Yoongi se rio entre dientes mientras miraba las caderas de Jimin balancearse hacia atrás y adelante mientras el hombre perseguía a Taemin a través del bar. No sabía lo que Taemin le había dicho al hombre, pero Jimin estaba en completo modo reinita. Iba a rasgar las bolas de Taemin y pintarlas de rosa antes de devolvérselas.
Yoongi se había asentado bien en su nuevo papel dentro del
aquelarre. Escuchaba a Namjoon cuando lo necesitaba y a Taehyung todo el
tiempo. Había hecho amistad con otros miembros del aquelarre e incluso
disfrutaba pasar tiempo con ellos.
Jimin estaba teniendo un poco más de problemas para acomodarse.
A Yoongi le encantaba tener a su mejor amigo en el
aquelarre. No tener que ocultar de todo el mundo su amistad con el hombre era
una gran ventaja en el aquelarre de Namjoon. El hombre parecía desconcertado
por Jimin, pero por lo general se limitaba a sacudir la cabeza y echarse a
reír.
Taemin corría por su vida cada vez que Jimin entraba en la
sala, para gran diversión de casi todo el mundo. Yoongi aún no había sido capaz
de averiguar qué era exactamente lo que estaba pasando entre los dos hombres y Jimin
no hablaba.
Jimin no estaba hablando tampoco de lo que le había sucedido
en su aquelarre de nacimiento.
Había ido a puerta cerrada y se lo había dicho a Namjoon, pero
ni una palabra había dicho a nadie más. Namjoon dijo que si Jimin quería que
todos supieran, él mismo lo hablaría.
Eso volvió loco a Yoongi.
También lo hacía el saber que Hoseok había sobrevivido a sus
heridas. Todo el mundo había estado tan seguro de que iba a morir por las
heridas que Dowoo le había dado, que Namjoon
había lanzado a Hoseok a sus hombres para que fuera a casa y muriera en paz.
Excepto que no había muerto.
Lo último que
escuchó Yoongi, era
que Hoseok estaba débil,
pero recuperándose. Yoongi
no sabía lo
que eso significaba para su
futuro o el de Jimin, pero sabía que sin importar lo que pasara, Namjoon y su
aquelarre estarían ahí para protegerlos a ambos.
Y eso era suficiente.
Ahora, si tan sólo pudiera conseguir que Taehyung entendiera
que no era lo suficientemente fuerte como para luchar contra un vampiro, sería
muy, pero muy feliz. Namjoon y Taehyung se metían en argumentos cada vez que Yoongi
daba la vuelta. Estaba empezando a sospechar que los dos hombres disfrutaban
los encuentros.
—¡Yoongi!
La cabeza de Yoongi se sacudió mientras él se encogía.
Conocía ese profundo bramido en cualquier lugar.
Por lo general, significaba que estaba en algún tipo de
problema. Yoongi rápidamente escaneó el bar, buscando al dueño de esa voz.
Taehyung no estaba a la vista.
Yoongi hizo un gesto a Jungkook, indicándole al hombre que
necesitaba que lo reemplazara en su lugar en la entrada y luego se fue en busca
de Taehyung. Después de buscar en todo el piso del bar, el almacén y el área de
la cocina, Yoongi caminó por el pasillo hacia la oficina de Taehyung.
Estaba sudando para el momento en que llamó a la puerta, preguntándose
qué había hecho para meterse en problemas esta vez. Taehyung lo adoraba y Yoongi
era plenamente consciente de eso, pero eso no quería decir que el hombre no estableciera
las reglas cuando lo necesitaba. A Taehyung le gusta tener el control y a Yoongi
le gusta ceder el control. Funcionaba bien para ambos.
A menos que Yoongi rompiera una regla.
—Adelante.
Las palabras se cortaron cuando oyó como si Taehyung apenas
se estuviera aferrando a su ira. Yoongi respiró hondo y abrió la puerta de la oficina.
Sus ojos buscaron inmediatamente a Taehyung y lo encontraron
de pie junto a la ventana detrás de su escritorio.
—¿Me llamaste?
—Cierra la puerta Yoongi.
El aliento de Yoongi se escapó en un largo y lento siseo mientras
cerraba la puerta y se giraba hacia Taehyung. Se devanaba los sesos, pero no
podía pensar en una cosa que hubiese hecho
que hubiera puesto esa mirada furiosa en la oscura cara
de Taehyung.
—¿Qué día es hoy Yoongi?
Yoongi frunció el ceño.
—Jueves.
—¿Y cuándo fue la última vez que te alimentaste?
La cabeza de Yoongi se sacudió de nuevo cuando su ceño se
profundizó.
—Uh... ¿El lunes?
—¿Fue el lunes?
—Sí, nosotros… —Un rubor floreció en el rostro de Yoongi al
recordar exactamente lo que había estado haciendo cuando se había
alimentado la última
vez. Taehyung no
había estado
bromeando cuando dijo que
aceptaba a Yoongi, colmillos y todo. Infiernos, estaba
malditamente cerca de exigir ser jodido por Taehyung mientras Yoongi se estaba
alimentando.
—Por lo tanto, ¿No te has alimentado en tres días? ¿Es eso
lo que estoy oyendo?
—Bueno, sí, pero…
—¿Pero qué? —preguntó Taehyung mientras caminaba por el borde
de la mesa.
Yoongi de repente sabía lo que sentía una presa. Estaba
siendo cazado y lo sabía. Podía verlo en el calor ardiente oscureciendo los
ojos color avellana de Taehyung. A Yoongi le costaba respirar. El aire mismo
parecía estar electrificado, crepitando con ardor por el profundo deseo.
—¿Tienes una explicación para tu comportamiento? —el pulgar
de Taehyung acarició la línea curva de la mandíbula de Yoongi.
—No señor. —Sus palabras salieron en un estrangulado y ronco
sonido. La boca de Yoongi se secó, sus labios resecos. La punta de su lengua
humedeció nerviosamente su labio inferior.
La mano de Taehyung
se trasladó al cabello
de Yoongi y acarició los rizos rubios como si no pudiera evitarlo. Yoongi sintió el impacto
de fuego de la mirada de Taehyung sobre él, marcándolo como suyo. El cuerpo de Yoongi
se apretó con dura y caliente necesidad.
Cálidos y húmedos labios revolotearon a lo largo de la curva
de su cuello.
—Entonces necesitas ser castigado, verdad Yoongi.
No era una pregunta.
—Sí señor.
¡Por favor!
—Ponte en posición Yoongi.
Las terminaciones
nerviosas de Yoongi chisporroteaban mientras rápidamente se
despojaba de sus ropas, dejándose las botas
puestas y acomodándose
a sí mismo
a través del escritorio de Taehyung, su culo al aire y
las manos sobre su cabeza. La tranquila calma que estaba tratando de transmitir
se hizo añicos cuando sintió
los dedos de Taehyung como
plumas abriéndose paso entre las mejillas de su trasero.
—Hermoso culo —reflexionó Taehyung—. Es una
vergüenza que tenga que marcarlo Yoongi.
Yoongi casi resopló con incredulidad. La única cosa que encendía
a Taehyung más que Yoongi mordiéndolo era ver la huella de su mano en el culo
de Yoongi. El primer golpe fue casi una sorpresa. El segundo hizo que Yoongi
gimiera y enroscara los dedos de los pies.
—Eso es todo —murmuró Taehyung como si hablara para sí mismo.
Una gran mano frotó los globos redondos del culo de Yoongi. Un dedo trazó su
pliegue arriba y abajo y luego de vuelta otra vez—. Saca tu culo para mi.
Yoongi separó más las piernas y empujó su culo más alto en
el aire. Podía oír el aumento en la respiración de Taehyung justo antes de que
otra palmada aterrizara en su culo. Taehyung podría no haber sido un vampiro,
pero no era débil tampoco. Con cada azote, el culo de Yoongi comenzaba a arder
y a doler.
Un fuerte temblor atormentó el cuerpo de Yoongi cuando Taehyung
empujó dos dedos rápidamente dentro de su culo. Taehyung bombeó dentro y fuera
mientras seguía dejando caer palmada tras palmada en las nalgas de Yoongi, con
la otra mano.
Yoongi se empujó hacia atrás, follándose más profundo con
los dedos de Taehyung. Gritó cuando el ángulo de Taehyung cambió y su punto
dulce fue golpeado una y otra vez.
—Te gusta ¿verdad bebé?
Yoongi echó la
cabeza hacia atrás,
gimiendo largo y fuerte. No necesitaba poner su placer en
palabras. Taehyung podía leer cada movimiento que hacía, cada gemido que salía
de sus labios. Taehyung parecía saber
lo que Yoongi
quería, lo que él necesitaba, antes de que Yoongi llegara a
decir nada.
—¿Tienes hambre, bebé?
Yoongi no estaba
seguro de cómo
responder a eso teniendo en cuenta que
quería sangre, pero no tanto como
quería sentir la pesada polla de Taehyung en el culo. Así que se fue con las
dos simples palabras que le garantizaban obtener lo que quería.
—Por favor, señor.
Con un gruñido profundo, Taehyung sacó los dedos libres. Yoongi
se mordió el labio al sentir la cabeza de la esponjosa polla de Taehyung
presionando contra su agujero y entonces el hombre se empujó lentamente hasta
que la gorda cabeza de su pene entró.
Taehyung follaba a Yoongi lenta y constantemente. Cubrió con
su cuerpo a Yoongi cuando su polla penetró profundamente y luego se retiró,
sólo para empujarse de nuevo.
Apoyando un brazo junto al hombro de Yoongi, Taehyung se inclinó
para morder la suave piel donde el cuello y el hombro de Yoongi se unían,
dejando un rastro de marcas rojas de dientes. Su picadura no rompía
la piel, pero afirmaba a Yoongi tan claramente como
si él lo
hubiera marcado con
sus propios colmillos.
—Es el momento bebé. —Taehyung colocó la muñeca delante de
la cara de Yoongi. Yoongi gimió y pasó su lengua sobre la dorada piel.
El sabor único
de Taehyung atacó
a través de su lengua, saturando
sus células. Se
lamió los labios
y se estremeció. Yoongi levantó
la muñeca de Taehyung a su boca y lo mordió. Oyó a Taehyung gritar detrás de él
mientras la cobriza y dulce sangre del hombre inundaba su boca. Cuando hubo
tomado suficiente, liberó a Taehyung de su boca y lamió la sangre de sus labios.
Al mismo tiempo, la mano de Taehyung serpenteaba alrededor del cuerpo de Yoongi
y envolvía su dura polla, bombeando con ferocidad.
—¿Eres mío Yoongi?
—Sí —gritó él—. ¡Por favor!
Los ojos de Yoongi se pusieron en blanco y gritó el nombre
de Taehyung corriéndose duro. Su semen se disparó y cubrió la mano de Taehyung.
El propio estómago y los muslos de Yoongi estaban cubiertos también e incluso
el escritorio debajo de él. A Yoongi podía importarle menos, no cuando los
empujes de Taehyung se volvieron ásperos y erráticos mientras buscaba su propia
liberación.
Yoongi lanzó un
suspiro de felicidad
cuando oyó el profundo
estruendo de Taehyung
y luego sintió
el calor líquido llenando su culo. Taehyung se
derrumbó encima de él, cubriendo a Yoongi desde el cuello hasta los muslos. Yoongi
amaba el gran peso del cuerpo de Taehyung cubriendo el suyo y la sensación de
la dura longitud de Taehyung enterrada en su culo. Podría quedarse así para
siempre.
Después de un
momento, Taehyung apartó
el cabello de Yoongi de la cara con dedos gentiles y lo
metió detrás de la oreja.
—¿Estás bien bebé?
Yoongi sonrió, pero
no levantó la
cabeza fuera de la superficie
de la mesa de madera fresca.
—Mejor que nunca.
—Fui un poco rudo contigo.
Yoongi rodó los
ojos.
—Soy un vampiro Taehyung. Podrías golpearme con un ladrillo
y todavía voy a estar bien.
—Aun así no debería haber sido tan duro contigo.
—Taehyung —Yoongi adoraba
a Taehyung. Yoongi
era más grande, más fuerte y un
infierno entero de mucho más rápido, pero
aun así, Taehyung
se preocupada por él.
Yoongi sonrió y volvió
la cabeza lo
suficiente para ver
la cara de Taehyung
—. También te amo.
Taehyung se rio entre dientes.
—Está bien bebé. Lo entiendo. Lo cual probablemente no hará
que deje de preocuparme, pero voy a tratar de no dejarme llevar tan mal.
—Sólo recuerda que puedo tomar más o menos todo lo que me
puedas dar. Soy mucho más fuerte de lo que parezco. —Sólo para
probar su punto,
Yoongi agarró las
piernas de Taehyung y se levantó,
llevando al hombre a su espalda mientras caminaba alrededor de la mesa y se
dirigía al pequeño cuarto de baño a un lado de la habitación.
—¡Yoongi!
—¿Qué?
—preguntó Yoongi mientras
parpadeaba inocentemente a Taehyung por encima de su hombro.
Taehyung se echó a reír de nuevo, esta vez añadiendo una pequeña
sacudida de su cabeza.
—También te amo Yoongi, colmillos y todo.
FIN
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