martes, 31 de mayo de 2022

CAPITULO 12

Yoongi se volvió en los brazos de Tae para mirar a los dos hombres que habían amenazado a su pareja. Sintió otro gruñido construirse en su garganta ante las miradas enojadas que enviaban en su dirección. No sabía quiénes eran estos hombres, pero si otra vez daban un paso hacia su compañero, él iría por sus gargantas. Nadie amenazaba a su pareja.

 

—¿Quién eres? —Yoongi preguntó, no es que realmente le importara mucho todo eso. No podría haberle importado menos lo que ellos querían. Sólo quería saber quién amenazaba a su pareja—. ¿Con qué derecho amenazan a mi pareja?

 

Yoongi…

 

Yoongi estaba realmente cansado de Tae tratando de calmarlo. No era que fuera la persona más peligrosa del mundo. No podía ni luchar contra una bolsa de papel. Él sólo se negaba a permitir que alguien dañara a su pareja.

 

Yoongi se volvió y se inclinó hasta rozar la parte inferior de la barbilla de Tae.

 

—Ellos no debería haberte atacado.

 

Lo sé, lindo bebé, y en un momento vamos a averiguar por qué lo hicieron, pero primero tenemos que calmar la situación. No le va a hacer ningún bien a nadie ni obtendremos las respuestas a cualquiera de nuestras preguntas si todo el mundo está saltando sobre los demás.

 

Estoy dispuesto a discutir si se quedan lejos de ti. — La risa suave de Tae era un bálsamo para el alma de Yoongi. Podía escuchar la risa del hombre por el resto de su vida. Era un sonido hermoso.

 

Creo que todos tenemos que dar un paso atrás aquí dijo Tae mientras miraba al otro lado de la habitación—. Esto no nos está llevando a ningún lugar. Nunca vamos a obtener las respuestas a cualquiera de nuestras preguntas si estamos en la garganta del otro. ¿Les parece?

 

Jungkook y Wondin parecía quejarse un poco, pero los dos hombres asintieron con la cabeza y fueron a sentarse en el sofá, Jimin quedándose de pie directamente detrás de Jungkook. Tae miró a su padre para ver su reacción a todo. Se sorprendió al encontrar a su padre mirando a Yoongi confundido en lugar de con ira.

 

—¿Papá...?

 

Dowoo parpadeó como si acabara de regresar de un pensamiento profundo y volvió su atención a su hijo.

 

 —Sí, Taehyung, todo el mundo necesita calmarse así podemos hablar de esto como adultos razonables.

 

—¿Qué es lo razonable en ellos atacando a Tae?

 

Yoongi, Jungkook en realidad no me atacó —dijo Tae—. Sólo estaba tratando de contenerme.

 

—¡Él puso sus manos sobre ti! —Yoongi podía sentir su ira empezando a surgir de nuevo. Flexionó varias veces las manos, los dedos empezaban a doler por su necesidad de extender sus garras—. Nadie tiene derecho de poner sus manos sobre ti, excepto yo.

 

Tienes razón, Yoongi —dijo Dowoo, sorprendiendo a Yoongi. Se volvió para mirar al hombre, preguntándose cuál era su juego—. Nadie tiene derecho de tocar a tu pareja excepto tú, y sobre todo no para contener a tu compañero de defenderte.

 

Yoongi gruñó.

 

Y Jungkook y yo discutiremos eso cuando hayamos terminado aquí —Dowoo continuó como si ningún sonido hubiese salido de la boca de Yoongi. Pero lo había hecho, y todo el mundo lo oyó, los brazos de Tae se apretaron alrededor de él cuando los demás en la sala se tensaron—. Mientras tanto, necesitamos discutir lo que pasó aquí.

 

—¡Amenazó a mi pareja! —Yoongi no entendía cómo todos los demás no podían ver eso.

 

Yoongi, ¡por favor! —Tae susurró en su mente.

 

Yoongi volvió su cara de regreso al cuello de Tae y aspiró una profunda bocanada de la fragancia única del hombre. Probablemente era la única cosa en la tierra que podía calmarlo en este momento, y de alguna manera lo sabía.

 

Yoongi —comenzó Dowoo tras un momento de tenso silencio—, ¿qué puedes decirme sobre tu madre?

 

Les dije antes, realmente nunca conocí a mi madre. Ella murió cuando yo era un bebé.

 

Ya lo sé, pero ¿hay algo que recuerdes?

 

Yoongi frunció el ceño y se recostó sobre el pecho de Tae.

 

—No recuerdo mucho, y realmente no tengo idea de cuántos años tenía cuando murió. Mi padre se niega a hablar de ella conmigo.

 

Yoongi, ya nos has dicho eso. Tenemos que saber lo que no nos han contado. Haz un esfuerzo, hijo. ¿Cómo lucía ella? ¿Cómo olía? ¿Ella te cantaba o tenía un nombre especial para ti?

 

El ceño de Yoongi se profundizo.

 

—Ella tenía el pelo castaño, un castaño oscuro, y era muy largo. Siempre lo llevaba recogido en una trenza en su espalda.

 

Bien, Yoongi —dijo Dowoo—. ¿Qué más recuerdas de ella?

 

Yoongi no podía entender por qué Dowoo estaba tan interesado en su madre, a menos que se debiera a que ella podría ser su padre cambiaforma. Tae dijo que tenía que ser uno de ellos, y no creía que fuera el padre de Yoongi.

 

Por favor, Yoongi, esto es muy importante.

 

Yoongi suspiró y se inclinó un poco más en los brazos de Tae mientras miraba hacia la ventana. Quería recordar a su madre, realmente lo quería. Pero sus recuerdos eran demasiado difusos. Había pasado tanto tiempo, que no sabía qué era real y qué era una fantasía que construyó en su cabeza.

 

Olía a lluvia de verano —susurró Yoongi—. Ya saben, la primera de la temporada cuando todo ha tenido tiempo de asentarse y la tierra absorbe el agua. Hay una cierta fragancia que desprende. No lo puedo describir pero…

 

No, está bien, Yoongi. Sabemos de lo que estás hablando —dijo Dowoo—. ¿Qué más?

 

Ella me llamaba Bumba porque siempre estaba chocando con las cosas. —La frente de Yoongi se arrugó mientras fruncía el ceño, volviéndose para mirar a Dowoo—. Creo que sólo estaba tratando de caminar cuando ella murió.

 

Está bien, ¿qué recuerdas de cuando murió? ¿Ella se enfermó o qué?

 

Yoongi no podía recordar. Sus recuerdos estaban tan distorsionados.

 

—Recuerdo paredes blancas, un montón de paredes blancas. No sé si ella estaba enferma, pero sí recuerdo que ella lloraba mucho. —Yoongi gimoteó un poco—. Y entonces un día ella no lloró más.

 

—¿Qué ocurrió entonces, Yoongi?

 

Mi padre vino de… de… —Yoongi frunció el ceño y se sentó un poco—. No recuerdo dónde estaba mi padre, pero de repente él estaba allí. Olía mal. Recuerdo que olía mal, a viejo, húmedo, como a libros mohosos. —Yoongi miró a Tae cuando el hombre de repente se puso rígido—. ¿Qué?.

 

Exactamente, ¿cómo olía, Yoongi? Describe el aroma tanto como te sea posible.

 

Yoongi se encogió de hombros.

 

—Olía enmohecido.

 

—¿Enmohecido?

 

Yoongi asintió.

 

 —¿Has estado alguna vez en una de esas viejas tiendas de antigüedades de segunda mano? A veces tienen libros viejos, pero hay un olor a humedad en ellos, como si las páginas se estuvieran pudriendo. Así es como él olía. ¿Por qué?

 

Vamos a responder eso en un momento, Yoongi —dijo Dowoo—, pero primero tenemos que saber un poco más acerca de tu padre.

 

Bueno, ¿qué quiere saber? —Yoongi estaba tan confundido.

 

Dijiste que cuando crecías estabas enfermo, que viste a muchos médicos y te habían hecho un montón de pruebas. ¿Qué recuerdas de aquella época? ¿Alguna vez oíste hablar a alguno de los doctores o a tu padre hablando con los médicos?

 

Yoongi negó con la cabeza.

 

—No, siempre me daban algo que me ponía a dormir antes de cualquiera de las pruebas. Pensé que era porque algunas de las pruebas que tenían que hacerme eran dolorosas.

 

Entonces, ¿cómo sabes que te hicieron pruebas?

 

Tenía vendas en los puntos de donde sacaron sangre y esas cosas.

 

—¿Sabes qué tipo de pruebas te estaban haciendo?

 

No, pero sé que sacaban sangre y esas cosas. Y una vez hicieron algún tipo de cirugía en mi cadera. Me dolió mucho después.

 

—¿Te habías hecho daño? —Tae preguntó rápidamente.

 

No, sólo me dijeron que era algún tipo de biopsia de algo. —Yoongi se encogió de hombros, sin entender por qué todo el mundo lo estaba mirando con horror en sus rostros—. Pensé que todo estaba bien con las pruebas cuando nadie me dijo nada.

 

Mencionaste que todavía tienes que ir a hacerte análisis de sangre una vez al mes —dijo Tae—. ¿Por qué?

 

No lo sé.

 

—¿No lo sabes? —espetó Tae.

 

Nunca pregunté.

 

—¿Por qué diablos no?

 

Yoongi parpadeó. Tae parecía enojado.

 

—Siempre me las han hecho.

 

Está bien, nos estamos desviando del punto aquí — dijo Dowoo.

 

Creo que estamos justo en el punto, papá —espetó Tae—. Alguien le ha estado haciendo pruebas a Yoongi, y él no tiene ni idea de por qué. Quiero saber por qué no.

 

—¿Y gritándole vas a conseguir lo que quieres?

 

Yoongi apretó los labios para no reírse cuando Tae empezó a parecerse a un niño pequeño atrapado con la mano en el tarro de galletas. Pero, por mucho que le resultaba divertido, no podía permitir que su compañero se sintiera incómodo. Yoongi se inclinó hacia atrás y acarició con su mano la mejilla de Tae.

 

Gracias por preocuparte, Tae.

 

Simplemente no me gusta la idea de gente haciéndote cosas de las que no sabes nada. Está mal, Yoongi.

 

Probablemente tengas razón. —Yoongi se encogió de hombros—. Supongo que estoy tan acostumbrado a ello que nunca lo cuestioné. Ha estado ocurriendo toda mi vida.

 

Y mantenía a tu padre tranquilo.

 

Ahí está. —Yoongi se rio—. Recuerdo una vez cuando estaba en la universidad. Fui de vacaciones con algunos de mis amigos y perdí mi cita mensual. Habrías pensado que me perdí la coronación o algo así. Mi padre tuvo un ataque. En realidad contrató un helicóptero para volar conmigo a casa para mi análisis mensual. Ni siquiera me permitió regresar con mis amigos. Tuve que quedarme en casa hasta la semana siguiente.

 

Yoongi, si estas citas con el médico son tan importante, entonces ¿por qué los médicos nunca han hablado de tus problemas médicos contigo? —preguntó Dowoo, ganando la atención de Yoongi—. Legalmente eres un adulto. Yo creo que tu historia clínica es asunto tuyo, no de tu padre.

 

Los médicos trabajan para mi padre.

 

Los pelos en el brazo de Yoongi comenzaron a levantarse cuando el silencio llenó la habitación. Miró a su alrededor a todas las caras en la sala, no le gustaba lo que estaba viendo. Sus rostros tenían expresiones que iban del horror a la ira. Y Yoongi no entendía por qué.

 

—¿Por qué todos me miran así?

 

Yoongi se echó atrás cuando Jungkook súbitamente se inclinó hacia delante. Un pequeño gruñido salió de sus labios hasta que Jungkook levantó la mano.

 

—Por favor, no quiero pelear. Sólo tengo un par de preguntas para ti.

 

Yoongi no confiaba en el hombre pero asintió.

 

—¿Qué tan bien conoces a tu padre?

 

Eh... —Yoongi miró entre Dowoo y Tae. En realidad no estaba seguro cómo responder a esa pregunta. Ninguno de los dos parecía tener una respuesta para él—. No muy bien, supongo. Él no estaba mucho a mi alrededor cuando yo estaba creciendo.

 

—¿Vivían en la misma casa? —preguntó Jungkook.

 

Se iba por negocios la mayor parte del tiempo, pero hasta que tuve quince años vivíamos en la misma casa, entonces me enviaron a un internado.

 

Yoongi se puso muy enfermo cuando tenía quince años —dijo Tae, sus brazos se apretaron alrededor de Yoongi—. Estuvo a punto de morir. Fue después de que él se recuperó que fue enviado a un internado.

 

—¿Quince? —preguntó Jungkook, arqueando una ceja en pregunta.

 

Tae asintió con la cabeza.

 

—¿Pubertad?

 

El repentino silencio en la habitación hizo que Yoongi deseara poder meterse debajo del sofá. Era aterrador.

 

—Algo está pasando aquí y realmente me gustaría que alguien me dijera qué demonios es.

 

Yoongi, los cambiaformas llegan a la pubertad alrededor de esa edad —dijo Dowoo en voz baja—. No cambiamos hasta que llegamos a la pubertad. Sospecho que es lo que te hizo enfermar tanto.

 

Yo no... —Yoongi miró a cada hombre con confusión, encontrando la misma expresión de enojo en sus rostros. No entendía por qué estaban todos tan enojados—. No lo entiendo.

 

No cambiaste, Yoongi. Es natural para nosotros cambiar cuando llegamos a la pubertad. Cuando no cambiaste, te enfermaste. Y sospecho que tu padre sabía todo al respecto.

 

Yoongi respiró hondo.

 

—¿Cree que él estaba tratando de evitar que cambiara?

 

No, Yoongi, creo que tu padre estaba esperando que cambiaras y cuando no lo hiciste, te envió lejos.

 

Es la única explicación —añadió Jungkook.

 

Vamos a tener que llamar a Hiroto —dijo Wondin mientras miraba a Jungkook. Algo estaba pasando entre los dos hermanos pero Yoongi no podía precisar qué era—. Creo que él tiene que estar aquí.

 

—¿Quién es Hiroto? —preguntó Yoongi, mirando entre los dos hombres.

 

Mi hermano gemelo —dijo Jungkook.

 

—¿Te acuerdas de aquel amigo mío que dije estaba acoplado a un príncipe vampiro? —preguntó Tae.

 

Yoongi asintió.

 

Ese sería Hiroto.

 

—¡Hombre!

 

Tae se rio entre dientes.

 

—Tal vez conozcas a tu primer vampiro.

 

Jungkook, también creo que tenemos que ir a buscar a Flynn. —Wondin hizo una mueca como si no le gustara la idea—. Tiene tanto derecho de estar aquí como el resto de nosotros.

 

Sabes que mamá se molestará —dijo  Jungkook, moviendo la cabeza—. No le gusta que él salga de casa.

 

Yoongi sólo escuchó una palabra y la confusión lo llenó.

 

¿Mamá? ¿Cómo diablos estaban hablando acerca de que su madre se iba a molestar si ya estaba muerta? Yoongi empujó la confusión a un lado y la ira tomó su lugar. De pronto sintió que estaban jugando con él y no estaba nada contento.

 

Espera un maldito minuto. Primero tu madre había muerto, entonces yo olía como ella, ¿y ahora estás hablando de que ella se va a enojar? —Yoongi saltó sobre sus pies, mirando a los hermanos. Apretó los puños y golpeó el piso con el pie en señal de frustración—. ¿Alguien más aparte de mí ve un problema aquí?

 

—¡Oh vaya, Yoongi! —Jungkook pasó la mano por su cabello color marrón largo hasta el cuello—. Hombre, lo siento. Ni siquiera pensé en cómo sonaría para ti. Nuestra madre biológica ha muerto. La mujer de la que estamos hablando es nuestra madrastra. Ella es la que se va a enojar cuando vayamos por Flynn.

 

—¿Quién es Flynn? —La confusión de Yoongi regresó a toda prisa cuando Jungkook le lanzó a Wondin una lenta mirada.

 

Flynn es nuestro hermano menor —dijo Wondin—. Tuvo una muy mala experiencia hace varios años, por lo que nuestra madrastra es muy sobre protectora con él. No le gusta que salga de casa.

 

Quieres decir que ella piensa que Flynn es su última oportunidad de nietos —resopló Jungkook.

 

—¿Perdón?

 

Wondin, Hiroto y yo somos gay, y todos acoplados a hombres. Volvió a nuestra madrastra loca. Ella no podía soportar la idea de que estuviéramos con hombres o que nos acopláramos con hombres en contra de su dirección explícita de no hacerlo. Ella quiere nietos para continuar con el linaje familiar, y no le importa cómo los obtiene.

 

O a quién le hace daño para conseguirlos —añadió Wondin.

 

Jungkook asintió su acuerdo.

 

Esta mujer parece ser todo un personaje —dijo Yoongi—. ¿Por qué tu padre no hace algo respecto a ella?

 

Jungkook se encogió de hombros.

 

—No creo que nuestro padre alguna vez haya superado la muerte de nuestra madre. Ha vivido más o menos de una botella desde que murió. Nuestra madrastra maneja las cosas en la familia. Es una de las razones que tres de nosotros nos fuimos con Quilliam Reece cuando se convirtió en Alfa de su propia manada, así que pudimos conseguir alejarnos de ella.

 

Otra razón por la que nuestra madrastra nos odia — añadió Wondin.

 

Entonces, ¿dejaste a tu hermano con ella? —Yoongi preguntó, sorprendido.

 

Hemos estado pensando en volver por Flynn, pero no ha habido tiempo. Cuando llegamos aquí al valle de Wolf Creek, todos encontramos a nuestros compañeros. Entre eso, y lograr arreglar las cosas para Flynn, ha sido un poco difícil traerlo.

 

Tienes que entender, Yoongi —añadió Wondin— que hace varios años, alguien secuestró a Flynn —contestó Wondin—. Ellos querían estudiarlo y aprender cómo funcionaba el cambio. En el momento en que lo encontramos de nuevo, había sido tan maltratado y torturado que nunca más fue el mismo. No salía de casa, nunca.

 

Creo que fue entonces cuando nuestro padre realmente fue cuesta abajo. Se casó con nuestra madrastra justo después de eso. Tal vez estaba tratando de encontrarnos otra madre o algo así, alguien que pudiera cuidar de nosotros porque él no podía. —Jungkook se encogió de hombros—. Tal vez ya no quería la responsabilidad. No lo sé. Pero ahí fue cuando las cosas cambiaron.

Yoongi creyó detectar un atisbo de lágrimas en los ojos de Wondin cuando el hombre lo miró, pero no podía estar seguro. No conocía a Wondin, o a Jungkook, tan bien.

 

Nuestra madre estaba embarazada cuando fue secuestrada. Creo que eso es lo que realmente quebró a nuestro padre. Perdió no sólo a nuestra madre, sino a su hijo también. Cuando Flynn fue secuestrado, sólo lo mandó por encima del borde.

 

Yoongi, quiero que hagas algo por mí.

 

Yoongi miró a Wondin, sus palabras vinieron de improviso. La aprehensión lo llenó cuando el hombre se puso de pie y caminó hacia él. Empezó a retroceder contra Tae, pero el shock lo congeló en el lugar cuando Wondin se arrodilló en el suelo delante de él.

 

No me estoy insinuando ni nada así —dijo Wondin mientras inclinaba la cabeza hacia un lado, dejando al descubierto su cuello—, pero necesito que huelas mi cuello.

 

Esto no podía estar pasando, Yoongi pensó mientras miraba a Tae confundido. Podía ver que a Tae no le gustaba lo que Wondin quería que hiciera. Los labios del hombre estaban apretados, sus cejas reunidas en un profundo ceño.

 

—¿Tae?

 

Adelante, lindo bebé, simplemente no lo huelas mucho tiempo. Mi lobo podría tomarlo mal y atacar a Wondin por insinuarse a mi compañero.

 

Yo no tengo que…

 

No, hazlo. Esto es importante, Yoongi. Tienes que oler el cuello de Wondin.

 

Yoongi estaba más confundido de lo que jamás recordaba haber estado pero hizo lo que su compañero dijo, inclinándose para oler en el cuello de Wondin. Al instante, un aroma seductor llenó su nariz. Era una combinación de un aroma amaderado al aire libre y la lluvia de verano.

Yoongi parpadeó mientras las lágrimas acudieron a sus ojos.

 

—Hueles como mi madre.

 

Wondin asintió y retrocedió para sentarse de nuevo en el sofá al lado de su hermano.

 

—Lo sospechaba.

 

—¿Sospechabas qué? —preguntó Yoongi.

 

La mirada que cruzaron entre Wondin y Jungkook antes de que volvieran a mirar hacia él envió escalofríos por la espalda de Yoongi. Se preparó, sin saber si le iba a gustar lo que tenían que decir. Repentinamente estaba aterrado de que lo que pudieran decir alejara a Tae de él y se agarró a los brazos del hombre para retenerlo cerca.

 

Pensamos que sólo éramos cuatro hermanos —dijo Wondin lentamente—. Puede que estemos equivocados.

 

—¿Eh?

 

Yoongi, creemos que eres nuestro hermano.

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CAPITULO 8

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