domingo, 26 de junio de 2022

CAPITULO 13

Taehyung no podía creer lo que estaba oyendo. Yoongi no sólo estaba apoyando el matar a su mejor amigo sólo para deshacerse de su hermano, lo estaba sugiriendo. Por un momento, Taehyung se preguntó si alguna vez había conocido realmente a Yoongi.

 

Y fue entonces cuando supo que todo era una elaborada escena para Hoseok y Min Dowoo. Yoongi preferiría morir antes que traicionar a su amigo. Taehyung se acercó para estar junto a Yoongi e hizo una señal con su barbilla hacia Jimin.

 

—Si no eres demasiado quisquilloso Alfa, lo voy a hacer. No tengo ninguna conexión con Jimin.

 

Los labios de Namjoon se crisparon.

 

—¿Demasiado quisquilloso? —Su mano se movió muy rápido antes que Taehyung pudiera parpadear y se envolvió alrededor de la garganta de Jimin. Una larga uña afilada paso su filo a lo largo de la suave piel de la garganta de Jimin—. Nunca he sido muy escrupuloso con ninguna cosa en mi vida.

 

Taehyung asintió ligeramente hacia adelante.

 

—Entonces mátalo.

 

—No puedes matarlo —gritó Hoseok mientras se apresuraba hacia adelante. Antes de que pudiera tomar más de unos pocos pasos, se vio rodeado por los miembros de aquelarre de Namjoon—. Es mi pareja de vida.

 

La sonrisa de Namjoon fue diabólica y envió escalofríos por la espalda  de  Taehyung.  Confiaba  en  que  esa  mirada  nunca  fuera dirigida en su dirección.

 

—Entonces, matando a Jimin, voy alibrarme de ti también.        

 

Taehyung  tragó saliva  cuando una  delgada  línea  de  sangre apareció en la garganta de Jimin. ¿Namjoon realmente iba a matar a Jimin? Taehyung lanzó una rápida mirada a Yoongi, pero cuando su amante no pareció preocupado, Taehyung trató de no estarlo.   

 

Hizo una  mueca cuando Namjoon cortó otra  delgada línea roja a través de la garganta de Jimin. Si todo esto era para aparentar, Jimin iba a estar muy enojado.          

 

—¡No! —Gritó Hoseok mientras se esforzaba por pasar más allá de los miembros del aquelarre de Namjoon—. No puedes.              

 

—¿No quieres morir Hoseok? —se rio Namjoon amenazadoramente—. Tal vez deberías haber pensado en eso antes de atacarme y tratar de tomar el control de mi aquelarre. Es mi derecho tomar justicia.

 

—Bien, entonces toma tu justicia. Sólo, no mates a Jimin.

 

Taehyung parpadeó confundido. ¿Se estaba perdiendo algo? Si Hoseok estaba diciendo que él y Jimin estaban enlazados, entonces matar a Hoseok mataría a Jimin, tanto como matar a Jimin mataría a Hoseok. ¿Cierto?

 

—Dame una buena razón para que no deba deshacerme de ambos —exigió Namjoon—. Sería resolver mis problemas mucho más fácil no dejar que cualquiera de ustedes vivan.

 

Los hombros de Hoseok cayeron.

 

—No es mi pareja de vida. Si lo matas, no voy a morir.

 

—Ah —dijo Namjoon—. Entonces tal vez debería matarlo para deshacerme de él. A alguien que viste tanto de color rosa no se le debería permitir vivir.

 

—¡Hey! —espetó Jimin.

 

—Cállate Jimin —gruñó Hoseok—. Vas a conseguir que nos maten.

 

Taehyung se mordió el labio para no reírse cuando Jimin le sacó la lengua a Hoseok. Incluso con su vida pendiendo de un hilo, el pequeño granuja no aceptaría la mierda de todo el mundo. Taehyung estaba bastante seguro de que le iba a gustar Jimin... si tan sólo pudiera llegar a bajar el tono del rosa.

 

Hoseok ignoró a Jimin y miró a Namjoon.

 

 —No lo mates. Por favor. Me voy a someter voluntariamente a lo que quieras hacer conmigo si sólo dejas ir a Jimin.

 

Incluso Taehyung estaba sorprendido por esa declaración. Pensó que Hoseok era tan despiadado como su padre, pero tal vez se había equivocado, al menos cuando se trataba de Jimin. El hombre parecía realmente preocupado por Jimin.

 

¿Quién sabía que un alma negra podía ser redimida?

 

Taehyung giraba la cabeza hacia atrás y adelante entre Hoseok y Namjoon como una pelota de tenis en una cancha. Hoseok estaba suplicando con la mirada para que Namjoon liberara a Jimin.      

Namjoon  parecía  estar  tratando  de  averiguar  si  Hoseok  estaba diciendo la verdad o no. Ninguno de los dos se movía. 

 

—Está bien —dijo Namjoon mientras liberaba lentamente la mano  que  tenía  en  la  garganta  de  Jimin—.  Si  tú voluntariamente  te  sometes  a  mi  castigo,  voy  a  liberar  a Jimin y le permitiré vivir.

 

Hoseok tragó saliva y asintió.

 

—Lo haré.         

 

—¡No! ¡No voy a permitir esto!

 

Taehyung vio tensarse a Yoongi mientras se giraba para ver a Min Dowoo correr hacia ellos. Por extraño que pareciera, ni un solo vampiro de los que habían acompañado al hombre intervino para detener el alfa, incluso sabiendo que estaba corriendo hacia el peligro.

 

Eso decía algo.

 

Cuando Yoongi comenzó a saltar hacia adelante, presumiblemente para detener a su padre, Taehyung se puso delante de él. Con lo enojado que Yoongi estaba, nunca sería capaz de vivir consigo mismo si asesinaba a su propio padre. Yoongi no tenía en él ser así de violento. La culpa se lo comería vivo hasta destruirlo.

 

 

—Taehyung no… ¡no!

 

Taehyung  atrapó  a  Yoongi  cuando  las  piernas  del  hombre cedieron y se  desplomó hacia  el  suelo. Una vez que  tuvo a Yoongi acunado en sus brazos, Taehyung se volvió para ver lo que trajo lágrimas a los ojos de su amante. Y una vez que consiguió una buena mirada, deseó no haberlo hecho.

 

Al parecer, Min Dowoo había tratado de atacar no a Jimin o a Namjoon como Taehyung pensó. Hoseok dio un paso y se interpuso frente al alfa, rasgándole su garganta, pero era obvio que eso le costaría a Hoseok su vida. Nadie podría sobrevivir a la hemorragia  de las heridas que  Hoseok tenía en el  pecho y el abdomen.

 

—Bebé  —dijo  Taehyung  con  suavidad  mientras  se  volvía  a Yoongi—. Necesitas decirle adiós a tu hermano, deja que sus últimos momentos sean buenos.           

               

Taehyung  odiaba  la idea  de que  Yoongi estuviera  en algún lugar cerca de Hoseok, pero Yoongi nunca se perdonaría si su hermano moría solo. Hoseok podría ser un malvado monstruo, pero había salvado la vida de Jimin a costa de la suya.

 

Taehyung mantuvo su brazo alrededor de la cintura de Yoongi cuando el hombre se acercó a donde su hermano estaba en el suelo.  Por  mucho  que  no  le  gustara,  no  protestó  cuando         

Yoongi se arrodilló en el suelo junto a Hoseok y tomó su mano libre.     

 

Taehyung sólo se aseguró de estar justo detrás de Yoongi en caso de algún movimiento brusco del hombre. No le extrañaría que Hoseok usara sus últimos segundos en la tierra para tratar de llevarse a Yoongi con él.   

 

—¿Por qué Hoseok? —susurró Yoongi.

 

—Iba  a  herir a  Jimin  —los ojos de  Hoseok miraron a Jimin—. No podía dejar que eso sucediera.         

Taehyung  parpadeó.  Estaba  confundido.  Según  sus  propias palabras, Hoseok había admitido que había lastimado a Jimin en numerosas ocasiones. ¿Por qué iba a renunciar a su vida para salvar a Jimin? Hoseok estaba obsesionado con Jimin, pero Taehyung tenía serias dudas de que realmente se preocupara por Jimin.      

 

Taehyung vio un destello en los ojos de Hoseok mientras miraba a  Yoongi.  Era  toda  la  advertencia  que  necesitaba. Tomó a Yoongi  por  los  brazos  y  tiró  de  su  amante  de  vuelta,  sin importarle  en lo  más mínimo  que  ambos  cayeran de  nuevo sobre  el  duro  cemento  o  que  Yoongi  estuviera  escupiendo enojado.

 

—Taehyung que…

 

—¡No puedes tenerlo! —Gruñó Hoseok mientras rodaba sobre su estómago y empezaba a arañar a través del cemento hacia Yoongi—. ¡Él es mío!

 

—¡Amigo has perdido la cabeza! —Yoongi saltó sobre sus pies y retrocedió, justo al lado de Taehyung.

 

—¡Es mío! —gruñó Hoseok de nuevo.

 

—No, ¡no lo es! —gritó Yoongi dando otro paso hacia atrás—. Jimin se pertenece a sí mismo. No puedes obligarlo a aceptarte sólo porque estás obsesionado con él.

 

—¡Es mío!

 

—Oh, me rindo —Yoongi lanzó sus manos al aire y se volvió para mirar a Jimin, Taemin y Namjoon—. Nunca va a superar su obsesión con Jimin. Haz lo que quieras con él.

 

Taehyung maldijo entre dientes cuando Yoongi le agarró la muñeca y empezó a llevárselo lejos. No es que no quisiera ir con Yoongi, pero el chico no conocía su propia fuerza. Taehyung sintió que su brazo estaba siendo arrancado fuera de su eje.

 

—¡Yoongi! —Taehyung tiró con fuerza del brazo—. Yoongi, detente, ¡maldición!

 

Yoongi giró, pero no soltó el brazo de Taehyung.

 

—¿Qué? —Taehyung simplemente bajó los ojos al férreo control que Yoongi tenía en su muñeca.

 

—Oh Dios Taehyung. —El agarre de Yoongi se aflojó al instante y cayó. Yoongi pasó su mano por el cabello, sin apartar sus ojos de la muñeca de Taehyung como si esperara que los hematomas aparecieran en cualquier momento—. Lo siento mucho. No quise hacerte eso.

 

—Ya lo sé Yoongi. —Cuando Taehyung comenzó a dar un paso hacia Yoongi, el hombre saltó hacia atrás un paso. Taehyung se detuvo y frunció el ceño, plantando las manos en las caderas mientras una astilla de agitación se deslizaba en él. No le gustaba que Yoongi estuviera alejándose de él—. ¡Yoongi!

 

—Quizás deberías contar tus pérdidas, mientras puedes. Mi  familia  parece  ser,  no sólo violenta,  sino  completamente loca. —Yoongi negó lentamente con la cabeza y dio un paso atrás de Taehyung—. Tienes que correr mientras puedas.           

 

—No sucederá bebé —Taehyung estaba un poco divertido por el intento de Yoongi de salvarlo, pero no lo suficiente como para dejar que el hombre se alejara de él. Señaló el lugar justo en frente de él—. Ven aquí Yoongi.            

 

—Taehyung yo…             

 

Taehyung  podía  oír el  dolor en la  voz  de  Yoongi  y  quería desesperadamente consolar al fuerte hombre. Sin embargo sólo Yoongi  podía lograr  eso. Tenía  que  venir voluntariamente a Taehyung o no habría una oportunidad en el infierno de hacer que las cosas funcionaran. Yoongi tenía que saber en lo profundo de su alma que lo que tenían juntos era algo por lo que valía la pena luchar.

 

—Yoongi —dijo en un murmullo. No había autoridad absoluta en su voz. Los grandes ojos de Yoongi se movieron sobre la cara de Taehyung como si buscara algo. Taehyung no sabía lo que era o si lo encontró, pero después de un momento, Yoongi se tambaleó hacia delante entre los brazos de Taehyung.

 

La opresión en el pecho de Taehyung fue liberada cuando envolvió sus brazos alrededor de Yoongi. Su agarre alrededor de Yoongi era apretado como bandas de acero.

 

—Te dije que te aceptaba Yoongi, colmillos y todo —habló suavemente, pero con una clara reprimenda en su voz—. Eso incluye tu loca del culo familia.

 

Los ojos verde musgo de Yoongi miraron más allá de Taehyung.

 

—Tengo miedo Taehyung —susurró en un suspiro suave—. ¿Y si me vuelvo tan loco como mi padre o mi hermano?

 

—¿Eso es lo que te tiene tan asustado Yoongi? —La mano de Taehyung se deslizó hasta la nuca de Yoongi—. Bebé, no me importa si estás loco. No me importa si tienes colmillos, si bebes sangre o te transformas en una criatura de una película de Hollywood o incluso te cuelgas boca abajo de las vigas. Me perteneces y yo te conservo.

 

Yoongi miró a Taehyung, sus ojos verdes brillaban intermitentes como pálidas esmeraldas.

 

—¿En serio?

 

Taehyung se inclinó hasta rozar sus labios con los de Yoongi.

 

—Colmillos y todo bebé. —Rozando con su pulgar sobre la curva de la línea de la cincelada mandíbula de Yoongi dijo: —te lo prometo.

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