sábado, 13 de agosto de 2022

CAPITULO 4

—Entra —dije mientras me alejaba del escritorio e iba hacia la puerta de mi habitación. La única persona que yo no habría estado preparado que fuera asomó la cabeza antes de entrar y cerrar la puerta detrás de él. Jungkook—. Hey, ¿Qué pasa?

 

—Jesús, estás casi desnudo —jadeó mientras sus ojos me recorrían tan intensamente que yo casi podía sentir la caricia. Antes de que pudiera incluso pensar en responder, cerró el espacio entre nosotros. Su boca descendió a la mía fuerte mientras me llevó en sus brazos.

 

Al principio estuve sorprendido, no sabiendo cómo responder. Pero cuando pasó su lengua sobre mis labios, supe exactamente lo que yo quería. Me abrí para él cuando pasó su lengua alrededor del interior de mi boca. Gimiendo fuertemente, lancé mis brazos alrededor de su cuello cuando me levantó. Envolví mis piernas alrededor de sus caderas, perdiendo la toalla en el proceso, pero yo estaba tan centrado en la lengua en mi boca que apenas me di cuenta.

 

—Esto no es por lo que vine aquí, bebé —jadeó Jungkook cuando nos separamos por el muy necesario suministro de aire—. Es sólo que eres tan jodidamente precioso y estás medio desnudo y todo mojado. No pude detenerme. Necesitaba besarte más de lo que pensaba haber necesitado nada en mi vida.

 

—Está bien, no dije exactamente que no —me reí y entonces me ruboricé cuando me di cuenta que estaba desnudo en sus brazos mientras él estaba completamente vestido—. No estoy realmente seguro de que ocurre ahora. Me siento un poco tonto siendo el único desnudo.

 

—Eso lo puedo arreglar muy rápido —gruño Jungkook cuando machacó su boca en la mía. Me gustaba besarle tanto como me gustaba con Jimin, incluso aunque fuera diferente. Jimin era suave y amoroso y sensual y todo lo relacionado con explorarnos. Los besos de Jungkook estaban llenos de necesidad y lujuria y quizás era la cosa más intensa que yo había experimentado. Rompió el beso cuando jadeamos por aire mientras me acostaba en mi cama. Observé como comenzó a quitarse la ropa.

 

—¿Por qué viniste aquí? —pregunté después que tuve unos momentos de claridad para pensar—. ¿Dijiste que no era para esto?

 

—Vine para invitarte a salir —respondió, parado mientras sujetaba su camisa en sus manos como una barrera para mi posible rechazo—. Sé que no soy Jimin, y soy bastante estúpido cuando se trata de sentimientos, pero me gustas. Y no sólo porque el sexo fue impresionante, o al menos lo fue en mi final. Sin embardo no estoy realmente seguro como hacer esto porque nunca he estado en una relación.

 

—¿Y entonces yo estaba medio desnudo y en su lugar me atacaste? —bromeé, moviendo mis cejas mientras intentaba aligerar la situación cuando se inquietó, como si estuviera incómodo.              

 

—Sí, bien, eres caliente —Jungkook finalmente se encogió de hombros mirándome. Sonrió cuando vio que yo estaba haciéndole caras—. Sé que tú y Jimin estáis probando ser pareja, pero no estoy seguro si aún puedo hacer eso, ¿está eso bien? Pienso que quizás podríamos sólo pasar el rato, día, o como los chicos lo estén llamando estos días y seguir desde ahí. Quiero decir, si lo desearas.

 

—Me gustas también —dije, averiguando como contestar el resto de lo que él había dicho—. Creo que necesito hablar con Jimin antes de estar de acuerdo con algo. Sé que dijo que estaba genial con intercambiarme, pero no creo que necesariamente sepa que tú y Yoongi me quisieran para más que un compañero de jodidas. Y Jimin es mi pareja después de todo, así que creo que es justo conseguir su permiso.

 

—De acuerdo, eso tiene sentido. —Asintió con la cabeza después de unos momentos y dejó caer la camisa que estaba sosteniendo. Observé cómo se bajó los pantalones de pijama hasta los muslos antes de parar y mirarme—. Pero aún podemos tener sexo ahora, ¿verdad? Me refiero a que es donde esto se dirigía o sino podríamos sólo frotarnos uno al otro. O me gusta dar sexo oral, ¿quizás podría parar de hablar ahora?

 

—Eres una persona impaciente, ¿verdad?— me reí cuando torcí mi dedo para que se acercara a mí. Sonrió extensamente cuando terminó de desnudarse antes de gatear sobre la cama conmigo, su cuerpo entre mis piernas—. Creo que es lindo que estés nervioso y actúes así a mi alrededor.

 

—Estoy contento de que pienses así. Normalmente la gente dice que es realmente molesto —susurró contra mis labios.

 

—No creo eso —contesté antes de darle un rápido beso— . Pero tengo una petición. ¿Podemos llevar esto a tu habitación? No tengo lubricante aquí, y un tipo de necesidad de mantener mi habitación como mi santuario. Si jugamos aquí, entonces Yoongi o Jimin también querrán, y les he dicho a todos alrededor que mi habitación está fuera de límite. De esa manera nadie pensará que tengo favoritos.

 

—Me tenías aquí sin lubricante. —Jungkook se rió cuando me cogió y levantó de la cama. Me reí por su excitación y me envolví alrededor de él cuando me agarré para el paseo. Tomó sólo unos momentos para él alejarme de mi habitación y bajar una habitación cruzando el vestíbulo hacia la suya—. Dios, te sientes perfecto en mis brazos.

 

—¿Puedo estar arriba? —Deje escapar cuando golpeamos la cama juntos. Jungkook se congeló cuando se movió sobre mí así que él podía mirarme. Vi como sus ojos se ensancharon con miedo, y me di cuenta de lo que había dicho en vez de lo que quería decir—. Espera, quise decir puedo estar arriba. ¿Cómo si te montara? Siempre he querido hacerlo. ¿Aunque no estoy muy seguro de porque estas tan asustado ante de la idea de mi dentro de ti en vez de a la inversa?

 

—Miedo no es todo lo que estoy sintiendo, bebé. —Se rió entre dientes cuando ahuecó mi mejilla con su mano—. Sorprendido. Estaba sorprendido de que pudieras pedirme estar arriba de mí cuando no has iniciado nada hasta el momento. No estoy en contra de la idea de intentarlo tú arriba de mí, pero nunca lo he hecho antes. Todo el mundo ha asumido en el pasado que con mi tamaño quiero estar arriba.

 

—Algo para discutir en otro momento entonces — susurré cuando levanté mi cabeza para besarle—. Pero ahora sólo significa que quiero montarte, ¿está eso bien? Y…Yo ya estoy estirado.

 

—¿Y por qué podrías estarlo? —preguntó Jungkook con una sonrisa afectada cuando sentí mis mejillas ardiendo—. ¿Alguien estuvo jugando con su culo en la ducha?          

 

—No, me estaba limpiando después de estar con Yoongi — respondí tan tranquilamente que apenas me oí hablar. No podía mirar la cara de Jungkook cuando intenté moverme de debajo de él. Quiero decir, ¿qué mejor manera de arruinar el ambiente que decir que acabo de tener sexo con alguien más?

 

—Hey, no te alejes de mí, bebé —dijo Jungkook amablemente cuando se sentó a horcajadas en mis caderas así que yo estaba prácticamente inmovilizado—. Sé que tienes que tener sexo con nuestro círculo interno. No hay nada malo con ello, ¿de acuerdo? He tratado con ello, en su mayoría porque pienso que la idea de ti con Yoongi o Jimin es caliente. Y no es como que hayas dicho que Yoongi es mejor en la cama que yo o algo parecido.

 

—¿Realmente no estás loco? —pregunté mirándole, rogando con mis ojos para que él realmente estuviera bien con esto.

 

—Oh sí, especialmente si tengo detalles o puedo veros un día —respondió con tal lujuria en sus ojos que me estremecí—. Así que ahora estábamos hablando sobre ti montando el potro salvaje, ¿verdad?

 

—Estaba esperando más que me dejaras manejar —dijo sintiendo mi cara caliente otra vez—. Quiero decir, ¿cómo voy a saber cómo me  gusta a menos que tenga una oportunidad de experimentar?

 

—Úsame como tu conejillo de indias cuando quieras, bebé. —Jungkook se rió entre dientes y rodó sobre nosotros hasta que estuve a horcajadas en sus caderas. Extendió la mano sobre su cabeza para agarrar el lubricante de mesa de noche y entonces entregármelo—. ¿Puedo hacer una sugerencia?

 

—Seguro.

 

—Podrías probar sin lubricante y ver si te gusta un poco de dolor con tu placer, —dijo mientras se ruborizaba—. Sé que dijiste que estabas bastante estirado, pero normalmente podría tantear tu agujero y comprobarlo. Pero sé cuando me ha tocado me gusta un poco de ardor a veces. Es sólo una idea por si quieres jugar un poco y ver qué te gusta.

 

—Gracias —susurré cuando me incliné para besarle. Jungkook consiguió lo que yo quería, la oportunidad solo para intentar cosas nuevas y tener algún control. Moví mis pies a cada lado de sus caderas y me levanté. Entonces rocié una buena cantidad de saliva en su dura polla y lo froté en él.

 

Gimió fuertemente cuando agarró las sábanas en un puño.        

 

—Eso es bebé, prepárame para tu apretado culo —gruñó cuando dejé caer la botella en la cama. Le sonreí mientras le alineaba con mi agujero y le permití deslizarse dentro de mí.

 

—Oh, mierda, tenías razón. —Jadeé cuando el leve ardor irradiaba a través de mi cuerpo. No era algo que me gustaría todo el tiempo, pero me gustó. Tomando una oportunidad, dejé caer mi peso, empalándome a mi mismo en su grueso eje.

 

—Joder, Taehyung. Sigue así y me voy a correr antes de que podamos empezar.

 

—Realmente me gusta la idea de que estoy a cargo de tu orgasmo —dije, sonriendo extensamente cuando aseguré mis manos en su pecho. Podía ser tonto, pero me sentía poderoso con la idea de que podía complacer al grande y fuerte Jungkook hasta el punto de hacer saltar su carga. Arremoliné mis caderas alrededor, asegurándome de que estaba lo suficientemente holgado para no herirme.

 

—Provocador —siseó mientras yo apretaba sus pezones.

 

—Y tú lo amas —dije mientras levantaba mis caderas lentamente antes de golpearlas hacia abajo. Jungkook gimió fuertemente cuando asintió con la cabeza su acuerdo—. Incorpórate.

 

—Como desees, amo. —Jungkook rió, pero sonrió para tomar el bocado de su comentario. Gemí cuando el ángulo cambió y moví mis manos en su pecho hacia sus hombros. Me dio mejor apoyo para levantarme—. ¿Es esto lo que querías, bebé?

 

—Sí, es tan jodidamente bueno —gemí cuando empecé a montarle más rápido. Jungkook me dejó tomar la iniciativa, pero movió sus manos hacia mis caderas como si me guiara en mi inexperiencia. Lo aprecié desde que supe que estaba haciéndome sentir bien, pero le quería para disfrutar de ello también. Enfrentando mis temores decidí preguntar—. Esto funciona para ti, ¿verdad? Quiero decir, te gusta esto y ¿te correrás por lo que estoy haciendo?

 

—Oh sí, realmente pronto —jadeó cuando su control en mis caderas se apretó—. ¿Puedo mostrarte algo, bebé?

 

—Sí, por favor —gemí, amando el sentimiento de montarle, pero de alguna manera necesitando más. Jungkook me tomó la palabra y se aferró a mis caderas cuando empujó dentro de mí mientras me atrajo hacia él. ¡Oh dulce infierno! Si esto es de lo que estaba hablando sobre montar el caballo salvaje, yo había encontrado mi posición favorita. La mejor parte fue que con cada embestida golpeaba directamente mi punto dulce—. ¡Me gusta, me gusta!

 

—Córrete ahora, no puedo resistir más —gruñó Jungkook cuando golpeó dentro de mí. Pasé un dedo sobre la hendidura de mi polla, y se desencadenó mi orgasmo. Grité su nombre mientras disparaba mi semilla sobre nosotros. Jungkook me siguió, rugiendo su liberación cuando me llenó con su semen. Me gustaba ese sentimiento, esa parte de él derramándose dentro de mí como si me marcara de adentro hacia afuera.

 

—Necesito  un  sombreo  vaquero —jadeé mientras me derrumbaba contra él cuando los dos estábamos cansados.

 

—¿Qué? —Se rió entre dientes mientras besaba mi cuello, el lado que tenía su marca de pareja.

 

—Si voy a estar montando el caballo salvaje así, y creo que lo haré mucho, necesito un sombrero de vaquero.

 

—Bebé, te conseguiremos uno mañana si consigo una repetición del mejor sexo de mi vida —contestó Jungkook que se echó a reír mientras lo abrazaba—. He tenido buenos orgasmos antes y sexo divertido, pero maldición, Taehyung. Eso fue algo más que de lo que nunca he sentido, como si ahora fuera una parte de ti.

 

—También sentí lo mismo —susurré en su oído. Y era verdad. Fue como si supiera que podría estar atado a Jungkook para siempre, y no pudiera detener la sonrisa bobalicona que se propagaba por mi cara con la idea.

 

Él podía parecer un Beta grande y malo, pero Jungkook era mucho más que eso.

 

Me podía ver muy fácilmente enamorándome de él, desde el camino nervioso, dejándome tomar la iniciativa durante el sexo y guiándome cuando lo necesité.

 

Y yo estaba sorprendentemente bien con ello. Sólo esperaba que él pudiera enamorarse de mí también, aun cuando yo debiera compartir la cama de otros dos hombres  al mismo tiempo.

 

********************

 

Me desperté a la mañana siguiente en mi cama con otra gran sonrisa en mi cara. Mientras estiraba los músculos rígidos que tenía, me di cuenta que realmente podría entrar en esto teniendo maravilloso sexo todos los días. Aunque sabía que el sexo caliente era genial, yo no había podido conseguir mi cambio normal en la luna llena con la ceremonia la otra noche. Salí de la cama, usé el baño, y cepillé mis dientes antes de ponerme mis pantalones para correr.

 

Parecían más cortos de lo normal. Miré hacia abajo y vi que no estaban colgando sobre mis zapatillas, pero apenas rozaban la parte de arriba de las zapatillas. No seguro de que hacer con eso, me encogí de hombros y me dirigí hacia las escaleras.

 

¿Quizás se encogieron un poco la última vez que los lavé? Pero entonces también se sentían un poco estrechos, y eran al menos una talla mayor de la que normalmente llevaba.

 

—Alguien tiene un regalo —dijo Amanda en una cantarina voz cuando entré en la cocina. Incliné mi cabeza a un lado en interrogación y ella señaló al otro mostrador.

 

—¡No jodas! —Jadeé cuando vi conectada una nueva, y muy cara marca de máquina espresso. Miré hacia ella ensanchando la sonrisa antes de enfocarme en la nueva adquisición de la cocina.

 

Tenía un gran arco rojo. Casi empecé a babear cuando me di cuenta que era una de las máquinas donde vertías los granos. Grandes granos frescos, medidos, y daba la perfecta toma cada vez. Y tenía un control de temperatura y perillas  de ajuste para la jarra. Así que yo podía decir que quería tres tazas de espresso, verter la leche en la jarra adjunta, y decir que quería leche para un latte a ciento treinta grados, todo con pulsar unos botones.

 

—¿Q… Quién me dio esto? —pregunté mientras pasaba mis dedos sobre ella con veneración—. Amanda, esta  máquina cuesta unos ochocientos dólares.

 

—No sé quién de ellos lo hizo, pero todos estaban sonrientes cuando se fueron hace poco tiempo. —Se rió y me pasó una taza—. Me pidieron que me asegurara que la vieras y te divirtieras esta mañana.

 

—¿Alguna posibilidad de que haya una taza de viaje por aquí? —me reí cuando comencé a jugar con mi regalo—. No tuve oportunidad de ir a correr la otra noche con la ceremonia, y pensaba en conseguir una antes de empezar a trabajar hoy.

 

—Por supuesto —respondió Amanda cuando fue a un armario diferente y sacó una—. Hay llaves de coches colgadas detrás de la lavandería de camino al garaje. Todas están etiquetadas, y estoy segura de que a ninguno de los chicos le importaría prestarte uno de sus coches. Pero asegúrate de hablar con ellos acerca de cómo asegurarlo antes de que lo vuelvas a usar, ¿de acuerdo?

 

—Sí, señora —dije, dándole un beso en la mejilla, y entonces comencé mi café—. Cuando veas a alguno de ellos, ¿puedes decirles que fui a correr a las tierras de la manada?

 

—Seguro, siempre y cuando prometas comer algo antes de irte —contestó en un tono muy maternal—. Pareces un poco más delgado que el otro día. ¿No estás comiendo suficiente?

 

—No me siento más delgado, en realidad mis pantalones se sienten más estrechos —reí cuando mi café se terminó. Era un poco caliente para finales de enero en Denver, así que opté por un latte helado hoy—. ¿Qué tal agarro una manzana ahora y prometo comer tres omelet con toda la guarnición cuando regrese a casa?

 

—De acuerdo. —Amanda rió cuando terminé con mi nuevo regalo y puse la tapa a mi taza de viaje. Cogí la manzana que ella me arrojó cuando asintió con la cabeza hacia la máquina espresso—. No son como los chicos malos, ¿no?

 

—No, simplemente no son como me dijeron que podían ser, ¿ya sabes? Pero estoy trabajando en eso y en realidad intentando darles una oportunidad —respondí cuando de repente encontré mis zapatos fascinantes—. Es realmente confuso, Amanda. Quiero decir, Jimin me quiere como una pareja, Yoongi y Jungkook quieren más que sólo un chico juguete, aunque en realidad no estoy seguro de qué. Es mucho para procesar y descifrar. Quiero decir, ¿puede una persona incluso amar a tres personas?

 

—No diría que es fácil, Taehyung —dijo con un tono simpático, dándome una media sonrisa—.

Pero puedo decirte que creo que no hay límite sobre cuánto amor un corazón puede sostener. Amo a mi pareja y a todos mis niños en la misma forma. ¿Quién dice qué no puedas enamorarte de tres hombres?

 

—Aunque estoy feliz por tener algunas opciones que no pensaba que tenía, podría ser agradable tener un libro de reglas algunas veces —bromeé, necesitando irme antes de derramar más de mi corazón a una casi extraña.

 

—Ve a correr, aclarará tu cabeza y te ayudará a pensar —dijo firmemente, señalando la puerta trasera que llevaba a la lavandería. En realidad ella era una dama inteligente. Le soplé un beso antes de tomar mi escapada. Parecía que ella sabía que yo estaba incómodo con el tema y me dejó ir como yo necesitaba en vez de presionarme.

 

Haciendo mi camino hacia el garaje, vi los ganchos  de las llaves. Elegí el SUV de Jimin desde que ya había estado en él y sabía que era menos probable que se molestara si yo usaba su vehículo sin preguntarle. Y si él se molestaba, ¡Amanda me dio permiso!

 

Ese último pensamiento me hizo reír cuando salí del garaje, conduciendo, y dirigiéndome hacia las tierras de la manada.

 

Vagamente recordaba el camino esa noche, pero por si acaso, sabía que la SUV de Jimin tenía GPS. Escogiendo las localizaciones guardadas, tenía instrucciones paso a paso. Algunas veces realmente amaba la tecnología.

 

Quince minutos más tarde, salí de la carretera adentrándome en los desiertos campos por el bosque. En realidad muchas tierras de manadas estaban en su propio bosque privado preservado. Normalmente estaban bajo el nombre de algunas fundaciones así que muchas preguntas no eran planteadas por el gobierno o grupos de interés especial. Pero no estaba abierto al público como un bosque preservado regular.

 

Dirigí la SUV dentro del parque, salí, me desnudé, y escondí todo debajo de la rueda trasera del vehículo. Extendiéndome una vez más, permití que el cambio fluyera sobre mí, y momentos después estaba en mi pequeño lobo rubio blancuzco. Me pareció extraño que me sintiera más grande que lo normal. ¿Cómo podía sentir que había ganado peso cuando Amanda dijo que parecía más delgado que hace dos días?

 

Sacudiendo el extraño sentimiento, comencé a correr hacia la línea de árboles. Me lancé alrededor de los árboles y perseguí unos pocos conejos mientras pensaba sobre los pasados pocos días.

 

Mi vida realmente estaba resultando mejor que lo que podía incluso haber esperado. Y parte de mí estaba lleno de esperanza de que venir a Denver era la mejor cosa que nunca me ocurrió.

 

Había estado corriendo durante veinte minutos cuando oí unos pocos aullidos de lobos. Parecía que yo no era el único que necesitaba salir a correr. No me sentía muy sociable en ese momento, así que seguí mi camino actual en lugar de dirigirme hacia el sonido. Pero unos pocos minutos más tarde oí otro aullido y me di cuenta que estaba mucho más cercano que el último. ¿Quizás me olieron y querían comprobar quien estaba en su territorio?

 

Decidiendo que podría ser mejor parecer amigo en lugar de enemigo, cambié de dirección y me dirigí hacia los otros lobos. No tomó mucho tiempo hasta que los encontré. Había cinco lobos a unos cincuenta metros. Di un rápido aullido así que pudieran verme. Como un grupo se volvieron en mi dirección y gruñeron.

 

Eso no era bueno.

 

Tenían que ser de la manada si estaban en esas tierras, así que ¿por qué no sabían quién era yo? Todos los miembros habían estado en la ceremonia, así que ellos tenían que saber que ahora había un Omega en la manada.

 

¡Maldita sea, éramos los únicos lobos blancos! Cuando cargaron hacia mí, giré alrededor y me dirigí hacia la SUV de Jimin. Esta no era una lucha que pudiera ganar si venían para eso, y yo no quería ir tan lejos.

 

Desafortunadamente, eran mucho más grandes y rápidos que yo. Había llegado a la línea de árboles cuando sentí dientes en mi costado izquierdo. Segundos más tarde otro me abordó en el suelo y el impulso nos llevó a rodar varias veces antes de que terminara sobre mi espalda. Decidiendo que mi mejor opción estaba en que ellos me vieran realmente, instantáneamente cambié de nuevo a mi forma humana.    

 

—Tonto Omega —me gruñó cuando sujetó mis muñecas con una fornida mano sobre mi cabeza.

 

—Entonces sabes quién soy —jadeé cuando me di cuenta donde estaba yendo. No pensaban que yo era un intruso, querían joderme. Y yo no estaba seguro que ellos tuvieran cuidado si yo no estaba dispuesto—. ¿Por qué estáis haciendo esto? ¡Pertenezco al Alfa Yoongi!

 

—No es sólo el círculo interno el que puede obtener la fuerza por joder contigo. —Me sonrió, y pude ver la locura en sus ojos. Luché con todo lo que tenía, pero los otros se habían desplazado y estaban ayudando al primer hombre que me sostenía abajo—.Y Yoongi no está aquí, ¿verdad?

 

—No hagas esto, es una ofensa mortal —pedí cuando él movió su cuerpo entre mis piernas. Empecé a desplazarme hacia atrás, pero alguien me abofeteó fuerte y rompió mi concentración.

 

—¿Quién piensas que te creerá si lo cuentas? —Se burló el hombre cuando puso mis piernas arriba. Otro hombre las sujetó cuando luché mientras intentaba desesperadamente no dejarles tener acceso a mi culo—. Eres nuevo aquí y sólo su puta. Hemos sido parte de esta manada durante generaciones, Omega. Te mantendrás quieto, y nosotros lo haremos. Estoy seguro que una puta como tú le gustaría añadir cinco hombres a la lista de quienes te joden.

 

—¡No! —Grité cuando me alcé y le di un cabezazo en la nariz. Sabía que había sido un buen golpe, pero maldición eso también me hizo daño. Justo cuando yo iba a ser golpeado otra vez, un incluso más grande lobo negro abordó al hombre en el suelo. Dos descomunales lobos más fueron detrás de los otros cuatro hombres mientras yo corría para esconderme detrás del árbol más cercano.

 

Oía la lucha más que la veía mientras las estrellas intermitentes detrás de mis ojos desde que me golpearon la cabeza finalmente se aclaraban.

 

Echando un vistazo alrededor del árbol vi que los cinco hombres habían cambiado de nuevo y se rendían. Y entonces vi a uno de mis salvadores. Yoongi.

 

—No podíamos ayudarnos, Alfa Yoongi —pidió el primer hombre cuando su cabeza colgó sumisamente—. Cuando olimos al Omega, era como si no pudiéramos pensar en no tenerlo. No vinimos aquí buscándole, te lo juro.

 

—Iros ahora y decidiré más tarde que hacer con todos vosotros —gruñó Yoongi cuando Jungkook y Jimin cambiaron de nuevo. Los hombres asintieron con la cabeza y regresaron el camino por el que vinieron tan rápido como sus piernas podían llevarles. Estuve de pie, agarrando el árbol mientras sacudía el ataque de adrenalina. Yoongi fue el primero en volverse y mirarme—. ¿Qué demonios estabas pensando, Taehyung?

 

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