—Entra —dije mientras me alejaba del escritorio e iba hacia la puerta de mi habitación. La única persona que yo no habría estado preparado que fuera asomó la cabeza antes de entrar y cerrar la puerta detrás de él. Jungkook—. Hey, ¿Qué pasa?
—Jesús, estás casi desnudo —jadeó
mientras sus ojos me recorrían tan intensamente que yo casi podía sentir la
caricia. Antes de que pudiera incluso pensar en responder, cerró el espacio
entre nosotros. Su boca descendió a la mía fuerte mientras me llevó en sus
brazos.
Al principio estuve sorprendido,
no sabiendo cómo responder. Pero cuando pasó su lengua sobre mis labios, supe
exactamente lo que yo quería. Me abrí para él cuando pasó su lengua alrededor
del interior de mi boca. Gimiendo fuertemente, lancé mis brazos alrededor de su
cuello cuando me levantó. Envolví mis piernas alrededor de sus caderas,
perdiendo la toalla en el proceso, pero yo estaba tan centrado en la lengua en
mi boca que apenas me di cuenta.
—Esto no es por lo que vine aquí,
bebé —jadeó Jungkook cuando nos separamos por el muy necesario suministro de
aire—. Es sólo que eres tan jodidamente precioso y estás medio desnudo y todo
mojado. No pude detenerme. Necesitaba besarte más de lo que pensaba haber
necesitado nada en mi vida.
—Está bien, no dije exactamente
que no —me reí y entonces me ruboricé cuando me di cuenta que estaba desnudo en
sus brazos mientras él estaba completamente vestido—. No estoy realmente seguro
de que ocurre ahora. Me siento un poco tonto siendo el único desnudo.
—Eso lo puedo arreglar muy rápido
—gruño Jungkook cuando machacó su boca en la mía. Me gustaba besarle tanto como
me gustaba con Jimin, incluso aunque fuera diferente. Jimin era suave y amoroso
y sensual y todo lo relacionado con explorarnos. Los besos de Jungkook estaban
llenos de necesidad y lujuria y quizás era la cosa más intensa que yo había
experimentado. Rompió el beso cuando jadeamos por aire mientras me acostaba en
mi cama. Observé como comenzó a quitarse la ropa.
—¿Por qué viniste aquí? —pregunté
después que tuve unos momentos de claridad para pensar—. ¿Dijiste que no era
para esto?
—Vine para invitarte a salir
—respondió, parado mientras sujetaba su camisa en sus manos como una barrera
para mi posible rechazo—. Sé que no soy Jimin, y soy bastante estúpido cuando
se trata de sentimientos, pero me gustas. Y no sólo porque el sexo fue
impresionante, o al menos lo fue en mi final. Sin embardo no estoy realmente
seguro como hacer esto porque nunca he estado en una relación.
—¿Y entonces yo estaba medio
desnudo y en su lugar me atacaste? —bromeé, moviendo mis cejas mientras
intentaba aligerar la situación cuando se inquietó, como si estuviera incómodo.
—Sí, bien, eres caliente —Jungkook
finalmente se encogió de hombros mirándome. Sonrió cuando vio que yo estaba
haciéndole caras—. Sé que tú y Jimin estáis probando ser pareja, pero no estoy
seguro si aún puedo hacer eso, ¿está eso bien? Pienso que quizás podríamos sólo
pasar el rato, día, o como los chicos lo estén llamando estos días y seguir
desde ahí. Quiero decir, si lo desearas.
—Me gustas también —dije,
averiguando como contestar el resto de lo que él había dicho—. Creo que
necesito hablar con Jimin antes de estar de acuerdo con algo. Sé que dijo que
estaba genial con intercambiarme, pero no creo que necesariamente sepa que tú y
Yoongi me quisieran para más que un compañero de jodidas. Y Jimin es mi pareja
después de todo, así que creo que es justo conseguir su permiso.
—De acuerdo, eso tiene sentido.
—Asintió con la cabeza después de unos momentos y dejó caer la camisa que
estaba sosteniendo. Observé cómo se bajó los pantalones de pijama hasta los
muslos antes de parar y mirarme—. Pero aún podemos tener sexo ahora, ¿verdad?
Me refiero a que es donde esto se dirigía o sino podríamos sólo frotarnos uno
al otro. O me gusta dar sexo oral, ¿quizás podría parar de hablar ahora?
—Eres una persona impaciente,
¿verdad?— me reí cuando torcí mi dedo para que se acercara a mí. Sonrió
extensamente cuando terminó de desnudarse antes de gatear sobre la cama
conmigo, su cuerpo entre mis piernas—. Creo que es lindo que estés nervioso y
actúes así a mi alrededor.
—Estoy contento de que pienses
así. Normalmente la gente dice que es realmente molesto —susurró contra mis
labios.
—No creo eso —contesté antes de
darle un rápido beso— . Pero tengo una petición. ¿Podemos llevar esto a tu
habitación? No tengo lubricante aquí, y un tipo de necesidad de mantener mi
habitación como mi santuario. Si jugamos aquí, entonces Yoongi o Jimin también
querrán, y les he dicho a todos alrededor que mi habitación está fuera de
límite. De esa manera nadie pensará que tengo favoritos.
—Me tenías aquí sin lubricante.
—Jungkook se rió cuando me cogió y levantó de la cama. Me reí por su excitación
y me envolví alrededor de él cuando me agarré para el paseo. Tomó sólo unos
momentos para él alejarme de mi habitación y bajar una habitación cruzando el
vestíbulo hacia la suya—. Dios, te sientes perfecto en mis brazos.
—¿Puedo estar arriba? —Deje
escapar cuando golpeamos la cama juntos. Jungkook se congeló cuando se movió
sobre mí así que él podía mirarme. Vi como sus ojos se ensancharon con miedo, y
me di cuenta de lo que había dicho en vez de lo que quería decir—. Espera, quise
decir puedo estar arriba. ¿Cómo si te montara? Siempre he querido hacerlo.
¿Aunque no estoy muy seguro de porque estas tan asustado ante de la idea de mi
dentro de ti en vez de a la inversa?
—Miedo no es todo lo que estoy
sintiendo, bebé. —Se rió entre dientes cuando ahuecó mi mejilla con su mano—.
Sorprendido. Estaba sorprendido de que pudieras pedirme estar arriba de mí
cuando no has iniciado nada hasta el momento. No estoy en contra de la idea de
intentarlo tú arriba de mí, pero nunca lo he hecho antes. Todo el mundo ha
asumido en el pasado que con mi tamaño quiero estar arriba.
—Algo para discutir en otro
momento entonces — susurré cuando levanté mi cabeza para besarle—. Pero ahora
sólo significa que quiero montarte, ¿está eso bien? Y…Yo ya estoy estirado.
—¿Y por qué podrías estarlo?
—preguntó Jungkook con una sonrisa afectada cuando sentí mis mejillas
ardiendo—. ¿Alguien estuvo jugando con su culo en la ducha?
—No, me estaba limpiando después
de estar con Yoongi — respondí tan tranquilamente que apenas me oí hablar. No
podía mirar la cara de Jungkook cuando intenté moverme de debajo de él. Quiero
decir, ¿qué mejor manera de arruinar el ambiente que decir que acabo de tener
sexo con alguien más?
—Hey, no te alejes de mí, bebé —dijo
Jungkook amablemente cuando se sentó a horcajadas en mis caderas así que yo
estaba prácticamente inmovilizado—. Sé que tienes que tener sexo con nuestro
círculo interno. No hay nada malo con ello, ¿de acuerdo? He tratado con ello,
en su mayoría porque pienso que la idea de ti con Yoongi o Jimin es caliente. Y
no es como que hayas dicho que Yoongi es mejor en la cama que yo o algo
parecido.
—¿Realmente no estás loco?
—pregunté mirándole, rogando con mis ojos para que él realmente estuviera bien
con esto.
—Oh sí, especialmente si tengo
detalles o puedo veros un día —respondió con tal lujuria en sus ojos que me
estremecí—. Así que ahora estábamos hablando sobre ti montando el potro
salvaje, ¿verdad?
—Estaba esperando más que me
dejaras manejar —dijo sintiendo mi cara caliente otra vez—. Quiero decir, ¿cómo
voy a saber cómo me gusta a menos que
tenga una oportunidad de experimentar?
—Úsame como tu conejillo de indias
cuando quieras, bebé. —Jungkook se rió entre dientes y rodó sobre nosotros
hasta que estuve a horcajadas en sus caderas. Extendió la mano sobre su cabeza
para agarrar el lubricante de mesa de noche y entonces entregármelo—. ¿Puedo
hacer una sugerencia?
—Seguro.
—Podrías probar sin lubricante y
ver si te gusta un poco de dolor con tu placer, —dijo mientras se ruborizaba—. Sé
que dijiste que estabas bastante estirado, pero normalmente podría tantear tu
agujero y comprobarlo. Pero sé cuando me ha tocado me gusta un poco de ardor a
veces. Es sólo una idea por si quieres jugar un poco y ver qué te gusta.
—Gracias —susurré cuando me
incliné para besarle. Jungkook consiguió lo que yo quería, la oportunidad solo
para intentar cosas nuevas y tener algún control. Moví mis pies a cada lado de
sus caderas y me levanté. Entonces rocié una buena cantidad de saliva en su
dura polla y lo froté en él.
Gimió fuertemente cuando agarró
las sábanas en un puño.
—Eso es bebé, prepárame para tu
apretado culo —gruñó cuando dejé caer la botella en la cama. Le sonreí mientras
le alineaba con mi agujero y le permití deslizarse dentro de mí.
—Oh, mierda, tenías razón. —Jadeé
cuando el leve ardor irradiaba a través de mi cuerpo. No era algo que me
gustaría todo el tiempo, pero me gustó. Tomando una oportunidad, dejé caer mi
peso, empalándome a mi mismo en su grueso eje.
—Joder, Taehyung. Sigue así y me
voy a correr antes de que podamos empezar.
—Realmente me gusta la idea de que
estoy a cargo de tu orgasmo —dije, sonriendo extensamente cuando aseguré mis
manos en su pecho. Podía ser tonto, pero me sentía poderoso con la idea de que
podía complacer al grande y fuerte Jungkook hasta el punto de hacer saltar su
carga. Arremoliné mis caderas alrededor, asegurándome de que estaba lo
suficientemente holgado para no herirme.
—Provocador —siseó mientras yo
apretaba sus pezones.
—Y tú lo amas —dije mientras
levantaba mis caderas lentamente antes de golpearlas hacia abajo. Jungkook
gimió fuertemente cuando asintió con la cabeza su acuerdo—. Incorpórate.
—Como desees, amo. —Jungkook rió,
pero sonrió para tomar el bocado de su comentario. Gemí cuando el ángulo cambió
y moví mis manos en su pecho hacia sus hombros. Me dio mejor apoyo para
levantarme—. ¿Es esto lo que querías, bebé?
—Sí, es tan jodidamente bueno
—gemí cuando empecé a montarle más rápido. Jungkook me dejó tomar la
iniciativa, pero movió sus manos hacia mis caderas como si me guiara en mi
inexperiencia. Lo aprecié desde que supe que estaba haciéndome sentir bien,
pero le quería para disfrutar de ello también. Enfrentando mis temores decidí
preguntar—. Esto funciona para ti, ¿verdad? Quiero decir, te gusta esto y ¿te
correrás por lo que estoy haciendo?
—Oh sí, realmente pronto —jadeó
cuando su control en mis caderas se apretó—. ¿Puedo mostrarte algo, bebé?
—Sí, por favor —gemí, amando el
sentimiento de montarle, pero de alguna manera necesitando más. Jungkook me
tomó la palabra y se aferró a mis caderas cuando empujó dentro de mí mientras
me atrajo hacia él. ¡Oh dulce infierno! Si esto es de lo que estaba hablando
sobre montar el caballo salvaje, yo había encontrado mi posición favorita. La
mejor parte fue que con cada embestida golpeaba directamente mi punto dulce—.
¡Me gusta, me gusta!
—Córrete ahora, no puedo resistir
más —gruñó Jungkook cuando golpeó dentro de mí. Pasé un dedo sobre la hendidura
de mi polla, y se desencadenó mi orgasmo. Grité su nombre mientras disparaba mi
semilla sobre nosotros. Jungkook me siguió, rugiendo su liberación cuando me
llenó con su semen. Me gustaba ese sentimiento, esa parte de él derramándose
dentro de mí como si me marcara de adentro hacia afuera.
—Necesito un sombreo vaquero —jadeé mientras me derrumbaba contra
él cuando los dos estábamos cansados.
—¿Qué? —Se rió entre dientes
mientras besaba mi cuello, el lado que tenía su marca de pareja.
—Si voy a estar montando el
caballo salvaje así, y creo que lo haré mucho, necesito un sombrero de vaquero.
—Bebé, te conseguiremos uno mañana
si consigo una repetición del mejor sexo de mi vida —contestó Jungkook que se
echó a reír mientras lo abrazaba—. He tenido buenos orgasmos antes y sexo
divertido, pero maldición, Taehyung. Eso fue algo más que de lo que nunca he
sentido, como si ahora fuera una parte de ti.
—También sentí lo mismo —susurré
en su oído. Y era verdad. Fue como si supiera que podría estar atado a Jungkook
para siempre, y no pudiera detener la sonrisa bobalicona que se propagaba por
mi cara con la idea.
Él podía parecer un Beta grande y
malo, pero Jungkook era mucho más que eso.
Me podía ver muy fácilmente
enamorándome de él, desde el camino nervioso, dejándome tomar la iniciativa
durante el sexo y guiándome cuando lo necesité.
Y yo estaba sorprendentemente bien
con ello. Sólo esperaba que él pudiera enamorarse de mí también, aun cuando yo
debiera compartir la cama de otros dos hombres
al mismo tiempo.
********************
Me desperté a la mañana siguiente
en mi cama con otra gran sonrisa en mi cara. Mientras estiraba los músculos rígidos
que tenía, me di cuenta que realmente podría entrar en esto teniendo
maravilloso sexo todos los días. Aunque sabía que el sexo caliente era genial,
yo no había podido conseguir mi cambio normal en la luna llena con la ceremonia
la otra noche. Salí de la cama, usé el baño, y cepillé mis dientes antes de
ponerme mis pantalones para correr.
Parecían más cortos de lo normal.
Miré hacia abajo y vi que no estaban colgando sobre mis zapatillas, pero apenas
rozaban la parte de arriba de las zapatillas. No seguro de que hacer con eso,
me encogí de hombros y me dirigí hacia las escaleras.
¿Quizás se encogieron un poco la
última vez que los lavé? Pero entonces también se sentían un poco estrechos, y
eran al menos una talla mayor de la que normalmente llevaba.
—Alguien tiene un regalo —dijo
Amanda en una cantarina voz cuando entré en la cocina. Incliné mi cabeza a un
lado en interrogación y ella señaló al otro mostrador.
—¡No jodas! —Jadeé cuando vi
conectada una nueva, y muy cara marca de máquina espresso. Miré hacia ella
ensanchando la sonrisa antes de enfocarme en la nueva adquisición de la cocina.
Tenía un gran arco rojo. Casi
empecé a babear cuando me di cuenta que era una de las máquinas donde vertías
los granos. Grandes granos frescos, medidos, y daba la perfecta toma cada vez.
Y tenía un control de temperatura y perillas
de ajuste para la jarra. Así que yo podía decir que quería tres tazas de
espresso, verter la leche en la jarra adjunta, y decir que quería leche para un
latte a ciento treinta grados, todo con pulsar unos botones.
—¿Q… Quién me dio esto? —pregunté
mientras pasaba mis dedos sobre ella con veneración—. Amanda, esta máquina cuesta unos ochocientos dólares.
—No sé quién de ellos lo hizo,
pero todos estaban sonrientes cuando se fueron hace poco tiempo. —Se rió y me
pasó una taza—. Me pidieron que me asegurara que la vieras y te divirtieras
esta mañana.
—¿Alguna posibilidad de que haya
una taza de viaje por aquí? —me reí cuando comencé a jugar con mi regalo—. No
tuve oportunidad de ir a correr la otra noche con la ceremonia, y pensaba en
conseguir una antes de empezar a trabajar hoy.
—Por supuesto —respondió Amanda
cuando fue a un armario diferente y sacó una—. Hay llaves de coches colgadas
detrás de la lavandería de camino al garaje. Todas están etiquetadas, y estoy
segura de que a ninguno de los chicos le importaría prestarte uno de sus
coches. Pero asegúrate de hablar con ellos acerca de cómo asegurarlo antes de
que lo vuelvas a usar, ¿de acuerdo?
—Sí, señora —dije, dándole un beso
en la mejilla, y entonces comencé mi café—. Cuando veas a alguno de ellos, ¿puedes
decirles que fui a correr a las tierras de la manada?
—Seguro, siempre y cuando prometas
comer algo antes de irte —contestó en un tono muy maternal—. Pareces un poco
más delgado que el otro día. ¿No estás comiendo suficiente?
—No me siento más delgado, en
realidad mis pantalones se sienten más estrechos —reí cuando mi café se
terminó. Era un poco caliente para finales de enero en Denver, así que opté por
un latte helado hoy—. ¿Qué tal agarro una manzana ahora y prometo comer tres
omelet con toda la guarnición cuando regrese a casa?
—De acuerdo. —Amanda rió cuando
terminé con mi nuevo regalo y puse la tapa a mi taza de viaje. Cogí la manzana
que ella me arrojó cuando asintió con la cabeza hacia la máquina espresso—. No
son como los chicos malos, ¿no?
—No, simplemente no son como me
dijeron que podían ser, ¿ya sabes? Pero estoy trabajando en eso y en realidad
intentando darles una oportunidad —respondí cuando de repente encontré mis
zapatos fascinantes—. Es realmente confuso, Amanda. Quiero decir, Jimin me
quiere como una pareja, Yoongi y Jungkook quieren más que sólo un chico
juguete, aunque en realidad no estoy seguro de qué. Es mucho para procesar y
descifrar. Quiero decir, ¿puede una persona incluso amar a tres personas?
—No diría que es fácil, Taehyung
—dijo con un tono simpático, dándome una media sonrisa—.
Pero puedo decirte que creo que no
hay límite sobre cuánto amor un corazón puede sostener. Amo a mi pareja y a
todos mis niños en la misma forma. ¿Quién dice qué no puedas enamorarte de tres
hombres?
—Aunque estoy feliz por tener algunas
opciones que no pensaba que tenía, podría ser agradable tener un libro de
reglas algunas veces —bromeé, necesitando irme antes de derramar más de mi
corazón a una casi extraña.
—Ve a correr, aclarará tu cabeza y
te ayudará a pensar —dijo firmemente, señalando la puerta trasera que llevaba a
la lavandería. En realidad ella era una dama inteligente. Le soplé un beso
antes de tomar mi escapada. Parecía que ella sabía que yo estaba incómodo con
el tema y me dejó ir como yo necesitaba en vez de presionarme.
Haciendo mi camino hacia el
garaje, vi los ganchos de las llaves.
Elegí el SUV de Jimin desde que ya había estado en él y sabía que era menos
probable que se molestara si yo usaba su vehículo sin preguntarle. Y si él se
molestaba, ¡Amanda me dio permiso!
Ese último pensamiento me hizo
reír cuando salí del garaje, conduciendo, y dirigiéndome hacia las tierras de
la manada.
Vagamente recordaba el camino esa
noche, pero por si acaso, sabía que la SUV de Jimin tenía GPS. Escogiendo las
localizaciones guardadas, tenía instrucciones paso a paso. Algunas veces
realmente amaba la tecnología.
Quince minutos más tarde, salí de
la carretera adentrándome en los desiertos campos por el bosque. En realidad
muchas tierras de manadas estaban en su propio bosque privado preservado.
Normalmente estaban bajo el nombre de algunas fundaciones así que muchas
preguntas no eran planteadas por el gobierno o grupos de interés especial. Pero
no estaba abierto al público como un bosque preservado regular.
Dirigí la SUV dentro del parque,
salí, me desnudé, y escondí todo debajo de la rueda trasera del vehículo.
Extendiéndome una vez más, permití que el cambio fluyera sobre mí, y momentos
después estaba en mi pequeño lobo rubio blancuzco. Me pareció extraño que me
sintiera más grande que lo normal. ¿Cómo podía sentir que había ganado peso
cuando Amanda dijo que parecía más delgado que hace dos días?
Sacudiendo el extraño sentimiento,
comencé a correr hacia la línea de árboles. Me lancé alrededor de los árboles y
perseguí unos pocos conejos mientras pensaba sobre los pasados pocos días.
Mi vida realmente estaba
resultando mejor que lo que podía incluso haber esperado. Y parte de mí estaba
lleno de esperanza de que venir a Denver era la mejor cosa que nunca me
ocurrió.
Había estado corriendo durante
veinte minutos cuando oí unos pocos aullidos de lobos. Parecía que yo no era el
único que necesitaba salir a correr. No me sentía muy sociable en ese momento,
así que seguí mi camino actual en lugar de dirigirme hacia el sonido. Pero unos
pocos minutos más tarde oí otro aullido y me di cuenta que estaba mucho más
cercano que el último. ¿Quizás me olieron y querían comprobar quien estaba en
su territorio?
Decidiendo que podría ser mejor parecer
amigo en lugar de enemigo, cambié de dirección y me dirigí hacia los otros
lobos. No tomó mucho tiempo hasta que los encontré. Había cinco lobos a unos
cincuenta metros. Di un rápido aullido así que pudieran verme. Como un grupo se
volvieron en mi dirección y gruñeron.
Eso no era bueno.
Tenían que ser de la manada si
estaban en esas tierras, así que ¿por qué no sabían quién era yo? Todos los
miembros habían estado en la ceremonia, así que ellos tenían que saber que
ahora había un Omega en la manada.
¡Maldita sea, éramos los únicos
lobos blancos! Cuando cargaron hacia mí, giré alrededor y me dirigí hacia la
SUV de Jimin. Esta no era una lucha que pudiera ganar si venían para eso, y yo
no quería ir tan lejos.
Desafortunadamente, eran mucho más
grandes y rápidos que yo. Había llegado a la línea de árboles cuando sentí
dientes en mi costado izquierdo. Segundos más tarde otro me abordó en el suelo
y el impulso nos llevó a rodar varias veces antes de que terminara sobre mi
espalda. Decidiendo que mi mejor opción estaba en que ellos me vieran
realmente, instantáneamente cambié de nuevo a mi forma humana.
—Tonto Omega —me gruñó cuando
sujetó mis muñecas con una fornida mano sobre mi cabeza.
—Entonces sabes quién soy —jadeé
cuando me di cuenta donde estaba yendo. No pensaban que yo era un intruso,
querían joderme. Y yo no estaba seguro que ellos tuvieran cuidado si yo no
estaba dispuesto—. ¿Por qué estáis haciendo esto? ¡Pertenezco al Alfa Yoongi!
—No es sólo el círculo interno el
que puede obtener la fuerza por joder contigo. —Me sonrió, y pude ver la locura
en sus ojos. Luché con todo lo que tenía, pero los otros se habían desplazado y
estaban ayudando al primer hombre que me sostenía abajo—.Y Yoongi no está aquí,
¿verdad?
—No hagas esto, es una ofensa
mortal —pedí cuando él movió su cuerpo entre mis piernas. Empecé a desplazarme
hacia atrás, pero alguien me abofeteó fuerte y rompió mi concentración.
—¿Quién piensas que te creerá si
lo cuentas? —Se burló el hombre cuando puso mis piernas arriba. Otro hombre las
sujetó cuando luché mientras intentaba desesperadamente no dejarles tener
acceso a mi culo—. Eres nuevo aquí y sólo su puta. Hemos sido parte de esta
manada durante generaciones, Omega. Te mantendrás quieto, y nosotros lo
haremos. Estoy seguro que una puta como tú le gustaría añadir cinco hombres a
la lista de quienes te joden.
—¡No! —Grité cuando me alcé y le
di un cabezazo en la nariz. Sabía que había sido un buen golpe, pero maldición
eso también me hizo daño. Justo cuando yo iba a ser golpeado otra vez, un
incluso más grande lobo negro abordó al hombre en el suelo. Dos descomunales
lobos más fueron detrás de los otros cuatro hombres mientras yo corría para
esconderme detrás del árbol más cercano.
Oía la lucha más que la veía
mientras las estrellas intermitentes detrás de mis ojos desde que me golpearon
la cabeza finalmente se aclaraban.
Echando un vistazo alrededor del
árbol vi que los cinco hombres habían cambiado de nuevo y se rendían. Y
entonces vi a uno de mis salvadores. Yoongi.
—No podíamos ayudarnos, Alfa
Yoongi —pidió el primer hombre cuando su cabeza colgó sumisamente—. Cuando
olimos al Omega, era como si no pudiéramos pensar en no tenerlo. No vinimos
aquí buscándole, te lo juro.
—Iros ahora y decidiré más tarde
que hacer con todos vosotros —gruñó Yoongi cuando Jungkook y Jimin cambiaron de
nuevo. Los hombres asintieron con la cabeza y regresaron el camino por el que
vinieron tan rápido como sus piernas podían llevarles. Estuve de pie, agarrando
el árbol mientras sacudía el ataque de adrenalina. Yoongi fue el primero en
volverse y mirarme—. ¿Qué demonios estabas pensando, Taehyung?
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