—¿Quieres venir a casa conmigo?—le pidió Taehyung al alto y hermoso hombre al que abrazaba. Impresionante no empezaba ni a describirlo. Parecía ser todo lo que siempre había soñado en un compañero, y era todo de Taehyung.
De pie con el cuerpo presionado contra el suyo, Taehyung
podía sentir cada esculpido músculo en el cuerpo de Yoongi. Incluso podía
sentir la dura polla presionando contra su abdomen, dejándole saber cuánto lo
deseaba.
Lo había llenado el asombro cuando había visto a Yoongi
sentado en el pequeño bar tomando una copa. El embriagante aroma del hombre,
profundamente amaderado y todo masculino, instantáneamente lo había cautivado.
En todos sus fantásticos sueños, nunca había pensado que su compañero sería tan
sexy.
Yoongi era varios centímetros más alto que Taehyung. El
cabello castaño que le llegaba al cuello enmarcaba su rostro haciendo que el
brillo de sus ojos verde hierba, destacara. Taehyung no sabía si había visto
alguna vez unos ojos tan preciosos, de ensueño. Sabía que podía pasar
felizmente el resto de su vida ahogándose en las profundidades de color verde
oscuro.
―¿Y?
¿Quieres venir conmigo a casa? ―Taehyung preguntó otra vez cuando Yoongi sólo
siguió mirándolo. Su corazón se detuvo cuando Yoongi se inclinó para besarlo.
Había oído sobre besos como este, de esos que podían hacerte olvidar todo
excepto a la persona en tus brazos. Nunca había experimentado uno.
Cuando los labios de
Yoongi exploraron los suyos, Taehyung sintió el impulso de trepar por el alto y
musculoso cuerpo. Quería imprimir a Yoongi en sus sentidos hasta que nunca se
fuera. Cuando Yoongi finalmente levantó la cabeza, Taehyung alzó la mirada para
verle la cara. El pecho de Taehyung se movió rápidamente con cada apresurada
respiración.
―¿Eso es
un sí?
―Sí,
dulzura. Iré a casa contigo. ―Yoongi arrastró las palabras con su profunda y
áspera voz de whisky.
Si Yoongi no tuviese sus brazos alrededor de él, Taehyung
habría saltado, bailando de alegría. ¡Sí! Yoongi accedió a ir a casa con él. No
podía recordar haber sido tan feliz antes. Agarró la mano de Yoongi y lo guió
fuera del bar, fantaseando con la noche por venir.
Había pasado la mayor parte de su vida sabiendo que era gay,
pero nunca había actuado en consecuencia. Siempre quiso reservarse para su
compañero, y ahora estaba aquí. Taehyung finalmente podría llegar a hacer
aquello de lo que todos hablaban siempre. Apenas podía esperar.
El apartamento de Taehyung sólo estaba a una manzana del
bar, lo que lo tenía encantado. Le llevó menos de diez minutos llegar con
Yoongi a casa, cerrar la puerta, y desabotonarle la camisa.
Mientras lo conducía al dormitorio, no podía evitar sentirse
un poco aturdido. Su compañero era tan apuesto, podía tener a quien quisiera,
pero ahora le pertenecía a Taehyung. En unos pocos minutos, en verdad sería
suyo.
―Yoongi
―susurró Taehyung mientras le miraba sacarse su ropa. Los ojos de Yoongi
parecían intensos, casi vidriosos, mientras le miraba. Taehyung quería creer
que le miraba con tanta fiereza en sus ojos porque le quería.
―¿Vas a quedarte ahí quieto todo el
día sólo mirando, dulzura? ¿O también planeas tocar un poco? ―preguntó Yoongi
con una risa profunda.
Taehyung podía sentir que su rostro se sonrojaba mientras
rápidamente alcanzaba los botones de su ropa. Aún no podía apartar los ojos de
Yoongi. Le vio desvestirse, a continuación subir a la cama y acostarse.
Taehyung pensó que podría tragarse la lengua cuando Yoongi
puso una mano bajo su cabeza mientras le miraba. Su otra mano se movía hacia
abajo acariciando su larga y dura polla. Taehyung sólo podía ver la gota de
líquido que salía de ella derramándose antes de que Yoongi la limpiara con el
pulgar.
Se sentía tan excitado. Su polla prácticamente martillaba
contra el cierre, demandando libertad. Enseguida dejó caer su camisa en el
suelo, alcanzó sus jeans, bajó el cierre, y los empujó hacia abajo por sus
piernas antes de subir a la cama.
Sus ojos se centraron directamente en la polla en la mano de
Yoongi. Necesitaba conseguir un poco de aquello. Justo ahora parecía ser más
importante que respirar. Arrodillándose entre las piernas de Yoongi, Taehyung
se inclinó hacia adelante y abrió su boca, mirando la sexy sonrisa que cubría
el rostro de Yoongi mientras este guiaba su polla dentro de la ansiosa boca de
Taehyung.
Taehyung sacó la lengua, deslizándola sobre la parte
superior y lamiendo las gotas de líquido, gimió por el dulce sabor mientras
tragaba. Oh Dios, podría acostumbrarse al sabor de su compañero.
Había fantaseado muy a menudo con esto, nunca antes le había
dado una mamada a alguien. Sólo esperaba poder hacerle justicia a la
maravillosa polla en su boca. No quería fallarle a Yoongi de ninguna manera.
Envolviendo sus
labios alrededor de la parte superior, pasó su lengua una vez más por la punta
antes de tragar toda la longitud de Yoongi en su boca, sintió un poco de
nauseas cuando la cabeza golpeó la parte de atrás de su garganta.
Reajustándose, se movió un poco hacia atrás, metiéndose a Yoongi en la boca
poco a poco.
Continuó mientras movía sus manos hacia abajo y gentilmente
apretó el sedoso saco de Yoongi, masajeando las dos bolas redondas en su mano.
Estaba encantado cuando escuchó gemir a Yoongi. Taehyung esperaba que pudiese
darle tanto placer como el que obtenía.
Sólo tener a Yoongi en su cama era mejor que cualquier paja
que se hubiese hecho él solo. Si disfrutaba tanto esto, Taehyung se preguntaba
cómo podría sobrevivir a que Yoongi le hiciera el amor.
―Ven
aquí, dulzura ―susurró Yoongi mientras trataba de alcanzarlo. Taehyung
impacientemente accedió. Soltó su polla, subió por su cuerpo hasta que se apoyó
sobre él, una pierna a cada lado de sus caderas.
―¿No lo
estaba haciendo bien? ―preguntó con ansiedad Taehyung.
―Oh,
dulzura, lo hiciste perfectamente bien. Pero si seguías haciendo eso, no sería
capaz de conseguir un pedazo de ese dulce culo tuyo. Estuviste a punto de hacer
que me corriera. ―Yoongi sonrió mientras palmeaba el culo de Taehyung.
―Oh
―dijo Taehyung, sintió que su rostro nuevamente se sonrojaba ante el cumplido
de Yoongi. Con una sonrisa, extendió su mano hacia la mesita de noche y sacó
una botella de lubricante del cajón―. Es posible que necesitemos esto. ―Rio
nerviosamente mientras le pasaba la botella.
―Creo
que definitivamente vamos a necesitar esto ―dijo Yoongi mientras empujaba a
Taehyung sobre su espalda―. Ahora dulzura, levanta tus piernas, y no las
sueltes hasta que te lo diga.
Taehyung rápidamente
agarró sus piernas y tiró de ellas hacia su pecho, le dio un poco de vergüenza
tener expuestos sus genitales, pero su vergüenza huyó en el momento en que
Yoongi empujó profundamente un dedo lubricado en su culo.
«Maldita sea, eso está bien».
―Joder,
dulzura, estás tan apretado ―gimió Yoongi.
Taehyung sintió un segundo dedo empujar dentro de su culo y
moverse en círculos, extendiéndolo. Gimió. No estaba seguro de que pudiera
durar mucho más. Poco después, un tercer dedo se unió a los otros dos
haciéndole estremecerse.
―Te vas
a sentir tan bien cuando te llene con mi polla.
Sólo pensar en las palabras de Yoongi hizo que casi se
corriera. Podía sentir sus bolas apretadas subir a su cuerpo, su polla
derramaba líquido pre-seminal como un grifo.
―Yoongi, estoy tan cerca. Quiero sentirte dentro de mí cuando
me corra ―dijo mientras empujaba sus caderas contra los dedos de Yoongi.
―Dulzura,
no creo que estés listo todavía. Tengo que estirarte sólo un poco más, así no
te haré daño.
―Yoongi,
¿por favor? ―suplicó Taehyung.
Pudo sentir los ojos de Yoongi sobre él durante varios
minutos antes de sacar sus dedos. Un instante después, sintió la fuerte presión
de la polla de Yoongi contra su entrada. Contuvo el aliento y trató de
relajarse mientras Yoongi lentamente se hundía en él. Sintió un pequeño
pellizco de dolor, pero en el momento en que el cuerpo se presionó contra él,
Taehyung no sentía nada excepto placer.
Disfrutando la sensación de ser reclamado por primera vez
por su compañero, Taehyung no estaba preparado para el intenso placer que se
disparó a través de su cuerpo cuando Yoongi empujó nuevamente, rozando con la
polla su próstata.
Gritó, balanceándose
hacia adelante y atrás en la polla de Yoongi tan rápido como podía, tratando de
encontrar ese punto otra vez.
―Yoongi, joder, haz eso otra vez ―gimoteó.
Yoongi se rio entre dientes, sus manos en las caderas de
Taehyung, aun sosteniéndolo.
―Déjame hacer el trabajo, dulzura. Mantén tus piernas cerca
de tu pecho. Yo me encargaré del resto.
Taehyung asintió. Sus ojos se cerraron lentamente mientras
Yoongi empezaba a moverse, su gran polla daba en su punto dulce con cada
profundo impulso. Taehyung sabía que estaba cerca, oh, muy cerca. Sólo
necesitaba un poco más para llegar al límite.
Soltó una pierna y extendió la mano para alcanzar su pene,
con ganas de acariciarlo, sólo para que Yoongi palmeara su mano para apartarla.
Él lo miró sorprendido
―Uh uh,
sin tocar ―le ordenó Yoongi.
Taehyung presionó su cabeza hacia atrás en la almohada
mientras gemía.
―Yoongi, por favor, estoy tan cerca.
Yoongi se rio entre dientes mientras se inclinaba sobre
Taehyung, acomodando su cuerpo entre sus piernas. Su rostro estaba sólo a unos
centímetros de la cara de Taehyung mientras lo miraba. Taehyung podía sentir
cada vez que presionaba su cuerpo contra el suyo, cada estocada profunda de su
polla en el culo.
―Oh
Dios, Yoongi, más duro ―le rogó mientras dejaba caer sus piernas y las envolvía
alrededor de la cintura de Yoongi. Sus manos se movieron hasta rodear el cuello
de Yoongi, tirando de él hacia abajo para su primer beso. Mientras lo hacía, el
cuerpo de Yoongi se presionaba contra el suyo, atrapando el duro pene de
Taehyung entre ellos.
Cada vez que él empujaba sus caderas hacia adelante, la
polla de Taehyung de frotaba contra el suave vello en el abdomen de Yoongi.
Entre ese maravilloso estímulo, la presión del cuerpo de Yoongi contra su pene
y la sensación de su polla llenando su culo, Taehyung estaba perdido.
―Yoongi,
Yoongi, oh, oh, ooohhh ―gritó al sentir que su polla se engrosaba y entraba en
erupción. Justo después de que Taehyung llegara al clímax, sintió que Yoongi se
inclinaba hacia adelante y enterraba sus colmillos en la piel de su cuello. Las
caderas de Yoongi se movieron frenéticamente hacia Taehyung, bombeando dentro
de él una y otra vez.
El mundo alrededor de Taehyung se desvaneció para ser
reemplazado por el hombre en sus brazos. Nada ajeno a ellos dos existía, el
cuerpo de Taehyung se sentía tan sensibilizado, que cada movimiento del cuerpo
de Yoongi contra el suyo, dentro de él, lo arrojaba dentro de su orgasmo hasta
que el mundo se volvió negro a su alrededor.
Taehyung abrió los ojos lentamente. Podía sentir cada
pequeño y delicioso dolor en su cuerpo. No podía recordar haberse sentido tan
relajado antes y dolorido al mismo tiempo. Una pequeña sonrisa cruzó su rostro
cuando recordó de dónde venía cada pequeño dolor.
Se había encontrado con su compañero y había sido reclamado.
La vida de Taehyung nunca sería lo mismo. Siempre estaría entrelazado con
Yoongi. Tratando de reprimir la risilla que se formaba en su garganta, Taehyung
se dio la vuelta para enfrentar a su compañero.
―¿Yoongi?
―gritó cuando encontró la cama vacía. ¿Dónde estaba su compañero? Taehyung rodó
de la cama y corrió por cada habitación en su pequeño apartamento. El lugar
estaba vacío. No había ninguna señal de Yoongi, ni siquiera una señal de que
hubiera estado allí.
Nada testificaba que Yoongi hubiera estado allí excepto el
dolor en su culo y el leve escozor en su cuello. Por un momento, Taehyung se
preguntó si lo habría soñado todo. ¿Deseaba tanto un compañero que lo había
imaginado?
La marca del mordisco en su cuello decía que no, pero el
apartamento vacío decía que tal vez. Mientras las lágrimas comenzaban a
formarse en sus ojos, Taehyung rápidamente se puso la ropa. Corrió por la sala
para dejar una nota a Yoongi, sólo en caso de que regresara, luego dejó el
departamento y volvió al bar donde lo había encontrado.
Mientras caminaba, un centenar de escenarios diferentes
pasaron por su cabeza. ¿Había dejado Yoongi el apartamento y le habría pasado
algo? ¿Qué si estaba en alguna zanja en algún lugar sin nadie que le ayudara?
¿Y si estaba perdido?
Tal vez se había ido por otra razón. Taehyung sabía lo mucho
que había disfrutado haciendo el amor con Yoongi, pero tal vez él no había
sentido lo mismo. Taehyung se sentía terriblemente avergonzado por desmayarse
antes de que Yoongi se corriera. Incluso se preguntaba si él habría llegado al
clímax. Tal vez ese había sido el problema.
Tal vez Yoongi lo había dejado porque era horrible en la
cama. Taehyung no estaba seguro de tener una respuesta alguna vez,
especialmente si no le podía encontrar. Mientras se acercaba al bar, sus ojos
miraban de izquierda a derecha, en cada callejón y en todos los coches que pasaban.
Necesitaba encontrar a su compañero.
―Oye,
Taehyung. No esperaba volver a verte aquí esta noche ―Jung Hoseok, el barman,
le dijo mientras veía entrar a Taehyung―. Pensé que estarías ocupado toda la
noche con ese apuesto tío con el que te fuiste.
―Oye, Hoseok, ¿el hombre con el que me
fui, Yoongi? ¿Lo has visto regresar aquí?
―¿Ya lo
perdiste? ―Hoseok se rio.
―Por
favor, Hoseok, ¿le has visto? ―preguntó Taehyung mientras agarraba el borde de
madera de la barra del bar.
―No,
hombre lo siento. No lo he visto desde que se fueron juntos ―contestó Hoseok
seriamente, negando con su cabeza.
Taehyung asintió.
―Si vuelve aquí, llámame, ¿está bien?
―Sí, por
supuesto, Taehyung.
Taehyung se despidió con la mano mientras salía. ¿Dónde más
podría buscar? Está bien, tal vez debería empezar por el hospital. Yoongi
podría estar herido o algo así. Aunque Taehyung realmente esperaba que no fuera
el caso. Simplemente moriría si algo le sucedía a su nuevo compañero.
Le llevó menos de diez minutos llegar al hospital local.
Wolf Creek no era una ciudad grande. Ya que vivía en la ciudad, él podía llegar
caminando a cualquier lugar en cuestión de minutos, lo que ayudaba mucho a
Taehyung ya que no tenía coche.
―Disculpe,
señora, necesito saber si han traído a un hombre a la sala de urgencias ―le
dijo Taehyung a la enfermera mayor de pelo gris detrás del mostrador de la sala
de urgencias― Es de aproximadamente un metro noventa y dos, pelo castaño, ojos
verdes. Su nombre es Yoongi.
La enfermera negó con la cabeza mientras miraba a Taehyung.
―Lo siento, jovencito, esta noche no han traído a nadie a la
sala de urgencias.
Taehyung dejó escapar un suspiro. Bueno, esa era una
preocupación menos en su mente. A menos que Yoongi estuviese herido en algún
lugar y que no hubiese sido encontrado.
―¿Puedo darle mi número de teléfono en caso de que venga? Él
es nuevo en la ciudad, y tengo miedo que esté lastimado o algo así.
La enfermera miró a Taehyung por un momento.
―¿Él es tu pareja?
Taehyung asintió, agradecido de que la mujer supiese sobre
los hombres lobo. Sabía que era humana por la forma en que olía, pero ella
debía tener a un hombre lobo cerca de ella. Su secreto no era compartido con
cualquiera.
―Sí, nos
acabamos de encontrar esta noche. Me quedé dormido, cuando desperté, se había
ido. Estoy preocupado de que se haya lastimado o algo, o quizás se perdió
tratando de encontrar el camino de vuelta a mi apartamento.
La enfermera asintió, sonriendo a Taehyung mientras le
entregaba un trozo de papel y un lápiz.
―Felicitaciones. Recuerdo cómo fue cuando mi hermana
encontró a su compañero. No creo que lo dejara salir de su vista durante casi
una semana.
Taehyung rápidamente escribió su número telefónico, luego la
descripción de Yoongi, antes de entregarle nuevamente el papel a la enfermera.
―No puedo decirle cuánto aprecio esto.
―Sólo
trae a tu hombre aquí para conocerlo cuando lo encuentres. Eso será suficiente
agradecimiento.
―Prometido
―le contestó Taehyung con una sonrisa.
Mientras se alejaba, la enfermera lo detuvo.
―Oh, oye, ¿has probado a hablar con el sheriff Namjoon?
Quizá él pueda estar pendiente de tu jovencito, especialmente si él está
perdido. También es uno de los tuyos. Él entenderá.
Taehyung se volvió, negando con la cabeza.
―No, no había pensado en eso, pero gracias. Pasaré por ahí y
hablaré con Namjoon tan pronto como eche otro vistazo a mi apartamento.
―Buena suerte, Taehyung ―dijo la
enfermera mientras él daba la vuelta y salía apresurado de la sala de
urgencias. Taehyung se despidió ondeando su mano y se dirigió a su apartamento.
Está bien, así que Yoongi no estaba en el hospital o en el bar. ¿En dónde más
podría estar?
Taehyung trató de buscar por todos lados, mientras se
apresuraba a regresar a su apartamento. No quería perder a Yoongi. Podría estar
en cualquier lugar. Llegando a su apartamento, Taehyung rápidamente subió las
escaleras y corrió dentro de su casa.
Encontró el lugar vacío, no había señales de que alguien
hubiese estado allí desde que se fuera. Los hombros de Taehyung decayeron y las
lágrimas llenaron sus ojos. ¿Dónde estaba Yoongi? ¿Por qué no estaba aquí donde
debería estar?
Taehyung agarró una pequeña mochila y la llenó con un par de
barras de cereales y algunas botellas de agua, una manta pequeña y un kit de
emergencia. Agarró su chaqueta, la mochila y salió nuevamente por la puerta.
Pasaría toda la noche buscando a Yoongi si era necesario.
―Mi
nombre es Kim Taehyung. ¿Por favor, puedo hablar con el Sheriff Namjoon?
―El
Sheriff ahora está afuera atendiendo una llamada. ¿Hay algo que pueda hacer por
usted? ―le preguntó el asistente detrás del mostrador.
Taehyung negó con la
cabeza.
―No, en realidad necesito hablar con el sheriff. ¿Sabe
cuánto tardará en volver? ―le preguntó, mirando alrededor de la oficina del
alguacil.
―Podría
ser en cualquier momento. Si desea esperar por él, puede sentarse por ahí ―dijo
el asistente mientras señalaba una línea de sillas de metal contra la pared del
fondo. Taehyung asintió con la cabeza y se fue a sentar.
Retorció sus manos nerviosamente en su regazo mientras
esperaba. No estaba seguro de que el sheriff pudiese llenar un reporte de
persona desaparecida. Yoongi sólo había desaparecido desde anoche, pero
cualquier cosa podría ayudar.
Pasó toda la noche cubriendo cada centímetro de la ciudad,
entrando en cualquier negocio que permaneciera abierto para preguntar por
Yoongi, le preguntó sobre él a cada persona que vio en la calle. Al parecer
nadie había visto a su compañero.
Después de buscar infructuosamente en la noche, llegó a la
oficina del sheriff tan pronto como abrió, esperando encontrar al sheriff y
hablar con él sobre Yoongi. Podía sentir que empezaba a desesperarse, temeroso
de que nunca encontraría a su pareja.
No sabía qué haría si algo le sucediera a Yoongi o si nunca
lo encontrara. ¿Cómo se suponía que pasaría el resto de su vida vinculado sin
una pareja? Él nunca había escuchado que algo así hubiera pasado.
Oyó hablar de hombres lobos que habían perdido a sus
compañeros por la muerte, pero nunca a nadie que hubiese perdido a su
compañero. Mientras Yoongi permaneciera con vida, no podía estar con nadie más,
no es que quisiera. Se había reservado para Yoongi y continuaría haciéndolo
durante el tiempo que le llevara encontrarlo.
Taehyung casi saltó cuando las puertas dobles en el frente
de la oficina del sheriff se abrieron y un hombre alto, de cabello negro vestido
de uniforme entró. Él saludó al asistente detrás del mostrador mientras pasaba
por su lado.
―Oh,
oiga, sheriff, hay un joven que quiere verlo. Lo ha estado esperando desde hace
más de una hora ―le dijo el asistente mientras apuntaba hacia Taehyung.
Taehyung rápidamente se puso de pie cuando el sheriff se
volvió a mirarle.
―¿Es usted el sheriff Namjoon?
El sheriff dio unos pasos hacia él.
―Sí, eres Kim Taehyung, ¿no es así? ¿De la manada Shasta?
Taehyung rápidamente asintió con su cabeza.
―Sí, ¿puedo hablar con usted unos minutos? Es realmente
importante. ―¿Cómo demonios hizo el sheriff para saber quién era él? ¿Había
localizado a Yoongi? ¿Había estado Yoongi buscándole a él?
―¿Sucede
algo?
Taehyung miró alrededor de la oficina. Había pocas personas
en la habitación, pero él en realidad preferiría hablar con el sheriff en
privado.
―¿Puedo hablar con usted en privado?
El sheriff miró a Taehyung unos momentos antes de asentir
con la cabeza.
―Ven a mí oficina, Taehyung.
Agarrando su mochila, Taehyung siguió al sheriff al interior
de su oficina, sentándose en la silla frente al escritorio.
―Entonces,
¿cuál es el problema, Taehyung?
―Una
enfermera en el hospital me sugirió que hablara con usted. Ella dijo que usted
podría entender sobre encontrar a mi… mi pareja.
―Sí, por
supuesto que lo haría. Soy el ejecutor de la manada de Wolf Creek. ¿Por qué?
―le preguntó el alguacil mientras juntaba las manos y se sentaba hacia adelante
en su silla.
―Oh, gracias a Dios. Encontré a mi
compañero anoche en el bar Doogy. ¿Conoce el lugar?
Namjoon asistió.
―Mi hermano Hoseok es el barman.
―Como
sea, nos fuimos a mi casa, y él me reclamó. Supongo que me desmayé, y cuando
desperté, él se había ido. No lo puedo encontrar en ningún lugar. Comprobé en
el hospital, el bar, en cada hotel que pude encontrar. Es como si hubiese
desaparecido.
―Está
bien, ve más despacio ―dijo Namjoon, levantando sus manos―. ¿Encontraste a tu
compañero, él te reclamó y luego desapareció?
Taehyung asintió.
―He estado fuera toda la noche buscándolo, pero…
―¿Estás
seguro de que es tú compañero, Taehyung? ¿Podría haber sido un humano?
Taehyung negó con la cabeza. Tiró del cuello de su camisa
hacia un lado para que Namjoon pudiese ver la marca de mordedura en su cuello.
Sólo habían pasado unas pocas horas desde que Yoongi lo había reclamado.
Taehyung sabía que la marca seguiría estando un poco roja pero visible para
cualquiera que estuviera cerca.
―Está
bien, supongo que eso responde a la pregunta. ¿Cuál es su nombre, descripción?
¿Qué sabes de él? Tal vez pueda seguirle la pista y descubrir qué está pasando
―dijo Namjoon mientras agarraba un trozo de papel y un lápiz para tomar notas.
Levantó la vista cuando Taehyung no respondió de inmediato.
Taehyung vio cómo las cejas del hombre se elevaron. Sabía que era por el
enrojecimiento que cubría su rostro.
―¿Taehyung?
―preguntó el sheriff.
Taehyung se sentía como un idiota. Se dio cuenta que había
hecho completamente mal las cosas con Yoongi. No sabía nada de su compañero
excepto el tamaño de su pene. Debería haber descubierto más sobre él antes de
que lo follara.
―Sólo sé
su primer nombre. Es Yoongi. Aparte de eso, no sé nada sobre él. En realidad
nunca conseguimos llegar a la parte de hablar las cosas. Supuse que llegaríamos
a eso la mañana siguiente, pero…
El rostro de Taehyung quemó incluso más cuando Namjoon se
rio entre dientes.
―Está
bien, supongo que puedo entenderlo. No supe mucho sobre mi compañero hasta
varios días después de conocerlo. Entonces, ¿por qué no me dices lo que sabes?
―Su
nombre es Yoongi. Mide aproximadamente un metro noventa y dos, cabello castaño,
ojos verdes, y muy sexy.
―¿Él es
de por aquí? ―preguntó Namjoon―. ¿Sabes si pertenece a nuestra manada?
―No, él
dijo que venía de otra ciudad. Dijo que sólo estaba de paso.
―¿Hay
alguna posibilidad de que se fuera con intención de volver por ti?
Taehyung pensó por un minuto.
―¿Pero no piensa que me habría dejado una nota o algo así?
―Tal vez
no tuvo tiempo ―sugirió Namjoon.
Taehyung se encogió de hombros.
―Supongo ―dijo con tristeza. «¿Podría ser? ¿Yoongi se habría
ido sin dejar una nota porque no tenía tiempo? ¿Regresaría por mi? ¿No querría
volver a buscarme?»
Poniéndose de pie, Taehyung agarró su mochila y volvió a
mirar al sheriff.
―Gracias por escucharme. Supongo que me iré a casa y esperaré
a que él vuelva. Estoy seguro de que tiene razón y que él sólo tuvo que salir
corriendo.
Incluso cuando dijo
las palabras, Taehyung sabía que no las creía. Algo horrible le había pasado a
su compañero y él lo sabía. Sentía un fuerte dolor en el pecho.
―Taehyung,
estoy seguro de que hay una muy buena razón para que se fuera de la forma en
que lo hizo. Sólo dale algo de tiempo. Entre tanto, me mantendré atento y veré
qué puedo hacer. ¿De acuerdo?
―Gracias,
sheriff.
―Si no
tienes noticias de tu compañero, ¿por qué no vuelves en un par de días? ―dijo
el sheriff mientras Taehyung caminaba hacia la puerta―. No te preocupes. Todo
saldrá bien.
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