Yoongi gimió mientras rodaba de su costado a su espalda. Le dolía todo —los brazos, las piernas, la espalda, el pecho, el estómago, incluso su cara. Demonios, se lesionó en lugares que ni siquiera sabía que tenía.
Trató de abrir los ojos, pero sólo uno se abría lo
suficiente para que pudiera ver, y apenas era una rendija. Yoongi gruñó cuando
levantó la mano y sondeó un lado de su cara. De inmediato encontró piel
hinchada que le dolía como si los fuegos del infierno le estuvieran quemando.
Bueno, eso explicaba por qué no podía ver a través de ese ojo.
Lentamente evaluó el resto de sus heridas. Sabía que tenía
numerosos cortes y abrasiones en la mayor parte de su cuerpo, por no mencionar
las Marcas de mordeduras. Malditos vampiros. Él también estaba bastante seguro
de que tenía al menos fisuras en dos costillas, aunque no creía que ninguna de
ellas estuviera quebrada. Al menos, esperaba que no. Más allá de un montón de
moretones, hinchazón y un esguince de tobillo, parecía que nada estuviera muy
horrorosamente fuera de lugar.
Habían trabajado
bastante bien en él. Cuando los malditos vampiros no lo estaban
golpeando, se alimentaban de él. Sus ropas estaban casi en ruinas, pero al
menos las piezas y partes importantes estaban cubiertas, incluso si estaban
magulladas. Si alguna vez conseguía poner sus manos en el
vampiro rubio que
había tratado de patear sus huevos en su garganta, despellejaría al hijo de
puta.
Yoongi cuidadosamente se obligó a sentarse, tragó varias
veces cuando su estómago amenazó con rebelarse. No podía recordar cuántas veces
le habían dado un puñetazo en el estómago. Pero eso lo habría resistido.
Era el que bebieran la sangre lo que hizo que su estómago se
retorciera. No tenía idea de cuánta sangre había sido succionada de su cuerpo,
pero si el remolino en su cabeza era un indicativo, había sido bastante.
Limpió un rastro de sangre que goteaba por su barbilla, sin
saber si se trataba de una lesión real o si quedó de uno de los vampiros que lo
mordieron. No estaba seguro de que le importara en ese momento. Tenía que salir
del infierno en el que se encontraba antes de que ellos decidieran volver una
segunda vez.
Yoongi sacudió la cabeza, hizo una mueca y empujó la palma
de la mano en su sien cuando su visión dio vueltas. Dioses, él en realidad no
debió haber hecho eso. Estaba empezando a pensar que había mucho que no debería
haber hecho, como creer que era lo suficientemente rudo como para entrar en una
guarida de vampiros y salir inmediatamente sin ser atrapado.
Debería haber sospechado que los vampiros podrían estar
esperando por él. Él no era estúpido. Sabía que no todas las criaturas
paranormales seguían las reglas, incluso las que ellos mismos establecieron.
Algunos eran crueles porque lo disfrutaban.
Yoongi dejó caer su mano y levantó la cabeza, mirando a su
alrededor todo lo que pudo teniendo en cuenta que la habitación estaba prácticamente a oscuras,
salvo por un rayo de luz que provenía de la pequeña ventana en la puerta.
Primero tenía que averiguar dónde estaba, y luego tenía que idear un plan de
escape. Si tenía suerte, y dejaba de pensar que era invencible, podría salir de
esta con vida.
Taehyung, él no estaba tan seguro. No había visto al hombre
desde que había sido arrastrado por varios vampiros y llevado a algún cuarto
oscuro para su propia paliza. No tenía la menor idea de si el hombre estaba
vivo o muerto.
Teniendo en cuenta que Taehyung era un esclavo de sangre
tratando de escapar, él apostaba que estaría muerto. Yoongi frunció el ceño
cuando ese pensamiento causó un dolor en su pecho. No conocía al hombre,
entonces, ¿por qué diablos le debería importar más allá del hecho de que no fue
capaz de rescatarlo? Tal vez eso era todo. Taehyung había confiado en él, y Yoongi
lo había defraudado.
Y ahora, Taehyung podría estar muerto.
Yoongi se puso de pie y caminó hacia la puerta del otro lado
de la habitación. Fue un viaje lento, ya que apenas podía arrastrar sus pies
sin sentir dolor. La pequeña ventana en la puerta estaba cubierta con barras.
Era prácticamente medieval.
Si presionaba un lado de su cabeza contra los barrotes,
podía ver sólo un poco por el pasillo. Había más puertas en cada dirección, y
antorchas en las paredes. «Antorchas». Yoongi resopló.
Era jodidamente medieval.
Yoongi sabía que tenía que estar en algún lugar bajo tierra.
El suelo tanto como el interior de su celda y el pasillo estaban hechos de
tierra. Las paredes interiores de su celda eran de piedra, aunque, por lo que
sospechaba, estaba debajo de la propiedad de Lowell Erickson en una especie de
caverna subterránea, posiblemente asociada a las tres habitaciones que había
visto antes.
Eso le hizo volver a preguntarse dónde estaba Taehyung. Era
evidente por las palabras de Taehyung cuando hablaron de que estaba muy
familiarizado con esta caverna subterránea. Si Yoongi pudiera llegar al hombre,
tal vez podrían encontrar otra forma de salir.
Sólo tenía que llegar a él.
Yoongi pensaba que no sería tan fácil como sonaba en su
cabeza. No había ventanas o muebles en su celda, sólo una pila de heno en un
rincón y un cubo en la otra. Por el olor, Yoongi sabía que no quería estar
demasiado cerca de la cubeta.
Su camisa había desaparecido junto con sus botas, armas y
mochila. Todo lo que llevaba era un pantalón raído que parecía que estaba a
punto de desintegrarse. No tenía nada que ocultar y nada con que luchar.
Parecía ser que estaba atrapado entre una posición difícil
y... bueno, la puerta de la celda. Yoongi comenzó a caminar por los bordes de
la celda mientras consideraba las diferentes formas en que podía escapar. Era
obvio que no podía cavar su salida. Las paredes eran de roca sólida.
Noquear a uno de los guardias no era una idea terriblemente
buena ahora, porque él estaba muy maltratado, dudaba que pudiera luchar contra
un ratón. Eso lo dejaba usando su mente, tan difusa como estaba.
Yoongi se congeló cuando escuchó un ruido, y luego
rápidamente arrastró los pies de regreso hacia la pila de heno en la que había
estado cuando despertó. El ruido se había convertido en voces, y ellas estaban
viniendo en su dirección. Con suerte, si se detenían en su celda, asumirían que
él aún estaba desmayado.
Yoongi rápidamente se acostó. Bueno, lo más rápido que pudo
considerando que tuvo que apretar los dientes para soportar el dolor durante
todo el camino hasta el heno. Se dio la vuelta para así quedar enfrentado a la
puerta y luego cerró los ojos, inclinando la cabeza hacia el heno para así
poder mirar a través de sus pestañas.
Las voces se detuvieron frente a su puerta, y entonces la
puerta lentamente se abrió. Yoongi no pudo contener su grito de sorpresa cuando
Taehyung fue empujado en su celda, cayendo de rodillas por la fuerza con la que
fue lanzado.
La cabeza de Taehyung colgó por un momento y luego
lentamente se levantó. Yoongi consiguió su primera mirada a la cara de Taehyung.
Clavó las uñas en las palmas de sus manos para interrumpir su gruñido. Habían
golpeado a Taehyung tanto como lo hicieron con él, si no más. Su rostro era una
masa de contusiones, cortes y abrasiones. Yoongi no pudo evitar preguntarse qué
más le habían hecho al hombre, sobre todo porque estaba totalmente desnudo.
—¡Sólo
hazlo! —una voz gruñó desde la puerta.
Conmoción se disparó a través de Yoongi cuando Taehyung rodó
sobre su culo y miró hacia el vampiro de pie en el umbral.
—¡No! —Taehyung
gritó—. ¡No voy a hacerlo!
Yoongi hizo una mueca cuando Taehyung recibió un fuerte
golpe en la cara por su pequeña rebelión.
—Lo
harás o el príncipe te entregará a los guardias.
—Déjalo
—se mofó Taehyung—. Ha estado amenazando con hacerlo durante años. ¿Por qué
ahora debería ser diferente?
El vampiro, y era el mismo hijo de puta rubio que había
tratado de patear las pelotas de Yoongi en su garganta, se acercó y agarró un
puñado del cabello de Taehyung, tirando su cabeza hacia atrás.
—Lo
harás, esclavo, o me aseguraré de que el príncipe siga adelante con su amenaza.
—El hombre sonrió maliciosamente.
—¡Vete a
la mierda! —Taehyung escupió en la cara del vampiro—. Estás enojado porque no
me puedes joder. El príncipe prohibió estrictamente a cualquier persona de
aprovecharse de este dulce culito, y te incita, ¿no es así? Eres un chupasangre
bastardo, enfermo y retorcido. No es de extrañar que tu último esclavo de
sangre se suicidara. Si tú fueras mi amo, me suicidaría, también.
Oh, Taehyung no iba a ganar ningún premio de la amistad de
esta manera. Yoongi intentó no moverse aunque se tensó cuando el vampiro golpeó
a Taehyung con tanta fuerza, que el hombre voló por la habitación y se estrelló
contra el muro de piedra. Taehyung cayó al suelo, pero un pequeño gruñido se
oía proveniente del maltratado hombre.
Dios le guarde, él sólo se levantó en sus manos y rodillas y
escupió la sangre de su boca antes de volverse para mirar al vampiro.
—Adelante, golpearme otra vez. Apuesto que a tu príncipe le
va a encantar cuando le expliques que me golpeaste tanto que no pude hacer lo
que ordenó.
El vampiro fulminó con la mirada a Taehyung por un momento
antes de dirigirse hacia la puerta.
—Tienes veinticuatro horas, mascota. Te sugiero que lo
consigas antes de que el príncipe llegue a casa. Él va a estar muy enfadado
contigo si no haces lo que ordenó.
—Ustedes
dos pueden joderse.
—Uno de
estos días, voy a ignorar las órdenes del príncipe y mostrarte lo que realmente
implica ser jodido.
—¡Tan
pronto como encuentres a alguien con una polla lo suficientemente grande para
hacer el trabajo! —Taehyung gritó.
—Oh, yo
puedo llenar esa orden. Ni si quieras preocupes a tu linda cabecita, chico.
En esta ocasión, Yoongi no pudo evitar que su gruñido
escapase. No estaba seguro de por qué se sentía tan condenadamente protector de
Taehyung, pero lo hacía. Tal vez era porque admiraba el fuego en el hombre. Taehyung
había sido abusado, utilizado y tratado como una mierda, y todavía no se daba
por vencido. Él era como un león, rugiendo a toda injusticia que le pasara. Yoongi
estaba muy impresionado.
—Oh,
mira —dijo el vampiro con sarcasmo—, tu amiguito está despierto. Si bien no me
importa, como bien sabes, debería ser mucho más fácil para ti llevar a cabo tu
misión si está despierto.
Yoongi no se movió hasta que la puerta de la celda se cerró
de golpe. En el momento en que lo hizo, se levantó de su lecho de heno y se
arrastró hacia Taehyung. Justo cuando comenzaba a alcanzar el brazo de Taehyung,
el hombre se apartó.
—Por
favor, no —susurró Taehyung, su tono de voz suave estaba en desacuerdo con el
hombre gruñendo que Yoongi había visto regañando a un vampiro hace unos
momentos, o con el hombre que le había parecido un poco desconectado en la sala
de exhibición.
Yoongi había pensado que el hombre estaba un poco chiflado,
pero el tipo acurrucado delante de él era una contradicción enorme. Estaba
confundido como el infierno, pero sabía que tenía que proteger a Taehyung.
Estaba en la naturaleza de Yoongi estar pendiente de los desamparados. Taehyung
podría ser fuego y fuerza, pero Yoongi podía ver la vulnerabilidad en sus ojos
y le destrozaba ver al hombre herido.
—Taehyung,
está bien. Soy yo, Yoongi.
—Sé
quién eres —le susurró Taehyung.
Yoongi se deslizó un par de pulgadas más cerca. Frunció el
ceño cuando Taehyung se deslizó hacia atrás.
—Sólo quiero comprobar y ver cuán lesionado estás, Taehyung.
—Sanaré.
—Taehyung…
—Por
favor, no me puedes tocar.
—¿Por
qué no?
Taehyung simplemente sacudió la cabeza, apartando su rostro.
—Está
bien, Taehyung, no voy a tocarte, pero acércate al heno donde el suelo es un
poco más suave. Puedes estirarte y acostarte.
La cabeza de Taehyung se inclinó atrás hacia Yoongi, y el
hombre sólo parecía mirarlo a través de la oscuridad. Después de un momento, Taehyung
asintió y empezó a gatear hacia la pila de heno. Sólo cuando Taehyung se
arrastró a través del haz de la luz que provenía de la ventana enrejada fue que
Yoongi tuvo una mejor visión de las lesiones del hombre.
Él no pudo reprimir su pequeño jadeo.
Habían abusado en Taehyung mucho más de lo que habían hecho
con él.
—¿Qué
han hecho contigo, Taehyung?
—He
tenido peores.
«¿En
serio?» Yoongi no estaba seguro de cómo el hombre aún estaba consciente, ¿y
dijo que había experimentado peores?
—¿Cuando?
Taehyung se arrastró los últimos centímetros hacia la pila de
heno y se dejó caer sobre ella con un gruñido suave. Se quedó allí un momento,
jadeando como si quisiera recuperar el aliento, y luego se echó a reír.
—No creo que sea un esclavo de sangre muy obediente.
—¿Sí? —Yoongi
preguntó mientras se hacía a un lado y se tendía sobre el heno junto a Taehyung,
asegurándose de que no se tocaban. Taehyung parecía tener problemas con el
tacto, y Yoongi no podía culparlo, no después de lo que había pasado. No era de
extrañar que el hombre estuviera un poco desconectado. Yoongi estaría loco de
remate si estuviera en el lugar de Taehyung—. ¿Por qué no?
—Como he
dicho, esta no es la primera vez que me han golpeado. Si fuera un buen esclavo
de sangre, seguiría sus órdenes sin vacilar, pero parece que no puedo hacer eso.
Yoongi no sabía qué pensar. Taehyung parecía bastante
orgulloso del hecho de que había sido golpeado por su desobediencia. De la
forma en que el pequeño hombre actuaba, Yoongi sabía que Taehyung no era un
esclavo de sangre obediente, pero él no sabía la historia del hombre, no en su
totalidad. Y no estaba seguro de querer saberla. Vio cuán desalmados eran los
vampiros, y sólo podía imaginar lo que Taehyung había vivido.
Taehyung hizo un gesto con la mano hacia su rostro.
—Y esto realmente no es tan malo como parece. Voy a sanar
muy pronto.
—Se ve
muy mal, Taehyung.
—Lucía
peor la última vez —dijo Taehyung con una pequeña sonrisa desafiante—. Pasé una
semana en cama, recuperándome.
—¿Que
sucedió la última vez que te golpearon?
—Había
otro esclavo de sangre siendo retenido aquí abajo. El príncipe realmente lo
odiaba por alguna razón. Ordenó que Chanyeol estuviera a pan y agua. —Los
hombros de Taehyung se elevaron mientras se encogía de hombros—. Le di a
escondidas un poco de comida, y el guardia me atrapó.
—¿Chanyeol?
—¿Dónde había oído ese nombre antes?—. ¿Todavía
está aquí?
—No, el
príncipe lo vendió a otro aquelarre.
—Lo
siento.
Taehyung se encogió de hombros otra vez.
—Sucede. Los esclavos de sangre son objeto de comercio entre
los aquelarres como hogazas de pan. Mientras seamos capaces de producir sangre
para nuestros amos, vivimos. Es sólo cuando ya no podemos darles de comer que
ellos nos destruyen.
—¿Cuánto
tiempo has sido un esclavo de sangre?
—Por más
de lo que puedo recordar —susurró Taehyung—. Yo era un niño cuando llegué aquí.
Cuando sus ojos se encontraron, Yoongi sintió una descarga
correr a través de él. Había tanta insolencia en el rostro de Taehyung, pero
estaba matizada con un cansancio que a Yoongi le hizo doler el alma. Supo en
ese momento que si no conseguía sacar a Taehyung de allí, el hombre no iba a
vivir mucho más tiempo. Tan hostil como Taehyung actuaba, su espíritu había
recibido tanto de las palizas como su cuerpo y estaba perdiendo la voluntad de
luchar.
Yoongi no podía soportarlo. Con la protesta de Taehyung
zumbando en sus oídos, agarró al hombre más pequeño y lo atrajo a su pecho. Era
una extraña compulsión, pero Yoongi no pudo contenerse. Quería mantener a Taehyung
seguro. Una vez más, no estaba seguro de por qué le importaba tanto, pero lo
hacía.
Taehyung se puso rígido en estado de shock, sus ojos se
abrieron con algo parecido a la desesperación antes de que sollozara y se
acurrucara en el pecho de Yoongi. El corazón Yoongi fue rasgado en dos cuando
el poderoso Taehyung se derrumbó. El fuego ya no estaba allí, y eso molestaba a
Yoongi. Si fuera honesto consigo mismo, le gustaba la fuerza que Taehyung le
había mostrado. Eso le hacía pensar que Taehyung
sobreviviría a todo esto. Pero las lágrimas demostraban que el tipo estaba más
cerca de renunciar de lo que Yoongi había pensado en un principio.
—¿Por
qué hiciste eso? —Taehyung lloraba en silencio mientras su mano se apretaba
contra el pecho de Yoongi—. Te dije que no me tocaras, y ahora mira lo que has
hecho.
Yoongi miró a Taehyung, desconcertado por el tenue hilo de
histeria que escuchó en la voz del hombre.
—¿Qué fue lo que hice?
—Traté
de advertirte, lo hice —Taehyung susurró casi para sí mismo, un leve quejido
reemplazó las lágrimas del hombre—. Te
dije que no me tocaras. Permanecí alejado de ti. Me quedé al otro lado de la
habitación. Y ahora... y ahora tú has… —Los ojos de Taehyung de pronto se
clavaron en los de Yoongi. Estaban llenos de desesperación y tristeza—. Lo
siento.
Yoongi tuvo sólo una fracción de segundo para darse cuenta
de que los ojos de Taehyung se había vuelto rojo sangre antes de que el hombre
golpeara, hundiendo sus afilados colmillos en la garganta de Yoongi. El aliento
de Yoongi tartamudeó en su pecho y luego lo soltó apresuradamente cuando la
agonía que sentía en su garganta se volvió en un abrumador placer en un abrir y
cerrar de ojos.
La polla de Yoongi se endureció en sus pantalones casi
instantáneamente. Podía sentir su sangre vivificadora siendo succionada a la
boca de Taehyung, y los extraños pequeños gemidos que el hombre hacía. En la
tercera succión de sangre, el placer que inundaba a Yoongi alcanzó un máximo
histórico, y gruñó mientras se corría, saturando los pantalones con su
liberación casi instantánea.
Se quedó allí, jadeando a través de las secuelas de un
orgasmo que le había tomado totalmente por sorpresa mientras Taehyung chupaba
los pocos últimos tragos de sangre y finalmente retiró sus colmillos, lamiendo
su lengua los pinchazos gemelos en la piel de Yoongi.
—Lo
siento —susurró Taehyung de nuevo—. Traté de detenerlo.
Yoongi sintió un pequeño dolor en la garganta al tragar.
—¿Tratar
de detener qué, Taehyung? —Taehyung lentamente levantó la cabeza. Yoongi inhaló
bruscamente cuando vio que los ojos de Taehyung se habían vuelto verdes de
nuevo, pero había un anillo rojo alrededor de los bordes—. Taehyung, tus ojos.
Taehyung inmediatamente bajó sus ojos, mirando a otro lado.
Lo que realmente asustó a Yoongi fue que las contusiones y abrasiones en la
cara de Taehyung comenzaron a desvanecerse mientras lo miraba, volviendo la
piel del rostro de Taehyung de delicado alabastro como eran antes de que fuera
golpeado.
—Taehyung.
—Yoongi alzó el brazo. Sus dedos temblaban mientras acariciaba a lo largo de la
perfecta mejilla de Taehyung—. Cómo…
—Ellos
me hicieron algo —susurró Taehyung, su mandíbula se apretaba mientras se negaba
a mirar a Yoongi.
Yoongi sintió un cosquilleo de aprensión en su estómago.
—¿Qué
hicieron, Taehyung?
Taehyung sacudió la cabeza, con sus puños contra el pecho de
Yoongi. La rabia y tensión era tan espesas en la habitación, que casi eran
tangibles.
—No estoy seguro. Un hombre entró en la habitación en la que
me estaban golpeando. Tomó un poco de mi sangre, y luego se fue. Las cosas se
pusieron un poco borrosas después de eso, pero recuerdo que él regresó más
tarde. Tenía una jeringa con líquido rojo en ella, sangre creo. Peleé contra él
con todo mi ser, pero inyectó el líquido en mi brazo.
Yoongi vagamente recordaba en un punto durante su golpiza a
alguien usando una jeringa para extraer sangre de su brazo. Simplemente no
tenía sentido. ¿Ellos inyectaron su sangre a Taehyung? Si es así, ¿qué estaban
esperando conseguir?
—Creo
que era mi sangre, Taehyung. Sencillamente no entiendo por qué.
La ira se deslizó de los rasgos de Taehyung, menguando hasta
ser sustituido por dolor.
—Fue tu sangre. Me di cuenta. — Un pequeño sollozo sacudió
el pecho de Taehyung—. Los oí hablar mientras me golpeaban, riendo. Ellos...
ellos querían hacerme uno de ellos. Dijeron que había algo en tu sangre que me
convertiría en uno de ellos cuando entrara en mi sistema.
La mirada de Yoongi recorrió la cara de Taehyung y buscó sus
ojos verdes.
—¿Es por eso que no quieres que te toque?
La cabeza de Taehyung giró bruscamente, sin realmente
mirarlo, pero sus ojos atravesaron los de Yoongi con una seriedad que hizo a Yoongi
cansarse.
—Yo ya estaba sintiendo los efectos de tener tu sangre en mi sistema. Sabía que
si me tocabas, no sería capaz de impedir alimentarme de ti. —Él se dio la
vuelta, tirando de sus rodillas hacia el pecho y envolviendo sus brazos
alrededor de ellas—. Lo siento mucho. Traté de detenerlo.
—Sé que
lo hiciste, Taehyung. Está bien —Yoongi le susurró mientras acariciaba con sus
dedos la mejilla de Taehyung de nuevo, deseando que la desesperación que podía
ver claramente en el rostro de Taehyung disminuyera—. No te culpo.
—Yo me
echo la culpa —Taehyung gruñó.
—¿Por
qué? —Yoongi preguntó sorprendido.
—Debido
a que ellos no habrían sabido de tu sangre si no la hubiera probado antes.
Yoongi se estaba confundiendo más con cada segundo.
—¿De qué
estás hablando, Taehyung?
Taehyung se pasó la mano por la cabeza, claramente
frustrado.
—Allá en la sala de espera cuando se suponía que me
mordieras, en su lugar tú te mordiste lengua y...
—Continua
—lo alentó Yoongi.
—Tú
dejaste un poco de sangre en mi cuello. —Taehyung tragó saliva, sus ojos se
apartaron bruscamente—. La sentí con mis dedos y luego me lamí los dedos y…
—¿Y qué,
Taehyung?
Taehyung apretó los labios y sacudió la cabeza como si no
tuviera ninguna intención de contestar, pero Yoongi necesitaba saber.
Necesitaba cada trozo de información que pudiera tener en sus manos si tenía
alguna esperanza de sacarlos de este lío.
Yoongi tomó su barbilla e inclinó la cara de Taehyung hacia
arriba.
—¿Y qué, Taehyung?
Los ojos verdes Taehyung se suavizaron.
—Lo siento mucho—susurró—.
Nunca quise que esto pasara. Ni siquiera sabía que podría suceder. Traté de
detenerlo, pero… —Taehyung sacudió la cabeza mientras tiraba de su barbilla
liberándola—. Lo siento mucho.
Yoongi no estaba seguro de lo receptivo que Taehyung sería
con él, pero apretó al hombre entre sus brazos. Taehyung dudó al principio,
pero luego cedió, descansando su cabeza sobre el pecho de Yoongi. Éste apoyó la
barbilla en la parte superior de la cabeza de Taehyung, tratando de ignorar lo
bien que se sentía. Taehyung estaba caliente y frío, lleno de energía juvenil,
y a continuación taciturno. Yoongi no culpaba al hombre. El tipo había sido
tratado con tal degradación que Yoongi no estaba seguro de si Taehyung saldría
de esto sin volverse completamente loco.
—Taehyung, todavía no me ha dicho exactamente qué es esto. ¿Qué
pasó? ¿Y qué tiene que ver mi sangre con eso?
—Ya
tenía tu sangre en mi sistema cuando empezaron a golpearme. Hubo
algunos efectos secundarios inesperados y… —Taehyung tragó con tanta fuerza que Yoongi
lo sintió en su pecho—
, y los vampiros que me golpeaban lo sabían. Ellos lo podían
ver.
—¿Ver
qué?
—Mis
colmillos.
—¿Tus
colmillos? —Yoongi preguntó confundido.
—Son una
especie de desarrollo reciente.
Yoongi se quedó quieto.
—¿Cuán reciente?
Taehyung se apartó, levantando ligeramente los labios. No
era una sonrisa, pero casi.
—Aparecieron después que probé tu sangre por primera vez.
—Entonces,
¿no eres humano?
—Ya no
más —Taehyung giró la cabeza, como si se avergonzara del hecho de que ahora él
era uno de los vampiros—. Tal vez nunca lo fui. No lo sé. Siempre he sabido que
era diferente. Es por eso que el príncipe me mantuvo cerca en lugar de venderme
a otro aquelarre. Soy el único esclavo de sangre que ha estado aquí tanto
tiempo. La única razón por la que me vendió hoy fue porque él me dijo que ya no
era útil.
—¿Por
qué piensas que es eso?
—Soy un
nul.
Las cejas de Yoongi se alzaron.
—¿Un qué?
—Un nul
—dijo Taehyung—. Puedo anular las habilidades paranormales de otros, como los
cambiaformas. Puedo evitar que ellos cambien o evitar que un lector de la mente
sea capaz de leer los pensamientos de otras personas. Si alguien tiene una
habilidad, puedo evitar que la usen.
—Nunca
he oído hablar de un nul antes.
Taehyung se encogió de hombros.
—No mucha gente lo ha hecho.
Dejando lo del anulador a un lado, nada de esto tenía
sentido para Yoongi.
—Si el príncipe te usa para anular las habilidades de otras
personas, ¿por qué estaba todo el mundo tan seguro de hacerte beber mi sangre?
Taehyung suspiró y se echó hacia atrás, mirando a Yoongi.
—El príncipe ha estado intentando durante años averiguar
cómo transferir mi capacidad de anular paranormales a sí mismo y a los otros
vampiros en su círculo íntimo. Creo que él cree que con mis habilidades puede
hacer a su aquelarre el más fuerte de los alrededores.
—¿A qué
apunta, Taehyung?
—Está
más loco que yo. —Taehyung soltó un bufido—. Él cree que puede dominar el
mundo.
A Yoongi no le gustó el hecho de que Taehyung dijo que
estaba loco, como si no fuera gran cosa, como si acabara de aceptar ese hecho.
Se ocuparía de esa declaración más tarde.
—¿Y qué tiene que ver el beber de mi sangre con eso?
Taehyung se levantó y se volvió hacia Yoongi, con los ojos
un poco salvajes, pero enfocados. Yoongi sabía que el hombre estaba en sus
cabales, sin importar lo que Taehyung pensara de sí mismo. Sabía leer a las
personas muy bien. Era parte de su entrenamiento, pero era algo que siempre
había sido algo natural para él. Podría ser un mal actor como Taehyung
declaraba, pero el vampiro que Yoongi había conocido allá en la sala de
observación estaba con él. Podía leerlo en los ojos del hombre.
Pero en lo que respecta a Taehyung, sólo era un producto de
su entorno. El hombre era salvable, y Yoongi estaba decidido a demostrar a Taehyung
cuán salvable era.
—Ahora
que me he alimentado de ti, por alguna razón soy un adicto a la manera en que
sabes. Parece que no puedo conseguir suficiente, e incluso la más pequeña gota
me da energía y me da una sensación casi eufórica.
No había visto eso venir, pero no era nada que no pudiera
manejar. La idea de un vampiro bebiendo de él enfureció a Yoongi. Pero la idea
de Taehyung bebiendo de él no le molestaba en lo más mínimo. Tal vez porque era
Taehyung, Yoongi no estaba seguro, pero no estaba en contra de la idea. No si Taehyung
fue convertido y necesitaba sangre para vivir.
—Está bien, pero ¿por qué es eso tan importante?
Taehyung miró a Yoongi a los ojos. Los círculos rojo sangre
alrededor de los irises verdes se profundizaron en color cuando el hombre se
acercó, tirando de sus labios en un gruñido, mostrando sus colmillos
amenazadoramente.
—Ellos quieren hacer de ti mi esclavo de sangre.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario