CAPITULO 9

—Eso debería ser todo el mundo —dijo Yoongi mientras cerraba la puerta de un Jeep Cherokee rojo, dándole una palmada a un lado al vehículo y dando un paso atrás saliendo del camino. Una vez que las luces traseras se perdieron de vista, Yoongi dejó escapar un suspiro de alivio y se volvió hacia Tae y los otros.

 

Hasta ahora, se habían contactado con cinco familias diferentes y logrado que ellos se dirigieran a Wolf Creek. Namjoon y Jin se fueron antes para guiar a los otros de regreso a casa. Después de conseguir que Tina y los niños se dirigieran a Wolf Creek, Carl se quedó alrededor para ayudarles a que el resto de las familias estuvieran a salvo. Se quedó al lado de su camioneta junto a Tae.

 

Yoongi se acercó y se unió a ellos, envolviendo un brazo sobre los hombros de Tae. Había sido una larga y estresante noche para todos, Yoongi sabía que estaba listo para meterse en la cama, y preferentemente con Tae acurrucado junto a él.

 

—Sólo son unas pocas horas para regresar a Wolf Creek —dijo Tae—. Deberíamos llegar allí cuando el sol esté saliendo.

 

—Sí. —Yoongi tendió su mano para estrechar la de Carl—. Quiero agradecerte por toda la ayuda que nos has dado esta noche. Dudo que pudiésemos haber reunido a todos y lográsemos que se movieran tan rápido como lo hicimos si no nos hubieses ayudado.

 

—Hey, no hay problema —dijo Carl—. Esta también es mi manada. Todos tenemos la responsabilidad de cuidarnos unos a otros.

 

Tae resopló y desvió la mirada con timidez.

 

—Desearía que Timmins y Douglas se sintieran del mismo modo. Aún estoy tratando de entender cómo alguien podría vender de esa forma a los miembros de su manada, porque, francamente, no lo entiendo.

 

—Yo de verdad tampoco lo entiendo —dijo Carl—. Tener una manada significa seguridad y protección para tu familia, con gente que entiende las necesidades únicas que tienen los cambiaformas. Joder, si no tenemos una niñera una vez al mes, yo no… —de repente, toda la sangre en el rostro de Carl fue drenada—. Oh mi Dios, nos olvidamos de Ethan.

 

—¿Ethan? —preguntó Yoongi.

 

—Ethan Brown, Oh Dios. —Carl arrastró la mano por su cara—. Tenemos que ir por él. Timmins odia a Ethan desde el fondo de su alma. La única razón por la que Ethan no ha sido enviado al ritual del Alfa es porque Timmins tiene cierta debilidad por el hermano de Ethan.

 

—¿Su hermano?

 

—Virgil. Vive con Ethan, pero no lo he visto en las últimas semanas. Estaba muy ocupado en la granja, así que no he tenido la oportunidad de hablar con Ethan acerca de eso.

 

—¿Qué pasa con los padres de Ethan?

 

—Fallecieron hace unos años. Virgil ha estado criando a Ethan por los últimos años.

 

—¿Estás seguro que se lo llevaron?

 

—No lo sé. Él podría estar fuera de la ciudad o algo así —dijo Carl mientras empezaba a frotar sus palmas nerviosamente—. Pero Ethan ha cuidado a nuestros niños cada luna llena, y no he visto a ninguno de ellos desde la última. Me estoy empezando a preguntar si tal vez se llevaron a ambos.

 

—No lo sé, nunca antes me he reunido con él —dijo Yoongi—, y Park convocó a todos en la manada justo después de hacerse cargo. Quería conocer a todo el mundo. Supongo que podría haberlo perdido en algún lugar entre la multitud, pero lo dudo.

 

—Entonces tenemos que llegar a ambos —dijo Tae.

 

—Estoy de acuerdo —asintió Yoongi. No iba a dejar que nadie más cayera en los planes malévolos de Timmins—. Carl, quiero que nos muestres dónde vive Ethan y luego salgas de aquí. Tu familia te necesita. Tae y yo podemos recoger a Ethan, y tal vez también a su hermano, si Timmins no ha llegado a él.

 

—Puedo ayudar —insistió Carl.

 

Yoongi negó con la cabeza mientras sostenía su mano arriba.

 

—Carl, has hecho más que suficiente. Nos ayudaste a conseguir que todos salieran de aquí. Es tiempo de que vayas a estar con tu familia. Nosotros nos encargaremos de Ethan.

 

Carl no lucía muy convencido, pero Yoongi podía ver en los ojos del hombre la necesidad de ir con su familia y asegurarse de que llegaran bien. Yoongi no podía culparlo. Se sentiría de la misma manera si fuera Tae o alguien de su familia.

 

Después de darles las instrucciones para llegar a la casa de Ethan, Carl se subió a su camioneta. Yoongi y Tae se subieron a la suya y siguieron a Carl por el camino. Cuando Carl después de un par de millas bajó la velocidad de su vehículo, casi al final de un camino principal, Yoongi miró la casa situada un poco más allá de la carretera.

 

Era una pequeña casa blanca de dos pisos. Había visto mejores días. La casa tenía una sensación de antigua, como si hubiese sido construida hace muchos años. La pintura parecía estar descascarada en algunos lugares, y una de las pantallas del segundo piso colgaba de la ventana.

Y el lugar estaba completamente a oscuras.

 

Yoongi encendió y apagó sus luces y después de un momento, Carl se alejó nuevamente por el camino, dejando a Tae y Yoongi atrás. Yoongi debatió entre estacionar en la entrada principal o sólo aparcar a un lado de la carretera. No sabía qué tipo de peligro él y Tae podrían enfrentar una vez que llegaran a la casa. Y un frío estremecimiento que hizo que el vello de sus brazos se erizara le dijo que efectivamente estaban en peligro.

 

Yoongi mordió su labio con los dientes mientras miraba a Tae. Su pareja lucía tan meditabundo como él lo estaba.

 

—¿Estás listo para esto?

 

—En verdad no —respondió Tae—, ¿pero qué otra opción tenemos? No podemos dejar a este tipo aquí por su cuenta, especialmente si Timmins tiene algo contra él.

 

—Sí. —Yoongi deseaba poder discutir con Tae su valoración, pero no podía—. Sencillamente no me gusta esto. Sacar a todo el mundo fuera de aquí, fue casi demasiado fácil. De alguna manera, tengo la impresión de que esto no lo será.

 

—Tú y yo, ambos.

 

Yoongi estacionó su camioneta en el camino de entrada y apagó el motor. Lanzó una mirada cautelosa alrededor del patio antes de abrir la puerta y bajar. Levantando su nariz en el aire, tomó aire profundamente. Había algo en el aire pero nada que Yoongi pudiera clasificar. Era más bien una impresión de un perfume que una esencia real.

 

—Mantén tus ojos y oídos abiertos, Tae —dijo Yoongi mientras miraba alrededor del patio.

Estaba oscuro, el sol se había puesto hace horas. Las sombras danzaban dentro y fuera de los árboles que rodeaban la casa, dándoles la indirecta de que mejor se fueran—. No creo que estemos solos.

 

—Sí, también tengo esa sensación. —En el momento en que Yoongi miró hacia Tae, el hombre fruncía el ceño profundamente—. Nos está observando, pero no sé exactamente dónde están. Hay muchos aromas en el aire.

 

—¿Olores de lobos? —Yoongi levantó la nariz otra vez. Para un humano, él podría lucir ridículo. Pero Yoongi sabía que otro cambiaforma entendería exactamente qué estaba haciendo.

 

—Varios, pero…

                           

Yoongi miró a Tae cuando sus palabras se apagaron. El ceño de preocupación en el rostro de Tae junto con la forma en que sus ojos se movían de un lado a otro envió un escalofrío de aprensión por la espina dorsal de Yoongi.

 

—¿Pero?

 

Tae le dio a su cabeza una pequeña sacudida.

 

—Hay algo más. No puedo identificarlo bien.

 

Yoongi volvió a olfatear. El aire nocturno era crepitante con un ligero escalofrío en él. Yoongi podía oler el mismo aroma de lobo que Tae estaba recibiendo, y al igual que Tae, podía oler algo más, algo que no podía definir.

 

Y a él no le gustaba.

 

—Vamos, vamos a buscar a este tipo. Quiero salir de aquí tan rápido como nos sea posible. Algo acerca de todo esto no se siente bien.

 

Tae asintió y se dirigió hacia la casa. Yoongi se volvió para seguirlo cuando vio el destello de movimiento por el rabillo del ojo. Era en las profundidades de las sombras en la línea de los árboles. Yoongi trató de mirar sin realmente mirar. No quería que quien estuviera observándolos supiera que él sabía que los estaban observando.

 

—Tae —susurró a través de su vínculo.

 

—Ya lo vi —simplemente respondió en silencio Tae.

 

Yoongi miró a Tae sólo para descubrir que estaba mirando la gran ventana frontal de la casa, no el bosque. Mientras miraba, la cortina dentro de la casa se movió. Si él hubiese sido humano, Yoongi podría haber pensado que  era el viento o tal vez un calefactor soplando en el interior. Pero, él era un lobo, y tenía una visión fantástica, incluso de noche. Vio un dedo mover la cortina.

 

—También hay algo en el bosque a nuestra izquierda.

 

—Entonces, ¿la casa o el bosque?

 

Yoongi deseaba saberlo. Ambas opciones lucían peligrosas. Y ambas opciones venían con sus pros y contras. Si ellos iban a la casa, tendrían algo parecido a un refugio, pero podrían quedar atrapados. Si iban al bosque, no tendrían ninguna protección, pero podrían cambiar y escapar si era necesario.

 

Y Yoongi estaba teniendo la clara sensación de que ellos tendrían que hacerlo. El vello de su nuca estaba erizado. No podía decir si venía del peligro de la situación o porque alguien los estaba observando. Sólo sabía que no le gustaba.

 

—Estamos aquí por Ethan —dijo Tae silenciosamente—. Sugiero que nos dirijamos a la casa.

 

—Estoy de acuerdo. —La casa era tan buena, o igual de peligrosa, como el bosque. Yoongi siguió a Tae por la estrecha pasarela de cemento que conducía a la puerta principal, todo el tiempo mantuvo una estrecha vigilancia en el bosque.

 

Justo cuando Tae y Yoongi subieron al pequeño porche. Yoongi escuchó el distintivo sonido de una cerradura siendo girada. Sus ojos al instante cayeron a la manija de la puerta viendo justo a tiempo un pequeño movimiento mientras giraba.

 

—Tae —Yoongi advirtió.

 

—Lo vi.

 

Tae levantó la mano y llamó a la puerta. Yoongi trató de tragarse su creciente temor cuando los nudillos de Tae golpearon la dura madera, y la puerta se abrió al instante como si hubiera estado abierta durante toda la vida, cuando él sabía que no lo estaba.

 

Tae miró por encima del hombro a Yoongi.

 

—Qué crees…

 

—No sé qué pensar.

 

Yoongi se quedó tan cerca de Tae como pudo mientras su pareja empujaba la puerta abriéndola y entró en la casa. No sabía a lo que se podían enfrentar dentro de la casa, pero tampoco sabía qué había afuera. Cerró la puerta detrás de él, con la esperanza de enfrentar una amenaza a la vez.

 

—Hola —gritó en voz baja Tae—. ¿Hay alguien aquí?

 

—Soy Min Yoongi —dijo Yoongi igual de silencioso—. Soy un ejecutor del Alfa Park.

 

Considerando la situación en la que estaban. Yoongi no estaba seguro de que alguien respondiera, especialmente Ethan Brown. Si el Alfa anterior había estado en la conspiración de los vampiros, Ethan no tenía ninguna razón para confiar en el Alfa actual. Yoongi sólo tendría que darle a Ethan una razón para confiar en él, asumiendo que Ethan estaba dentro de la casa.

 

—Estoy aquí para escoltar con seguridad a Ethan y su hermano a la manada de Wolf Creek. El resto de la manada ya se ha mudado, incluyendo a Carl, Tina y sus niños. Carl es el que me envió. Dijo que necesitaba a Ethan para que cuidara sus niños en la próxima luna llena.

 

Yoongi casi se llevó tremendo susto cuando un hombre delgado, de cabello rubio arena saltó desde detrás del sofá. No se dio cuenta que había apretado de muerte la muñeca de Tae hasta que el hombre hizo una mueca de dolor y se apartó.

 

—Lo siento.

 

Tae asintió comprensivamente.

 

Yoongi volvió a mirar al hombre parado detrás del sofá. El tipo estaba temblando pero tratando de pretender que no lo estaba haciendo. Su pecho se elevaba y caía como si estuviera a punto de hiperventilar, y sus ojos eran enormes en su pálido rostro. Obviamente estaba aterrado.

 

—¿Tú eres Ethan?

 

El hombre asintió.

 

—Soy Min Yoongi. Él es mi pareja, Kim Tae. Él es de la manada de Wolf Creek. El Alfa Park nos envió para sacar a todos de aquí y regresar a Wolf Creek.

 

—¿Por qué? —graznó Ethan.

 

—No es seguro aquí. Hay un montón de mierda pasando esta noche, y el Alfa Park sintió que era mejor si la manada se mudaba por el momento a otro lugar.

 

La mandíbula de Yoongi cayó cuando Ethan puso los ojos en blanco.

 

—Por aquí ha habido un montón de mierda antes de que el Alfa Park se hiciera cargo —dijo Ethan. Sus brazos estaban cruzados sobre su pecho en un gesto desafiante—. ¿Por qué debería creer que eres diferente a los otros idiotas?

 

Yoongi lo miró. Su compañero no estaba ayudando a la situación.

 

—Me agrada —dijo Tae.

 

Ahora Yoongi quería rodar sus ojos.

 

—Mira, Ethan, entiendo que no confíes en nadie, pero de verdad necesitamos sacarte de aquí. En primer lugar, el Alfa Park lo ordenó. En segundo lugar, Timmins, y uno de sus compinches vampiro intentaron esta noche asesinar a la pareja del Alfa. Y en tercer lugar… —Yoongi gesticuló sobre su hombro hacia la puerta principal—, tienes compañía afuera.

 

Ethan palideció, y luego sus ojos fueron a la puerta principal.

 

—Lo sé. Han estado ahí el último par de horas. No he sido capaz de averiguar por qué aún no han intentado irrumpir.

 

—¿Te han estado observando por el último par de horas? —preguntó Yoongi.

 

Ethan asintió.

 

—Creo que están esperando algo.

 

—Bueno, mierda —dijo Tae mientras se acercaba a mirar por la ranura entre la cortina y un lado de la ventana del frente—. Espero que ellos no nos estuvieran esperando a nosotros.

 

—Ethan, ¿puedes empacar una bolsa o tomar lo que necesites llevar contigo? —preguntó Yoongi mientras volvía a mirar al hombre—. Me gustaría salir de aquí antes de que ellos decidan entrar.

 

—Uh… —los ojos de Ethan se alejaron de la ventana del frente, y miró hacia la puerta cerrada más alejada de la habitación.

 

Yoongi entrecerró los ojos.

 

—¿Qué?

 

—No estoy exactamente solo.

 

—¿Tu hermano? —Yoongi se alertó en el instante en que vio las lágrimas llenar los ojos de Ethan—. Ethan, ¿dónde está tu hermano?

 

—Timmins se lo llevó la semana pasada. Dijo que Virgil había fallado en el ritual del Alfa y por lo tanto había sido expulsado de la manada por órdenes del Alfa.

 

—Ethan, el Alfa Park nunca ha autorizado nada de esto. Hasta esta noche, él no sabía nada sobre ese estúpido ritual que el ex Alfa había montado. Él no tiene nada que ver con lo que están haciendo Douglas y Timming.

 

—¡Sé eso! —Los ojos de Ethan se abrieron de repente, y se golpeó con la mano en su boca como si acabara de darse cuenta de que había gritado—. Mira —dijo una vez que removió su mano—, no soy estúpido. Esta mierda ha estado pasando desde mucho tiempo antes de que ustedes se dieran cuenta. Comenzó mucho antes de que el Alfa Park se hiciera cargo. He estado esperando que hiciera algo respecto a esto, pero me di cuenta que ha estado aquí solo por unos pocos meses.

 

—Ahora que lo sabe, él está haciendo algo al respecto — dijo Yoongi—. Es por eso que tenemos que llevarte con la manada de Wolf Creek. Allí es más seguro.

 

—No estoy seguro que algún lugar sea seguro.

 

—Puedo asegurarte que la manada de Wolf Creek es segura, Ethan —dijo Tae apartándose de la ventana—. Mi padre es el Alfa ahí, y él nunca tolerará nada de esta mierda. Además, tiene un montón de músculos para respaldarlo. Tenemos una manada bastante grande.

 

—¿Y tú crees que eso nos va a salvar contra un aquelarre de vampiros? —espetó Ethan.

 

Yoongi se quedó quieto.

 

—¿Cómo sabes sobre los vampiros?

 

—¿Quién demonios crees que se llevó a mi hermano?

 

—Pensé que fue Timmins.

 

—Timmins hizo los arreglos, pero no soy estúpido. —Ethan hondeó su mano en el aire—. He visto lo que está pasando aquí. Ese maldito ritual es una pantalla para capturar a los miembros de la manada sin que nadie sepa nada al respecto.

 

Las campanas de advertencia se encendieron en su cabeza por las palabras de Ethan.

 

—¿Y tú cómo sabes eso?

 

—Porque mi hermano regresó aquí antes de que Timmins se lo llevara. Él me dijo lo que estaba pasando. Y Timmins es un idiota. Le dijo todo a Virgil antes de que Virgil escapara de él. Aparentemente, Timmins pensó que Virgil estaría de acuerdo en estar a su lado si me dejaba vivir.

 

— ¿Cómo capturó Timmins a Virgil si escapó? —preguntó Tae mientras se acercaba para pararse junto a Yoongi.

 

— Virgil no estaría de acuerdo con estar al lado de Timmins aunque su vida estuviera en peligro. Él no es así. Una vez que escuchó lo que Timmins tenía que decir, creó una distracción y se escabulló por la puerta y volvió a casa a advertirme. Timmins se apareció poco después de que Virgil llegó aquí. Virgil me hizo esconder. Escuché la lucha, pero en el instante en que llegué aquí, ellos se habían ido. —Los ojos celestes de Ethan estaban llenos de nerviosismo mientras parpadeaba a la puerta cerrada—. Él no regresó solo.