé. Es por eso que te llamé —Park se volvió un momento y miró hacia la escalera—. Pero primero tengo a alguien que quiero que conozcas. —Park se giró e hizo un gesto al pequeño hombre en la parte superior de la escalera para que bajara, sosteniendo su dedo en sus labios, indicándole al hombre que fuera silencioso.


A medida que el pequeño hombre bajaba por la escalera, Yoongi tuvo un momento para echar un vistazo al rizado cabello rubio miel y los grandes ojos verdes antes de que el hombre se lanzara a los brazos de Park. La mirada en el rostro de Park era invaluable. Parecía un poco aturdido.


Luego, el pequeño hombre susurró algo en el oído de Park que lo hizo reír. Era una buena apariencia en su gran Alfa.


—Lo siento, bebé —le dijo Park al hombre en sus brazos—. Pero sabes cómo es, encuentras a un traidor en tu manada, interrogas al traidor y golpeas al traidor un poquito —respondió Park mientras envolvía sus brazos alrededor del hombre—. Esto no es algo que sucede rápido según el calendario. Los interrogatorios toman tiempo.


El pequeño hombre nuevamente le susurró algo a Park y luego se volvió hacia ellos con una sonrisa de bienvenida en su rostro. 


—Jin —dijo, dándole una inclinación de cabeza.


—Jungkook —dijo Jin, asintiéndole con la cabeza. Jin extendió su mano tomando la que Jungkook le tendía. Una sonrisa estalló en su cara—. Ohh, que agradable.


La cabeza de Yoongi iba de un lado al otro entre los dos hombres. Evidentemente por la mirada entre ellos, los dos hombres se conocían muy pero muy bien. Yoongi vagamente recordaba a Jungkook de cuando habían rescatado a todos del Profesor, pero nunca había llegado a conocer bien al hombre.


Y hasta ahora, no tenía idea que Jungkook se las había arreglado para llegar a la manada de Shanta. Por la forma en que Park miraba al pequeño hombre, Yoongi se había perdido de mucho. Era obvio que Park adoraba al hombre.


Jungkook sonrió. 


—Lo sé.


—¿Detalles? —pidió Jin, sonriendo a su vez.

 

Jungkook inclinó la cabeza hacia atrás para mirar a Park. 


—¿Me necesitas en este momento?


—No, ¿por qué? —preguntó Park obviamente confundido.


—Jin y yo tenemos que hablar.


—¿Sobre qué?


Jungkook y Jin se rieron tontamente. 


—Tú.


Yoongi parpadeó confundido mientras veía a Jungkook y Jin subir las escaleras y correr por el pasillo hasta el dormitorio, cerrando la puerta sin hacer ruido detrás de ellos. ¿Qué acaba de suceder aquí?


Se dio cuenta que Park se sentía de la misma forma cuando el Alfa se dio la vuelta para mirar a Namjoon desconcertado. 


—¿Qué acaba de suceder aquí?


Namjoon se rio entre dientes. 


—Jin pasó.


Yoongi asintió rápidamente. Era una explicación que se ajustaba muy bien allí. Jin podía medir sólo cinco pies siete, pero era una fuerza a tener en cuenta. Tan grande como Yoongi era, incluso él sabía que no debía cruzarse con Jin. A él le gustaban sus bolas justo donde estaban.


Park levantó una ceja a modo de pregunta. 


—¿Y eso qué significa exactamente?


—Jin es un empático. Sensitivo a las emociones empáticas —respondió Namjoon—. Puede sentir las emociones de otras personas al tocarlos. —Levantó la mirada hacia la puerta de la habitación del segundo piso, sonriendo—. Aparentemente, sintió la necesidad de hablar con Jungkook acerca de lo que sintió cuando lo tocó.


—¿Es por eso que fue tan insistente de que Jin estuviera aquí? ¿Porque es un empático de las emociones?


—Tal vez, pero creo que es más porque Jin también es un detector de mentiras humano. Puede decir si alguien está mintiendo o no —dijo Namjoon—. Un efecto secundario leve de ser un empático de emociones.


—¿Efecto secundario leve? —Park se asfixió.


Yoongi no podía dejar de sonreír ante el asombro que cruzó el rostro de Park. El hombre no tenía ni idea en lo que acababa de meterse.


—Yo diría que ser un detector de mentiras humano es más que leve.


Namjoon se echó a reír a carcajadas. 


—Deberías tratar de estar acoplado a él. No puedo dejar pasar nada del pequeño incordio.


—Amigo —exclamó Hoseok—. Estás completamente jodido.


Namjoon sencillamente se encogió de hombros. 


—En realidad no. Sabiendo que no le puedo mentir a Jin, ni siquiera lo intento. Si tengo algo que no puedo decirle, sólo le digo que no puedo compartirlo, y él lo deja en paz. Reduce la mierda entre nosotros. También hace que sea más fácil que me crea cuando tengo que decirle algo importante, como lo mucho que me preocupo por él. Sabe que le estoy diciendo la verdad.


 —Está bien, supongo que puedo ver dónde podría ser útil pero ¿no piensas que es un poco extraño? —preguntó Park.


—No es más extraño que el hecho de que Jin se encontrara emparejado a un cambiaforma —respondió Namjoon.


—Sí, supongo que también puedo ver eso. —Park comenzó a reírse junto a Namjoon cuando se volvió a ver hacia Yoongi y Tae—. Yoongi, es bueno tenerte en casa otra vez. Jungkook me informó que tú y Wondin fueron  fundamentales en su liberación del Profesor. Gracias.


Yoongi asintió. 


—Yo realmente no tuve mucho que ver con eso. Wondin llamó a unos pocos amigos, y ellos fueron a liberarlos. Estuve demasiado ocupado consiguiendo tontamente que me disparan.


—¿Disparo? ¿Recibiste un disparo? —exclamó Park, dando un paso hacia Yoongi. Se detuvo y dio un paso atrás rápidamente cuando Tae dejó escapar un bajo gruñido.


—Tae —dijo Yoongi, alcanzando la mano de su compañero. Tomó la mano de Tae y tiró de él acercándolo—. Está bien. Él es Park Jimin , mi Alfa. —Miró hacia Park, sintiéndose un poco avergonzado—. Park, mi pareja, Kim Taehyung.


—Uh, ¿Yoongi? Pensé que eras…


Yoongi sonrió. Él había esperado esa reacción de Park. 


—Al igual que tú, pero aparentemente ambos estábamos equivocados. Aunque, considerando al pequeño hombre que acaba de correr escalera arriba —dijo Yoongi, levantando sus cejas—, supongo que podría decir lo mismo sobre ti.

 

—Sí, bueno. —El rostro de Park enrojeció, lo cual era algo que Yoongi nunca había visto en el Alfa—. ¿Qué se supone que debes hacer cuando encuentras a tu pareja, eh?


—No hay dudas.


Park sonrió y le tendió la mano al compañero de Yoongi. 


—Taehyung, es un placer conocerte. No podrías tener a un mejor compañero.


—Por favor, llámame Tae —dijo Tae mientras estrechaba la mano de Park—. Y lamento lo de antes. Aún me estoy acostumbrando a estar acoplado, y a un hombre nada menos.


—Conozco el sentimiento —Park respondió secamente—. Nunca había estado con un hombre antes de Jungkook, pero ahora que lo he hecho, no lo cambiaría por nada en el mundo.


«Wow». Yoongi amaría recibir concejos de Park acerca de esa declaración. Él nunca hubiera imaginado que  el gran Alfa se emparejaría con un hombre. Hasta donde lo conocía, y él había conocido a Park hace un montón de años, Park nunca había ido por los hombres.


Tal vez podrían comparar notas.


—Entonces, ¿por qué exactamente nos llamaste para que regresáramos a casa? —preguntó Yoongi.


Park se volvió a mirar a Yoongi. 


—Hoseok y yo sentimos que necesitábamos que tú y Wondin vinieran aquí,  de todos modos, ¿dónde está Wondin? —Park preguntó de pronto, buscándolo alrededor de la habitación.

                          

  —Wondin se quedó en Wolf Creek —dijo Yoongi—. En primer lugar, con Namjoon viniendo hasta aquí, su Alfa necesitaba ahí a un ejecutor para ayudarle. En segundo lugar, Wondin también encontró a sus parejas y está lidiando con los dos pequeños alborotadores. Tiene sus manos llenas. Supuse que con Namjoon y Tae aquí, no lo extrañarías.


—¿Parejas? ¿Has dicho parejas? ¿Como dos? —preguntó Hoseok, asombrado.


Yoongi asintió a su hermano. 


—Sí, y ellos se lo están haciendo difícil. No tengo duda de que ellos se establecerán en algún punto y harán a Wondin un hombre muy feliz, pero entretanto, están haciendo todo lo que pueden para hacerle a Wondin la vida un infierno.


Hoseok se pasó la mano por su cara y luego puso las manos en sus caderas. 


—Estoy más que listo para ir a Wolf Creek. Dondequiera que giro mis amigos y familia están encontrando a sus parejas, y ni siquiera he echado un polvo en semanas. Debe ser algo en el agua de allí.


—Bueno, no te haría daño hacer un pequeño viaje por allí, Hoseok—respondió Yoongi—. Desde que Wondin liberó a todos los alumnos del Profesor, hay muchos hombres solteros corriendo por todo el lugar. —Se inclinó y colocó la mano alrededor de su boca—. Diría libres y sexis, pero aún quiero echar un polvo esta noche.


—Escuché eso —gruñó Tae, mirando a Yoongi, pero con una sonrisa en su rostro que decía que no lo había tomado en serio. Yoongi sencillamente se inclinó y besó a Tae en la frente antes de volver a mirar a Park.


—Entonces, ¿por qué nos necesitas aquí?


—Alguien intentó matar a Jungkook —respondió Park.


—¿Qué? —exclamó Namjoon, dando un paso adelante.

 

—Ssshhh —lo amonestó Park, gesticulándole a Hoseok antes de mirar nuevamente a Namjoon. Hoseok corrió hacia la puerta del estudio y puso un oído en ella. Un momento después, negó con la cabeza y la conversación continuó—. Baja la voz. Douglas está en el estudio.


—¿Douglas? ¿Douglas de nuestra manada? —preguntó Yoongi confundido.


—Sí. De algún modo él está metido en esto. Varios miembros de nuestra manada lo están. Para resumir, algunos miembros de nuestra manada han hecho un trato con un aquelarre de chupasangres para usar los miembros de nuestra manada como donadores de sangre. 

—¡Joder!


—Sí, exactamente mis pensamientos. —Park pasó la mano a través de su cabello antes de continuar—. Aparentemente, sus planes involucran que me acople con Wendy, quien, resulta ser, es mitad hombre lobo y mitad chupasangre. Yo me acoplo con ella, la embarazo y ellos me sacan de la ecuación, haciéndose cargo como tutor de mi hijo, y por lo tanto, rigiendo la manada.


—Pero, si tú ya estás acoplado, cómo puedes… es por eso que intentaron matar a Jungkook, para romper su vínculo contigo —Yoongi susurró en shock. Tomó más fuerte la mano de Tae, un frío escalofrío bajó por su columna vertebral ante el pensamiento de alguien intentando matar a su pareja. Él estaría devastado, y asesinaría a cualquiera que lo intentara.


Park asintió. 


—¿Ahora ves por qué necesitaba que regresaras a casa? No sé quién más está involucrado a excepción de Wendy y Douglas. Podría ser cualquiera en nuestra manada.


—¿Por cuánto tiempo han estado planeando esto? —preguntó Namjoon con curiosidad.


Park se encogió de hombros. 


—No lo sé, pero empezó antes de que me hiciera cargo de la manada hace tres meses. Sé que ellos solían ser cerca de trescientos miembros en esta manada, y ahora sólo hay alrededor de unos treinta. Aún no he descubierto qué le sucedió a los otros miembros.


—¿Es por eso que necesitas a Jin? —preguntó Namjoon.


—No tengo ni idea de por qué Jungkook quería a Jin aquí, pero él lo solicitó, y, bueno… —Park se encogió de hombros.


Namjoon sonrió, asintiendo con la cabeza.


—Y si puedes proveer algo que tu pareja quiere, lo haces. Lo entiendo, Park. Pero ahora te lo advierto, no permitiré que Jin sea lastimado de ninguna manera, estoy seguro que él estará dispuesto a ayudar, pero…


—Namjoon, nunca haría algo que pudiera lastimar a tu pareja —dijo rápidamente Park.


Namjoon le hizo un ademán con la mano a Park cuando el hombre dio un paso hacia él. 


—No dudo eso, Park, pero debes entender que tocar a las personas a Jin le puede provocar dolor. Si lo lastima demasiado, voy a poner fin a esto.


Park asintió. 


—No esperaba menos.


—Entonces, vamos a comenzar.

 

—Voy a buscar a Jin y Jungkook —respondió Park, dirigiéndose a las escaleras—. Hoseok, ¿por qué no llevas a Yoongi, Tae y Namjoon a conocer a nuestro invitado? Estoy seguro que él tiene alguna historia fascinante que puede compartir con ellos.


Hoseok se volvió hacia Yoongi y Tae, frotándose las manos. 


—¿Alguna vez han conocido a una pequeña y viscosa comadreja?


—Sí, el Profesor —dijo Yoongi.


—Bueno, este tipo podría darle al Profesor un momento difícil. —El rostro de Hoseok se arrugó con disgusto—. Él le dio un nuevo significado al término canalla.


—Suena excelente.


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