domingo, 1 de mayo de 2022

CAPITULO 1

 Alteza, hay un caballero en la puerta preguntando por usted. Viene bajo bandera blanca.

 

El Príncipe Kim Taehyung levantó la vista del libro que estaba leyendo para ver a su sirviente Albert, de pie en la puerta de su estudio. El hombre parecía nervioso, algo que le parecía extraño en Albert. Él siempre parecía totalmente controlado y nada le afectaba.

 

―¿Quién es, Albert? ―le preguntó, cerrando su libro poniéndolo en la mesa pequeña al lado de su silla. Los ojos de Taehyung se abrieron como platos cuando Albert realmente se estremeció.

 

Dijo que su nombre es Min Yoongi, señor.

 

Feroz valentía, estoy intrigado ―murmuró Taehyung.

 

―¿Disculpe, señor?

 

Oh, nada, Albert ―dijo Taehyung mientras se ponía de pie y gesticuló con la mano a Albert―. Estaba comentando sobre su nombre. Yoongi significa feroz valentía en gaélico ( no significa eso, solo es parte de la trama). Bien, déjalo entrar, Albert.

 

Alteza ―dijo Albert y se estremeció de nuevo―. Él es un hombre lobo.

 

―¿No me digas? ―preguntó Taehyung sorprendido―. Bien, de todas formas, hazle pasar y Albert, asegúrate de que todo el mundo sepa que él está aquí como mi invitado. Ninguna agresión. ¿Entendido?

 

Pero señor, es un hombre lobo.

 

Soy plenamente consciente de eso, Albert ―respondió Taehyung―. Pero ha llegado a nuestra puerta con una bandera de tregua, y debemos respetarla. Nadie hará nada contra él o conocerán mi ira. ¿Está absolutamente claro?

 

Sí, por supuesto, Alteza ―dijo Albert―. Le haré pasar de inmediato.

 

Taehyung asintió con la cabeza. Se rió consigo mismo cuando Albert salió corriendo de la habitación. El hombre era un misterio, 200 años de edad, por lo menos, y nunca un pelo fuera de sitio. Sus trajes de mayordomo siempre parecían planchados y sin arrugas. Y nunca jamás parecía agitado por nada.

 

Que apareciera un hombre lobo en la puerta principal, con bandera de tregua o no, parecía haber conseguido justamente eso. Taehyung no podía culpar a Albert. La enemistad de muchos años entre vampiros y hombres lobo databa de varios siglos atrás.

 

Taehyung, siendo un poco mayor de 500 años, podía recordar la guerra entre las dos especies desde su infancia. En el momento en que llegó a su edad adulta, hombres lobo y vampiros ya estaban en conflicto.

 

Sería interesante descubrir por qué un hombre lobo estaba en la lóbrega puerta de su casa ahora mismo. No podía recordar la última vez que vio a uno de ellos en persona, tal vez cincuenta o sesenta años atrás.

 

Taehyung se sentó en una de las dos sillas laterales situadas frente a la chimenea encendida. Poco a poco, bebía un whisky de cien años en un vaso de cristal y esperó a que el hombre lobo se mostrara en su estudio. Sí, sería muy interesante.

 

Entre ―dijo Taehyung unos minutos más tarde, cuando sonó un suave golpe en su puerta. Se volvió para ver a Albert abrir la puerta y una, bastante impresionante, figura caminó hacia dentro. Taehyung se encontró inmediatamente intrigado por el pícaro tentador. No recordaba haber visto un hombre lobo tan atractivo.

 

Min Yoongi, Alteza ―dijo Albert.

 

Taehyung se puso de pie y caminó acercándose unos pasos al hombre lobo.

 

Gracias, Albert. Eso es todo.

 

Muy bien, señor ―respondió Albert. Taehyung podía ver que quería protestar, pero Albert nunca soñaría con ser nada más que eficiente y obediente, una de las razones por las que Taehyung había mantenido al hombre a su servicio durante los últimos cincuenta años―. Llámeme si necesita cualquier cosa, Alteza.

 

Taehyung esperó a que la puerta se cerrase para luego concederse el deseo de ver por completo al hombre que estaba frente a él. Notó que, aunque estaba envuelto en un aire de seguridad en sí mismo, pequeñas gotas de sudor le corrían por la sien.

 

Debe estar nervioso. Taehyung se inclinó un poco y olfateó el aire a su alrededor. Un hormigueo en la boca del estómago se apoderó de él cuando el profundo y terroso almizcle masculino asaltó sus sentidos. Min Yoongi olía a gloria.

 

No se perdió el obvio examen de Yoongi, y su aprobación tampoco. Una leve sonrisa seductora cruzó los labios del hombre y sus sexys ojos cobrizos se deslizaron por su cuerpo. Taehyung supo el momento en que su mirada cayó sobre la apretada dureza dentro de sus propios y ajustados pantalones de cuero negro. Se le agrandaron los ojos cuando el espeso olor de la excitación impregnaba la habitación. Alzó la mirada para hacerle frente a Taehyung, su mirada mantenía una silenciosa expectativa. Taehyung sonrió mientras iba hacia su mueble bar.

 

―¿Puedo servirle algo para beber, Señor Min?

 

Yoongi, por favor ―respondió―. Y tomaré un whisky, si tiene.

 

Por supuesto ―dijo Taehyung―. ¿Solo?

 

Por supuesto ―rió Yoongi.

 

Taehyung le sirvió una copa y rellenó la suya. Le entregó el vaso a Yoongi y se sentó en la silla que había ocupado antes.

 

Hizo un gesto a Yoongi para se le uniera.

 

Entonces, ¿Qué le trae a mi puerta, Min Yoongi?

 

―¿Entiende que estoy aquí en son de paz? ―preguntó Yoongi―. No quiero problemas, pero mi Alfa me ordenó venir.

 

―¿Y por qué su Alfa quiso que viniera a visitarme? ―preguntó Taehyung―. Dudo que ni siquiera conozca a ese hombre.

 

Eso era verdad. Taehyung estaba seguro de que no lo conocía. Sin embargo, estaba muy interesado en conocer al hombre que estaba sentado frente a él. Min Yoongi podría ser un hombre lobo, pero uno condenadamente bien parecido.

 

Se trata de su hermana, la princesa Wendy.

 

¡Bueno mierda! Taehyung frunció el ceño. Si Wendy estaba involucrada, no podía ser bueno. La niña comenzó a crear problemas en el momento en que salió de la cuna. Taehyung ni siquiera podía empezar a contar los líos de los que la había sacado.

 

―¿Y en qué tipo de problema está metida mi querida hermana en este momento?

 

Yoongi parecía vacilante. Taehyung detectó un cambio en su olor, cuando su nivel de temor aumentó repentinamente. Yoongi se retorció las manos, dejando vagar su mirada hacia el fuego.

Taehyung se sorprendió bastante por el aspecto de pesar en el rostro de Yoongi, de tal manera que no pudo ocultar su reacción cuando continuó.

 

Me temo que su hermana ha sido asesinada.

 

―¿Qué? ―gritó, poniéndose en pie―. ¿Qué quieres decir con que mi hermana ha sido asesinada? ¿Quién la mató? ―Caminó hacia él y sólo se detuvo cuando Yoongi se encogió en su asiento.

 

Taehyung se dio la vuelta y resopló furioso mirando hacia la chimenea. Apoyó el brazo en contra de la repisa de mármol blanco y respiró hondo varias veces para calmar su ira. No dejaría que un hombre lobo lo viera perder el control.

 

―¿Cómo murió mi hermana, y quién lo hizo? ―le preguntó tras un momento.

 

Debe entender que nadie tenía intención de matarla, pero ella amenazó no sólo a mi Alfa y a su pareja, sino a nuestra manada por completo. Varios miembros de nuestra manada ya habían sido asesinados. Cuando atacó a mi Alfa, él no tuvo más remedio que defenderse.

 

―¿Su manada? ―preguntó Taehyung, la confusión inundándole. Se volvió para mirar a Yoongi―. ¿Qué quieres decir con que varios miembros fueron asesinados? ¿En qué asuntos estaba ella con una manada de lobos?

 

Podría ayudar si usted pudiese decirlo con un poco menos de desprecio, Alteza.

 

Taehyung levantó una ceja. Al parecer, Min Yoongi hacía honor a su nombre. Tenía que estar lleno de feroz valentía si tenía el coraje de censurar al Príncipe de un aquelarre de vampiros. Eso impresionó a Taehyung.

 

Mis disculpas, Yoongi ―dijo Taehyung―. Por favor, continúe.

 

Por lo que hemos sido capaces de reconstruir, su hermana llegó a un acuerdo con varios miembros de nuestra manada para intercambiar hombres lobo por territorio y dinero.

 

―¿Con qué propósito?

 

Sangre de hombre lobo.

 

Taehyung asintió con la cabeza. Todo el mundo sabía que la sangre de hombre lobo era un afrodisíaco para los vampiros. La sangre humana podía mantenerlos, pero beber sangre de hombre lobo era como participar de un buen vino. Podría mantenerte durante varios días más que la sangre humana.

 

Por favor, continúe ―dijo Taehyung―. Si mi hermana estuvo involucrada, sé que tiene que haber más.

 

Ellos planearon iniciar un programa de cría. Producirían y sacrificarían hombres lobo por su sangre. Wendy tenía que aparearse con el Alfa de nuestra manada y procrear un niño mitad hombre lobo y mitad vampiro, luego mataba al Alfa y entonces ella podría gobernar la manada.

 

Taehyung apenas podía contener su sorpresa tras una fachada de neutralidad. Le parecía que su hermana finalmente había dado un mordisco demasiado grande.

 

―¿Y?

 

Nuestro Alfa ya está acoplado, por lo que su hermana decidió que la pareja del Alfa debía morir.

 

Taehyung bebió un profundo trago de su whisky. Hizo una mueca. Este era un escocés antiguo, eso significaba que era para degustar. No era para tragar. Necesitaba whisky barato en este momento, algo que le adormeciera los nervios.

 

Así que, ¿mi hermana encontró su fin a manos de su Alfa?

 

No estoy exactamente seguro ―dijo Yoongi. Sus dedos tiraron nerviosamente de la tela de los gastados jeans―. Ella atacó a mi Alfa, pero también atacó a su pareja. No sé si Jimin la mató mientras se transformaba o si fue Jungkook cuando ella lo atacó con un cuchillo. No estamos muy seguros.

 

―¿Jungkook? ―preguntó asombrado Taehyung ―¿El alfa está acoplado a un hombre?

 

Taehyung no estaba seguro de haber oído hablar de eso antes. Las manadas de lobos parecían funcionar alrededor de la idea de tener cachorros para aumentar esa manada. Nunca había oído hablar de un Alfa acoplado a un hombre antes. Se preguntaba si Yoongi era de la misma inclinación.

 

―¿Es eso un problema?

 

No ―se rió entre dientes Taehyung mientras se acomodaba en su silla una vez más antes de mirar hacia Yoongi―. Sólo es una sorpresa. Es un poco raro encontrar un Alfa acoplado a un hombre.

 

Nosotros no elegimos a nuestras parejas, Alteza. El destino lo hace.

 

Por favor ―dijo Taehyung, agitando la mano―, llámame Taehyung.

 

Yoongi asintió con la cabeza.

 

Así que, ¿Por qué vienen hasta aquí para decirme lo de mi hermana? ―preguntó Taehyung―. Dudo de que me hubiera enterado si no hubieran dicho nada. Wendy ha desaparecido durante años en varias ocasiones. Su desaparición no habría sido una sorpresa para nosotros.

 

Mi Alfa quería que supiera que no considera a su aquelarre responsable de sus acciones. Él no quiere que exista ninguna enemistad entre nuestros dos pueblos y me pidió que trajera de vuelta el cuerpo de su hermana como un signo de buena fe.

 

Taehyung miró a Yoongi en silencio mientras pensaba en las palabras del hombre. Los Alfas de las manadas de hombres lobo usualmente iniciaban las hostilidades entre los dos pueblos. Por lo que él sabía, los hombres lobo eran criaturas sucias que se convertían en agresivas con el más mínimo pretexto.

 

Las palabras de Yoongi contradecían las creencias, por mucho tiempo sostenidas. Lo asombroso de esas palabras, hicieron al mensajero aún más atrayente. Yoongi era probablemente uno de los hombres más atractivos, sobre el que Taehyung alguna vez hubiera puesto los ojos. Y Taehyung lo quería.

 

Muy bien, Yoongi. Acepto la muestra de buena fe de su Alfa. Ni yo ni mi aquelarre mantendremos la muerte de Wendy en contra de usted o los suyos. Sin embargo, tengo una condición.

 

Los ojos de Yoongi se ensancharon. Los labios de Taehyung se torcieron en una pequeña sonrisa antes de enmascarar su rostro de nuevo. Oh, las cosas que podría hacer para controlar al hombre ante él, las cosas que podría enseñarle.

 

Como posiblemente usted no sea consciente, el ritual de muerte para mi gente dura una semana, siete días desde el principio hasta el final. Es especialmente importante cuando muere uno de los miembros de la familia gobernante. Como una señal de que su Alfa realmente no desea participar en hostilidades entre nuestros pueblos, se quedará aquí por esa semana como mi invitado.

 

Taehyung amortiguó su sonrisa cuando Yoongi se ahogó con el whisky que bebía. Su mirada fue de asombro, a excitación y luego a la de desesperación. Taehyung se sintió complacido. Yoongi podría llegar a ser un juguete muy agradable.

 

—¿Has oído lo que te he dicho, Jimin? ―gruñó Yoongi en el teléfono―. Él dice que me tengo que quedar aquí como su invitado durante el ritual de muerte o que va a considerar esto como una agresión por parte de nuestra manada.

 

Eso es jodidamente ridículo.

 

Muy bien, ¿así que puedo irme a casa?

 

No, probablemente deberías permanecer ahí si eso es lo que quiere el Príncipe ―dijo Jimin―. La manada de Wolf Creek nos ha acogido. No sería justo para ellos tener la ira de un Príncipe vampiro sobre sus cabezas.

 

Bueno, joder, Jimin ―se quejó Yoongi―. Sólo sírveme en bandeja de plata a los chupasangres, ¿Por qué no?

 

―¿Crees que estás en peligro?

 

No ―se quejó Yoongi.

 

No del modo que piensas. Yoongi pensó para sí mismo. El sabía que no estaba en peligro con el aquelarre del vampiro. El Príncipe Taehyung había decretado que él estaba prohibido. Sin embargo, con el Príncipe mismo, Yoongi estaba en un mogollón peligro.

 

El Príncipe Taehyung le había robado el aliento desde el instante en que entró en la habitación. Se había sorprendido al principio por la apariencia pálida del Príncipe, y luego el hombre se deslizó por la habitación en sus ajustados pantalones de cuero negro y camisa blanca con volantes. Yoongi apenas pudo contenerse para no babear sobre él.

 

El Príncipe era unos cuantos centímetros más bajo que Yoongi, pero había dominado la habitación desde el principio. Su pálido rostro y el largo pelo negro enmarcando su cara, sólo habían mejorado el profundo amatista de sus ojos. Yoongi nunca antes había visto unos ojos de ese color.

Se sentía fascinado cada vez que miraba en ellos, incapaz de apartar la mirada. Yoongi había oído rumores de que los vampiros podían hipnotizar a la gente con una mirada y se preguntó si su fascinación por el Príncipe derivaba de eso.

 

Había oído otro montón de rumores sobre vampiros, algunos que el Príncipe disipó en la siguiente hora de haberse encontrado con él. Eso hizo que Yoongi se preguntara si todos los rumores que se escuchaban tenían una base real o si eran por los siglos de enemistad.

 

Los vampiros no parecían ser las criaturas con sed de sangre de las pesadillas de su infancia. Así mismo, tampoco se sentaban con las víctimas sangrando a sus pies o con pilas de cuerpos por todas partes. De hecho, el Príncipe parecía bastante agradable, aunque le pusiera de punta los vellos de la nuca.

 

―¿Sabes si está muy molesto por la muerte de su hermana?

 

Yoongi se encogió de hombros, aunque Jimin no podía verlo.

 

No mucho, realmente. Tengo la impresión de que ella había estado en problemas antes. No parecía sorprendido.

 

―¿Y va a dejar pasar el asunto si te quedas para ese ritual?

 

Sí, al parecer, es como si este asunto de la semana, no pasara desde hace mucho tiempo. Yo no lo entiendo, pero lo que sea. El Príncipe se está encargando de que alguien retire el cuerpo de mi camioneta mientras hablamos. Supongo que pondrán el cuerpo en una especie de sala de exhibición o algo así.

 

Mira, yo creo que deberías aguantar tanto tiempo como puedas ―dijo Jimin―. Quiero que nos olvidemos de esto, pero si sientes que estás en peligro, vuelve a casa. Encontraremos otra manera de manejarlo.

 

No, no, está bien ―dijo Yoongi―. Me quedaré por unos días al menos. Si no sirve para nada más, al menos nos dará una idea de cómo funcionan los aquelarres. Dudo que un hombre lobo haya estado tan cerca de un vampiro sin tener una lucha desde hace años.

 

Probablemente tengas razón. Sólo mantente a salvo. Aprender sobre su funcionamiento no es tan importante como tu vida. Si tienes algún problema, llámame.

 

Sí, está bien ―dijo Yoongi. Se despidió y colgó el teléfono, preocupado, con su labio inferior entre los dientes. Tenía un problema, uno grande, de aproximadamente un metro con setenta y ocho centímetros y era mortalmente sexy. No podía decirle eso a Jimin.

 

Su antiguo Alfa probablemente se reiría por toda la habitación si se enteraba de que Yoongi se sentía atraído por un vampiro, y un vampiro más encima. Yoongi no podía dejar de pensar en el tipo. Tío, estaba en un gran problema.

 

Yoongi alzó la mirada cuando la puerta del estudio se abrió y el Príncipe volvió a entrar

 

―¿Está todo bien? ―preguntó El Príncipe con su voz suave y seductora. Envió escalofríos por la espalda de Yoongi e hizo que le doliera el pene.

 

Sí ―respondió Yoongi, tratando de evitar la mirada directa del Príncipe―. Jimin ha dicho que puedo quedarme. Quería que le asegurara que él no quiere hostilidades entre su aquelarre y nuestra manada.

 

Excelente.

 

Sí, claro, ¡excelente!

 

Me acompañará a cenar, por supuesto. ―Esa no había sido una pregunta.

 

Yoongi trató de entender por qué no le molestaba la demanda del Príncipe. A menos que su Alfa diera las órdenes, Yoongi por lo general, enviaría a quien fuera al infierno. Con Taehyung, no podía pensar en nada que le gustara más.

 

Enviaré a Albert para que le muestre su habitación ―le dijo Taehyung―. La cena debería estar lista en unas dos horas por si quiere refrescarse.

 

Gracias ―dijo Yoongi―. Lo apreciaría mucho. Fue un largo viaje en auto hasta aquí.

 

Usted aun no me ha dicho de dónde es o la manada a la que pertenece.

 

Eso va a llevar algo de tiempo. ―Yoongi rió.

 

Taehyung mostró su blanca dentadura al sonreír.

 

Por favor, dígame. Me intriga. ―La mirada de Taehyung vagó por el cuerpo de Yoongi. La sentía tan intensa que podría haber sido una caricia―. Encuentro que muchas cosas sobre ti me intrigan, Min Yoongi . 

 

Sí, está bien. ¡Maldita sea!

 

El corazón de Yoongi latía un poco más rápido.

 

Solíamos ser la manda de Shasta ―comenzó Yoongi, tratando de ignorar las palabras sugerentes del Príncipe. No sería buena idea dejar que se enterara de cómo se sentía él de intrigado.

 

―¿Solían ser?― preguntó el Príncipe, con una ceja arqueada.

 

La mayor parte de nuestra manada fue diezmada por el complot de su hermana y los demás miembros de nuestra manada, como he mencionado antes. No quedaron muchos de nosotros. El Alfa de la manada de Wolf Creek nos invitó a unirnos a su manada, ya que estábamos atados a ellos por lazos familiares.

 

―¿Dowoo? ―preguntó Taehyung silbando bajo―. Ahora, estoy impresionado.

 

―¿Usted conoce a Dowoo?

 

No personalmente, no ―dijo el Príncipe, moviendo la cabeza―, pero ciertamente he oído hablar de él. No sé de muchos aquelarres que no hayan oído hablar de él. Dowoo es un oponente formidable.

 

Yoongi se rió entre dientes.

 

Si quieres ver algo formidable, deberías conocer a su esposa, Jisoo. Ella me asusta a morir.

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CAPITULO 8

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