—Vendido por quinientos cincuenta mil dólares.
Taehyung parpadeó sorprendido por la cantidad en que la
subasta había terminado. No podía creer que alguien, incluso un vampiro,
gastaría tanto dinero por él. Sabía que su sangre era rara, pero incluso esa
cantidad parecía excesiva.
¿Qué
demonios creían, que estaba hecho de oro?
Taehyung interiormente resopló. Quien quiera lo haya
comprado iba a estar muy decepcionado si pensaban que él estaba hecho de oro.
Era de carne y sangre, y estaba empezando a preguntarse cuánto tiempo más
duraría esa sangre. Había sido un esclavo de sangre durante tanto tiempo, que
pensaba que no sería mucho tiempo más antes de que se secara completamente.
Taehyung miró desapasionadamente cuando la plataforma en la
que se encontraba dejó de girar. El guardia que lo había acompañado a la sala
de subasta regresó a la vista desde las sombras. Los brazos de Taehyung fueron
retirados del gancho en el techo, y el manto que había llevado puesto una vez
más fue puesto sobre sus hombros.
Taehyung estaba contento de tener puesta la capa de nuevo,
incluso si sus manos estaban atadas debajo de la pesada tela. No importaba
cuántas veces sucediera, y parecía suceder muy a menudo, Taehyung odiaba ser
puesto en exhibición. A los vampiros, por otro lado, parecía que les encantaba.
Taehyung no podía contar el número de veces que le habían
hecho estar en un lugar durante horas y horas, o de rodillas a los pies de su
amo. Sin embargo, realmente odiaba cuando era colgado del techo. No sólo se
sentía como un pedazo de carne, sino que no tenía forma de alejarse de los
toques no deseados de cualquier vampiro que pasara por delante de él.
Y se le hacía extremadamente difícil rascarse con las manos
atadas. ¿Por qué cada vez que sus manos eran inaccesibles, algo le picaba?
Apartó el pensamiento a un lado y miró al guardia, sabiendo
que sin importar lo que pasara con él, no podría discutir. Eso sólo conseguiría
que lo castigaran, y después de todo este tiempo, había aprendido qué clase de
enfermos y retorcidos juegos les gustaban jugar a los vampiros con su comida. Y
sí, sabía que él era la comida.
Podría ser un poco loco —y no había duda de ello— de todos
los años que había sido exprimido y golpeado, encerrado y privado de alimento,
pero no era lo suficientemente estúpido como para desobedecer a nadie. El dolor
no era su manía.
De acuerdo con casi todo el mundo en que había entrado en
contacto en los últimos años, su único propósito en la vida ahora era alimentar
a su amo y a cualquier vampiro que su señor lo entregara.
Lástima que no podía envenenar su propia sangre. Le
encantaría ver a todos y cada uno de los vampiros que le habían obligado a
servir, caer y morir. Era un poco morboso, pero comparado con el infierno que
le habían hecho vivir, era un castigo leve en su opinión.
Que todos y cada uno de ellos encuentren un rayo de sol.
Literalmente.
Sabía que el sol no mataba a un vampiro y que eso era un
mito, pero maldita sea, un hombre tenía que tener un poco de esperanza.
Pero en cuanto a alimentarse de él, Taehyung descubrió que
algunos vampiros eran menos malvados que otros. Ellos no le traían dolor
innecesario cuando tomaban su sangre. Algunos incluso bebían de su muñeca en
lugar de su cuello. Pero la mayoría de ellos, según la experiencia de Taehyung,
eran viciosos, tomando lo que querían y disfrutando del dolor que le daban a Taehyung.
Odiaba a cada uno de los malditos sádicos hijos de puta.
Taehyung siguió obedientemente detrás de su guardia asignado
para cuidar de él hasta que lo entregaran a su nuevo amo. Él estaba en las
entrañas del infierno. No había manera, incluso si no tuviera un guardia
vigilándolo. Sólo había dos formas de entrar y salir de la enorme caverna
subterránea, y Taehyung no tenía el código de seguridad para ninguna de las
dos.
Además, por lo general estaban custodiadas. Él lo sabía
bien. Había tratado de escapar demasiadas veces y había sido golpeado más que
suficiente, para demostrarle que todo este manicomio tenía guardias en cada
esquina.
Y los vampiros se preguntaban por qué no estaba del todo
bien de la cabeza.
«Cielos, me pregunto, ¿por qué?»
Taehyung fue escoltado a la sala de espera. Como sabía que
se esperaba de él, se dirigió hacia el centro de la habitación y se dejó caer
de rodillas. Sentarse en una silla o en un sofá estaba estrictamente prohibido
a menos que recibiera el permiso de su amo. Y Taehyung no sabía quién lo había
comprado. No tenía la menor idea de lo que su nuevo amo permitiría o lo que no
permitiría.
Él no quería correr ningún riesgo.
El recuerdo de su última paliza aún estaba fresco en su
mente.
Una vez más, odiaba el dolor, por lo que ser un buen
esclavito de sangre era probablemente su mejor interés por el momento.
Un pequeño movimiento en la cortina que colgaba detrás del
guardia llamó la atención de Taehyung. Miró hacia arriba a través de sus
pestañas, viendo cómo la cortina se movía. Se movió un poco como si una ráfaga
de aire se hubiese trasladado de repente a través de la habitación. Pero Taehyung
sabía que no era así.
Estas pequeñas habitaciones no sólo estaban insonorizadas
sino que los gruesos muros mantenían el aire y la luz en el exterior. Su
antiguo amo la había tallado en la roca justo debajo de su casa como refugio de
sus enemigos.
Aun así, la cortina se había movido. Taehyung apostaría su
última gota de sangre.
Lanzó una mirada rápida hacia el guardia, esperando que el
vampiro estuviera mirando para otro lado cuando lo hizo. El vampiro podía no
tener permiso de su nuevo amo para alimentarse de él, o incluso para dejar una Marca,
pero tenía una barra de aturdimiento y Taehyung no tenía ninguna duda de que el
guardia sabía cómo usarla, y con mucho gusto lo haría si Taehyung le diera
cualquier tipo de excusa.
Rápidamente bajó la mirada cuando vio al guardia mirar
alrededor de la habitación. Al menos, el vampiro no lo estaba mirando a él.
Cuando Taehyung miró nuevamente la cortina, vio una pequeña abertura aparecer
en el material. Sus ojos se abrieron cuando la hendidura se ensanchó y un
hombre vestido de negro entró directo y por detrás del guardia.
Taehyung se quedó con la boca abierta cuando el desconocido
tomó al guardia alrededor de la parte superior de su cabeza con una mano y
arrastró un afilado cuchillo a través de la garganta del vampiro con la otra.
El vampiro cayó al suelo en un charco de su propia sangre.
Antes de que Taehyung siquiera pudiera comprender lo que
acababa de ver, el hombre desapareció tras la cortina de nuevo.
«¿Qué
diablos?»
El desconocido estuvo de regreso un momento después, con una
mochila en la mano. Cuando se acercó al guardia caído y se estiró hacia él, Taehyung
se alejó, no estando seguro si el tipo le iba a traer dolor o algo peor. Por lo
que acababa de presenciar, no había nada que decidir. El hombre había matado al
guardia con rápida brutalidad. ¿Era Taehyung el siguiente?
—No
tengas miedo —dijo el hombre con la voz más profunda que Taehyung había oído
nunca—. Estoy aquí para rescatarte.
—¿Rescatarme?
—Las cejas de Taehyung se alzaron—. Hombre, acabas de matar a un guardia a
sangre fría, ¿y se supone que debo confiar en ti? —Negó con su cabeza—. No en
esta vida, amigo.
El hombre ladeó la cabeza.
—¿No quieres dejar este lugar?
Taehyung frunció el ceño con confusión evidente. No entendía
lo que el hombre quería decir.
—¿E ir a dónde?
—Donde
tú quieras.
Taehyung sabía que muchos de los guardias y otros vampiros
se vestían de negro, pero por lo general era de cuero negro.
Aunque el desconocido también vestía de negro, Taehyung no
creía que fuera cuero. Aun así...
—¿Eres mi nuevo amo? —preguntó con la amargura en la voz de
todos los años que había aguantado esta mierda. Si este era su nuevo amo, Taehyung
estaba en serios problemas. El hombre era letal.
—¡Ah, diablos!
—El hombre se pasó la mano por la cara mientras se levantaba y empezaba a
caminar.
Taehyung empezó a preocuparse cuando el desconocido daba
zancadas de un lado a otro delante de él. Si este era su nuevo amo, sabía que
acababa de enojar al hombre. No es que a Taehyung le importara, ya no más, no
en años, pero el tipo tenía un cuchillo, después de todo.
Eso no era algo bueno.
—Está
bien, mira —dijo el hombre mientras se dio la vuelta para hacer frente a Taehyung—.
Yo soy tu nuevo amo, y te ordeno que me sigas. Haz exactamente lo que te digo.
Sin hablar o hacer ningún ruido.
Taehyung había sido un esclavo de sangre el tiempo suficiente
como para saber que este hombre estaba mintiendo entre dientes. Taehyung no
sabía quién era ni de dónde había venido.
—Estás
tan lleno de mierda.
El hombre le entrecerró los ojos a Taehyung.
—¿Estás dispuesto a apostar tu libertad en ese supuesto?
Taehyung casi se tragó la lengua cuando de repente la puerta
se abrió y otro vampiro entró caminando. El hombre inmediatamente se quedó
quieto cuando vio al guardia muerto en el suelo, y luego lentamente alzó los
ojos para mirar al desconocido.
—¿Hay
algún problema aquí?
—Él tocó
a mi nuevo esclavo de sangre —el desconocido dijo sin perder un latido. Maldita
sea, el hombre era bueno. A Taehyung le gustaba —de la manera que a un pit bull
le gusta un hueso—. Le di el castigo que sentí encajaba por el insulto hacia
mí.
—Ya veo.
—El vampiro apretó los labios en un gesto de desaprobación—. El príncipe me ha
pedido verificar si estaba satisfecho con su compra.
—Sí.
Taehyung parpadeó. Eso fue bastante simple. ¿El vampiro se
lo estaba creyendo? Qué idiota. Incluso Taehyung podía decir que el tipo estaba
mintiendo a través de sus dientes.
—Muy
bien. —El vampiro asintió—. Estaré encantado de ayudarle a terminar su
transacción con el príncipe, a menos que haya otra cosa que necesite de mí.
—No
necesito nada.
—¿Ha
probado a su nuevo esclavo de sangre? —preguntó el vampiro, mirando al
desconocido con curiosidad—. El príncipe me ha dado permiso para devolver el
precio de compra si encuentra que Taehyung no es de su agrado.
Taehyung podía decir que el extraño apenas apartó el
disgusto en su rostro. Estaba mirando al vampiro como si quisiera arrancarle la
garganta o hacer con él lo que le había hecho al guardia. Esto no iba a ir
bien. El tipo estaba perdiendo su cara de póquer. Eso no era algo bueno cuando
un vampiro se encontraba en la habitación con ellos.
«Vamos, señor, saca algunas malditas habilidades de
actuación fuera de tu culo».
—No,
todavía no me he alimentado de Taehyung. Lo voy a hacer cuando me parezca y no
guardaré ningún resentimiento hacia el príncipe si mi esclavo de sangre no
cumple con mi nivel de excelencia.
Si las manos de Taehyung no estuvieran atadas detrás de su
espalda, se pasaría la mano por la cara. Este hombre apestaba mintiendo. Quería
llamar a un tiempo fuera y darle al extraño idiota algunos consejos.
La ceja del vampiro se arqueó, y comenzó a caminar por la
habitación. Taehyung podía ver que el vampiro estaba tratando de parecer
casual, pero la tensión en sus ojos contrastaba con su calma exterior. El vampiro
era condenadamente mejor actor que el extraño. Para nada bien. Taehyung sabía
que el chupasangre estaba sospechando del desconocido y estaba preparándose
para atacar. Podía ver la forma en que los músculos del vampiro se tensaron.
«¡Oh,
mierda!»
Taehyung no podía permitirlo. No si quería salir de este
lugar olvidado por Dios. No estaba seguro de si el desconocido podía sacarlos,
pero había conseguido entrar, por lo que el hombre debía conocer una manera.
Preparó sus nervios ante lo que iba a hacer y se puso de pie
de un salto. Tanto el desconocido como el vampiro se congelaron y lo observaron
mientras se acercaba al extraño. Taehyung oró para que no estuviera cometiendo
el mayor error de su vida mientras inclinaba la cabeza hacia un lado y desnudaba
su garganta al extraño.
Era su turno de actuar, y sabía que sus habilidades de
actuación estaban a la altura. Después de todo, había vivido con estos vampiros
por años. La actuación era una parte de su vida cotidiana. Tenía que actuar
como un buen esclavito de sangre. Tenía que actuar como si no quisiera matar
hasta el último de ellos, y tenía que actuar como si no estuviera listo para
escapar en cualquier oportunidad que tuviera.
No sabía lo que el desconocido iba a hacer, pero Taehyung
sintió una imperiosa necesidad de rescatar al hombre, sobre todo de sus
habilidades de actuación. Pero Taehyung sabía que el sentimiento de mantener al
hombre seguro era algo que había sentido muy pocas veces en todos sus años.
Sólo sabía que tenía que seguir adelante con su instinto de proteger el
desconocido. Sus instintos lo habían mantenido con vida hasta ahora, incluso si
vivía en el infierno.
Sus instintos podrían no haber mantenido su cordura intacta,
pero él todavía estaba vivo.
La última vez que había tratado de proteger a alguien más,
había sido tan sólo unas semanas atrás. Taehyung había recibido la paliza de su
vida después de darle comida a escondidas a otro esclavo de sangre llamado Chanyeol.
Había estado en cama durante una semana por su pequeña desobediencia. El
príncipe había querido matar de hambre a Chanyeol. Por alguna razón parecía
odiar al joven esclavo de sangre. Después de la pequeña rebelión de Taehyung,
el príncipe había vendido a Chanyeol a otro aquelarre.
Cuando el extraño no se movió, Taehyung inclinó la cabeza
sólo un poco para que el hombre pudiera ver sus labios.
«Muerde mi maldito cuello, idiota». “Él ya sospecha de ti”,
gesticuló en silencio, rezando para que el otro vampiro no supiera lo que
estaba haciendo.
Profundos y oscuros ojos color chocolate se encontraron con
los de Taehyung. El desconocido lo miró fijamente durante unos momentos antes
de dar una leve inclinación de cabeza. Taehyung cerró los ojos con alivio y
luego esperó a sentir la dolorosa mordedura que venía de la alimentación.
Las rodillas de Taehyung empezaron a ceder cuando la boca
del hombre se movió sobre su garganta. En lugar de dolor insoportable, que era
lo que él generalmente sentía cuando era mordido, dicha pura, diferente a todo
lo que había sentido nunca antes en su vida fluía a través de cada célula de su
cuerpo cuando la lengua del hombre acarició su piel. Taehyung sólo fue capaz de
reprimir su profundo gemido de placer por el conocimiento de que estaban siendo
observados.
Pero no pudo evitar que un pequeño gemido de protesta se
escapara de su boca cuando el desconocido se alejó y lamió la sangre de sus
labios. El hombre liberó a Taehyung sólo lo suficiente como para moverlo detrás
de su silueta más grande. Incluso se estiró hacía atrás y le tendió a Taehyung
la mochila negra mientras se enfrentaba al vampiro.
Taehyung se volvió para mirar al hombre, sorprendido.
Levantó la mano a la garganta y frotó con sus dedos la piel sin Marca.
Él no había sido mordido.
Pero su mano se alzó con sangre en ella. Taehyung miró abajo
hacia sus dedos ensangrentados y luego su mirada se disparó al extraño. El
hombre debe haberse mordido la lengua o algo así. Esta no era la sangre de Taehyung.
Tal vez era mejor actor de lo que Taehyung pensó al principio.
Sólo con eso, él era demasiado bueno en poner a Taehyung cachondo. Sólo esa
lengua tenía su cuerpo zumbando por más. A nadie se le permitió que lo tocara
sexualmente. Fueron las órdenes del príncipe, y no era que Taehyung no fuera un
hombre feliz por eso. Pero sentir la lengua del hombre alto y delgado en su
piel había desatado un incendio en su interior, haciendo que su condenada polla
se endureciera, lista para rogar por más.
Y este era el peor momento. Quería gritarle al vampiro que
se fuera de una puta vez para que pudiera pedirle al hombre que lo chupara otra
vez, sólo que en una parte inferior de su cuerpo. Como nunca había sido tocado
de esa manera antes, Taehyung no tenía ni idea de lo que se estaba perdiendo,
pero tenía una imaginación condenadamente buena.
Y el desconocido no era un hombre mal parecido para darle a Taehyung
su primera experiencia.
Taehyung bajó la cabeza y se llevó los dedos a la boca,
lamiéndolos para limpiarlos. Algo intenso estalló dentro de Taehyung —diferente
de la excitación que ya estaba sintiendo— cuando el sabor más suculento que
había probado alguna vez llenó sus sentidos. Apenas pudo evitar gemir y rogar
por más. Nunca había probado nada tan dulce, tan caliente, antes en su vida.
Sentía como si hubiera sido besado por el sol —que era algo
que echaba mucho de menos. A los vampiros no les gustaba salir al sol, por lo
que Taehyung rara vez lo veía, o el cielo, o el césped, o las flores. Había
sentido tan poca alegría en su vida. Había tanto que echaba de menos…
Y el placer estaba en la parte superior de su lista.
Taehyung no tenía ninguna duda de que este hombre podría
darle horas y horas de placer... si vivían.
—¿Satisfecho?
—oyó al extraño preguntar.
—Mucho
—el vampiro sonrió con malicia, mostrando sus blancos colmillos—, humano.
Taehyung chilló cuando de repente fue empujado hacia atrás.
Trató de agarrar la cortina para evitar caer, pero sus manos estaban atadas y
debajo del manto que llevaba. Taehyung golpeó duro el suelo, su cabeza crujió
contra la implacable superficie de piedra. Gritó cuando un profundo dolor
punzante se inició en la cabeza y se irradió a cada centímetro de su cuerpo.
Podía escuchar una riña justo más allá de la cortina, que
separaba a Taehyung de la otra parte de la habitación. Sabía que el extraño
estaba luchando contra el vampiro, y estaba aterrorizado acerca de quién iba a
ganar.
A pesar del dolor en su cabeza, y el hilo de sangre que
podía sentir arrastrándose por su cuero cabelludo, Taehyung se puso de rodillas
y agarró la mochila que el desconocido le había entregado. Le tomó un momento
bajar la cremallera pero una vez que lo hizo, los elementos que contenía se derramaron.
La quijada de Taehyung cayó.
¿Quién
era este hombre? Más importante aún, ¿por qué el hombre estaba tratando de
rescatarlo? Taehyung sabía que nadie en su familia había enviado al
desconocido. Su familia era el por qué estaba en este lugar para empezar. Ellos
nunca enviarían ayuda. Así que, ¿por qué el extraño estaba aquí?
Cuando Taehyung escuchó el gruñido del hombre, hizo a un
lado sus cuestionamientos internos y registró la mochila por algo, cualquier
cosa que le sirviera para ayudar al extraño. La mayor parte de lo que había en
la mochila era un misterio para Taehyung.
Excepto por el cuchillo.
Taehyung quería gritar de alegría mientras sostenía la
empuñadura entre sus rodillas y cortaba las cuerdas que ataban juntas sus
muñecas. Cuando finalmente se liberaron, tiró de las cuerdas y las arrojó a un
lado y agarró el mango del cuchillo.
Taehyung metió todo de nuevo en la mochila a excepción del
cuchillo y cerró la cremallera. Sostuvo el cuchillo en una mano y la mochila en
la otra mientras cautelosamente abrió la cortina y miró dentro de la
habitación.
El vampiro y el extraño mantenían una violenta batalla.
Sangre salpicaba por todo el piso y las paredes. Eso no sorprendió a Taehyung.
Ni siquiera los colmillos o garras del vampiro que destellaban y atacaban al
desconocido lo sorprendieron.
Los chupasangres eran viciosos y utilizaban todos los medios
necesarios para defenderse.
Lo que dejó totalmente anonadado a Taehyung era la forma en
que el desconocido luchaba contra el vampiro. Luchaba como un guerrero, como un
hombre acostumbrado a luchar y a defenderse. Taehyung nunca había visto a un
humano hacer tal cosa. En realidad, parecía que el desconocido estaba ganando.
Él estaba impresionado. Tal vez ellos realmente tenían una oportunidad de salir
de la zona de juegos de Satanás después de todo.
Taehyung saltó fuera del camino cuando los dos hombres se
movieron en su dirección. Se deslizó hacia atrás tanto como pudo sin dejar de
mantener un ojo sobre ellos. Tenía que saber quién ganaba. El resultado podría
significar la diferencia entre su vida o su muerte.
Estaba apoyando al extraño. Podía ser combativo con los
vampiros, tener una boca insolente, y meterse en más problemas de los que podía
contar pero, desafortunadamente, carecía de cualquier tipo de habilidad de
combate. Lo más probable era que obstaculizara al desconocido más que ayudarlo,
así que se quedó a un lado, orando que el humano ganara. También estaba
esperando que el hombre fuera mejor luchando que actuando, o ambos estaban
jodidos.
Cuando los dos hombres rodaron junto a él, Taehyung trató de
moverse pasando junto a ellos para llegar al otro lado de la habitación. Hizo
una mueca cuando tuvo que pasar por encima del cadáver del guardia para
hacerlo. Dioses, había tanta sangre, y no sólo del tipo muerto. La sangre
salpicaba en las paredes, el suelo y la cortina. Estaba en todas partes.
La sala de espera era bastante hermética, pero una vez que
la puerta se abriera, el fuerte olor cobrizo de la sangre flotaría por la
puerta y los otros vampiros podrían olerla. Y entonces ellos realmente estarían
hasta el cuello de mierda.
Y no había manera de ocultar el olor. Taehyung sabía por
experiencia que los vampiros podían oler la sangre en casi cualquier lugar. Y
también podían decir si era sangre fresca o sangre rancia. Ellos preferían la
sangre fresca y cazarían a su fuente con su último aliento.
Maldición, él odiaba a los vampiros.
Taehyung se aplastó contra la pared y buscó en la habitación
algo que le ayudara al extraño ganar. Era egoísta al ayudar al tipo y él lo
sabía, pero prefería enfrentarse a un desconocido que a un aquelarre de vampiros sedientos de
sangre. Para él, la elección era obvia.
Sus ojos se posaron en una lámpara de aspecto antiguo
ubicada en una pequeña mesa al final de uno de los sofás. Tenía el cuchillo,
pero no creía que fuera a hacer mucho más que enojar al vampiro. Y si fallaba, Taehyung
no quería apuñalar al hombre que trataba de ayudarlo. La lámpara, sin embargo,
parecía pesada y estaba compuesta casi enteramente de hierro forjado.
Era lo suficientemente pesada como para que sirviera a sus
propósitos.
Saltó en el sofá y corrió a través de los cojines,
manteniendo el cuchillo alejado de su cuerpo para así no caerse accidentalmente
y destriparse. Cuando llegó al final, saltó al otro sofá y corrió hasta el
final, agarrando la lámpara. Se dio la vuelta y se bajó del sofá. Sostuvo la
lámpara en alto en el aire y esperó a que el vampiro estuviera a corta
distancia.
«Por favor, no dejes que golpee al chico caliente».
La lámpara hizo un bajo ruido sordo cuando Taehyung la dejó
caer sobre la cabeza del vampiro en el segundo que llegó a su alcance. Los ojos
del vampiro estaban rojos de furia mientras levantaba la cabeza para mirar a Taehyung.
«¡Oh,
mierda!» El cráneo del tipo era más grueso de lo que Taehyung había pensado.
¡No funcionó!
Jadeó y retrocedió, sencillamente sabiendo que estaba a
punto de morir cuando el vampiro se estiró hacia él. Taehyung golpeó el sofá y
tropezó, cayendo hacia atrás en los cojines. Rápidamente gateó hacia atrás lo
más que pudo y levantó las piernas hacia el pecho, cubriéndose la cabeza con
las manos.
Cuando Taehyung no sintió nada, lentamente bajó los brazos.
Incredulidad se centró en su mente mientras miraba hacia abajo para ver al
vampiro desplomado en el suelo, con un enorme cuchillo sobresaliendo de su
espalda.
Se levantó, apuntando al chupasangre caído.
—Tienes que apuñalarlos en el corazón o cortarles la cabeza
para matarlos. — Por Dios, ¿de dónde había venido ese pensamiento? Taehyung
había imaginado matar hasta el último de los jodidos vampiros que existían,
pero cómo tenía el conocimiento para hacerlo lo desconcertó.
A la mierda. Él iba con ello. No estaba seguro de si era
cierto, pero remover la cabeza de cualquier cosa de sus hombros era una forma
segura de detenerlo de levantarse.
—¿No me
digas?
Taehyung apartó los ojos del vampiro y los levantó hacia el
desconocido, frunciendo el ceño cuando vio la sonrisa en el rostro del hombre.
—¿Quién diablos eres tú?
—Un
amigo.
—No
tengo amigos aquí —bufó Taehyung. Bueno, él tenía uno, pero Chanyeol se había
ido hacía tiempo. Taehyung dudaba de que alguna vez volviese a ver al hombre de
nuevo. Chanyeol estaba muerto o deseando estar muerto. Desafortunadamente, Taehyung
sabía exactamente cómo se sentía.
—Ahora
lo tienes.
—No
conseguirás mi confianza tan fácilmente. Y por cierto, sus habilidades de
actuación apestan.
El hombre lo ignoró.
Taehyung se incorporó hasta quedar sentado, su ceño se
profundizó cuando el desconocido comenzó tantear a los dos vampiros caídos,
sacando las cosas de sus bolsillos antes de empezar a desvestir al que estaba
entre ellos.
—¿Qué
estás haciendo? ¿En serio le estás robando? —¿Y los vampiros lo llamaban a él
chiflado?
—Bueno,
a menos que quieres tratar de escaparte de aquí usando sólo esa capa, vas a
necesitar un cambio de ropa. Y tan lindo como tu culo desnudo se ve en esa
capa, creo que será más fácil para escapar de este agujero del infierno si lo
haces completamente vestido.
—¿Crees
que mi culo es lindo? —Taehyung no podía, por la vida de él, averiguar por qué
esa declaración le hizo sentir tan cálido por dentro. Pero lo hizo. Se sentía
cálido y acogido y, maldita sea, tenía que regresar su mente de nuevo a la
situación actual.
Apartó el recuerdo de la lengua del hombre en su cuello.
Este no era el momento para el sexo... por desgracia. Sí, él estaba sin probar,
y harto de ello. Nunca se puso cachondo alrededor de los vampiros porque ser
obligado a renunciar a una vena no era su idea de los juegos previos, pero...
este desconocido...
La ceja marrón oscuro del hombre se ladeó mientras miraba
hacia arriba.
—Sí, creo que tu culo es lindo. —Apartó la mirada, pero no
antes de tirar la camisa del vampiro en su dirección—. Ahora, vístete. Tenemos
que salir de aquí antes de que más visitantes lleguen.
—¿Alguna
idea de cómo vamos a hacer eso? —Taehyung preguntó mientras quitaba la capa de
sus hombros y empezó a ponerse la camiseta. Era una simple camisa de botones
blanca, con manchas de sangre y todo.
«Maldición».
—Esta
camiseta puede que no sea una buena idea —dijo Taehyung mientras miraba hacia
arriba—. Hay sangre en ella, y si hay un vampiro a una milla de aquí, va a
olerla y estará sobre nuestros culos muy, muy rápido.
—¡Bueno,
mierda! —El desconocido hizo una mueca y luego se sacó el chaleco. Las cejas de
Taehyung se alzaron cuando el hombre enseguida
se quitó la camisa de manga larga negra y luego su camiseta, entregándole la
camiseta antes de ponerse la camisa negra de manga larga de nuevo.
Pero Taehyung había conseguido un vistazo, y qué cuerpo—.
Toma, ponte esto.
A él le gustaría ponerse al extraño. El hombre estaba tan
malditamente besado por el sol que Taehyung quería escalar esa montaña y
conquistar al hombre. Podría haber sido una vaca de sangre para los vampiros,
pero Taehyung no estaba ciego. Sabía cómo era un cuerpo caliente y balanceado
cuando lo veía. Taehyung rápidamente
tiró de la sencilla camisa de algodón sobre su cabeza. Bueno, cubrió algo de
él. El final de su culo todavía se asomaba.
—No creo
que tengas un par de pantalones de repuesto ahí abajo, ¿verdad?
—Lo
siento. —El hombre se echó a reír.
—Sí, no
lo creo. —Taehyung tomó la capa y la envolvió alrededor de su mitad inferior.
Se veía como una maldita falda, pero tendría que servir por ahora—. Entonces,
¿alguna idea de cómo vamos a salir de aquí?
—Con
suerte, de la misma manera en la que entré. —El hombre agarró a los dos
vampiros y los puso en la sala de exposición.
—¿Qué
estás haciendo?
—Ocultando
los cuerpos.
—¿Por
qué?
—No
detendrá a cualquiera que venga de oler la sangre derramada, pero si no ven instantáneamente
algún cuerpo, podría impedir que miraran más lejos.
—¿No te
estás olvidando de algo?
—¿Qué?
—Tienes
que apuñalarlos en el corazón o quitarles la cabeza.
El hombre bajó la mirada hacia el cuerpo que había estado
arrastrando, le sacó el cuchillo de la espalda, y luego dio una patada encima
del hombre, empujando el cuchillo profundamente en el pecho del vampiro.
—Asqueroso.
—Taehyung se estremeció mientras apartaba la mirada.
—Pero
efectivo. —El hombre se dirigió a la otra habitación, haciendo lo mismo con el
guardia, antes de esconder ambos cuerpos detrás de uno de los sofás. Ellos
estaban tan jodidos.
—¿Y qué
pasa con la sangre? —Había un montón de ella, y estaba por todo el lugar.
El hombre se encogió de hombros.
—¿Apagar las luces?
Taehyung rodó los ojos. Como eso si fuera a evitar que
alguien viera la sangre. Este hombre era un loco si pensaba que al no haber
luces iba a detener una maldita cosa. Tal vez debía reconsiderar todo este
asunto del escape. O tal vez sólo con quién estaba escapando.
¿Qué es
lo que realmente sabía sobre el hombre?
—¿Cuál
es tu nombre? —Taehyung preguntó porque ni siquiera sabía eso.
—Yoongi.
—¿Sólo Yoongi?
El hombre sonrió.
—Sólo Yoongi.
Taehyung también le dio una sonrisa.
—Bueno, entonces, yo sólo soy Taehyung.
—Está
bien, Sólo Taehyung —dijo Yoongi mientras balanceaba su mochila sobre su
hombro—. Ya que pareces conocer este lugar tan bien, ¿por qué no diriges el
camino? Vamos a salir a través del estudio por el que entraste.
Taehyung le frunció el ceño a Yoongi.
—No he venido a través del estudio.
—Te vi
entrar hace una hora.
Taehyung negó con la cabeza.
—No, no me dejan entrar en el estudio a menos que el
príncipe me llame. Además, he estado aquí hace más de una hora. —Mucho más,
aunque si tuviera que adivinar, Taehyung no tenía ni idea de cuánto tiempo
había sido en realidad.
¿Días?
¿Semanas?
El tiempo parecía escurrirse cuando no había sol. La
oscuridad tenía una manera de eliminar toda noción del tiempo.
Él debía saberlo. Había pasado suficiente tiempo en la
oscuridad. No era un lugar que le gustara tampoco. Estar solo durante tanto
tiempo, y sin ningún tipo de estímulo visual o auditivo para mantener su mente
ocupada, había encontrado otras maneras de mantenerse ocupado.
Pero Taehyung estaba bastante seguro que decirle a Yoongi
sobre eso no era en su mejor interés. Si el hombre supiera que Taehyung no
estaba muy bien, podría alejarse. Y ellos estaban muy cerca de salir de aquí.
—Entonces
quién… —Yoongi negó con la cabeza—. No importa. Sólo vamos. Cuando salgas por
la puerta, dirígete a la derecha hacia la escalera. Ese es el camino hacia el
estudio.
—Lo sé.
—Pero
acabas de decir...
—Dije
que no se me permitía entrar en el estudio a menos que el príncipe me llamara,
no es que nunca haya estado allí. — Taehyung se dirigió hacia la puerta—. El
príncipe hizo que me escoltaran al estudio cuando tenía un cliente con el que
quería compartirme.
Taehyung jadeó cuando repentinamente fue agarrado y le
dieron vuelta. La rabia en el rostro de Yoongi hizo que Taehyung dudara de sus
planes de escapar con el tipo. Había visto una gran cantidad de ira en su vida.
Los vampiros tenían un muy mal genio cuando se trataba de los esclavos de
sangre. Pero no tenía ni idea de lo que Yoongi haría cuando estaba enojado.
—¿Él te
compartía? —Yoongi gruñó.
Taehyung tragó saliva y asintió, admitiendo que estaba un
poco temeroso de la mirada.
—Soy un esclavo de sangre.
—Ya no,
no lo eres.
Taehyung apretó los labios. No estaba seguro de si estaba
tratando de contener su negación o su excitación. Una parte de él realmente
quería creer que Yoongi le había dicho la verdad, pero había pasado por mucho,
visto mucho y tenía demasiados juegos jugados en su cabeza para creer en un
completo desconocido.
—Vamos.
—Yoongi mantuvo su mano envuelta alrededor del brazo de Taehyung mientras lo
escoltaba por la puerta y hacia la
escalera. El pasillo estaba completamente tranquilo, lo que Taehyung encontró
extraño. Su nuevo amo al menos debería haber ido por él.
Taehyung sabía que el vampiro que Yoongi había asesinado no
era su nuevo amo. Él era el intermediario entre el príncipe y sus socios de
negocios. Y el guardia había sido sólo un guardia. Lo que significaba que su
nuevo amo estaba en algún lugar en las cavernas esperándolo, o viniendo por él.
Llegaron a lo alto de la escalera sin incidentes, pero la
puerta estaba cerrada con llave, como Taehyung sabía que sería. Había un código
para entrar y un código para salir. Él no sabía ninguno de los dos. Se
sorprendió cuando Yoongi simplemente tecleó un código y la puerta se abrió.
Tal vez, él se escaparía después de todo. O tal vez, Yoongi
era alguien con quien Taehyung no quería involucrarse. ¿Cómo demonios el hombre
conocía los códigos? Todo esto era demasiado bizarro para él.
Toda esperanza de escapar se escabulló de Taehyung en el
segundo que Yoongi lo impulsó a través del pasaje abierto dentro del iluminado
estudio. Taehyung inhaló bruscamente y de inmediato cayó de rodillas,
inclinando la cabeza mientras rezaba
para que los vampiros que esperaban en el estudio se apiadasen de él y lo
mataran rápidamente.
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