Tae se quedó helado. Seguro que no había oído lo que acababa de oír. Sacó sus dientes de la garganta de Yoongi. Lamió las gotas que se derramaban antes de que pudieran bajar por la garganta de Yoongi, gimiendo ante el sabor intenso de su compañero.
Levantó la cabeza y Tae miró fijamente hacia abajo a Yoongi.
—¿Yoongi? —susurró en su cabeza, cruzando los dedos
mentalmente y orando más duro de lo que nunca lo había hecho antes.
Yoongi ni siquiera abrió los ojos y sonrió.
—¿Sí? — preguntó en voz alta.
—¿Puedes
oírme?
Los ojos de Yoongi se abrieron y levantó la mirada hacia Tae
con un ceño confundido en su rostro.
—Claro que puedo oírte. Estás hablando conmigo.
—Yoongi.
—El corazón de Tae retumbó en su pecho mientras hablaba en silencio otra vez—.
No estoy hablando con mi boca.
Los ojos de Yoongi se abrieron como platos y luego bajaron
hasta que Tae supo que su compañero estaba mirando sus labios.
—Mira mis labios, lindo bebé. Estoy hablando contigo, pero
mis labios no se están moviendo.
Yoongi tragó saliva y sus ojos se movieron de nuevo para
encontrar los de Tae.
—Cómo…
—No lo
sé, Yoongi. —Tae sonrió al darse cuenta del regalo que habían recibido—. Pero
creo que es algo muy pero muy bueno.
—¿Puedes
oírme también?
Tae asintió con la cabeza.
—Puedo escuchar cada maldita cosa que digas.
—¿Puedes
leer mi mente?
Tae pensó por un momento y luego negó con la cabeza.
—No —dijo en voz alta—, sólo puedo escuchar lo que me dices.
No puedo oír nada de lo que pasa en tu cabeza.
Tae estaba un poco confundido y desalentado por el profundo
y aliviado suspiro que salió de la boca de Yoongi. Empezó a abrir la boca para
decir algo, y más que probable para meterse en problemas, cuando Yoongi sonrió
y colocó un dedo sobre sus labios.
—Nadie
quiere que todos sus pensamientos sean legibles, Tae, ni siquiera yo. Eso no
quiere decir que sean malos, sólo que son privados.
Tae frunció el ceño. No le gustaba la idea de Yoongi
tratando de ocultar nada de él, pero suponía que el hombre podría tener razón.
Nadie quería que cada pensamiento que tenía estuviera al descubierto para todo
el mundo, o incluso un amante. Aun así, tenía que preguntar.
—Entonces,
¿por qué deberías tener pensamientos privados? —preguntó Tae—. Somos
compañeros, debemos compartirlo todo.
—¿De
verdad debería decirte todo lo que pienso? Porque, créeme, si piensas que antes
hablaba... —La ceja levantada de Yoongi divirtió tanto a Tae que no podía dejar
de reír.
—De
acuerdo, está bien, lo entiendo, sientes que hay cosas que necesitas mantener
para ti mismo, pero no tiene que gustarme. Preferiría que compartieras todo
conmigo, pero entiendo que pueden haber algunas cosas que no quieras compartir.
—Tae, no
es que no quiera compartir cosas contigo. —Yoongi se echó a reír y negó con la cabeza—. Pero hay
cosas que necesito procesar a mi manera. Si vas a tratar de seguir el proceso
de mi pensamiento, tu cabeza podría explotar.
Tae estalló en carcajadas ante el raciocinio de Yoongi. Se
inclinó y besó la punta de la nariz de Yoongi.
— Bueno, lindo bebé, mantén tus pensamientos privados en
privado. Eso sí, no dejes de hablar conmigo de esta manera, ¿de acuerdo? Es muy especial. No
conozco a muchas personas que pueden hablar el uno al otro mentalmente.
—¿En
serio? ¿No es normal para los compañeros?
—No. —Tae
frunció el ceño—. ¿Qué te hace pensar eso?
—No lo
sé. —Yoongi se encogió de hombros—. Jin y Namjoon, e incluso tus padres,
parecen tan cercanos. Sólo pensé que era algo normal para todos ustedes.
—¿Todos
ustedes? Yoongi, eres uno de nosotros. —Yoongi comenzó a sacudir la cabeza así
que Tae lo agarró, manteniéndolo quieto y mirando fijamente a los ojos de su
pareja—. Yoongi, eres un cambiaforma al igual que yo. No sé cómo y no sé por
qué, pero estoy agradecido por ello. Te hubiera tomado de cualquier manera en
que podría haberte conseguido, lindo bebé, pero de esta manera, hay mucho más
que puedo compartir contigo.
—¿Cómo
qué? —Yoongi preguntó en un entrecortado susurro.
—En
primer lugar podemos correr juntos. La Luna Llena es un momento especial para
nosotros y ahora puedo compartir eso contigo. En segundo lugar, creo que el
vínculo entre nosotros es aún más fuerte con ambos siendo lobos. Tu lobo
reconoce al mío como su compañero. ¿Recuerdas el olor cuando oliste mi cuello?
Yoongi asintió con la cabeza, mirando con los ojos abiertos
y aturdidos.
—¿Crees
que te habría afectado de la manera en que lo hizo si no hubieras sido un lobo?
—Realmente
crees que nuestro vínculo es más fuerte porque soy... soy un…
—Está
bien, Yoongi, lo puedes decir. Eres un cambiaforma lobo igual que yo.
La expresión en el rostro de Yoongi cambió y se convirtió en
casi sombrío.
—¿Pero cómo? Nunca antes he cambiado. Nunca he hecho nada
parecido a un lobo antes.
¿No
debería haber mostrado algún signo de ser un cambiaforma?
—Tal vez
lo hiciste y simplemente no lo sabes —dijo Tae—. Dijiste que estuviste enfermo
cuando crecías, ¿no? Tal vez era tu lobo tratando de salir y algo se lo
impedía.
—Sí,
puede ser pero… —Los ojos de Yoongi de repente se abrieron mientras inhalaba
profundamente y agarraba los hombros de Tae—. Tae, ¿y si mi padre es un cambiaforma como yo? ¿Eso no hace
una diferencia?
Tae deseaba más que cualquier otra cosa en la tierra poder
decirle a Yoongi que podía ser, pero aún no le había mentido al hombre, y no
iba a empezar ahora. Negó con la cabeza con tristeza.
—No, Yoongi, no creo que lo sea. Si tu padre fuera un
cambiaforma, no se habría hecho tan conocido públicamente. Tratamos de
mantenernos en secreto, no de exponernos al mundo.
—Entonces,
¿mi madre era una cambiaforma?
—Esa
sería mi apuesta. ¿Qué recuerdas sobre ella?
—No
mucho, la verdad, yo… —Tae fue sorprendido con la guardia baja cuando Yoongi de
repente dejó de hablar, arrugó la nariz y se movió un poco—. ¿Podemos
limpiarnos antes de seguir hablando de esto? Es un poco difícil concentrarse
con el olor a sexo en el aire.
Tae se rio y suavemente se apartó de Yoongi, rodando a un
lado de la cama. Se estiró hacia atrás y le tendió la mano.
—Vamos a ducharnos muy rápido, y luego podemos vestirnos y
hablar. Creo que los dos podríamos conseguir algo de comida para nuestros
sistemas.
—Oh
Dios, una ducha suena maravilloso —dijo Yoongi mientras ansiosamente tomaba la
mano de Tae y salía de la cama—. Siento que tengo una semana de suciedad en mi
piel.
—No lo
sé. Yo diría que tu piel es casi perfecta. — Tae pasó un dedo por el pecho de Yoongi,
sonriendo cuando Yoongi se estremeció—. De hecho, creo que he dicho eso.
Yoongi rodó sus ojos.
—Voy a pasar mucho tiempo en tu cama, ¿verdad?
—¿Tienes
algún problema con eso?
—No. —Yoongi
se rio mientras caminaba hacia el baño—. Sólo estaba preguntando.
—Los
compañeros tienen la necesidad de estar juntos, y a menudo, Yoongi, sobre todo
al principio de su acoplamiento. —Tae se sentía indeciso. No sabía cuánto
decirle a Yoongi sobre el vínculo que tenían—. ¿Es algo que va a ser un
problema para ti?
Yoongi miró por encima del hombro luciendo sorprendido.
—No, ¿debería?
—Sólo
quería asegurarme. No quiero forzar nada en ti, Yoongi. Esto tiene que ser tu
elección.
Yoongi sonrió y retrocedió para acariciar la mejilla de Tae.
—Lo es, amante.
Tae no pudo evitar la sonrisa en su cara mientras seguía a Yoongi
a la ducha. No importaba cómo podrían ser las cosas de confusas en este
momento, Yoongi parecía estar aceptando su acoplamiento con una mente abierta.
Tae sólo podía esperar que Yoongi también lo aceptara con un
corazón abierto. Tenía toda la intención de que ellos fueran la pareja
perfecta. Tae ya estaba obsesionado con el magnífico hombre, y eso sucedió
antes de que incluso se convirtieran en pareja. Sólo podía imaginar lo mucho
que su obsesión crecería en los años por venir.
—Realmente
prefiero quedarme aquí, Tae.
Tae suspiró mientras se abrochaba los pantalones y miraba
hacia donde Yoongi estaba sentado en el borde de la cama.
—Lo sé, Yoongi, pero vas a tener que enfrentarte a mi
familia en algún momento. ¿Por qué no acabar con eso de una vez? Te prometo que
las cosas han cambiado.
—Qué
pasa si ellos tratan de encerrarme de nuevo o…
Tae se acercó y se acuclilló frente a Yoongi, sosteniendo la
cara del hombre entre sus manos.
—Yoongi, eso no va a suceder. No lo permitiré. Si las cosas
van mal, sólo tendremos que irnos, pero no creo que pase eso. Han pasado muchas
cosas mientras estabas en forma de lobo.
—Recuerdo
como fueron. —Yoongi resopló mientras se alejaba de Tae—. No puede haber
cambiado tanto.
—Te lo
juro, Yoongi, las cosas son diferentes ahora. Mi familia te acepta. Por favor,
ven abajo conmigo y compruébalo.
Yoongi atrapó su labio inferior entre los dientes. Tae
contuvo el aliento mientras esperaba que Yoongi decidiera lo que quería hacer.
Mientras él realmente quería que Yoongi bajara las escaleras y viera cuánto
habían cambiado las cosas con su familia, haría lo que su pareja quisiera.
—¿Te
quedarás conmigo?
Tae sonrió.
—No me apartaré de tu lado.
Yoongi dudó por un momento y luego asintió lentamente.
Todavía no lucía como si estuviera a favor de bajar las escaleras, pero Tae
tuvo que admitir para sí mismo que estaba contento de que Yoongi lo aceptara.
Necesitaba la ayuda de su familia para averiguar lo que estaba pasando con Yoongi
y mantenerlo a salvo. Estaba bastante seguro que las cosas eran más grandes de
lo que podía manejar por su cuenta.
Tae se levantó y le tendió la mano a Yoongi.
— Vamos, lindo bebé, vamos a comer algo y ver cómo van las
cosas.
—Sé que
me van a hacer un montón de preguntas.
Tae trató de ocultar su mueca mientras veía a Yoongi tomar
su mano y levantarse, caminando con él a la puerta del dormitorio.
—Estoy seguro de que habrá un montón de preguntas, y tienes
que estar preparado para eso. Sólo sé honesto y diles todo lo que quieran
saber. Todo el mundo está tratando de ayudarnos.
—¿Qué
pasa si no quiero contestar?
—Entonces
diles eso. Puede que no les guste, pero ellos no pueden obligarte. Sin embargo,
creo que cuanto más sepamos, podremos hacer frente a esta situación de mejor
manera.
Yoongi frunció el ceño.
—¿Qué es exactamente esta situación?
—Bueno.
—Tae se rio entre dientes ligeramente—. Yo diría que lo primero es que puedes
cambiar. Eso es bastante grande. La segunda situación es lidiar con tu padre.
Ahora que sabemos que puedes cambiar, eso cambia un poco las cosas.
—¿Por
qué?
—Eres un
cambiaforma, Yoongi. Tienes que venir de alguna parte. Los cambiaformas no
aparecen de la nada. Nacemos así. Por supuesto, no tenemos que tener dos padres
cambiaformas, sólo se necesita que uno de los padres sea un cambiaforma, ¿pero
cuál de los tuyos era el cambiaforma? Eso podría cambiar un poco las cosas.
—¿Cómo?
Tae apretó la mano de Yoongi cuando escuchó el temblor en la
voz del hombre.
—No cómo estás pensando, lindo bebé. Nada cambiará entre
nosotros, nunca. Somos compañeros y eso significa para siempre.
—Entonces,
¿qué quieres decir? —Yoongi preguntó, inclinando la cara hacia arriba.
—Saber
que uno de tus padres es un cambiaforma significa que tenemos que ir a esta
situación con tu padre de una manera completamente diferente. Pensaría que él
sabe de ti, por lo tanto sabe sobre nosotros. Tenemos que ser más precavidos.
—Oh, tu
familia de seguro ahora me odia —se quejó Yoongi.
—Oh no, Yoongi,
para nada, te lo prometo. —Tae se detuvo al pie de la escalera para inclinar la
cabeza de Yoongi hacia atrás—. No, lindo bebé, ellos no te odian. De hecho,
están emocionados por nosotros. Sólo tenemos que hacer las cosas de manera
diferente ahora.
El corazón de Tae se compadeció por su pequeño compañero
cuando sintió la cabeza del hombre caer contra su pecho. No podía esperar el
momento en que no hubiera ningún drama en sus vidas. Yoongi merecía ser feliz,
y Tae esperaba que pudiera proveer eso para él.
—Todo va
a estar bien, lindo bebé —susurró Tae contra la parte superior de la cabeza de Yoongi—.
Lo prometo.
—Dijiste
eso antes, Tae. —El pequeño sollozo que venía de Yoongi apuñaló el corazón de Tae—.
Y estabas equivocado. Todo no está bien.
—Está
bien, puede que no todo esté bien... de momento. Pero eso no quiere decir que
no lo estará en el futuro. —Tae agarró la cabeza de Yoongi y la inclinó de
nuevo—. Y esta vez, estamos juntos. No estamos tratando de hacer esto solos,
lindo bebé. Nos tenemos el uno al otro. Eso tiene que hacer una diferencia.
—Así es.
—Yoongi se rio nerviosamente. Empuñó su mano y golpeándolo ligeramente contra
el pecho de Tae— . Sólo desearía que no tuviéramos que pasar por toda esta
mierda. Sólo quiero que nos vayamos a algún lugar seguro donde nadie nos
moleste.
—Empezaré
a hacer planes de inmediato. —Tae se rio entre dientes—. ¿Quieres playas
soleadas o arroyos de montaña?
Yoongi resopló y volvió a caminar hacia la cocina.
—¿Qué tal
algún lugar con una isla desierta donde nadie pueda encontrarnos?
—Hecho.
—Aunque Tae no tenía ni idea de dónde empezar a buscar esa isla desierta. Pero
si eso es lo que su bebé quería, él no se detendría hasta encontrar una.
Justo cuando pasó por delante del arco de la sala de estar, Tae
oyó la puerta delantera abrirse. Echó un vistazo para ver a su hermano, Jimin,
entrando con su compañero, Jungkook. Justo detrás de Jungkook estaba su
hermano, Wondin.
—Oye, Yoongi,
hay un par de personas que me gustaría presentarte. Espera un minuto.
Yoongi se detuvo y miró por encima del hombro. Tae podía ver
la ansiedad del hombre en la palidez de su rostro y la fuerte contracción en
sus rasgos. Sin embargo, Yoongi se volvió y se acercó más, su cuerpo
prácticamente se empujaba contra el de Tae.
Tae pasó un brazo por los hombros de Yoongi y tiró de él
hacia la sala de estar. La gente en la sala se volvió como una ola y los miró a
los dos. Tae aumentó la presión sobre Yoongi cuando sintió que el hombre se
estremeció y presionó más cerca de él.
—Jimin, Jungkook,
Wondin, me gustaría presentarles a mi compañero, Yoongi.
Jimin dio un paso hacia delante, con la mano extendida hacia
Yoongi, con una sonrisa de bienvenida en su rostro.
— Yoongi, es un placer conocerte al fin. Creí que mi hermano
nunca encontraría a alguien que pudiera aguantarlo.
Yoongi se echó atrás, sobresaliendo ligeramente detrás de Tae.
Cuando las manos de Yoongi agarraron su camisa, Tae pensó que la tela podría
rasgarse. Yoongi estaba temblando. Tae estiró un brazo hacia atrás y agarró a Yoongi,
sonriéndole a su hermano a modo de disculpa ante el ceño confundido en el
rostro de Jimin.
—Yoongi,
bebé, Jimin no va a lastimarte —dijo Tae mientras tiraba de su compañero detrás
de él. Yoongi todavía estaba indeciso pero no luchó con Tae—. Este es mi
hermano, Jimin. Está bien para ser un hermano mayor.
—¡Hey!
Tae se rio ante la indignación fingida de Jimin. Sintió que
la tensión empezaba a relajarse en el cuerpo de Yoongi y apretó al hombre más
cerca de su pecho.
—Él es Jungkook, el compañero de Jimin, y su hermano, Wondin.
Jimin sonrió y dio un paso atrás cuando Jungkook y Wondin se
acercaron. Jungkook empezó a tender la mano y luego se detuvo, con una
expresión perpleja sobre su rostro cuando de repente comenzó a olfatear el
aire.
—Wondin,
tú… —Jungkook comenzó sólo para ser interrumpido por un gruñido amenazador de Wondin. Antes de que Tae pudiera detenerlo, Wondin
extendió la mano y agarró a Yoongi. Él se dio la vuelta y clavó a Yoongi por la
garganta en la pared.
—¿Por
qué hueles como mi madre? —espetó Jungkook, a pulgadas de la cara de Yoongi. Yoongi
parecía petrificado, con los ojos tan grandes como platos. Agarró la mano
alrededor de su garganta, su rostro se volvía más pálido con cada momento que
pasaba.
—Wondin,
¿qué diablos crees que estás haciendo? Suelta a mi compañero —gritó Tae. Trató
de saltar sobre el hombre, apartarlo de Yoongi, pero otro par de fuertes brazos
se lo impidieron. Tae se volvió, gruñéndole a Jungkook—. ¡Suéltame, maldición!
—¡No!
—le gritó de inmediato Jungkook—. Quiero saber por qué tu compañero huele como
mi madre.
Tae ignoró la pregunta y comenzó a luchar contra el dominio
que Jungkook tenía sobre él. Podía ver el pánico en los ojos de Yoongi y sabía
que acababa de retroceder un paso en su progreso juntos. No sabía lo que estaba
pasando con Wondin y Jungkook, pero sabía muy bien que no estaba dispuesto a
responder cualquier pregunta mientras Wondin tuviera a su compañero clavado en
la pared.
Tae comenzó a gruñir,
chasqueando sus dientes a Jungkook. Sintió que le dieron un golpe a un lado de
la cabeza y sacudió la cabeza para aclarar las estrellas que repentinamente
brillaban en sus ojos. Se volvió a gritarle a Jungkook cuando un bajo gruñido
repentinamente llenó la habitación. Era tan siniestro que hizo que se le
erizaran los pelos de sus brazos.
Tae se volvió justo a tiempo para ver a Yoongi cambiar casi
instantáneamente y alejarse de Wondin justo antes de abalanzarse sobre el
hombre. Wondin gruñó y saltó hacia atrás. Comenzó a cambiar, su transformación
fue más lenta que la de Yoongi. Un grito fuerte desde el otro lado de la sala
se lo impidió.
—¡Es
suficiente!
Yoongi fue el único en la habitación que no se congeló en el
lugar ante las fuertes palabras de Dowoo. Se apartó de Wondin y corrió para
intentar morder y gruñirle a Jungkook, quien rápidamente soltó a Tae y se
apartó para pararse junto a su compañero.
Yoongi gruñó bajo en su garganta, parándose entre Tae y
todos los demás en la habitación. Los pelos de la espalda estaban levantados,
con la cola erizada. Tae estaba bastante seguro de que su lobo blanco atacaría
a cualquiera que se les acercara.
—Taehyung,
restringe a tu compañero —espetó Dowoo.
Taehyung se dejó caer de rodillas y envolvió sus brazos alrededor
del cuello de Yoongi. Podía sentir el pecho de Yoongi moverse con cada pesada
respiración que tomaba, Yoongi estaba aterrorizado, furioso. Tae tiró de él
hacia atrás.
—Yoongi,
tienes que calmarte. —Yoongi gimió, sus músculos se contrajeron—. Por favor,
lindo bebé, vamos a resolver esto, pero tienes que calmarte y cambiar.
El cambio de Yoongi de regreso a su forma humana fue tan
rápido como su cambio a lobo, tan rápido que incluso Dowoo parpadeó
sorprendido.
—No estoy seguro de haber visto a alguien cambiar tan
rápido, Yoongi.
Yoongi apartó la cara de los de la habitación y la enterró
en el pecho de Tae mientras se presionaba así mismo en los brazos de Tae. Tae
pensó que podría sentirse avergonzado por la forma en que parecía intentar
acurrucarse. No le importaba el porqué, siempre y cuando Yoongi se volviera
hacia él para buscar confort.
—¿Quieres
decirme por qué atacaste a mi compañero, Wondin? —dijo Tae al levantar la vista
para mirar al hombre.
—Quiero
saber por qué demonios tu pareja huele como mi madre —espetó Wondin. Jungkook
estaba detrás de Wondin, asintiendo con la cabeza en acuerdo.
—¿De qué
me estás hablando? Yoongi huele a Yoongi.
—¡Él
huele como nuestra madre! —Jungkook gritó, dando un paso hacia adelante—.
Nuestra madre murió hace más de veinte años.
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