domingo, 24 de abril de 2022

CAPITULO 27

 

Yoongi observaba a Taehyung dormir, observando el final de esa cola retorcerse mientras su gatito soñaba.

 

Ese era el problema, pensó. Había sido una semana. Todas las heridas de Taehyung estaban sanando. Aparte por algunos cortes persistentes en su baja espalda y una profunda herida en su pata derecha cerca del conjunto de huesos seriamente dañados, no le faltaba nada por sanar. El problema es que Taehyung no había cambiado a un humano. Después de todo.

 

No estaban cerca de la luna todavía, mientras eso podía ser mucho más fácil.

 

Taehyung solo no parecía querer cambiar. Podía decir que Taehyung estaba tratando. Podría ser agradable poder hablar con Taehyung, realmente hablar. Oía al azar pensamientos, pero necesitaba que hablaran el uno con el otro, maldita sea. Gray y Marina no ayudaban después de todo.

 

Gimió un poco, caminando y tiró un poco de la cola de Taehyung. Quizás un poco demasiado duro. Taehyung se despertó, maullando.

 

—¡Taehyung! Yoohoo. ¿Puedes oírme Taehyung?

 

Taehyung le gruñó, estirándose, mostrándose largo, sus uñas blancas.

 

Uh-huh. Es agradable, gatito. Sal y habla conmigo. Maldita sea. —Había sido agradable. Amoroso azúcar. Era tiempo de conseguir volver a su real forma.

 

Taehyung le dio un manotazo, vocalizando furiosamente. Sabía que Taehyung estaba tratando, pero maldita sea, el hombre necesitaba tratar más duramente.

 

Necesitaba a su compañero, y si la gente pensaba que eran una extraña pareja como personas, cuando eran peludos eran peor. Tiró de esa maravillosa cola de nuevo.

 

H-u-m-a-n-o. Vamos gatito.

 

Odiaba cómo se despertaban esas patas traseras. Yoongi pensó que esa era la parte por la que Taehyung no quería volver a él. Si, odiaba eso, tenían que estar haciendo que Taehyung se volviera loco.

 

Vamos, bebé. Por favor. —Odiaba rogar, pero quería oír la pequeña sensual voz, quería que Taehyung lo tocara. Oh, ellos no estaban listos para hacer lo sucio; solo quería sentir. Acunó el rostro de Taehyung, dedos acariciando sus bigotes, prestando atención—. Levántate. Ven a mí.

 

Taehyung sacudió su cabeza, gorgoteando, tratando tan duro.

 

Puedes hacer esto, bebé, puedes, vamos. —Sonrió, besando la punta de su nariz. Podía ver el rostro de Taehyung ahí, ver a su pareja. Brillaba y Yoongi esperaba con todas sus fuerzas. Por favor. Si. Ahora.

 

Taehyung gritó, el sonido salvaje y fiero suficientemente alto que Yoongi tuvo miedo que Gray pudiera venir corriendo. Entonces su compañero estaba ahí, tembloroso, sudado, pero ahí.

 

Oh, Jesús, bebé. —Yoongi agarró a Taehyung y lo abrazó sosteniendo ese delgado cuerpo cerca al suyo.

 

Yoongi, Yoongi, Yoongi, no podía recordar cómo…

 

Está bien, bebé. Está bien. —Yoongi acariciaba la espalda de Taehyung

 

No, no está bien. Esto no está jodidamente bien. ¡Mis piernas!

 

Shh, ellas sanarán. Gatito. Solo irá lentamente.

 

¿Qué estaba supuesto a decir a eso? Era cierto. Oh, Taehyung no podría dudar que tenía más movilidad que la mayoría de la gente, pero nunca volverían a ser las piernas de Taehyung.

 

—Lo lamento.

 

Taehyung se giró alejándose, saliendo de la cama hacia el baño.

 

Yoongi dejó que Taehyung se fuera por unos minutos, podría oír si Taehyung lo necesitaba y algunas veces un hombre necesitaba un momento a solas.

 

El agua empezó a correr, entonces oyó un cristal hecho añicos justo antes que hubiera un golpe, probablemente Taehyung se tambaleó dentro de la ducha.

 

Yoongi saltó de la cama y se dirigió al baño, solo para asegurarse que nada importante estaba dañado. El espejo encima del lavamanos se había ido, hecho añicos, y Taehyung estaba encorvado en la ducha, su rostro arriba hacia la ducha.

 

Eso podría costarnos extra, bebé.

 

Lo pagaré. —Taehyung no lo miró—. Tengo dinero.

 

Oh, qué coño. —Yoongi se sentó cerca en la bañera, su mano en el brazo de Taehyung—. Solo te extrañé.

 

Estoy jodido. No me Gusta eso.

 

Por supuesto que no lo estás. —Todavía, era bueno ver el rostro humano de Taehyung—. Me Gusta que pueda hacer esto, pienso. — Yoongi empujó a Taehyung fuera de la regadera y lo besó.

 

La conexión lo golpeó como un tren de carga, golpeando dentro de su cuerpo y danzó en él. Oh, joder. Esto era lo que necesitaba. Su lazo era tan nuevo. No era frágil realmente, solo se fortalecía cuando se tocaban.

 

Yoongi envolvió sus dedos alrededor del culo de Taehyung, manteniendo un toque gentil. Leve, pero no podía dejar de reducir el contacto. Necesitaba esto tan desesperadamente, quería sentir a Taehyung contra él, necesitaba saborear y tocar y solo estar. Apoyó a Taehyung contra él, dejando que un beso se derritiera en otro y otro y otro. Taehyung empujaba felices sonidos dentro de él. No consiguieron estar todo calientes y pesados; bueno, Taehyung estaba pesado pero en el buen sentido. Ellos solo se revolcaron el uno en el otro.

 

Hueles bien, no a humo. —Taehyung lamía agua fuera de su mandíbula con su áspera lengua.

 

También tú. —Eso era cierto, ahora era Taehyung quien estaba oliendo como él de nuevo, no como ese lugar, o como medicina.

 

Si volvemos atrás a la cama y nos tocamos, no tendremos que pensar. —Gatito listo.

 

Es verdad. —Cerró el grifo del agua y levantó a Taehyung en sus brazos. El gatito necesitaba un emparedado. Un emparedado y un buen examen.

 

Se rio un poco antes de bajar fácilmente a Taehyung en la cama, doblándose para besar esa caliente boca de nuevo. Las manos de Taehyung se envolvieron alrededor de sus hombros, empujándolo máscerca. Era todo por no pensar mientras se extendía próximo a su amante, los labios de Yoongi en la barbilla de Taehyung.

 

Estás caliente. —Ese suave ronroneo estaba empezando de nuevo.

 

A Yoongi le Gustaba ese sonido. Era tan feliz, mucho mejor que el maullido o el sonido de dolor que Taehyung hacía cuando masticaba su pierna en forma de gato. Los dedos de Taehyung se abrieron y cerraron, como si su gatito rodara pasta. Amasándola.

 

—¿Te sientes mejor, gatito? —Yoongi lo estaba. Su polla estaba medio dura, su cuerpo hormigueando con la energía entre ellos.

 

Si, quédate conmigo.

 

Yoongi maldijo, podía sentir a Taehyung mucho más fuerte.

 

Estoy justo aquí. —No quería estar en ninguna otra parte más. Estaba demasiado bien.

 

Sus manos se deslizaron sobre el cuerpo de Taehyung, empujando un poco más duro esta vez, trabajando el músculo un poco más profundo. Quería aliviarle el dolor, mover los tensos músculos un poco, conseguir que la sangre fluyera.

 

Taehyung gimió, el sonido era una mezcla de puro dolor y placer. Yoongi entendió eso. Algunas veces tenía que doler para sentirse mejor. Un hombre tenía que sanar.

 

No te detengas. —Taehyung se arqueó, casi imposiblemente, su cuerpo ondulándose.

 

Esa delgada forma era ya más flexible, las furiosas marcas rojas desvaneciéndose. Tan jodidamente bien. Volteó a Taehyung, sentándose a horcadas en sus caderas, las manos encima agrupando los músculos. Podía oler a Taehyung ahora, a macho, fuerte y bueno. Eso era mucho mejor que la debilidad o el olor a medicina de antes. Cuando encontró un nudo, Taehyung jadeó, pero no se alejó. Eso podría sanarlo. Todos ellos se curarían. Podía sentirlo, cómo el cuerpo de Taehyung estaba diciéndoselo a sus dedos. Hizo que quisiera ronronear, excepto que no era un gato.

 

Se inclinó abajo, su nariz en la nuca de Taehyung. Tenía que olisquear ahí, dejar que su lengua se arrastrase sobre la pálida piel. Taehyung se estremeció y Yoongi frotó su mejilla sobre el lugar, compartiendo su esencia.

 

Suyo.

 

Cuanto más tocaba, mejor se sentía, el jodido mundo parecía más real. Era loco, cómo de rápido las cosas con Taehyung habían ocurrido, cómo de fácil había dejado que fuera su compañero, una vez que se dio cuenta que estaban destinados a estar juntos. Frotó su nariz a lo largo de la línea del pelo de Taehyung, oliendo.

 

Taehyung ronroneó uniéndose con sus sonidos, rodando entre ellos como si se fundieran juntos. Yoongi atrajo a Taehyung más cerca, sus dedos enterrados en la carne de las caderas de Taehyung. Era tiempo de llegar a la verdadera parte difícil. Piernas. Yoongi se mantuvo vocalizando, negándose a tensarse arriba para darle a Taehyung una advertencia o una razón para escaparse. Entonces trabajó el camino bajando, moviéndose sobre el culo de Taehyung, entonces hacia la parte superior de sus muslos.

 

No pienso…

 

Retumbó suavemente, sus dedos deslizándose sobre los tendones. Sin pensar. Eso era peligroso. No, Yoongi no pensó después de todo, solo empezó a frotar la piel, poniendo todo su amor en su toque.

 

Taehyung gimió, y le tomó más tiempo de lo que esperaba, pero esas piernas empezaron a relajarse, la pesadez, los maltratados músculos se estremecieron bajo sus manos.

 

Eso es, gatito, solo déjame hacer que te sientas mejor. Déjame amarte. —Sabía que sus masajes estaban funcionando cuando las piernas de Taehyung empezaron a deslizarse de las sábanas, moviéndolas casi normalmente, esa sinuosa gracia empezaba a regresar.

 

Pudo oler el aroma cuando el cuerpo de Taehyung se detuvo de estar todo dolorido y empezó por el borde de la pasión, esperando. Su cuerpo reaccionó ansiosamente, su propia felicidad burbujeaba justo subiendo. Esa no era la única cosa que estaba subiendo de repente. Yoongi gimió, repentinamente demasiado caliente para su propia piel.

 

Yoongi —Taehyung gimió, llevando una mano atrás para tocar su muslo.

 

Sep, gatito. —Acaricio atrás subiendo por la cadera de Taehyung, tirando un poco más para presionarse juntos.

 

Puedo olerte. —Taehyung se presionó más cerca, vibrando contra él.

 

—¿Tengo todavía olor como hogar? —Taehyung se lo había dicho una vez, atrás en el principio.

 

Tú eres mi hogar. —Taehyung suspiró, pero el sonido era feliz, estableciéndolo.

 

Gracias, Dios. Podían hacer eso. Realmente podían. Solo necesitaban estar juntos.

 

Sus manos se arrastraron a lo largo de los brazos de Taehyung, su cuerpo entero cubierto por su pareja. Necesitaba esto tan desesperadamente y entonces Taehyung lo hizo. Necesitaban hundirse el uno en el otro, no sentir nada más. Mordió el hombro de Taehyung, los dientes de Yoongi en la piel.

 

Cachorro impertinente. —Las caderas de Taehyung moliéndose debajo de él, su dulce culo deslizándose sobre su polla.

 

Mmm. Destetado precozmente, quizás. —O quizás solo como Taehyung sabía. Salvaje, fiero. Yummy.

 

La risa de Taehyung rebotó alrededor un poco y su polla se colocó en la hendidura del culo de Taehyung. Oh, oh, sep. Sopló, su estómago empujándose con el placer. Eso se sentía tan bien, molerse, conseguir más presión.

 

Su cerebro estaba fundiéndose, su cuerpo sabía exactamente lo que necesitaba, todo lo que tenía que hacer era moverse un poco más y su polla podría estar justo ahí, presionándose contra el agujero de Taehyung.

 

Su gatito.

 

Su pareja.

 

Hecho para ti. —Las palabras de Taehyung lo hicieron asentir. Extraño, pero cierto.

 

Taehyung… —Respiró la palabra contra la oreja de Taehyung, pidiendo permiso más que nada. Con la oscura cabeza balanceándose, Taehyung presionó su espalda contra él, dejándolo introducirse en el apretado agujero. Oh, Joder, si. Se sentía como si hubieran pasado años en lugar de semanas. Taehyung también sentía como que volvía a casa.

 

Sus dientes encontraron la nuca de Taehyung, no se enterró en ella, todavía, pero estaba cerca. Quería morder ahí abajo y marcar esa piel, para borrar cada una de las cicatrices que estaban ahí. Se deslizó más profundo dentro del culo de Taehyung, su polla hinchada, sus bolas contrayéndose.

 

Llegó abajo, acunando la cadera de Taehyung con sus manos, moviéndolos juntos. Quería más de esa maravillosa piel. Más de esos sonidos que lo hacían jadear.

 

Cuando Yoongi liberó sus lados, una de las piernas de Taehyung se levantó para darle más cabida, eso ayudaba. Suave, y pudo tocar la gruesa polla, frotar la parte superior y bombearla. Taehyung estaba duro para él ya, y eso hizo que Yoongi quisiera aullar con triunfo. Taehyung estaba sanando. Ellos lo lograrían juntos.

 

Encontraron un ritmo, lento y seguro, el cuerpo de Taehyung como un guante alrededor de él, ese era un perfecto jodido encaje, y Yoongi empezó a moverse, empujando dentro y fuera, dejando que Taehyung marcara el paso.

 

Su mano se movió por Taehyung, bombeando la dulce polla desde la base hacia la cabeza, el pulgar empujando la hendidura una vez y otra vez. Quería a Taehyung loco, quería a su pareja justo ahí.

 

Cachorro. —El culo de Taehyung se onduló alrededor de él—. Bueno...

 

No un cachorro. —Gruñó las palabras antes de morder abajo en esa caliente nuca, dejando que Taehyung sintiera sus dientes.

 

La conexión entre ellos se constituyó, fluyendo en él como el sabor de la piel de Taehyung. La sangre de Taehyung. Y Yoongi sacudió a Taehyung un poco, dándole un feliz maullido en respuesta. Gruñó, y gruñó moviéndose más rápido, sabiendo que estaba seguro ahora.

 

Se mantuvo trabajando en la polla de Taehyung, manteniendo el toque y tirando de ella, esperando que Taehyung lo sintiera. Apretó la ranura cerrándola, entonces tiró todo el camino abajo, justo hacia la base, su mano se encontró con las bolas de Taehyung. Largas y delgadas, como su pareja, esa dulce polla encajaba en su palma, caliente hinchada y perfecta.

 

Ansiaba cómo el apretado agujero de su culo se cerraba alrededor de él, como si ellos estuvieran hechos el uno para el otro. Dios, aulló, su cuerpo perdiendo el control un poco, golpeando contra el de Taehyung.

 

Las cosas se volvieron salvajes, con la rutina, la follada, los mordiscos y los gruñidos. Yoongi perdió la pista de cuántas veces había empujado adentro y afuera en el cuerpo de Taehyung, perdió la pista de cuán duro estaba empujando y apretando esa dura polla. Todo lo que sabía es lo que quería.

 

Todo lo que sabía era que ese era Taehyung.

 

El culo de Taehyung se tensó alrededor de su polla, sacudiéndose y ordeñándolo por un fiero latido de corazón antes de disparar corriéndose sobre sus dedos.

 

—¡Joder! —Yoongi gritó, su cuerpo se paralizó por un momento antes de disparar, sus caderas golpeando el culo de Taehyung.

 

Se envolvió alrededor de Taehyung, sosteniéndolo apretadamente. Su pareja, suyo. Taehyung estaría bien de nuevo, si eso no los mataba a ambos primero.

 

Sería un infierno de camino a seguir.

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