— ¿Yo? —Chillé, mis ojos estaban ensanchados—. ¿Cómo es esto de alguna manera mi culpa? Fui por una carrera desde que no lo conseguí la otra noche, y oí aullidos acercándose a mí. Imaginé que habían olido a un lobo extraño y fui a identificarme. ¡La siguiente cosa que sé es que están gruñendo y persiguiéndome! Cambié de nuevo después que me sujetara, pensado que si él veía quien era yo, sabrían que yo no sería una amenaza.
—¡No puedes ser tan jodidamente
estúpido!— Gritó Yoongi a todo pulmón e
interrumpiéndome—. No pensaban que eras una amenaza, querían joderte.
—Me estaba dando una idea poco
antes de que aparecierais —susurré cuando sentí mis rodillas temblar y querer
fallar—. Sólo no entiendo por qué. ¿Por qué yo? Quiero decir, tenían que saber
que yo era tuyo, ¿cierto?
—Yoongi, él no lo sabe —jadeó
Jimin cuando llegó y agarró el hombro de nuestro Alfa. Yoongi le miró antes de
que sus ojos volvieran a mí y estuvieran abiertos.
—¿Saber qué? —Grité cuando eché un vistazo a
los tres—. ¡Esto no fue mi culpa! No empecé esto o hice nada malo, Yoongi, te
lo juro.
—Eres un Omega, bebé —dijo después
de tomar unas pocas respiraciones tranquilas como si eso debiera explicármelo
todo.
Vi lágrimas brillando en sus ojos
y mientras yo estaba completamente confuso con lo que estaba pasando, sabía que
era grande. Caminé los diez pasos que nos separaban tan rápido como pude y me
lancé a sus brazos. Jadeó en sorpresa cuando aplasté mis labios con los suyos.
Me envolví alrededor de él cuando me besó con labios, lengua, y dientes
mientras sus manos se apoyaban mi culo.
—Nunca más, bebé. Nunca salgas
solo de nuevo, nunca, Taehyung —dijo con una vacilante voz cuando enterró su
cara en mi cuello—. No podemos perderte, bebé. Y no te atrevas a pensar que lo
digo porque eres el Omega de la manada. Jode eso, no podemos perderte,
Taehyung.
—Lo siento, Yoongi —susurré
mientras lamía su cuello hasta su oreja. Todavía no tenía ni idea por qué
estaba tan perturbado pero yo sólo sabía que quería arreglarlo. Y después de
todo él, Jungkook, y Jimin me salvaron de un posible destino peor que la
muerte. Necesitaba sentir a mis grandes y fuertes hombres—. Está bien, Yoongi,
estoy bien, juro que lo estoy. Estoy sólo un poco tembloroso, pero no voy a
ninguna parte.
—No está bien, Taehyung —gruñó
mientras mordía mi hombro y sus manos exprimían mi culo—. Podríamos haberte
perdido porque nadie te dijo algo tan importante como que todo el mundo
constantemente querrá joderte y tu olor puede conducirlos a la locura.
Podríamos haberte perdido porque yo fui descuidado y no repasé las normas sobre
ti yendo a cualquier lugar solo.
—Pero no lo hiciste. Estoy bien
aquí y te necesito bien ahora —gemí cuando froté mi dura polla contra su
estómago mientras lamía y chupaba cada pulgada de piel a la que tenía acceso—.
Hablaremos más tarde, y me explicarás todo, dime las reglas, átame a tu cama si
quieres. Sólo tómame ahora, Yoongi. Necesito a mis hombres.
—No voy a joderte después de que
fuiste atacado y casi violado, bebé —dijo firmemente, pero sentí su polla
poniéndose dura y rozando mi culo. Parecía que sus dos cabezas estaban luchando
por quien estaba a cargo. Personalmente, yo quería que la cabeza de más abajo
ganara. Moví mis caderas así que él estaba empujando contra mi agujero mientras
yo intentaba tomarle dentro de mí—. Taehyung, tienes que parar eso. Incluso no
estás extendido.
—No me importa —jadeé y entonces
gemí cuando me levantó más alto de su cuerpo. Me incliné lo suficiente para así
poder mirar dentro de sus ojos y ver el conflicto de emociones en su cara—. ¿No
te dejé claro lo que necesitaba cuando te besé? Te estoy pidiendo que me tomes,
para sentirte incluso si me daña porque no tenemos lubricante. Por favor no me
rechaces, Yoongi.
—De acuerdo, bebé, si eso es lo
que necesitas porque necesito sentirte, también —contestó, y vi que la lujuria
se había impuesto contra todo lo demás cuando me besó—. Preparadle.
No estuve seguro de a quien le
había hablado cuando su lengua se deslizó dentro de mi boca. Pero lo imaginé
cuando sentí dos manos más en mi culo y entonces otro conjunto de labios en mis
hombros. Gemí fuertemente, aunque el sonido fue tragado por Yoongi cuando ya
que nunca paró de besarme. Entonces sentí la lengua de alguien lamer mi
agujero, y rompí el beso para gritar.
—Santa madre del infierno —gemí
cuando miré sobre mi hombro. Los labios de Jimin se encontraron con los míos, y
supe que él era quien estaba besando mis hombros, y eso significaba que
Jungkook era el que lamía mi culo. Necesitaría recordar agradecerle más tarde
por otra primera experiencia que me encantó—. Mierda, Jungkook, voy a
convertirme en tu amante esclavo con esa lengua.
—Cualquier cosa que nuestro bebé
quiera —Jungkook se rió entre dientes antes de empujar su lengua profundamente
dentro de mí. Me di cuenta que Yoongi estaba gruñendo suavemente cuando sentí
las vibraciones en su pecho. Volviéndome hacia él, vi el ceño fruncido en su
rostro.
—No empieces —ordené, alzando una
ceja mientras intentaba pensar coherentemente con lo que Jungkook me estaba
haciendo—. Vine contigo primero, te pedí que me tomaras, y me besaste
inmediatamente. No empieces esta mierda celosa porque estoy halagando a
Jungkook mientras me está dando placer y comiendo mi culo.
—Tienes razón, lo siento —dijo
Yoongi cuando suavemente lamió mi labio
inferior. Era un signo de sumisión y usado para pedir perdón en la cultura de
los lobos. También era algo que los werelobos hacían a veces, aunque nunca me
hubiese imaginado en un millón de años que un Alfa podría hacer eso a un
Omega—. Toda esta adrenalina está fluyendo a través de mí, y vosotros casi
estabais tomándola de mí. Estoy sintiéndome muy territorial.
—Todos nosotros lo estamos, Yoongi
—dijo Jimin detrás de mí—. Todos nosotros estábamos gruñendo cuando él se fue
hacia ti y no hacia nosotros.
—Lo siento —susurré, sintiéndome
culpable de que les hubiera disgustado y fallado totalmente. Vi como de
disgustado estaba Yoongi, y mientras todavía no estoy seguro del todo de lo
ocurrido, yo quería hacerle sentir mejor.
—Nada que lamentar, bebé —contestó
Jimin cuando acarició un lado de mi cuello mientras Yoongi acarició el otro. La
lengua de Jungkook todavía estaba ocupada, pero añadió dos dedos, consiguiendo
un gran gemido de mí. Tres hombres me estaban dando toda su atención mientras
cada uno de ellos quería la mía. Era como si hubiese muerto e ido al cielo —.
Entendemos que no era sobre ti cuidando de Yoongi más que de nosotros. Era la
situación, él ya estaba hablando contigo, y enviando a los chicos malos lejos.
—Pero todos vosotros me
salvasteis, y sé eso —dije cuando incliné mi cabeza para coger sus labios otra
vez—. Sólo necesitaba hacer que su tristeza se alejara. Y necesito sentiros a
los tres, no dudéis eso. Planeo teneros a los tres antes de que nos vayamos de
aquí.
—Entonces manos a la obra porque
ya estás listo — gruñó Jungkook cuando sacó sus dedos de mi culo. Antes incluso
de que pudiese decir algo, Yoongi movió sus manos para agarrar su polla y
bajarme sobre él. Yo estaba más que estirado, pero la saliva no era el mejor
lubricante, así que hubo algo de ardor. Lo cual estaba bien desde que descubrí
la noche pasada que me gusta algo de ardor.
—Tómame, reclámame, poséeme —jadeé
cuando miré a Yoongi mientras él tocaba fondo dentro de mí. Sus ojos como
platos cuando parecía que yo iba a decir exactamente que él se sentía en ese
momento y quería de mí. Yo no estaba seguro de cómo sabía que eso estaba en su
cabeza. Sólo lo sabía—. Me entrego a ti libremente, Yoongi. Sin contratos, sin
acuerdos como Alfa y Omega. Yo, Kim Taehyung, te quiero, Min Yoongi, para ser
dueño de mi cuerpo, mi alma, y mi corazón.
—Acepto y te doy lo mismo, bebé
—dijo suavemente mientras una lágrima escapaba de sus ojos. Entonces nuestros
labios se encontraron, y todo era fuegos artificiales y la necesidad.
Nos movió para que yo estuviera
medio recostado contra Jimin y Jungkook mientras Yoongi golpeaba duro y rápido
dentro de mí. Yo tenía un brazo enlazado alrededor del cuello de Yoongi y otro
que se remontaba alrededor del de Jungkook. Jimin sostenía la mayor parte de mi
peso debajo de mi culo y chupaba y mordisqueaba su marca de pareja.
—Me voy a correr —grité sólo minutos
después de que Yoongi hubiera entrado en mí. Todas las sensaciones, emociones,
y necesidades dándonos vueltas fueron demasiadas para manejarlas. Grité a los
cielos y pinté el pecho de Yoongi con mi semen. Él rugió cuando disparó su
libración dentro de mí.
—Mi turno —gruñó Jungkook cuando
me inclinó de nuevo contra el pecho de Yoongi y maniobró contra el árbol. Yo
había terminado mi orgasmo, y Yoongi disparado su último chorro dentro de mí
cuando él asintió con la cabeza a Jungkook. Realmente yo no estaba seguro quien
hizo que, pero sentía la polla de Yoongi abandonarme y la de Jungkook empujando
contra mi agujero—. Me comprometo contigo, bebé. Si me aceptas, todo lo que
quiero es a ti, Yoongi y Jimin.
—Sí —siseé, y empujó dentro de mí
duro—. Joder, sí, Jungkook. Golpea dentro de mi culo.
—Omega lascivo —jadeó Yoongi
cuando se inclinó para besar mi hombro. Se movió un poco, y vi que estaba
mirando a Jungkook—. ¿De verdad nos quieres a todos nosotros?
—Sí, nos quiero a los cuatro para ser parejas
y una familia —gruñó cuando empujó dentro de mí—. Te he amado a ti y a Jimin
toda mi vida. —Yoongi parpadeó rápidamente antes de llegar junto a mí,
agarrando el cuello de Jungkook, y atrayéndolo tan cerca de él que yo estaba
completamente encajonado entre ellos. Yo no podía ver tanto como escucharles
besándose mientras movía mis caderas en
la polla de Jungkook.
—Ven aquí, mi pareja —jadeé cuando
atrape la mirada de Jimin y fruncí mis labios para él. Sonrió extensamente
antes de que su boca se pegara a la mía. Jadeé cuando Jungkook comenzó a
joderme más duro. Rompiendo mi beso con Jimin, vi que Yoongi y Jungkook lo
habían dejado también.
—Siempre supe que eras lo que
necesitábamos — susurró Yoongi misteriosamente cuando acunó mi mejilla. Yo no
estaba seguro de que diablos estaba diciendo, pero estaba tan metido en la
polla golpeando en mi culo que no tenía ninguna neurona para pensar—. Muérdeme,
bebé. Márcame como tuyo, Taehyung.
—¿De verdad? —pregunté, sus palabras consiguieron que mi lujuria se nublara. Sentí
mis caninos extenderse por la petición, pero necesitaba estar seguro. Yoongi
sonrió y asintió con la cabeza cuando inclinó su cuello para darme mejor
acceso. No dudé. Me incliné hacia delante y le mordí cuando él extendió la mano
y sujetó mi cabeza en su cuello. En un segundo su dulce sangre pasó por mi
lengua, gruñí y me corrí sobre él otra vez.
—Mierda, mierda, me voy a correr —gritó
Jungkook segundos antes de disparar en mi culo. Levanté mi cabeza del hombro de
Yoongi e inclinó mi peso sobre Jungkook mientras él se mantenía bombeando más y
más de su semilla dentro de mí.
—Amo estos maratones cuando nadie
está mirando — gemí cuando Jungkook salió de mí momentos después.
—¿Eso significa que todavía tienes
energía de sobra para mí? — preguntó Jimin tranquilamente.
—Por supuesto —le sonreí
extensamente, sabiendo que él necesitaba más tranquilidad. Le quería después de
haber tenido mi cerebro follado por sus amigos—. Siempre tengo más que deseo
suficiente para ti, mi pareja.
—Bien —gruñó cuando me sacó de los
brazos de Yoongi. Nos hundimos en el suelo cuando Jimin se echó sobre su
espalda para que yo me sentara a horcajadas sobre sus caderas—. Demasiado malo
no tenemos un sombrero vaquero para ti, bebé, porque me vas a montar mientras
te jodo bien.
—Exigente. —Me reí cuando intenté disparar a
Jungkook una mirada mordaz, pero fallé miserablemente. Me volví hacia Jimin y
me incliné hacia su pecho cuando él movió su polla en mi agujero—. Márcame con
esa enorme polla, mi pareja.
—Oh, sí —gimió Jimin cuando empujó
duro dentro de mí. Grité de placer cuando tocó fondo dentro de mí. Asegurando
mis manos en sus pectorales, él colocó sus pies para que pudiera obtener algún
apoyo. Era bueno con su palabra, jodiéndome como un animal cuando yo movía mis
caderas hacia abajo para encontrarle—. Mierda, bebé. No voy a durar después de
verte así. ¡Se siente demasiado bien joderte!
—Más duro, Jimin, tómame más duro
—gemí cuando sus ojos se ensancharon—. No me harás daño, mi pareja. Necesito
sentirte durante días después de esto.
—Tan caliente —siseó cuando golpeó
dentro de mí tan duro que jamás hubiera creído posible. Jimin se vinculaba a mi
próstata todo el tiempo, y no tomó mucho para mí no solo estar duro sino explotar
de nuevo—. Córrete para mí, mi amor, mi pareja.
—Jimin —grité cuando disparé mi semilla sobre
todo su pecho. Él gritó mi nombre y se corrió dentro de mí mientras mi cuerpo
comenzaba a relajarse. Luces explotaron detrás de mis ojos cuando la fuerza de
mi orgasmo se apoderó de mí en olas. Estaba empezando a experimentar mareos
después de los ruegos de correrme tres veces en tan corto periodo. Pero estaba
muy contento desde que supe que podría hacerles daño si yo me corría con uno o
dos de ellos y no con todos ellos.
—Te tenemos, bebé. Ahora descansa
—susurró Jimin suavemente cuando me derrumbé en su pecho. Quería decir gracias
y lo bueno que fue, pero nada salió. Vagamente les oí hablando de fondo pero
sólo entendí unas pocas cosas.
—¿Está más alto? —preguntó
Jungkook.
—Juro que está más pesado que la
otra noche —dijo Jimin, y eso fue la última cosa que oí antes de que la
oscuridad me tomara. Contento de saber que también pensaban así, o si estábamos
perdiendo nuestras mentes, por los menos era de todos nosotros.
********************
—Su archivo decía que medía 1.65
cm. —dijo Yoongi, despertándome cuando yo yacía en algo duro. Me di cuenta que
estaba en la mesa de la cocina mientras Yoongi, Jimin, Jungkook, y Amanda
estaban a mi alrededor. ¡Y estaban midiéndome! Sentía la cinta métrica de
costura envolver alrededor de mis caderas—. Tiene 31 de cintura, también.
—¿De verdad? ¿Tenías que hacer
esto en la mesa en lugar de una cama blanda? —gruñí, mi garganta seca por todos
los gritos de antes. Sólo el recodarlo me hacía sonreír.
—Mierda, lo siento, bebé —dijo
Jimin cuando me cogió en sus brazos. Le sonreí, amando que instantáneamente
cuidara de mis necesidades—. ¿Podemos conseguirte cualquier cosa?
—Más o menos un galón de café y
podría comer una vaca —respondí mientras inclinaba mi cabeza para besarle—. Y
sí, mido 1.65 con veintiocho de cintura.
—No más, Taehyung —dijo Amanda
suavemente y entonces se dirigió a mi nueva máquina espresso.
—¿Qué quieres decir con no más?
—pregunté, sintiendo un pozo en mi estómago cuando me asusté—. La gente no
tiene períodos de crecimiento a los veintiuno.
—Te medimos seis veces, bebé
—respondió Jimin cuando se sentó en una de las sillas conmigo en su regazo—.
Ahora mides 1.73 cm. y tu cintura está ahora en treinta y uno.
—Debéis de haber medido mal —dije,
sacudiendo mi cabeza mientras mis cejas se juntaron.
—No lo hicimos —respondió Yoongi
cuando se sentó en la silla al lado nuestro. Se volvió para estar frente a mí,
y me observó con preocupación—. Has crecido, y no estamos seguros de por qué.
Eso es por qué Amanda pensaba que habías perdido peso, ahora está distribuido
de manera diferente.
—¿Cómo es eso posible? —pregunté,
mirando de él a Jungkook y entonces sobre Amanda, que estaba haciéndome un
latte. Eso tuvo otra pregunta saliendo de mí—. ¿Y a quién tengo que agradecer
por mi maravilloso regalo?
—Yoongi —dijeron Jungkook y Jimin
a la vez cuando el hombre en cuestión se ruborizó, las puntas de sus orejas se
volvieron rojas.
—Bien, en realidad es de todos
nosotros, un tardío regalo de
cumpleaños. —Se encogió de hombros cuando retorció sus manos juntas. Le di unas
palmaditas al brazo de Jimin que me estaba sujetando contra él y me bajé de su
regazo.
—Hey —chillé cuando pellizcó mi culo.
—Sólo comprobaba que no habías
perdido peso —dijo Jimin sosteniendo sus manos en rendición—. Tengo debilidad
por tu trasero y necesitaba comprobar que no estaba plano.
—Oh, bien entonces déjame darte
una mejor vista. — Sonreí cuando sostuve mis brazos en los muslos de Yoongi y
me incliné—. ¿Todavía hay suficiente trasero para ti, mi pareja?
—¿También puedo comprobar? —Gimió
Jungkook, y sentí sus manos en mi culo mientras Jimin frotaba mi trasero—. Se
siente perfecto para mí.
—Me alegra que pienses así —dije,
mordiendo mi labio para contener mi propio gemido dentro. Me levanté y entonces
inmediatamente me senté a horcajadas en el regazo de Yoongi mientras tomaba su
cara en mis manos. Él finalmente se encontró con mi mirada cuando le sonreí
extensamente—. Amo mi regalo. Es el más considerado, amado y maravilloso regalo
que he tenido en toda mi vida, Yoongi. Es demasiado caro, pero no te diré que
me des algo menos costoso cuando es evidente que pensante acerca de ello.
—Tú vales mucho para mí —susurró, y sus
mejillas se pusieron incluso más rojas—. Quiero que seas feliz y si un espresso
te hace sonreír por la mañana, quiero eso. Si quieres café especial, podemos
ordenarlo, Taehyung. Quiero decir eso cuando digo que te quiero aquí y que no
queremos perderte.
—Te creo —dije, lamiendo su labio
inferior. Los ojos de Yoongi se ensancharon por el gesto de sumisión y
confianza. En realidad yo no tenía nada por lo que disculparme, pero en la
cultura lobo podía significar todas y cada una de esas cosas. Gruñó su
aprobación antes de aplastar sus labios con los míos. Después de unos momentos
de intensos pellizcos, mordiendo, y mostrando su dominio en el beso, comenzó a
ser amable—. Puedes hacerlo todos los días, es caliente.
—Me alegra que pienses así —jadeó
Yoongi cuando comenzó a sonreír—. Pero si fuéramos más lejos, podría estar
midiendo tu altura en esa mesa tanto como la fuerza que la mesa pueda soportar.
—O podríamos ver qué otra cosa se podría haber
hecho más grande en mí. —Agité mis cejas cuando la boca de Yoongi se quedó
boquiabierta por mis insinuaciones—. Pero en serio, amo mi regalo. Muchas
gracias.
—Me alegro de que esté decidido, y
quizás tus chicos puedan recordar que estoy aquí. —Amanda aclaró su garganta
cuando me trajo un latte—. Dejé el ajuste de calor donde lo tenías incluso si
no la usaste esta mañana.
—Eres una diosa. —Gemí después de
tomar un sorbo. Miré por encima como el cocinero entraba en la cocina. Amanda
me había dicho que su nombre era Frank. Era un hombre más bajo, quizás de mi
altura. Frank siempre estaba sonriendo, mostrando sus arrugas alrededor de su
boca y ojos. Si tuviera que adivinar, diría que estaba a finales de los
cincuenta—. No tenías que llamar a Frank, puedo obtener mi propia comida.
—Tonterías —se burló Frank
balanceando su mano frente a mí—. Me gusta el estilo en la cocina que
solicitas. Algo diferente de los constantes filetes y hamburguesas de los otros
tres.
—¿Qué comes que es tan extraño,
bebé? —Preguntó Jungkook mientras miraba de Frank a mí—. No es nada que pueda hacerte
crecer ocho centímetros.
—Frank hace la mejor omelet del mundo
—respondí, batiendo mis pestañas al cocinero—. Podría estar dispuesto a dar mi
testículo izquierdo por un par en este momento. ¿Alguna posibilidad de que
necesites hacer algún trabajo en la computadora, Frank? Seré tu esclavo de la
tecnología de por vida.
—En realidad sí, el portátil de mi
esposa está siendo una bestia. —Frank se rió entre dientes y comenzó a cascar
huevos. Entonces sostuvo un batidor y lo balanceó en mi dirección—. Me
alegraría dejarte ayudar con eso, pero debes mantener tus testículos donde
pertenecen, jovencito.
—Estoy totalmente de acuerdo
—susurró Yoongi en mi oído mientras su mano se movía entre mis piernas.
—Realmente podría acostumbrarme a
toda esta atención y mimos. —Gemí, inclinándome contra la mesa mientras bebía
mi café para darle mejor acceso.
—Cogí algunas cebolletas frescas
de la tienda. ¿Te sientes aventurero, Taehyung? —preguntó Frank, dándome un
guiño.
—Oh, sí —gemí, lamiendo mis labios—. Eso suena
fantástico.
—Realmente puedes ver sexo hasta
en un palo — susurró Yoongi cuando se inclinó y lamió mi cuello. Le sentí duro
debajo de mí y me retorcí en su regazo. Jimin y Jungkook olfatearon el aire
antes de gemir, oliendo nuestro deseo—. ¿Quién diría que la comida conseguiría
excitarnos?
—Bien, parece que soy un chico en
crecimiento. —Sonreí pero entonces sentí frío. Todavía no sabía por qué estaba
creciendo, y estaba un poco asustado.
—Juro que voy a conseguir un cubo
de hielo para vosotros chicos. —Amanda se rió entre dientes mientras ponía la
mesa.
—Así que realmente, ¿qué está
haciendo Frank para ti, bebé? —preguntó Yoongi, y me di cuenta que él podía
sentir mi cambio de humor y estaba intentando distraerme. Le sonreí cuando
entendí lo que estaba haciendo.
—Está haciéndome mi favorito. —Le
sonreí—. Tres omelet con queso, tocino, pimientos verdes, cebollas, tomates, y
un poco de crema agria. Es como el cielo en tu boca.
—Eso suena realmente bueno —dijo Jungkook,
volviendo hacia Frank—. ¿Puedo obtener uno también, por favor?
—Yo también —añadieron Yoongi y
Jimin a la vez, pero Yoongi continuó: —Se nos ha abierto el apetito yendo en
ayuda de alguien. Tenemos que hablar de eso, Taehyung.
—De acuerdo, estoy listo —respondí
suavemente con una inclinación de
cabeza.
—Primero tengo una pregunta —dijo
Jungkook, enfocándose sobre Frank, quien estaba cocinando como los dioses—. ¿Te
sientes atraído por Taehyung y su poder?
—Puedo sentir su poder, está
creciendo, y ni siquiera lo esta aprovechando plenamente —respondió Frank con
una inclinación de cabeza. Sus cejas se arrugaron cuando continuó—. Pero no
estoy atraído hacia él como pienso que quieres decir. Quiero decir él es lindo
como un botón, pero no es mi tipo. Sin ánimo de ofender, chico.
—No me ofende. —Me reí, antes de
darnos cuenta de sus palabras—. Entonces ese hombre estaba mintiendo, ¿no?
—Sí, pienso que Ben está lleno de mierda.
—Jungkook inclinó la cabeza cuando miró a Yoongi—. Conocí a un Omega antes, y
fui más que capaz de controlarme a mí mismo. Quiero decir, sí sentí la
atracción de su poder, pero no ataqué al chico para intentar cogerle.
—No sabía que la gente pudiera
sentirse atraída hacia mí como para hacer eso. —Suspiré cuando deposité mi
ahora vacía taza. Acaricié mi cara en el cuello de Yoongi para confortarme
cuando sus fuertes brazos se envolvieron a mí alrededor—. Mis padres nunca me
dijeron nada sobre no poder salir solo. Quiero decir, he estado solo alrededor
de mi manada antes sin ningún problema.
—Eso era cuando todavía eras
virgen, bebé —dijo Jimin tranquilamente mientras frotaba mi espalda—. Cuando
tuvimos la ceremonia, fue como encender una llama dentro de ti para que tu
poder creciera. Eso es lo que nos ayudará a estar contigo.
—¿De modo que eso me hizo más
alto? —pregunté, volviendo mi cabeza para mirarle con la confusión que sentía—.
¿Os estáis sintiendo más fuertes?
—Sí, somos mucho más rápidos de lo que éramos
antes, —admitió Jungkook. Entonces explicó lo que me había perdido y cómo me
habían encontrado. Parecía que mis hombres volvieron a casa después que yo me
había ido, y Amanda les había dicho donde estaba. Por supuesto se dieron cuenta
que yo podría estar en peligro e inmediatamente condujeron hacia las tierras de
la manada.
Cuando vieron el camión de Ben
allí, bajaron de un salto, corrieron, y se lanzaron en persecución hacia donde
oyeron venir los aullidos. Entonces por supuesto, me rescataron, y entonces
todos tuvimos alucinante sexo. Se dieron cuenta que yo estaba más grande que
hace dos días, o incluso ayer, así que regresaron hacia los vehículos con un
Omega que perdió el conocimiento. Llegamos a casa quizás diez minutos antes de
que yo despertara en la mesa de la cocina siendo medido.
—De acuerdo, así que voy a sufrir
un colapso —dije mientras frotaba mis sienes, intentando aliviar la presión
alojada allí—. Nunca podré salir solo otra vez porque no sabemos cuántos
miembros de la manada podrían reaccionar al poder que sienten de mí o podrían
ser gilipollas y sólo intentar tomarlo. Fan-maldito-tástico.
—Hay una razón por la que el Alto Consejo
aprobó las leyes acerca de cómo necesitan ser tratados los Omegas — susurró
Yoongi cuando sus ojos se llenaron con simpatía—. Sé que odias como fuiste
contratado, pero es por más que sólo dar fuerza al círculo interno, bebé. Es
también que todo Omega será protegido. Una vez alcanzas los veintiuno, eres
como una bomba atómica de poder sin explotar, y algunas personas podrían hacer
cualquier cosa para tenerte.
—Eso es también por qué los
contratos con más que sólo el Alfa —dijo Jungkook cuando pasó sus manos sobre
su cara con frustración—. Si el círculo interno es fuerte, lleva a una manada
estable y próspera. Pero también hace que tú tengas a tres protectores muy
fuertes contra cualquiera que quisiera tomarte y usarte.
—El camión de Ben estaba
estacionado junto a la SUV de Jimin, ¿cierto? —pregunté, un pensamiento
viniendo hacia mí. Los tres inclinaron la cabeza cuando Frank y Amanda trajeron
el desayuno y entonces se sentaron. No estaban comiendo, pero esta conversación
les afectaba también, ya que, yo estaba viviendo aquí. Quiero decir, Amanda no
había sabido que yo no podía ir solo—. Ben me dijo que Yoongi no estaba allí
para protegerme. No creo que tropezaran conmigo yendo en una carrera en las
tierras de la manada, chicos.
—Estoy de acuerdo —suspiró Yoongi cuando se
inclinó en su silla—. Tenemos esta misma reunión todos los viernes por la
mañana con los ancianos de la manada. Podrían haber visto mi SUV allí, pero
sabían que yo no estaba. Podría haber sido demasiado fácil para ellos vigilar
la casa en busca de la oportunidad de que salieras solo cuando sabían que
nosotros podríamos estar ocupados. Quiero decir, ¿por qué no estaban cinco
hombres en el trabajo un viernes por la mañana?
—Esto se pone cada vez mejor y
jodidamente mejor — me quejé cuando ataqué mi desayuno—. Y también quiero saber
por qué carajo estoy cada vez más grande, y cuánto más grande podría llegar a
ser. Ninguna de mis ropas va a ajustarme. ¡Ya he crecido ocho centímetros en
dos días por el amor de dios! No tengo para pagar un nuevo guardarropa.
—Descifraremos esto, bebé —dijo
Yoongi cuando besó mi cuello. Me volví en su regazo, pero él me mantuvo allí
cuando fui a tomar una silla para mí. Se sentía bien sólo sentarme y comer en
su regazo y también necesitaba el consuelo—. No estás solo en esto, Taehyung.
Estamos aquí para ti, y obtendremos respuestas.
—Lo sé, sólo estoy de mal humor, pero creo que
eso es comprensible después de todo esto —contesté. Nadie dijo nada de ninguna
manera, pero mirando alrededor de la mesa, vi en todos miradas simpáticas. Todo
el tiempo parecía que cuando las cosas mejoraban un poco en mi vida, toneladas
de mierda eran volcadas sobre mí. En algún momento y tiempo podría ser más de
lo que una persona pudiera manejar. Y mientras yo estaba contento de que mis
hombres estuvieran dispuestos a ayudarme a soportar la carga, ¿cuánto más iba a
venir?
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