domingo, 24 de abril de 2022

CAPITULO 5

 

Se despertó repentinamente, temblando, desnudo y frío. Joder, joder. No había estado en su estado salvaje en años.

 

Taehyung cambiaba, seguro. Como un reloj. En la comodidad y gloria y seguridad de su apartamento. Su apartamento era una zona de juegos para un gatito cambiaforma.

 

No como esto.

 

El lugar estaba bajo tierra, solo resplandecía una pequeña luz. Y olía como a lobo, pero no era desagradable. Frotó su piel, tratando de calentarse. Hombre, necesitaba su pelaje de vuelta.

 

Hay mantas ahí, ¿quieres beber agua? —Casi saltó fuera de su piel. Se había olvidado casi de Yoongi.

 

Sep, sep, lo siento. Por favor. —Sus dientes estaban castañeando—. ¿Dónde estamos?

 

En la mina. Llegamos por el camino de atrás. —Yoongi envolvió una manta alrededor de él, luego extendió una mano pasándole una botella de agua.

 

Gracias. —Bebió profundamente. Su estómago estaba vacío, podía oír el líquido golpeando su estómago. «Una mina. Genial».

 

No hay problema. Hay algunos alimentos, también. Cuando estés listo.

 

Pienso que probablemente me podría comer un venado entero. —«Entero. Crudo».

 

—¿Si? Podríamos cazar, pero tomaría algo de tiempo.

 

Una lámpara se encendió, arrojando luz hacia Yoongi. Quien vestía pantalones de chándal y una camiseta de manga larga.

 

— Tengo un montón de pollo frío, creo. Y algo de guiso de pavo que hizo mi mamá.

 

Suena bien. —Eso era un poco desconcertante, Yoongi siendo amable con él.

 

Corres realmente bien. —Eso sonó un poco a regañadientes haciéndolo sonreír.

 

Peso menos que tú, y tengo grandes patas.

 

Sep, sep, aunque yo tengo más aguante. —Yoongi le guiñó un ojo, la expresión tan amistosa que casi Taehyung se desmaya.

 

Todos lo tienen. —No se le había permitido correr con la manada, por supuesto—. Pero yo tengo la cosa de saltar.

 

Verdad. —Yoongi sonrió, la expresión de diablo puro—. Puedes conseguir abalanzarte sobre mí, por supuesto.

 

Se terminó el agua, estirándose un poco.

 

—Podría. —Todavía no estaba exactamente seguro cómo había acabado aquí.

 

Toma. —Le entregó un trozo de carne, pollo frío, pero sabía como el cielo. Su gato subió a la superficie de nuevo, sorprendiéndolo. Pero él lo empujó atrás. Sencillo, suavemente.

 

Una de las pobladas cejas de Yoongi se levantó hacia su frente.

 

—¿Estás bien?

 

Sep, solo… tengo frío. —Pepino frío.

 

Bueno, no soy exigente. Si quieres alimentarte en forma de gato, déjalo salir.

 

Sacudió su cabeza, enfocándose en la comida, sintiendo su cola girar profundamente dentro de él.

 

Aquí tienes, hombre. —Yoongi le dio un plato entero de carne junto con guiso de pavo y el lobo se sentó. Entonces hablarían.

 

Dios, esto estaba bueno. Maldita sea. Se oyó a si mismo ronroneando de nuevo, el sonido de ronroneo salió de él.

 

Mmm. —Yoongi estaba comiendo a distancia, lamiendo las migas del guiso de sus labios.

 

Lamió sus dedos limpiándolos, logrando que todos estuvieran limpios.

 

Maldita sea, esto está muy bueno. —Yoongi asintió con su cabeza estirándose, el sudor bajaba por sus caderas.

 

Lo está. —Su voz había salido toda ronca.

 

—¿Quieres una cerveza ahora, para sentirte humano?

 

Yoongi lo estaba mirando de nuevo, esta vez sin ninguna sonrisa, ningún ceño fruncido. Solo había… calor.

 

Sep, ¿sabes qué hora es?

 

Ni idea. —Yoongi se encogió de hombros—. Dudo que alguien estuviera buscándote. Esa fue una dramática salida.

 

No, nadie lo hará. Ellos saben que puedo cuidar de mi mismo.

 

Sep. —Yoongi frotó su mandíbula—. Lo sé.

 

Se rio suavemente.

 

—Fue divertido.

 

Jódete, gatito. Dolió como un hijo de puta.

 

Bien. —Taehyung dejó salir una sonrisa.

 

Cabeza de culo. —Yoongi se acercó con una cerveza, dejándola caer casi como una espina hacia el gato a su lado.

 

Jodedor —dijo dándole un trago a su cerveza.

 

Ocasionalmente, cuando voy a la ciudad.

 

Espera, ¿qué? —No pudo evitar su mirada.

 

—¿Qué? La gran ciudad, me refiero. No pongo un anuncio, hombre. —Yoongi de encogió de hombros, como si fuera perfectamente razonable.

 

¿Anuncio? —No lo estaba siguiendo.

 

En la manada. Que me gustan las pollas. —Yoongi sonrió—. Querían que desafiara al Alpha.

 

Puedo ver eso. Podrías tener un par de bebés y luego hacer lo que quisieras. —Ese era el camino de menor resistencia, eso era cierto.

 

Podría, solo que no soy bueno haciendo lo que quieren ellos. Bebés implica estar alrededor.

 

Cierto. —No es que supiera algo acerca de eso.

 

Yoongi le dio un codazo suave.

 

—No es que te importara, ¿hun?

 

—¿Importarme acerca de qué? ¿Bebés? —Parpadeó—. No es lo mio.

 

No, acerca de lo que yo haría, gatito. Pienso que esta es la conversación más larga que nosotros hayamos tenido.

 

Es definitivamente la más larga sin que me golpearas.

 

Oh, viceversa. —Yoongi rodó sus ojos en su dirección—. ¿Eres realmente un bailarín?

 

Contestó suavemente.

 

—Soy un coreógrafo ahora. Mi… talento se empieza a mostrar. —La gente había empezado a hacer preguntas, volviéndose sospechoso, entonces fingió una lesión y cambió de dirección.

 

Salto de gatito. —Yoongi parecía pensar que era divertido.

 

No hagas que te muerda —le espetó Taehyung.

 

Oh, tendré cuidado con eso. —Una poblada ceja fue levantada y volvió a caer de nuevo—. Aunque los gatos tienen más forma de bacterias.

 

Uh, huh, penes con púas, también. —No es que tuviera uno, pero era divertido provocar.

 

Yoongi giró su cabeza lentamente y miró hacia Taehyung.

 

—¿No jodas?

 

Sep, quiero decir, ustedes tienen… la cosa del nudo.

 

Yoongi parpadeó, luego se echó a reír.

 

—Una razón más para no salir con chicas.

 

Arqueó una ceja altamente.

 

—Podría pensar que eso es más un desafío para un hombre, es decir, quizás eso sea como meter un puño en el culo, pero…

 

Ahora Yoongi se había desplegado todo, aullando con ello.

 

— Nunca he jodido a un hombre peludo, gatito.

 

Aficionado. —Dejó salir una sonrisa, echándose a reír.

 

Uh-huh. Cauteloso.

 

Alguien precavido y Yoongi parecía mutuamente exclusivo. Aunque, ese no era el lugar para decirlo.

 

—¿Tienes una pareja aquí? Má y Pop nunca dijeron. —Él los llevaba a la ciudad al menos una vez al año para una larga visita. Esa era una de sus favoritas… había sido…mierda.

 

No. —La palabra salió plana y dura.

 

Lo siento. —Realmente no lo sentía. No quería que tuviera una. Los otros de su clase lo rechazarían. Olía a perro, no importaba cuán lejos él se hubiera marchado, no podía negar que los lobos lo habían criado y amado.

 

Yoongi tragó lo último de su cerveza.

 

—Tengo bizcocho de postre.

 

Paso de ellos. —No podía probar lo dulce. Era una cosafelina.

 

—¿No te gustan los bizcochos, amigo? —Yoongi negó con su cabeza—. ¿Quieres más guisado?

 

Gracias. —Tomó la carne, la sal y las buenas especias, el arroz lo llenaba. Perros.

 

No hay problema. —Dos bizcochos desaparecieron en un momento.

 

Dios, Yoongi era hermoso. No. Semental. Grande, amplio, fuerte y con dientes. Lamible. Whoa. ¿De dónde había venido eso? No lamible.

 

Estás mirándome fijamente.

 

Lo siento, tengo los ojos un poco salvajes.

 

Sep, pude notarlo. —Lamiendo sus dedos, Yoongi gimió un poco —. Tú te lo pierdes.

 

Sacudió su cabeza.

 

—No realmente.

 

—¿No? ¿Es una cosa de gatos? —Yoongi comió un bizcocho más, el hombre podría poner la comida lejos.

 

Sí, no podemos probar el dulce.

 

Yoongi levantó una ceja.

 

—¿La cosa humana no lo anula?

 

No, quiero decir, puedo decirte que puedo probar diferentes tipos de especies, pero no llego al dulce.

 

Extraño, eso apesta.

 

Taehyung se echó a reír. Actualmente, eso ayudaba a succionar la arena. Tenía algo con las cosas saladas y amargas.

 

—¿Qué? —Yoongi era el único que miraba ahora.

 

—¿Hmm?  Solo  estaba  pesando  acerca  de  esa  cosa  desuccionar. —Esperen...

 

—¿Si? No me digas. —Ahora Yoongi estaba mirando su boca.

 

Ahora... tú eres demasiado cachorro para esa información.

 

—¿Un cachorro? —Yoongi resopló—. Tonterías. He estado por toda la ciudad, gatito.

 

Contestó en voz baja. Como si la ciudad fuera un desafío.

 

No me refiero a nuestra ciudad. —Palmeando su espalda, Yoongi se levantó y acercó. Uhh, lindo.

 

Taehyung se puso de pie, apareciendo su columna vertebral mientras se arqueaba.

 

—¿Estás listo para regresar?

 

Sep, sep, estoy mejor. Mamá debe necesitarme. —Suspiró—. No se supone que esté sin ninguna ropa, ¿puedes prestarme?

 

Sep, tengo algo. Te quedará un poco grande. —Yoongi lo observaba con un sorpresivo ojo experto.

 

Estará bien, puedo manejar eso. —No trataba de acicalarse.

 

Lo apuesto. —Había algunos pantalones y camisetas. Yoongi se los entregó.

 

Sólo esperaba que hubiera algún trasporte.

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CAPITULO 8

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