Después de la pesadilla salí de los brazos de Taehyung para hacer pis. Con mis piernas aún temblorosas debido al sueño, tropecé mientras caminaba hacia el baño que compartía con Hoseok. Taehyung me acompañó, y después de haber terminado, fue el turno de él, mientras me lavaba las manos. Dudé cuando llegó el momento de regresar a su habitación. De pronto, quería estar en mi habitación, porque quería un lugar para estar un rato solo. No es que quisiera alejarme de Taehyung. Era sólo la imagen que había visto en mi sueño, que volvía a mí, cada vez que lo miraba.
Y yo le amaba mucho. Le amaba demasiado. Taehyung no fue
directamente a la habitación. Salió al pasillo y se dirigió a la cocina. Lo
seguí. Tal vez un vaso de agua o algo de comida me ayudaría a despertar por
completo del sueño y sería seguro volver a dormir.
Me senté en la mesa de la cocina, la cabeza entre las manos,
y esperé a que cogiera alguna galleta, lo suficientemente sabrosa para borrar
de mi memoria la imagen de sus ojos muy abiertos mientras el cuchillo cortaba
su garganta. Cuando le vi abrir el armario y retirar el té de manzanilla y
miel, una sonrisa llegó con facilidad a mis labios. Me había dado una taza de
té de manzanilla y miel cuando fuimos a Joe Coffe House, en la noche en que,
finalmente, me ayudó a aliviar la presión de mi virginidad.
(Lo que sea. Irene me metió en la cabeza que la virginidad
es un error, es decir para que la mujer permanezca en su debido lugar,
definiéndolas como muebles. Rodé los ojos y me disculpé con ella mentalmente.
Si había sarcasmo en mi petición de excusas mentales, Irene en mi cabeza
parecía no saberlo o no la importaba. Aún así, respetuosamente sustituí el
pensamiento, con la noche en que tuve relaciones sexuales por primera vez).
—Relaja
la mente. —Murmuré cuando Taehyung finalmente me dio una taza humeante con un
poco de miel.
—Irene
dejó su chaqueta. —Taehyung dijo, sentado frente a mí y bebiendo un vaso de
agua.
Al parecer, su mente estaba tranquila. Y esa era la historia
de nuestra relación con los pequeños detalles. Miré la locura de retazos que
era el más reciente accesorio de moda de Irene. Su casi-novia, Lisa, lo hizo en
alguna clase de arte de diseño y costura que frecuentó durante el verano. A
menudo, veo a Lisa yendo para el edificio al arte, mientras yo voy al gimnasio
para mi clase de taekwondo, y que ahora empecé a detestar después de mi sueño.
¿Cómo voy a volver a ese vestuario sin pensar en Taehyung rodeado de un charco
de sangre? Me estremecí.
—Entonces,
¿Quieres hablar conmigo sobre eso?
No. Realmente no quería, pero acabé hablando de todos modos.
Mientras reviví el sueño momento a momento, el té no calmaba mi corazón
inquieto, las lágrimas queriendo salir, el sollozo todavía en mi garganta,
mientras veía en mi mente la imagen de los últimos momentos del sueño.
Taehyung se movió alrededor de la mesa y se fue al suelo, se
puso de rodillas entre mis piernas, sus brazos alrededor de mi cintura,
tratando de llegar lo más cerca posible.
—Cariño,
fue un sueño horrible, pero solo un sueño.
Por ahora, pensé.
—Te amo.
—Le dije a Taehyung sosteniendo su cara. Necesitaba que supiera y entendiera al
menos eso. —Te amo tanto. Podría decírtelo durante un mes y todavía, no sabrías
cuánto. Podría decir eso todos los días, desde ahora hasta marzo del año que viene,
parando sólo para dormir, comer algo y tal vez beber un poco de agua, y sin
embargo no sabrías cuánto te amo.
No era la primera vez que había admitido mis sentimientos
por él, pero, por lo general, no estamos diciéndolo todo el tiempo y nunca con tanta vehemencia.
Taehyung besó mis muslos, luego subió a mi estómago y bajó
hasta llegar a mi ombligo, parando en el borde de mi ropa interior. Continuó descendiendo
y besando en dirección a mi pene, que ahora ya estaba bastante animado. Me
acercó a él y frotó la cara, rascándome alrededor
y haciéndome cosquillas hasta que me reí sin poder hacer nada.
—Yo
también te amo. —Susurró antes de besar mis pezones, y luego tiró de mi cabeza
hacia él por un largo y profundo beso.
Mi pene ya estaba ansioso, como siempre, listo para él.
Podía sentirlo animándose cuando Taehyung lo agarró atentamente, y tan rápido
que estaba un poco mareado. Los besos crecieron confusos y desesperados. Taehyung
puso las manos bajo el elástico de mi ropa interior y tiró hacia abajo. Chupó
mi pene, tomándome profunda y rápidamente en su garganta, antes de que pudiera
decir nada acerca de si debíamos o no hacerlo en un lugar más seguro.
Sin embargo, eso se mantuvo en mi lengua, una prueba de
contención por sólo unos momentos y después se evaporó por completo en la
succión ansiosa de la boca de Taehyung. Eliminado totalmente mi ropa interior,
la tiró por encima del hombro y abrió mis piernas en la silla, lo suficiente
para tener acceso a mi culo. Lo frotó con los dedos, mientras chupaba y yo
gemía, olvidándome de la privacidad y queriendo un lugar cercano y cómodo.
—Sofá.
—Dije, agarrando su pelo y tirando de él fuera de mi pene.
—Al
sofá. Ahora.
Taehyung me siguió hasta la sala, mirando para el pasillo hasta
la habitación de Hoseok.
—¿Qué
pasa si se despierta? —Le pregunté. Se encogió de hombros y murmuró:
—Hoseok
no se va a despertar. —Entonces, me acostó en el sofá. Migajas de patatas
fritas de Hoseok estaban pegadas en mi espalda, pero la incomodidad no duró más
de lo que le llevó a Taehyung tener mi pene en su boca de nuevo. Tendido de
espaldas, dejé caer un pie fuera del sofá, quedando más abierto para que los
dedos de Taehyung me exploraran más fácilmente. Jugueteaba con su pelo corto,
mientras él me chupaba, concentrándome en la sensación de su boca, tan viva y
caliente moviéndose en mi pene, borrando cualquier indicio de la preocupación y
el miedo.
Taehyung sacó mi pene de su boca para empujar mis piernas,
lamiendo el culo con un fervor que hizo que mis piernas temblaran bajo sus
manos. Mantuve la cabeza en su lugar, gimiendo en un cojín del sofá para
amortiguar mis ruidos. Lubricó sus dedos en la boca y luego metió dos dentro de
mí, girando lentamente y yendo directamente a mi próstata. Mis piernas
temblaron un poco cuando Taehyung frotó contra ella, mientras chupaba mis
bolas.
Por fin, se deslizó sobre mi cuerpo, los dedos aún dentro de
mí, y besó mis labios. Agarré mi pene y comencé a frotarlo y Taehyung hizo lo
mismo con el suyo. Besando, frotando suavemente la nariz y la boca, oler su
dulce cuello, empecé a moverme más rápido hacia el orgasmo.
—Estoy
casi... —murmuré y redobló sus esfuerzos en el culo con los dedos.
Empujé mis piernas lo más que pude en el estrecho sofá y sus
dedos se movían dentro de mí rápidamente, con sólo usar la saliva como
lubricante. El orgasmo, el placer caliente y emocionante comenzando en la base
de mi pene, imposible de ignorar, al mando de toda mi atención y viajando por todo
mi cuerpo, mi pene explotó.
—¡Oh,
Dios! —Grité, arqueándome hacía Taehyung cuando mi semen fue a su estómago, mi
pecho, su brazo y un poco hacia la parte de atrás del sofá.
—Tan
caliente, cariño... —Taehyung gruñó y luego sentí el esperma caliente en mi
abdomen y el pecho. Una gran cantidad cubrió mi pezón izquierdo por completo. Taehyung
se estremeció a través de pequeños espasmos y luego se inclinó para besar y
lamer su semen de mi pezón, antes de provocarlo suavemente con los dientes.
Nos besamos cariñosamente durante mucho tiempo, una
creciente sensación de paz dentro de mí. Sabía que debía levantarme, limpiar el
semen que terminó en el sofá y volver a la habitación de Taehyung, pero era tan
bueno estar en sus brazos.
—Hoseok
puede entrar. —Susurré.
—
Déjalo. Te prometo que va a dar la vuelta y caminar de regreso a la habitación.
Sonrió. Taehyung probablemente tenía razón, pero aún así…
realmente no quería ser visto desnudo.
—Es bien
entrada la noche. —Taehyung me recordó. —Estoy seguro de que, a menos que
empieces a gritar de nuevo, seguirá durmiendo profundamente.
—Lo
siento.
—¿Por
qué te disculpas? Sólo quiero que seas honesto conmigo.
—Ok.
—¿Estarás
en peligro? ¿Si vuelves?
—No lo
sé. Tal vez sí. —Corrí mis dedos hacia arriba y hacia abajo por su antebrazo.
—No quiero que vengas. No quiero correr riesgos. Tengo que hacer esto por mí,
pero no puedo ponerte en la posición de...
—Iré
contigo, Chim chim.
—Es
que... Taehyung, puede ser peligroso y, ¿recuerdas lo mucho que te amo? No
puedo expresar todo mi amor en palabras... Y simplemente no puede arriesgar tu
seguridad, puedes convertirte en el blanco de él también. Simplemente no puedo
dejar que eso suceda.
—Si es
tan peligroso, que no quieres que vaya, entonces no deberías ir tampoco. No
importa lo que Jin quiera.
—Es mi
hermano.
—Tienes
que hablar con tus padres al respecto. Pueden preferir que no se corra el
riesgo de dejar que este chico entre en tu vida de nuevo.
—No se
trata de ellos, Taehyung. Esta es mi elección. Mi perseguidor, mi vida, mi casa
y mi hermano. Mi todo. Y tú no vas conmigo. Por mucho que quiera mostrarte mi
casa es justo...
Taehyung puso el dedo en mi boca y me ayudó a levantarme.
Fue a la cocina, volvió con mi ropa interior y un paño para limpiar la suciedad
del sofá. Luego caminamos por el pasillo juntos para su habitación.
—Taehyung,
la cosa es que... —empecé, pero no me dejó continuar.
—Yo voy.
—Se subió a la cama y acarició el espacio al lado de él.
—No me
lo puedes impedir, como tampoco yo puedo impedirte ir a ti. Así que, iremos los
dos y juntos vamos a manejar cualquier cosa que pueda suceder a causa de él.
Fui a su lado, descontento con sus palabras, me dolía, pero
me acercó colocando mi cabeza sobre su hombro. En la penumbra, susurró:
—Me
tienes a mí. Voy a ser tu arma secreta.
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