Taehyung pintó otra capa de rojo color camión de bomberos en
la uña, soplando suavemente sobre ella. Esta era su última uña para pintar, y
luego estaría listo. Sólo un poco de delineador de ojos, una camisa ya gastada,
unos vaqueros ajustados y estaría listo para irse.
Yoongi se había comprometido a llevarlo a algún sitio esta
noche, cuando llegara a casa. Y ya era la maldita hora, por lo que Taehyung
estaba preocupado. Ellos se habían trasladado a su nueva casa hacía más de un
mes. La mayor parte de ese tiempo, Taehyung lo había pasado decorando su casa.
Por fortuna, Yoongi tenía el sentido de decoración de una caja de piedras por
lo que él le había dejado la casa entera a Taehyung. Desde el mullido sofá
seccional en la sala, a la cama extra grande tamaño king en el dormitorio, Taehyung
sentía que había hecho un buen trabajo.
Se mostraba especialmente complacido con las vibrantes
pinturas que colgaban de las paredes. Adoraba los diferentes colores y la forma
en que parecía brillar la luz del sol cada vez que los alumbraba. Taehyung
había reunido una gran colección de cosas, aumentó las almohadas brillantes
tiradas en la cama, los platos en la cocina, y un arco iris de toallas en los
baños.
Yoongi parecía estar contento, incluso añadiendo su propio
toque en forma de flores en varias ocasiones desde que se habían trasladado.
Había ido incluso más lejos cuando sustituyó las bandejas para hacer bizcochos
que Taehyung tuvo que dejar atrás cuando se mudaron a Wolf Creek.
Él cambió de ser el Alfa de su propia manada a ser un
ejecutor de otra manada, era esencialmente un paso atrás en la clasificación de
Yoongi, pero Taehyung pensaba que parecía más feliz, más relajado. Taehyung,
por otra parte, estaba encantado de que Yoongi estuviera en
casa todas las noches y tenían más tiempo para jugar.
Y Yoongi necesitaba jugar mucho. Taehyung pensaba que era
demasiado serio. Y, como Jungkook había señalado antes, era su trabajo
asegurarse de que se sintiera feliz y amado, usando su propio estilo de amar
para hacerlo.
Taehyung estaba encantado con todos los nuevos cambios. Se
había adaptado al hecho de que Jimin viviría con ellos hasta que encontrara a
su propio compañero.
Jimin no era un hombre desagradable una vez que llegabas a
conocerlo. Pero Taehyung siguió teniendo pequeños roces con él. Pensaba que era
porque Yoongi pasaba más tiempo con él que con Jimin. Y Jimin se sentía un poco
excluído.
Taehyung estaba contento de que Yoongi le hubiese dado
finalmente a Jimin algo para hacer, aunque fuera un trabajo apestoso. Jimin
había llevado el cuerpo de Wendy de nuevo a su aquelarre y a su hermano, el
príncipe Ivinovav. Yoongi esperaba que el gesto transmitiera su deseo de paz
entre los hombres lobo y los vampiros. Taehyung lo dudaba.
―¡Hey,
bebé, estoy en casa!― una voz gritó desde el piso de abajo.
―Estoy
aquí― le llamó Taehyung. Sonrió al oír el ruido sordo de pasos que corrían por
las escaleras justo antes de que la puerta del dormitorio se abriera. Taehyung
alzó la vista mientras soplaba sobre las uñas una vez más.
―Ooohhh
¿Rojo? ¿Ocasión especial?— Yoongi le preguntó mientras se dirigía a la cama y
se arrodillaba en el suelo frente a Taehyung.
―Sí, mi
amante me va a sacar esta noche―dijo Taehyung.
―Amante,
¿eh? ¿Alguien que yo conozca?― preguntó Yoongi mientras se inclinaba y besaba a
Taehyung.
―Es
posible. Es muy guapo, incluso digno de babear, y huele estupendamente―dijo Taehyung.
―¿Debería
estar celoso?―preguntó Yoongi.
―Oh,
definitivamente― se rió Taehyung.
―¿En
serio?― le dijo Yoongi.
Taehyung dejó escapar un grito cuando Yoongi le agarró las
piernas y empujó a Taehyung sobre la cama, su cuerpo más grande descendió para
cubrirlo.
Yoongi bajó la cabeza hasta que su nariz casi tocaba a Taehyung.
―¿Y por
qué debo estar celoso de este amante tuyo?― preguntó.
Taehyung se acercó y apartó un mechón de pelo negro de la
cara de Yoongi mientras le respondía.
―Porque es el dueño de mi corazón.
-Fin-
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