sábado, 13 de agosto de 2022

CAPITULO 4

Taehyung estaba bastante seguro de que la noche había caído. Era sólo una sensación que tenía, y una que no podía explicar, pero sabía que el sol se había puesto. No habría sido capaz de decirle a nadie exactamente cuánto tiempo había estado allí tendido sobre el heno, envuelto por los brazos de Yoongi, pero sabía que era de noche afuera. Podía sentirlo en sus huesos.

 

Y eso no era todo lo que podía sentir.

 

Después de haber intentado todo lo posible para espantar a Yoongi con su confesión, el hombre sólo jaló a Taehyung a sus brazos y se acurrucó con él. Taehyung estaba confundido como el infierno, así que no protestó. Pero cuanto más tiempo se quedaba aquí, más consciente estaba del cuerpo de Yoongi.

 

Su piel le dolía como si hubiese sido estirada sobre los huesos. Taehyung intentó no moverse tanto, mientras Yoongi estaba dormido, o desmayado. Taehyung no estaba seguro de cuál de las dos cosas era. Los ojos de Yoongi se habían cerrado hace horas, y luego su cuerpo se desplomó como si toda la tensión hubiese desaparecido de él. Taehyung había estado sosteniendo a Yoongi desde entonces.

 

Y era pura agonía.

 

Cada centímetro de la piel de Yoongi que lo tocaba distraía a Taehyung. No sabía cuánto tiempo más podría seguir sosteniendo a Yoongi sin alimentarse de él otra vez, y eso era lo último que quería hacer.

 

Podía estar enojado, herido, ser loco y vengativo, pero no quería hacerle daño a Yoongi. El hombre había sido nada más que amable con él. Había tratado de rescatar a Taehyung, poniendo su propia vida en juego.

 

Puro miedo ennegrecido se extendió por Taehyung mientras olfateaba el aire. El olor de la sangre de Yoongi era fuerte. Llamaba a Taehyung en los niveles más profundos de su ser. Empezó a temblar de miedo ante las imágenes construyéndose en su cabeza. Si no conseguía controlarse, atacaría a Yoongi de nuevo, y entonces sabría que su alma verdaderamente estaría perdida.

 

Taehyung estaba disgustado por su deseo de alimentarse de la sangre de Yoongi. Era enfermizo y depravado y lo convertía en una de las criaturas que él había despreciado durante años. Taehyung se negaba a convertirse en uno de esos fríos y calculadores monstruos.

 

Sabía cómo se sentía ser utilizado, y no iba a condenar a Yoongi a la misma vida en la que él mismo se estaba ahogando. Pelearía la adicción con cada célula de su cuerpo. Yoongi era un buen hombre. Tenía que ser. El tipo había tratado de rescatar a Taehyung. Ningún hombre malvado con intenciones enfermas hubiera pasado por tantos problemas, y luego seguir hablando con

Taehyung después de ser golpeado por sus intentos.

 

No, en la mente de Taehyung, Yoongi era un hombre muy bueno, demasiado bueno para ser convertido en un esclavo de sangre.

 

Se apartó de Yoongi y rodó sobre sus manos y rodillas, arrastrándose hasta el punto más alejado de la habitación del hombre. Se recostó contra la pared de piedra junto a la puerta y tiró de sus rodillas hacia el pecho.

 

Su mejor opción era permanecer lo más lejos de Yoongi como le fuera posible. Era la única manera de salvar al hombre de los desesperados deseos girando alrededor de su interior. Y sabía que tenía que salvar a Yoongi. Había un profundo sentimiento dentro de Taehyung que decía que la vida de Yoongi era más importante que la suya.

 

Trató de mantener su frágil control de romperse por todo el suelo cuando Yoongi gimió y rodó a su costado. La mano del hombre se acercó y acarició el heno junto a él como si estuviera buscando algo…o a alguien.

 

Los ojos de Yoongi revolotearon abriéndose, y buscando en la habitación hasta que su mirada se posó en Taehyung.

 

—¿Qué estás haciendo allí?

 

Taehyung apretó los labios y negó con la cabeza. Tenía  miedo de abrir la boca, de lo que podría suceder. La necesidad de probar la sangre de Yoongi otra vez era abrumadora. Era como un hambre oscura que nunca había sentido antes, arañando su propio intestino por tomar sólo una pequeña muestra. Él sabía que no podía. Una muestra nunca sería suficiente. Un miedo glacial se arremolinó alrededor de su corazón. Tenía que permanecer lejos de Yoongi aunque fuera la última cosa que hiciera.

 

—¿Taehyung?

 

No puedo —respondió con una voz que temblaba con apenas la moderación suficiente para contenerlo.

 

Yoongi se incorporó, apoyándose sobre su brazo.

 

—¿Qué sucede?

 

Taehyung apretó los labios mientras devolvía la mirada de Yoongi. No podía decirlo. Simplemente no podía. Eso podría hacerlo realidad. Él ya estaba viviendo en una pesadilla. Taehyung no arrastraría a Yoongi con él. Tenía que luchar contra el  demonio que se había desatado en su interior.

 

Los ojos color chocolate de Yoongi perforaban en Taehyung.

 

¿Necesitas alimentarte de nuevo?

 

Taehyung ahogó un gruñido hambriento, asustado por la necesidad creciendo en él.

 

—Sí —susurró.

 

—¡Entonces ven! —Yoongi hizo señas con su mano para  que Taehyung se acercara.

 

Mitad con anticipación, mitad con pavor, Taehyung se arrastró de vuelta a través del suelo hasta que estuvo a pocos centímetros de Yoongi. Sabía que debía mantenerse alejado de ese hombre, pero como le había dicho a Yoongi, era adicto al olor de la sangre del hombre frente a él. Su cuerpo vibraba de necesidad, incluso cuando se acercaba, pero Taehyung luchó contra la necesidad de hundir sus colmillos en la suave piel de Yoongi.

 

— No me dejes... —Tragó saliva, el aliento en su garganta parecía haberse solidificado—. No dejes que te lastime. Por favor.

 

No me harás daño, Taehyung.

 

Después de años de serle negado cualquier tipo de contacto, cualquier tipo de amabilidad o calidez, Taehyung agradecido se envolvió en los brazos que Yoongi le tendía. Respiraba en superficiales y rápidas bocanadas mientras apretaba la nariz contra el pecho desnudo de Yoongi e inhalaba tan profundamente como pudo.

 

—Hueles tan bien.

 

Me alegro de que pienses así. —Yoongi se rio entre dientes.

 

Taehyung movió su nariz hasta un corte a lo largo del pecho de Yoongi justo debajo de la clavícula.

 

—Puedo oler tu sangre — murmuró mientras frotaba la nariz a lo largo del borde dentado del corte—. Estás herido.

 

Voy a sanar.

 

Puedo ayudarte con eso. —Taehyung se levantó para mirar a los ojos de Yoongi—. ¿Sabías que la saliva de un vampiro tiene un agente curativo en ella?

 

—¿Oh?

 

Taehyung asintió, mirando hacia abajo el pecho de Yoongi. Había tantos cortes, tantos rasguños y arañazos, tantas malditas tentaciones justo en frente de él. No entendía cómo Yoongi estaba hablando claro, con frases concisas, y sin estar gritando a todo pulmón en agonía.

 

Hombres más fuertes que Yoongi habían caído presa de los vampiros en esta casa de locos, y sus gritos torturados todavía sonaban claramente en los pasillos de esta tumba. Ellos habían muerto suplicando por sus vidas, para que los vampiros los liberaran o mostraran misericordia.

 

No había piedad para dar. Taehyung era un testimonio viviente de ello.

 

Pero Taehyung sabía que Yoongi era diferente. Los vampiros podrían haber capturado y golpeado al hombre, pero Yoongi tenía una fuerza en él que casi brillaba a su alrededor. Era alguien en quien Taehyung estaba empezando a creer que podía confiar, y por el que tal vez podría perderse.

 

Así es como los vampiros evitan que sus esclavos de sangre se mueran a causa de tantas mordidas. Su saliva tiene un coagulante en ella que hace que la sangre se coagule de manera que el esclavo de sangre no se desangre hasta morir.

 

—Pero eso es, si los vampiros quieren que su refrigerio viva. Y si ellos no lo quieren, drenan a la pobre alma hasta que no queda nada más que una cáscara vacía donde una vez hubo un humano.

 

Antes de que Yoongi pudiera protestar, Taehyung se inclinó y lamió la herida en el pecho de Yoongi de un extremo al otro. Levantó la cabeza y miró, sonriendo con satisfacción cuando el

 corte comenzó a sanar ante sus ojos, convirtiéndolo en un pliegue de carne rosada en vez de un corte sangriento.

 

Tendría que haber pensado en esto antes.

 

Taehyung pasó al siguiente corte y luego al siguiente, lamiendo un camino a través del pecho de Yoongi y los costados, y luego hacia abajo a su abdomen. Incluso levantó los brazos de Yoongi y lamió los cortes a lo largo de sus bíceps y antebrazos.

 

Una vez que hubo terminado con la parte superior del cuerpo de Yoongi, empujó sus pantalones rasgados a un lado y se puso a trabajar en sus piernas. En el momento en que hubo terminado, había lamido toda la sangre del cuerpo de Yoongi, sus cortes fueron cerrados y curados, y la respiración de Yoongi era más fácil.

 

Y Taehyung estaba tan duro que se tumbó de lado para ocultar su erección. Pudo haber sido desenfrenado en sus pensamientos, pero en realidad, no era tan valiente. Quería a Yoongi, de la peor manera, pero no tenía ni idea de qué hacer para saciar sus deseos.

 

Taehyung miró hacia abajo a Yoongi, evaluando sus heridas.

 

¿Me he perdido algo?

 

No. —Yoongi se rio entre dientes—. Creo que más o menos me lamiste de la cabeza a los pies.

 

Taehyung rápidamente desvió la mirada, perplejo por las emociones hirviendo dentro de él. Nunca antes había deseado a alguien, no viviendo con los vampiros. Pero Yoongi le hacía sentirse vivo, y eso asustó a Taehyung.

 

—Sólo intentaba ayudar.

 

Lo hiciste. —Taehyung se volvió cuando vio el destello de  la mano de Yoongi por el rabillo del ojo. Cuando Yoongi acarició un lado de su rostro, Taehyung se inclinó hacia la caricia—. Me siento mucho mejor de como lo hacía. Muchas gracias.

 

Los labios de Taehyung se comprimieron y asintió.

 

—¿Qué hay de ti? —Yoongi preguntó—. ¿Has sanando por completo?

 

Una vez más, Taehyung sintió el calor subiendo por su rostro.

 

—Sí, la sangre que tomé de ti pareció ayudar.

 

—¿Necesitas alimentarte de nuevo?

 

Oh dioses, quería decir que sí, pero Taehyung sacudió la cabeza.

 

—No, estoy bien. La sangre que lamí de ti ayudó. — Susurrar esas palabras fue probablemente la cosa más difícil que había hecho nunca, pero no quería forzar a Yoongi a que lo alimentara. Prefería morir de hambre.

 

—¿Estás seguro, Taehyung?

 

Taehyung no estaba seguro de una maldita cosa. Sus ojos se dispararon a Yoongi cuando oyó el enronquecimiento en la voz del hombre. Un tenso silencio envolvió la habitación. Taehyung podía ver el hambre creciendo en los ojos oscuros de Yoongi y sabía que reflejaba sus propios sentimientos, sin importar lo duro que luchara por ocultar sus necesidades. Sencillamente no entendía por qué Yoongi lo estaba afectando de esta manera.

 

—¿Quieres que me alimente de ti? —preguntó con un poco de sarcasmo para ocultar su miedo. ¿A Yoongi gusta ser mordido?

 

Estoy bien con ello, pero sólo si eres tú.

 

Taehyung se estremeció, la necesidad de simplemente aceptar las palabras de Yoongi como un hecho casi lo apabulló. Sería tan fácil hundir sus nuevos colmillos en la carne de Yoongi y beber hasta la inconsciencia.

 

Y eso aterraba a Taehyung. Vivía con monstruos, pero él no era un monstruo.

 

Respiró hondo y trató de relajarse. No podía someter a Yoongi a sus perversas necesidades. No sería justo. Yoongi había venido simplemente para rescatarlo. Él no firmó para ser torturado y luego ser usado como una bolsa de sangre. Se mordió el labio nerviosamente y miró hacia otro lado.

 

Gracias, pero yo...

 

Taehyung, ven.

 

La ira de Taehyung se disparó ante lo que se había convertido, y luego expresó su peor miedo, por supuesto, en el más sarcástico de los tonos. Yoongi estaba llegando a él, haciendo su muro de protección desmoronarse. Taehyung usaba el sarcasmo y la rabia para proteger su corazón y su mente, pero Yoongi  estaba pasando todas sus defensas.

 

—Estás siendo muy valiente alrededor de un nuevo vampiro. ¿Qué pasa si no puedo detenerme y te dreno?

 

Te voy a detener antes de que eso ocurra, Taehyung. Lo prometo.

 

Taehyung sólo escuchó a medias las garantías de Yoongi mientras luchaba con su propia conciencia. No tenía el derecho de pedirle esto de Yoongi. Él... Taehyung dio un gruñido bajo cuando Yoongi agarró su brazo y tiró de él hacia abajo en la pila de heno, acurrucándolo cerca.

 

Estás jugando con fuego, idiota. No soy un monstruo como ellos, pero estás tentando a un chupasangre recién convertido. —Taehyung se encogió interiormente ante lo que acababa de llamarse, pero tenía que hacer ver a Yoongi lo que le estaba haciendo. Él era sólo un… hum... mierda, ya no más. Ahora tenía algo más que añadir a las cosas-desagradables- que-le-han-pasado a su lista. Parecía que últimamente estaba creciendo muy, muy rápido.

 

Está bien, Taehyung. Tú no lo estás tomando de mí u obligándome a hacer algo que no quiero hacer —dijo Yoongi mientras volvía la cabeza ofreciéndole su garganta a Taehyung—. Yo lo estoy ofreciendo.

 

Taehyung gimió cuando el pulso en la garganta de Yoongi lo llamó. Thump. Thump. Thump. Era más de lo que podía ignorar, sobre todo cuando Yoongi parecía tan dispuesto. Taehyung se inclinó hacia delante y raspó sus colmillos a lo largo del arco del cuello de Yoongi.

 

Cuando hundió sus colmillos en la piel de Yoongi, escuchó además de sentir el gemido que rodó por la garganta del hombre. Las manos de Yoongi se apretaron en los brazos de Taehyung cuando éste comenzó a chupar, la caliente y deliciosa sangre-que-satisface-al-alma salpicando a través de su lengua.

 

Taehyung podía sentir los nutrientes que le daban vida en la sangre de Yoongi sumergiéndose en sus células, trayéndolas nuevamente a la vida, vigorizándolas. La demanda de su sistema era abrumadora. Su corazón se sobresaltó, y su pulso empezó a golpear. El mismo aire a su alrededor parecía electrizado.

 

Podía sentir el corazón de Yoongi latiendo contra el suyo y el cuerpo del hombre tensándose. Taehyung se congeló cuando sus sentidos saltaron a la vida. Podía oler la sangre de Yoongi, saborearla en su lengua. Pero había algo más en el aire, algo más.

 

Cuando Yoongi gimió y movió a Taehyung para acunar sus muslos, Taehyung lo supo, y se vanaglorió en la reacción de Yoongi. Nunca se había excitado con ningún vampiro que se alimentara de él. Tal vez era diferente para Yoongi ya que el hombre estaba ofreciendo su sangre en lugar de ser forzado.

 

Taehyung sólo podía esperar eso.

 

Se inclinó y palmeó la erección de Yoongi a través del material andrajoso que lo cubría. Yoongi gruñó y se apartó. Por un momento, Taehyung pensó que había leído mal las cosas, que Yoongi no estaba excitado por ser mordido, hasta que sintió la mano de Yoongi mover la suya y entonces el hombre empezó a follar en su contra.

 

Sin embargo, Taehyung estaba confundido por la reacción de Yoongi. Rápidamente retiró sus dientes y lamió la Marca de mordedura cerrándola, pues no quería que Yoongi siguiera sangrado. Y luego levantó su cabeza para mirar hacia abajo en la cara de Yoongi.

 

Yoongi, qué...

 

Estoy un poco sensible ahí abajo, bebé. Ese maldito vampiro rubio con la cicatriz en su mejilla intentó patear mis huevos hasta mi garganta.

 

—¿Víctor?

 

—¿Ese es su nombre?

 

Taehyung asintió y miró abajo, hacia la entrepierna de Yoongi. Se sorprendió al encontrar que incluso con la poca luz, podía ver a Yoongi perfectamente. Y él tenía razón. Había moretones en la piel que Taehyung podía ver a través de la tela rasgada. Si Víctor había dañado las golosinas de Yoongi, Taehyung iba a cazar al hombre y extraer las bolas de su cuerpo. Él estaba caliente, pero no era un bastardo. Si Yoongi no podía hacer nada, Taehyung no forzaría al hombre.

 

Deberías haber dicho algo.

 

Taehyung. —Yoongi sonaba muy exasperado—. Puedo entender que lamieras mis heridas, pero no estaba a punto de pedirte que lamas mis bolas.

 

Taehyung sonrió mientras miraba hacia Yoongi.

 

—¿Por qué no? Podría disfrutarlo. Y puedo garantizarte que tú lo harás, también. —Él lo esperaba, teniendo en cuenta que nunca había lamido una nuez en su vida. Pero para Yoongi... sí, amigo.

 

No esperó la respuesta de Yoongi, que estaba seguro de que sería lenta en venir cuando la mandíbula de Yoongi cayó abierta. Taehyung se movió hacia abajo hasta quedar arrodillado entre las piernas de Yoongi. Cuidadosamente retiró la tela que cubría la carne lesionada de Yoongi, haciendo una mueca cuando vio los moretones. Maldita sea, eso tenía que doler.

 

—Creo que eres el del dicho de las bolas azules, Yoongi.

 

Gracias, creo.

 

Taehyung se inclinó y lamió una larga línea de la parte inferior de las bolas de Yoongi hasta la punta de su polla. «Hmm, salado».

 

Oh mierda, Taehyung.

 

Taehyung sonrió con malicia al hombre. Oh, sí, él había puesto esa mirada de total deseo en la cara de Yoongi. Taehyung se habría levantado para hacer una danza feliz si no tuviera actualmente las nueces de Yoongi en los labios.

 

Taehyung comenzó su cruzada para arreglar las bolas de Yoongi, lamiendo varias veces antes de chupar cada pequeño globo en su boca. Quería asegurarse de que cada centímetro de piel maltratada fuera sanando antes de que él se moviera. Cuando el saco de Yoongi se apretó contra su cuerpo, Taehyung supo que era hora de seguir adelante.

 

Podría no tener ninguna experiencia con un hombre, pero tenía suficiente con la mano. Conocía los síntomas de un inminente orgasmo cuando los veía. Taehyung no tenía ni idea de lo que estaba haciendo, pero tenía una imaginación muy activa. Había tenido tiempo de sobra en la jodida oscuridad para imaginar todo tipo de cosas, incluso a veces pensamientos traviesos. Sencillamente nunca hubo un rostro, porque maldita sea, no iba a imaginar a uno de los vampiros cuando se daba placer.

 

Pero ahora tenía un rostro y, joder, qué hermoso rostro era.

 

Comenzó lamiendo cada lado de la polla de Yoongi, asegurándose de que cubría cada centímetro del masivo eje con su lengua. Cuando la polla de Yoongi empezó a pulsar y sacudirse, Taehyung chupó la punta en su boca.

 

El sabor del líquido pre-seminal explotó en su lengua, y supo que querría más. La semilla de Yoongi sabía igual de buena que su sangre. Usando su lengua, Taehyung lamió la tierna depresión debajo de la cabeza en forma de hongo y luego la lengua jodió la pequeña ranura en la parte superior, lamiendo el sabor salado de los deseos de Yoongi. Envolvió la carne dura y empezó a chupar con seriedad, tragó la polla de Yoongi hasta que golpeó la parte posterior de su garganta.

 

Luchando contra el reflejo nauseoso, Taehyung acarició con su boca los ásperos rizos que cosquilleaban en su nariz, antes de lamer su camino de regreso por el eje completamente duro y chupó la cabeza llena de sangre para saborear más del pre- semen de Yoongi. Cuando tragó sin problemas, Taehyung sintió una gran mano en la cabeza y miró hacia arriba para ver a Yoongi mirando hacia él.

 

Bebé, yo… —Yoongi gimió mientras su cabeza caía hacia atrás.

 

Taehyung sintió los musculosos muslos tensarse bajo su mano y sabía lo que Yoongi estaba tratando de decirle. Reconoció los signos de que Yoongi se acercaba al orgasmo y estaba más que dispuesto a tragar la liberación de Yoongi.

 

Tomó la dura polla de Yoongi completamente en su boca en un rápido movimiento y chupó ferozmente. Yoongi se vino con un grito incoherente, ronco, llenando la boca de Taehyung. Éste tragó con avidez, saboreando el dulce sabor salado de las semillas de Yoongi.

 

¡Maldita sea, lo había hecho! No se había atragantado o perdido una gota de la semilla. Bien por él.

 

Taehyung lentamente permitido que la agotada polla de Yoongi se deslizara de su boca y sonrió al saciado hombre.

 

¿Todavía duele?

 

Yoongi se rio entre dientes.

 

—No, cariño, no duele en absoluto. Muchas gracias.

 

Ser llamado cariño era tan ajeno a Taehyung que no sabía qué decir. Yoongi lo sorprendía a cada paso. Dejó que la felicidad del momento lo llenará y sonrió.

 

 —Cuando quieras.

 

Ven aquí, Taehyung. —Yoongi gesticuló con la mano.

 

Taehyung se deslizó por el cuerpo de Yoongi y se sentó junto a él, apoyando su cabeza en el pecho de Yoongi. Podía oír el latido constante del corazón de Yoongi bajo su oreja y sonrió mientras se desaceleraba vertiginosamente de vuelta a un ritmo normal.

 

Tenemos que encontrar una manera de salir de aquí, Taehyung.

 

No jodas.

 

Listillo. —Yoongi se rio entre dientes—. ¿Qué puedes decirme acerca de esta caverna?

 

Taehyung volvió la cabeza, metió las manos bajo la barbilla, y pensó en lo que Yoongi le acababa de preguntar.

 

—Bueno, teniendo en cuenta que he estado aquí por más años de los que puedo recordar, probablemente mucho. Pero no estoy seguro de que ayudará. Hay guardias por todas partes, tanto vampiros como cambiaformas. Al príncipe le gusta mantener este lugar muy seguro con sus pequeñas bestias salvajes.

 

—¿Tiene cambiaformas trabajando para él?

 

Taehyung frunció el ceño.

 

—Um... no estoy seguro de que estén trabajando para él sino que más bien tienen miedo de no

 hacerlo. El príncipe castiga a aquellos que van en contra de él ya sea en palabras o hechos. Lo he visto azotar a alguien sólo por mirarlo de mala manera, y ese era alguien que al príncipe le agradaba.

 

Este tipo suena como un verdadero encanto.

 

Él es malvado, Yoongi. —Taehyung se estremeció—. Quiero decir realmente malvado. Él realmente cree la mierda que sale de su boca. El tipo está fuera de sus jodidos cabales. Piensa que va a gobernar el mundo y que todos vamos a postrarnos ante él y que estaremos agradecidos por su liderazgo.

 

Sé de algunas personas que no estarán de acuerdo con él.

 

No muchos son lo suficientemente valientes como para decir algo si es que lo hacen. Le dije todo el tiempo que él era un completo loco luciendo una camisa blanca, pero no creo que a él le guste la crítica constructiva o los consejos de moda.

 

La profunda risa tranquilizó a Taehyung de una manera extraña.

 

—Apuesto que no lo hace.

 

Taehyung se acurrucó más cerca del cálido cuerpo de Yoongi cuando un escalofrío comenzó a subir por su columna vertebral. Sabía que tenían que salir de allí. Tan agradable como era abrazarse después de dar una mamada, Taehyung sabía los verdaderos horrores que este lugar contenía.

 

Por lo menos, Yoongi tenía que salir de allí. Taehyung no tenía muchas esperanzas para él. Pero si pudiera salvar a Yoongi, entonces todo lo que sufrió, incluso su propia muerte, valdría la pena. Incluso le daba la bienvenida a la idea de finalmente estar libre de la locura que poco a poco se estaba apoderando de su mente. Y si se quedaba aquí por mucho tiempo, Taehyung sabía que no tardaría demasiado tiempo en llegar.

 

Este nivel de la caverna es donde todas las celdas se encuentran. Hay diez celdas, cinco a cada lado del pasillo. Y sólo hay una forma de salir, y esa salida está vigilada día y noche.

 

—¿Hay algunas ventanas?

 

Taehyung levantó la cabeza para mirar a la cara de Yoongi.

 

— Te das cuenta de que estamos bajo tierra, ¿no?

 

Bueno, lo hago ahora. —Yoongi se rio de nuevo—. ¿Qué más puedes decirme? ¿Es este el único nivel o hay más?

 

Hay más. La caverna en realidad tiene cuatro niveles, el nivel del calabozo, el nivel en donde vive el príncipe, el nivel de los guardias, y el nivel en donde nos conocimos.

 

—¿Todo eso debajo de la finca?

 

No, todo esto está bajo la finca y las dos fincas a cada lado de la misma. No sé hasta qué punto llega exactamente la caverna, pero he caminado un poco en ella y parte de ella es un camino realmente largo. Vamos a necesitar nuestras botas de montaña, una linterna, y algunos malditos tréboles de cuatro hojas, porque salir de aquí es imposible. Lo sé, lo he intentado muchas veces.

 

Una sonrisa levantó los labios de Yoongi, haciéndolo aún más guapo de lo que ya era.

 

—Está bien, déjame pensar.

 

Estaba sorprendido de que Yoongi tomara su sarcasmo con calma. El hombre no se inmutó ante él, o lo castigó por lo que dijo. Taehyung realmente se sorprendió de la aceptación de Yoongi de él. El hombre debe estar más loco que él.

 

Taehyung puso de nuevo su cabeza sobre el pecho de Yoongi. No estaba muy seguro de lo que Yoongi hacía, pero sabía que era algo peligroso. El hombre era muy hábil en la lucha para que fuera otra cosa. Pero eso no quería decir que tuviera experiencia luchando con vampiros y cambiaformas. El hombre podría haber vencido al vampiro en la sala de observación, pero Taehyung no podía imaginar lo que le sucedería a Yoongi si la tomaba con cualquiera de los guardias. Yoongi se había acercado sigilosamente al que había asesinado antes, pero el hombre puede que no tuviera tanta suerte otra vez. Taehyung se estremeció sólo de pensarlo. Yoongi podría ser asesinado.

 

Hey. —Taehyung inclinó la cabeza hacia arriba cuando Yoongi agarró su barbilla y la levantó—. Vamos a salir de aquí — dijo Yoongi—. Lo prometo.

 

No puedes prometer eso, Yoongi.

 

El infierno que no puedo.

 

Taehyung sacudió la cabeza. Deseaba que Yoongi pudiera cumplir su promesa, pero Taehyung era realista. Sabía que sus posibilidades eran de nulas a ninguna. Ellos serían capturados antes de que dieran dos pasos fuera de la celda en la que estaban.

 

—No sabes a lo que te estás enfrentando.

 

Entonces, dime.

 

Hay cuatro niveles. Una vez que salgas de este pasillo, hay dos habitaciones más allá y una escalera que sube. Una de las habitaciones es donde los guardias toman sus descansos y el otro cuarto es donde ellos llevan a las personas para castigarlas. Un nivel más arriba es donde todos los guardias viven. Está dividido en dos partes, el lado de los vampiros y el lado de los cambiaformas. Ellos no se mezclan.

 

—¿Por qué no?

 

Los vampiros y cambiaformas se odian.

 

Yoongi resopló.

 

—Sí, conozco a algunas personas que no estarían de acuerdo con eso.

 

Las cejas de Taehyung se alzaron.

 

—¿De veras?

 

Sí, uno de mis mejores amigos es un hombre llamado Hoseok. Es un hombre lobo, pero sus dos compañeros son vampiros. Se llevan muy bien. —Yoongi de repente se echó a reír—. De hecho, es un poco nauseabundo verlos juntos. Es como una película pornográfica.

 

Yoongi. —Taehyung frunció el ceño—. ¿Qué es un compañero?

 

Uh... bueno, por lo que entiendo, es como un matrimonio entre paranormales.

 

Huh. —Taehyung estaba confundido pero curioso como el infierno—. ¿Y dices que este hombre lobo amigo tuyo está casado con dos vampiros?

 

Yoongi se rio entre dientes.

 

—Sip.

 

Pero ¿cómo? —preguntó Taehyung—. El príncipe habla pestes de cómo los vampiros y cambiaformas no deben mezlcarse. Él es casi fanático al respecto. Ni siquiera quiere que seamos amigos. Cualquier cambiaforma atrapado relacionándose con un vampiro fuera de sus funciones inmediatamente es ejecutado.

 

Hombre, este tipo es un verdadero personaje.

 

Taehyung soltó un bufido.

 

—No tienes ni idea de lo lejos que va la locura de este hombre.

 

—¿Cómo acabaste con él?

 

Taehyung se encogió de hombros y rápidamente hundió el rostro en el pecho de Yoongi. No quería llevar para nada la conversación a esa dirección. Cuando Yoongi se agachó y levantó la barbilla de Taehyung, éste bajó los ojos, negándose a mirar directamente a Yoongi. No quería ver el disgusto en la cara de Yoongi cuando confesara su más oscuro secreto.

 

—¿Taehyung?

 

—¡Él es mi padre!

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