Se despertó repentinamente, temblando, desnudo y frío.
Joder, joder. No había estado en su estado salvaje en años.
Taehyung cambiaba, seguro. Como un reloj. En la comodidad y
gloria y seguridad de su apartamento. Su apartamento era una zona de juegos
para un gatito cambiaforma.
No como esto.
El lugar estaba bajo tierra, solo resplandecía una pequeña
luz. Y olía como a lobo, pero no era desagradable. Frotó su piel, tratando de
calentarse. Hombre, necesitaba su pelaje de vuelta.
—Hay
mantas ahí, ¿quieres beber agua? —Casi saltó fuera de su piel. Se había
olvidado casi de Yoongi.
—Sep,
sep, lo siento. Por favor. —Sus dientes estaban castañeando—. ¿Dónde estamos?
—En la
mina. Llegamos por el camino de atrás. —Yoongi envolvió una manta alrededor de
él, luego extendió una mano pasándole una botella de agua.
—Gracias.
—Bebió profundamente. Su estómago estaba vacío, podía oír el líquido golpeando
su estómago. «Una mina. Genial».
—No hay
problema. Hay algunos alimentos, también. Cuando estés listo.
—Pienso
que probablemente me podría comer un venado entero. —«Entero. Crudo».
—¿Si?
Podríamos cazar, pero tomaría algo de tiempo.
Una lámpara se encendió, arrojando luz hacia Yoongi. Quien
vestía pantalones de chándal y una camiseta de manga larga.
— Tengo un montón de pollo frío, creo. Y algo de guiso de
pavo que hizo mi mamá.
—Suena
bien. —Eso era un poco desconcertante, Yoongi siendo amable con él.
—Corres
realmente bien. —Eso sonó un poco a regañadientes haciéndolo sonreír.
—Peso
menos que tú, y tengo grandes patas.
—Sep,
sep, aunque yo tengo más aguante. —Yoongi le guiñó un ojo, la expresión tan
amistosa que casi Taehyung se desmaya.
—Todos
lo tienen. —No se le había permitido correr con la manada, por supuesto—. Pero
yo tengo la cosa de saltar.
—Verdad.
—Yoongi sonrió, la expresión de diablo puro—. Puedes conseguir abalanzarte
sobre mí, por supuesto.
Se terminó el agua, estirándose un poco.
—Podría. —Todavía no estaba exactamente seguro cómo había
acabado aquí.
—Toma.
—Le entregó un trozo de carne, pollo frío, pero sabía como el cielo. Su gato
subió a la superficie de nuevo, sorprendiéndolo. Pero él lo empujó atrás. Sencillo,
suavemente.
Una de las pobladas cejas de Yoongi se levantó hacia su
frente.
—¿Estás
bien?
—Sep,
solo… tengo frío. —Pepino frío.
—Bueno,
no soy exigente. Si quieres alimentarte en forma de gato, déjalo salir.
Sacudió su cabeza, enfocándose en la comida, sintiendo su
cola girar profundamente dentro de él.
—Aquí
tienes, hombre. —Yoongi le dio un plato entero de carne junto con guiso de pavo
y el lobo se sentó. Entonces hablarían.
Dios, esto estaba bueno. Maldita sea. Se oyó a si mismo
ronroneando de nuevo, el sonido de ronroneo salió de él.
—Mmm. —Yoongi
estaba comiendo a distancia, lamiendo las migas del guiso de sus labios.
Lamió sus dedos limpiándolos, logrando que todos estuvieran
limpios.
—Maldita
sea, esto está muy bueno. —Yoongi asintió con su cabeza estirándose, el sudor
bajaba por sus caderas.
—Lo
está. —Su voz había salido toda ronca.
—¿Quieres
una cerveza ahora, para sentirte humano?
Yoongi lo estaba mirando de nuevo, esta vez sin ninguna
sonrisa, ningún ceño fruncido. Solo había… calor.
—Sep,
¿sabes qué hora es?
—Ni
idea. —Yoongi se encogió de hombros—. Dudo que alguien estuviera buscándote.
Esa fue una dramática salida.
—No,
nadie lo hará. Ellos saben que puedo cuidar de mi mismo.
—Sep. —Yoongi
frotó su mandíbula—. Lo sé.
Se rio suavemente.
—Fue divertido.
—Jódete,
gatito. Dolió como un hijo de puta.
—Bien. —Taehyung
dejó salir una sonrisa.
—Cabeza
de culo. —Yoongi se acercó con una cerveza, dejándola caer casi como una espina
hacia el gato a su lado.
—Jodedor
—dijo dándole un trago a su cerveza.
—Ocasionalmente,
cuando voy a la ciudad.
—Espera,
¿qué? —No pudo evitar su mirada.
—¿Qué?
La gran ciudad, me refiero. No pongo un anuncio, hombre. —Yoongi de encogió de
hombros, como si fuera perfectamente razonable.
—
¿Anuncio? —No lo estaba siguiendo.
—En la
manada. Que me gustan las pollas. —Yoongi sonrió—. Querían que desafiara al
Alpha.
—Puedo
ver eso. Podrías tener un par de bebés y luego hacer lo que quisieras. —Ese era
el camino de menor resistencia, eso era cierto.
—Podría,
solo que no soy bueno haciendo lo que quieren ellos. Bebés implica estar
alrededor.
—Cierto.
—No es que supiera algo acerca de eso.
Yoongi le dio un codazo suave.
—No es que te importara, ¿hun?
—¿Importarme
acerca de qué? ¿Bebés? —Parpadeó—. No es lo mio.
—No,
acerca de lo que yo haría, gatito. Pienso que esta es la conversación más larga
que nosotros hayamos tenido.
—Es definitivamente
la más larga sin que me golpearas.
—Oh,
viceversa. —Yoongi rodó sus ojos en su dirección—. ¿Eres realmente un bailarín?
Contestó suavemente.
—Soy un coreógrafo ahora. Mi… talento se empieza a mostrar.
—La gente había empezado a hacer preguntas, volviéndose sospechoso, entonces
fingió una lesión y cambió de dirección.
—Salto
de gatito. —Yoongi parecía pensar que era divertido.
—No
hagas que te muerda —le espetó Taehyung.
—Oh,
tendré cuidado con eso. —Una poblada ceja fue levantada y volvió a caer de
nuevo—. Aunque los gatos tienen más forma de bacterias.
—Uh,
huh, penes con púas, también. —No es que tuviera uno, pero era divertido
provocar.
Yoongi giró su cabeza lentamente y miró hacia Taehyung.
—¿No jodas?
—Sep,
quiero decir, ustedes tienen… la cosa del nudo.
Yoongi parpadeó, luego se echó a reír.
—Una razón más para no salir con chicas.
Arqueó una ceja altamente.
—Podría pensar que eso es más un desafío para un hombre, es
decir, quizás eso sea como meter un puño en el culo, pero…
Ahora Yoongi se había desplegado todo, aullando con ello.
— Nunca he jodido a un hombre peludo, gatito.
—Aficionado.
—Dejó salir una sonrisa, echándose a reír.
—Uh-huh.
Cauteloso.
Alguien precavido y Yoongi parecía mutuamente exclusivo.
Aunque, ese no era el lugar para decirlo.
—¿Tienes
una pareja aquí? Má y Pop nunca dijeron. —Él los llevaba a la ciudad al menos
una vez al año para una larga visita. Esa era una de sus favoritas… había
sido…mierda.
—No. —La
palabra salió plana y dura.
—Lo
siento. —Realmente no lo sentía. No quería que tuviera una. Los otros de su
clase lo rechazarían. Olía a perro, no importaba cuán lejos él se hubiera
marchado, no podía negar que los lobos lo habían criado y amado.
Yoongi tragó lo último de su cerveza.
—Tengo bizcocho de postre.
—Paso de
ellos. —No podía probar lo dulce. Era una cosafelina.
—¿No te gustan
los bizcochos, amigo? —Yoongi negó con su cabeza—. ¿Quieres más guisado?
—Gracias.
—Tomó la carne, la sal y las buenas especias, el arroz lo llenaba. Perros.
—No hay
problema. —Dos bizcochos desaparecieron en un momento.
Dios, Yoongi era hermoso. No. Semental. Grande, amplio,
fuerte y con dientes. Lamible. Whoa. ¿De dónde había venido eso? No lamible.
—Estás mirándome
fijamente.
—Lo
siento, tengo los ojos un poco salvajes.
—Sep,
pude notarlo. —Lamiendo sus dedos, Yoongi gimió un poco —. Tú te lo pierdes.
Sacudió su cabeza.
—No realmente.
—¿No?
¿Es una cosa de gatos? —Yoongi comió un bizcocho más, el hombre podría poner la
comida lejos.
—Sí, no
podemos probar el dulce.
Yoongi levantó una ceja.
—¿La cosa humana no lo anula?
—No,
quiero decir, puedo decirte que puedo probar diferentes tipos de especies, pero
no llego al dulce.
—Extraño,
eso apesta.
Taehyung se echó a reír. Actualmente, eso ayudaba a
succionar la arena. Tenía algo con las cosas saladas y amargas.
—¿Qué? —Yoongi
era el único que miraba ahora.
—¿Hmm? Solo
estaba pesando acerca
de esa cosa
desuccionar. —Esperen...
—¿Si? No
me digas. —Ahora Yoongi estaba mirando su boca.
—Ahora...
tú eres demasiado cachorro para esa información.
—¿Un
cachorro? —Yoongi resopló—. Tonterías. He estado por toda la ciudad, gatito.
Contestó en voz baja. Como si la ciudad fuera un desafío.
—No me refiero
a nuestra ciudad. —Palmeando su espalda, Yoongi se levantó y acercó. Uhh,
lindo.
Taehyung se puso de pie, apareciendo su columna vertebral
mientras se arqueaba.
—¿Estás
listo para regresar?
—Sep,
sep, estoy mejor. Mamá debe necesitarme. —Suspiró—. No se supone que esté sin
ninguna ropa, ¿puedes prestarme?
—Sep,
tengo algo. Te quedará un poco grande. —Yoongi lo observaba con un sorpresivo
ojo experto.
—Estará
bien, puedo manejar eso. —No trataba de acicalarse.
—Lo
apuesto. —Había algunos pantalones y camisetas. Yoongi se los entregó.
Sólo esperaba que hubiera algún trasporte.
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