Yoongi observaba a Taehyung dormir, observando el final de
esa cola retorcerse mientras su gatito soñaba.
Ese era el problema, pensó. Había sido una semana. Todas las
heridas de Taehyung estaban sanando. Aparte por algunos cortes persistentes en
su baja espalda y una profunda herida en su pata derecha cerca del conjunto de
huesos seriamente dañados, no le faltaba nada por sanar. El problema es que Taehyung
no había cambiado a un humano. Después de todo.
No estaban cerca de la luna todavía, mientras eso podía ser
mucho más fácil.
Taehyung solo no parecía querer cambiar. Podía decir que Taehyung
estaba tratando. Podría ser agradable poder hablar con Taehyung, realmente
hablar. Oía al azar pensamientos, pero necesitaba que hablaran el uno con el
otro, maldita sea. Gray y Marina no ayudaban después de todo.
Gimió un poco, caminando y tiró un poco de la cola de Taehyung.
Quizás un poco demasiado duro. Taehyung se despertó, maullando.
—¡Taehyung!
Yoohoo. ¿Puedes oírme Taehyung?
Taehyung le gruñó, estirándose, mostrándose largo, sus uñas
blancas.
—Uh-huh.
Es agradable, gatito. Sal y habla conmigo. Maldita sea. —Había sido agradable.
Amoroso azúcar. Era tiempo de conseguir volver a su real forma.
Taehyung le dio un manotazo, vocalizando furiosamente. Sabía
que Taehyung estaba tratando, pero maldita sea, el hombre necesitaba tratar más
duramente.
Necesitaba a su compañero, y si la gente pensaba que eran
una extraña pareja como personas, cuando eran peludos eran peor. Tiró de esa
maravillosa cola de nuevo.
—H-u-m-a-n-o.
Vamos gatito.
Odiaba cómo se despertaban esas patas traseras. Yoongi pensó
que esa era la parte por la que Taehyung no quería volver a él. Si, odiaba eso,
tenían que estar haciendo que Taehyung se volviera loco.
—Vamos,
bebé. Por favor. —Odiaba rogar, pero quería oír la pequeña sensual voz, quería
que Taehyung lo tocara. Oh, ellos no estaban listos para hacer lo sucio; solo
quería sentir. Acunó el rostro de Taehyung, dedos acariciando sus bigotes,
prestando atención—. Levántate. Ven a mí.
Taehyung sacudió su cabeza, gorgoteando, tratando tan duro.
—Puedes
hacer esto, bebé, puedes, vamos. —Sonrió, besando la punta de su nariz. Podía
ver el rostro de Taehyung ahí, ver a su pareja. Brillaba y Yoongi esperaba con
todas sus fuerzas. Por favor. Si. Ahora.
Taehyung gritó, el sonido salvaje y fiero suficientemente
alto que Yoongi tuvo miedo que Gray pudiera venir corriendo. Entonces su
compañero estaba ahí, tembloroso, sudado, pero ahí.
—Oh,
Jesús, bebé. —Yoongi agarró a Taehyung y lo abrazó sosteniendo ese delgado
cuerpo cerca al suyo.
—Yoongi,
Yoongi, Yoongi, no podía recordar cómo…
—Está
bien, bebé. Está bien. —Yoongi acariciaba la espalda de Taehyung
—No, no
está bien. Esto no está jodidamente bien. ¡Mis piernas!
—Shh,
ellas sanarán. Gatito. Solo irá lentamente.
¿Qué
estaba supuesto a decir a eso? Era cierto. Oh, Taehyung no podría dudar que
tenía más movilidad que la mayoría de la gente, pero nunca volverían a ser las
piernas de Taehyung.
—Lo lamento.
Taehyung se giró alejándose, saliendo de la cama hacia el
baño.
Yoongi dejó que Taehyung se fuera por unos minutos, podría
oír si Taehyung lo necesitaba y algunas veces un hombre necesitaba un momento a
solas.
El agua empezó a correr, entonces oyó un cristal hecho
añicos justo antes que hubiera un golpe, probablemente Taehyung se tambaleó
dentro de la ducha.
Yoongi saltó de la cama y se dirigió al baño, solo para
asegurarse que nada importante estaba dañado. El espejo encima del lavamanos se
había ido, hecho añicos, y Taehyung estaba encorvado en la ducha, su rostro
arriba hacia la ducha.
—Eso
podría costarnos extra, bebé.
—Lo
pagaré. —Taehyung no lo miró—. Tengo dinero.
—Oh, qué
coño. —Yoongi se sentó cerca en la bañera, su mano en el brazo de Taehyung—.
Solo te extrañé.
—Estoy
jodido. No me Gusta eso.
—Por
supuesto que no lo estás. —Todavía, era bueno ver el rostro humano de Taehyung—.
Me Gusta que pueda hacer esto, pienso. — Yoongi empujó a Taehyung fuera de la
regadera y lo besó.
La conexión lo golpeó como un tren de carga, golpeando
dentro de su cuerpo y danzó en él. Oh, joder. Esto era lo que necesitaba. Su
lazo era tan nuevo. No era frágil realmente, solo se fortalecía cuando se
tocaban.
Yoongi envolvió sus dedos alrededor del culo de Taehyung,
manteniendo un toque gentil. Leve, pero no podía dejar de reducir el contacto.
Necesitaba esto tan desesperadamente, quería sentir a Taehyung contra él,
necesitaba saborear y tocar y solo estar. Apoyó a Taehyung contra él, dejando
que un beso se derritiera en otro y otro y otro. Taehyung empujaba felices
sonidos dentro de él. No consiguieron estar todo calientes y pesados; bueno, Taehyung
estaba pesado pero en el buen sentido. Ellos solo se revolcaron el uno en el
otro.
—Hueles
bien, no a humo. —Taehyung lamía agua fuera de su mandíbula con su áspera
lengua.
—También
tú. —Eso era cierto, ahora era Taehyung quien estaba oliendo como él de nuevo,
no como ese lugar, o como medicina.
—Si
volvemos atrás a la cama y nos tocamos, no tendremos que pensar. —Gatito listo.
—Es
verdad. —Cerró el grifo del agua y levantó a Taehyung en sus brazos. El gatito
necesitaba un emparedado. Un emparedado y un buen examen.
Se rio un poco antes de bajar fácilmente a Taehyung en la
cama, doblándose para besar esa caliente boca de nuevo. Las manos de Taehyung
se envolvieron alrededor de sus hombros, empujándolo máscerca. Era todo por no
pensar mientras se extendía próximo a su amante, los labios de Yoongi en la
barbilla de Taehyung.
—Estás
caliente. —Ese suave ronroneo estaba empezando de nuevo.
A Yoongi le Gustaba ese sonido. Era tan feliz, mucho mejor
que el maullido o el sonido de dolor que Taehyung hacía cuando masticaba su
pierna en forma de gato. Los dedos de Taehyung se abrieron y cerraron, como si
su gatito rodara pasta. Amasándola.
—¿Te
sientes mejor, gatito? —Yoongi lo estaba. Su polla estaba medio dura, su cuerpo
hormigueando con la energía entre ellos.
—Si,
quédate conmigo.
Yoongi maldijo, podía sentir a Taehyung mucho más fuerte.
—Estoy
justo aquí. —No quería estar en ninguna otra parte más. Estaba demasiado bien.
Sus manos se deslizaron sobre el cuerpo de Taehyung,
empujando un poco más duro esta vez, trabajando el músculo un poco más
profundo. Quería aliviarle el dolor, mover los tensos músculos un poco,
conseguir que la sangre fluyera.
Taehyung gimió, el sonido era una mezcla de puro dolor y
placer. Yoongi entendió eso. Algunas veces tenía que doler para sentirse mejor.
Un hombre tenía que sanar.
—No te
detengas. —Taehyung se arqueó, casi imposiblemente, su cuerpo ondulándose.
Esa delgada forma era ya más flexible, las furiosas marcas
rojas desvaneciéndose. Tan jodidamente bien. Volteó a Taehyung, sentándose a
horcadas en sus caderas, las manos encima agrupando los músculos. Podía oler a Taehyung
ahora, a macho, fuerte y bueno. Eso era mucho mejor que la debilidad o el olor
a medicina de antes. Cuando encontró un nudo, Taehyung jadeó, pero no se alejó.
Eso podría sanarlo. Todos ellos se curarían. Podía sentirlo, cómo el cuerpo de Taehyung
estaba diciéndoselo a sus dedos. Hizo que quisiera ronronear, excepto que no
era un gato.
Se inclinó abajo, su nariz en la nuca de Taehyung. Tenía que
olisquear ahí, dejar que su lengua se arrastrase sobre la pálida piel. Taehyung
se estremeció y Yoongi frotó su mejilla sobre el lugar, compartiendo su
esencia.
Suyo.
Cuanto más tocaba, mejor se sentía, el jodido mundo parecía
más real. Era loco, cómo de rápido las cosas con Taehyung habían ocurrido, cómo
de fácil había dejado que fuera su compañero, una vez que se dio cuenta que
estaban destinados a estar juntos. Frotó su nariz a lo largo de la línea del
pelo de Taehyung, oliendo.
Taehyung ronroneó uniéndose con sus sonidos, rodando entre
ellos como si se fundieran juntos. Yoongi atrajo a Taehyung más cerca, sus
dedos enterrados en la carne de las caderas de Taehyung. Era tiempo de llegar a
la verdadera parte difícil. Piernas. Yoongi se mantuvo vocalizando, negándose a
tensarse arriba para darle a Taehyung una advertencia o una razón para
escaparse. Entonces trabajó el camino bajando, moviéndose sobre el culo de Taehyung,
entonces hacia la parte superior de sus muslos.
—No
pienso…
Retumbó suavemente, sus dedos deslizándose sobre los
tendones. Sin pensar. Eso era peligroso. No, Yoongi no pensó después de todo,
solo empezó a frotar la piel, poniendo todo su amor en su toque.
Taehyung gimió, y le tomó más tiempo de lo que esperaba,
pero esas piernas empezaron a relajarse, la pesadez, los maltratados músculos
se estremecieron bajo sus manos.
—Eso es,
gatito, solo déjame hacer que te sientas mejor. Déjame amarte. —Sabía que sus
masajes estaban funcionando cuando las piernas de Taehyung empezaron a
deslizarse de las sábanas, moviéndolas casi normalmente, esa sinuosa gracia
empezaba a regresar.
Pudo oler el aroma cuando el cuerpo de Taehyung se detuvo de
estar todo dolorido y empezó por el borde de la pasión, esperando. Su cuerpo
reaccionó ansiosamente, su propia felicidad burbujeaba justo subiendo. Esa no
era la única cosa que estaba subiendo de repente. Yoongi gimió, repentinamente
demasiado caliente para su propia piel.
—Yoongi
—Taehyung gimió, llevando una mano atrás para tocar su muslo.
—Sep,
gatito. —Acaricio atrás subiendo por la cadera de Taehyung, tirando un poco más
para presionarse juntos.
—Puedo
olerte. —Taehyung se presionó más cerca, vibrando contra él.
—¿Tengo
todavía olor como hogar? —Taehyung se lo había dicho una vez, atrás en el
principio.
—Tú eres
mi hogar. —Taehyung suspiró, pero el sonido era feliz, estableciéndolo.
Gracias, Dios. Podían hacer eso. Realmente podían. Solo
necesitaban estar juntos.
Sus manos se arrastraron a lo largo de los brazos de Taehyung,
su cuerpo entero cubierto por su pareja. Necesitaba esto tan desesperadamente y
entonces Taehyung lo hizo. Necesitaban hundirse el uno en el otro, no sentir
nada más. Mordió el hombro de Taehyung, los dientes de Yoongi en la piel.
—Cachorro
impertinente. —Las caderas de Taehyung moliéndose debajo de él, su dulce culo
deslizándose sobre su polla.
—Mmm.
Destetado precozmente, quizás. —O quizás solo como Taehyung sabía. Salvaje,
fiero. Yummy.
La risa de Taehyung rebotó alrededor un poco y su polla se
colocó en la hendidura del culo de Taehyung. Oh, oh, sep. Sopló, su estómago
empujándose con el placer. Eso se sentía tan bien, molerse, conseguir más
presión.
Su cerebro estaba fundiéndose, su cuerpo sabía exactamente
lo que necesitaba, todo lo que tenía que hacer era moverse un poco más y su
polla podría estar justo ahí, presionándose contra el agujero de Taehyung.
Su gatito.
Su pareja.
—Hecho
para ti. —Las palabras de Taehyung lo hicieron asentir. Extraño, pero cierto.
—Taehyung…
—Respiró la palabra contra la oreja de Taehyung, pidiendo permiso más que nada.
Con la oscura cabeza balanceándose, Taehyung presionó su espalda contra él,
dejándolo introducirse en el apretado agujero. Oh, Joder, si. Se sentía como si
hubieran pasado años en lugar de semanas. Taehyung también sentía como que
volvía a casa.
Sus dientes encontraron la nuca de Taehyung, no se enterró
en ella, todavía, pero estaba cerca. Quería morder ahí abajo y marcar esa piel,
para borrar cada una de las cicatrices que estaban ahí. Se deslizó más profundo
dentro del culo de Taehyung, su polla hinchada, sus bolas contrayéndose.
Llegó abajo, acunando la cadera de Taehyung con sus manos,
moviéndolos juntos. Quería más de esa maravillosa piel. Más de esos sonidos que
lo hacían jadear.
Cuando Yoongi liberó sus lados, una de las piernas de Taehyung
se levantó para darle más cabida, eso ayudaba. Suave, y pudo tocar la gruesa
polla, frotar la parte superior y bombearla. Taehyung estaba duro para él ya, y
eso hizo que Yoongi quisiera aullar con triunfo. Taehyung estaba sanando. Ellos
lo lograrían juntos.
Encontraron un ritmo, lento y seguro, el cuerpo de Taehyung
como un guante alrededor de él, ese era un perfecto jodido encaje, y Yoongi
empezó a moverse, empujando dentro y fuera, dejando que Taehyung marcara el
paso.
Su mano se movió por Taehyung, bombeando la dulce polla
desde la base hacia la cabeza, el pulgar empujando la hendidura una vez y otra
vez. Quería a Taehyung loco, quería a su pareja justo ahí.
—Cachorro.
—El culo de Taehyung se onduló alrededor de él—. Bueno...
—No un
cachorro. —Gruñó las palabras antes de morder abajo en esa caliente nuca,
dejando que Taehyung sintiera sus dientes.
La conexión entre ellos se constituyó, fluyendo en él como
el sabor de la piel de Taehyung. La sangre de Taehyung. Y Yoongi sacudió a Taehyung
un poco, dándole un feliz maullido en respuesta. Gruñó, y gruñó moviéndose más
rápido, sabiendo que estaba seguro ahora.
Se mantuvo trabajando en la polla de Taehyung, manteniendo
el toque y tirando de ella, esperando que Taehyung lo sintiera. Apretó la
ranura cerrándola, entonces tiró todo el camino abajo, justo hacia la base, su
mano se encontró con las bolas de Taehyung. Largas y delgadas, como su pareja,
esa dulce polla encajaba en su palma, caliente hinchada y perfecta.
Ansiaba cómo el apretado agujero de su culo se cerraba
alrededor de él, como si ellos estuvieran hechos el uno para el otro. Dios,
aulló, su cuerpo perdiendo el control un poco, golpeando contra el de Taehyung.
Las cosas se volvieron salvajes, con la rutina, la follada,
los mordiscos y los gruñidos. Yoongi perdió la pista de cuántas veces había
empujado adentro y afuera en el cuerpo de Taehyung, perdió la pista de cuán
duro estaba empujando y apretando esa dura polla. Todo lo que sabía es lo que
quería.
Todo lo que sabía era que ese era Taehyung.
El culo de Taehyung se tensó alrededor de su polla,
sacudiéndose y ordeñándolo por un fiero latido de corazón antes de disparar
corriéndose sobre sus dedos.
—¡Joder!
—Yoongi gritó, su cuerpo se paralizó por un momento antes de disparar, sus
caderas golpeando el culo de Taehyung.
Se envolvió alrededor de Taehyung, sosteniéndolo
apretadamente. Su pareja, suyo. Taehyung estaría bien de nuevo, si eso no los
mataba a ambos primero.
Sería un infierno de camino a seguir.
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