sábado, 30 de abril de 2022

CAPITULO 12

El corazón de Tae casi se detiene cuando escuchó un arma de fuego disparar por segunda vez. Todavía estaba tratando de llegar a un acuerdo con el hecho de que a Yoongi ya le habían disparado una vez, de nuevo, o algo así. Una tercera vez podría mandarlo a la tumba.

 

La visión de un hombre de pie a través del prado, sosteniendo un humeante rifle en sus manos, había enviado más euforia a través de Tae que miedo. Estuvo especialmente encantado cuando vio a Timmins caer segundos después a tierra antes de que Yoongi se estrellara contra él.

 

Tae se volvió cuando oyó un pequeño grito detrás de él, en ese momento, recordó a los niños. Estaban apiñados, aferrándose el uno al otro, con lágrimas en sus rostros. Tae dejó a Yoongi y corrió hacia ellos, cayendo de rodillas y envolviendo a ambos niños con sus brazos.

 

—Sshhh —canturreó Tae en voz baja—. Todo está bien. Ahora están a salvo.

 

Dioses, oró para que estuvieran a salvo ahora. Timmins iba bien en su camino hacia la muerte, pero no estaba muerto aun, y todavía no tenían ni idea de quiénes eran todos los involucrados en el muy loco complot para vender miembros de la manada a los vampiros. Por todo lo Tae sabía, Timmins era sólo la punta del iceberg.

 

Tae jaló a los niños, acercándolos más, cuando sintió que se acurrucaban en sus brazos, ambos compitiendo por un lugar más cerca. Se juró a sí mismo que nunca le diría a nadie lo bien que se sentía el ser sostenido por los dos niños pequeños. Sabía que había perdido la batalla cuando levantó a Namjoony y Carrie en sus brazos y se volvió, y vio la mirada de complicidad en el rostro de Yoongi.

 

Bueno, al menos el hombre podía cambiar de nuevo a su forma humana.

 

Tae se estremeció cuando vio la sangre seca en el hombro de Yoongi. No se veía como una herida mortal, pero aun así era una herida. ¿Cuándo iba su compañero a dejar de saltar delante de las balas?

 

—Bueno, al menos estás vivo —espetó Tae. Yoongi simplemente le arqueó una ceja a Tae.

 

Tae apartó la  mirada  de  Yoongi  cuando  oyó  pasos. Ethan estaba caminando de vuelta con el extraño, con una expresión de alivio y felicidad junto con las lágrimas que corrían por su rostro. Él se aferraba al brazo del desconocido como si no tuviera ninguna intención de soltarlo.

 

—Este es Virgil —dijo Ethan.

 

—Virgil Brown —dijo el hombre mientras le tendía su mano.

 

Tae fue a estrechar la mano de Virgil, pero rápidamente se dio cuenta de que no podía hacerlo. Tenía un niño en cada brazo. Y al igual que Ethan, Tae no creía que tuvieran la menor intención de soltarlo a corto plazo. Lo tenían agarrado a muerte de la camisa.

 

Tae asintió con la cabeza en su lugar.

 

—Kim Tae, de la manada de Wolf Creek. —Hizo un gesto con la cabeza hacia el gran lobo de pie junto a él, todavía enseñando los dientes—. Este es mi compañero, Min Yoongi.

 

—¿El ejecutor del Alfa Park?

 

—Si

 

Virgil inmediatamente dio un paso hacia atrás, jalando a Ethan con él. Su otra mano se apretó alrededor de la culata del rifle. Una mirada cautelosa se apoderó de su rostro mientras sus ojos se posaron en el hombre moribundo en el suelo.

 

—Virgil. —Ethan golpeó a su hermano en  el hombro—. Ellos no están con Timmins. De hecho, me estaban rescatando de Timmins, así como al resto de la manada.

 

—¿Oh? —Virgil todavía no parecía muy convencido.

 

Tae sabía que Virgil estaba preocupado por su hermano, así que trató de no tomarlo a mal, pero no fue  fácil.

 

—El Alfa Park descubrió el pequeño complot de Timmins a principios de esta noche, cuando esa perra vampiro con la que Timmins ha estado trabajando trató de matar al compañero del Alfa.

 

—¿Está bien?

 

Tae asintió con la cabeza.

 

—Él fue mordido, pero se las arregló para apuñalar a la perra estúpida antes de que ella se escapara. Y eso nos lleva a por qué estamos aquí.

 

La cabeza de Virgil se inclinó hacia un lado, una expresión curiosa cruzó su rostro.

 

—¿Y por qué están aquí?

 

—El Alfa Park ordenó que todos los miembros de la manada que no participaron en el plan para vender donantes de sangre a los vampiros, debían ir con la manada de Wolf Creek por su propia seguridad. Ethan era el último miembro de la manada en nuestra lista. Por desgracia, cuando llegamos, Ethan ya estaba hasta las rodillas entre la mierda. Ellos volaron la camioneta de Yoongi antes de que pudiéramos escapar. Nuestra mejor opción era el bosque.

 

Virgil fulminó con la mirada a Timmins.

 

—Veo que funcionó muy bien para ti.

 

Tae tuvo el repentino impulso de golpear al otro hombre.

 

—Oye, mira, hicimos lo mejor que pudimos, dadas las circunstancias. Si piensas…

 

—Tae, es suficiente.

 

Tae apretó la mandíbula mientras se volvía para fruncirle el ceño a Yoongi. Al instante observó que su compañero estaba ahí de pie, con el culo completamente al aire. Un tic empezó en su mandíbula apretada cuando oyó venir una pequeña risita de Ethan.

 

—¡Yoongi! —gruñó.

 

Yoongi rodó los ojos y comenzó a caminar por el claro. Desapareció en el bosque antes de que Tae pudiera detenerlo.

 

—Yoongi, dónde…

 

—Ya regreso, bebé.

 

Tae trató de volver su atención a Virgil y Ethan, pero él tenía un ojo en la línea de los árboles. Su preocupación no desaparecería hasta que Yoongi volviera de nuevo a su lado, y tal vez ni siquiera entonces. Su compañero parecía tener la habilidad innata para meterse en un montón de problemas.

 

—¿Qué te pasó, Virgil? —Ethan le preguntó—. ¿A dónde te llevó Timmins?

 

Virgil nerviosamente pasó la mano por su largo hasta los hombros, cabello color paja.

 

—No importa. Ya estoy de vuelta, y eso es todo lo que importa.

 

Tae podía oír una gran cantidad de dolor en esas palabras, y supo lo que le había ocurrido a Virgil, mientras que estuvo en manos de Timmins, el hombre no se iba sobreponer a eso en corto plazo. Sospechaba que la obsesión de Timmins con Virgil había pasado al plano físico.

 

—Pero… —Ethan comenzó de nuevo.

 

Tae se acercó y puso su mano sobre el brazo de Ethan. Cuando el hombre levantó la vista hacia él, Tae sacudió la cabeza. Sabía que Ethan quería saber lo que le pasó a Virgil, pero era obvio por su postura rígida que Virgil no quería decirlo.

 

Ethan apretó los labios y desvió la mirada, pero no sin que antes Tae viera la tristeza en su rostro. Se sentía mal por Ethan. Sabía que Ethan había notado que algo andaba mal, y sabía que el hombre quería arreglarlo, ayudar a su hermano. Pero sólo el tiempo lo haría.

 

—Virgil, ¿sabes quiénes son los que están involucrados en este complot para vender a los miembros de la manada a los vampiros?

 

Virgil pareció aliviado de tener un cambio en el tema de   conversación   cuando   se   volvió   hacia   Tae.

 

—Sé  que Douglas participó, junto con varios miembros de las familias principales, pero no todos ellos. El hijo de Timmins, Roland, es el que me dejó en libertad después de que su padre me atara. Él no quiere tener nada que ver con lo que su padre está tratando de hacer.

 

—¿Dónde está él? —Tae le preguntó— ¿Necesita que lo lleven a la manada de Wolf Creek?

 

—No. —Virgil negó con la cabeza—. Después de que me desató, Roland tomó a su madre y huyó con ella a la manada de su familia. Estarán a salvo.

 

—¿Y estás completamente seguro de que Roland no está en esto con su padre? —Tae le preguntó— Tanto Timmins como Douglas dieron a entender que todas las familias principales estaban involucradas.

 

—Oh, todas las familias principales están involucradas. —La risa de Virgil sonó un tanto nerviosa y disgustada, al mismo tiempo—. Pero no todos los miembros de todas las familias principales.

 

—¿Puedes darle al Alfa Park una lista de quiénes se trata?

 

—Puedo decirle lo que sé, pero eso no es mucho. —Virgil comenzó a darle puntapiés al cuerpo que yacía a sus pies—. Timmins me dijo algo de su plan, mientras me tenía, pero estaba demasiado ocupado tratando de convencerme para que me uniera a él como para soltarlo todo.

 

—¿Por qué a Timmins se le ponía dura por ti?

 

Virgil se encogió de hombros.

 

—Ni yo lo sé. El hombre ha estado tirándome los tejos desde hace mucho tiempo. Caray, yo todavía estaba en la escuela secundaria la primera vez que trató de tocarme. Le di una patada en su lastimero culo y dejé de visitar su casa. Esto causó un poco de fricción entre Roland y yo desde hace algunos años, pero no sé. Roland aparentemente cambió de parecer cuando Timmins me secuestró.

 

—¿Timmins no tenía una pareja?

 

—Mira, yo…

 

Tanto Tae como Virgil escucharon el mismo ruido, al mismo tiempo. Tae podía decirlo por la forma en que Virgil se puso rígido y se dio la vuelta. Lo único que pareció calmarlo fue cuando se dio cuenta que el ruido provenía de Yoongi regresando.

 

Y Yoongi estaba vestido, aunque de dónde sacó la ropa, Tae nunca lo sabría. Yoongi era el tipo de persona que vestía más que todo jeans y camisetas. Él no era de pantalones y camisas de vestir. Y ciertamente nunca había llevado algo púrpura antes, al menos no desde que Tae lo conocía.

 

Por otra parte, al hombre le gustaba el esmalte de uñas color rosa.

 

—Me alegro de que puedas unirte a nosotros. —Tae soltó una risita.

 

Yoongi sólo le mostró el dedo. Pero disminuyó el insulto soplándole a Tae un beso antes de girarse de cara a Virgil. Antes que Yoongi pudiera expresar alguna palabra sobre su lengua, Namjoony dejó escapar un pequeño grito de alegría y le mostró el dedo a Yoongi. El hombre capturó apenas al niño.

 

Sus cejas se juntaron en una profunda arruga, confusión escrita en su cara mientras acunaba a Namjoony contra su pecho. El muchacho se acurrucó contra él, presionando su cabeza en el hombro de Yoongi. Su cuerpo se desplomó en minutos mientras se quedaba dormido.

 

Tae sonrió cuando Yoongi lo miró. La venganza era una perra.

 

—Te ves bien así.

 

Yoongi rodó los ojos.

 

—Hay que ponerse en marcha —dijo mientras miraba a Virgil y Ethan—. Los dos vampiros que até no se quedarán así para siempre.

 

—¿Cuál es tu plan? —Virgil le preguntó.

 

—Tenemos que volver con la manada de Wolf Creek, o al menos conseguir un teléfono. Así podremos pedir refuerzos.

 

Virgil buscó en su bolsillo por un momento y luego sacó su teléfono celular, entregándoselo a Yoongi.

 

—Aquí, puedes usar el mío.

 

Yoongi se echó a reír. Hizo malabares con Namjoony acomodándolo en un hombro y luego cogió el teléfono. Presionó el teclado de marcación y luego se llevó el teléfono a la oreja. Tae sabía que él estaba tratando de no despertar a Namjoony cuando el hombre comenzó a hablar en susurros.

 

—Hoseok, hombre, las cosas se han ido a la mierda. Necesitamos refuerzos. —Tae se sintió inquieto cuando Yoongi frunció el ceño—. ¿Él hizo qué? —Yoongi estaba asintiendo con la cabeza mientras escuchaba— Bueno, voy a llamar a Wondin entonces. Mantén tu culo a salvo. —Yoongi tenía una expresión sombría en su rostro cuando colgó el teléfono y empezó a marcar otra vez—. Tenemos problemas. Tengo que llamar a Wondin por refuerzos. Park y Hoseok tienen suficientes problemas.

 

—¿Qué pasa? —Tae le preguntó.

 

—Douglas noqueó a Hoseok y se fue.

 

—¿Hoseok está bien?

 

—Sí,  él  tiene  una  cabeza  muy  dura. Se  pondrá bien. Pero Park les ordenó que se pusieran en camino. Dice que se encontrará con nosotros en la manada de  Wolf  Creek. —Yoongi terminó de marcar y se puso el teléfono en la oreja de nuevo.

 

—Sabes que tardará al menos dos horas para que cualquiera pueda llegar hasta aquí desde Wolf Creek.

 

—Lo sé, pero ¿qué otra opción tenemos? No es como… Oh, hey, Wondin. Es Yoongi. —Yoongi rodó los ojos—. Sí, ya sé que eres mi hermano y sé que reconoces mi voz. No, yo… Mira, listillo, esto es serio. Necesitamos refuerzos.

 

Tae miró a Virgil cuando el hombre le dio un codazo en el hombro.

 

—¿Eh?

 

—¿Siempre habla con su hermano de esa manera?

 

Sí, bastante, pero no dejes que te engañe. —Tae soltó una risita—. Ellos son muy unidos. Sé que una vez que Wondin entienda que Yoongi lo necesita, va a reunir las tropas y estar en camino en cuestión de minutos. Él es un buen tipo, solo es un poco extraño.

 

—Si tú lo dices. —Virgil no parecía muy convencido. De hecho, parecía que acababa de entrar en la sala de psiquiatría de un hospital mental del estado.

 

Yoongi cerró el teléfono de golpe, y se lo devolvió a Virgil. Parecía muy satisfecho de sí mismo.

 

—Wondin y algunos de sus amigos están en camino. Tenemos que seguir hacia el oeste a lo largo de la carretera principal. Wondin nos recogerá y nos llevara de vuelta a la manada de Wolf Creek.

 

Acomodó al niño durmiendo en sus brazos, enganchándolo un poco más arriba. Miró a la izquierda y luego a la derecha,  y  luego  miró  a  Tae,  Ethan,  y  Virgil.

 

—¿Hacia dónde queda el oeste?

 

Las piernas de Tae quemaban por el agotamiento. Si no se conociera mejor, habría pensado que estaba a punto de caerse. Se sentía como si hubiera estado caminando durante horas. Oh, esperen, él lo había hecho. Bueno, habían sido sólo un par de horas, pero hacerlo cargando a un niño inerte a través del bosque, no era fácil.

 

Carrie estaba fuera de combate como lo estaba Namjoony. Tae no sabía si estar agradecido por ese hecho o no. Cuanto más tiempo la llevaba, más pesada se sentía. Pero ella podría haberse asustado si estaba despierta, y eso parecía ser aún peor.

 

—¿Qué va a pasar con los niños? —Virgil le preguntó.

 

—Una vez que regrese a mi manada, vamos a tratar de encontrar a su familia. —Tae sintió un pequeño tirón de pesar en la región de su corazón ante sus palabras. Sabía que era lo mejor. Los niños necesitaban de su familia ahora que sus padres se habían ido.

 

—Su madre me dijo que ni ella ni su marido tenían familia. Así es como Timmins pudo tenerlos en sus manos tan fácilmente. No había nadie para protegerlos. Su manada había sido diezmada, destruida. No había nadie que los extrañara. —Virgil hizo una mueca—. Parece que esta no era la primera manada con la que los vampiros llegaron a hacer tratos.

 

—¡Diablos!

 

—¿Crees que tu Alfa pueda encontrarles una familia en la manada?

 

Al instante los ojos de Tae fueron hacia Yoongi, preguntándose si había oído las palabras de Virgil. Estaba bastante seguro de que lo había hecho cuando Yoongi miró hacia atrás, encontrándose con su mirada, con una de sus cejas arqueadas. Tae no quería ni siquiera comenzar a descifrar lo que al parecer quería decir.

 

No había manera de que se les permitiera quedarse con Carrie y Namjoony. Ni siquiera pertenecían a una misma manada. Ellos no tenían un hogar estable como para criar a dos hijos pequeños, y ciertamente no tenían ninguna experiencia. Simplemente no iba a suceder, sin importar cuánto la idea calentaba el corazón de Tae.

 

—Mi padre encontrará a alguien para que los adopte —dijo mientras miraba fijamente a Yoongi.

 

—¿Tal vez nosotros? —Yoongi le preguntó en silencio.

 

La mandíbula de Tae cayó.

 

—Yoongi…

 

—Sólo piensa en ello. —Yoongi se echó a reír antes de  darse  la  vuelta  y  seguir  caminando   por   el   bosque—. Seríamos buenos padres.

 

—Has perdido tu amorosa cabeza. —Tae sacudió la cabeza y empezó a caminar de nuevo, arrastrándose detrás de Yoongi—. Ni siquiera hemos podido decidir en qué manada vivir, ¿cómo demonios podremos criar a dos hijos?

 

—Bueno, estoy bastante seguro de que ahora pertenezco a la manada de Wolf Creek, o lo haré tan pronto como le pida permiso a tu padre para unirme. Entonces, eso resuelve ese problema. ¿Siguiente?

 

—No tenemos una casa lo suficientemente grande.

 

—Podemos mudarnos. ¿Siguiente?

 

—¡Yoongi!

 

—¿Qué? —Yoongi sonrió mientras miraba por encima de su hombro a Tae— Vamos, sé que quieres niños. Sé que lo haces. Y estos dos chicos necesitan unos padres. Es una situación de ganar-ganar en mi libro.

 

—La manada no lo toleraría. —Tae estaba casi seguro de ello. Tuvieron que pasar un tiempo bastante difícil para que aceptaran que los hijos del Alfa eran gays. Tae no iba a verlos quedarse sentados y dejar que dos hombres homosexuales adoptaran a un par de niños cambiaformas huérfanos. Alguien podría lanzarles un ataque.

 

—Creo que la manada es mucho más comprensiva de lo que les damos crédito, Tae. También creo que tendríamos el apoyo de tu familia si optamos por la adopción de Namjoony y Carrie.

 

—Así es, pero...

 

Yoongi  se  detuvo  y  se  volvió  para   mirar   a   Tae.

 

—Pero ¿qué? —preguntó en voz alta.

 

Tae miró a la bebé dormida en sus brazos. Carrie no podría tener más de dos años, y Namjoony era apenas un poco mayor. Eran tan jóvenes, y habían experimentado un infierno que ningún niño debería pasar.

 

—¿Y si no nos quieren? —Tae susurró, compartiendo su preocupación más grande con su compañero— Ellos han sido criados por una madre y un padre, no por dos padres.

 

—Tae, respóndeme algo, y sé honesto conmigo.

 

Tae asintió con la cabeza mientras levantaba sus ojos para encontrarse con los de Yoongi.

 

—¿Quieres tener hijos? —Yoongi les hizo una seña a los niños que dormían en sus brazos— ¿Tal vez estos niños?

 

—Si. —Los quería. Él no  iba  a  mentir  acerca  de  eso. Pero tampoco creía que tuvieran alguna jodida oportunidad de quedarse con Carrie y Namjoony.

 

—Entonces vamos a tratar con las cosas que se vayan presentando. Ya hemos decidido que voy a unirme a tu manada si tu padre me lo permite.

 

—Él te lo permitirá. —Tae se echó a reír—. Eso significa que seguiré en la manada. A mamá le encanta estar rodeada de sus hijos, y mi padre haría cualquier cosa para mantener feliz a mamá.

 

—Bien, entonces eso es un hecho, excepto preguntar. Y ya hemos  decidido  que  necesitamos  una  casa  más  grande. Estoy seguro de que tu familia nos puede ayudar a encontrar una. Voy a solicitar un trabajo en el Departamento del sheriff como Wondin lo está haciendo, y eso nos dará dos fuentes de ingresos, más que suficiente para cuidar de dos niños.

 

—En tus sueños —murmuró Tae, no queriendo detener la diatriba de Yoongi. El hombre parecía a toda marcha, como si estuviera tratando de convencerse a sí mismo tanto como a Tae.

 

—Y, tal vez, si nosotros le preguntamos realmente bien, tu madre nos puede ayudar a cuidarlos. Parece que le encantan los niños, y éstos serían técnicamente sus nietos. O eso, o podríamos ponerlos en la guardería durante el día.

 

—Mamá estaría extasiada.

 

—Y tiene el bono extra de que les proporcionarás a tus padres su primera camada de nietos. Eso debería cerrarles el pico a todo el mundo.

 

Tae rodó los ojos.

 

—Bueno, estoy agotado. Sólo tenemos que ver si esto es algo que podemos hacer antes de que pongamos nuestras esperanzas en ello. No quiero empezar a pensar en estos niños como nuestros, si hay alguien por ahí que pueda alejarlos de nosotros.

 

—Lo sé, bebé, yo tampoco. Por lo tanto, oremos por lo mejor y preparémonos para lo peor. —Yoongi se inclinó para frotar su cabeza contra el costado de la de Tae—. Voy a mover cielo y tierra para mantenerte siempre feliz, Tae.

 

 —Quiero hijos, Yoongi,  pero  estoy  contento  contigo. No vuelvas a pensar lo contrario. No necesito niños para sentirme completo. Tú me haces sentir completo.

 

Yoongi sonrió.

 

—Te amo, también, bebé.

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CAPITULO 8

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