domingo, 19 de junio de 2022

CAPITULO 8

Yoongi regresó de nuevo a su habitación después de donarle sangre a Taehyung una vez más. Silenciosamente cerró la puerta y se deslizó hasta sentarse en el suelo, enterrando la cabeza entre las manos. Se estaba haciendo más y más difícil donar cada vez que Taehyung lo llamaba. Yoongi sentía como si un pedazo de su alma estuviera siendo arrancado cada vez que Taehyung bebía de él.

 

Esto no era como se suponía debía ser. Yoongi tenía que creer eso. Estaba casi a punto de pedirle a Taehyung que hiciera esa cosa del encantamiento cuando necesitara sangre. No quería saber lo que estaba pasando cuando Taehyung bebía de él. No quería sentirlo.

 

En especial no quería sentir los orgasmos que sacudían su cuerpo cada vez que Taehyung tomaba su sangre. No podía controlar la respuesta de su cuerpo, y él lo sabía, pero no podía evitar sentirse avergonzado cada vez que ocurría. Se sentía sucio.

 

Yoongi dio una palmada en su boca, cuando unas náuseas repentinas rodaron a través de él, haciendo que su estómago amenazara con rebelarse. Respiró hondo varias veces para tratar de calmar su dolor de estómago, pero nada parecía funcionar.

 

Yoongi se levantó de un salto y corrió al cuarto de baño, alcanzando el inodoro justo a tiempo para vaciar el contenido de su estómago en el dios de porcelana. Yoongi vomitó hasta que solo las arcadas atormentaban su cuerpo.

 

Yoongi apoyó la cabeza contra el asiento del inodoro por un momento, luego levantó la mano y tiró la cadena. Lentamente se puso de pie y quitó la ropa de su tembloroso cuerpo. Al menos ahora tenía su propia ropa. Sus cosas habían sido empacadas y se las trajeron a principios de semana.

 

Yoongi nunca había estado tan agradecido de ver unas cuantas cajas de ropa, libros y chucherías. Las cosas le dieron algo tangible para aferrarse en el mundo del caos en el que se había encontrado a sí mismo.

 

En los días posteriores al que había llegado a la propiedad de Taehyung, Yoongi había intentado llegar a conocer a los demás que vivían allí, pero ellos lo ignoraron cada vez que lo hacía, como si no importara, como si estuviera por debajo de ellos. Ni siquiera los otros donantes de sangre hablaban con él. Excepto por Taehyung y Jimin, nadie quería hablar con él. Yoongi estaba tan solo que realmente estaba pensado en llamar a casa para hablar con su padre sólo para escuchar otra voz.

 

Después de una escena particularmente incómoda cuando uno de los otros donantes había tratado de atacarlo, había llevado a Yoongi a quedarse en su habitación. No tenía idea de lo que había hecho para molestar al hombre, aparte de decirle “hola”.

 

Taehyung trató de explicarle que había utilizado al hombre en el pasado como donante, pero se detuvo cuando él se enfermó. El otro donante, obviamente, no tenía sangre pura como Yoongi, y estaba celoso de la posición de Yoongi. Bien por él. Podría haberla tenido. Yoongi no la quería, ya no más. Había aprendido exactamente cómo era ser el donante de sangre de un vampiro, y Jimin no podría haber tenido más razón.

 

Él era ganado.

 

¡Moo!

 

Yoongi abrió la ducha y se metió. Su piel le dolía cuando el agua lo golpeó. Inhaló lentamente, tratando de empujar los pequeños pinchazos de dolor de su cabeza. Yoongi no sabía si se trataba de un efecto secundario de la donación de sangre o no, pero últimamente su piel se había vuelto extremadamente sensible. A veces incluso le dolía al respirar.

 

Yoongi se quedó en la ducha hasta que el agua salió fría y luego la apagó y salió. Cogió una toalla y de forma poca entusiasta se secó antes de tirar la toalla en el cesto de la ropa sucia y caminar de regreso a su habitación.

 

Se detuvo y se quedó mirando la bandeja de comida en la mesa junto a la ventana. La idea de la comida hizo que su estómago amenazara con rebelarse de nuevo. Él apenas había sido capaz de mantener las cosas en días, pero los retorcijones de estómago eran lo peor. Yoongi no sabía si los retorcijones tenían algo que ver con lo avergonzado que estaba de disfrutar el ser mordido, pero se estaba inclinando en esa dirección. Los retorcijones sólo venían cuando Taehyung bebía de él.

 

Yoongi tomó un par de pantalones de calle y una simple camisa de algodón, colocándoselos. Cuando se estremeció por el frío que parecía estar colgando en el aire, decidió añadir una sudadera. Estaba congelándose.

 

 Yoongi se acercó a la mesa y tomó sus vitaminas, agradecido cuando se quedaron abajo después de varios tragos de agua. Incluso si no podía retener ningún alimento, aún necesitaba obtener algún tipo de vitaminas en su sistema. Su cuerpo tenía que seguir produciendo esa fabulosa sangre pura de grado-A. ¿Para qué otra cosa era bueno además de ser una vaca?

 

Yoongi suspiró profundamente y se acercó a su cama. Apiló las almohadas en un extremo y se acurrucó en ellas, tirando de las mantas hasta sus hombros. Estaba cansado, tan jodidamente y demasiado cansado. Últimamente parecía que estaba cansado todo el tiempo. Su itinerario consistía básicamente en alimentarse, luego Taehyung se alimentaba, entonces dormía hasta la siguiente vez que Taehyung lo llamaba.

 

Y eso es exactamente lo que iba a hacer ahora — dormir hasta que su maestro lo llame otra vez.

 

Hey, Taehyung, ¿puedo hablar contigo un momento.

 

Taehyung levantó la vista de los papeles en los que estaba trabajando para ver a Jimin de pie en la puerta de su oficina. Él asintió con la cabeza y volvió a sus papeles.

 

— ¿Qué puedo hacer por ti, Jimin?

 

Estoy preocupado por Yoongi. Uno de los empleados de la cocina se acercó y me dijo que Yoongi no está comiendo.

 

Taehyung frunció el ceño mientras lo miraba de nuevo.

 

—¿Qué quieres decir con que no está comiendo? —La preocupación inmediatamente lo embargó.

 

 Lo que acabo de decir. Él no está comiendo. Sus bandejas de comida siguen regresando con más y más comida en ellas. En los dos últimos días, la única cosa que ha estado ausente de las bandejas de comida de Yoongi cuando regresan a la cocina son las vitaminas.

 

Taehyung bajó la cabeza mientras apretaba los dientes. Su primer instinto fue correr escaleras arriba y chequear a Yoongi, excepto que ni Yoongi ni Jimin querían que hiciera eso. Jimin le daría un sermón sobre las normas que rigen a un donante de sangre, y Yoongi sólo se quedaría en silencio y se desvanecería a alguna parte donde a Taehyung no se le permitía ir.

 

Esto lo volvía loco.

 

Él era el príncipe del aquelarre aquí, y ni siquiera podía conseguir que sus deseos se cumplieran. Oh, por supuesto, su piel tenía un agradable brillo saludable para ahora, y de nuevo estaba en sus pies, sintiéndose mejor de lo que lo había hecho en años. Era una lástima que su corazón se rompiera en el proceso.

 

Y Taehyung había tenido tiempo suficiente para pensar en ello para saber qué estaba pasando exactamente. Él quería a Yoongi. Quería que el hombre permaneciera en su vida de manera permanente, mantenerlo a su lado por el resto de sus vidas. Taehyung no podía engañarse más. Él estaba enamorado de Min Yoongi.

 

Y Yoongi no quería tener nada que ver con él.

 

Taehyung había visto la vergüenza en los ojos de Yoongi cada vez que bebía del hombre. Sabía que Yoongi disfrutaba físicamente de sus tiempos juntos, pero su corazón no estaba en ello. Tan pronto como terminaban, Yoongi nuevamente se alejaba y regresaba rápidamente a su habitación.

 

 Taehyung suspiró cuando Jimin se aclaró la garganta. Jimin era un problema tan grande como lo era Yoongi, sólo por razones diferentes. Cada vez que Taehyung expresaba la más mínima preocupación por Yoongi, Jimin se apresuraba a recordarle que Yoongi era simplemente un donante de sangre. Lo que confundía increíblemente a Taehyung acerca de por qué Jimin estaba viniendo a él ahora.

 

—¿Qué te gustaría hacer al respecto, Jimin? ¿Obligarlo a comer?

 

Hablo en serio, Taehyung.

 

Yo también. —Taehyung dejó la pluma sobre la mesa y se sentó de nuevo en su silla mientras consideraba a Jimin. Estaba malditamente cansado de que todo el mundo le recordara lo que debía hacer en lugar de dejarlo tomar sus propias decisiones. Si esto era como debía ser el príncipe, él no lo quería.

 

Como siempre estás tan ansioso de señalarme que Yoongi no es más que ganado. ¿Por qué me debe importar? Si él muere, muere. Ahora estoy lo suficientemente sano como para que tengamos tiempo de buscar otro donante.

 

Dios, eres un bastardo hijo de puta.

 

Una de las cejas de Taehyung se alzó.

 

—¿Perdón?

 

—¿Yoongi está enfermo, y simplemente te sientas allí y sigues hablando acerca de que encontremos algún otro donante? ¿Ni siquiera te preocupas por él? Él te devolvió tu vida. —Jimin comenzó a agitarse, lanzando los brazos hacia el aire—. Ni siquiera te molestas en ir a verlo.

 

Taehyung gruñó cuando se levantó de su silla y golpeó con los puños en su escritorio.

 

—Tú fuiste el que me señaló, y a Yoongi, lo poco que debería importarme mi donante de sangre, así que no vengas corriendo hacia mí llorando cuando obtuviste exactamente lo que querías.

 

Yo estaba equivocado, ¿de acuerdo? —Jimin tiró de su cabello mientras daba vuelta alrededor—. ¡Joder!

 

Taehyung volvió a sentarse en su silla y apoyó los codos sobre la mesa, posando la barbilla en las manos. Toda la situación estaba jodida.

 

—¿Qué quieres de mí, Jimin?

 

—¡Quiero que te preocupes de una puta vez de lo que está pasando con Yoongi!

 

Taehyung apretó sus manos.

 

—¿Por qué? Según tú, él que no es lo suficientemente bueno para mí. Él es ganado. ¿No es eso lo que le dijiste que era, ganado?

 

—¡Dios! —Jimin se dio la vuelta y lo miró—. ¿Te importaría levantarte de ahí de una puta vez e ir arriba y ver cómo está él?

 

Está bien, si eso es lo que crees que debería hacer, eso es lo que voy a hacer. —Taehyung se puso de pie y comenzó a rodear su escritorio. Mientras lo hacía, hizo un gesto con la mano hacia su escritorio—. Hay una hoja de papel en el cajón. Mientras voy a ver a Yoongi, ¿por qué no escribes una lista de mis otras reglas? No quiero violar ninguna de ellas.

 

Vete a la mierda, Taehyung.

 

Taehyung se dio la vuelta y agarró a Jimin alrededor de la garganta, golpeándolo contra la pared. Se inclinó tan cerca de la cara de Jimin que podía oler el miedo del hombre. Taehyung frunció los labios hacia atrás, extendiendo sus colmillos hasta que se cernían sobre sus labios.

 

 No olvides nunca con quién estás hablando —gruñó Taehyung—. Te he escuchado hablar sin parar sobre por qué no debo preocuparme por Yoongi, hasta que se alejó de mí. ¿Y ahora de repente quieres que me importe, cuando ya es demasiado tarde? ¿Cuando Yoongi se avergüenza de las cosas que siente cuando está conmigo, avergonzado de querer estar conmigo? Vete a la mierda, Jimin.

 

Taehyung golpeó a Jimin en la pared con tal fuerza que la pared de yeso detrás de la cabeza de Jimin se derrumbó, y luego lo soltó mientras caminaba junto a él. Al salir de la oficina, oyó un ruido sordo y sabía que Jimin se había deslizado hasta el suelo. Por el momento, a él no le importaba.

 

Taehyung caminó sigilosamente por la casa como un hombre poseído. Su preocupación por Yoongi se había multiplicado un millón desde que Jimin entró en su oficina. Antes de eso, sólo había estado preocupado porque Yoongi se había alejado de él, y él no sabía por qué. Ahora, la salud de Yoongi era su mayor preocupación.

 

Taehyung irrumpió en su habitación luego a la puerta que conducía al lugar donde Yoongi dormía. Hizo una pausa un momento con la mano en el picaporte de la puerta. Taehyung de repente se sentía inseguro. ¿Yoongi lo ignoraría otra vez y lo alejaría?

 

Tal vez podría utilizar el contrato como una manera de llegar a Yoongi a través de él. Tenía que comer para mantener bien su salud. Sí, eso sencillamente sería grandioso. Taehyung rodó los ojos a sí mismo. ¿Por qué no simplemente entraba en la habitación y empezaba a llamar a su vaca de sangre? Sería equivalente a la misma cosa.

 

 Taehyung respiró hondo y luego llamó suavemente a la puerta. Esperó unos instantes y luego volvió a llamar. Cuando Yoongi no respondió esta vez, Taehyung abrió la puerta y entró.

 

—¿Yoongi? —Taehyung recorrió la habitación hasta que sus ojos se posaron en una gran pila de almohadas apiladas en un extremo de la cama. Un mechón del pelo marrón suave rubio dorado sobresalía de la parte superior de las mantas justo en el borde de la almohada.

 

Taehyung corrió hacia la cama y se sentó. Empujó la pila de almohadas fuera del camino y luego tiró de la manta hacia abajo hasta que pudo ver la cara de Yoongi.

 

—¿Yoongi?preguntó mientras acunaba el lado de la cara de Yoongi—. ¡Joder! —Taehyung gritó. El rostro de Yoongi estaba blanco pálido, pero caliente al tacto—. Jimin, trae tu culo hasta aquí. Yoongi está ardiendo de fiebre.

 

Taehyung tiró de las mantas fuera de Yoongi. Recogió a Yoongi levantándolo en sus brazos y lo llevó al cuarto de baño. Sentando a Yoongi sobre el mostrador y sosteniéndolo con una mano, Taehyung metió la mano y encendió la ducha, asegurándose de que el agua estuviera fresca pero no fría.

 

Taehyung se volvió hacia Yoongi y empezó a tirar de la sudadera, luego la camisa y, por último, sus pantalones. Una vez que Yoongi estuvo desnudo, Taehyung se metió en la ducha, apretando los dientes cuando el agua fría empapó sus ropas y golpeó su piel.

 

Yoongi de repente inhaló, y sus ojos se abrieron de golpe. Taehyung supo de inmediato que algo más grave que una simple fiebre estaba pasando. Los ojos de Yoongi estaban brillantes y aturdidos. Eso en sí mismo no era muy alarmante, sino el hecho de que los ojos de Yoongi eran de color rojo sangre.

 

—¿Yoongi?

 

F… F…. Frío. —Yoongi se contoneó mientras sus dientes comenzaron a castañear juntos, y se acercó más a Taehyung. Era como si estuviera tratando de enterrarse en el pecho de Taehyung.

 

Taehyung le dejó, pero dio un paso más completamente bajo el chorro de la ducha. Su corazón casi se rompe cuando Yoongi comenzó a pelear con él. No porque Yoongi le estaba pegando con los puños sino porque Yoongi estaba tan débil, Taehyung apenas lo sentía.

 

Taehyung sostuvo a Yoongi bajo el chorro de la ducha durante varios minutos y luego se acercó y la apagó. Para el momento en que salió de la ducha, Jimin lo estaba esperando con un par de toallas. Taehyung las tomó, envolviendo una alrededor de Yoongi y la otro alrededor de sus propios hombros.

 

Llevó a Yoongi de vuelta a su habitación. Caminó pasando junto a la cama de Yoongi y entrando en su propia habitación, colocando cuidadosamente a Yoongi en su regazo mientras se sentaba. Tomó la última toalla que Jimin le tendía y seco a Yoongi para luego entregarle la toalla.

 

Llama a mi médico —dijo Taehyung, mientras tomaba una sábana y la envolvía en el cuerpo desnudo de Yoongi. En este momento no le importaba que Jimin estuviera viendo a Yoongi desnudo. Él gruñiría y bufaría al respecto más tarde. La salud de Yoongi era lo primero—. Lo quiero aquí ahora mismo.

 

 Estoy en ello. —Jimin salió corriendo de la habitación.

 

Taehyung se volvió y acomodó la espalda contra la cabecera de la cama, acunando a Yoongi en sus brazos.

 

—Oh, chéri —susurró Taehyung mientras retiraba los rizos de la cara de Yoongi—. ¿Qué te ha pasado?

 

Los ojos rojo sangre de Yoongi parpadearon hacia él.

 

—¿Es hora de donar otra vez?

 

No, chéri. —Taehyung sintió ganas de llorar—. No necesito nada de sangre en estos momentos.

 

Yoongi frunció el ceño y miró a su alrededor como si estuviera confundido.

 

—Debería regresar a mi habitación.

 

No, Yoongi, debes quedarte aquí.

 

N… No puedo —susurró Yoongi—. No se supone que deba estar aquí.

 

Oh, Yoongi. —Taehyung apretó los ojos cerrados y acercó a Yoongi a él, apoyando la cabeza contra Yoongi—. Puedes estar aquí si quieres.

 

No. —Yoongi negó con la cabeza, dejándola caer débilmente contra el pecho de Taehyung—. No quiero traerte vergüenza. Tienes que seguir las reglas.

 

A la mierda las reglas —dijo rápidamente Taehyung mientras abría los ojos y miraba a Yoongi—. Quiero que estés aquí.

 

—¿Por qué?

 

Taehyung sonrió.

 

—Porque te amo.

 

Yoongi abrió los ojos por un momento, y entonces comenzó a luchar.

 

 —¡Yoongi! ¡Detente!

 

—¡No! ¡No! ¡No! —gritó Yoongi.

 

—¡Yoongi! —Taehyung estaba choqueado por la respuesta de Yoongi a sus palabras, y lastimado. Su corazón se rompía porque Yoongi estaba tan molesto por sus palabras. Si Yoongi no quería su amor, entonces no lo forzaría en él, pero todavía necesitaba asegurarse de que Yoongi estuviera bien.

 

Y entonces dejaría ir a Yoongi.

 

No importa cuánto Taehyung quería a Yoongi, él nunca obligaría al hombre a quedarse. Le había tomado mucho esfuerzo reconocer sus sentimientos, especialmente cuando ellos eran tan nuevos. Él nunca antes había amado a nadie. No se imaginaba que volviera a amar a alguien más. Yoongi era para él. Sencillamente era una lástima que Yoongi no lo quisiera.

 

Ssshhh, Yoongi, cálmate. —Taehyung envolvió la sábana apretadamente alrededor del cuerpo de Yoongi, asegurándose esta vez que los brazos de Yoongi estuvieran debajo de la sábana, cortando efectivamente cualquier lucha del hombre—. No lo diré otra vez, Yoongi. Lo prometo. Sólo cálmate.

 

Yoongi luchó con Taehyung durante unos minutos más, y luego simplemente se quedó inerte. El corazón de Taehyung dio un vuelco en su garganta cuando el cuerpo de Yoongi no se movió. Rápidamente tomó el lado de su cara para mirar hacia abajo a él, inhalando bruscamente cuando vio las lágrimas de sangre roja corriendo por su rostro.

 

 Oh, Yoongi, lo siento —murmuró Taehyung—. Nunca quise que fueras lastimado de esta manera. Te lo juro, tan pronto como estés mejor voy a dejarte ir.

 

N… No puedo. —Yoongi se pasó la lengua por los labios—. C… C… Contrato.

 

A la mierda el contrato, Yoongi —gruñó Taehyung—. Eres más importante que cualquier estúpido contrato.

 

Só… sólo una vaca.

 

Era oficial. El corazón de Taehyung se estaba rompiendo por todo el suelo. Acercó a Yoongi a él y envolvió sus brazos alrededor del frágil hombre. Podía sentir algo que pensaba que podrían haber sido lágrimas empezando a correr por su rostro mientras escuchaba el suave llanto de Yoongi.

 

Por primera vez en los cientos de años que había vivido, Taehyung odiaba el hecho de que él fuera un vampiro. No sólo estaba rompiendo su corazón, su necesidad de sangre estaba destruyendo al hombre que amaba. Taehyung sentía ganas de arrancar sus colmillos.

 

Tú no eres una vaca, Yoongi —susurró Taehyung contra la cabeza de Yoongi mientras su mano acariciaba suavemente el costado de Yoongi—. Eres mucho más que eso. Eres inteligente, hermoso y lleno de vida. Y no sólo me devolviste mi salud, me enseñaste que había algo más en el mundo que sólo beber sangre y liderar mi aquelarre. Me diste luz y risa y emociones y... y todo, Yoongi.

 

Cuando Yoongi no respondió, el corazón de Taehyung comenzó a hundirse de nuevo. Él inclinó la cabeza hacia atrás para poder ver la cara de Yoongi, sólo para gritar al ver que Yoongi estaba inconsciente. Tanto costó derramar su corazón. Y Yoongi no había oído una palabra de eso.

 

Taehyung suspiró y tiró de Yoongi de nuevo hacia él. Tal vez fue para mejor. Yoongi, obviamente no lo quería. Prácticamente lo había gritado. El amor de Taehyung era un amor no correspondido.

 

—¿De verdad crees eso?

 

Taehyung se tensó y se volvió para ver a Jimin de pie detrás de él.

 

—¿Creer qué?

 

—¿Lo que le dijiste a Yoongi? —dijo Jimin, luciendo un poco pálido—. ¿De verdad lo amas?

 

Lo hago.

 

La frente de Jimin se arrugó.

 

—¿Qué se siente?

 

Las cejas de Taehyung se alzaron por la sorpresa.

 

— ¿Amar?

 

Jimin asintió.

 

No lo sé —dijo Taehyung—. Es confuso. Quiero que Yoongi tenga todo lo que siempre ha querido en la vida, pero quiero ser el único que se lo dé. Saber que él está enfermo desgarra mi alma, sobre todo porque no puedo remediarlo. Y estar lejos de él... —Taehyung tragó saliva y negó con la cabeza—. Prefiero que me saquen mis colmillos y nunca saborear la sangre de nuevo que separarme de él. —Taehyung miró de nuevo a Yoongi, reuniéndose más lágrimas en sus ojos—. Y sin embargo, sé que voy a dejarlo ir porque eso es lo que él quiere.

 

—¿Por qué alguien alguna vez quiere sentir eso?

 

 Taehyung sonrió con tristeza.

 

—Porque es la sensación más increíble del mundo.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

CAPITULO 8

Amanecía. Jin y Namjoon se despedían de Taehyung Y Yoongi.   El destino los separaba una vez más.   Yoongi y Taehyung se quedaron en...