Taehyung lo miró por debajo de sus pestañas, observando sus expresiones faciales. Sabía que no lo estaba haciendo bien, sus dientes estaban en medio y había tenido una práctica limitada con Hoseok que, además, le había dicho que no era bueno chupando. Y no fue por falta de intentos. Taehyung también se distrajo con la gran vena que tenía la larga y enorme polla de Yoongi. Su olor le estaba llamando. ¿Se enfadaría si tomaba sólo una pequeña muestra, sólo una mordida para satisfacer su hambre?
No podía entender por qué estaba tan hambriento todavía, su
lujuria por la sangre de Yoongi era constante y Taehyung simplemente se había
alimentado hacia algún tiempo, y ahora quería más. Templó sus nervios y hundió
sus colmillos en la vena palpitante.
Yoongi gritó con toda la capacidad de sus pulmones mientras
su cuerpo se sacudía alrededor. Taehyung se tragó su polla, bebiendo su sangre
y esperma al mismo tiempo. Nunca había experimentado un cóctel tan dulce antes.
Taehyung podía haber protestado por el hecho de que Yoongi le utilizara como
una adicción, pero él acababa de encontrar su nuevo medicamento y lo estaba
engullendo.
Sintió a Yoongi aflojándose y sonrió mientras circulaba la vena con su lengua, sellando la herida. Cuando Taehyung se puso de rodillas, pensó que iba a morir de nuevo. Yoongi no se movía, sus ojos estaban cerrados, y sus labios ligeramente separados.
¿Le habría hecho daño?
¡Oh, Dios, por favor, no!
—Yoongi, por favor despierta—, Taehyung golpeó levemente su
rostro. ¿Lo había matado? ¿Qué debería hacer? Rezó para que no estuviera
muerto. ¿Había bebido demasiado? —Yoongi, me estás asustando, por favor. —Puso
sus manos sobre su pecho y lo sacudió.
Un suave gemido burbujeaba de la boca de Yoongi, y Taehyung
nunca se había sentido tan aliviado en toda su vida. No lo había matado.
Gracias a Dios.
Una lenta sonrisa comenzó a extenderse por el rostro de Taehyung,
cuando se dio cuenta que había hecho que se desmayase.
Diablos, estaba orgulloso de sí mismo.
****
Yoongi se despertó sintiéndose más descansado que nunca. Los
recuerdos de lo que habían hecho Taehyung y él comenzaron a filtrarse a través
de su sueño empañado mente. Una sonrisa estalló en su cara mientras pensaba en
lo que le había hecho a Taehyung y lo que ese vampiro un poco malo le había
hecho. Dios, quería hacerlo de nuevo.
Yoongi suspiró mientras alcanzaba a su amante pecaminoso. Se
incorporó cuando sintió el espacio vacío al lado de él. ¿Dónde estaba el
vampiro?
Balanceando sus piernas por un lado de la cama, cogió un par
de pantalones vaqueros y se los puso, dejando la habitación en busca de su
hombre.
¿Su hombre?
Wow, ¿cuándo comenzó a pensar en Taehyung como suyo? Lo
volvió a hacer y se dio cuenta de que le gustaba la idea de llamarlo suyo.
Nunca lo había hecho pero tal vez era porque no había encontrado la persona
adecuada. Cuanto más pensaba en ello, Taehyung parecía ser el hombre perfecto.
Ahora todo lo que tenía que hacer era encontrarlo.
Buscó en la cocina y en la sala de estar, pero estaban
vacías. La preocupación comenzó a asentarse en su pecho. ¿Dónde había ido Taehyung?
¿Por qué saldría? ¿Había hecho algo para ofenderlo? Pensó en el tiempo que
pasaron juntos, las conversaciones que tuvieron, y nada le vino a la mente.
La puerta se abrió, y Taehyung entró con una bolsa en la
mano. Curioso, Yoongi se acercó a él y la preocupación se convirtió en ira al
pensar que había sido tan descuidado que ni siquiera había dejado una nota.
No le gustaba preocuparse. Pero, de nuevo, nunca tuvo a
nadie que realmente le importara mucho, tanto como para hacer que su pulso se
acelerara ante la idea de que alguien pudiera hacer daño a su hombre. Mierda. Taehyung
iba a tener que ser más responsable. No era humano, pero tenía que tener otras
precauciones que otros nunca habrían considerado.
¿Y si se había hecho daño? No podía ir a un hospital. ¿Y si
había sido detenido? La luz del sol podría haberlo matado. ¿Y si...? Maldita
sea...
— ¿Dónde diablos estabas? —gritó más fuerte de lo que
pretendía.
Taehyung miró a Yoongi, con los ojos brillantes mientras
sonreía.
—Tengo algo de comer y algunas vitaminas. —levantó la bolsa
plástico. Yoongi se la quitó y miró lo que había dentro.
Cuando Taehyung frunció el ceño y dio un paso atrás, Yoongi
se sintió malditamente mal.
—Lo siento, sólo me asustaste cuando no te vi aquí. — Yoongi
soltó la bolsa y cogió a Taehyung entre sus brazos. Si algo le hubiera
sucedido...
Dejó que saliera el dolor que sentía y decidió buscar el lado
bueno. Taehyung estaba seguro, en sus brazos, y supo en ese momento que
significaba mucho para él. En tan sólo una noche el pequeño vampiro había
llegado hasta su corazón.
—Puedo cuidarme, Yoongi. Estaba en la calle cuando me
encontraste. Deja de preocuparte tanto. Tengo para ti una hamburguesa y patatas
fritas. —Taehyung se inclinó para recoger la bolsa, cogiendo la comida y
poniéndola sobre la mesa. —Fue un impulso de mi parte. Quería hacerte feliz
después de todo lo que hiciste por mí. Es un pequeño gesto, pero no había
planeado que se volviera contra mí.
Yoongi quería golpearse al ver la mirada de dolor en el
rostro de Taehyung. El hombre fue a buscar lo que él necesitaba y había actuado
como un posesivo ogro. Lo que le intrigaba fue el hecho de que sólo se conocían
desde hacía poco tiempo y no era suficiente para sentir de la manera que estaba
sintiendo.
—Gracias, cariño—, Yoongi le dijo cogiendo la comida de la
mesa. — Por favor, hazme un favor y la próxima vez que salgas, dímelo. Sólo me
preocupo por ti. —Y ésa era la pura verdad.
Se sintió diez veces mejor cuando Taehyung sonrió y asintió
con la cabeza.
—De acuerdo.
A Yoongi le pareció extraño comer delante de Taehyung,
sabiendo que el hombre no podía disfrutar de la más deliciosa hamburguesa. No quería
insultar a Taehyung por no comerla, por lo que tomó un bocado y se lo agradeció
a Taehyung.
Dejó la hamburguesa y sacó un bote de multivitaminas de la
bolsa. ¡Era enorme! ¿Cuánta sangre tenía intención de cogerle? Eso le recordó
lo que había pasado antes. No sabía por qué se había desmayado, pero se moría
por saber qué le había hecho Taehyung para que perdiera el mundo de vista.
—Taehyung, ¿qué me hiciste para que me desmayara?
Taehyung se sonrojó y se cubrió la cara con las manos.
Yoongi sonrió y tomó las manos de Taehyung y las alejó de su
rostro inclinado, mientras lo cogía por la barbilla.
—Si vamos a tener una relación, tienes que aprender a cómo
comunicarte conmigo. No leo las mentes y soy muy malo adivinando las cosas.
—¿Tenemos una? Una relación, me refiero—, Preguntó Taehyung,
con un brillo de esperanza en sus ojos de obsidiana. Yoongi estaba sorprendido
de lo ansioso que Taehyung sonó. Pero también estaba contento de saber que él
no era el único con ese sentimiento de extraña atracción. Lo hubiera pasado muy
mal si fuese unilateral.
—Me gustaría una. Pensé que tal vez estabas sintiéndote de
la misma manera que yo. No quiero ser presuntuoso. —Yoongi le soltó la
barbilla, cogiendo su comida y dejándose caer en el sofá. Todo esto era tan
nuevo para él que no sabía qué hacer con todas las emociones que estaba
sintiendo. ¿Debería ser posesivo? No quería perder de vista a Taehyung pero
sabía que no podía ser así. Tenía que trabajar, y todo el mundo necesita
espacio para respirar. Entonces ¿Por qué la idea de no tenerlo cerca le hacía
difícil respirar?
—¿Qué ves en mí, Yoongi? Soy mediocre. No soy nada del otro
mundo—, le dijo Taehyung mientras se sentaba en el sofá junto a él.
Yoongi se quedó boquiabierto.
—Veo mucho en ti, Taehyung. Eres sexy, divertido, ingenuo, y
me haces querer pasar el resto de mi vida contigo.
—No quiero
molestarte—, Taehyung dijo mientras se mordía su labio inferior.
—No lo haces. Bueno, no, en sí. No estoy acostumbrado a
esto. —Yoongi movió la mano entre él y Taehyung. —Nunca tuve un novio estable y
creo que ambos vamos a aprenderlo por primera vez.
Taehyung rio mientras se acercaba a Yoongi. Dios, amaba esa
sonrisa. No estaba seguro de quién puso esa duda en la mente de Taehyung, pero
quien quiera que fuese tendría que ser azotado. Taehyung era el paquete
completo en la vida de Yoongi.
—Me gustaría eso. Entonces, ¿cómo está tu comida? —Preguntó Taehyung.
—No cambies de tema, Tae.
Taehyung suspiró.
—Te mordí.
Yoongi levantó una ceja.
—¿Dónde?
La sonrisa de Taehyung era francamente diabólica, mientras
señalaba la polla de Yoongi.
—De ninguna manera. —Yoongi se quedó atónito. ¿Taehyung
realmente había mordido su polla? Necesitaría mejorar su resistencia si iba a
alimentar a su hombre regularmente, o se marchitarían todos sus fluidos
dejándole seco.
Taehyung asintió y se sonrojó más profundamente.
—¿Estás enfadado conmigo?
—Por supuesto que
no—, Yoongi dejó escapar. —Muerde mi polla cada vez que quieras. —le guiñó un
ojo, tratando de hacerle sentir cómodo. Podía decir que Taehyung estaba
inseguro. ¿Quién le había jodido tanto la cabeza que pensaba que cada
movimiento que hacía sólo le provocaba rabia? Una vez más, quería encontrar a
esa persona y golpearle en el culo.
—¿Podemos ir a dar un paseo?— Siento un poco de
claustrofobia y es una buena noche.
Yoongi consideró su solicitud mientras terminaba de comer su
comida. ¿Qué mal podría hacer que fueran a dar un paseo? Taehyung estaba bien
alimentado, y si no mostraba sus colmillos, nadie podía decir que era un
vampiro.
Bueno, sí que está un poco pálido, pero también lo eran un
montón de seres humanos. A parte de eso, Yoongi amaba la piel de Taehyung,
suave y cremosa, en contraste con su piel bronceada que se había hecho en un
salón, y que se complementaban perfectamente.
—Claro.
Taehyung saltó sobre sus rodillas, sentándose al lado de Yoongi,
con un entusiasmo radiante y ardiente en la cara.
Bueno, ¿no era simplemente adorable?
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