sábado, 13 de agosto de 2022

CAPITULO 3

Yoongi gimió mientras rodaba de su costado a su espalda. Le dolía todo —los brazos, las piernas, la espalda, el pecho, el estómago, incluso su cara. Demonios, se lesionó en lugares que ni siquiera sabía que tenía.

 

Trató de abrir los ojos, pero sólo uno se abría lo suficiente para que pudiera ver, y apenas era una rendija. Yoongi gruñó cuando levantó la mano y sondeó un lado de su cara. De inmediato encontró piel hinchada que le dolía como si los fuegos del infierno le estuvieran quemando.

 

Bueno, eso explicaba por qué no podía ver a través de ese ojo.

 

Lentamente evaluó el resto de sus heridas. Sabía que tenía numerosos cortes y abrasiones en la mayor parte de su cuerpo, por no mencionar las Marcas de mordeduras. Malditos vampiros. Él también estaba bastante seguro de que tenía al menos fisuras en dos costillas, aunque no creía que ninguna de ellas estuviera quebrada. Al menos, esperaba que no. Más allá de un montón de moretones, hinchazón y un esguince de tobillo, parecía que nada estuviera muy horrorosamente fuera de lugar.

 

Habían  trabajado bastante bien en  él. Cuando  los malditos vampiros no lo estaban golpeando, se alimentaban de él. Sus ropas estaban casi en ruinas, pero al menos las piezas y partes importantes estaban cubiertas, incluso si estaban magulladas. Si alguna vez conseguía poner sus manos en el

 vampiro rubio que había tratado de patear sus huevos en su garganta, despellejaría al hijo de puta.

 

Yoongi cuidadosamente se obligó a sentarse, tragó varias veces cuando su estómago amenazó con rebelarse. No podía recordar cuántas veces le habían dado un puñetazo en el estómago. Pero eso lo habría resistido.

 

Era el que bebieran la sangre lo que hizo que su estómago se retorciera. No tenía idea de cuánta sangre había sido succionada de su cuerpo, pero si el remolino en su cabeza era un indicativo, había sido bastante.

 

Limpió un rastro de sangre que goteaba por su barbilla, sin saber si se trataba de una lesión real o si quedó de uno de los vampiros que lo mordieron. No estaba seguro de que le importara en ese momento. Tenía que salir del infierno en el que se encontraba antes de que ellos decidieran volver una segunda vez.

 

Yoongi sacudió la cabeza, hizo una mueca y empujó la palma de la mano en su sien cuando su visión dio vueltas. Dioses, él en realidad no debió haber hecho eso. Estaba empezando a pensar que había mucho que no debería haber hecho, como creer que era lo suficientemente rudo como para entrar en una guarida de vampiros y salir inmediatamente sin ser atrapado.

 

Debería haber sospechado que los vampiros podrían estar esperando por él. Él no era estúpido. Sabía que no todas las criaturas paranormales seguían las reglas, incluso las que ellos mismos establecieron. Algunos eran crueles porque lo disfrutaban.

 

Yoongi dejó caer su mano y levantó la cabeza, mirando a su alrededor todo lo que pudo teniendo en cuenta que la  habitación estaba prácticamente a oscuras, salvo por un rayo de luz que provenía de la pequeña ventana en la puerta. Primero tenía que averiguar dónde estaba, y luego tenía que idear un plan de escape. Si tenía suerte, y dejaba de pensar que era invencible, podría salir de esta con vida.

 

Taehyung, él no estaba tan seguro. No había visto al hombre desde que había sido arrastrado por varios vampiros y llevado a algún cuarto oscuro para su propia paliza. No tenía la menor idea de si el hombre estaba vivo o muerto.

 

Teniendo en cuenta que Taehyung era un esclavo de sangre tratando de escapar, él apostaba que estaría muerto. Yoongi frunció el ceño cuando ese pensamiento causó un dolor en su pecho. No conocía al hombre, entonces, ¿por qué diablos le debería importar más allá del hecho de que no fue capaz de rescatarlo? Tal vez eso era todo. Taehyung había confiado en él, y Yoongi lo había defraudado.

 

Y ahora, Taehyung podría estar muerto.

 

Yoongi se puso de pie y caminó hacia la puerta del otro lado de la habitación. Fue un viaje lento, ya que apenas podía arrastrar sus pies sin sentir dolor. La pequeña ventana en la puerta estaba cubierta con barras. Era prácticamente medieval.

 

Si presionaba un lado de su cabeza contra los barrotes, podía ver sólo un poco por el pasillo. Había más puertas en cada dirección, y antorchas en las paredes. «Antorchas». Yoongi resopló.

 

Era jodidamente medieval.

 

Yoongi sabía que tenía que estar en algún lugar bajo tierra. El suelo tanto como el interior de su celda y el pasillo estaban hechos de tierra. Las paredes interiores de su celda eran de piedra, aunque, por lo que sospechaba, estaba debajo de la propiedad de Lowell Erickson en una especie de caverna subterránea, posiblemente asociada a las tres habitaciones que había visto antes.

 

Eso le hizo volver a preguntarse dónde estaba Taehyung. Era evidente por las palabras de Taehyung cuando hablaron de que estaba muy familiarizado con esta caverna subterránea. Si Yoongi pudiera llegar al hombre, tal vez podrían encontrar otra forma de salir.

 

Sólo tenía que llegar a él.

 

Yoongi pensaba que no sería tan fácil como sonaba en su cabeza. No había ventanas o muebles en su celda, sólo una pila de heno en un rincón y un cubo en la otra. Por el olor, Yoongi sabía que no quería estar demasiado cerca de la cubeta.

 

Su camisa había desaparecido junto con sus botas, armas y mochila. Todo lo que llevaba era un pantalón raído que parecía que estaba a punto de desintegrarse. No tenía nada que ocultar y nada con que luchar.

 

Parecía ser que estaba atrapado entre una posición difícil y... bueno, la puerta de la celda. Yoongi comenzó a caminar por los bordes de la celda mientras consideraba las diferentes formas en que podía escapar. Era obvio que no podía cavar su salida. Las paredes eran de roca sólida.

 

Noquear a uno de los guardias no era una idea terriblemente buena ahora, porque él estaba muy maltratado, dudaba que pudiera luchar contra un ratón. Eso lo dejaba usando su mente, tan difusa como estaba.

 

Yoongi se congeló cuando escuchó un ruido, y luego rápidamente arrastró los pies de regreso hacia la pila de heno en la que había estado cuando despertó. El ruido se había convertido en voces, y ellas estaban viniendo en su dirección. Con suerte, si se detenían en su celda, asumirían que él aún estaba desmayado.

 

Yoongi rápidamente se acostó. Bueno, lo más rápido que pudo considerando que tuvo que apretar los dientes para soportar el dolor durante todo el camino hasta el heno. Se dio la vuelta para así quedar enfrentado a la puerta y luego cerró los ojos, inclinando la cabeza hacia el heno para así poder mirar a través de sus pestañas.

 

Las voces se detuvieron frente a su puerta, y entonces la puerta lentamente se abrió. Yoongi no pudo contener su grito de sorpresa cuando Taehyung fue empujado en su celda, cayendo de rodillas por la fuerza con la que fue lanzado.

 

La cabeza de Taehyung colgó por un momento y luego lentamente se levantó. Yoongi consiguió su primera mirada a la cara de Taehyung. Clavó las uñas en las palmas de sus manos para interrumpir su gruñido. Habían golpeado a Taehyung tanto como lo hicieron con él, si no más. Su rostro era una masa de contusiones, cortes y abrasiones. Yoongi no pudo evitar preguntarse qué más le habían hecho al hombre, sobre todo porque estaba totalmente desnudo.

 

—¡Sólo hazlo! —una voz gruñó desde la puerta.

 

Conmoción se disparó a través de Yoongi cuando Taehyung rodó sobre su culo y miró hacia el vampiro de pie en el umbral.

 

—¡No! —Taehyung gritó—. ¡No voy a hacerlo!

 

Yoongi hizo una mueca cuando Taehyung recibió un fuerte golpe en la cara por su pequeña rebelión.

 

Lo harás o el príncipe te entregará a los guardias.

 

Déjalo —se mofó Taehyung—. Ha estado amenazando con hacerlo durante años. ¿Por qué ahora debería ser diferente?

 

El vampiro, y era el mismo hijo de puta rubio que había tratado de patear las pelotas de Yoongi en su garganta, se acercó y agarró un puñado del cabello de Taehyung, tirando su cabeza hacia atrás.

 

Lo harás, esclavo, o me aseguraré de que el príncipe siga adelante con su amenaza. —El hombre sonrió maliciosamente.

 

—¡Vete a la mierda! —Taehyung escupió en la cara del vampiro—. Estás enojado porque no me puedes joder. El príncipe prohibió estrictamente a cualquier persona de aprovecharse de este dulce culito, y te incita, ¿no es así? Eres un chupasangre bastardo, enfermo y retorcido. No es de extrañar que tu último esclavo de sangre se suicidara. Si tú fueras mi amo, me suicidaría, también.

 

Oh, Taehyung no iba a ganar ningún premio de la amistad de esta manera. Yoongi intentó no moverse aunque se tensó cuando el vampiro golpeó a Taehyung con tanta fuerza, que el hombre voló por la habitación y se estrelló contra el muro de piedra. Taehyung cayó al suelo, pero un pequeño gruñido se oía proveniente del maltratado hombre.

 

Dios le guarde, él sólo se levantó en sus manos y rodillas y escupió la sangre de su boca antes de volverse para mirar al vampiro.

 

—Adelante, golpearme otra vez. Apuesto que a tu príncipe le va a encantar cuando le expliques que me golpeaste tanto que no pude hacer lo que ordenó.

 

El vampiro fulminó con la mirada a Taehyung por un momento antes de dirigirse hacia la puerta.

 

—Tienes veinticuatro horas, mascota. Te sugiero que lo consigas antes de que el príncipe llegue a casa. Él va a estar muy enfadado contigo si no haces lo que ordenó.

 

Ustedes dos pueden joderse.

 

Uno de estos días, voy a ignorar las órdenes del príncipe y mostrarte lo que realmente implica ser jodido.

 

—¡Tan pronto como encuentres a alguien con una polla lo suficientemente grande para hacer el trabajo! —Taehyung gritó.

 

Oh, yo puedo llenar esa orden. Ni si quieras preocupes a tu linda cabecita, chico.

 

En esta ocasión, Yoongi no pudo evitar que su gruñido escapase. No estaba seguro de por qué se sentía tan condenadamente protector de Taehyung, pero lo hacía. Tal vez era porque admiraba el fuego en el hombre. Taehyung había sido abusado, utilizado y tratado como una mierda, y todavía no se daba por vencido. Él era como un león, rugiendo a toda injusticia que le pasara. Yoongi estaba muy impresionado.

 

Oh, mira —dijo el vampiro con sarcasmo—, tu amiguito está despierto. Si bien no me importa, como bien sabes, debería ser mucho más fácil para ti llevar a cabo tu misión si está despierto.

 

Yoongi no se movió hasta que la puerta de la celda se cerró de golpe. En el momento en que lo hizo, se levantó de su lecho de heno y se arrastró hacia Taehyung. Justo cuando comenzaba a alcanzar el brazo de Taehyung, el hombre se apartó.

 

Por favor, no —susurró Taehyung, su tono de voz suave estaba en desacuerdo con el hombre gruñendo que Yoongi había visto regañando a un vampiro hace unos momentos, o con el hombre que le había parecido un poco desconectado en la sala de exhibición.

 

Yoongi había pensado que el hombre estaba un poco chiflado, pero el tipo acurrucado delante de él era una contradicción enorme. Estaba confundido como el infierno, pero sabía que tenía que proteger a Taehyung. Estaba en la naturaleza de Yoongi estar pendiente de los desamparados. Taehyung podría ser fuego y fuerza, pero Yoongi podía ver la vulnerabilidad en sus ojos y le destrozaba ver al hombre herido.

 

Taehyung, está bien. Soy yo, Yoongi.

 

Sé quién eres —le susurró Taehyung.

 

Yoongi se deslizó un par de pulgadas más cerca. Frunció el ceño cuando Taehyung se deslizó hacia atrás.

 

—Sólo quiero comprobar y ver cuán lesionado estás, Taehyung.

 

Sanaré.

 

Taehyung…

 

Por favor, no me puedes tocar.

 

—¿Por qué no?

 

Taehyung simplemente sacudió la cabeza, apartando su rostro.

 

Está bien, Taehyung, no voy a tocarte, pero acércate al heno donde el suelo es un poco más suave. Puedes estirarte y acostarte.

 

La cabeza de Taehyung se inclinó atrás hacia Yoongi, y el hombre sólo parecía mirarlo a través de la oscuridad. Después de un momento, Taehyung asintió y empezó a gatear hacia la pila de heno. Sólo cuando Taehyung se arrastró a través del haz de la luz que provenía de la ventana enrejada fue que Yoongi tuvo una mejor visión de las lesiones del hombre.

 

Él no pudo reprimir su pequeño jadeo.

 

Habían abusado en Taehyung mucho más de lo que habían hecho con él.

 

—¿Qué han hecho contigo, Taehyung?

 

He tenido peores.

 

«¿En serio?» Yoongi no estaba seguro de cómo el hombre aún estaba consciente, ¿y dijo que había experimentado peores?

 

—¿Cuando?

 

Taehyung se arrastró los últimos centímetros hacia la pila de heno y se dejó caer sobre ella con un gruñido suave. Se quedó allí un momento, jadeando como si quisiera recuperar el aliento, y luego se echó a reír.

 

—No creo que sea un esclavo de sangre muy obediente.

 

—¿Sí? —Yoongi preguntó mientras se hacía a un lado y se tendía sobre el heno junto a Taehyung, asegurándose de que no se tocaban. Taehyung parecía tener problemas con el tacto, y Yoongi no podía culparlo, no después de lo que había pasado. No era de extrañar que el hombre estuviera un poco desconectado. Yoongi estaría loco de remate si estuviera en el lugar de Taehyung—. ¿Por qué no?

 

Como he dicho, esta no es la primera vez que me han golpeado. Si fuera un buen esclavo de sangre, seguiría sus órdenes sin vacilar, pero parece que no puedo hacer eso.

 

Yoongi no sabía qué pensar. Taehyung parecía bastante orgulloso del hecho de que había sido golpeado por su desobediencia. De la forma en que el pequeño hombre actuaba, Yoongi sabía que Taehyung no era un esclavo de sangre obediente, pero él no sabía la historia del hombre, no en su totalidad. Y no estaba seguro de querer saberla. Vio cuán desalmados eran los vampiros, y sólo podía imaginar lo que Taehyung había vivido.

 

Taehyung hizo un gesto con la mano hacia su rostro.

 

—Y esto realmente no es tan malo como parece. Voy a sanar muy pronto.

 

Se ve muy mal, Taehyung.

 

Lucía peor la última vez —dijo Taehyung con una pequeña sonrisa desafiante—. Pasé una semana en cama, recuperándome.

 

—¿Que sucedió la última vez que te golpearon?

 

Había otro esclavo de sangre siendo retenido aquí abajo. El príncipe realmente lo odiaba por alguna razón. Ordenó que Chanyeol estuviera a pan y agua. —Los hombros de Taehyung se elevaron mientras se encogía de hombros—. Le di a escondidas un poco de comida, y el guardia me atrapó.

 

—¿Chanyeol? —¿Dónde había oído ese nombre antes?—. ¿Todavía está aquí?

 

No, el príncipe lo vendió a otro aquelarre.

 

Lo siento.

 

Taehyung se encogió de hombros otra vez.

 

—Sucede. Los esclavos de sangre son objeto de comercio entre los aquelarres como hogazas de pan. Mientras seamos capaces de producir sangre para nuestros amos, vivimos. Es sólo cuando ya no podemos darles de comer que ellos nos destruyen.

 

—¿Cuánto tiempo has sido un esclavo de sangre?

 

Por más de lo que puedo recordar —susurró Taehyung—. Yo era un niño cuando llegué aquí.

 

Cuando sus ojos se encontraron, Yoongi sintió una descarga correr a través de él. Había tanta insolencia en el rostro de Taehyung, pero estaba matizada con un cansancio que a Yoongi le hizo doler el alma. Supo en ese momento que si no conseguía sacar a Taehyung de allí, el hombre no iba a vivir mucho más tiempo. Tan hostil como Taehyung actuaba, su espíritu había recibido tanto de las palizas como su cuerpo y estaba perdiendo la voluntad de luchar.

 

Yoongi no podía soportarlo. Con la protesta de Taehyung zumbando en sus oídos, agarró al hombre más pequeño y lo atrajo a su pecho. Era una extraña compulsión, pero Yoongi no pudo contenerse. Quería mantener a Taehyung seguro. Una vez más, no estaba seguro de por qué le importaba tanto, pero lo hacía.

 

Taehyung se puso rígido en estado de shock, sus ojos se abrieron con algo parecido a la desesperación antes de que sollozara y se acurrucara en el pecho de Yoongi. El corazón Yoongi fue rasgado en dos cuando el poderoso Taehyung se derrumbó. El fuego ya no estaba allí, y eso molestaba a Yoongi. Si fuera honesto consigo mismo, le gustaba la fuerza que Taehyung le había mostrado. Eso le hacía pensar que  Taehyung sobreviviría a todo esto. Pero las lágrimas demostraban que el tipo estaba más cerca de renunciar de lo que Yoongi había pensado en un principio.

 

—¿Por qué hiciste eso? —Taehyung lloraba en silencio mientras su mano se apretaba contra el pecho de Yoongi—. Te dije que no me tocaras, y ahora mira lo que has hecho.

 

Yoongi miró a Taehyung, desconcertado por el tenue hilo de histeria que escuchó en la voz del hombre.

 

—¿Qué fue lo que hice?

 

Traté de advertirte, lo hice —Taehyung susurró casi para sí mismo, un leve quejido reemplazó las lágrimas del hombre—.  Te dije que no me tocaras. Permanecí alejado de ti. Me quedé al otro lado de la habitación. Y ahora... y ahora tú has… —Los ojos de Taehyung de pronto se clavaron en los de Yoongi. Estaban llenos de desesperación y tristeza—. Lo siento.

 

Yoongi tuvo sólo una fracción de segundo para darse cuenta de que los ojos de Taehyung se había vuelto rojo sangre antes de que el hombre golpeara, hundiendo sus afilados colmillos en la garganta de Yoongi. El aliento de Yoongi tartamudeó en su pecho y luego lo soltó apresuradamente cuando la agonía que sentía en su garganta se volvió en un abrumador placer en un abrir y cerrar de ojos.

 

La polla de Yoongi se endureció en sus pantalones casi instantáneamente. Podía sentir su sangre vivificadora siendo succionada a la boca de Taehyung, y los extraños pequeños gemidos que el hombre hacía. En la tercera succión de sangre, el placer que inundaba a Yoongi alcanzó un máximo histórico, y gruñó mientras se corría, saturando los pantalones con su liberación casi instantánea.

 

Se quedó allí, jadeando a través de las secuelas de un orgasmo que le había tomado totalmente por sorpresa mientras Taehyung chupaba los pocos últimos tragos de sangre y finalmente retiró sus colmillos, lamiendo su lengua los pinchazos gemelos en la piel de Yoongi.

 

Lo siento —susurró Taehyung de nuevo—. Traté de detenerlo.

 

Yoongi sintió un pequeño dolor en la garganta al tragar.

 

¿Tratar de detener qué, Taehyung? —Taehyung lentamente levantó la cabeza. Yoongi inhaló bruscamente cuando vio que los ojos de Taehyung se habían vuelto verdes de nuevo, pero había un anillo rojo alrededor de los bordes—. Taehyung, tus ojos.

 

Taehyung inmediatamente bajó sus ojos, mirando a otro lado. Lo que realmente asustó a Yoongi fue que las contusiones y abrasiones en la cara de Taehyung comenzaron a desvanecerse mientras lo miraba, volviendo la piel del rostro de Taehyung de delicado alabastro como eran antes de que fuera golpeado.

 

Taehyung. —Yoongi alzó el brazo. Sus dedos temblaban mientras acariciaba a lo largo de la perfecta mejilla de Taehyung—. Cómo…

 

Ellos me hicieron algo —susurró Taehyung, su mandíbula se apretaba mientras se negaba a mirar a Yoongi.

 

Yoongi sintió un cosquilleo de aprensión en su estómago.

 

¿Qué hicieron, Taehyung?

 

Taehyung sacudió la cabeza, con sus puños contra el pecho de Yoongi. La rabia y tensión era tan espesas en la habitación, que casi eran tangibles.

 

—No estoy seguro. Un hombre entró en la habitación en la que me estaban golpeando. Tomó un poco de mi sangre, y luego se fue. Las cosas se pusieron un poco borrosas después de eso, pero recuerdo que él regresó más tarde. Tenía una jeringa con líquido rojo en ella, sangre creo. Peleé contra él con todo mi ser, pero inyectó el líquido en mi brazo.

 

Yoongi vagamente recordaba en un punto durante su golpiza a alguien usando una jeringa para extraer sangre de su brazo. Simplemente no tenía sentido. ¿Ellos inyectaron su sangre a Taehyung? Si es así, ¿qué estaban esperando conseguir?

 

Creo que era mi sangre, Taehyung. Sencillamente no entiendo por qué.

 

La ira se deslizó de los rasgos de Taehyung, menguando hasta ser sustituido por dolor.

 

—Fue tu sangre. Me di cuenta. — Un pequeño sollozo sacudió el pecho de Taehyung—. Los oí hablar mientras me golpeaban, riendo. Ellos... ellos querían hacerme uno de ellos. Dijeron que había algo en tu sangre que me convertiría en uno de ellos cuando entrara en mi sistema.

 

La mirada de Yoongi recorrió la cara de Taehyung y buscó sus ojos verdes.

 

—¿Es por eso que no quieres que te toque?

 

La cabeza de Taehyung giró bruscamente, sin realmente mirarlo, pero sus ojos atravesaron los de Yoongi con una seriedad que hizo a Yoongi cansarse.

 

—Yo ya estaba sintiendo los efectos  de tener tu sangre en mi sistema. Sabía que si me tocabas, no sería capaz de impedir alimentarme de ti. —Él se dio la vuelta, tirando de sus rodillas hacia el pecho y envolviendo sus brazos alrededor de ellas—. Lo siento mucho. Traté de detenerlo.

 

Sé que lo hiciste, Taehyung. Está bien —Yoongi le susurró mientras acariciaba con sus dedos la mejilla de Taehyung de nuevo, deseando que la desesperación que podía ver claramente en el rostro de Taehyung disminuyera—. No te culpo.

 

Yo me echo la culpa —Taehyung gruñó.

 

—¿Por qué? —Yoongi preguntó sorprendido.

 

Debido a que ellos no habrían sabido de tu sangre si no la hubiera probado antes.

 

Yoongi se estaba confundiendo más con cada segundo.

 

¿De qué estás hablando, Taehyung?

 

Taehyung se pasó la mano por la cabeza, claramente frustrado.

 

—Allá en la sala de espera cuando se suponía que me mordieras, en su lugar tú te mordiste lengua y...

 

Continua —lo alentó Yoongi.

 

Tú dejaste un poco de sangre en mi cuello. —Taehyung tragó saliva, sus ojos se apartaron bruscamente—. La sentí con mis dedos y luego me lamí los dedos y…

 

—¿Y qué, Taehyung?

 

Taehyung apretó los labios y sacudió la cabeza como si no tuviera ninguna intención de contestar, pero Yoongi necesitaba saber. Necesitaba cada trozo de información que pudiera tener en sus manos si tenía alguna esperanza de sacarlos de este lío.

 

Yoongi tomó su barbilla e inclinó la cara de Taehyung hacia arriba.

 

—¿Y qué, Taehyung?

 

Los ojos verdes Taehyung se suavizaron.

 

—Lo siento muchosusurró—. Nunca quise que esto pasara. Ni siquiera sabía que podría suceder. Traté de detenerlo, pero… —Taehyung sacudió la cabeza mientras tiraba de su barbilla liberándola—. Lo siento mucho.

 

Yoongi no estaba seguro de lo receptivo que Taehyung sería con él, pero apretó al hombre entre sus brazos. Taehyung dudó al principio, pero luego cedió, descansando su cabeza sobre el pecho de Yoongi. Éste apoyó la barbilla en la parte superior de la cabeza de Taehyung, tratando de ignorar lo bien que se sentía. Taehyung estaba caliente y frío, lleno de energía juvenil, y a continuación taciturno. Yoongi no culpaba al hombre. El tipo había sido tratado con tal degradación que Yoongi no estaba seguro de si Taehyung saldría de esto sin volverse completamente loco.

 

—Taehyung, todavía no me ha dicho exactamente qué es esto. ¿Qué pasó? ¿Y qué tiene que ver mi sangre con eso?

 

Ya tenía tu sangre en mi sistema cuando empezaron a golpearme.  Hubo  algunos  efectos secundarios  inesperados y… Taehyung tragó con tanta fuerza que Yoongi lo sintió en su pecho—

, y los vampiros que me golpeaban lo sabían. Ellos lo podían ver.

 

—¿Ver qué?

 

Mis colmillos.

 

—¿Tus colmillos? —Yoongi preguntó confundido.

 

Son una especie de desarrollo reciente.

 

Yoongi se quedó quieto.

 

—¿Cuán reciente?

 

Taehyung se apartó, levantando ligeramente los labios. No era una sonrisa, pero casi.

 

—Aparecieron después que probé tu sangre por primera vez.

 

Entonces, ¿no eres humano?

 

Ya no más —Taehyung giró la cabeza, como si se avergonzara del hecho de que ahora él era uno de los vampiros—. Tal vez nunca lo fui. No lo sé. Siempre he sabido que era diferente. Es por eso que el príncipe me mantuvo cerca en lugar de venderme a otro aquelarre. Soy el único esclavo de sangre que ha estado aquí tanto tiempo. La única razón por la que me vendió hoy fue porque él me dijo que ya no era útil.

 

—¿Por qué piensas que es eso?

 

Soy un nul.

 

Las cejas de Yoongi se alzaron.

 

—¿Un qué?

 

Un nul —dijo Taehyung—. Puedo anular las habilidades paranormales de otros, como los cambiaformas. Puedo evitar que ellos cambien o evitar que un lector de la mente sea capaz de leer los pensamientos de otras personas. Si alguien tiene una habilidad, puedo evitar que la usen.

 

Nunca he oído hablar de un nul antes.

 

Taehyung se encogió de hombros.

 

—No mucha gente lo ha hecho.

 

Dejando lo del anulador a un lado, nada de esto tenía sentido para Yoongi.

 

—Si el príncipe te usa para anular las habilidades de otras personas, ¿por qué estaba todo el mundo tan seguro de hacerte beber mi sangre?

 

Taehyung suspiró y se echó hacia atrás, mirando a Yoongi.

 

—El príncipe ha estado intentando durante años averiguar cómo transferir mi capacidad de anular paranormales a sí mismo y a los otros vampiros en su círculo íntimo. Creo que él cree que con mis habilidades puede hacer a su aquelarre el más fuerte de los alrededores.

 

—¿A qué apunta, Taehyung?

 

Está más loco que yo. —Taehyung soltó un bufido—. Él cree que puede dominar el mundo.

 

A Yoongi no le gustó el hecho de que Taehyung dijo que estaba loco, como si no fuera gran cosa, como si acabara de aceptar ese hecho. Se ocuparía de esa declaración más tarde.

 

—¿Y qué tiene que ver el beber de mi sangre con eso?

 

Taehyung se levantó y se volvió hacia Yoongi, con los ojos un poco salvajes, pero enfocados. Yoongi sabía que el hombre estaba en sus cabales, sin importar lo que Taehyung pensara de sí mismo. Sabía leer a las personas muy bien. Era parte de su entrenamiento, pero era algo que siempre había sido algo natural para él. Podría ser un mal actor como Taehyung declaraba, pero el vampiro que Yoongi había conocido allá en la sala de observación estaba con él. Podía leerlo en los ojos del hombre.

 

Pero en lo que respecta a Taehyung, sólo era un producto de su entorno. El hombre era salvable, y Yoongi estaba decidido a demostrar a Taehyung cuán salvable era.

 

Ahora que me he alimentado de ti, por alguna razón soy un adicto a la manera en que sabes. Parece que no puedo conseguir suficiente, e incluso la más pequeña gota me da energía y me da una sensación casi eufórica.

 

No había visto eso venir, pero no era nada que no pudiera manejar. La idea de un vampiro bebiendo de él enfureció a Yoongi. Pero la idea de Taehyung bebiendo de él no le molestaba en lo más mínimo. Tal vez porque era Taehyung, Yoongi no estaba seguro, pero no estaba en contra de la idea. No si Taehyung fue convertido y necesitaba sangre para vivir.

 

—Está bien, pero ¿por qué es eso tan importante?

 

Taehyung miró a Yoongi a los ojos. Los círculos rojo sangre alrededor de los irises verdes se profundizaron en color cuando el hombre se acercó, tirando de sus labios en un gruñido, mostrando sus colmillos amenazadoramente.

 

—Ellos quieren hacer de ti mi esclavo de sangre.

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