Taehyung estaba tan nervioso mientras caminaba hacia el
círculo ceremonial que podría haber vomitado allí mismo. No importaba lo que Yoongi
dijera, él sabía que iban de camino a buscarse problemas. Yoongi no conocía al
Profesor como él. El hombre era pura maldad.
Había pasado la mayor parte de los últimos dieciocho años
viviendo bajo el pulgar de ese hombre. Sabía exactamente de lo que era capaz.
El Profesor haría todo lo que estuviera en su mano para conseguir lo que
quería, y lo quería a él.
Mientras caminaba hacia el círculo, Taehyung se dio cuenta
de que Yoongi y Jin le habían dejado entre ellos, protegiéndole. Sabía que
estaban mejor preparados para protegerse a sí mismos, e incluso a él, pero aun
así dolía un poco.
Taehyung estaba tan absorto en sus pensamientos que chocó
contra Yoongi cuando él se detuvo. Al mirar hacia adelante, pudo ver a cinco
hombres de pie en el círculo. Jimin y el Profesor estaban al frente, dos
hombres armados ligeramente a un lado. Taylor estaba de pie detrás de ellos,
alejándose poco a poco. Lo que no sorprendió a Taehyung. Taylor no era un
luchador, igual que él tampoco lo era.
Bajando un poco la mirada para que el Profesor no lo notara,
intentó cerrarse a todo lo que le rodeaba para poder contactar con Taylor y
advertirle de mantenerse al margen de la lucha.
—Taylor,
¿Me oyes?.
—Sí,
hombre, alto y claro. —Respondió Taylor.
—No
importa lo que veas, mantente al margen de esto. Yoongi y Jin saben lo que
están haciendo, y son más capaces de luchar contra el Profesor que cualquiera
de nosotros.
—¿Qué
pasa con Jimin?.
—Mantente
alejado de él. Es muy peligroso.
—Entendido.
Taehyung levantó la cabeza justo a tiempo para ver al
Profesor y a Jimin caminar hacia ellos hasta que estuvieron a sólo unos metros
de distancia. Sólo ver al Profesor fue suficiente para hacerle desear estar en
cualquier otro lugar que no fuera en el que estaba.
—Hola Taehyung,
llevo mucho tiempo buscándote.
El mero sonido de la voz ronca del Profesor envió
escalofríos a través de su columna vertebral. Le recordó todas las veces que el
Profesor le había obligado a usar sus habilidades para su propio beneficio.
Simplemente se le pusieron los pelos de punta.
—¿Por
qué no vienes aquí, dónde perteneces, y acabamos con esto de una vez?. No me
gustaría que nadie más se lastimara.
—No, no
eres mi dueño, no puedes decirme lo que tengo que hacer. — Respondió Taehyung
con severidad, su confianza aumentaba con cada palabra que salía de su boca.
—Taehyung,
no me gusta repetirme. Trae tu culo aquí antes de que alguien resulte herido.
—Dijo el Profesor alzando la voz con ira mientras señalaba un punto en el suelo
junto a él.
—No.
—Repitió Taehyung.
—Sólo
recuerda que esto ha sido cosa tuya, Taehyung. Si hubieras hecho lo que te dije
que hicieras, nada de esto habría pasado.
Taehyung se sintió confuso por las palabras del Profesor,
hasta que lo vio alzar el brazo con una pistola en la mano. El Profesor apuntó
y apretó el gatillo. Taehyung vio horrorizado cómo Jin se agarraba el pecho
repentinamente, la camisa tiñéndose con la sangre mientras caía al suelo.
Antes de que pudiera reaccionar, Yoongi se adelantó para
quitarle el arma, pero antes de que pudiera alcanzarlo, los dos guardias
saltaron sobre él y la lucha comenzó. Taehyung estaba paralizado por el miedo
al ver a Yoongi pelear contra los dos enormes guardias. Sabía que Yoongi era
fuerte, pero ¿Era lo suficientemente fuerte para luchar contra dos hombres?.
Empezó a moverse, no estaba seguro exactamente de lo que iba
a hacer, pero sabía que tenía que hacer algo cuando sintió que alguien lo
agarraba por detrás. Gritó cuando las emociones de Jimin y del Profesor
fluyeron a través de él.
Había tanta ira y tanto odio que no sabía cómo podría
soportarlo. Se sentía como si tuviera pequeños fragmentos de cortante cristal
en su cabeza. Alzó las manos para sujetarse ambos lados de la cabeza mientras
gritaba de dolor, cerró los ojos y sus piernas empezaron a ceder.
Apenas pudo distinguir la repentina exclamación procedente
del Profesor, que estaba de pie junto a él. Abrió los ojos y miró hacia arriba,
giró la cabeza para ver qué era lo que estaba mirando el Profesor que le tenía
paralizado.
De acuerdo, podía entender su sorpresa. Yoongi se había
convertido en lobo y estaba despachando a los guardias, que no tuvieron ninguna
oportunidad contra un hombre lobo en pleno ataque de ira. Yoongi ni siquiera
esperó a que los cuerpos terminaran de caer antes de regresar a su forma humana
y empezar a acechar al Profesor.
—Ahora,
quieto dónde estás. —Dijo el Profesor alzando su arma y apuntando a Taehyung.
—No queremos que le pase nada malo a Taehyung, ¿Cierto?.
Inmediatamente Yoongi se detuvo donde estaba. Era rápido,
pero no lo suficiente como para detener una bala. No haría nada que pudiera
poner en peligro a Taehyung.
—Déjalo
ir. —Gruñó.
—No tan
rápido, amigo, creo que tenemos que hablar. —Respondió el Profesor con voz
suave. Esa era la habilidad del Profesor. Podía calmar a cualquiera, podía
vender un vaso de agua a un hombre que se estuviera ahogando.
—No
tenemos nada de qué hablar. Ahora, deja ir a Taehyung.
—No
estoy de acuerdo. Tenemos mucho qué discutir. Creo que tú y yo podríamos hacer
un montón de buenos negocios juntos. Conozco gente, gente poderosa que haría
casi cualquier cosa por tener a alguien con tu talento trabajando para ellos. Juntos,
no habría nada que no podamos hacer. —El
Profesor sacudió a Taehyung sujetándolo del brazo.
—Incluso dejaré que te quedes a tu pequeña mascota, tengo
muchas otras para mí.
—No, Yoongi,
no lo hagas. —Dijo Taehyung llorando y el Profesor lo abofeteó en la cara.
—Ah, ah,
ah, hombre lobo, quédate dónde estás. Un paso más y voy a tener que hacerle
daño a tu pequeño juguete. —Le advirtió el Profesor cuando Yoongi dio un paso
hacia ellos. —Ahora tenemos que hablar de nuestra nueva relación de negocios.
—No
tenemos ninguna relación de negocios y nunca la tendremos. — Yoongi gruñó.
—No
estoy de acuerdo. Sólo de pensar en ello, con mis contactos en todo el mundo,
mis pequeñas mascotas y tus habilidades, podemos escribir nuestra propia
historia. Haríamos millones. Podríamos tener más poder que el mismísimo
presidente de los Estados Unidos.
Taehyung quiso entornar los ojos. Realmente el Profesor se
creía lo que estaba diciendo. Y pensaba que Yoongi también le estaba creyendo. Taehyung
podía sentir la euforia del Profesor, su egoísmo, su sed de poder, con esa
obsesión corriendo por sus venas. Conseguía enfermarlo. Se sobresaltó cuando Jimin
empezó a gritar.
—¿De qué
diablos estás hablando?. Si alguien debe ser tu socio en los negocios aquí, ese
soy yo. Él es el sheriff de la ciudad. ¿Realmente crees que podría usar sus
talentos para mejorarse a sí mismo o su propia vida?.
—Ahora, Jimin…
—El Profesor empezó a hablar.
—No. El
se ha quedado con todo por lo que yo trabajé. Se quedó con mi trabajo, mi
posición en la manada. Incluso se llevó a mi compañero. Taehyung me pertenece a
mí, no a él. Si alguien va a conseguir algo aquí, debería ser yo.
—Jimin,
tienes que dejar de hablar antes de decir algo de lo que te arrepentirás. —Dijo
Yoongi.
—No lo
creo, sheriff. Estoy al mando en este momento, y tú vas a hacer lo que yo diga.
Tu pequeña mascota me pertenece a mí, y voy a poseerlo. Luego, usaré todo con lo
que nací para conseguir lo que merezco de esta vida. No será necesario esperar
a que las cosas sucedan. Ahora, voy a asegurarme de que ocurran.
—¿Quieres
cerrar la boca de una puta vez?. —Dijo el Profesor mientras se giraba hacia Jimin
con el arma en la mano y apretaba el gatillo.
Taehyung dejando escapar un grito de miedo, saltó hacia
atrás cuando Jimin cayó al suelo. Era obvio, por el agujero sangrante en su
frente, que estaba muerto antes de chocar contra el suelo. Bien, eso era uno de
los malos saliendo de la escena. Ahora Taehyung y Yoongi tenían con el
Profesor, el mayor de los males.
El Profesor se rió entre dientes mientras miraba de nuevo a Yoongi.
—Él era
tan desagradable… ahora, vamos a tratar los detalles de esta nueva relación
nuestra. Creo que en este momento tengo todos los ases en la mano. —Dijo
señalando a Taehyung. —Lo primero que debemos hacer es averiguar cuáles son
exactamente todos tus talentos. Necesito saber lo que puedes hacer, así después
sabré a quién vender tus servicios. Después de eso, podemos hablar de pagos y
del resto de detalles. Creo que una fracción de sesenta/cuarenta sería
suficiente. Al fin y al cabo, los contactos son míos. Entonces…
—No. No
voy a trabajar para usted, con usted o de alguna otra manera que tenga que ver
con su esquema de locos. —Dijo Yoongi mientras se acercaba a Taehyung y al
Profesor un paso más.
—Creo
que sería importante para ti, y para Taehyung, el escuchar lo que tengo que
decirte, lobo. No creo que entiendas la oportunidad única que te estoy
ofreciendo. Yo…
Taehyung se giró para mirar al Profesor, confundido cuando
de repente dejó de hablar a mitad de una frase. Tenía una mirada extraña en su
cara, una que Taehyung jamás había visto. Casi parecía que… ¿Le dolía?.
El Profesor dio un par de pasos tambaleantes hacia adelante,
llevando su mano hacia su espalda. Al escuchar un pequeño gemido, Taehyung se
volvió para ver a Taylor de pie detrás de ellos. Tenía los ojos fijos en los
del Profesor y el cuchillo que sobresalía de su espalda.
Los ojos de Taehyung se agrandaron al ver al Profesor
tratando de sacarse el cuchillo, pero Taylor le había apuñalado en el centro y
no podía alcanzarlo.
Cuando el Profesor empezó a tambalearse y tropezar, Taehyung
se alejó de él yendo hacia Yoongi.
Tan pronto llegó a la seguridad de sus brazos, el Profesor
miró hacia ellos, su mirada llena de odio. Levantó su arma apuntando a Taehyung,
una terrorífica sonrisa curvaba sus labios.
—Tú
provocaste esto. Si hubieras hecho lo que se te dijo, nada de esto habría
pasado. Eres igual que tu madre. Si hubiera aceptado mi propuesta, no habría
tenido que matarla. Ahora vas a pagar.
Las cosas parecían moverse a cámara lenta cuando el Profesor
apretó el gatillo. Yoongi empujó a Taehyung al mismo tiempo que se abalanzaba
sobre el Profesor, transformándose en medio del salto. Taehyung cayó al suelo,
la fuerza del viento amortiguó lo peor de su caída.
Taehyung tomó varias respiraciones profundas, se sentó y se
giró hacia atrás para ver al Profesor, Yoongi estaba cambiando de nuevo a su
forma humana. Vio a Taylor caminar lentamente hacia adelante, la aversión
escrita en su rostro mientras caía de rodillas al lado de Yoongi y del
Profesor.
—¿Está
muerto?. —Preguntó Taylor casi en un murmullo mirando para el cuerpo inerte del
Profesor.
—Sí,
está muerto. —Respondió Yoongi poniéndose de pie y avanzando hacia Taehyung. Se
puso de cuclillas frente a él, con su cara llena de preocupación cuando se
inclinó para acariciar suavemente el lado magullado de la cara de Taehyung. —He
cumplido mi promesa, cariño.
—¿Se
acabó? ¿Realmente acabó todo?. —Susurró Taehyung con su voz teñida por las
dudas.
—Sí. El
Profesor ya no puede hacerte daño. Se ha ido, bebé. No más huídas, no más
esconderse, no más tener que vender tus habilidades al mejor postor. Eso es
todo. Ahora todo lo que tiene qué preocuparte es lidiar con mi madre y nuestros
planes de boda.
—Después
de todo esto, creo que podré manejar la boda. —Taehyung se echó a reír,
agarrando la mano que Yoongi le tendía. —Comparada con el Profesor, tu madre va
a parecerme un gatito.
—He oído
eso.
Cuando Yoongi puso a Taehyung en pie se giró para ver llegar
a la manada, con Dowoo y Jisoo al frente.
Dowoo miró al cuerpo ensangrentado del Profesor, después a Yoongi,
levantó una ceja arqueándola interrogativamente.
—Parece
que me perdí la fiesta.
Yoongi asintió con la cabeza mientras envolvía el tembloroso
cuerpo de Taehyung entre sus brazos.
—No
aceptó un no por respuesta.
—Oh, Jin…
el Profesor le disparó a Jin. —Exclamó Taehyung revolviéndose en los brazos de Yoongi
mirando al lugar en el que Jin había caído. Se quedó un poco sorprendido cuando
lo vio sentado, siendo atendido por las muy cuidadosas manos de Namjon. —Oh,
bien, supongo que eso responde mi pregunta. —Se rió entre dientes ligeramente.
Miró a Dowoo. —¿Qué pasa con Chase? ¿Consiguió rescatar al resto?.
Dowoo asintió con la cabeza, una pequeña sonrisa nacía en
sus labios.
—Te
cuento. Por suerte nadie resultó herido de gravedad, al menos no de nuestra
parte. Todos tus amigos están seguros y esperando por ti en tu casa. Hemos
pensado que estarían más seguros allí. Y antes de que preguntes, Chase y sus
amigos están allí protegiéndoles.
—¿Puede…
Puede ser que Minho consiguiera salir?. Él es pequeño, pelirrojo, ojos verdes.
—Preguntó Taylor vacilante acercándose a Dowoo.
—¿Chiquitín?
¿Cerca de un metro con sesenta?. —Preguntó Dowoo, Taylor asintió con la cabeza
rápidamente. —Sí, salió bien. Está en casa con Chase.
Taehyung vio a Taylor dejar salir un profundo suspiro,
aliviado, cerrando los ojos brevemente para abrirlos después. Los tenía llenos
de lágrimas mientras miraba hacia él y Yoongi.
—Gracias.
Sé que no querías confiar en mí, Taehyung, pero todo lo que hice fue por Minho.
Espero que me creas.
—Lo
hago. Yo haría cualquier cosa para mantener a Yoongi a salvo, así que te
entiendo. Sigue sin gustarme lo que hiciste por el Profesor, pero es hora de
dejar eso atrás. Estamos a salvo ahora. Tú y Minho podéis estar juntos. ¿Qué
más podemos necesitar?.
—Nada
supongo, salvo ver a Minho con mis propios ojos. Sé que usted dijo que estaba a
salvo, pero realmente tengo que verlo por mi mismo. —Dijo Taylor con ojos
suplicantes.
—¿Dowoo?
¿Crees que alguien podría llevar a Taylor a casa para que pueda ver a Minho?.
—Preguntó Taehyung sin apartar la mirada de la expresión agradecida de Taylor.
—Creo
que puedo arreglarlo. También creo que tú y Yoongi necesitáis iros a casa
también. A los dos os vendría bien un baño y algo de comida. Estoy seguro de
que esta ha sido una dura prueba para todos y todos necesitamos algún tiempo de
tranquilidad.
—¿Qué
pasa con…?. —Empezó a preguntar Taehyung señalando los cuerpos del Profesor y
de Jimin.
—No te
preocupes Taehyung, nosotros nos encargaremos de eso. Tú llévate a casa a tu
compañero y descansa un poco.
Taehyung se giró a mirar a Yoongi, una pequeña sonrisa
cruzaba sus labios.
—¿Y
bien?. —Preguntó Taehyung.
—¿Estás
seguro, papá?. —Preguntó Yoongi.
—Estoy
seguro, hijo. Vete a casa y es una orden de tu Alpha. —Dijo Dowoo.
—Tú eres
el jefe. —Dijo Yoongi llevando a Taehyung hacia su camioneta.
—Sí, si
tan sólo pudiera convencer de eso a tu madre… —Dijo Dowoo.
—Buena
suerte con eso. —Dijo Yoongi mientras metía a Taehyung y a Taylor en el coche.
Rápidamente, se subió y volvió a su casa.
La mente de Taehyung estaba todavía tratando de comprender
el hecho de que todo había terminado. El Profesor se había ido para siempre.
Sus amigos habían sido rescatados y estaban esperándole en su casa. Y lo más
importante era que ya no estaba en peligro. La vida parecía estar bien.
—¿Yoongi?.
—¿Sí,
cariño?.
—Realmente
se acabó todo ¿Verdad?.
—Sí,
cariño. Se acabó para siempre. —Respondió Yoongi.
**********
Taehyung todavía estaba aturdido cuando Yoongi aparcó en el
camino de entrada. Podía ver las luces de la casa encendidas en casi todas las
habitaciones del primer piso, y en un par de habitaciones del segundo piso.
Incluso podía ver a las personas caminando a través de las ventanas abiertas.
Se volvió para mirar a Yoongi mientras terminaba la rutina
de aparcar y apagar el motor.
—Parece
que tenemos compañía. —Le dijo señalando la casa iluminada.—¿Crees que se quedarán para cenar?.
Yoongi asintió con la cabeza, sonriendo ligeramente.
—De
alguna forma, creo que vamos a tener invitados durante bastante tiempo. Hasta
que tus amigos puedan decidir lo que quieren hacer con el resto de sus vidas,
realmente no creo que tengan otro lugar a donde ir.
—¿No te
importa?. —Preguntó Taehyung vacilante. Sabía que estaba pidiéndole demasiado a
Yoongi. Todos sus amigos y los hombres que Chase había llamado iban a estar
allí, invadiendo su casa, comiendo su comida, y en líneas generales, iban a
estar encima de sus cabezas.
—Bueno,
parece que no podremos correr a escondernos en la despensa a corto plazo, pero
creo que puedo aguantarlo durante algún tiempo. Sólo una cosa, sin embargo,
nuestra habitación está fuera del alcance de todos, excepto tú y yo. Esa
habitación es sólo para nosotros. Y preferiría que todo el mundo se mantuviera
lejos de mi oficina también, pero el dormitorio es más importante.
—De
acuerdo, Yoongi, pasaré el mensaje por ahí. —Taehyung abrió la puerta y salió.
Movió el asiento para dejar que Taylor saliera y cerró la puerta después.
Mientras caminaba hacia la parte delantera de la camioneta para unirse a Yoongi,
Taylor se lanzó corriendo hacia la casa.
—Taylor,
espera. —Exclamó corriendo detrás de él.
Chase y sus hombres custodiaban a sus amigos y ellos no
conocían a Taylor. Tenía miedo a que pudiera verse perjudicado antes de poder
detenerlo. Taehyung alcanzó a Taylor justo cuando entraba por la puerta de la
cocina abierta. Se detuvo en seco cuando una forma oscura y muy grande dio un
paso al frente, ocupando la mayor parte de la puerta. Taehyung se apuró a
ponerse delante de Taylor, mirando a Yoongi por encima de su hombro.
Dejó escapar un suspiro de alivio cuando vio a Yoongi
caminando hacia ellos. Se volvió hacia el hombre de la puerta intentando
sonreír.
—Yo,
ummm, yo soy Taehyung. Vivo aquí. —Dijo a la gran montaña de hombre. Era
enorme, incluso más grande que Yoongi.
El hombre levantó una ceja en silencio mientras miraba hacia
abajo a Taehyung, luego, lentamente, se apartó de la puerta y les dejó pasar. Taehyung
mantuvo los ojos en el gran hombre mientras pasaba a su lado, tirando de Taylor
tras él agarrándole del brazo, Yoongi les seguía.
—Soy Min
Yoongi. Esta es mi casa. ¿Quién eres tú?. —Preguntó Yoongi tendiéndole la mano.
—Marc
Duggon. —Respondió el hombre con una voz tan profunda como la suya y alzó la
mano para estrechársela. —Chase está en la sala de estar. —Bueno, eso respondía
a una de sus preguntas, obviamente Marc Duggon era uno de los hombres que Chase
había llamado para ayudar a rescatar a los amigos de Taehyung.
Siguió a Taehyung al interior de la casa preguntándose
cuantos hombres más habría. Se detuvo de golpe cuando la sala de estar apareció
ante sus ojos. No había esperado a tantas personas. Era evidente, sin embargo,
quiénes eran los que habían sido rescatados, y quiénes estaban protegiéndoles.
Había una clara diferencia de tamaños y formas de vestir.
Los amigos de Chase estaban vestidos de negro, de pies a
cabeza, los amigos de Taehyung estaban vestidos más informalmente. Pantalones
color canela y camisas blancas de vestir. Había sido una exigencia del
Profesor. Todos los estudiantes tenían que usar la misma ropa.
Además de la forma de vestir, el comportamiento de los dos
grupos era claramente diferente. Los amigos de Chase estaban juntos, cerca de
las salidas de espaldas a las paredes. Los amigos de Taehyung se sentaban
amontonados en pequeños grupos.
Lo único que le sorprendió fue que Chase estuviera sentado
en el sofá con Minho junto a él, apoyado en su cuerpo más grande. Los ojos de
Chase parecían fijarse en la pequeña forma de Minho como si tuviera miedo de
mirar hacia otro lado.
Justo cuando entraron en la habitación, Taylor gritó,
corriendo hacia él, cayó de rodillas a los pies de Minho, envolviéndolo al
instante en sus brazos y enterrando la cabeza contra su estómago. Las cejas de Taehyung
se arquearon, asombrado cuando Minho envolvió con sus brazos el cuerpo de
Taylor y Chase empezó a gruñir.
Se giró para mirar a Yoongi en busca de repuestas, pero Yoongi
parecía como si estuviera intentando contener la risa. Siguiendo su mirada, vio
que Yoongi miraba a Chase, que a su vez estaba mirando a Minho abrazar y besar
a Taylor… Chase no parecía muy feliz.
Taehyung aún se quedó más sorprendido por el choque de
asombro que atravesó la cara de Chase en el momento en el que Taylor levantaba
la cabeza para mirarlo, apoyándose en el brazo de Chase cuando empezó a
agradecerle por haber rescatado a Minho.
Totalmente confundido por lo que estaba pasando delante de
él, Taehyung dio un par de pasos hacia Yoongi y se inclinó para susurrarle en
la oreja.
—¿Qué
demonios está pasando?. —Preguntó señalando hacia dónde Chase miraba fijamente
a Minho y Taylor, asombrado.
Yoongi se volvió hacia su compañero, sonriendo incluso
cuando pasó un brazo sobre los hombros de Taehyung.
—Creo
que Chase acaba de encontrar a sus compañeros. —Susurró.
—¿Compañeros?
¿Estás diciéndolo en plural, Yoongi? ¿No querrás decir compañero?.
—No,
quise decir exactamente lo que dije, cariño. No estoy seguro, pero creo que Minho
y Taylor son sus compañeros. Sólo Chase puede responderte a eso. Pero si estoy
en lo cierto, va a ser un viaje interesante para él. —Yoongi se rió entre
dientes.
—¿Puedes
tener dos compañeros?. No tienes otro ¿Verdad?. —Preguntó Taehyung, de repente
cuestionándose si tendría que compartir a Yoongi con otra persona. La sola idea
le hacía sentirse mal del estómago.
—No,
cariño, sólo tú. La mayoría de nosotros tiene sólo una pareja, pero algunos se
encuentran con que tienen dos, incluso he oído hablar de un tipo que tenía tres
compañeros. Pero para que estés tranquilo, yo sólo te tengo a ti.
—¿Cómo
puedes asegurarlo? Quiero decir, ¿Cómo sabes que no tienes otro compañero por
ahí esperando a que lo reclames?. —Preguntó Taehyung rápidamente.
—Sólo lo
sé. Hasta que te encontré y te reclamé, tenía esa sensación de la necesidad de
encontrar a mi compañero. Era casi una obsesión. Una vez que se encuentra al
compañero, o compañeros en el caso de Chase, esa sensación se va. Estoy lleno
de otra cosa ahora. Es difícil explicarlo, pero es como una sensación de paz
interior, felicidad total.
—¿En
serio?. —Preguntó Taehyung en voz baja sintiéndose por dentro cálido y
disperso. Yoongi tenía la habilidad especial de derretir a Taehyung con sólo
unas palabras y él siempre decía las cosas más maravillosas. Se inclinó y besó
la barbilla de Yoongi antes de volver a mirar al trío sentado en el sofá. —Así
que ¿qué podemos hacer al respecto?
—No hay
nada que podamos hacer, Taehyung. Tienen que resolverlo por su cuenta. Sólo
podemos estar ahí para ellos si nos necesitan, darles un lugar seguro para que
puedan llegar a conocerse unos a otros y demostrarles cómo de increíble puede
ser realmente el estar acoplado.
—¿Ah,
sí?. ¿Así que nos ves como un ejemplo de acoplamiento para otras parejas?. —Taehyung
se echó a reír.
—Bueno,
sí, supongo que sí. ¿No?.
—No lo
sé. No llevo el suficiente tiempo acoplado como para formarme una opinión.
Pregúntame después de que hayamos estado acoplados unos treinta o cuarenta años
más.
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