Yoongi se aferró a los brazos de Tae cuando el hombre se apartó de él. No podía creer que estaban siendo interrumpidos una vez más. Simplemente no parecía posible. Cada vez que empezaban a excitarse intensamente, eran interrumpidos. Era como si todo el universo estuviera en su contra.
—Tae,
por favor, él puede esperar. Sólo necesitamos…
—Yoongi,
no puedes pedirle a mi padre que espere — resopló Tae mientras tomaba el brazo
de Yoongi y tiraba de él a una posición sentada—. Kim Dowoo no espera a nadie.
—Pero... pero, sólo necesitamos unos pocos minutos. Incluso cinco minutos. Eso es todo. Él puede esperar ese tiempo. Mejor aún, le dices que regrese o... o que venga en la mañana. —Yoongi hizo chasquear los dedos, cuando se le ocurrió una idea—. Él puede venir para el desayuno. Incluso voy a cocinar y limpiar después. Tú no tiene que hacer nada. Lo prometo.
—Yoongi,
no me gustaría nada más que decirle a mi padre que regrese en la mañana y
follarte las próximas horas, pero eso no va a suceder. —Tae le tendió la mano—.
Ahora, vamos, lindo bebé, salta hacia abajo y vístete.
Yoongi apretó los labios mientras ignoraba la mano de Tae y
saltaba del mostrador. Agarró el chándal del suelo y tiró de él subiéndolo por
sus piernas y luego cogió la camisa. Sus movimientos eran espasmódicos mientras
se ponía la camisa. Estaba enojado.
Sabía que mantener los labios apretados era lo mejor que
podía hacer en este momento. Si los abría, era probable que empezara a
parlotear sobre lo que pensaba de la decisión de Tae, de no enviar lejos a su
padre.
—Lo
siento, Yoongi.
Yoongi suspiró. Esto no era culpa de Tae. Ni siquiera era
culpa de Yoongi, en esta ocasión. Por alguna razón, la familia de Tae sentía la
necesidad de meter la nariz en los negocios de Tae. No es de extrañar que Tae
fuera el chico malo de la familia. Probablemente era la única manera de
alejarse de ellos.
—¿Cuántos
miembros tienes en tu familia?, porque me gustaría saber cuántas veces más
vamos a ser interrumpidos antes de realmente llegar a terminar algo. Me
gustaría estar preparado, ¿sabes? ¿Estamos hablando de tíos y tías, primos,
abuelos, qué?
Tae se echó a reír y tiró de Yoongi a sus brazos. Yoongi
puso las manos en las caderas de Tae y apoyó la cabeza contra el musculoso
pecho del hombre.
—Oh, Yoongi, tengo más miembros en mi familia de lo que
realmente quieres saber.
Yoongi gimió.
—Sin
embargo, después de que hablemos con mi padre, creo que no tendremos más
problemas. Él es la autoridad máxima en mi familia. Bueno, excepto quizá por mi
madre, pero si mi padre le dice que nos dejen en paz hasta mañana, ella lo hará.
—Sí, ¿lo
prometes?
—Lo
prometo, lindo bebé.
Yoongi decidió dejar de lado su decepción cuando sintió que Tae
plantaba unos cuantos besitos en la parte superior de su cabeza. Ser
quisquilloso cuando se reunía por primera vez con el padre de Tae no sería
bueno. Eso era asumiendo que en realidad iba a conocer al padre de Tae. Yoongi
inclinó la cabeza hacia atrás para mirar a Tae a los ojos.
—¿Voy a
conocer a tu padre, o prefieres que espere aqui?
—Vas a
tener que conocer
a mi padre. No
pienso dejarte fuera de mi vista.
Yoongi sonrió. Él estaba bien con eso. Cuando Tae se agachó y tomó su mano, Yoongi dejó que el
hombre lo guiara por la habitación. Empezó a sentirse un poco nervioso cuando
se escuchó al padre de Tae golpeando la puerta.
¿Exactamente
por qué el tipo estaba aquí?
Sostuvo con fuerza la mano de Tae y se acercó un poco detrás
de él cuando Tae abrió la puerta para revelar a un muy alto y muy intimidante
hombre que lucía muy enojado. Yoongi tragó el nudo repentino que se había
apoderado de su garganta y rezó por ser capaz de mantener la boca cerrada.
Ellos realmente no deberían haber abierto la puerta.
—Papá —Tae
dijo mientras daba un paso atrás y le permitía a su padre entrar en la casa—.
Es un poco tarde y como puedes ver, tengo compañía. ¿Qué puedo hacer por ti?
Kim Dowoo entró en la casa. Se volvió hacia Tae y Yoongi.
Sus ojos rastrillaron sobre Yoongi con tanta fuerza que Yoongi se preguntaba si
tendría hematomas en la mañana.
—¿Este
es él?
—¿Este
es qué, papá?
—No seas
impertinente conmigo, Taehyung. Tu hermano me llamó. Sabes exactamente de lo
que estoy hablando.
Era cierto, sabía de lo que estaban hablando. Yoongi se
erizó un poco porque estaban hablando de él como si no estuviera allí. Además,
era descortés. Yoongi reunió su coraje y dio un paso adelante, extendiendo su
mano al padre de Tae.
—Hola,
señor Kim, mi nombre es Yoongi, Min Yoongi. A Tae le gusta llamarme lindo bebé,
pero no estoy seguro si es apropiado que usted me llame lindo bebé, porque no
quiero tener sexo con usted. Yo sólo quiero tener sexo con su hijo. Por lo
tanto, probablemente debería llamarme Yoongi, aunque supongo que podría
llamarme Yoon o Min como le dije a Tae en el bar. Cualquiera me parece bien.
Yoongi no estaba seguro de que fuera algo bueno cuando el
padre de Tae sólo parpadeó. Esperó a que el hombre dijera algo, pero sólo se le
quedó mirando. Yoongi comenzó a ponerse nervioso. Sabía que había dicho más de
lo que debía. Probablemente sólo debería haber mantenido la boca cerrada. Ahora
Tae iba a estar enojado con él.
Yoongi dejó caer la mano y dio un paso atrás, con el deseo
de que el suelo se abriera y se lo tragara. Podía sentir su fantasía de tener a
Tae follándolo en la pared escabullirse por el silencio que llenaba la
habitación.
—He
hecho algunas llamadas telefónicas, Taehyung — finalmente dijo Kim Dowoo cuando
apartó la mirada de Yoongi, para alivio de Yoongi. Se sentía expuesto bajo la
fija mirada del hombre—. Su padre es Min Philip, Gerente General y fundador de
Corp Min, una de las mayores empresas de inversión financiera en el país.
—¿Y?
—¿Eso no
te preocupa? —gritó el hombre—. ¿No ves los problemas que esto podría traer
sobre nosotros? Min Philip es un hombre muy poderoso con una gran cantidad de
recursos. No se detendrá hasta que lo sepa todo.
Yoongi sintió su corazón comenzar a desmoronarse a medida
que escuchaba a padre e hijo discutir sobre él. No entendía lo que había hecho,
pero cada vez era más evidente con cada palabra que la familia de Tae decía de
que ellos no lo querían cerca.
—¿Es
porque soy un hombre? ¿Es por eso que no me quieren con su hijo? —Yoongi se
encogió cuando los ojos gris plata de Dowoo se fijaron en él. Tal vez de verdad
debería aprender a pensar antes de hablar.
—No
tengo ningún problema con la preferencia sexual de mi hijo.
—¿Entonces
soy yo quien no le gusta? —Yoongi soltó la mano de Tae para cerrar los puños a
los costados—. ¿Por qué? Usted ni siquiera me conoce. ¿Cómo es posible saber si
le gusto o no basado en quién es mi padre? Yo no le desagradé de forma
automática. Si Tae es su hijo, incluso si se supone que es la oveja negra de la
familia, yo podría pensar que usted tuvo algo que ver con el hombre que es y
eso significa que tengo que darle una oportunidad antes de juzgarlo. ¿Por qué
me juzga antes de llegar a conocerme?
Dowoo inclinó su cabeza ligeramente hacia un lado y pareció
considerar a Yoongi durante unos instantes antes de hablar.
—¿Siempre hablas tanto?
—Sí
—dijo sinceramente Yoongi. No era como si el hombre no se enteraría
eventualmente—. Hablo mucho, pero a Tae le gusta, así que no importa. Él dice
que si abro la boca y hablo es que obviamente tengo algo que decir y lo hago.
Creo que está siendo muy injusto.
Yoongi no estaba seguro de si la ceja que se arqueó sobre la
frente de Dowoo ante sus palabras era algo bueno o no, hasta que Tae empezó a
reírse junto a él. Yoongi se sintió aliviado cuando sintió el brazo de Tae
rodear su cintura. Le hacía sentirse un poco más cómodo.
—¿No es
adorable, papá?
Ahora era el turno de Yoongi de parpadear. ¿Tae pensaba que
era adorable? Nunca antes alguien pensó que era adorable. Una vez más, Yoongi
quería que Tae lo viera como sexi, pero felizmente se conformaría con ser
adorable. Era mucho mejor que molesto.
—Taehyung,
entiendo tu atracción, créeme, pero necesitas considerar todas las ramificaciones
si decides involucrarte con este joven.
—¿Qué te
hace pensar que es una opción? —espetó Tae, sorprendiendo a Yoongi por la
vehemencia de su voz—. Él es mío, papá.
—¿Estás
seguro?
—Positivamente.
Yoongi frunció el ceño, mirando entre los dos hombres.
Sentía como si estuvieran hablando en un idioma que él no entendía. Yoongi
nunca había sido acusado de ser la bombilla más brillante del paquete, pero
incluso él sabía que algo estaba pasando pero no entendía qué, especialmente
cuando Kim Dowoo, maldijo y se pasó la mano por la cara.
—Muy
bien, Taehyung, voy a informarle a tu madre — dijo Dowoo antes de plantar las
dos manos en las caderas y mirar a Yoongi—. Te esperaremos a ti y a tu
compañero en la casa por la mañana. Tenemos que discutir la situación de Min
Philip y hacer planes preventivos.
—¿Qué es
un compañero? —Yoongi susurró mientras se inclinaba hacia Tae. No estaba seguro
de alguna vez haber oído esa frase utilizada en la manera en que Dowoo lo dijo.
—¿Él no
lo sabe? —espetó Dowoo, dejando saber a Yoongi que sus palabras no habían sido
desapercibidas—. ¿No le has explicado las cosas?
—No he
tenido tiempo, papá —dijo Tae mientras miraba fijamente a su padre—. Todo el
mundo sigue interrumpiéndonos.
—¿No
crees que es mejor hacerlo antes de que esto vaya más lejos?
—Es
demasiado tarde para eso. —Yoongi se sorprendió cuando Tae lo agarró de la
barbilla e inclinó su cabeza hacia un lado. Trató de mirar a Dowoo por el
rabillo del ojo cuando escuchó la brusca inhalación del hombre, pero Dowoo se
había dado vuelta y se alejaba. Miró a Tae en su lugar, confundido.
—¿Tae?
—susurró en voz baja.
—Está
bien, lindo bebé, te lo explicaré todo pronto. Sólo necesito hablar con mi
padre por un momento. — Tae sonrió mientras soltaba la barbilla de Yoongi y
deslizó su mano hasta acunar un lado de su cara—. Mi habitación está junto al
pasillo, primera puerta a la izquierda. ¿Por qué no vas allí y me esperas? No
debería tomar mucho.
—¿Estás
seguro?
—Estoy
seguro, Yoongi, sólo ve.
Tae podría haber estado seguro, pero Yoongi no lo estaba.
Era evidente que había algo entre padre e hijo que no tenía nada que ver con Yoongi,
y luego había algo que sí lo tenía. La tensión entre Tae y su padre era tan
espesa que hizo que a Yoongi se le pusiera la piel de gallina.
Yoongi lanzó una rápida mirada a Dowoo y luego se apresuró
por el pasillo hacia la habitación de Tae. Entró y empezó a cerrar la puerta
cuando el extraño silencio proveniente de la sala le llamó la atención. Yoongi
hizo una pausa, manteniendo la puerta en su mayor parte cerrada mientras
inclinaba su oído en la pequeña grieta que dejó. No tuvo que esperar mucho.
—No
puedo creer que hayas hecho esto, Taehyung.
—Y yo no
puedo creer que estemos discutiendo esto — dijo Tae—. Él es mi compañero, papá,
y sabes tan bien como yo que no elegimos a nuestros compañeros. El destino lo
hace. No importa quién es su padre. Yoongi me pertenece a mí.
—Su
padre podría destruirnos.
—¿Quieres
que me vaya de la manada, papá?, porque lo haré si eso es lo que tengo que
hacer para mantener a Yoongi. Renunciar a él no es una opción.
—Por
supuesto que no quiero que dejes la manada — gritó Dowoo, y luego rápidamente
bajó la voz—. Sólo me preocupa lo que esto significará para nosotros. Hice una
pequeña investigación sobre Min Philip después de que tu hermano me llamó. No
es alguien con quien jugar.
—Papá,
no me importa. No me importaría si él fuera el Papa. Yoongi es mi compañero. No
voy a renunciar a él y no puedes esperar que lo haga.
Yoongi estaba eufórico por las palabras de Tae, pero el
resto de la conversación le preocupaba. Demonios, estaba confundido para
cagarse de miedo. Tae y su padre estaban hablando de compañeros y manadas y
todo tipo de cosas que no entendía.
—¿No
crees que es mejor explicarle las cosas antes de que empieces a tomar
decisiones por él? —preguntó Dowoo— . Puede que no quiera quedarse después de
que descubra en lo que se está metiendo. No todos los humanos lo hacen.
¿Los
humanos?
—Él se
quedará, papá —contestó Tae—. Él es especial.
El corazón de Yoongi latió más rápido por las palabras de Tae.
La alegría lo llenaba. ¿Ese alto y magnífico hombre pensaba que él era
especial? ¿Min Yoongi? Nunca nadie pensó que él era especial, no en la forma en
que lo dijo Tae.
—Él
puede ser especial, pero, hasta que esté totalmente vinculado y acepte
quedarse, es un riesgo.
—Yoongi
no será un problema.
—Sí, lo
será. Mientras su padre esté involucrado y sea una amenaza para nuestra manada,
Yoongi es un problema.
Yoongi negó con la cabeza. No, él no sería un problema.
Bueno, esperaba no ser un problema. No tenía la intención de ser un problema.
Sin embargo, no podía predecir lo que su padre iba a hacer. Su padre tenía un
carácter cruel e inflexible y su palabra era ley de donde venía Yoongi. A él no
le gustaría estar frustrado.
Pero tal vez... Yoongi salió de la habitación y regresó a la
sala de estar. Trató de ignorar la ceñuda mirada en el rostro de Dowoo y
concentró su mirada en Tae, quien era el único que importaba en cuanto a Yoongi
concernía.
Tae pensaba que Yoongi era especial.
—No sé
lo que mi padre hará si lo desafían, pero te juro que no causaré ningún
problema, Tae. Haré lo que me digas que haga y no voy a hablar. —Yoongi se
encogió de hombros nerviosamente—. Bueno, trataré de no hablar mucho. Voy a
tratar muy duro y tú…
—Yoongi,
¿has estado escuchando mi conversación con mi papá?
Yoongi sintió que su cara palidecía cuando Tae cruzó los
brazos sobre el pecho y lo miró fijamente. Apretó las manos delante de él y desvió la mirada,
el severo brillo en los ojos gris plata de Tae era demasiado para él.
—No, yo
no… bueno, tal vez. —Yoongi volvió a mirar a Tae—. ¿Un poquito?
—Escuchar
a escondidas no es correcto, Yoongi.
—Lo
siento, yo… lo lamento.
—Supongo
que el daño ya está hecho —dijo Tae mientras le tendía la mano. Yoongi cruzó
rápidamente la habitación y se agarró a la cuerda salvavidas que Tae le
ofrecía, casi gimió cuando fue rodeado por los brazos de Tae—. Así que, ¿de
cuánto te has enterado, lindo bebé?
Yoongi frunció el ceño y ladeó la cabeza hacia atrás para
mirar a Tae.
—¿Qué es un manada?
—Eso
tomará algo de tiempo explicártelo, Yoongi.
—No me
iré a ninguna parte. —Yoongi frunció el ceño— . Bueno, espero que no me vaya a
ninguna parte. Pero si realmente quieres que lo haga lo haré, pero yo no
quiero. Yo sólo... Sé qué clase de hombre puede ser mi padre y no quiero
causarte problemas, pero realmente me quiero quedar, Tae.
—Yo
también quiero que te quedes, precioso bebé, pero debes esperar para decidir si
deseas quedarte hasta que te diga lo que tengo que decirte.
Yoongi no podía pensar en nada que Tae pudiera decir que lo
hiciera querer irse. Realmente le gustaba Tae, aunque tuviera tropecientos
familiares, quienes pensaban debían meter sus narices en la vida sexual de Tae.
—Así
que, ¿qué tienes que decirme, entonces?
—¿Por
qué no te sientas?
Yoongi frunció el ceño, sintiéndome muy confundido y algo
aprensivo sobre lo que Tae necesitaba decirle, pero se acercó al sofá como le
sugirió el hombre y se sentó en el borde. Trató de ocultar su nerviosismo
sentándose en él sobre las manos. No creía estar haciendo un muy buen trabajo
al ocultarlo cuando Tae se sentó en la mesa de café frente a él y respiró
profundo.
—¿Alguna
vez has visto el canal de la naturaleza, Yoongi?
Yoongi parpadeó y lo miró fijamente.
—¿Qué?
—Ya
sabes, el canal de la naturaleza de la televisión en el que tienen los
programas sobre los lobos y osos y esas cosas.
—Sí,
supongo.
Yoongi le dio un rápido vistazo al padre de Tae. El hombre
se paró junto a la ventana del frente, caminando de un lado al otro en una
pequeña zona de la alfombra mientras observaba. Había cierta severidad en su
postura que le dio a Yoongi escalofrío. La mirada sombría en el rostro de Dowoo
y la forma en que sus brazos estaban cruzados sobre el pecho no ayudaba.
—¿Has
visto alguna vez uno de esos especiales de animales, de los lobos?
—¿Lobos?
—Yoongi preguntó mientras miraba nuevamente a Tae. ¿Qué demonios tenían que ver
los lobos en esta conversación? ¿Tae trataba de calmarlo o algo parecido,
teniendo una conversación casual?—. ¿Qué pasa con ellos?
—¿Qué
piensas de ellos?
—Ellos
están bien. Nunca he pensado realmente en eso. —Yoongi miró a Dowoo por un
momento cuando el hombre soltó un bufido, y luego miró a Tae. La expresión de
seriedad en la cara de Tae preocupaba a Yoongi casi tanto como el ruido que
hizo su padre—. ¿Por qué?
—¿Sabías
que los lobos se acoplan para toda la vida?
—Supongo.
Yoongi sacó las manos de debajo de sus piernas y empezó a
retorcer los dedos en su regazo. Esta conversación se estaba poniendo más
extraña a cada minuto. A él le gustaba Tae, realmente lo hacía, pero tal vez el
hombre era un poco extraño.
—Tae,
dijiste que tenías algo que debías hablar conmigo, ¿y ahora quieres discutir
los hábitos de apareamiento de los lobos? Lo que dices no tiene mucho sentido.
—Sí,
estoy seguro de que suena muy confuso, pero esto es bastante difícil de
explicar, lindo bebé.
—Tae se echó a reír y miró sus manos por un momento. Cuando Tae
lo miró nuevamente, también tomó las manos de Yoongi—. Sólo quiero que me
escuches, ¿de acuerdo?
Yoongi asintió, sintiendo que había perdido las palabras por
primera vez en su vida. No entendía por qué, pero sabía que cualquier cosa que Tae
tenía que decirle era muy importante. Sólo quería que Tae llegara a la parte
reveladora.
—Los
lobos se aparean de por vida, lindo bebé. Ellos encuentran ese único compañero,
la pareja perfecta para ellos, y ellos la toman y nunca lo dejan ir. Los lobos
protegen a sus compañeros, ellos los mantienen, y permanecen juntos hasta el
día de su muerte.
Yoongi miró a Tae, esperando que continuara. Esta tenía que
ser una de las conversaciones más extrañas que recordaba haber tenido. No es
que Yoongi objetara hablar acerca de los lobos, en realidad no lo hacía.
Simplemente no entendía por qué Tae estaba hablando de ellos ahora.
—Mi
familia es de la misma manera, lindo bebé. Encontramos a esa persona única,
nuestra pareja, y nos aferramos a ella y nunca la dejamos ir. Nos acoplamos de
por vida. —Tae llevó las manos de Yoongi hasta sus labios y besó una y luego la
otra, antes de mirar fijamente a Yoongi—. Tú eres mi compañero, lindo bebé.
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