sábado, 21 de mayo de 2022

CAPITULO 2

Jungkook abrió los ojos lentamente. Por un breve momento, se preguntó dónde estaba. Luego, cuando los eventos de la noche anterior llenaron su mente, rápidamente se volvió, buscando a Yoongi, sólo para encontrarse con que el otro lado de la cama estaba vacío. ¿Dónde estaba Yoongi?

Sentándose, miró alrededor de la habitación. Estaba desierta. Jungkook apartó las mantas hacia atrás y se arrastró por la cama. Rápidamente fue al baño para ver si Yoongi estaba ahí. Encontrando que estaba vacío, caminó lentamente por el resto de la casa.

Entró en la cocina y encontró a Yoongi sentado a la mesa. Sostenía una taza de café en su mano, y un periódico en la otra. Jungkook se tomó un momento sólo para mirarlo, Yoongi era realmente magnífico.

Estaba vestido con nada más que un par de vaqueros, su pecho y pies estaban desnudos. El simple ancho de los hombros de Yoongi era por sí mismo, impresionante. Parecía como si pudiera llevar una casa entera sobre sus hombros, sin mencionar el enorme tamaño de sus brazos.

Jungkook no sabía si era una minoría o no, pero para él, el tamaño de Yoongi era más excitante que cualquier cosa con la que se hubiese encontrado antes. Lo hacía sentir seguro y protegido,    algo    que      nunca había experimentado anteriormente. Parecía que toda su vida había tenido miedo.

La visión del pecho desnudo de Yoongi, difuminado con el oscuro vello del pecho, sencillamente lo encendió. Quería recorrer sus dedos a través de ese vello y descubrir hacía dónde conducía el pequeño sendero que bajaba por el abdomen del hombre.

—¿Necesitas algo, Jungkook? —preguntó Yoongi sin girar la cabeza.

Jungkook pudo sentir cómo se sonrojaba mientras caminaba hacia Yoongi. Supuso que lo había atrapado. Sin embargo, no estaba lo suficientemente avergonzado para dejar de mirar. O para no subirse al regazo de Yoongi y tratar de sentir ese glorioso pecho.

Devlin le había  dicho  que  se podría  sentir atraído por su pareja, pero Jungkook no tenía ni idea que se sentiría así de obsesionado. No podía dejar de  mirar,  dejar de querer olerlo. Si así era como se sentía estar  acoplado,  estaba completamente a favor de estarlo.

Cuando Yoongi lo miró confundido, Jungkook pasó su pierna sobre el regazo de Yoongi, montándose a horcajadas sobre sus piernas, sus manos descansaron en el amplio pecho de Yoongi. Frotó sus manos sobre él mientras  lentamente  levantó  sus ojos para encontrarse con los dorados ojos de Yoongi.

—Buenos días. —Jungkook sonrió ante el  completo asombro que lucía el rostro de  Yoongi.  Estaba  bastante  seguro de que su tímido comportamiento no había preparado a Yoongi para esto. Jungkook no podía explicarlo más  allá  del  hecho  de que Yoongi era su compañero.

Le quería. Todo sobre Yoongi  lo  excitaba  hasta  el  punto de  volverlo  loco,  desde  la  punta  de  su  gloriosa  y  oscura cabeza  hasta  la  punta  de  sus  grandes  pies.  El  hombre, verdaderamente quitaba el aliento, y sólo saber que Yoongi era suyo casi hacía que se derritiera.

—¿Hay algo que necesites, Jungkook?—preguntó Yoongi otra vez, con voz baja y profunda, llena de aprensión mientras miraba hacia abajo a Jungkook.

—Supongo que hay muchas cosas que necesito,  pero sólo hay una cosa que quiero —contestó Jungkook mientras se inclinaba para presionar  sus  labios  contra  los  de  Yoongi. Cuando intentó empujar su lengua más allá de los labios  de Yoongi, sintió las manos de Yoongi presionar contra sus hombros, empujándolo hacia atrás. Con un profundo y pesado suspiro, Jungkook se inclinó hacia atrás y miró a los ojos de Yoongi.

—¿Jungkook? ¿Sabes lo que estás haciendo?

Los labios de Jungkook se curvaron en una pequeña sonrisa mientras tomaba las manos de Yoongi de sus hombros y las trasladaba hasta su culo.

—Sip —susurró justo antes de inclinarse nuevamente para besar a Yoongi. Quería que su pareja lo reclamara. ¡Ahora!

Yoongi abrió la boca y respondió al beso de Jungkook. Jungkook podía sentir las grandes manos de Yoongi apretar  su  culo  a través de la fina tela de su camisa. Nunca dejó que sus labios dejaran los de Yoongi, Jungkook  bajó  sus  manos  y  agarró  su camisa, tirando de ella hasta que  Yoongi  estaba  sosteniendo carne desnuda con sus manos.

Podía sentir la respuesta de Yoongi en la tensión de las manos del hombre en su culo, el suave gemido que salió de los labios de Yoongi mientras su lengua se movía para rozar la de Jungkook, y la pulsante dureza de la polla de Yoongi entre sus piernas.

—Jungkook —gimió Yoongi mientras arrancaba sus labios de los de Jungkook—. Bebé, no sabes lo que estás haciendo.

—Sé exactamente lo que estoy haciendo, estoy pidiendo, no, estoy exigiendo que mi pareja me reclame.

Las cejas de Yoongi subieron por la sorpresa ante las palabras de Jungkook.

—Jungkook —comenzó, sólo  para  ser detenido por Jungkook que puso su dedo contra sus labios.

Vio asombrado cómo Jungkook agarró el borde  de  su camisa y tiró de ella sobre su cabeza, lanzándola al suelo, desnudando su cuerpo entero a su hambrienta mirada.

—¡Joder, Jungkook! —susurró asombrado mientras sus ojos viajaban sobre él.

Jungkook era hermoso. Comparado con Yoongi, casi era delicado. Su cuello era largo como el de un cisne. Su pecho lampiño, tan pequeño como era, estaba agradablemente definido con tensos músculos. Incluso sus hermosos pezones marrón claro parecían deliciosos.

Mientras los ojos se movían hacia abajo por el cuerpo de Jungkook, se dio cuenta que había una cosa en el cuerpo de Jungkook que no era delicada. Su pene era perfecto, una agradable cabeza redondeada que conducía a un eje de venas gruesas. Y estaba justo ahí, apuntándolo desde la ingle sin vello de Jungkook.

—Oh, dulce infierno —susurró mientras Jungkook se inclinaba hacia atrás en la mesa, dándole una mucho mejor vista de ese bello pene. La mano de Yoongi tembló cuando la llevó alrededor del cuerpo de Jungkook y pasó suavemente sus dedos contra las gotas de líquido que se reunían en la pequeña hendidura de la parte superior.

Sus ojos se elevaron rápidamente buscando los de Jungkook cuando el hombre gimió, sólo para encontrarlos cerrados, su cabeza caía hacia atrás entre sus hombros. Oh Dios, se veía impresionante. Yoongi trató de mantenerse alejado de Jungkook —realmente lo hizo— pero Jungkook lo había hecho imposible.

Envolviendo sus manos alrededor de la pequeña cintura de Jungkook, lo levantó de la mesa. Incluso antes de que Jungkook pudiera expresar la protesta en sus labios, Yoongi se inclinó y envolvió sus labios alrededor del pene de Jungkook, recorriendo con su lengua la parte superior y lamiendo las gotas de ahí.

Gruñó profundamente cuando el  sabor  de  Jungkook explotó en su lengua. Era dulce y picante, y casi perfecto. Simplemente no podía creer que este hombre le perteneciera, y que estuviera demandando ser reclamado. Y Yoongi no podía hacer nada para negarle a Jungkook un momento más.

Presionando su lengua a lo largo de la pequeña hendidura, Yoongi presionó sus labios juntos y los movió arriba y abajo de la longitud de Jungkook. Sonrió alrededor del pene cuando sintió las manos de Jungkook apretar su largo cabello, tirando de él acercándole más.

Yoongi no estaba seguro de que Jungkook tuviera alguna idea del monstruo que había desatado con su demanda. Lo quería más de lo que alguna vez recordaba querer a alguien. Sentía tanta hambre por él que podía sentir que su polla palpitaba en sus vaqueros, rogando por su libertad.

Sabía que no tenía mucho tiempo, Yoongi levantó su cabeza. Una leve sonrisa cruzó sus labios cuando Jungkook gruñó en protesta. «Sólo espera, bebé», pensó mientras agarraba los tobillos de Jungkook y los colocaba en la mesa cerca de sus caderas antes de empujar para separar sus rodillas.

Cuando Jungkook se puso  de  un  rojo  brillante,  un pequeño chillido escapó de su  boca  mientras  trataba  de cerrar sus piernas, Yoongi levantó sus ojos para encontrar los suyos.

—Tú comenzaste esto, bebé.  Si  quieres  detenerlo, ahora es el momento de decir algo.

Yoongi contuvo la respiración mientras Jungkook lo miraba fijamente durante unos instantes antes de lentamente dejar que sus piernas se separaran de nuevo. Cuando volvió a bajar la mirada hacia la recompensa que tenía delante de él, no estuvo seguro de que alguna vez pudiese volver a respirar.

Colocando sus manos sobre los muslos internos de Jungkook, lentamente recorrió con su pulgar hacia abajo alrededor del borde del pene, luego lentamente sobre el sedoso saco de Jungkook. Veía con fascinación cuando el pequeño saco se apretó, subiendo más cerca del cuerpo de Jungkook.

Recorriendo gentilmente con un pulgar sobre las bolas de Jungkook, el otro pulgar se movió hacia abajo para acariciar ligeramente el pequeño orificio arrugado de abajo. Cuando vio a Jungkook estremecerse en respuesta, rápidamente llevó su dedo a su boca, mojándolo antes de presionar contra él.

Cuando empujó su dedo dentro, se dio cuenta de que Jungkook estaba tan apretado que le llevaría mucho tiempo aflojarlo lo suficiente para acomodar su gran tamaño. Tenía que ser muy cuidadoso para no lastimar a su pequeña pareja.

Por otro lado, también se dio cuenta que la tensión de Jungkook significaba que él nunca antes había sido penetrado. Saber que él podría ser el primero en reclamar a Jungkook casi hizo que se viniera en sus pantalones. Tuvo que clavarse las uñas en la palma de las mano sólo para distraerse.

Levantó rápidamente  la  mirada  cuando  Jungkook comenzó a empujar hacia abajo con  sus  caderas, presionándose más hacia su dedo mientras gritaba. Estaba hipnotizado cuando vio  el  líquido  crema  blanquecino disparar de la punta del pene  de  Jungkook,  rociando  su estómago.

«¡Maldición, eso fue excitante!»

Yoongi rápidamente recogió algo del líquido, recubriendo sus dedos con él antes de presionar dos dedos dentro, moviéndolos alrededor para estirar a Jungkook. Sólo consiguió hacerlo gritar más, su cabeza giraba de un lado al otro en la mesa.

—Más —rogó Jungkook.

Yoongi estaba más que feliz de hacerlo, presionando un tercer dedo. Mientras movía sus dedos alrededor, supo que había rozado la próstata del hombre cuando los gemidos de Jungkook comenzaron a elevarse, casi al nivel de gritar.

Abruptamente se puso de pie, continuó presionando sus dedos dentro y fuera de Jungkook mientras con su otra mano se estiraba para alcanzar el botón de sus pantalones, empujando sus vaqueros bajándoselos por las piernas. Retirando sus dedos, agarró su dura polla y la presionó contra la carne trémula de Jungkook.

Mientras lentamente comenzaba a empujar dentro de Jungkook, se inclinó sobre su cuerpo, agarrando su rostro entre sus manos para mantener su cabeza quieta. Cuando Jungkook levantó una de sus cejas, él lentamente inclinó la cabeza y reclamó sus labios mientras reclamaba su cuerpo.

Yoongi pudo oír a Jungkook inhalar rápidamente  mientras se empujaba hasta la empuñadura. Se mantuvo quieto, esperando que Jungkook comenzara a acostumbrarse a su tamaño. Pero sus labios continuaron saqueando los de Jungkook, mordiendo y lamiéndolo con su lengua.

Cuando sintió que Jungkook comenzaba a responder a él otra vez, se estiró había abajo y tomó las caderas de Jungkook, penetrando lentamente dentro de él. El férreo agarre del cuerpo de Jungkook alrededor de su dolorido pene lo dejó sin aliento. Era exquisito. Quería que nunca se detuviera.

Lamentablemente, sabía que estaba a punto de hacerlo. Podía sentir sus bolas acercarse a su cuerpo. Sabía que estaba solo a unos pocos empujes de su liberación, y quería que Jungkook se le uniera. Quería que Jungkook experimentara el mismo dichoso placer que él sentía.

Con una mano, agarró el largo cabello rubio rojizo de Jungkook e inclinó su cabeza a un lado. Con la otra, se estiró entre ellos y agarró el pene de Jungkook, rápidamente lo acarició incluso cuando sus empujes se volvieron más feroces.

Yoongi por un momento miró hacia abajo a  los desenfocados ojos celestes de Jungkook, sorprendido por el deseo que brillaba en ellos. Al parecer, Jungkook   en verdad lo quería —quería a Yoongi— y no sólo a causa de su acoplamiento. Ese conocimiento lo llenaba con más alegría de la que incluso la sensación del cuerpo de Jungkook lo hacía.

—Jungkook —gruñó con desesperación al sentir  su orgasmo explotar dentro de él. Cuando entró en erupción dentro de Jungkook, llenándolo con su liberación, enterró sus colmillos en la suave carne del cuello de Jungkook, bebiendo de su esencia de vida.

Cuando el nudo en el interior de su pene se extendió para arraigarse dentro de Jungkook, Yoongi escuchó al hombre gritar, llenando el espacio entre ellos y cubriendo su mano con su semilla. Movió sus caderas unas cuantas veces más, llenándolo de satisfacción cuando escuchó que Jungkook gritaba aún más.

Nunca antes se había anudado a alguien. Eso sólo estaba reservado para las parejas. Pero había escuchado de los efectos por su amigo, Joe. Si continuaba moviendo sus caderas mientras estuviera anudado dentro de Jungkook, solo incrementaría el placer del hombre. Supo que Joe  tenía razón cuando Jungkook volvió a gemir.

Yoongi finalmente colapsó sobre Jungkook, sosteniendo  la masa de su peso lejos de  él  con  sus  brazos  mientras levantaba su cabeza para mirarlo  desde  arriba.  Sonrió  ante los aturdidos que parecían los ojos de Jungkook mientras lo miraba.

—¡Wow! —susurró Jungkook, su voz sonaba ronca e irregular.

—Sí, wow —contestó Yoongi sonriendo.

—¿Siempre es así?

—No lo sé. Esta es la primera vez que alguien  me exige que lo reclame.

Yoongi vio con muchísimo asombro cómo la cara de Jungkook se sonrojaba, su mirada se alejó de él repentinamente. Pareció tomar varias respiraciones profundas antes de mirarlo nuevamente. La sonrisa que comenzó a cruzar el rostro de Jungkook hizo que Yoongi se pusiera muy nervioso.

—Si ser exigente significa que obtendré más de ti, entonces considérame un mandón —bromeó Jungkook.

La alegría de Jungkook era contagiosa. Yoongi no  pudo evitar reírse junto a él. Se detuvo de repente, el sonido de su propia risa sonaba extraña para él. En realidad no podía recordar la última vez que algo le había hecho gracia.

—¿Yoongi?

Yoongi envolvió sus brazos alrededor de Jungkook  y  se recostó en su silla. No pudo contener el pequeño gemido cuando el cuerpo de Jungkook se acomodó sobre el suyo. Realmente podría acostumbrarse a estar  dentro  de  su pequeña pareja.

—¿Yoongi? ¿Estás bien? —preguntó nuevamente Jungkook.

—Sí, bebé. Estoy bien —dijo Yoongi mientras retiraba el largo cabello de la cara de Jungkook. Sus ojos miraban del rostro de Jungkook a su largo cabello rubio rojizo—. Me gustaría peinar esto en algún momento. ¿Me dejarías hacerlo?

Jungkook se rio.

—Puedes hacerme lo que sea que quieras. Soy todo tuyo.

Yoongi le dio una pequeña sonrisa mientras miraba nuevamente su rostro.

—¿Cualquier cosa? Eso abre un montón de posibilidades, Jungkook.

—Y espero probar todas y cada una de ellas.

Yoongi levantó una de sus oscuras cejas ante su declaración. Jungkook no parecía tener problemas con el lado físico de su relación. Aunque lo hacía sentir como si pudiera volar, se preguntaba si duraría cuando la realidad de estar acoplado con él realmente golpeara a Jungkook.

Era lo suficientemente honesto consigo mismo para saber que no tenía mucho que ofrecerle. Había pasado la mayor parte de su vida adulta combatiendo y protegiendo la Manada de Wolf Creek. Sabía cómo ser  fuerte  y  poderoso, para hacer cumplir las leyes decretadas por su Alfa. No sabía cómo ser suave y cariñoso, cosas que Jungkook merecía.

—Jungkook, ¿por qué estás aquí? —preguntó Yoongi en voz baja mientras lo miraba.

Jungkook inclinó la cabeza hacia un lado, la confusión estaba dibujada en su rostro.

—No entiendo. Tú me reclamaste, Yoongi. Soy tu pareja. ¿Dónde más podría estar?

Yoongi negó con su cabeza.

—No, quiero decir, ¿por qué estás aquí? Pudiste haber negado mi reclamación. ¿Por qué me aceptaste? —preguntó vacilante, casi temeroso de la respuesta. Otra vez vio con fascinación cómo el rostro de Jungkook se sonrojaba y agachaba la cabeza—. ¿Jungkook?

Jungkook murmuró algo mientras enterraba su rostro en el cuello de Yoongi y envolvía sus brazos alrededor de sus hombros. Yoongi repentinamente se preocupó cuando Jungkook se rehusó a levantar el rostro de su cuello. ¿Qué podría estar diciendo que lo tenía tan avergonzado?

—¿Jungkook? Dímelo —demandó suavemente mientras frotaba sus manos de arriba abajo por su espalda, intentando tranquilizarlo.

—Me gusta la forma en que hueles —susurró Jungkook en su oído después de un momento.

Yoongi escuchó sus palabras, pero le llevó varios segundos para que el significado se filtrara en su confuso cerebro y tuvieran sentido para él. Cuando finalmente lo hizo, pudo sentir su corazón empezar a latir rápidamente. De todas las cosas que podría haberle dicho, no había esperado que dijera eso.

¿Jungkook le había  permitido  reclamarlo  debido  a  la forma en que Yoongi olía? ¿Era posible que su pequeña pareja pudiera sentirse realmente atraída por él? El simple pensamiento llevó a su polla de regreso a la vida profundamente dentro de Jungkook.

Podía oír el suave gemido de  Jungkook  cuando  se endureció dentro de él, llenándolo por completo. El propio gemido de Yoongi pronto le siguió  cuando  los  músculos interiores de Jungkook se apretaron alrededor de él.

—Jungkook — susurró desesperado mientras sus manos se movieron hacia abajo para agarrar sus caderas. Jungkook comenzó a mover sus caderas arriba y abajo, sus brazos aún estaban agarrados alrededor de los amplios hombros de Yoongi.

—Yoongi —gimió Jungkook cuando pasó la  lengua  por  un lado del cuello de Yoongi, mordisqueando  con  sus  dientes  el duro cordón de músculos. Podía sentir su respuesta en la firmeza de las manos en sus caderas, en la vibrante  polla dentro de él. Lo quería tanto que podía saborearlo.

Cuando repentinamente dejó de moverse y salió de él, Jungkook gritó en protesta, sólo para volver a gritar cuando Yoongi lo levantó y le dio la vuelta, posicionando su cuerpo sobre la mesa. Antes de darse cuenta, Yoongi estaba de pie detrás de él, empujando nuevamente dentro de su cuerpo con una gran embestida.

Jungkook gritó de alegría mientras se agarraban al borde de la mesa para mantenerse en su lugar mientras Yoongi golpeaba rápido y duro dentro de él. Quería levantar las piernas, pero al parecer no podría hacer palanca. Yoongi penetraba dentro de él con demasiada furia.

Aun cuando Jungkook se aferraba al borde de la mesa, Yoongi lo estaba empujando hacia adelante con cada zambullida, la mesa comenzó a moverse por el suelo. Si Jungkook no hubiese estado tan ocupado gimiendo, se habría reído. Su compañero era muy fuerte.

Cuando, por la presión, sus piernas comenzaron a golpear el lado de la mesa, fue demasiado, Jungkook estiró su brazo hacia atrás para tocar la cadera de Yoongi.

—Yoongi, espera.

Se alegró cuando Yoongi dejó de moverse de inmediato. No importaba lo que pensaran los demás, él sabía que su pareja era gentil y cariñosa. Yoongi no haría nada que lo lastimara, incluso a costo personal.

Jungkook rápidamente soltó la mesa y se subió a ella, con sus piernas separadas. Apoyando la cabeza sobre la plana superficie de madera de roble duro, se estiró otra vez hacia atrás y se agarró al borde de la mesa antes de sonreírle sobre su hombro a Yoongi.

—De acuerdo.

Cuando cerraba los ojos, escuchó el  profundo  gruñido de Yoongi mientras comenzaba  a  penetrarlo  otra  vez.  Una  de las manos de Yoongi se movió hacia abajo para agarrar su culo, moviéndola alrededor y acariciado cada musculoso globo. La otra mano se levantó para agarrar el cabello de Jungkook, serpenteando por los largos hilos entre sus dedos hasta que controló el movimiento de la cabeza de Jungkook.

Repentinamente sintió la rápida respiración de Yoongi en su mejilla. Abriendo los ojos, giró ligeramente la cabeza para ver a Yoongi inclinándose sobre él, sus labios estaban contraídos sobre los dientes apretados. El blanco de los ojos de Yoongi casi había desaparecido, dándoles un profundo color cobrizo dorado.

—¿Te gusta esto, Jungkook? ¿Te gusta mi dura polla en tú culo? —gruñó Yoongi en su oído.

Jungkook asintió con la cabeza.

—No puedo oírte, ¿Jungkook? ¿Te gusta lo que te estoy haciendo? ¿Quieres que me detenga?

—¡No! No. No te detengas. Por favor no pares —rogó Jungkook desesperadamente.

—Entonces respóndeme, mi pequeña pareja. ¿Te gusta tener mi polla enterrada en tú culo? —preguntó Yoongi antes de lamer la suave piel entre el cuello y el hombro de Jungkook.

—¡Sí! —gritó Jungkook.

—¿Te vas a venir por mí, hombrecito? ¿Vas a apretar esos maravillosos músculos tuyos alrededor de mi polla y hacerme llegar hasta que llene este dulce culo tuyo? ¿Hasta que me anude dentro de ti? —gruñó Yoongi.

Jungkook no podía creer lo erótico que era escuchar a Yoongi diciéndole guarradas, exigiendo respuestas. Nunca se imaginó que se excitaría porque le hablaran así, pero lo estaba volviendo loco. La pulsación de su pene le dijo que estaba sólo a unos momentos de hacer exactamente lo que Yoongi quería.

—¡Yoongi, muérdeme! —exigió  Jungkook  mientras  pasaba uno de sus brazos alrededor del cuello de Yoongi y empujaba su cara hacia abajo contra el hueco de su cuello—. Reclámame.

Cuando sintió los dientes de Yoongi hundirse inmediatamente en su cuello, soltó el borde de la mesa para estirarse entre sus piernas y agarrar su pene, acariciándolo varias veces antes de gritar. Disparó su liberación y cubrió la mesa y el piso bajo la mesa.

Su respiración era errática, podía oír el  profundo gruñido de Yoongi en su oído mientras lamía el mordisco para cerrarlo.

—Yoongi,  necesito…  —Jungkook  no  estaba  seguro  qué era lo que necesitaba. Sólo sabía que necesitaba algo de él.

Jungkook pensó que moriría cuando Yoongi se alejó de él. No entendía qué había pasado hasta que Yoongi levantó sus piernas y lo giró, su dura polla nunca dejó el cuerpo de Jungkook. Levantó sus brazos y alcanzó a Yoongi cuando  el hombre empezó a empujar nuevamente dentro de él.

Cuando Yoongi se inclinó sobre él, entendió que Yoongi sabía lo que necesitaba. Yoongi lo miró a los ojos por varios segundos antes de inclinarse más y girando su cabeza desnudó su cuello para él.

—Ahora, bebe —gimió Yoongi.

Cuando hundió sus dientes a un lado de su cuello, reclamándolo, pudo sentir la polla de Yoongi hincharse dentro de él. Escuchó el profundo rugido de su liberación mientras empujaba dentro de él, el nudo al final de su polla se expandió nuevamente para establecerse profundamente dentro de él.

Jungkook lamió la pequeña mordedura a un lado del cuello de Yoongi mientras envolvía sus brazos alrededor de sus hombros, sus manos sujetaron su cabello, acariciándolo a través de los largos hilos negros, mientras trataba de regular su respiración.

El único movimiento de Yoongi fue un ocasional estremecimiento o pequeños empujes. Jungkook apretó sus rodillas contra las  caderas de Yoongi mientras  dejaba un rastro de  besos  a  lo  largo  del  cuello  y  la  línea  de  su  mandíbula.

Cuando el nudo finalmente empezó a retroceder, Yoongi levantó la cabeza y miró hacia abajo a Jungkook con asombro.

—Adoro el hecho de que no puedas dejarme durante un rato —le susurró a Yoongi mientras levantaba los dedos para acariciar suavemente un lado de su cara—. Me gusta saber que después tengo que abrazarte por un momento.

Yoongi le sonrió a Jungkook, sorprendido de lo mucho que parecía sonreír desde que el pequeño hombre había llegado a su vida.

—No necesito el nudo  para  poder abrazarte,  Jungkook. Lo haré cuando quiera hacerlo, con o sin nudo.

Jungkook sonrió.

—Sí, pero de esta forma, aun eres una parte de mí.

—¿Te gusta que sea una parte de ti? —preguntó asombrado. Nunca nadie había querido ser parte de  él. Había estado con otros en el pasado, pero usualmente ellos sólo querían estar con él por su tamaño. Una vez que lo habían hecho, rápidamente se iban, sin quedarse alrededor para llegar a conocerlo realmente.

—Creo que podría acostumbrarme —Jungkook  se  rio—. Por supuesto, en algún momento me gustaría probar esto en la cama. Esta mesa deja mucho que desear, ¿sabes?

—Bueno —dijo Yoongi mientras levantaba a Jungkook en sus brazos y se ponía de pie—. No soy nada más que complaciente.

Jungkook se rio de nuevo cuando Yoongi empujó hacia abajo sus vaqueros con el pie, luego se giró para llevarlo a las escaleras. Envolvió sus brazos alrededor  del  cuello  de  Yoongi y se sostuvo mientras Yoongi lo llevó hasta su dormitorio.

—¡Ducha! Debemos tomar una ducha. —Jungkook se rio a carcajadas cuando Yoongi se dirigió hacia la cama. Yoongi inmediatamente se volvió hacia el cuarto de baño, sin soltar a Jungkook hasta que estuvieron de pie en la ducha, el agua caliente cayó sobre ellos.

Jungkook gimió cuando Yoongi se deslizó de  su  cuerpo. Cuando Yoongi lo bajó al suelo, sus brazos se deslizaron desde su cuello hacia abajo para descansar en su pecho. Con una sonrisa pícara en su rostro, Jungkook se estiró y tomó el jabón líquido, derramando  una gran cantidad en una esponja antes de volver a colocar la botella.

Jungkook colocó la esponja en el pecho de Yoongi y comenzó a frotar para limpiarlo, sin  perderse  un  solo  lugar.  Cuando sus manos se movieron más abajo por el cuerpo de Yoongi, se arrodilló entre sus piernas. Prestó especial atención al suave y sedoso saco debajo de la polla de Yoongi, luego por todo el contorno de la larga carne ante él. Levantó una ceja y miró a Yoongi hacia arriba cuando su pene comenzó a alargarse y endurecerse ante sus ojos.

—Al parecer tienes unos asombrosos poderes de recuperación. —Él se echó a reír—. ¿Siempre has sido así?

—Yo… uh… bueno. —Yoongi tartamudeó. Su rostro enrojeció—. No los he tenido en el pasado. Se podría decir que es un suceso nuevo para mí.

—El calor del acoplamiento es una putada, ¿no es así?

—Jungkook se rio mientras nuevamente comenzaba a limpiar a Yoongi.

—Jungkook, no es el calor del  acoplamiento  —contestó Yoongi, sus ojos miraban con determinación a Jungkook. Habría estado excitado por Jungkook aún si no hubiesen  estado acoplados.

Jungkook miró a Yoongi sorprendido, luego sonrió, volviendo nuevamente su atención a limpiar a Yoongi. Una vez que terminó con el frente, le indicó a Yoongi que se diera la vuelta. Jungkook parecía deleitarse al frotar la esponja sobre cada centímetro del culo de Yoongi, prestando especial atención al área entre sus nalgas.

Cuando acarició con la esponja su pequeño agujero, Yoongi repentinamente inhaló ante el ligero toque. Qué impulso a Jungkook, Yoongi nunca lo sabría, pero siempre estaría agradecido cuando sintió a Jungkook colocar sus dos manos en los globos de su culo, separándolos.

—¡Dulce infierno! —gritó Yoongi cuando sintió pasar la lengua de Jungkook sobre su fruncido  agujero.  Empujó  hacia atrás su culo, presionando la lengua  de  Jungkook  contra  él. Movió sus pies, ampliando el  espacio  entre  ellos  hasta  que sus pies estaban situados a cada lado del suelo de la ducha.

Nunca había tenido a nadie que anteriormente lamiera su culo. Maldición, nunca había tenido a nadie que hiciera algo con su culo antes. En el pasado, siempre había estado arriba. Nunca había tenido a nadie que lo hiciera sentir de la forma en que Jungkook lo hacía. Era una sensación increíble.

—Jungkook —susurró, silenciosamente pidiendo más. Fue recompensado con un golpe rápido de la lengua de Jungkook, y luego la sensación de la lengua presionando suavemente contra él. Yoongi pensó que sus ojos iban a rodar hacia el interior de su cabeza.

—Pásame el jabón —pidió Jungkook.

Yoongi bajó la mirada para verlo por un momento con confusión, hasta que Jungkook apuntó la botella de jabón líquido.

—Pásame el jabón —dijo nuevamente.

Yoongi tomó el jabón y se lo entregó, dándose la vuelta para ver que ponía una gran cantidad en sus dedos. Una vez que Jungkook cerró la tapa y  colocó la botella en el suelo, le hizo señas a Yoongi para que se girara de nuevo.

Yoongi se dio vuelta vacilante, mirando hacia atrás sobre su hombro incluso cuando apoyó sus manos contra la pared de la ducha. Podía sentir cómo sus músculos se contrajeron cuando Jungkook separó nuevamente sus nalgas y presionó un dedo contra su agujero. No estaba muy seguro de esto. Nadie había estado ahí antes.

—Jungkook —empezó a decir.

—Relájate, Yoongi. Sé por lo de antes que esto se siente muy bien, créeme —dijo Jungkook mientras acariciaba la cara interna del culo de Yoongi—. No haría nada que no te gustara. Ahora, sólo relájate para mí, dulzura.

Yoongi se dio la vuelta  e  inclinó  su  cabeza  contra  la pared, respirando profundamente varias veces mientras trataba de relajar sus músculos. Comenzó  a  relajarse,  solo para  apretarlos  cuando  nuevamente  sintió  a  Jungkook presionar su dedo contra él.

Continuó tomando varias respiraciones profundas cuando Jungkook lo abrió, presionando un dedo dentro, moviéndolo alrededor. «Está bien, esto no es tan malo», pensó Yoongi cuando Jungkook comenzó a empujar hacia dentro y fuera con su dedo.

Cuando Jungkook se movió, comenzó a relajarse más, la sensación se volvió de invasiva a una sensación placentera. Sólo se tensó un poco cuando Jungkook añadió un segundo dedo, tijereteando con ellos hacia adelante y atrás. Está bien, podía manejarlo.

—Date la vuelta, dulzura —le ordenó Jungkook.

Yoongi se dio la vuelta, mirando hacia abajo a Jungkook, sus ojos se cerraron cuando Jungkook se inclinó hacia adelante y tomó su flácida polla en su boca. «¡Vale, eso está bien!», pensó Yoongi cuando se reclinó hacia atrás contra la pared de la ducha.

Cuando Jungkook lo tomó profundamente en su boca, al mismo tiempo empujó los dedos dentro de su culo, moviéndolos alrededor hasta que Yoongi se sacudió, gritando mientras bajaba sus manos para agarrar el pelo de Jungkook.

—¡Joder! ¿Qué demonios fue eso? —gruñó Yoongi cuando el dedo de Jungkook acarició nuevamente su próstata. Abrió los ojos para mirarlo sorprendido. Con razón a Jungkook le gustaba estar en el extremo receptor. Era fantástico.

Vio a Jungkook sonreír alrededor de su pene justo antes de que sus dedos acariciaran otra vez su próstata. Yoongi juró que podía ver estrellas explotar detrás de sus párpados cuando nuevamente cerró los ojos e inclinó la cabeza hacia atrás.

Era incapaz de hacer nada más que estar allí de pie y aceptar lo que  Jungkook le  hiciera.  Estaba  completamente  bajo el control de su pareja. Su casa podría estar quemándose, y él no habría sido capaz de apagar el incendio. Estaba completamente inmerso en lo que le estaba haciendo.

La boca de Jungkook se movía hacia adelante y atrás a lo largo y ancho de la longitud de las venas de su polla. Su lengua lamía todo, por los lados, sobre la punta, y a lo largo de la hendidura en la parte superior. Los dedos de Jungkook estaban empujando rápidamente dentro y fuera, moviéndose alrededor para acariciar su punto dulce.

Después de venirse dos veces solo  unos  momentos antes, Yoongi nunca creyó que podría hacerlo de nuevo. Estaba equivocado. Cuando  la  lengua  de Jungkook pasó  por encima  de la cabeza de su polla,  Yoongi sintió que  sus bolas se acercaban a su cuerpo.

—Jungkook, me voy a… —gritó Yoongi mientras entraba en erupción. Rugió mientras cargaba sus caderas contra él, sintiendo los dedos de Jungkook acariciarlo una y otra vez. El placer simplemente parecía seguir y seguir hasta que sus piernas comenzaron a temblar y pensó que colapsaría en el suelo de la ducha.

Cuando la boca de Jungkook liberó su polla, y retiró sus dedos, Yoongi se deslizó hacia abajo para sentarse en el suelo junto a él. Yoongi se estiró y lo tomó, tirando de él  hacia  su mojado cuerpo, sosteniéndolo tan cerca como pudo  sin aplastar su pequeño cuerpo.

Respiró hondo varias veces mientras se inclinaba para acariciar con sus labios la parte superior de la cabeza de Jungkook. Lo sostuvo por varios minutos antes de sonreírle.

—¿Lo ves, bebé?, no necesito del nudo para abrazarte.

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