domingo, 24 de abril de 2022

CAPITULO 2

 

Yoongi observaba a su mamá y hermano empacar los guisos y los huesos para sopa y todo tipo de mierdas para llevárselas a Mona. Jesús, no podía creer que Kim Pop estaba muerto. El hombre era como un maldito apéndice de madera en su cuello y todos lo amaban incluso si estaban en desacuerdo con el.

 

—¿Vienes, Yoongi? —Su madre se puso su loco cabello rojo detrás de una oreja. Era como una loba, también, con una profunda capa de color rojizo y un colgante en la oreja. Hoseok era como ella y lo usaba para joder a Yoongi cuando eran niños, ya que él lucía como su papá, todo peludo, marrón y mierda.

 

No estoy seguro, mamá. —Sonrió con ironía—. No siempre consigo salir adelante con todos esos Kims.

 

No digas eso. —Sus labios se torcieron en una media sonrisa—. Ha sido así por quince años. Vas a venir.

 

Sep. —Sacudió su cabeza. Esto no era acerca de sus problemas. Pop Kim había sido un buen hombre, un sólido hombre. Infiernos, la familia había adoptado a cada callejero de mierda que pasaba a través de su tierra por los últimos cuarenta años, incluyendo a un grupo de ruidosos cachorros que solo necesitaban un lugar para hacer estallar el vapor. No estaba seguro que el guiso de pavo fuera una adecuada expresión de cómo todos se sentían, pero imaginaba que podía ser. Ayudó a su mamá a cargar todo hacia la camioneta, llevando lo empaquetado que no pudiera deslizarse alrededor y derramarse.

 

Tomaré mi camioneta, en caso que uno de nosotros necesite quedarse o algo. —Correcto, porque su hermano pequeño, Hoseok, tenía un serio enamoramiento por Lizzie, la segunda de las jóvenes chicas Kim.

 

Gilipollas. —Le sonrió cuando Hoseok lo movió de un tirón. Yoongi amaba bromear con la gente cuando estaba en casa.

 

Compórtense ustedes dos o los golpearé a ambos. —Mamá se montó en la camioneta—. Trae tu trasero aquí, hijo.

 

Yoongi montó en el asiento del conductor dentro de su camioneta dirigiéndose hacia el lugar de los Kim.

 

Quiero que seas agradable con ese chico mientras estemosallí.

 

—¿Qué chico? —Todos los niños Kim eran demasiado viejos para ser chicos y chicas.

 

Yoongi…

 

—¿Qué? —Él sonrió—. Oh, te refieres a ese gatito.

 

Min  Yoongi, ¡te golpearé tu culo!

 

Sep, sep, seré bueno. —Podría no ser que el niño pussy fuera un culo. De cualquier manera podría patear al pequeño desgarbado la siguiente semana. Sep, los golpes sonaban como un gran plan. Sonrió, eso hizo que su madre lo pellizcara en el brazo.

 

—¡Ow!

 

Detente. Tienes el demonio en tus ojos. Ese pobre chico es el mejor amigo de Hoseok, incluso si es diferente.

 

Sabes, quisiera saber por qué todo el mundo asume que es mi culpa el que no consigamos llevarnos bien. —Era ofensivo. Realmente.

 

Ella solo lo miró. Bastante. A sus ojos.

 

De acuerdo. Él había mordido a Taehyung, lo persiguió, gruñó. Acorraló al pequeño jodido una vez. Ellos eran niños. Los niños hacían eso. Solo que Taehyung había una vez arañado su pierna tan malamente que tuvieron que darle puntadas. Había hecho trizas la chaqueta favorita de Yoongi de la escuela secundaria.

 

Y eso no contaba incluso, el tiempo en el que alguien al que nunca habían atrapado le había puesto removedor de pelo en su acondicionador.

 

Dios, no quería hacer eso. Odiaba los funerales y las recepciones de los funerales y toda la mierda planificada como esta. Podría estar en alguna mina turmalina en algún lugar….

 

Gracias por acompañarme. No puedo creer que Michael muriera durante la reunión.

 

Sep. —Yoongi rodó sus ojos. «La reunión». Lo hacía sonar como una película. Todos ellos se reunían juntos durante la noche de cosecha, una vez al año. No era tan siniestro o algo parecido, era una maldita clase de reunión familiar.

 

Podría… tú y Hoseok, podrían estar bien sin mí, ¿verdad?

 

Ni siquiera lo pienses Má. —No iba a reflexionar sobre eso, era demasiado fuerte.

 

Ocurrirá en algún momento, hijo.

 

Lo sé, mamá, pero sería igual de fácil conseguir ponerlos juntos en una cueva. —Se encogió de hombros—. Hemos sobrevivido, pero no te mentiré y te diré que podría ser fácil.

 

Ella habló suavemente, acariciando su brazo.

 

—Espero que no, deberías echarme un poco de menos.

 

Detente. —Yoongi no lo pudo evitar y gruñó algo. Habían sido él, Hoseok y su mamá contra el mundo por un largo tiempo. La extrañaría como perder una extremidad.

 

Pienso que podríamos ir a Burger King después de presentar nuestros respetos.

 

Pienso que es una magnífica idea. —Carne, salsa de tomate. «Yumy». Incluso le Gustaban las patatas fritas.

 

También me lo parece. Hoseok podría estar demasiado ocupado olfateando persiguiendo a la bonita pequeña niña, entonces podría conseguir escabullirse. —Mamá le guiñó un ojo.

 

Ahí van. —Acarició su pierna, sabiendo que ella necesitaba el contacto tanto como él lo hacía—. Te extrañaría como el infierno si te fueras, mamá.

 

Ella asintió con la cabeza, suspirando suavemente.

 

—PobreMona.

 

—¿Ella estará bien con todos esos niños, hum? —¿Cuántos eran, dieciocho? Dios.

 

Sep, Taehyung le envía dinero a casa para ella, también lo hacen Gray y Helena.

 

Lo logrará. —Tenía que hacerlo. La mayoría de la manada realmente no sabía qué hacer sin Kim Mona.

 

Aparcaron en la entrada, el lugar estaba lleno con camionetas y coches y algunas SUVs. Cada uno tenía que salir. Yoongi se sentía un poco mareado, pero Hoseok  estaba ahí justo enfrente de ellos y vino a ayudar a su mamá a bajar de la camioneta.

 

—Iré en un minuto, ¿de acuerdo?

 

Seguro, amor. Estaré dentro con Mona.

 

Caminó alrededor de un lado de la casa, necesitando algo de aire, alguna cosa. Cuando giró en la esquina se chocó contra alguien, los dos se estrellaron juntos.

 

Mierda. —Se tambaleó, pero instintivamente trató de agarrar cualquier cosa. Yoongi sabía que era grande. Podría hacer algo de daño—. Lo siento.

 

No hay problema. —La voz era suave, seductora, sexo puro de alguna manera, haciendo que su pelo se erizara hasta la raíz.

 

Dio un paso atrás para mirar al hombre, porque era definitivamente un hombre y sus ojos se ampliaron.

 

—¿El niño pussy?

 

Una ceja negra se arqueó imposiblemente sobre el ojo verde botella, luego estaba volando, golpeando de vuelta el suelo antes que su maldita barbilla empezara a doler de la patada que había recibido.

 

Relucientes botas negras aparecieron por su cabeza, solo por un segundo.

 

—En efecto.

 

Luego se habían ido.

 

Mierda santa. Yoongi no podía asegurarse dónde San Kim había aprendido a patear de esa manera, pero maldita sea. Eso era algo.

 

También caliente, demasiado.

 

De alguna manera, todas las cosas de ese funeral solo se habían puesto un poco más interesantes.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

CAPITULO 8

Amanecía. Jin y Namjoon se despedían de Taehyung Y Yoongi.   El destino los separaba una vez más.   Yoongi y Taehyung se quedaron en...