—¿Gatito?,
¿amigo?, hombre, necesitas comer. Si no comes podrías morir.
Taehyung se quejó suavemente, la habitación dando vueltas,
ahogándolo alrededor de él. Gimió mientras trataba de cambiar de forma, sus
músculos batallando para conseguir la forma para poder sanar más rápido, tener
la mayor movilidad.
—Soy
serio, hombre. Tienes que levantarte. No puedes cambiar. Te han drogado. Solo
necesitas comer.
—Yoongi.
—Quien quiera que sea olía a lobo, como manada y Taehyung estaba rezando que
conociera a Yoongi.
—No, no.
No conozco a Yoongi. Vamos, gatito. Por favor. Si no comes… —Una suave mano
tocó su mejilla—. Nos matarán a ambos, necesitas abrir tu boca.
Todo dolía, sus manos, su brazos, su rostro, sus... no podía
sentir sus piernas.
Sus ojos de repente se abrieron de nuevo.
—Mis piernas.
—Están
lastimadas, hombre, malamente. Yo… Trajeron a alguien para hacer que dejaras de
gritar.
No.
No.
No. Levantó sus brazos, arañándola, un salvaje aullido lo
desgarró, pero la pequeña chica rubia no se alejó, solo agarró sus manos y lo
sostuvo fuertemente… Sus piernas.
—Escúchame.
—Ella sacudió su cabeza mientras peleaba, arañando sus ropas su pelo.
Sus piernas.
Él es un bailarín.
Un bailarín.
No.
—Escúchame,
¡maldita sea! —Ella lo golpeó fuerte y su cabeza golpeó contra la pared detrás
de él, haciendo que viera las estrellas—. Es reversible. Pregunté. Me aseguré
que es reversible. Tienes que pegarte conmigo. Estoy aquí para ayudarte.
—Solo
eres una cachorro.
Ella resopló.
—Soy suficientemente vieja y no estoy encadenada como tú
gatito.
—¿Quién?
—Sacudió su cabeza, atragantándose—. ¿Por qué?
Miro detrás de ella, su rostro pálido.
—Cedric se hizo cargo, eres un ejemplo.
—¿Por
qué yo? —Él era inofensivo. Mierda, se estaba marchando.
—Tienes
que conseguir efectivo, si no estarás aquí para siempre y hueles como a manada
eres como… una especie de traidor o algo así, imagino.
—¿Y qué
eres tú? —Ella obviamente era lupina, no felina, pero olía a gato.
—Jodida,
profundamente, pero no me doy por vencida. ¿Qué acerca de ti?
—Tengo
un compañero.
—De
acuerdo. —Se inclinó hacia abajo, mirándolo a los ojos y eso lo golpeó, cómo de
joven era, realmente—. Entonces come y dime algo acerca de él e idearé algo
para salir.
Taehyung abrió la boca, tomó el caldo y trató de decidir si
creerle.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario