—Hey Taehyung, hay un tipo por aquí preguntando por el trabajo de portero.
Taehyung rodó su cabeza, escuchando el distintivo ruido seco
de su propio cuello reajustándose. Frotó su nuca y su cuello tratando de
masajear el resto de la tensión reunida ahí. A veces odiaba ser dueño de un
bar.
Noches como esta
noche eran un
ejemplo perfecto. Parecía que
casi todos los trabajadores que empleaba trataban de llamarlo para reportarse
enfermos justo antes del inicio de turno, su entrega semanal de alcohol tenía más
de dos horas de retraso y
las puertas del
bar se abrirían
en menos de cuarenta y cinco minutos.
Y ahora alguien quería un trabajo.
—Oye Taehyung —gritó la voz de nuevo—. ¿Qué quieres que le diga
a este tipo?
Taehyung abrió la
boca para gritar
de nuevo una
réplica furiosa, reteniéndola para sí mismo justo a tiempo. Chasqueó la boca
cerrada y pasó la mano por sus gruesos rizos, tirando un poco en los extremos
como si pudiera tirar sus preocupaciones lejos con sus dedos.
Se quedó mirando el montón de facturas y documentos sobre su
escritorio y sacudió la cabeza. Su mente no estaba en eso.
El bar debería abrir pronto y necesitaba recomponerse antes
de que sucediera o acabaría golpeando al primer bastardo borracho que lo mirara
mal.
Taehyung arrojó su pluma sobre la mesa y se levantó. Sería
mejor descubrir quién quería verlo antes de iniciar el negocio o nunca tendría
la oportunidad. Se dirigió a la sala principal, explorando con los ojos inmediatamente
el salón y evaluando la forma de las cosas.
Las puertas aún cerradas.
Listo.
La habitación estaba limpia y organizada.
Listo.
Precioso musculoso dios del sexo en jeans ajustados.
Listo.
Los ojos de Taehyung se giraron de nuevo al bar. Su miembro
se endureció y palpitó contra los confines de sus vaqueros negros más rápido de
lo que nunca lo habían hecho en su vida mientras miraba la notable alta figura
de pie en el bar.
¡Malditamente caliente!
Impresionante ni siquiera empezaría a describir al hombre.
De pie, sobresalía varios centímetros respecto de los otros hombres en la
habitación, haciéndole fácil a Taehyung que lo viera.
Los músculos ondulaban bajo la apretada camisa blanca de algodón
del hombre, acelerando
el pulso de Taehyung. Su poderoso cuerpo se movía con una gracia
sensual que Taehyung no habría esperado en un hombre de su tamaño.
Y si sus
pantalones abrazaban su culo apretándolo un poco más todo el hombre perdería la
conciencia por falta de oxígeno en su
cerebro. Pero maldición,
el culo era
el más apretado y redondo que Taehyung
había visto jamás. A Taehyung realmente le gustaba joder culos como ese.
Y si añadía esos hombros que parecían tan anchos como un
granero y los músculos gruesos y abultados, Taehyung sabía que estaba mirando
al hombre de sus sueños.
Y aún no
había
mirado por encima incluso del cuello del hombre.
Cuando lo hizo, Taehyung
estuvo más allá de aturdido. No imaginaba que un hombre
que tuviera el cuerpo de un dios griego pudiera tener el
rostro de un ángel. Sus labios
eran firmes y sensuales, su suave piel bronceada estirada sobre los pómulos
altos.
Un mechón de
cabello rubio aguado
le caía sobre
la frente, su cabello claro era un profundo contraste con su piel bronceada. Taehyung
golpeó su dura
polla y luego
cruzó la habitación, su mirada
puesta en el hombre que le devolvía la mirada con sus ojos verde musgo.
Estaba tan jodido.
Y si estaba de suerte, entonces lo estaba el hombre que tenía
en su mira.
—Kim Taehyung ¿qué puedo hacer por ti? —Tengo algunas ideas
que podría sugerir.
—Mi nombre es Min Yoongi. Estoy buscando trabajo —dijo el
hombre, con voz baja y suave y lo suficientemente ronca para enviar escalofríos
de placer por la espalda de Taehyung —.
Tengo experiencia como
portero, cantinero de
bar y cocinero. ¿Tiene alguna
posición disponible?
Taehyung ahogó un
gemido mordiendo su
labio. Esto era demasiado fácil. Flexionó los dedos para
no alcanzar a Yoongi. Quería arrastrar al gigantesco hombre de regreso a su
oficina, doblarlo sobre su escritorio y saber cuántas posiciones podían descubrir
juntos.
Los ojos de Yoongi se estrecharon sobre el labio atrapado entre
los dientes de Taehyung. Un rubor llenó su rostro y sus ojos parecieron
ensancharse sólo una fracción antes de mirar hacia otro lado rápidamente. Taehyung
sonrió, levantando una ceja.
—Puede que tenga algunas... uh... posiciones en las que quizás
te encuentres interesado. —Taehyung arrastró las palabras. No podía creer la
mierda que salió de su boca. Ese fue la peor
línea para un levante, que jamás había escuchado.
—Uh, se lo agradezco señor.
¡Maldición!
Sólo ¡maldición!
Taehyung respiró profundamente y luego al instante deseó no haberlo
hecho.
El fuerte olor a sudor masculino y la excitación llenó sus fosas
nasales. Parecía que había
un olor subyacente que se envolvía en la polla de Taehyung y lo
conducía a la locura. Nunca había olido algo tan dulce y sin embargo tan
masculino en su vida. Podría embotellar la cosa y hacer millones… si estuviera dispuesto
a compartir.
No lo estaba.
—Por qué no vienes a mi oficina y podremos hablar. —Era una afirmación, no una pregunta. Taehyung no hacía
preguntas. Estaba demasiado acostumbrado a dar órdenes y ser obedecido al
instante. Tal vez se le había subido a la cabeza, pero no estaba dispuesto
a cambiar eso
ahora, ni siquiera
por un hombre que parecía sexo en
una barra de caramelo.
Taehyung giró sobre sus talones y caminó hacia su oficina.
El dulce aroma masculino que lo siguió muy de cerca le dijo que el magnífico
hombre lo había seguido. Esperó hasta que Yoongi entró luego cerró la puerta
antes de caminar alrededor de su lado de la mesa para sentarse.
—Toma asiento Yoongi.
Yoongi se sentó.
Taehyung notó que
sus ojos parecían descansar sobre él, entonces miraban
salvajemente alrededor del
cuarto y luego volvían a descansar sobre él. Eso intrigó a Taehyung. Yoongi
intrigaba a Taehyung, incluso las botas que cubrían sus pies.
Taehyung estiró las piernas debajo del escritorio y las
cruzó, reflejando la acción con sus manos.
—Háblame de ti, Yoongi
—dijo—. ¿Por qué estás buscando un trabajo y por qué elegiste mi bar para
buscar uno?
—Sólo necesito un trabajo, señor Taehyung.
—Llámame solo Taehyung, Yoongi.
El rostro de Yoongi se sonrojó de nuevo. Taehyung encontró
esta respuesta interesante para un hombre de la talla de Yoongi. Se comportaba
con un aire imponente de confianza en sí mismo, pero se sonrojaba tan
bellamente. Taehyung se preguntó hasta qué punto se había ruborizado. Estaba
malditamente seguro de querer descubrirlo.
Taehyung no podía recordar la última vez que había estado
cautivado por alguien, especialmente alguien que acababa de conocer. Por
supuesto, generalmente sabía luego de unos momentos de conocer a alguien si
estaba interesado en ellos, pero no recordaba que alguna vez hubiera estado
fascinado a primera vista.
—Oh, sí y por favor llámame Yoongi.
—¿Cuántos años tienes Yoongi?
Los ojos del hombre se entrecerraron, sus cejas rubias
oscuras se arrugaron juntas.
—Suficientemente viejo.
—Necesito saber que tienes edad suficiente para cuidar un
bar y más aún para estar dentro de uno.
¡Maldición! Ahí estábamos de nuevo.
El rostro de Yoongi se puso
rojo brillante cuando
se inclinó hacia delante, sacó la
billetera del bolsillo trasero
del pantalón y sacó su licencia de conducir. Se la ofreció a Taehyung.
—Tengo veinticuatro años señor.
Taehyung tomó la
licencia, examinándola cuidadosamente antes de devolverla. Así que el
hombre era unos años más joven que él. Bueno, varios
años menor que los treinta y ocho de Taehyung, pero no era un menor que pudiera
meterse en líos.
Taehyung entregó la licencia de nuevo y vio a Yoongi
guardarla.
—Este es un
bar Yoongi —dijo Taehyung ante
el aspecto contrariado que Yoongi
le disparó antes de volver a sentarse —. También es mi medio de vida.
La cabeza de Yoongi cayó
hacia adelante.
—Lo siento señor.
—No hay necesidad
de disculparse Yoongi.
—Taehyung no estaba dispuesto a
pedir disculpas al hombre por proteger lo que
era suyo—. Espero
que entiendas por
qué tenía que hacerlo. Puse demasiados años en este lugar como para no verificar la edad de mis empleados.
—¿Empleados?
—Dijo Yoongi un
poco sin aliento—. ¿Entonces obtuve el trabajo?
Había demasiada desesperación en los ojos verde musgo de Yoongi
para que Taehyung lo rechazara. Había una historia con este tipo y Taehyung
quería saber lo que era antes de contratarlo. No quería problemas después.
Taehyung juntó las manos y miró a Yoongi por unos instantes antes de
responder.
—Lo estoy
considerando, Yoongi, pero todavía quiero saber por qué estás
buscando un trabajo en mi bar.
Yoongi se encogió de hombros.
—Pensé que un bar es un bar, ¿no? Servir bebidas, operar la
caja registradora y limpiar al final de la noche.
—Con la mayoría de los bares puede ser cierto. —Taehyung consideró a Yoongi
por otro instante—. Yoongi, ¿sabes qué tipo de bar es este?
Yoongi frunció el ceño.
—Es un bar de carretera, Yoongi. Tenemos de
todo, desde granjeros
que quieren saciar
sus salvajes deseos sexuales hasta motociclistas que buscan una pelea. Se les sirven bebidas, pero
también se les esquiva. Y nueve de cada diez veces cuando estás limpiando al
final de la noche, estarás limpiando
alcohol, sangre, semen
y vómito. ¿Crees que puedes
manejar eso?
Yoongi al instante soltó una risita.
—Sí señor.
—Si trabajas en
la puerta, muchas
lagartijas y algún cachondo cuarentón estará tratando de
entrar. Van a tratar de sobornarte con crack, mala hierba, pollas, coños y lo
que crean que puede hacer que los dejes pasar la puerta —Taehyung se inclinó hacia
atrás en su silla, dando ligeros golpecitos con el dedo sobre el escritorio—. Preparar comida no
es un gran problema ya que aquí
sólo se sirven
hamburguesas y patatas
fritas. Vienen de una sola manera, mi manera y no hacemos pedidos especiales,
nunca.
Yoongi se rio y asintió.
—Sí señor.
—Y realmente necesitas
detener esa cosa
de señor, Yoongi, al
menos mientras estamos
con otras personas, puedes llamarme
señor todo lo que
quieras. De lo contrario cuando estemos solos
llámame Taehyung.
Taehyung pudo ver el asombro del hombre en la forma en que sus
ojos se agrandaron y su mandíbula se abrió brevemente con un adorable rubor en
sus mejillas y entonces cerró la boca de golpe. Taehyung estaba comenzando a
ver un patrón en la forma en que la cara de Yoongi se sonrojaba. Sucedía cada
vez que Taehyung mencionaba algo remotamente sexual.
—Sí señor.
Sí, este hombre intrigaba a Taehyung hasta los dedos de sus pies.
Aun así...
—¿Por qué estás buscando trabajo Yoongi? Creería que un
hombre de tu estatura podría encontrar trabajo en cualquier lugar, sin duda en
un bar en un mejor barrio. —La cabeza de Yoongi volvió a caer. Sólo que esta
vez, parecía un poco pálido en
lugar de sonrojado.
Taehyung se inclinó
hacia adelante preocupado—. ¿Yoongi?
—Me despidieron ¿de acuerdo? —Yoongi levantó la vista, esa
desesperada mirada que Taehyung vio al principio en sus ojos de nuevo, en sus
brillantes profundidades—. Trabajé en ese bar por el lado este por tres años.
Nunca había perdido un día de trabajo o me reporté enfermo. Hasta me estaban
entrenando para que yo fuera el gerente de noche. Entonces un imbécil hizo un
comentario sobre mi sexualidad, alguien le dijo algo a mi jefe y me
despidieron.
La sorpresa hizo que las cejas de Taehyung se dispararan en
su frente.
—¿Fuiste despedido porque eres gay?
Todo el cuerpo de Yoongi parecía estremecerse mientras de
repente se ponía de pie. Lanzó una larga mirada llena de ira a Taehyung y
entonces se dirigió a la puerta sin decir una palabra.
Taehyung se puso
de pie dispuesto a
perseguir al hombre cuando un pensamiento lo golpeó. Se
dio cuenta por la postura rígida de los
hombros de Yoongi,
que el hombre
estaba esperando que Taehyung dijera algo sobre él. Taehyung también
sabía que no tenía
una sola vibración
de gay en
su cuerpo. Las personas
se sorprendían constantemente cuando
descubrían que él prefería a los hombres. Quizá Yoongi tampoco lo sabía.
—Yoongi —dijo en el tono más severo que podía reunir—. Siéntate. No
creo que hayamos
terminado nuestra conversación, a
menos que, por
supuesto, no quieras
el trabajo.
Las cejas de Yoongi se dispararon con sorpresa cuando se dio la
vuelta.
—¿Todavía me contratarías
sabiendo que soy gay?
—No soy un hipócrita Yoongi.
La quijada de Yoongi cayó.
—¿Eres gay?
—Si el fuerte
deseo de doblarte
sobre mi escritorio
y joderte hasta que no puedas caminar significa que soy gay, entonces sí, soy gay. —Sonrió Taehyung—.
Sorprendentemente, he sido así desde que tenía quince años y descubrí a Choi
Minho pajeándose en el granero de regreso a mi casa en Nebraska.
Los ojos verdes de Yoongi llegaron a estar tan redondos que
dominaban su cara.
—¿Tú… tú me quieres
follar?
¿No podría el hombre ver su propio atractivo?
Taehyung caminó alrededor de su escritorio, sin apartar sus ojos de Yoongi hasta
quedar directamente frente
a él, tan cerca
que sus pechos
casi se tocaban.
Sus narices
probablemente estarían casi tocándose también, si Yoongi no fuera
varias pulgadas más alto que Taehyung. Así las cosas, no era más que la altura
correcta para ver la manzana de Adán de
Yoongi subir y bajar cuando el hombre tragó.
—Pareces sorprendido Yoongi.
—Sí, supongo que sí —dijo Yoongi. Su boca se curvó en una
sonrisa inconsciente—. ¿Realmente eres gay?
—Me gustaría tener la oportunidad de demostrártelo, pero creo
que estás más interesado en un trabajo.
Los ojos de Yoongi se
dispararon más allá
de Taehyung, mientras su
cara ardía. Inclinó su
cabeza ligeramente hacia adelante como si estuviera
inspeccionando sus pies.
—Supongo que no puedo intentar las dos cosas —murmuró.
Taehyung sintió un
deseo inusual de bailar alrededor de la habitación. Aferrándose a su dignidad de un hilo, levantó la mano y rozó su mano sobre
el lado de la cara de Yoongi hasta que el hombre alzó los ojos para encontrarse
con los suyos.
—Infiernos, Yoongi, soy dueño del maldito lugar. —Taehyung dejó
a Yoongi ver la sonrisa en su rostro. Oyó a Yoongi inhalar cuando su deseo se
mostró a través de él—. Me imagino que puedo hacer casi cualquier maldita cosa
que quiera.
Yoongi miró fijamente hacia abajo. El aire alrededor de ellos parecía
electrizado, la excitación
los rodeaba. Si Taehyung
hubiera sido un gato, estaría ronroneando ahora mismo. Así las cosas, quería
frotar su cuerpo
por todas partes
hasta que Yoongi estuviera
saturado por el dulce olor del hombre.
Los anchos hombros
de Yoongi se
sacudieron ante el suspiro. Su
cercanía era tan
masculina, tan vigorizante
que envió escalofríos de placer a todo el cuerpo de Taehyung. Se inclinó
hacia delante y hundió su cara en los construidos músculos del pecho de Yoongi,
entonces respiró hondo, gimiendo.
—Hueles jodidamente bien Yoongi.
—¿Sí?
Taehyung inclinó la cabeza hacia atrás y sonrió a Yoongi.
—Sí. —Las pestañas largas y oscuras de Yoongi revolotearon
contra sus sonrosadas mejillas.
Inclinó la cabeza hacia abajo, se detuvo y luego se inclinó más
hasta que su nariz se apoyó en la curva del cuello de Taehyung.
La polla de Taehyung palpitaba contra su cierre mientras Yoongi
inhalaba.
—Hueles bien también —murmuró Yoongi, su aliento caliente
contra la oreja de Taehyung.
Taehyung sintió las grandes manos de Yoongi descansar sobre sus
caderas, tirando de él hacia delante hasta que sus cuerpos se apretaron.
El agarre era
ligero como si Yoongi se
diera cuenta de que
era un hombre más fuerte
físicamente y no quisiera hacer
daño a Taehyung.
Taehyung no era tan cuidadoso. Mientras que un gentil amante
siempre se sentía bien, eso tenía un tiempo y lugar. Este no lo era. Taehyung
envolvió su mano alrededor del cuello de Yoongi y
enterró sus dedos en el suave y sedoso cabello de la cabeza
de Yoongi. Agarró un
puñado, tirando hacia
abajo la cara
de Yoongi y reclamó sus labios.
Taehyung sintió el pequeño jadeo de sorpresa de Yoongi hasta
el fondo de su cuerpo. Se asentó en algún lugar de sus bolas. Los labios de Yoongi
fueron negligentes por un momento antes de que el hombre estuviera sometido.
Sus labios se suavizaron y su boca se abrió más para que Taehyung entrara.
Taehyung quiso remontar la plenitud suave de los labios de Yoongi
antes de profundizar en el interior, explorando. El beso fue cálido,
apasionado, tanto como Taehyung imaginó que Yoongi
sería si se dejaba ir. Taehyung sospechaba que había un
hombre sensual debajo de rígido exterior de Yoongi, a la espera de ser descubierto.
Y planeaba encontrarlo.
Sus manos se
movieron sobre el
cuerpo de Yoongi, acariciando suavemente los duros
contornos de su espalda y hacia abajo a
la cintura de sus ajustados vaqueros. Decidiendo que ahora no era el momento
para involucrarse demasiado, se saltó la tentación de meter la mano por la
parte de atrás de los vaqueros de Yoongi y en su lugar, se trasladó más
adelante para agarrar el culo
de Yoongi en sus
manos a través del grueso
material de algodón.
Tan alto como Yoongi era, estando de pie, Taehyung tenía la ventaja
de la altura perfecta. Fácilmente agarró las mejillas del culo de Yoongi con
las manos y apretó. Taehyung se alegró cuando oyó un suave gemido proviniendo de Yoongi. El
hombre se levantó sobre sus
talones un poco, aunque nunca dejó la boca de Taehyung. Sus pollas se frotaron
entre sí, Yoongi era sólo un poco más alto que
Taehyung, pero aún era
impresionante en la dureza que se
apretaba contra él.
Un rígido dedo
acarició la costura
de los pantalones vaqueros de Yoongi entre las
mejillas de su culo y Taehyung obtuvo un rotundo gemido y un estremecimiento de
todo el cuerpo. Ah, sí, este hombre pedía a gritos ser follado. Taehyung tenía
toda la intención de hacer precisamente eso una vez que llevara al solitario
hombre a su apartamento arriba de las escaleras.
Escuchando las voces fuera
de la puerta de su oficina, Taehyung lamentó
retirar sus labios
de Yoongi. Sintió
cierta satisfacción cuando los labios de Yoongi trataron de seguir los suyos.
Taehyung sonrió y deslizó su dedo por los labios de Yoongi.
—Vamos a continuar esta tarde, pero si el ruido exterior es
un indicativo, las puertas se abrieron y tenemos que ir a trabajar.
—¿Sí?
Taehyung no estaba seguro de si Yoongi estaba preguntando sobre el
trabajo o sobre joder. Él decidió que
tenía que ser claro en ambos.
—Lo que pase entre nosotros y el trabajo en el bar son dos
cosas separadas, Yoongi. Necesitas saber eso. No recibirás ningún tratamiento
especial porque estás saliendo con el jefe.
—¿En serio? —Parpadeó Yoongi—. ¿Quieres salir conmigo?
—Hay un montón
de cosas que
quiero hacer contigo, bebé. —Se rio Taehyung—. Las citas
son sólo una de ellas.
—Genial.
Taehyung se echó a reír de nuevo. Yoongi era malditamente demasiado
lindo. Se imaginó que el hombre no quería escuchar eso, pero era incluso
adorable. Taehyung realmente no creía que el hombre sabía lo hermoso que era.
Tendría que hacer algo al respecto.
Un anhelo brilló en los ojos de Yoongi que Taehyung no pudo resistir.
Se inclinó y tomó un beso más,
deteniéndose en el dulce sabor del
hombre en sus
brazos antes de
alejarse. Acarició suavemente un mechón suelto de cabello en la mejilla de
Yoongi.
—El trabajo primero,
el juego más
tarde, ¿hmmm, hermoso?
—Sí, está bien, puedo hacer eso.
Oh, tal ansia, tal necesidad. Taehyung estaba en el cielo y
ni siquiera había visto al hombre desnudo todavía. La noche, sin duda estaba
mejorando.
—Esta noche sólo quiero que me sigas a todos lados, que
conozcas el lugar. Puedes lanzarte aquí y allá cuando las cosas se calienten.
Podemos discutir los detalles mañana.
—Sí señor.
Taehyung gimió. Estaba en un gran problema.
A Taehyung le dolían los pies, pero no tanto como los nudillos.
Había tirado más de un golpe esta noche y eso lo demostraba.
Negó con la cabeza. Hombre, estúpidos
aspirantes a motociclistas.
Ellos pensaban que eran grandes y malos porque montaban motocicletas y vestían
de cuero. Ellos no sabían una mierda.
—¿Necesitas un poco más de hielo jefe?
—No Jungkook, estoy bien.
—Me alegro de que te sientas bien porque te ves como la mierda.
Taehyung rodó los ojos y extendió la mano empuñada hacia la parte
posterior de la cabeza de Jungkook.
Jungkook se echó a reír y se alejó rápidamente, pero no
antes de que Taehyung oyera un leve gruñido venir detrás de él. Miró por encima
del hombro, sorprendido.
Yoongi estaba detrás
de él, su
labio curvado en una
mueca y sus ojos entrecerrados siguiendo a Jungkook a través del bar. Parecía
como si fuera
a saltar sobre
él en cualquier momento. Habiendo visto suficiente
sangre esta noche, Taehyung extendió la mano y agarró el brazo de
Yoongi. Los gruesos músculos se tensaron bajo su mano.
—Hey bebé, no
te preocupes por Jungkook —dijo Taehyung
mientras empujaba a Yoongi cerca de él—. Sólo está haciendo el tonto. No
significa ninguna amenaza.
Yoongi tropezó
sobre Taehyung. Luego pareció envolver
su cuerpo alrededor de Taehyung casi en forma protectora. Su cuerpo cubrió el
de Taehyung desde
atrás, sus brazos alrededor de él,
colocándolos sobre el
estómago de Taehyung.
Taehyung se sintió extrañamente reconfortado por el
abrazo de Yoongi.
— No debería hacer
eso —se quejó Yoongi—. Además de que no fue agradable, tú eres el jefe.
Taehyung apoyó la cabeza en la curva del cuello de Yoongi y se
volvió para plantar un pequeño beso en la parte inferior de la barbilla del
hombre.
—Jungkook ha estado conmigo desde hace más de
cinco años, Yoongi.
Se ha ganado
el derecho de hacerme comer mierda.
Los brazos de Yoongi comenzaron a aflojarse.
—¿Ustedes están juntos?
Taehyung rápidamente agarró los brazos de Yoongi y se los puso
de vuelta alrededor de su cuerpo.
—No, cariño, no como eso. Jungkook ha estado trabajando para
mí durante más de cinco años. Nunca ha habido nada entre nosotros, te lo juro. Jungkook,
no es para nada mi tipo.
Yoongi miró al otro lado de la habitación a Jungkook por
otro momento y luego inclinó la cabeza para mirar hacia abajo a Taehyung, su
cabeza inclinada hacia un lado como si algo curioso pasara por su cabeza.
—¿Cuál es tu tipo? —preguntó.
Taehyung podía sentir el ardiente rubor en la cara apretada contra su
frente. Se agachó
para acariciar el
impresionante bulto en los
pantalones vaqueros de Yoongi. Sintió
que el
hombre inmediatamente comenzó a endurecerse.
—Tengo una salvaje sospecha.
Los brazos de Yoongi se
apretaron a su
alrededor, pequeños silbidos viniendo de
sus labios mientras empujaba sus caderas hacia Taehyung.
—Maldición, no tienes ni idea de lo que se siente.
¿El hombre había experimentado el deseo antes? Yoongi parecía
estar absorbiendo el toque de Taehyung como una esponja. Si la mirada firme y
enrojecida en la cara de Yoongi era algún indicativo, lo anhelaba más que el
aire.
—¿Estás listo para dejar de ser mi empleado y empezar a ser
mi amante? — preguntó Taehyung.
Los ojos de Yoongi se abrieron como platos. Su aliento salió
de su boca en un pequeño jadeo.
—¿Amante?
Taehyung sonrió al ver la expresión en el ansioso rostro de Yoongi.
—El bar está cerrado.
Jungkook y Jin puede limpiar la casa esta noche.
Taehyung se preocupó cuando la ansiosa mirada en el rostro de Yoongi
desapareció para ser
reemplazada por una de
vacilación. Yoongi frunció
el entrecejo, las comisuras
de su boca vueltas hacia abajo.
Sus ojos se posaron lejos de Taehyung.
—No seré… no
puedo ser un
mantenido Taehyung —dijo Yoongi en voz baja.
Taehyung se volvió entre los brazos de Yoongi hasta que se presionó
pecho a pecho con el hombre.
—Oh Yoongi, nunca esperaría
que lo fueras.
Además, no mantengo
amantes. Cuando el bar está abierto y estamos en el trabajo, tú eres mi empleado,
pero después de estas horas eres mi amante. Eso es todo lo que quería decir
bebé.
A Taehyung le encantó el rubor que llenaba la cara de Yoongi.
Estaba empezando a ver
cambiar la cara del
hombre hasta volverse roja. Eso
hizo parecer a Yoongi joven e inocente, algo que Taehyung esperaba que no
fuera. Lo que quería de Yoongi no era de ninguna manera infantil.
—Para que lo sepas
Taehyung, no espero un paseo
gratis, incluso si nos convertimos en amantes. —Los labios de Yoongi se
adelgazaron, llegando a ser sombríos—. Quiero trabajar.
Taehyung se rio entre
dientes.
—Oh, vamos a ser
amantes bebé, tan pronto como pueda conseguir tu sexy culo en el piso de
arriba, pero eso no tiene nada que ver con trabajar en el bar.
—¿No crees que podría
haber un conflicto? —Preguntó Yoongi—.
Qué pasa
si… y si no me gusta
después de que nosotros… quiero
decir, no soy muy… no suelo…
Maldición, Yoongi lucía
adorable cuando tartamudeaba. Parecía
muy nervioso e incómodo, pero al menos trataba de poner su punto. Taehyung
decidió dar al hombre un respiro. Tomó la
mano de Yoongi y la apretó contra la
dura polla en sus pantalones.
—He estado muy duro desde el momento en que te vi de pie
junto al bar. Si sólo mirarte me puede poner así de duro, no dudo ni por un
segundo que tenerte en mi cama va a hacer mucho
más. —Taehyung miró alrededor del
salón del bar—.
En cuanto a tu empleo aquí, estaría más que feliz de firmar un contrato contigo
en que establezcas
que no puedes
ser despedido si vamos por caminos separados.
—¿Crees que va a pasar?
—Honestamente no, pero quiero que estés seguro que lo uno no
tiene que ver con lo otro. Puedo separar mi trabajo y mi vida amorosa, Yoongi.
—Taehyung arqueó una ceja al hombre—. ¿Puedes tú?
—No lo sé. —Yoongi se encogió de hombros, sus enormes hombros
moviéndose tranquilamente debajo de la camisa de algodón—. Nunca ha sido un
problema antes.
—¿Crees que va a ser un problema ahora?
Los enormes hombros
de Yoongi tiraron
contra las costuras de su camisa
cuando él se encogió de hombros otra vez.
La boca de Taehyung se
llenó de agua
ante el deseo
de acariciar con su lengua la piel bajo la camisa de Yoongi.
—No lo puedo
decir Taehyung. Nunca
he estado en
esta situación antes.
La mano de Taehyung se deslizó hacia abajo por el brazo de Yoongi
y se apretó alrededor de su muñeca.
—Yoongi, no eres virgen ¿verdad? —Taehyung no se alejaría de
Yoongi si lo era, pero podría cambiar algunas de las cosas que quería hacer con
el hombre, por lo menos al principio.
La cara de Yoongi enrojeció de nuevo mientras agachaba la
cabeza.
—No, pero...
—¿Pero? —Taehyung le animó.
Las cejas de Yoongi vacilaron un poco. La calidez de su sonrisa
se hizo eco de su voz.
—Nunca he conocido a nadie como tú. No sé si puedo ser lo
que tú quieres que sea, darte lo que necesitas.
Taehyung pensó cuidadosamente sus
palabras antes de responder.
No tenía ninguna
duda de que Yoongi podría cumplir todas y cada una
de las fantasías que había
tenido sobre el hombre desde que lo conoció y unas pocas que no había pensado
hasta ese momento.
Sin embargo no
quería asustar a Yoongi antes de que pudiera probarlo.
Taehyung se echó hacia atrás y miró en los ojos verde musgo de
Yoongi.
—Yoongi, no hay reglas aquí. Nosotros hacemos lo que es
correcto para nosotros.
Tenemos que llegar
a conocernos el uno al otro fuera
de la cama, pero sin duda quiero conocerte también
dentro de ella. Y de ninguna manera estoy preocupado de que no puedas darme lo
que quiero. — Taehyung acarició la mejilla de Yoongi con el dorso de la mano—. Creo
que eres perfecto.
—¿Sí? —Los ojos de Yoongi se iluminaron cuando Taehyung le terminó
de entregar su más grande sueño.
—Sí.
—Sí, ok —la voz de
Yoongi fue un suave
murmullo—. Entonces podemos…
Taehyung sonrió.
—Recuerda lo que te dije bebé. Soy dueño de este lugar.
Puedo hacer casi todo lo que quiera.
Su estado de ánimo de
repente parecía vibrante por la emoción y lleno de
anticipación. Dio un paso atrás y le dio al cuerpo de Yoongi una
mirada libertina, degustándolo
tanto como lo hizo
la primera vez
que lo vio. Yoongi
era alto y hermoso y totalmente digno de babear. Taehyung
quería hacer una comida de buffet con él.
—¿Quieres ir arriba y conocernos mejor? —Ok, eso se oyó como una
mala frase para
levantar. Podría también
haberle preguntado a Yoongi si quería subir y ver sus grabados… si tuviera
grabados. Realmente necesitaba ser más encantador, porque sonaba como un
idiota tratando de recoger su primer chico en un bar.
Taehyung dejó caer la cabeza hacia delante sobre el pecho de
Yoongi. Tomó un
par de respiraciones
profundas antes de levantar la cabeza y mirar los ojos
centelleantes de Yoongi.
— Sé que sueno
como un completo
idiota. Tendrás que perdonarme. No he tenido a alguien tan
sexy como tú en un largo tiempo —sonrió—. Realmente me gustaría que subieras a mi
casa conmigo. Me gustaría llegar a conocerte mucho mejor y luego ver a dónde
van las cosas desde ahí.
Los perfectos dientes blancos de Yoongi brillaban con la luz
de la barra mientras sonreía.
—Creo que eres lindo.
¿Lindo?
Taehyung no podía recordar ser llamado lindo… sexy, tal vez incluso agresivo,
pero ¿lindo? Taehyung
pensó en eso
y luego decidió que no le
importaba que Yoongi pensara en él como lindo. Tendría que llevarlo hacia sexy.
—Vamos hermoso —dijo Taehyung mientras
se alejaba de Yoongi, girando la cabeza hacia su
apartamento por encima del bar. No era mucho, básicamente un lugar para dormir
cuando no estaba abajo, pero era todo suyo.
Taehyung podía oír los pesados pasos de Yoongi mientras el hombre
se arrastraba detrás de él. Sus ojos nunca dejaron de viajar de
vuelta al bulto
en los pantalones
de Yoongi, demasiado intrigado
con lo que se escondía
detrás de la cremallera
del hombre, pero ahora
se daba cuenta
de que Yoongi llevaba
botas. Podía oírlas
golpeando el suelo
de madera con cada paso que Yoongi daba.
Taehyung francamente no lo admitiría a nadie, pero tenía una
cosa por las botas de hombre. No había nada en el mundo tan sexy como un
hombre fuerte en un par de
botas. Taehyung no estaba muy
interesado en el tipo de botas, siempre y cuando fueran botas. Tendría que
conseguir que Yoongi modelara para él.
—¿Yoongi? —Dijo Taehyung
por encima de
su hombro mientras subía
las escaleras hacia
su apartamento—. ¿Qué tamaño de botas usas?
—Uh, talla quince —respondió Yoongi. Taehyung podía oír la confusión
en su voz—. ¿Por qué?
¿Tamaño quince? ¡Malditamente caliente!
Taehyung escondió su sonrisa mirando de nuevo a la escalera.
—Ninguna razón, sólo curiosidad. —De hecho tan curioso, que le
tomó todo lo que era a Taehyung para no mirar hacia atrás a los pies de Yoongi.
En su lugar aceleró sus pasos, ansioso por tener a Yoongi en el interior de su
apartamento.
Le tomó unos instantes llegar a su apartamento, abrir la puerta
y entrar con Yoongi. Taehyung cerró la puerta con llave y luego se apoyó en
ella, cruzando los brazos sobre el pecho. Observó la magnífica figura de Yoongi
mientras lo veía mirar alrededor.
Taehyung se preguntó lo que Yoongi veía. ¿Se nota la
limpieza del lugar a pesar de
sus escasos muebles? ¿Vería los libros cuidadosamente seleccionados que Taehyung
había recogido aquí y allá y que se encontraban en las estanterías empotradas a
lo largo de una pared?
¿El cuidado de Taehyung en su sofá de limpio cuero negro o
la mesa de centro
de madera suavemente
pulida le parecería demasiado femenino?
Podían parecer pequeñas cosas para la mayoría, pero para Taehyung, éste
era su santuario
lejos del mundo.
Mantuvo con pocos muebles porque
él no necesitaba mucho, sólo un lugar para
retirarse del mundo
en general. Sin
embargo, se enorgullecía de
cuidar lo que él tenía.
—¿Qué te parece?
La cabeza de Yoongi se balanceó sobre la pila de DVDs que
había estado mirando.
—Muy agradable. Es mucho mejor que el agujero de mierda en
la pared que tengo rentado de mi antiguo jefe.
El interés de Taehyung se despertó por el descenso repentino
de los labios de Yoongi.
—Yoongi, ¿pasa algo malo?
—¿Qué? Oh, no. —Yoongi negó con la cabeza—. Estaba pensando
en algo.
—No parece como si fuera algo bueno —Taehyung se acercó hasta
quedar delante de Yoongi—. ¿Algo en lo que te pueda ayudar?
—No, es algo que tengo que resolver por mi cuenta. —Los labios
de Yoongi temblaron un poco y entonces se curvaron en una sonrisa—. Pero
gracias.
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