—Jungkook, despierta.
Jungkook gimió cuando se dio la vuelta... y dio directo a
una pared de caliente carne. Sus ojos se abrieron de golpe y se encontró
mirando en los ojos ámbar profundo de Yoongi. Tragó saliva y se humedeció los
labios, dándose cuenta de lo secos que estaban ambos al recordar exactamente
por qué estaba en la cama con el gran hombre lobo.
—Tenemos
que irnos —dijo Yoongi mientras se inclinaba hacia abajo y levantaba su ropa
del suelo y empezaba a vestirse—- El Alfa Dowoo llamó y él sabe dónde está Taehyung.
—¿Taehyung?
—Jungkook parpadeó por un momento, todavía atrapado en los recuerdos de la
noche anterior. Y entonces empezó a asimilar las palabras de Yoongi—. ¿Dowoo
sabe dónde está Taehyung?
Yoongi asintió mientras se subía los pantalones por los
musculosos muslos. Jungkook casi gimió al recordar esos muslos, ese magnífico
cuerpo golpeando en él. Taehyung lo iba a matar cuando se enterara de lo que
había sucedido.
—Taehyung
al parecer se metió en una pequeña pelea con alguien y fue rescatado por el
segundo al mando del Príncipe Jung Hoseok. Fue llevado al aquelarre del
príncipe por su seguridad. Después de que Taehyung le dijo al príncipe quién
era, el príncipe llamó a Dowoo.
Jungkook rodó a un lado de la cama y se sentó, tirando de
las sábanas sobre su cuerpo desnudo.
—¿Dónde está?
Yoongi se rio y negó con la cabeza.
—Lo creas o no, él sólo está a un par de horas al sur de
aquí.
—¿Qué
clase de pelea? ¿Está herido? —La voz de Jungkook bajó a un gruñido mientras
rápidamente se levantaba, ignorando el hecho de que estaba desnudo mientras se
ponía su ropa—. ¿Quién lo lastimó, Yoongi?
—Cálmate,
tigre. Él está bien. Pero eso es todo lo que sé. Si queremos conocer todos los
hechos, tenemos que empezar a movernos.
Jungkook deslizó sus pantalones, enganchándolos más allá de
sus caderas y luego los abrochó. Odiaba usar la ropa de ayer, pero al menos
tenía una camiseta limpia para ponerse.
Se sentía un poco incómodo esta mañana alrededor de Yoongi.
No estaba seguro de si el lobo iba a empezar a actuar como si fueran
compañeros, o si se iba a meter ese palo de vuelta en el culo. Jungkook le
estaba temiendo a este paseo.
—Podemos
pasar a un drive-thru si tienes hambre — dijo Yoongi mientras cogía las llaves
y abría la puerta de la habitación del motel. Jungkook metió sus pies en sus
zapatos y luego los ató rápidamente, agarrando el resto de sus ropas, y pasó
junto a Yoongi.
—Hey
—dijo Yoongi mientras cerraba los dedos alrededor del brazo superior de Jungkook.
Jungkook hizo una pausa, mirando hacia abajo la ropa en sus brazos, temeroso de
mirar a su compañero, temerosos de lo que iba a ver en los ojos de Yoongi.
—Mírame,
Jungkook.
La solicitud fue gentil, por lo que Jungkook lentamente
levantó los ojos. Yoongi, sonrió y agarró el mentón de Jungkook entre su dedo
índice y pulgar, dejando un beso rápido y dulce en sus labios.
—Sé que
he sido un idiota, pero tengo una buena razón, todavía la tengo. Pero estamos
acoplados. Te prometo que no voy a ninguna parte.
Jungkook no estaba seguro de si podía creerle a Yoongi. El
hombre había hecho un arte del escapar de él y de Taehyung. Esto era demasiado
bueno para ser verdad y conectaba con sus íntimos deseos. Su mente no podía
entender el hecho de que Yoongi estaba dispuesto a ceder y a acoplarse con
ellos.
—Está
bien. —Era una respuesta pobre, pero Jungkook no estaba seguro de si podía
confiar en que Yoongi se quedaría después de que rescatar a Taehyung. Tenía
miedo de confiar en este nuevo Yoongi.
—Vamos,
tenemos un compañero que recuperar.
¿Quién era este hombre, y qué hizo con el Yoongi real?
—Si nos damos prisa, podemos llegar con Taehyung a las diez.
Las diez no era lo suficientemente pronto para Jungkook.
Echaba de menos a Taehyung y no podía esperar a tener al hombre de nuevo en sus
brazos, donde pertenecía. Él no estaba seguro de quién era el Príncipe Ruelle,
pero Jungkook estaba agradecido con el hombre por mantener a Taehyung seguro.
Jungkook esperaba en la camioneta mientras Yoongi entregaba
la habitación del motel, y luego vio cómo el grueso y musculoso cuerpo de Yoongi
se acercó a él. Jungkook aún no podía creer que tuvo todos esos músculos detrás
de él la noche anterior. Sólo pensar en ello hizo que Jungkook deseara correr
de nuevo al motel para la segunda ronda.
Pero tenían que recuperar a su compañero descarriado. Jungkook
estaba aliviado como el infierno de que Taehyung estuviera a salvo y no estaba
seguro si quería abrazar al hombre hasta que los ojos de Taehyung
sobresalieran, o si quería poner al hombre sobre sus rodillas y azotarle el
culo. Taehyung le había quitado diez años a la vida de Jungkook al desaparecer
de esa manera.
El viaje fue largo e incómodo. Yoongi había tratado de iniciar
una conversación un par de veces, pero Jungkook había cortado cada una de ellas
de raíz. No estaba seguro de por qué estaba actuando de esta manera, pero
parecía que los papeles se habían invertido, y esta vez él era el que estaba
escapando mientras que Yoongi trataba de atraerlo.
—¿Vas a
morderme si te pregunto qué tipo de música te gusta escuchar? —preguntó Yoongi
mientras comenzaba a girar los mandos de la radio.
—No
estoy tratando de ser quisquilloso, Yoongi. — Jungkook suspiró—. Sólo estoy tratando
de entenderte. —No había manera de que Yoongi hubiese cambiado en una noche. El
hombre había escapado con demasiada determinación de Jungkook y Taehyung para
simplemente renunciar y ceder.
Yoongi suspiró profundamente, haciendo que Jungkook se sintiera
como un canalla.
—Sé que no te fías de mis motivos después de la forma en que
he actuado, Jungkook. Pero, sinceramente, no quiero alejarme de ninguno de los
dos. Quiero explicar por qué hice lo que hice, pero no puedo.
El sonido de la suave música country llenó la cabina de la
camioneta mientras Jungkook miraba por la ventana. Era cierto que él quería
saber por qué huía de ellos. ¿Pero era realmente importante? ¿No era más
importante que el hombre estuviera aquí y dispuesto a darles una oportunidad?
Jungkook suspiró, sin saber qué hacer. Él quería hablar con Taehyung
primero. Quería obtener la opinión de Taehyung sobre el cambio de Yoongi.
Maldita sea, él simplemente quería a Taehyung.
—Creo
que es aquí —dijo Yoongi mientras giraba hacia una verja de hierro que rodeaba
un césped de gran extensión, con una mansión que se asentaba detrás de la
carretera. Maldita sea, este lugar era enorme. Jungkook estaba impresionado
cuando Yoongi se asomó por la ventana y pulsó el timbre.
—Estamos
aquí para ver al Príncipe Jung—dijo Yoongi en el intercomunicador—. Él nos está
esperando.
—¿Y
ustedes son? —la voz que venía del intercomunicador preguntó.
—Min Yoongi y
Jeon Jungkook.
—Por
favor, conduzcan a la casa principal.
¿Casa
principal? ¿Hay más de una casa? ¿Qué tan grande es este lugar? Jungkook
observó cómo las puertas comenzaron a abrirse, permitiéndoles el paso. Yoongi
condujo por el camino sinuoso hasta que estaban estacionados fuera de la
elaborada mansión.
—¿Crees que Taehyung va a estar feliz
de vernos? — preguntó Yoongi mientras se desabrochaba el cinturón de seguridad,
con incertidumbre en sus ojos cuando miró a Jungkook.
Jungkook no estaba seguro de nada en estos momentos. Si
alguien le hubiera preguntado si pensaba que Taehyung lo dejaría, él habría
dicho que no. Pero Taehyung había demostrado lo equivocado que estaba en eso. Jungkook
no podía dejar de preguntarse acerca de qué más se había equivocado.
—No
estoy seguro —dijo Jungkook mientras miraba el frente de la enorme mansión—,
pero sin embargo él siente en este momento que está volviendo a casa. Las cosas
pueden funcionar a partir de ahí.
Jungkook se bajó de la camioneta, mirando hacia al gran
porche delantero que incluía pilares y una puerta de entrada ornamentada.
Suspiró mientras subía los escalones, preguntándose si Taehyung iba a venir
voluntariamente o no. No quería discutir con el hombre, pero quería que Taehyung
volviera a casa. Extrañaba terriblemente al chico.
Yoongi le lanzó una mirada rápida, una que Jungkook no sabía
leer, y luego llamó a la puerta. Jungkook se preguntaba si quien quiera los
esperaba había estado de pie directamente al otro lado de la puerta, ya que se
abrió inmediatamente.
—El
príncipe les espera en su estudio —dijo el hombre.
Mientras daba un paso atrás y permitía que Yoongi y Jungkook
entraran, Jungkook miró al hombre con atención. Había algo raro en él, pero Jungkook
no podía entender lo que era. Simplemente era extraño.
—Por
favor, vengan por aquí.
Jungkook podía sentir
los ojos de otros sobre él mientras él y Yoongi seguían al divertido hombrecito
por un pasillo. No estaba seguro de dónde venían, hasta que pasó la entrada de
otra habitación y vio a toda la gente en el interior. Casi parecía como que el
príncipe estaba teniendo algún tipo de reunión. La habitación estaba llena de
personas vestidas como si estuvieran asistiendo a una fiesta.
Había música suave interpretándose en algún lugar sobre su
cabeza, y la gente estaba de pie, conversando en grupos o uno-a-uno, pero podía
sentir las miradas furtivas que le robaban. Dioses, se sentía tan mal vestido.
Los fiesteros vestían finas sedas y trajes de aspecto caro que lucían como si
estuvieran adaptados para ellos, y Jungkook vestía los jeans de ayer y una
camiseta que se compró en un mercado nocturno.
Pero en su mente eso era secundario mientras sus ojos
escaneaban la habitación buscando a Taehyung. Estaba ansioso por recuperar a su
amante y salir de una puta vez de esta casa. Tan grande como era, había algo en
ella que le recordaba un poco a una casa francesa de finales del siglo.
No es que él lo pudiera saber, pero había sido educado.
Había tapices finamente bordados colgando de las paredes
cada pocos metros, ricas y vibrantes alfombras en las que Jungkook tenía miedo
de estar de pie, y tantas cosas tan malditamente frágiles que parecía que cada
una costaba una casa de moneda, por lo que Jungkook no quería moverse ni un
milímetro por miedo de tocar algo más.
—Por
aquí —dijo el peculiar hombrecito mientras los guiaba por un pasillo—. El
príncipe se reunirá con ustedes en su estudio.
Jungkook no quería
encontrarse con el príncipe en su estudio. Quería salir de allí pitando con Taehyung
colgando sobre su hombro y Yoongi esperándolo con la camioneta en marcha. No
estaba seguro de por qué se sentía de esa manera, pero la profunda necesidad de
tomar lo que le pertenecía y salir de allí, lo estaba golpeando con fuerza.
Jungkook se estremecía cuando Yoongi se agachó y le cogió la
mano. Fue un movimiento inesperado, pero ahora mismo le daba la bienvenida.
Estando en un lugar extraño como este, necesitaba el apoyo de la familiaridad,
incluso si sólo se hubiese vuelto íntimamente familiar con Yoongi anoche.
Fueron escoltados a una gran oficina y llevados a dos
lujosas sillas de cuero marrón que estaban frente a lo que parecía ser un
escritorio muy viejo y antiguo. Jungkook sentía como si hubiera retrocedido en
el tiempo. Había cuadros en las paredes que Jungkook apostaba costaban un ojo
de la cara cada uno e incluso elementos más frágiles en la oficina. ¿Qué pasaba
con el príncipe y el vidrio?
—¿Por
qué crees que el príncipe quiere reunirse con nosotros? —Jungkook, le preguntó
nerviosamente a Yoongi mientras se sentaba en una de las sillas de cuero,
juntando las manos entre las rodillas.
—Ni
idea. Pero si el príncipe quiere hablar, lo menos que podemos hacer es
escuchar.
Jungkook se volvió en su asiento cuando las puertas del
estudio se abrieron. Un hombre alto de pelo negro vestido de punta en blanco en
una prístina camisa blanca y pantalón negro se acercó a ellos, dándole a Jungkook
y a Yoongi, una sonrisa cortés. Antes de que pudiera tomar asiento detrás de su
lujoso escritorio, Jungkook dejó escapar su pregunta.
—¿Dónde
está Taehyung?
El príncipe le sonrió
a Jungkook. El brillo en sus ojos azules estaba lleno de alegría cuando se
sentó detrás de su escritorio.
—Soy el Príncipe Jung Hoseok Xavier Lucian Ruelle.
Jungkook tragó saliva, sus uñas estaban enterrándose en el suave
cuero de los reposabrazos. El hombre tenía un aire majestuoso que hacía que
quisiera inclinarse ante él. Optó por quedarse sentado.
—Yo soy Jeon Jungkook , y él es Min Yoongi. Ahora, ¿dónde
está Taehyung?
Jungkook casi gruñó y saltó a través del espacio entre ellos
cuando el príncipe juntó las manos y las apoyó sobre la mesa como si no tuviera
ninguna preocupación en el mundo y arqueó una ceja muy bien cuidada.
—Taehyung
está seguro —dijo el príncipe—. Pero tengo unas cuantas preguntas antes de que
los lleve a él.
Jungkook iba a perder su jodida cabeza. Ni siquiera conocía
al tipo. ¿Qué podrían tener que hablar? La única cosa que Jungkook quería oír
era que el príncipe traía a Taehyung a ellos.
—Voy a responder cualquier pregunta que tengas después de
ver a Taehyung. —No podía creer que estaba tratando de negociar con un
príncipe. ¿Y un príncipe de qué? ¿Desde cuándo la realeza vive en lo profundo
del campo?
—Me temo
que debo insistir.
Las fosas nasales de Jungkook se dilataron mientras trataba
de contener su ira. Abrió la boca para decirle al príncipe lo que pensaba —la
parte cabreada de él al menos— cuando una mano cubrió la suya. Los ojos de Jungkook
se dispararon a Yoongi.
—Cuanto
antes respondamos las preguntas del príncipe —dijo Yoongi—, más rápido podremos
ver a Taehyung.
—Pero...
Yoongi negó con la
cabeza. Jungkook apretó los labios y miró hacia abajo, donde la mano del hombre
cubría la suya. Le dio la vuelta a su mano y entrelazó sus dedos con los de Yoongi,
no estando seguro de cómo lo tomaría el hombre. Cuando Yoongi no se apartó, Jungkook
dejó escapar un suspiro de alivio y miró al príncipe.
—Muy
bien, ¿qué quieres saber? —Sería mejor que el príncipe hiciera esto rápido. Jungkook
se moría por ver a su amante.
—Taehyung
parece creer que tiene una enfermedad —dijo el príncipe—. ¿Por qué es eso?
—Porque
la tiene —dijo Jungkook—. Taehyung ha tenido diabetes durante tanto tiempo como
puedo recordar.
—¿Y él
toma medicamentos para esto?
—Una
dieta bien equilibrada ayuda mucho; pero sí, lo hace. —A Jungkook aún no le
gustaba hablar de las cosas que había hecho para asegurar que Taehyung recibía
su medicación mientras ellos habían estado en manos del Profesor. Todavía le
daban pesadillas.
—¿Qué
sabes de los padres de Taehyung?
—Nada. Taehyung
nunca habla de ellos. Era bastante joven cuando el Profesor lo cogió. Ni
siquiera estoy seguro de que se acuerde de ellos. —Jungkook estaba confundido
acerca de dónde venían todas estas preguntas, y doblemente por qué el príncipe
quería saber. Era extraño que un completo desconocido quisiera saber sobre la
enfermedad de Taehyung y su linaje—. ¿Le ha pasado algo a Taehyung?
El príncipe levantó la mano al mismo tiempo que negaba con
la cabeza.
—Taehyung está seguro, pero me gustaría saber por qué está
tomando medicinas.
—Está enfermo. —¿Qué parte de eso el
tipo no estaba entendiendo?
—No, él
no está enfermo. —El príncipe se echó hacia atrás en su silla, dejando caer las
manos a su regazo—. Él es un vampiro.
Jungkook miró al príncipe por un momento, repitiendo en su
mente una y otra vez esas palabras y comparándolas con lo que sabía de su dulce
y pequeño Taehyung. Y luego se echó a reír. Este hombre tenía que ser un loco.
No había otra explicación para su declaración.
—Taehyung no es más vampiro que yo.
El lado de la boca del príncipe tembló, como si quisiera
sonreír.
—No, no huelo a un vampiro en ti, o a un cambiaforma.
Apuesto a que eres humano.
—Por
supuesto que soy humano —se burló Jungkook entre carcajadas—. Al igual que Taehyung.
La risa de Jungkook lentamente se drenó cuando el príncipe
sólo siguió mirándolo fijamente, con un brillo en sus ojos azules-intenso. Yoongi
tampoco se reía. Jungkook miró a los dos hombres y se preguntó qué se estaba
perdiendo, porque sabía que lo hacía. Los dos parecían demasiado sombríos para
que esto fuera una broma.
—Hablas
en serio, ¿verdad? —Jungkook preguntó mientras miraba al príncipe—. ¿De verdad
crees que Taehyung es un vampiro?
—Sé que
lo es —dijo el príncipe—. Puedo olerlo en él.
—¿Estás
seguro de que no sólo estás oliendo —Jungkook se encogió de hombros—, no lo sé,
a Taehyung? ¿O tal vez su medicina?
—Sí, Jungkook, estoy seguro. —El
Príncipe Hoseok se inclinó hacia delante, apoyando una vez más las manos sobre
el escritorio frente a él. Tenía el aspecto de un hombre que tenía noticias
para compartir y no quería hacerlo—. Cuando Taehyung llegó, había estado sin su
medicación el tiempo suficiente para que los efectos desaparecieran.
—¡Oh,
no! —Jungkook se volvió a Yoongi y luego se puso de pie cuando Yoongi no
pareció tener los sentimientos de ansiedad que él tenía. Tenía que llegar a Taehyung.
Jungkook tenía que asegurarse de que su amante estaba bien. Taehyung se ponía
muy enfermo cuando no tomaba su medicina. ¿Por qué diablos este hombre le había
permitido a Taehyung irse sin él? Jungkook sabía a ciencia cierta que Taehyung
llevaba sus cosas con él. Tal vez Taehyung las había perdido—. Tengo medicinas
de repuesto conmigo en la camioneta. Taehyung necesita...
—Jungkook
—dijo Yoongi con severidad—, siéntate.
Jungkook miró a Yoongi como si hubiese perdido completamente
la cabeza, y Jungkook se preguntó si lo había hecho. Taehyung necesitaba su
medicamento. ¿Por qué Yoongi no entendía eso? Taehyung podía morir sin ella.
—Yoongi,
sé que no entiendes —dijo Jungkook mientras trataba de mantener su temperamento
bajo control cuando hablaba con su compañero, pero no fue fácil. Yoongi no
entendía qué tan enfermo estaba Taehyung en realidad—. No has estado cerca
mucho tiempo y, seamos sinceros, nos has evitado a Taehyung y a mí como si
tuviéramos la peste. Pero Taehyung necesita su medicina. Si no tiene su
inyección de insulina y su azúcar en la sangre...
—Jungkook,
no estás escuchando.
Jungkook rodó los ojos y se dejó caer hacia abajo en la
silla.
—Bien, explícamelo entonces. —A él no podría haberle importado
menos lo que ninguno de los dos tenían que decir pero al parecer, no iba a
recibir ninguna ayuda de Yoongi o que le permitieran ver a Taehyung hasta que
escuchara.
—Jungkook
no está enfermo —dijo el Príncipe Hoseok—. De hecho, la medicina que está
tomando le está haciendo empeorar. Simplemente está enmascarando sus genes
vampiro, suprimiéndolos, nada más. Cuanto más tiempo continúe tomándolas, más
enfermo va a estar.
Jungkook apretó los labios. Sabía que no debía discutir con
el príncipe, pero no creía ni una palabra de lo que dijo el hombre. Taehyung no
era un vampiro. Jungkook estaba bastante seguro de que habría notado los
colmillos en Taehyung y que éste bebiera sangre. Esas dos cosas habrían sido
difíciles de pasar por alto.
—Después
de probar su sangre, también creo que hay una conexión entre mi pareja y Taehyung.
La boca de Jungkook cayó abierta.
—¿Probaste su sangre? —Jungkook apoyó la mano sobre su
estómago cuando empezó a retorcerse, amenazando con rebelarse. Qué asco—. ¿Por
qué...— Jungkook inhaló bruscamente cuando el porqué de repente se hizo
dolorosamente obvio—. Eres un vampiro, ¿verdad?
Hoseok se rio entre dientes.
—Sabes, Taehyung preguntó la misma cosa.
—Eso no
responde mi pregunta.
—Sí, Jungkook,
soy un vampiro.
«¡Mierda!»
¿Cómo no
había sabido eso? Mirando al hombre elegantemente vestido, ahora parecía claro
como el día.
Incluso con su piel
bronceada, Hoseok gritaba vampiro. Sencillamente había un aire de poder sobre
él, una presencia que gritaba peligro.
Los colmillos de aspecto afilado lo delataban, también.
—Está
bien, así que eres un vampiro. —«Wow, hablando de una subestimación»—. Eso no
quiere decir que Taehyung también sea un vampiro.
—Por lo
general, yo diría que eso es cierto, Jungkook — dijo Hoseok—, pero en este
caso, lo es. Debido a que Taehyung permitió que su medicamento se desvaneciera,
sus genes vampiro tuvieron la oportunidad de salir. Mi segundo al mando, Sully,
fue capaz de detectarlos cuando rescató a Taehyung. Lo trajo aquí, ya que es el
único aquelarre en la zona.
Jungkook frunció el ceño.
—No entiendo. Suponiendo que te creo, lo que en este punto
no hago, explícame algo de todos modos. ¿Qué tienen que ver los medicamentos de
Taehyung con él siendo un vampiro?
—Me
parece justo.
Jungkook estaba muy contento cuando el príncipe vampiro
sonrió en vez de tener su cabeza cortada. ¿No era eso lo que hacía la realeza
cuando alguien no estaba de acuerdo con ellos?
—Los
vampiros, al igual que los cambiaformas y los humanos, desprenden un olor. Ayuda
a otros de nuestra especie a diferenciarlos. En cada uno de nosotros, hay un
aroma general que dice vampiro o lobo o lo que sea. Después de eso, cada uno
tenemos nuestro propio y único olor que nos separa de los otros de nuestra
especie.
—¿Yoongi
tiene un olor?
—Sí, lo tiene. Tú también tienes un
olor que me dice que Yoongi es tu pareja.
Las cejas de Jungkook se alzaron en estado de shock.
— ¿Tengo un olor que te dice que somos pareja? —Dioses, rezó
para que el príncipe no pudiera oler el sexo en él. ¿No sería eso totalmente
vergonzoso? Los ojos de Jungkook se deslizaron a Yoongi, y sintió el calor
arrastrándose por su cara. Pero si alguno de los dos lo notó, no dijeron nada.
—Sí. —Hoseok
asintió—. Cuando tu pareja te reclama, tu conservas algo de su esencia. Es lo
que dice a otros de nuestra especie que has sido reclamado y que mantengan sus
manos alejadas. Los vampiros tienen la misma cosa.
Jungkook reflexionó sobre esto en la cabeza, preguntándose
si Yoongi podía sentir la diferencia en su olor. También se preguntó si alguien
más podía. ¿Podían Jin o Namjoon oler la diferencia en él ahora que se había
acoplado con Yoongi? ¿Podría Taehyung?
—¿Alguien
mordió a Taehyung e hizo de él un vampiro? — preguntó—. ¿Podría haberle
sucedido algo que le hizo de esta manera?
—No, Jungkook,
no lo creo. La mayoría de mi gente nace vampiro. Sin embargo, hay un virus en
nuestro torrente sanguíneo vampiro que puede transformar a alguien en un
vampiro, pero sólo si tienen el gen vampiro. Cada vampiro lo tiene. Es lo que
nos hace vampiros. Para los humanos, si ellos tienen el gen y son mordidos por
un vampiro, los transforma en un vampiro. Si ellos no tienen el gen, no les
afecta.
—Entonces,
¿alguien podría haberle mordido? —Era la única explicación que Jungkook podía
pensar. Simplemente no podía haber otra manera de que su dulce pequeño Taehyung
fuera un vampiro. Ellos bebían sangre y esas cosas, cosas repulsivas. A Taehyung
le daban nauseas un corte en el dedo. Nunca sobreviviría si tenía que beber
sangre.
—No creo
que sea el caso en lo que a Taehyung se refiere. —Hoseok parecía sombrío por un
momento, como si lo que tenía que compartir no era algo que él realmente
quisiera compartir—. Creo que Taehyung nació vampiro y que su genética vampira
ha estado siendo suprimida por el medicamento que está tomando.
—¿Suprimida
cómo?
—El
medicamento de Taehyung es para regular su nivel de azúcar en la sangre,
¿verdad?
Jungkook asintió.
—Sí.
—Cuando Taehyung
no toma su medicamento, comienza a enfermarse. Comienza a sentirse ansioso. Su
boca se seca, y puede llegar a tener nauseas. Podría llegar a estar un poco
confuso y aturdido. —El príncipe levantó una ceja—. ¿Correcto?
—Sí
—respondió Jungkook—, pero no comer adecuadamente también puede hacer que los
niveles de azúcar en la sangre aumenten y Taehyung es terrible sobre recordar
comer. Su nivel de azúcar también se eleva cuando no toma su insulina a intervalos
regulares.
—Lo que
creo que pasa es que cuando Taehyung se olvida de tomar su medicación, su
genética vampiro empieza a salir y su cuerpo comienza a desear sangre. Cuando
un vampiro no recibe la sangre que necesita, experimenta visión borrosa, lo que
puede llevar a ver manchas y eventualmente ceguera, palidez, pérdida de los
sentidos, falta de energía y movimiento, y eventualmente la muerte.
—No
—susurró Jungkook, de repente teniendo mucho miedo de que el príncipe Hoseok
estuviera diciendo la verdad. La mayoría de los síntomas que Hoseok mencionó, Taehyung
los había sufrido cuando había pasado demasiado tiempo sin su medicamento. Jungkook
siempre había asumido que él sólo tenía que hacer un mejor seguimiento al
programa de medicación de Taehyung.
—Todos
estos síntomas pueden ser mal interpretados como niveles bajos de azúcar, Jungkook,
sobre todo por los humanos que no saben acerca de los vampiros. Imagino que un buen
número de diabéticos en realidad son vampiros y ni siquiera lo saben.
—Pero... Taehyung no tiene en él beber sangre. Sencillamente
él no es así.
—¿Sencillamente
no es qué, Jungkook? —preguntó el príncipe mientras sus cejas oscuras se
arrastraron hacia abajó sobre su rostro—. ¿No es un chupasangre?
—Uh...
—Oh hombre, él sin más acababa de enojar al príncipe de un aquelarre de
vampiros, que actualmente estaba reteniendo a su amante. Estaba tan jodido.
Tenía que arreglar esto, y rápido—. No quise decirlo de esa manera. Yo sólo...
—Jungkook se encogió de hombros y deseó tener una lengua dotada en lugar de la
que lo mantenía tropezando.
—Contrariamente
a la creencia popular, no todos somos monstruos sedientos de sangre, Jungkook.
Por supuesto, tenemos a aquellos en nuestra especie que toman sin preguntar, e
incluso toman esclavos de sangre. Pero el Príncipe Zacarius y yo estamos
trabajando para cambiar las cosas y para que hacer esclavos de sangre sea
ilegal y sancionable por nuestras leyes.
Jungkook parpadeó sorprendido. ¿Los vampiros en realidad
tenían leyes? Wow. ¿Quién lo sabría?
—¿En serio?
—No creo
en tomar sangre de quienes no lo deseen. Como cuestión de hecho, porque ahora
estoy acoplado a Jimin, sólo puedo tomar sangre de él. Lentamente me volvería
loco tomar la sangre de alguien que no sea mi compañero, y yo tendría que ser
sacrificado por la seguridad de todos.
Jungkook se sintió como un completo imbécil. Él había
insultado al mismo hombre que había ayudado a su amante cuando Taehyung lo
necesitaba. Hablando de ingratitud.
—No quise ser grosero, príncipe. Sólo quería decir que Taehyung
se enferma del estómago al ver sangre. No veo que vaya por todo este asunto de
beber sangre.
—Sí,
bueno. —El príncipe lucía un poco sorprendido—. Puedo ver que eso podría ser un
problema.
—Es
diferente cuando estás bebiendo de tu compañero, Jungkook —dijo Yoongi al lado
de Jungkook.
Jungkook se volvió hacia él, confundido y un poco celoso.
Sonaba como que Yoongi sabía lo que era ser un vampiro, o al menos ser un
donante de sangre para un vampiro.
—¿Cómo lo sabes? Tú no eres un vampiro.
A Jungkook le gustó aún menos cuando la cara de Yoongi se
sonrojó. En primer lugar, se sorprendió incluso de que el hombre pudiera
físicamente ruborizarse. Yoongi no parecía el tipo. Y en segundo lugar, él no
estaba seguro de querer una respuesta a su pregunta.
Jungkook estaba
descubriendo que no le gustaba pensar en su compañero estando con nadie más, a
pesar de que era ridículo pensar que Yoongi llegó a él como una virgen. Ningún
hombre que follaba como Yoongi pasaría por la vida sin ningún tipo de
experiencia. Simplemente no era posible.
Pero eso no significaba que Jungkook quisiera saber cómo Yoongi
ganó su experiencia.
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