domingo, 26 de junio de 2022

CAPITULO 12

Yoongi estaba tan nervioso que podía vomitar. Aún el estar de pie junto a Taehyung no aplastaba la rebelión que hacía a su estómago retorcerse. El estar acoplado a Taehyung era todo lo que él esperaba. Conocer al aquelarre como consorte de Taehyung apestaba como las grandes bolas de un mono peludo.

 

Todo el mundo lo estaba mirando. Es cierto, ellos lo habían mirado antes pero nunca de esta manera. Yoongi no sabía si querían matarlo o beber de él. Ambas sostenían una clara posibilidad.

 

Hasta que Taehyung gruñó.

 

Los ojos en la habitación que miraban a Yoongi rápidamente bajaron, y las cabezas fueron inclinadas en una demostración de sumisión. Yoongi parpadeó en estado de shock. Entonces, esto era lo que significaba ser el príncipe. Debía ser agradable.

 

Le darán la bienvenida a mi compañero y consorte real en nuestro aquelarre con los brazos abiertos o se irán.

 

Pero, señor —un hombre valiente, dijo—, él es un donante de sangre. Ni siquiera es un vampiro.

 

Él muestra mi marca.

 

 Yoongi tragó saliva cuando Taehyung envolvió una mano alrededor de la parte posterior de su cuello e inclinó la cabeza hacia un lado, mostrando la marca de acoplamiento que se había grabado a fuego en la piel de Yoongi cuando se acoplaron.

 

Yoongi todavía no podía entenderlo, y ni nadie más podía. Se suponía que Taehyung sólo dibujaría su emblema en el cuello de Yoongi con su sangre, lo cual hizo. Pero cuando se limpió la sangre después de la ceremonia, el emblema permaneció, grabado en la piel de Yoongi como un tatuaje. Taehyung parecía encantado de muerte sobre la marca permanente. Se ponía juguetón cada vez que la veía. Yoongi no se estaba quejando, pero estaba preocupado por lo que significaba.

 

Yoongi ahora es parte de este aquelarre —continuó Taehyung—. Él es mi compañero y ahora ostenta el título de consorte real. Él gobernará este aquelarre a mi lado. Una amenaza contra él es una amenaza contra mí, y voy a tratarla como tal.

 

Pero, señor, él es humano.

 

Lo es.

 

Yoongi se sobresaltó cuando sintió la mano de Taehyung apretarse en su cuello. No tenía miedo de Taehyung, pero el hombre no conocía su propia fuerza.

 

El hombre que había hablado un momento antes parecía confundido.

 

—Pensé que éramos incapaces de acoplarnos con cualquiera excepto a otros vampiros.

 

No, simplemente eso no es cierto —dijo Taehyung mientras arrastraba a Yoongi más cerca de su lado—, pero mi pareja es prueba de ello. También puedes estar interesados en saber que el Príncipe Seok Jin del aquelarre Seok tiene un cambiaforma como compañero y consorte real.

 

—¿Entonces podemos acoplarnos a otros? —preguntó el hombre—. ¿Humanos y cambiaformas por igual?

 

Sí —respondió simplemente Taehyung.

 

Yoongi se sorprendió cuando el hombre agarró al donante de sangre de pie junto a él y lo acercó a su lado.

 

— Entonces pido acepte a mi donante de sangre en nuestro aquelarre como mi compañero.

 

Taehyung se rio entre dientes.

 

—Que así sea, Hoseok. Tu compañero es bienvenido en nuestro aquelarre y será reconocido como tu compañero tan pronto como lo reclames.

 

Hoseok sonrió ampliamente, como lo hizo el hombre a su lado.

 

—Nosotros nos encargaremos de eso de inmediato, señor.

 

Taehyung asintió.

 

—Asegúrate de llevar a tu pareja para conocerme formalmente cuando hayan terminado.

 

Hoseok se llevó a toda prisa al donante de sangre fuera de la habitación tan rápido que Yoongi tuvo que parpadear para darse cuenta que el lugar donde se encontraban estaba vacante. Se echó a reír mientras miraba a Taehyung.

 

—Bueno, eso fue fácil.

 

No te engañes, chéri. Esto es sólo la calma antes de la tormenta. —Taehyung asintió con la cabeza hacia la multitud que se encontraba inquieta delante de ellos—. Están entrando en calor. Ya puedo decir que hay varios que no comparten la opinión de Hoseok que los humanos se unan al aquelarre. Ellos van a estar aún más molestos cuando establezca las reglas relativas a los donantes de sangre.

 

—¿Qué tan malo crees que va a ser? —Yoongi susurró mientras miraba por encima a la multitud.

 

No lo sé, mi amor, pero permanece cerca de mi lado. Jimin y yo te protegeremos.

 

Cuando Yoongi vio el odio en los ojos de varios que miraban en su dirección, comenzó a preguntarse si incluso Taehyung y Jimin podrían mantenerlo a salvo. Taehyung tenía razón, no todo el mundo estaba contento con lo que estaba haciendo, y él ni siquiera había mencionado todo el asunto de los donantes de sangre.

 

Mi nuevo compañero es un hombre muy inteligente. Como ha pasado algún tiempo siendo un donante de sangre, ha traído a mi atención algo que ha sido pasado por alto durante demasiado tiempo, y es hora de que se rectifique. — El brazo de Taehyung se deslizó hacia abajo para envolverse alrededor de la cintura de Yoongi.

 

Como mi compañero me ha señalado, los donantes de sangre nos proveen con la sangre que-da-vida, y sin embargo, los tratamos como si fueran ganado.

 

Ellos son ganado —gritó alguien desde el fondo de la multitud.

 

Taehyung gruñó y de repente salió corriendo del pequeño escenario en el que estaban. Caminó por la habitación, la gente se apartaba cuando él se abría paso a través de ellos. Taehyung ni siquiera dejó de moverse cuando agarró a un hombre en la parte posterior de la sala por el cuello y lo levantó del suelo. Siguió caminando hasta que el hombre se estrelló contra la pared. Taehyung volvió a gruñir y se inclinó más cerca del hombre que sostenía.

 

Tú ya no eres bienvenidos en mi aquelarre.

 

Sin decir una palabra, Taehyung tiró el hombre a través de las puertas abiertas que conducían al hall de entrada. Señaló al hombre mientras aterrizaba en el suelo, su mirada furiosa se movió trazando un arco a través de la habitación.

 

Cualquiera que siente lo mismo que él se puede ir ahora. Me niego a tener a alguien en este aquelarre que mantenga esas creencias. Los humanos no son ganado. Ellos son nuestra sangre de vida y serán tratados con el honor y la dignidad que se merecen. Cualquiera que no lo haga se encontrará con un final rápido y doloroso. ¿Soy claro?

 

Yoongi no se sorprendió cuando varios vampiros pasaron junto a Taehyung y salieron de la casa. Él estaba, sin embargo, sorprendido por la gran cantidad que se quedó. Estaba incluso más sorprendido por la cantidad de vampiros que comenzaron a mirar a sus donantes de sangre con curiosidad. Yoongi no estaba seguro de si los donantes de sangre se lo agradecían o conspirarían para matarlo. Ninguno de ellos parecía muy feliz.

 

Yoongi estuvo agradecido cuando Taehyung volvió a estar junto a él. Podía sentir a Jimin de pie junto a él, pero se sentía mejor con Taehyung a su lado. Si él se saliera con la suya, Taehyung nunca dejaría su lado otra vez.

 

Yoongi se acercó y tiró del brazo de Taehyung hasta que su compañero le miró.

 

—¿Hemos terminado? —Yoongi podía pensar en un millón de cosas que preferiría estar haciendo que estar allí de pie ante todo el aquelarre, empezando por conseguir a Taehyung desnudo y en la cama.

 

 Pronto, chéri —respondió Taehyung, acariciando la mano de Yoongi—. Tengo que asegurarme de que todo el mundo entiende lo que quiero de ellos y responder a cualquier pregunta que puedan tener. Pero no es necesario que estés aquí para esto, mi amor. Puedes ir a nuestra habitación si lo prefieres.

 

Yoongi lo prefería, pero se mordió los labios y negó con la cabeza. Si iba a ser el compañero de Taehyung entonces tenía que desarrollar un par de bolas y estar al lado del hombre.

 

—Me quedaré. —Taehyung sonrió, y Yoongi supo que había tomado la decisión correcta. Taehyung necesitaba un compañero fuerte a su lado, no alguien que tuviera miedo de su propia sombra. Yoongi sólo esperaba que sus bolas de acero crecieran muy, muy rápido.

 

—¿Por qué no dejas que Jimin te lleve a la cocina a conseguir algo de comer? —Taehyung sonrió, mostrando dos perfectamente blanco colmillos—. Me siento un poco hambriento.

 

Yoongi tragó saliva, su pulso aumentó rápidamente a la luz sensual en los profundos ojos azules de Taehyung.

 

—Sí, puedo hacer eso.

 

Asegúrate de tomar algunas vitaminas, pero sólo las que Jimin te dé.

 

Yoongi asintió. A pesar de que Taehyung lo había reclamado, y esencialmente le salvó la vida, aún le había tomado una semana a Yoongi para volver a ponerse en sus pies. Él no quería repetir eso. Estar enfermo apestaba en grande. Sobre todo porque Taehyung se negó a follarlo otra vez hasta que estuviera en sus pies. Había pasado unos largos días hasta que eso pasó. Los besos y las caricias suaves no se habían inventado para no tener la polla de Taehyung en su culo, no importaba lo bien que se sentían. Yoongi había estado cerca de rogar cuando Taehyung finalmente cedió y lo jodió como un loco en la cama.

 

Yoongi le dio a Taehyung un rápido beso en la mejilla y un apretón en el brazo, luego siguió a Jimin fuera de la habitación. Sabía el camino hacia la cocina después de haberla visitado varias veces. Como él era humano y tenía que comer comida humana, Yoongi quería conocer a la gente que cocinaba para él, y darles las gracias. El cocinero de Taehyung era una maravilla, una de la que Yoongi quería ser buenos amigos. Él quería seguir comiendo con estilo, y no era estúpido. El cocinero era un dios entre los cocineros.

 

Jimin, crees… —Yoongi soltó un grito cuando de repente fue empujado por detrás. Se tambaleó hacia adelante y se estrelló contra la pared, afirmándose justo antes de que su rostro fuera golpeado contra el yeso. Se dio la vuelta tan rápido como pudo, su corazón se hundió cuando vio a Jimin en el suelo, el color rojo sangre acumulándose bajo la cabeza.

 

Yoongi tragó saliva y levantó lentamente la cabeza hacia el vampiro de pie un poco más allá de la forma quieta de Jimin. Era el mismo vampiro que Taehyung había lanzado fuera del aquelarre. También era un vampiro muy cabreado. Su rostro estaba casi rojo de rabia. Las gotas de saliva goteaban de sus colmillos como si hubiera perdido todo el sentido que le quedaba y vuelto loco. Yoongi no creía que estuviera demasiado lejos de la verdad cuando el vampiro lo miró y sonrió.

 

Te dije que serías mío.

 

¡Oh, mierda! Era el vampiro que lo había atacado en el pasillo. Yoongi reconoció su voz. Se dio la vuelta y corrió tan rápido como sus piernas se lo permitieron. En realidad no le importaba a dónde iba siempre y cuando fuera lejos del vampiro loco del culo empeñado en drenarlo para dejarlo seco.

 

Yoongi estaba avergonzado por el femenino grito que soltó cuando sintió que una mano lo agarraba desde atrás pero no lo suficiente como para no dejar salir otro. Su grito fue rápidamente cortado cuando fue estrellado contra la pared, su cabeza golpeó contra la dura superficie con un ruido sordo.

 

Yoongi gimió, desorientado por un momento hasta que sintió el golpe de aliento caliente en la parte posterior de su cuello. Gritó cuando el collar que Taehyung le dio fue arrancado de su garganta. Yoongi a lo lejos lo oyó repiquetear en el suelo.

 

Dé… déjame ir —gritó Yoongi—. Le pertenezco a Taehyung.

 

Lo sé.

 

Un agudo, y abrupto dolor se extendió en Yoongi cuando los colmillos del vampiro comenzaron a hundirse en su garganta. Apretó los ojos con fuerza, tratando de bloquear el dolor y el conocimiento de que no era Taehyung tomando su sangre. Taehyung no le daba nada más que placer cuando bebía sangre. Esto era una verdadera tortura.

 

Yoongi oyó gritar a Taehyung detrás de él en el mismo instante que sintió un cosquilleo en la nuca. El vampiro que lo atacaba repentinamente gritó y se apartó. Yoongi pensó que Taehyung había intervenido hasta que se dio la vuelta y se dio cuenta que Taehyung estaba todavía en el otro extremo del pasillo. El vampiro que lo había atacado, sin embargo, estaba acurrucado en el suelo, arañando su garganta, balbuceando como si se estuviera ahogando.

 

 Taehyung, qué…

 

Aléjate de él, Yoongi —gritó Taehyung mientras corría hacia Yoongi.

 

Yoongi nunca había sido tan feliz de ver a Taehyung como cuando los brazos del hombre se cerraron alrededor de él. Aspiró profundamente, tomando el fuerte y tranquilizador olor de Taehyung. Yoongi empezó a temblar cuando Taehyung gruñó. Apretó los brazos que había envuelto alrededor de la cintura de Taehyung.

 

Tae…

 

Estás brillando, Yoongi.

 

La cabeza de Yoongi subió de golpe.

 

—¿Qué?

 

Tu cuello, chéri. —Taehyung señaló el punto en el cuello de Yoongi donde el emblema estaba localizado—. Mi marca de reclamo, está brillando.

 

Yoongi abrió mucho los ojos mientras levantaba la mano y se frotó el lugar.

 

—Está caliente. —Tragó saliva mientras se devanaba los sesos por todo lo que podría haber oído, en cualquier lugar, que pudiera explicar por qué la marca en su cuello estaba brillando y caliente al tacto. Él estaba completamente en blanco—. ¿Taehyung?

 

Está bien, chéri.

 

—¿Cómo puede estar bien? —Yoongi gritó—. Estoy brillando.

 

Los ojos de Yoongi casi se salieron de su cabeza cuando Taehyung se rio entre dientes. ¿Acaso su compañero no comprendía la gravedad de la situación? ¿Cómo podía encontrar esto divertido? ¡Él estaba jodidamente brillando!

 

 Mira, mi amor. —Taehyung señaló hacia el suelo a unos metros de ellos.

 

Yoongi frunció el ceño mientras miraba hacia abajo. Su ceño se deslizó cuando sus cejas se alzaron en estado de shock. El vampiro que lo había atacado estaba inconsciente o muerto. Yoongi no estaba seguro de cuál. Pero estaba seguro de que había una erupción de color rojo oscuro en torno a la boca del hombre. Sus labios, también, tenían ampollas, como si el vampiro hubiese sido quemado. Él no se estaba moviendo.

 

—¿Esta muerto? —susurró Yoongi.

 

Si no lo está, va a querer estarlo. Sus colmillos se han ido.

 

—¿Cómo?

 

Aunque parezca extraño, parece que se desvanecieron.

 

Yoongi frotó la marca de acoplamiento en su cuello. Ya no estaba caliente, pero tampoco se sentía como si alguien acabara de morderlo. La piel estaba fría y suave, como si no hubiera pasado en absoluto. Yoongi se estremeció. Estaba empezando realmente a asustarse. ¿Qué pasaba si Taehyung no podía beber más de él? Taehyung iba a morir. Ya que ellos ahora estaban acoplados, Taehyung sólo podía alimentarse de él. ¿Qué pasaría?

 

—¿Ta… Taehyung? —La voz de Yoongi vaciló al pensar en la posibilidad de que él nunca fuera capaz de alimentar a su compañero de nuevo o experimentar el placer que acompaña el íntimo acto—. ¿Qué pasaría si...? —Yoongi tragó saliva—. ¿Qué pasa si no puedo…?

 

 —¡Ni siquiera lo digas! —espetó Taehyung mientras se daba la vuelta para mirar a Yoongi.

 

Yoongi parpadeó.

 

—Pero…

 

—¡No! —Taehyung tomó a Yoongi y tiró de él contra su pecho—. Esto sucedió por una razón, cualquiera que fuera. Estábamos destinados a estar juntos, y me niego a pensar otra cosa.

 

Pero… —Yoongi gritó y luchó para alejarse cuando Taehyung de repente lo agarró por el pelo e inclinó la cabeza hacia un lado. Yoongi abrió mucho los ojos al ver la boca abierta de Taehyung, sus colmillos extendiéndose mientras se inclinaba hacia la garganta de Yoongi—. No, Taehyung, por favor, no sabes lo que va a suceder. ¡Taehyung!

 

Las palabras de Yoongi menguaron cuando sintió los colmillos de Taehyung hundirse en la suave piel justo debajo de su oreja. Una lágrima rodó por su mejilla enrojecida cuando el placer sonrojó su cuerpo, la sensación de tristeza y felicidad luchó dentro de él una con la otra, con cada sorbo de sangre que fue sacado de su cuerpo. Cuando Taehyung finalmente extrajo los dientes y lamió la mordida cerrándola, Yoongi estaba casi temeroso de mirarlo, temeroso de lo que iba a ver.

 

Mírame, chéri.

 

Yoongi negó con la cabeza, apretando los ojos con fuerza.

 

—¿Por favor?

 

Yoongi sintió la mano de Taehyung bajo su barbilla, levantando su cara. La preocupación por Taehyung sobrepasó su miedo, y Yoongi abrió los ojos. El aire en sus pulmones se apresuró a salir cuando vio a Taehyung luciendo un poco sonrojado por beber sangre, pero aparte de eso ileso. Su mano tembló cuando la extendió para acunar la mejilla de Taehyung.

 

Estás bien —susurró asombrado.

 

Lo estoy, amor. —Taehyung sonrió—. De hecho, nunca me he sentido mejor.

 

Yoongi parpadeó.

 

—Tampoco yo. —Yoongi estaba diciendo la verdad. Él se sentía maravillosamente. Cada achaque y el dolor que había sufrido a manos del ataque del vampiro se habían ido. Ni siquiera sentía un tirón muscular o picazón. Se sentía fortalecido y revitalizado, lleno de vida.

 

Taehyung sonrió cuando pasó los dedos por encima de la marca en la garganta de Yoongi.

 

—Creo que esto es algo más que una simple marca de acoplamiento, chéri. Creo que el ritual por el que hemos pasado realmente hizo a tu sangre dadora de vida sólo para mí.

 

—¿Huh?

 

—¿Recuerdas lo que dijo el príncipe? ¿“Que la sangre que comparten les de vida, y que el poder de ambos los mantenga a salvo”? —Taehyung se inclinó y acarició con su lengua la marca en el cuello de Yoongi, haciéndole estremecerse de placer—. Tu sangre me da vida, chéri, y te mantiene a salvo.

 

Estás loco. —Yoongi se rio nerviosamente.

 

Taehyung arqueó una ceja.

 

—¿Lo estoy? —Hizo un gesto con la mano hacia abajo al vampiro inconsciente—. Cuando él trató de tomar tu sangre, sufrió por ello. Cuando yo tomé tu sangre, nos sentimos más revitalizados. Creo que mi caso ha sido probado adecuadamente.

 

 Eso puede ser verdad. —Yoongi sonrió—. Pero eso no quiere decir que no estás loco.

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