domingo, 24 de abril de 2022

CAPITULO 5

 

Yoongi pudo ver a Taehyung de pie en la puerta, cuando él y Jimin aparcaron frente a la casa un par de horas después. Yoongi pensó que parecía un poco ansioso.

               

Taehyung saltaba de un pie al otro mientras esperaba que Yoongi entrara con las maletas, le dio un rápido beso antes de agarrarlas y dirigirse hacia  el interior.

               

—Dame veinte minutos y estaré de vuelta para el almuerzo. Puedes empezar a sacar las cosas. Todo está en el refrigerador en contenedores.

 

Taehyung corrió por las escaleras, deteniéndose en el piso de arriba para mirar hacia abajo a la cara divertida de Yoongi.

               

—Y no te olvides de poner la mesa.

               

—Oye espera, ¿No quieres las bandejas para hacer bizcochos, Taehyung? — Yoongi le gritó.

               

—Ponlas en la cocina. Tengo que meterme en mi propia ropa —le gritó mientras corría a la habitación.

               

Yoongi estaba un poco decepcionado de que al parecer Taehyung estaba muy determinado a ponerse su propia ropa. Le hacía sentir cálido y confuso saber que algo suyo lo cubría. Tal vez Taehyung no se sentía del mismo modo. Supongo que debería hablar de eso con él. Hablar parecía más fácil que ignorar el problema esperando lo mejor, siempre y cuando recuerde no gritar. Taehyung no reaccionaba bien ante sus gritos, lo que parecía ser un problema.

 

Yoongi tendía a gritar mucho.

 

Yoongi se encogió de hombros y regresó al coche por el resto de las cosas que había comprado en la ciudad, las cuales eran tantas bandejas para hornear bizcochos como pudo encontrar, una gran botella de lubricante, y un ramo de rosas con velo de novia y un bonito jarrón de cristal. La dama de la floristería le dijo que estaba segura de que a Taehyung le iba a gustar. Yoongi sin duda esperaba que fuera así.

 

Dejando las bandejas para hornear sobre el mostrador, llenó el jarrón con agua y puso las rosas en él, colocándolo en el centro de la mesa. Agarró la pequeña tarjeta que venía con las flores y la sacó de su pequeño sobre para leerla.

 

Eres adorable… Min

 

Parecía ser lo correcto en ese momento, pero ahora se sentía estúpido. Tal vez, ¿Debería darle las flores y no la nota? Lo sentía como algo emocional, un poco sentimental ahora que estaba esperando en la cocina. Tal vez, no debería entregarle las flores.

 

Ni siquiera lo pienses, Yoongi.

 

Yoongi saltó y giró para ver a Jimin en la puerta.

 

—¿Sobre qué?

 

No puedes engañarme. Min Yoongi. Estás pensando en no entregarle las flores ni la nota a Taehyung. No lo hagas. Tienes una oportunidad aquí, Yoongi. Dale las flores y la nota. Espera a ver lo que tiene que decir. Creo que podría sorprenderte.

 

Yoongi sintió subir el calor por su rostro mientras ponía la nota de regreso en su pequeño sobre, colocándola en el centro de las flores.

 

Será mejor que tengas razón sobre esto. Si se burla de mí, eres hombre muerto.

 

Incluso si no le gustan las flores, Taehyung no parecer ser el tipo de persona que se burlaría de ti —dijo Jimin mientras se alejaba de la habitación.De todos modos, ¿Dónde está?

 

Agarró sus maletas y corrió por las escaleras para cambiarse. Al parecer sentía que necesitaba cambiarse —Yoongi respondió secamente, con los ojos extraviados en la puerta de la cocina.

 

No te fijes mucho en eso, Yoongi. Puede que no tenga nada en contra de usar tus cosas. Él está en un lugar nuevo y apenas si conoce a alguien. Quizás sólo está buscando la comodidad que le dan sus propias cosas.

 

Yoongi pensó en eso un momento para luego asentir con la cabeza. Jimin probablemente tenía razón. Taehyung estaba en un lugar desconocido. Si usar su propia ropa le hacía sentir mejor, Yoongi debía verlo por lo que era y no que Taehyung no quisiera usar su camisa.

 

Vamos, Taehyung nos dijo que pusiéramos la mesa y que sacáramos la comida para el almuerzo. Dijo que todo estaba en el refrigerador en contenedores. Será mejor que lo tengamos sobre la mesa antes de que vuelva aquí o va usar una de esas bandejas para hornear bizcochos sobre nosotros otra vez.

 

Jimin miró la pila de bandejas para hornear bizcochos, negando con la cabeza.

 

—¿Tenías que comprar tantas? En serio, tío, aquí son como armas de destrucción masiva —resopló mientras contaba las bandejas para hornear. Miró a Yoongi sorprendido —¿Trece? ¿Le trajiste trece bandejas para hornear bizcochos? ¿Estás loco?

 

Yoongi se encogió de hombros ante la mirada asombrada de Jimin.

 

Él dijo que me perdonaría si le traía más de una bandeja para hornear bizcochos. No quería correr ningún riesgo. Le compré cada una de las malditas cosas que encontré. Si hubiese encontrado más, también se las habría comprado.

 

Tío, estás loco. Ese hombre es una amenaza con una bandeja para hornear. Odiaría ver que podría hacer con algo realmente letal. —Jimin alcanzó una pila de platos. —Sólo mantenlo alejado de los cuchillos de cocina.

 

—¿En verdad piensas que habrá menos peligro, con una bandeja para hornear que con un cuchillo de cocina? Creo que lo mejor sería no hacer que se enfade.

 

Yoongi repentinamente paró de moverse y se rió, haciendo que Jimin lo mirara confundido.

 

—¿Qué?

 

—¡Míranos! Soy el Alfa de mi propia manada. Tú eres el Beta. Estamos sentados aquí hablando sobre no enfadar a un humano de ciento cincuenta y dos centímetros de alto y sesenta y cinco kilos de peso. Somos tan jodidamente patéticos

 

—¿Eso significa que no te preocupa enfadarlo?

 

—¿Te parezco estúpido? —Se rió Yoongi.

 

No, pero… ¡dulce infierno! —exclamó Jimin, mirando más allá de Yoongi.

 

Yoongi se giró rápidamente para ver lo que Jimin estaba mirando.

 

—¡Joder! —susurró cuando vio al hombre de pie en la puerta. Taehyung era todos los sueños húmedos que había tenido reunidos en un pequeño y sexy paquete.

 

Taehyung se había puesto un par de vaqueros ajustados de tiro bajo hasta la cadera. Aún vestía la camisa de Yoongi, pero atada con un nudo que llegaba justo sobre su ombligo, en el que lucía un anillo de oro.

 

Taehyung lucía totalmente digno de babear, pero fue el esmalte de color camión de bombero rojo en los dedos de sus manos y las uñas de los pies descalzos lo que realmente capturó la atención de Yoongi. El delineador negro y el cabello rubio miel despeinado como recién salido de la cama sólo destacaban más sus delicados rasgos.

 

Taehyung —Yoongi siseó suavemente, tratando de recuperar el aliento que repentinamente había dejado sus pulmones. Su polla latía tan dura en sus vaqueros que casi podía oírla. Cada pensamiento que pasaba por su mente se centraba en lanzar a Taehyung al suelo y joderlo hasta que ninguno de los dos pudiese caminar.

 

Ooh, rosas —dijo Taehyung —¿Para mí? —preguntó, mirando hacia Yoongi con la emoción apenas contenida.

 

Yoongi sólo asintió con la cabeza, estaba demasiado estupefacto como para decir algo. Trató de evitar que su lengua colgara fuera mientras veía a Taehyung rebotar hacia la mesa e inclinarse para olfatear un brote de rosa.

 

¡Oh  Maldición! Estaba doblado tan  lejos sobre  la mesa  que  su culo sobresalía justo ahí, justo en frente de Yoongi. Comenzó a estirarse para acariciar el apretado culo que estaba frente a él cuando notó que Taehyung alcanzaba la tarjeta que estaba entre las flores. Contuvo el aliento mientras esperaba su reacción.

 

Los ojos de Yoongi se abrieron en estado de shock cuando Taehyung chilló y repentinamente se encontró con un montón de besos y abrazos de Taehyung. Yoongi envolvió sus bazos alrededor de él, sonriendo hacia Jimin.

 

Supongo que le gustan las flores.

 

Jimin sonrió, asintiendo con la cabeza mientras se sentaba a la mesa.

 

—¿Ahora podemos comer?

 

Yoongi miró a Taehyung, sonriéndole.

 

—¿Tienes hambre, bebé?

 

Oh, estoy hambriento, no he comido desde ayer por la tarde — respondió Taehyung.

 

Bueno, entonces vamos a sentarnos y comer —dijo Yoongi mientras tomaba una silla y la sostenía para Taehyung. Una vez que se sentó, Yoongi tomó otra silla, tirando de ella para aproximarse a Taehyung y se sentó.

 

No tomó mucho tiempo para que los tres hombres atacaran y comenzar a comer. Por un rato hubo silencio, todos disfrutaban la comida que Taehyung había preparado. Finalmente, Jimin acarició su estómago y miró a Taehyung con interés.

 

Entonces, Taehyung, ¿Qué pasa con el esmalte de uñas?

 

—¿No te gusta? —preguntó Taehyung, levantando su mano y extendiendo su brazo, inclinándola atrás hacia la luz. —Tengo otros colores… rojo oscuro, rosa e incluso púrpura.

 

No, no, es bonito. Muy apropiado —respondió Jimin.

 

Gracias. A mí me gusta. —Taehyung sonrió y luego miró a Yoongi —¿Qué piensas? ¿Te gusta?

 

Yoongi no estaba seguro de cómo responderle a Taehyung. Extrañamente, le gustaba el esmalte de uñas. Simplemente parecía que se ajustaba a la personalidad de Taehyung. Lo que él tenía, era un momento confuso por el hecho de que Taehyung, un hombre, vistiera eso… y que eso lo encendiera.

 

—Taehyung…  —comenzó  Yoongi,  tratando  de  encontrar  las  palabras  y decirle a Taehyung que le gustaba, pero que no estaba seguro de que debería gustarle. Los hombres supuestamente no deberían estar en este tipo de cosas.

 

—¿No te gusta? —Taehyung preguntó en voz baja, bajando su mano de regreso a su regazo mientras miraba su plato vacío.

 

Yoongi, dile la verdad —sugirió Jimin mientras se levantaba y salía de la habitación, dejando a los dos hombres solos.

 

Yoongi miró la cabeza gacha de Taehyung, sintiéndose todo un tonto. Taehyung había estado tan emocionado cuando había entrado en la cocina y la simple falta de comentarios de Yoongi había drenado todo su maravilloso entusiasmo. Yoongi era un idiota.

 

Decidiendo que sin importar el costo, prefería que Taehyung estuviera feliz en vez de triste, Yoongi se acercó y tomó a Taehyung acomodándolo en su regazo. Alargó el brazo y con su mano levantó la barbilla de Taehyung, forzándolo a que lo mirara.

 

Me gusta el esmalte de uñas, tal vez demasiado. Todo en lo que he sido capaz de pensar desde que entraste en la habitación es en tirarte sobre una superficie plana y joderte hasta que ninguno de los dos pudiese caminar.

 

—¿Por qué es demasiado? Si te gusta, ¿Cuál es el problema?

 

Oh, bebé, no es tanto eso. —Yoongi negó con la cabeza. —Tienes que recordar que soy nuevo con este tipo de cosas. Y supongo que siendo quien soy, siempre pensé que había una forma en la que los hombres deberían actuar y una para las mujeres. Tú no encajas en ese molde.

 

—¿Y eso es algo malo? ¿Quieres que actúe más como tú? Yo puedo, si es eso lo que quieres. No tengo que usar el esmalte de uñas y el delineador de ojos y esas cosas. Yo solo… —Taehyung dijo rápidamente.

 

No, bebé, no. Me gusta la forma en que te ves. —Yoongi acarició con sus manos la espalda de Taehyung tratando de calmarlo. —Tan sólo no estoy acostumbrado a eso. Tienes que recordar, soy el Alfa de mi manada. Mantengo mi posición por mi poder y fuerza, por ser un hombre. No tengo ninguna experiencia con alguien como tú.

 

Tú… yo… necesito pensar sobre esto —dijo Taehyung mientras se alejaba de Yoongi y se ponía de pie. —Voy a subir por un rato.

 

—Maldita sea, Taehyung, no me estás escuchando —gritó Yoongi mientras se levantaba. —Me gusta la forma en que te ves. Esos jodidos vaqueros ajustados, el hecho de que estás usando mi camisa, el anillo en el ombligo, el esmalte de uñas, todo eso. No había visto nada tan sexy en mi vida. Y simplemente no sé si debería gustarme.

 

Las cejas de Taehyung se elevaron por la sorpresa al ver la roja cara de Yoongi.

 

—¿Por qué no debería gustarte? —preguntó desconcertado.

 

Yoongi pasó sus manos por su pelo, todo su ser lleno de frustración.

 

Joder, esto es difícil.

 

—¿Qué es tan difícil sobre esto? O te gusta la forma en que me veo o no.

 

Oh, me gusta la forma en que te ves… Ese no es el problema —dijo Yoongi, sus ojos recorrian el cuerpo de Taehyung con gran interés.

 

—¿Entonces qué? ¡No lo entiendo! —gritó Taehyung, con lágrimas empezando a formarse en sus ojos.

 

Sé que no lo entiendes Taehyung —dijo Yoongi mientras lo acercaba nuevamente a sus brazos. —Desearía poder explicártelo, pero estoy teniendo dificultades para entenderme a mí mismo. Eso es lo que es tan difícil acerca de todo esto. No quiero herir tus sentimientos diciendo algo estúpido.

 

Taehyung levantó su cabeza para mirar a Yoongi.

 

Entonces sólo dímelo.

 

Yoongi respiró hondo y lo dejó salir.

 

Está bien, ten paciencia conmigo. Me encanta la forma en la que te ves. Especialmente me gusta el hecho de que estés usando mi camisa. El saber que algo mío está cubriendo tu cuerpo hace que mi polla duela.

 

Taehyung sonrió.

 

Puedo notarlo —dijo él mientras presionaba su abdomen contra la cresta en los pantalones de Yoongi.

 

Siempre he tendido a creer que sólo las mujeres se visten como tú lo haces.

 

—¿Piensas que soy menos hombre porque me visto de esta forma? — Taehyung preguntó vacilante.

 

No, y por eso es tan confuso para mí. Eres en gran medida un hombre, pero siempre me han enseñado que los hombres deben ser duros, poderosos y sin emociones. Tú no eres así —exclamó Yoongi. —Tú eres suave y tierno.

 

Haces que suene como un perrito.

 

No. —Yoongi se rió. —Pero tienes que admitir, que no encajas con el estereotipo ideal de lo que es un hombre.

 

Bueno, ¡du! —replicó Taehyung. —Fui criado en una comunidad. Todos vestían lo mismo, comían lo mismo, se comportaban igual. Una vez que salí de allí, quería experimentar todo, especialmente los colores. Adoro los colores.

 

—¿Colores? ¿Comunidad? ¿De qué demonios estás hablando? —Yoongi casi gritó mientras miraba a Taehyung.

 

Taehyung rodó sus ojos.

 

Cuando era pequeño, un hombre vino y me alejó de mis padres. Él estaba con un grupo de personas del gobierno y les dijo a mis padres que estaría mejor con ellos porque yo puedo… bueno, sé cosas.

 

—¿Sabes cosas? —preguntó Yoongi con confusión. —¿Qué tipo de cosas?

 

Algunas veces simplemente sé cosas, cosas como cuándo suena el teléfono, sé quién está llamando. Cuando alguien golpea la puerta, sé quién es. ¿El bar en dónde te conocí? Sólo supe que debía detenerme tan pronto vi la señal. —Taehyung agitaba su mano en un gesto desdeñoso. —No tengo idea por qué debía detenerme. Me imaginé que debía ir al cuarto de baño.

 

Bien, así que sabes cosas. ¿Qué tiene que ver eso con la comunidad?

 

Ahí es donde crecí. Había muchas otras personas como yo. Algunos podían leer la mente, algunos podían decir si alguien estaba mintiendo, algunas sabían cosas como yo. Básicamente, todos teníamos algún tipo de habilidad psíquica. Y todos fuimos mantenidos prisioneros por un hombre llamado…

 

—¡El profesor! ¿Estás hablando del profesor, verdad? —dijo intranquilo Yoongi.

 

Sí, ¿cómo lo supiste? —preguntó Taehyung mientras miraba a Yoongi confundido.

 

—¿Los ejecutores de mi manda, Namjon y Jin? Los envié a la manada de Wolf Creek para ayudar a proteger a un hombre llamado Jungkook. Él es tú amigo, ¿Verdad? —Yoongi preguntó maravillado.

 

Taehyung asintió con la cabeza.

 

Sí, sobre él te estaba hablando. ¿Tú eres el Alfa que envío a Namjon y Jin a ayudarnos? Ellos nos salvaron, ¿Sabes? El profesor nos mantenía en un almacén mientras iba a buscar a Jungkook. Namjon y sus amigos vinieron a liberarnos.

 

Yoongi asintió, sosteniendo a Taehyung más cerca de él al darse cuenta de lo cerca que estuvo de nunca llegar a tener a su compañero en su vida. Una simple decisión había cambiado completamente el curso de su vida, la vida de tantos.

 

De pronto, Yoongi comenzó a reír, haciendo que Taehyung lo mirara hacia arriba.

 

Me acabo de dar cuenta de por qué estás aquí, bebé. —Yoongi explicó ante la mirada confundida en la cara de Taehyung. —Como Alfa de mi manada, tomé la decisión de que Namjon y Jin ayudaran, en contra de los deseos de muchas personas en mi manada. A su juicio no deberíamos involucrarnos, pero yo no estuve de acuerdo y los envié de todos modos.

 

—¿Por qué?

 

Somos hombres lobos, bebé, sin importar a qué manada pertenecemos. Oh, entiendo la cosa territorial, pero esto no tiene nada que ver con eso. Si vamos a sobrevivir como especie, tenemos que ayudarnos unos a otros.

 

Entonces, ¿qué tiene que ver con que yo esté aquí?

 

Tomé esa decisión en contra de los deseos de muchos miembros de mi manada, una decisión que no me dio nada más que el saber que estaba ayudando a alguien. Tú eres mi recompensa. —Yoongi explicó.

 

—¿Yo soy tu recompensa? ¿Pero que hay con la forma en que visto? ¿El esmalte de uñas y las otras cosas? —preguntó con cautela Taehyung.

 

Eso es perfecto. Creo que tu estilo es más caliente que el infierno. Y ahora que estamos acoplados, el resto de mi manada simplemente va a tener que lidiar con ello. Vas a escandalizarlos hasta los dedos de los pies.

 

—¿Y eso es algo bueno? —Taehyung preguntó dubitativo.

 

Oh, joder, sí. He estado intentando, desde que me hice cargo de la posición de Alfa, de llevar a esta manada al nuevo siglo, pero un cierto grupo selecto de personas han hecho todo lo que han podido para quebrantarme y mantener a nuestra manada en los viejos tiempos. Creo que al estar su Alfa acoplado a un hombre que se ve tan sexy como tú te ves, cambiará un montón de mentes.

 

—¿Y cómo has llegado a esa conclusión? —preguntó Taehyung, pareciendo poco convencido.

 

Realmente es simple, bebé —dijo Yoongi mientras besaba a Taehyung en la frente. —Quiero que seas tan escandaloso como sea posible. Si quieres usar esmalte de uñas y delineador de ojos, úsalos. Si quieres desfilar por la casa con nada más que mi camisa, hazlo. Quiero que hagas lo que te haga sentir cómodo y ¿A quién le importa lo que piensen los demás?

 

—¿En serio? —Taehyung preguntó sorprendido.

 

En serio. Y nunca permitas que nadie te diga que no puedes ser quien quieres ser. Si alguien te molesta pasa sobre ellos —Yoongi señaló la pila de bandejas de hornear bizcochos que le había comprado a Taehyung —golpéalos con una de esas.

 

Taehyung miró hacia la pila de bandejas para hornear, asombrado, viéndolas por primera vez. Comenzó a reírse ante el gran número.

 

No puedo creer que de verdad salieras y me compraras un montón de bandejas para hornear bizcochos después de que te golpeé con una.

 

Dijiste que sería la única forma de que me perdonarías —le recordó Yoongi.

 

Bueno, sí, pero no hablaba en serio. Te habría perdonado de todos modos. Sólo quería que te retorcieras un poco —respondió.

 

Prefiero verte retorcerte a ti, preferiblemente en mi regazo —dijo Yoongi, con su voz cada vez más baja y seductora.

 

Taehyung miró a Yoongi para ver si hablaba en serio. La amplia sonrisa en los labios de Yoongi le dijo a Taehyung que sí hablaba en serio.

 

Dame diez minutos, luego encuéntrate conmigo en el piso de arriba — Taehyung se rió, saltando del regazo de Yoongi y salió corriendo de la habitación.

 

Yoongi se quedó sentado por un momento, sorprendido por la ansiosa invitación de Taehyung. Considerando lo que había visto cuando bajó las escaleras, todo lo que Yoongi podía darle, sin correr detrás de él, eran esos diez minutos.

 

 Observó el reloj, mirando como el segundero lentamente avanzaba. Sabía, que lógicamente, no se estaba moviendo más lento de lo normal, pero estaba seguro que así lo sentía. El tiempo parecía arrastrarse. Poniéndose de pie, Yoongi empezó a limpiar la mesa, cualquier cosa que lo mantuviera ocupado por unos pocos minutos.

 

—¿Yoongi? Estoy listo.

 

Yoongi bajó los platos al mostrador y subió corriendo al segundo piso, en el instante que escuchó a Taehyung gritarle. Se detuvo en la puerta de la habitación y antes de abrirla respiró hondo, de inmediato perdió todo el aire de sus pulmones ante la vista que encontraron sus ojos.

 

Taehyung estaba acostado en el medio de la cama vistiendo nada más que una boa de plumas rojas alrededor de su cuello. La cual, se arrastraba por su pecho y descansaba entre sus piernas. Todo lo que quedaba era la sonrisa seductora de Taehyung. Él estaba recostado contra las almohadas, con las piernas dobladas en las rodillas y ligeramente separadas mientras acariciaba su dura polla en su mano.

 

Santo dios —Yoongi susurró —estás tratando de matarme.

 

Taehyung se rió, levantando su mano y doblando su dedo, llamado a Yoongi para que fuera a la cama.

 

—¿Vas a reunirte conmigo, Min?

 

Yoongi se sacó la camisa por la cabeza tan rápido que apenas la notó pasar por encima de su cabeza. La lanzó al suelo, luego se quitó sus vaqueros con la misma rapidez. No le podría importar menos el que estuviera dejando un desastre en el suelo. Toda su atención estaba centrada en el glorioso cuerpo que estaba esperando por él en la cama.

 

Empezando en la parte inferior de la cama, lentamente empezó a subir por el colchón hasta que yacía entre las piernas de Taehyung, con la polla enfrente de su cara. Yoongi la miró, lamiéndose los labios.

 

—¿Vas a chupar mi polla, Min? —Taehyung canturreó suavemente, dejando caer su mano y separando sus piernas tanto como pudo.

 

Yoongi le lanzó una miraba de preocupación.

 

Nunca he hecho esto antes, Taehyung. No sé si será bueno para ti.

 

—No te preocupes, Min. No tengo dudas de que te las arreglaras — contestó gentilmente Taehyung. —Aprendiste como prepararme con bastante facilidad.

 

Sí, pero…

 

Taehyung se sentó para ahuecar con sus manos la cara de Yoongi.

 

Cariño, si no quieres hacer esto, no lo haremos. Nunca te pediría que hicieras algo con lo que no estás cómodo. Simplemente nos podemos mover a algo más.

 

Quiero hacer esto. —Yoongi miró hacia abajo, a la polla que tenía frente a él. Se lamió los labios, luego miró nuevamente a Taehyung. —Sólo tengo miedo de no ser bueno en esto. No quiero decepcionarte.

 

Tú nunca me decepcionaras. Estar contigo es suficiente para mí. No necesito esto. —Taehyung respondió gentilmente.

 

Los ojos de Yoongi regresaron a la empalmada polla bajo su barbilla.

 

—¿Me dirás si estoy haciendo algo que no te gusta?

 

Por supuesto, pero ¿Estás seguro de que quieres hacerlo?

 

Yoongi asintió.

 

Estoy seguro —respondió, luego miró a Taehyung —quiero probar todo contigo.

 

Taehyung sonrió, luego se recostó contra las almohadas.

 

Entonces, soy todo tuyo, grandote.

 

Yoongi se echó a reír.

 

Eres tan fácil.

 

No tienes ni idea —rió entre dientes Taehyung, gimiendo un momento más tarde cuando Yoongi se inclinó hacia adelante y lamió la punta de su polla.

 

Yoongi se inclinó y lamió una gota de líquido que rápidamente había apareció en la parte superior de la polla de Taehyung. Había pensado que sería amargo, pero en realidad no era malo, sabía un poco picante, pero también dulce.

 

Escuchó a Taehyung gemir mientras recorría con su lengua hacia abajo a lo largo de su congestionada polla. Recordando lo que le gustaba a él, se movió hacia  abajo  y  lamió  las  pelotas  libre  de  pelos  de  Taehyung,  preguntándose brevemente por qué Taehyung no tenía pelos. Tenía que recordar preguntarle sobre eso.

 

Ahora, sin embargo, quería saber que era la cosa de goma roja que Taehyung tenía en su culo. Se consideraba a sí mismo muy experimentado sexualmente pero nunca había visto nada como el objeto de goma en el culo de Taehyung.

 

Se agachó y tiró de él con sus dedos, casi saltó cuando Taehyung tembló.

 

—¿Taehyung? ¿Qué es esto? —preguntó mientras tiraba de él otra vez, viendo como volvía adentro.

 

Un tapón anal. Me estira, así tú no tienes que hacerlo —Taehyung dijo sin aliento.

 

Yoongi lo miró sorprendido.

 

Pensé que te gustaba que yo te preparara.

 

Así es, pero algunas veces simplemente hay que llegar a la parte buena, el tapón me mantiene estirado así puedes joderme cada vez que quieras susurró Taehyung.

 

—¿No te duele?

 

No.

 

—¿Se siente bien?

 

Cuando juegas con él, sí.

 

—¿Te gusta? —Yoongi preguntó mientras gentilmente lo empujaba, dejando que la punta regresara a su lugar.

 

—¡Infiernos, Sí! —Taehyung gimió otra vez. Apretando sus manos en las sábanas a su lado.

 

Entonces, si hago esto, ¿Podría estar realmente bien? —preguntó Yoongi mientras tomaba la polla de Taehyung en su boca y la chupaba mientras jugaba con el tapón con sus dedos.

 

—¡Min! —Taehyung gritó, moviendo su cabeza de un lado al otro de la almohada.

 

Yoongi sonrió alrededor de la polla en su boca. Supongo que eso respondía a su pregunta. Taehyung prácticamente había perdido el control. Yoongi   se esforzó más en su trabajo, lamiendo la polla de Taehyung con su lengua mientras lo chupaba. Tiró y empujó el dildo anal, torciéndolo hacia adelante y atrás, los gritos y gemidos de Taehyung lo estimulaban.

 

No tenía ni idea de si lo estaba haciendo de forma correcta, pero al parecer Taehyung no tenía quejas. De hecho, parecía que estaba en el cielo, que era justo en donde Yoongi lo quería.

 

Min —Taehyung gritó mientras agarraba el pelo de Yoongi —tienes que detenerte. Me voy a correr si no te detienes.

 

Entonces, hazlo ya —dijo Yoongi mientras levantaba sus ojos para mirar los desesperados ojos de Taehyung.

 

Apenas puso nuevamente su boca sobre la polla de Taehyung antes de que él hiciera erupción, llenando la boca de Yoongi. Mientras tragaba, escuchó a Taehyung gritar. Estaba tan excitado que todo lo que Yoongi pudo hacer fue sacar el tapón del culo de Taehyung. Apenas tenía el tiempo suficiente para penetrarlo antes de explotar. La sensación del cuerpo de Taehyung apretando alrededor de él, era tan grandiosa que Yoongi continuó bombeando dentro de él hasta que el nudo se arraigó y lo encerró dentro de Taehyung. Colapsando sobre él, Yoongi enterró su cara en el cuello de Taehyung, descansando el cuerpo sobre sus brazos. Su cuerpo continuó contrayéndose mientras el aire en sus pulmones entraba y salía con rapidez. Finalmente, cuando sintió que de nuevo podía respirar de forma normal, Yoongi levantó la cabeza y miró a su compañero.

 

Los ojos de Taehyung estaban cerrados, su pecho se movía tan rápido como el de Yoongi. Pero tenía una sonrisa muy satisfecha en sus hermosos labios.

 

—¿Estuvo bien? —preguntó Yoongi.

 

Él miró divertido mientras Taehyung abría ampliamente sus ojos.

 

—¿Hablas en serio? Eso fue fantástico, aunque creo que intentabas matarme.

 

Yoongi sonrió mientras bajaba la cabeza para darle un rápido beso a Taehyung.

 

Quizás la próxima vez podríamos intentarlo al revés, ¿Hmmm?

 

—¿Te pondrías un tapón anal? —preguntó sorprendido Taehyung.

 

—¿Por qué no? Tú lo hiciste.

 

—Bueno, sí, pero…

 

Sin peros, bebé. Esta es una relación con igualdad de oportunidades. Si tú puedes hacerlo, yo también puedo. Además —dijo Yoongi mientras sonreía — ¿Por qué deberías tener toda la diversión?

 

Taehyung levantó una ceja.

 

—¿Quién dijo que cuando tú uses un tapón, no sería divertido para mí también?

 

Yoongi pasó los nudillos por un lado de la cara de Taehyung.

 

Te iba a preguntar algo antes, pero estaba un poco ocupado chupándote.

 

Entonces pregunta ahora.

 

—¿Por qué no tienes pelo ahí abajo? —asintió hacia la desnuda ingle de Taehyung.

 

Me afeito.

 

—¿Por qué? —preguntó Yoongi, confundido. Pensaba que sólo las mujeres se afeitaban la entrepierna.

 

Se siente mejor, más íntimo. Además, la estimulación es mejor. — Taehyung inclinó su cabeza hacia un lado. —¿Por qué? ¿Te molesta?

 

No, me gusta. Supongo que es otra de aquellas cosas a las que no estoy acostumbrado. Creo que ambos tenemos que estar preparados para que eso suceda mucho. Pero no quiero que pienses que no me gusta algo simplemente porque pregunte sobre ello. Sólo tengo curiosidad.

 

Está bien. ¿Algo más que quieras saber?

 

Sí, ¿Puedes usar un tapón con esos ajustados vaqueros tuyos?

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

CAPITULO 8

Amanecía. Jin y Namjoon se despedían de Taehyung Y Yoongi.   El destino los separaba una vez más.   Yoongi y Taehyung se quedaron en...