viernes, 15 de julio de 2022

CAPITULO 8

Yoongi no quería examinar la satisfacción que sintió cuando se dio cuenta de que Jungkook estaba verde de celos. Había una profunda parte de él que estaba saltando de alegría por este conocimiento. Aún estaba conmocionado por el hecho de que no sólo había reclamado a Jungkook como su compañero sino del hecho de que Taehyung era un vampiro.

 

El Príncipe Hoseok podría no ser alguien que Yoongi alguna vez hubiese visto antes, pero era un buen amigo del Príncipe Zacarius. Yoongi había oído a Wondin hablar sobre el hombre. Si su hermano confiaba en el príncipe, entonces Yoongi sabía que también podía, lo que significaba que el Príncipe Hoseok estaba diciendo la verdad acerca de Taehyung.

 

Taehyung era un vampiro.

 

Hablando de una sorpresa… Yoongi no había visto eso venir.

 

Cómo había sucedido y cómo Yoongi, y casi todos los demás, no lo lograron ver, Yoongi nunca lo sabría. Había un cierto olor que despedían los vampiros, pero Taehyung nunca lo hizo. Siempre olía a vino tinto dulce y fresas.

 

Yoongi se frotó las manos por la cara y luego se echó hacia atrás en su silla, una vez más, entrelazando sus dedos con los de Jungkook. Necesitaba la conexión con su compañero

en este momento, sin importarle lo que pudiera parecerle a nadie más.

 

Príncipe, mencionaste algo acerca de que Taehyung tiene una conexión con tu pareja. ¿Puedes explicar eso?

 

Como he dicho, después de que Taehyung fue traído a nosotros, Jimin y yo olimos su genética vampiro, y ambos reconocimos lo familiar que era para nosotros. Yo solicité una muestra de la sangre de Taehyung, la cual él me dio.

 

—¿Y? —Yoongi lo animó cuando el príncipe dejó de hablar.

 

Y, después de probar su sangre, Jimin y yo coincidimos en que Taehyung es hermano de Jimin.

 

—¿Qué? —Jungkook gritó cuando se tiró hacia adelante en su asiento, parpadeando rápidamente al príncipe.

 

Yoongi concordaba con el asombro de su compañero.

 

— Yo tenía entendido por el Príncipe Zacarius y Wondin que su compañero era un humano antes de ser convertido. Si está diciendo que Taehyung es un vampiro, entonces, ¿cómo pueden estar emparentados?

 

Jimin parece creer que tienen el mismo padre — respondió el príncipe, luciendo aún más sombrío—. Dice que a su madre nunca se le ocurriría serle infiel a su marido, pero que su padre haría cualquier cosa para conseguir lo que quiere, incluyendo sembrar su semilla por todo el campo.

 

Suena como un real idiota —se quejó Jungkook mientras se dejaba caer de nuevo en su silla.

 

Me vendió a Jimin, sin decirle a Jimin nada al respecto. Le mintió a Jimin y le dijo que estaba tratando de encontrar un donante de sangre para su hermano Taemin, a quien en realidad vendió como esclavo de sangre a otro aquelarre. Jimin no sabía nada acerca de los vampiros hasta que llegó aquí.

 

—¡Espera! ¡Espera! —Jungkook miró al príncipe—. ¿Compraste a tu pareja?

 

No, pero supongo que de mis palabras podría parecer así. En realidad estaba tratando de establecer un contrato con un donante de sangre voluntario. Desconocía que Jimin no sabía en lo que se estaba metiendo hasta que él llegó. Afortunadamente, hemos sido capaces de darnos cuenta de que éramos compañeros, y renunciamos completamente al contrato juntos.

 

—¿Y qué le pasó a su hermano? —preguntó Jungkook.

 

El Príncipe Zacarius fue capaz de localizar a Taemin. Yo lo compré. —El príncipe levantó la mano cuando Jungkook comenzó a discutir—. Antes de que te enojes, por favor, entiende que fue la forma más rápida de sacar a Taemin de la situación en la que estaba. Estaba siendo utilizado como donante de sangre en contra de su voluntad. Yo podría haber tratado de negociar con el aquelarre que era su dueño, pero podría haber llevado meses. Taemin necesitaba ser rescatado de inmediato. Comprarlo parecía la forma más fácil de conseguir llevarlo a casa.

 

—¿Sigue siendo un donante de sangre?

 

No, por supuesto que no. Una vez que Taemin llegó, se le dio su libertad para hacer lo que quisiera.

 

Jungkook frunció el ceño, mirando hacia abajo a sus manos.

 

—¿Cómo está ahora?

 

 Hoseok suspiró.

 

—Traumatizado. Se niega a salir de su habitación y sólo le permite a Jimin verlo. Él no quiere tener nada que ver con nadie de mi aquelarre.

 

—¿Puedes culparlo? —Jungkook soltó un bufido.

 

No, pero creo que eventualmente causará problemas. Sospecho que Taemin es el compañero de mi segundo al mando, Sully. El hombre no ha sido el mismo desde que rescató a Taemin. Él se pasea fuera de la habitación de Taemin, y cuando no se está paseando, va a misiones, una más peligrosa que la anterior. Temo por su salud mental.

 

Yoongi sabía exactamente cómo se sentía Sully. Antes de la noche anterior cuando reclamó a Jungkook como su compañero, había sido cada vez más descuidado con sus acciones, buscando situaciones cada vez más peligrosas. Ahora, su único objetivo era mantener a su compañero seguro. Nada más importaba.

 

Excepto su otro compañero.

 

—¿Podemos ver a Taehyung ahora?

 

Sí, por supuesto —dijo el príncipe mientras se levantaba y empujó su silla hacia adentro—. Me disculpo por mantenerlos apartados de él durante tanto tiempo. Estoy seguro de que pueden entender por qué tenía que hacer estas preguntas.

 

Nosotros entendemos —dijo Yoongi mientras también se ponía de pie y luego esperó a que Jungkook se levantara antes de poner la mano en medio de la espalda baja de Jungkook—. Pero para que lo sepas, Taehyung es nuestra pareja.

 

Las cejas del príncipe se elevaron de golpe.

 

—Bueno, supongo que eso nos convierte en parientes políticos.

 

 Todavía no entiendo cómo Jimin podría ser hermano de Taehyung si él era humano antes de ser convertido. ¿No eran sus dos padres humanos?

 

Antes de que Taehyung llegara, yo habría dicho que sí, aunque sospechaba tras reunirme con Lowell Erickson que él era el engendro de Satanás. Ahora, no estoy tan seguro.

 

El príncipe hizo una mueca, un gesto que Yoongi estaba empezando a reconocer cuando el hombre estaba pensando en algo que quería decir que a Yoongi no le iba a gustar.

 

Fui a Lowell Erickson para encontrar un donante de sangre porque él sabía sobre los vampiros. Sin embargo, nunca se me ocurrió preguntar cómo sabía de ellos. En ese momento, yo estaba demasiado preocupado por encontrar un donante de sangre.

 

—¿Por qué?

 

Estaba enfermo, algo que le sucede a los vampiros de mi avanzada edad. Tenía demasiada sangre contaminada en mi sistema, y lentamente me estaba muriendo. Necesitaba una fuente de sangre pura. Jimin resultó ser esa fuente, y por eso firmé un contrato con él para ser mi donante de sangre.

 

Jungkook frunció el ceño mientras miraba hacia el príncipe.

 

—Pensé que los vampiros eran inmortales.

 

No. —Hoseok se rio entre dientes—. Sólo somos muy difíciles de matar.

 

Yoongi reflexionó sobre eso mientras seguía al príncipe saliendo de su estudio y por las escaleras hasta el segundo piso. Si lo que el príncipe dijo era cierto, y sospechaba que lo era, entonces Taehyung también sería muy difícil de matar. Eso podría funcionar a su favor, y en el favor de Yoongi también.

 

 Yoongi sabía que ya era demasiado tarde para detener que su pasado viniera detrás de él y de sus compañeros. El proceso ya había comenzado, y no había nada que Yoongi pudiera hacer para detenerlo. Pero si Taehyung era más difícil de matar, si él realmente era un vampiro, eso haría las cosas un poco más fácil.

 

Por supuesto, si Yoongi no reclamaba a Taehyung, eso también podría mantenerlo más seguro. Yoongi sencillamente no creía que ni Taehyung o Jungkook irían por esa idea ahora que había reclamado a Jungkook, y él no estaba dispuesto a dejar a ninguno de los dos hombres sin protección.

 

Yoongi y Jungkook siguieron detrás del príncipe. Escondió la sonrisa cuando la cabeza de Jungkook empezó a moverse de un lado a otro, mirando a todo y a todos, mientras caminaban a la sala en que mantenían a Taehyung, Yoongi tuvo que admitir que el lugar estaba engalanado. Al príncipe definitivamente le gustaban sus comodidades, y se notaba. Mientras caminaban por el largo pasillo, Yoongi podía ver la forma en que Jungkook caminaba evitando los caros jarrones y algunas sillas de aspecto extraño que parecían sillas de estudio extremadamente elegantes. Esas en las que los directores se sientan cuando gritan “corten”.

 

Veo que estás mirando a mi silla Savonarola —dijo el príncipe mientras doblaban una esquina, dirigiéndose por otro pasillo. ¿Qué tan grande es este lugar? Desde el exterior, parecía enorme, pero por dentro, parecía un maldito laberinto.

 

—¿Tu qué? —Jungkook le preguntó mientras le daba un gran rodeo a una mesa que sostenía algo que parecía muy frágil. Yoongi estaba empezando a saber lo que Jungkook estaba sintiendo. Se sentía como un niño en una vidriería. Se mantuvo en medio del pasillo, con Jungkook cerca a su lado.

 

Es una silla curul del siglo XVI o silla Savonarola.

 

No parece ser muy cómoda —le susurró Jungkook a Yoongi.

 

Te lo aseguro, es muy cómoda, pero no es fácil sentarse en ella considerando que es más pequeña de en lo que estoy acostumbrado a sentarme.

 

Yoongi tendría que recordarle a su compañero que no sólo los cambiaformas tienen un oído excelente, sino que los vampiros también lo tenían. Tal vez debería hacérselo saber a su compañero más temprano que tarde. No se sabía lo que iba a salir de la boca de Jungkook, y Yoongi no estaba tratando de ofender al príncipe.

 

Eso sería malo.

 

Jungkook sentía que se estaba mordiendo las uñas en el momento en que el príncipe se detuvo delante de una gran puerta de madera y luego levantó la mano para llamar.

 

—¿Está ahí? —preguntó Jungkook.

 

Lo está.

 

Jungkook apartó su mano de la de Yoongi y abrió la puerta, entrando de inmediato. Él no tenía que tocar. Taehyung era suyo, y joder, iba a reunirse con su amante y llevarlo a casa. Se detuvo en seco cuando vio a Taehyung hablando con otro hombre. Y el hombre estaba sentado cómodamente en la cama con su amante.

 

—¿Qué demonios está pasando aquí? —Jungkook gritó, dirigiéndose directamente a la cama. Él iba a enseñarle al desconocido un par de cosas por tratar de robar a su amante. Todo lo que Jungkook vio fue rojo cuando entrevió la mirada de sorpresa en el rostro de Taehyung. Su maldito corazón se sentía como si estuviera siendo arrancado de su pecho, pero él simplemente no iba a marcharse.

 

—¡Jungkook, no! —Taehyung gritó mientras saltaba. Pero antes de que Jungkook pudiera poner sus manos en el coqueteo tipo, o peor aún, en su compañero, Yoongi lo agarró por la cintura y lo arrastró levantándolo del suelo.

 

—¡Suéltame!

 

—¡No es lo que parece! —Taehyung gritó—. Él dice que es mi hermano.

 

Jungkook se quedó quieto. Maldita sea, ¿no se sentía como siete clases de estúpidos? Un pensamiento de repente golpeó a Jungkook, e hizo una mueca mientras miraba alrededor de Yoongi para ver al príncipe de pie con una mirada asesina en sus ojos.

«Mierda». Este debía ser el compañero del príncipe.

 

Yo... eh... ¿lo siento? —Se encogió de nuevo cuando oyó un bajo gruñido vibrando en el pecho del príncipe. Esa no era una buena señal.

 

Él no lo sabía —dijo Taehyung mientras se apartaba de la cama y se acercaba al príncipe—. Juro que Jungkook no lo sabía.

 

Jungkook observó cómo los rasgos del príncipe se relajaban ligeramente, y luego bajó la cabeza hacia Taehyung.

 

— Voy a dejar pasarlo por esta única vez… debido a su error.

 

«Joder, gracias».

 

Jungkook no estaba tan ansioso por conseguir su garganta desgarrada. Jimin se deslizó de la cama y se acercó al príncipe, mirándolo fijamente a los ojos. Jungkook había visto esa mirada antes. Él la había usado con Taehyung. Los dos se estaban comunicando en silencio. Sólo esperaba que no estuvieran hablando de su desaparición.

 

—¿Qué están haciendo aquí?

 

La cabeza de Jungkook se giró de golpe de nuevo hacia Taehyung. ¿En serio? ¿Él quería saber lo que estaban haciendo allí?

 

—Me dejaste —Jungkook chirrió a través de sus dientes apretados. ¿Había algo más que decir?

 

Jungkook… —Taehyung mordisqueó su labio inferior y luego miró hacia abajo a sus manos como si fueran el descubrimiento más importante en siglos—. Tú no lo entiendes.

 

No, no lo hago —espetó Jungkook—. Pensé que me amabas.

 

La cabeza de Taehyung subió rápidamente.

 

—Te amo.

 

Entonces, ¿por qué me dejaste?

 

Tuve que hacerlo, Jungkook. Yo quería que tú... —Los labios de Taehyung se apretaron mientras miraba más allá de Jungkook. Parecía nervioso, hasta el punto en que retorcía los dedos juntos hasta que se volvieron blancos.

 

Jungkook sabía que Taehyung estaba mirando a Yoongi por la forma en que sus ojos seguían apartándose y luego volviendo a mirar más allá de Jungkook. Simplemente no podía entender por qué. ¿Qué tenía que ver Yoongi con que Taehyung se fuera?

 

—¿Tú querías qué, Taehyung? —Jungkook preguntó en voz baja.

 

Yo quería —Taehyung pasó la lengua por los labios—, quería que fueras feliz.

 

Yo era feliz, Taehyung, contigo.

 

—¡Pero tú no estabas seguro!

 

Los ojos de Jungkook se salieron de sus órbitas cuando la comprensión de los motivos de Taehyung de repente lo golpeó.

 

— ¿Te fuiste para que Yoongi y yo nos pudiéramos acoplar?

 

Taehyung al menos tuvo la decencia de sonrojarse y apartar la mirada. Pero Jungkook sabía que tenía razón en la conclusión a la que había llegado. Su amante, el hombre por el que había sacrificado tanto, le había dejado para que Yoongi finalmente lo reclamara.

 

Jungkook no sabía si sentirse molesto porque Taehyung lo había dejado en primer lugar, o agradecido de que a su amante le había importado lo suficiente como para tratar de poner la felicidad de Jungkook por delante de la suya. Estaba abrumado por ambas emociones. Pero a Jungkook le cabreaba saber que Taehyung podría abandonarlo tan fácilmente.

 

Bueno, entonces obtuviste lo que querías —dijo Jungkook, observando cuidadosamente su reacciones en el rostro de Taehyung. Sabía que Taehyung quería a Yoongi tanto como él lo hacía, tal vez aún más. La fuerza en Yoongi los atraía a los dos, pero la seguridad que el hombre lobo ofrecía significaba aún más para Taehyung—. Yoongi me reclamó anoche.

 

Por un momento, Taehyung parecía que iba a llorar. Las lágrimas brotaron de sus ojos y su rostro palideció. Pero luego parpadeó rápidamente hasta que las lágrimas eran un recuerdo lejano y sus labios se adelgazaron.

 

Bueno, bien entonces —dijo Taehyung—. Él va a cuidar bien de ti, Jungkook.

 

—¿Y qué hay de ti, Taehyung? —preguntó Yoongi mientras se paraba junto a Jungkook—. ¿Quién va a cuidar de ti?

 

Oh... —Una pequeña sonrisa cruzó los labios de Taehyung, pero no llegó a sus ojos—. Estaré bien. Siempre estoy bien. Además —Taehyung miró a Jimin y al príncipe—, parece que voy a tener familia aquí. Tal vez sólo me quedaré por aquí para llegar a conocerlos.

 

Lo eres, por supuesto, eres bienvenido a quedarte aquí, Taehyung —dijo el príncipe—. Por el tiempo que quieras.

 

Gracias, yo...

 

—¿Y nosotros, príncipe? —Yoongi preguntó, interrumpiendo a Taehyung mientras se volvía hacia el príncipe—. ¿También somos bienvenidos?

 

El príncipe inclinó la cabeza, arqueando una oscura ceja.

 

—¿Deseas quedarte en un aquelarre de vampiros?

 

Yoongi sonrió, con una expresión que Jungkook encontró muy divertida.

 

—Me quedaría en el infierno para estar cerca de mi compañero.

 

 —¡Espera! —Taehyung dijo mientras rápidamente se interpuso entre los dos hombres. Levantó la mirada hacia Yoongi como si el hombre hubiera perdido la razón. Jungkook no estaba tan seguro de que no lo hubiese hecho—. ¿Quieres quedarte en un aquelarre de vampiros? Pensé que los hombres lobo y los vampiros no se llevan bien.

 

Yoongi rozó con los dedos un lado de la cara de Taehyung.

 

Me gustas.

 

Las cejas Taehyung se alzaron, asomándose cerca de la línea del pelo.

 

—¿Desde cuándo? —espetó Taehyung y Jungkook pudo ver el primer destello de ira formarse en los ojos verdes de Taehyung. Conocía bien esa mirada, y no presagiaba nada bueno para Yoongi—. Lo último que recuerdo, es que tú no querías tener nada que ver ni conmigo ni con Jungkook.

 

Las cosas cambian, Taehyung.

 

Uh-uh. —Taehyung negó con la cabeza rápidamente, alejándose un paso de Yoongi—. No tan rápido, ellas no lo hacen.

 

Yoongi parecía sombrío mientras observaba a Taehyung alejarse de él.

 

—Aquí hay cosas del trabajo que no entiendes, Taehyung.

 

Sí, he oído eso antes —escupió Taehyung—. No voy a comprar lo que estás tratando de vender, Yoongi. —Taehyung ondeó su mano en un gesto de despedida—. Te puedes ir — sus ojos se dispararon a Jungkook—, y lleva a tu pareja contigo.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

CAPITULO 8

Amanecía. Jin y Namjoon se despedían de Taehyung Y Yoongi.   El destino los separaba una vez más.   Yoongi y Taehyung se quedaron en...