Taehyung abrió los ojos lentamente, con la sensación de
tener el cuerpo entero relajado, incluso cuando sintió alguna punzada aquí y
allá. Sonrió ante el recuerdo de lo que le había causado las punzadas y se
inclinó sobre la cama buscando a Yoongi, cuando alcanzó el otro lado de la cama
sus manos estaban vacías.
Levantó la cabeza, miró alrededor del cuarto. Era obvio que Yoongi
no estaba en el dormitorio. La luz de la luna brillando a través de la ventana
le dio la luz suficiente para verlo todo. Y Yoongi no estaba allí.
Se dio la vuelta hacia el borde de la cama y cogió su ropa.
Se puso rápidamente sus pantalones vaqueros y la camisa antes de salir
corriendo por la puerta de la habitación y bajó las escaleras. Al llegar a la
planta baja, pudo oír ruidos provenientes de de la cocina.
Vacilante, caminó lentamente hacia la cocina. La última vez
que había oído ruidos, había encontrado a un extraño en su casa. ¿A quién iba a
encontrar esta vez?. Tenía la esperanza de encontrar a Yoongi, que era por lo
que se sintió decepcionado cuando vio a Jisoo sentada ante la mesa.
—Hola Jisoo.
¿Dónde está Yoongi?. —Preguntó mientras entraba y ella levantó la mirada.
Jisoo miró rápidamente a su taza de té. Miró nerviosa a Taehyung.
—¿Él no
te dijo?.
—Uh, no.
—Contestó Taehyung poniéndose un poco colorado. —Ya se había ido cuando me
desperté.
—Él… eh…
tenía asuntos de la manada qué atender. —Respondió Jisoo, sus manos jugueteando
con su taza de té.
Taehyung miró hacia ella observando su agitación.
—Jisoo.
¿Pasa algo malo?. ¿Qué te está molestando?. —Preguntó mientras se sentaba a su
lado. Se preguntaba si Dowoo le habría hablado de su capacidad para leer las
emociones de la gente.
—Yo… yo sólo estoy molesta con todo
este asunto de ese hombre.
—¿Te refieres
al que entró en casa?. —Preguntó con curiosidad, preguntándose qué sabría Jisoo.
—Bueno, yo no sé quién es y estoy completamente perplejo con el hecho de que Yoongi
lo dejara ir después de que estuvo rebuscando entre sus archivos, pero supongo
que Yoongi…
—¿Rebuscó
entre los archivos de Yoongi?. —Gritó Jisoo girándose para mirar a Taehyung con
preocupación.
—Sí,
¿Por qué crees que lo golpeé y lo até?.
—Dime
exactamente lo que sucedió, Taehyung.
Un poco confuso, Taehyung empezó a contar a Jisoo lo que
sabía.
—Yo
estaba esperando a que Yoongi volviera a casa cuando oí la puerta delantera.
Pensando que era él, fui a la sala, pero no estaba allí. Oí el ruido procedente
de la oficina, así que…
—¿No lo
dejaste entrar?.
—Por
supuesto que no. Yo no lo conozco. Nunca dejaría entrar a nadie que no
conociera en casa. No a menos que Yoongi me lo dijera.
—De
acuerdo, ¿Y qué pasó después?.
—Fui a
la oficina, y estaba ese hombre. Estaba revolviendo entre los documentos que Yoongi
guarda en su archivador. Yo no sabía quién era y no creía que Yoongi le hubiera
dado permiso para hacer eso, así que agarré la estatua del lobo de encima del
aparador y lo golpeé, y lo até antes de llamar a Yoongi.
—¿No has
hablado con ese hombre en absoluto?.
Taehyung negó con la cabeza. Se quedó aún más sorprendido
cuando Jisoo le sujetó las manos, mirándolo fijamente.
—Esto es
muy importante, Taehyung. Dime otra vez qué estaba haciendo exactamente cuándo
lo encontraste.
—Estaba
revolviendo entre los documentos del archivador de Yoongi.
—De
acuerdo. ¡Maldita sea!.
Las cejas de Taehyung se dispararon ante las palabras de Jisoo.
No la conocía desde hacía mucho tiempo, pero tenía la impresión de que ella no
maldecía muy a menudo. Algo la había alterado, obviamente, lo suficiente como
para hacerlo.
—¿Qué
tiene de malo?.
Jisoo miró a Taehyung unos instantes antes de responder.
—¿Tú
quieres a mi hijo?.
—Por
supuesto. —Respondió Taehyung sin dudarlo.
—Entonces
tienes que escucharme con mucha atención. El hombre que ataste, su nombre es Jimin.
Él es un miembro de nuestra manada. Ha presentado cargos, en tu contra, por
asalto.
—Pero
eso es ridículo. Él irrumpió en mi casa. Pensaba que me estaba defendiendo.
—Ya lo
sé, pero el resto de la manada y Yoongi no lo saben. Yoongi dejó algunos
documentos que Jimin iba a recoger. Los dejó en el porche para que los cogiera.
Jimin no iba a entrar en casa, mucho menos iba a buscar nada en los archivos
privados de Yoongi.
—Yoongi
debería haberme preguntado. Yo se lo habría contado.
—Yo sé
que lo habrías hecho, pero ese no es nuestro problema ahora mismo.
—Entonces.
¿Cuál es?. —Preguntó Taehyung, aún sin entender qué era lo que había molestado
tanto a Jisoo.
—Si
alguien en la manada asalta a otro miembro, debe ser castigado. Debido a que Yoongi
no quiere que tú pases por el castigo, él lo tomará por ti. Ahí es donde está
en este momento.
—¿Qué
tipo de castigo?. —Preguntó Taehyung sintiendo un miedo repentino iniciándose
en su pecho.
—Diez
latigazos con un látigo de cuero… —Respondió Jisoo en voz baja.
—¿Qué?.
—Gritó Taehyung saltando sobre sus pies. —Eso es ridículo. Yoongi no hizo nada.
Yo lo hice. Si alguien debe ser castigado, debo ser yo, no Yoongi. ¿Cómo
pudo…?.
—Yoongi
te ama, Taehyung. No puede soportar ver que te hagan daño.
—¿Y
crees que yo sí?. Sobre todo sabiendo que él es castigado por algo que yo hice.
No puedo dejar que haga esto, Jisoo. Dime dónde está. Tengo que parar esto
antes de que le hagan daño.
—Taehyung,
escúchame. Jimin presentó cargos por asalto. Pero él…
—Ya lo
sé. Yo lo asalté. Estaba en mi casa.
—Eso es
lo que estoy tratando de decirte. Ahora, si sólo te callaras y te sentaras por
un minuto…
Taehyung entornó los ojos mientras se sentaba para escuchar
a Jisoo.
—Jimin
no tenía permiso para estar dentro de tu casa o para mirar en los archivos de Yoongi.
Se suponía que sólo cogería los documentos del porche delantero. Él mintió, Taehyung.
No le dijo a Yoongi que había entrado en la casa antes de que le golpearas. Lo
hizo parecer como que lo asaltaste fuera de la casa y lo arrastraste dentro.
—Pero
eso es… eso es… eso es una locura. ¿Por qué iba a atacarlo y a arrastrarlo
hasta la casa?. Ni siquiera estoy seguro de que sea lo suficientemente fuerte
como para poder arrastrarlo. ¿Por qué dijo eso?.
—Odia a Yoongi
y hará cualquier cosa para hacer su vida miserable.
—¿Por
qué odia a Yoongi, y qué tiene que ver eso conmigo?. ¿O qué buscaba en los
archivos de Yoongi?.
—Salieron
una vez hace varios años. Fue una cita y no pasó nada porque Yoongi se dio
cuenta rápidamente de que Jimin sólo andaba con él porque era hijo del Alpha.
Él también quería ser ejecutor de la legislación de la manada. Cuando Yoongi
consiguió la posición, Jimin se puso furioso.
—Oh.
¿Pero qué tiene que ver eso con lo que buscaba entre los documentos de Yoongi?.
—Yoongi
tiene archivos privados en ese mueble. No sé exactamente qué, pero son archivos
del ejecutor, no puede verlos nadie, sólo él y Dowoo. Creo que tiene que ver
con las trasgresiones cometidas por los miembros de la manada. Si él pudiera
conseguir cierta información de los miembros de la manada, podría
chantajearlos.
—Oh, eso
no es bueno. Ese hombre tiene que sacar sus genes de la piscina antes de que se
reproduzca. —Dijo Taehyung haciendo reír un poco a Jisoo.
Poniéndose de pie, hizo un gesto hacia la puerta.
—Tenemos
que parar esto Jisoo, tienes que llevarme a donde está Yoongi.
—Taehyung,
tienes que entender algo más. Yo no creo que pueda detener esto, no importa lo
que tengas que decir. La manada está cuestionando a Yoongi ya que esto es a
causa de su acoplamiento. Si creen que te está dando un trato especial…
—Lo
entiendo. Pero aún puedo sacar de esto a Yoongi. Este es mi castigo y me niego
a avergonzarle por evitármelo. Si yo tengo que ser castigado, seré castigado,
pero Yoongi no. Y luego voy a poner a Jimin en su sitio, para que no pueda
volver a hacer esto otra vez.
Jisoo se puso en pie y volvió a agarrar las manos de Taehyung.
—Taehyung,
necesitas saber que esto va a doler mucho. Estamos hablando de diez latigazos
con un látigo de cuero. No podrás huir de eso.
Taehyung asintió con la cabeza. Sí, lo había imaginado. Pero
si podía evitárselo a Yoongi, no importaba lo que pasara con él, Yoongi era más
importante.
—Vamos.
**********
Yoongi miró a su alrededor en el círculo ceremonial. La
mayoría de los adultos de la manada estaban presentes. Podía ver a Jimin de pie
a un lado con sus amigos, la suave luz de las antorchas alrededor del círculo
encendían el brillo de su sonrisa de satisfacción.
Era todo cuanto Yoongi podía hacer para no acercarse y darle
un puñetazo en plena cara. Él sabía que Jimin estaba tramando algo, aunque no
podía saber qué era, pero sabía que no iba a dejar que colocara sus sucias
manos en Taehyung.
—¿Estás
listo, hijo?. —Preguntó Dowoo mientras se acercaba a Yoongi.
Yoongi asintió con la cabeza, tratando de alcanzar los
botones de su camisa. Rápidamente, la desabrochó y se la entregó a alguien
detrás de él. No era que fuera a necesitarla más adelante. Estaba seguro de que
su espalda sería una masa sanguinolenta y llena de verdugones. La camisa sólo
le haría más daño.
Vio a su padre adelantarse a la luz, la multitud alrededor
de ellos se tranquilizó. Tomó varias respiraciones profundas para calmarse a sí
mismo cuando su padre empezó a hablar.
—Se os
ha pedido que vinierais esta noche para presenciar el castigo de uno de los
nuestros que ha trasgredido la ley en contra de otro miembro de nuestra manada.
El acusador que dé un paso al frente.
Con una sonrisa, Jimin se adelantó a la luz.
— Park Jimin,
ha acusado a Kim Taehyung, compañero de Min Yoongi, por asalto. ¿Es correcto?.
—Sí, lo
es. Kim Taehyung me golpeó en la cabeza y luego me ató.
Yoongi hizo una mueca al escuchar los gritos asombrados que
recorrían la multitud. Genial, ahora todo el mundo se pondría en contra de Taehyung.
Era otra razón para que Yoongi quisiera su puño en la cara de Jimin.
—¿Qué
pruebas tiene usted, Jimin?.
—Usted
me encontró atado.Kim Taehyung admitió a Yoongi que lo había hecho.
—¿Estás
de acuerdo Yoongi?. ¿Taehyung te dijo que lo había hecho?.
Lamentablemente Yoongi asintió con la cabeza, escuchó más
jadeos procedentes de la multitud.
—También
estoy de acuerdo con que encontré a Yoongi desatando a Jimin. — Dijo Dowoo a la
multitud. —Como dice la ley, a todo aquel en la manada que agreda a otro
miembro, se le darán diez latigazos con un látigo de cuero. Kim Taehyung
¿alguna defensa contra las acusaciones de Jimin?.
Yoongi dio un paso adelante hacia la luz.
—No,
pero como dice la ley de la manada, he optado por tomar el lugar de mi
compañero y aceptar su castigo.
—Entonces,
un paso adelante para recibir su castigo.
—¡No!.
La cabeza de Yoongi dio media vuelta con el sonido de la voz
de Taehyung, el asombro cubrió su rostro cuando lo vio caminando entre la
multitud. Sintió el horror a través de su cuerpo cuando su compañero entró con
él en el círculo de luz de las antorchas.
—Si he
trasgredido la ley contra un miembro de la manada, soy yo quien debe ser
castigado, no mi pareja. —Dijo Taehyung mientras se sacaba la camisa sobre la
cabeza y se la entregaba a la madre de Yoongi.
Yoongi dio un paso adelante, agarrando a Taehyung por los
hombros, moviéndolo.
—¿Qué
demonios estás haciendo aquí, Taehyung?. No puedes hacer esto, no sabes lo que
estás aceptando.
—Sí lo
sé. —Dijo Taehyung y se inclinó para besar a Yoongi en los labios. —No voy a
dejar que hagas esto por mí. No te avergonzaré de este modo. Si alguien tiene
que ser castigado por esto, voy a ser yo, no tú. Tú no lo hiciste, yo lo hice.
—Taehyung…
—Solo
recuerda que te quiero. —Susurró Taehyung antes de volverse hacia Dowoo. —Estoy
listo Dowoo.
Dowoo miró a Taehyung unos instantes antes de asentir con la
cabeza.
—Sígueme
Taehyung.
Yoongi observó con impotencia cómo Taehyung siguió a Dowoo
al centro del círculo y esperó, quieto en su lugar cuando Dowoo le hizo una
señal. Taehyung levantó los brazos, temblando un poco cuando se sujetó a cada
uno de los lados de un poste de madera, sus brazos quedaban extendidos a los
costados y por encima de la cabeza.
Yoongi pudo ver a Taehyung tomar un par de respiraciones
profundas luego miró hacia Dowoo y asintió con la cabeza. Dowoo tenía una
mirada triste en su rostro.
—Lo
siento Taehyung. —Dijo Dowoo. —Me gustaría que no tuvieras que pasar por esto.
Sólo recuerda que será rápido, y luego Yoongi podrá llevarte a casa.
La mano de Yoongi se cerró en un puño cuando Jimin se
adelantó y Taehyung palideció. Jimin tenía un largo látigo de cuero negro en
sus manos. El látigo parecía amenazante. Igual que la sonrisa maligna en la
cara de Jimin mientras caminaba por detrás de Taehyung.
************
Al escuchar el repentino sonido del látigo, Taehyung contuvo
la respiración esperando que cayera sobre él. Nada podría haber preparado a Taehyung
para el dolor que sintió cuando Jimin cruzó el látigo en su espalda. Era más
doloroso que cualquier otra cosa que jamás hubiera experimentado.
Se mordió el labio, tratando desesperadamente de no gritar.
Él no quería que Yoongi se avergonzara delante de sus amigos y compañeros de
manada. Pero a medio camino no pudo aguantar más. Suaves gritos empezaron a
escapar de su boca mientras las lágrimas caían por sus mejillas.
Levantó la cabeza, buscó a Yoongi con la mirada, lo encontró
de pie a la luz de las antorchas directamente delante de él. Tenía los brazos
cruzados sobre el pecho y las piernas ligeramente separadas, cuando miró
directamente detrás de él. Estaba demasiado lejos para que Taehyung pudiera
leer sus sentimientos, pero el mensaje en sus ojos estaba lleno de amor y
reverencia. Le dio a Taehyung el estímulo que necesitaba para pasar por el
resto de su castigo. Mantuvo los ojos en Yoongi, bloqueando todo menos el amor
que brillaba en sus ojos. Antes de darse cuenta, Yoongi dio un paso adelante
para ponerlo en libertad.
Sintió algo frío y húmedo cubrir su dolorida espalda antes
de que Yoongi le bajara, acunándole en sus brazos. Por suerte, Yoongi le tenía
contra su pecho, sus manos sujetándolo por los lados, sin tocar sus heridas.
Cuando Taehyung se hundió en los brazos de Yoongi, éste se
inclinó para susurrarle al oído.
—Te amo
demasiado Taehyung, y estoy muy orgulloso de ti.
Taehyung envió una sonrisa a Yoongi, podía sentir sus
emociones, alto y claro. No sólo podía leer sus sentimientos de amor, podía
decir con seguridad que él estaba diciendo la verdad. Una vez más, Taehyung
estaba agradecido por sus habilidades únicas.
—Park Jimin,
¿Has satisfecho tu petición de acuerdo con las leyes de la manada?. —Preguntó Dowoo
al cabo de un momento.
—Sí.
—Respondió Jimin. Taehyung sabía que estaba respondiendo porque tenía que
hacerlo. Habría continuado azotándolo si hubiera podido, era tan malo como el Profesor.
—Tengo
algo qué decir. —Susurró Taehyung a Yoongi. —¿Puedo decir algo en mi defensa?.
—Taehyung,
ya has recibido tu castigo. ¿Qué es lo que vas a defender?. Está todo
terminado. Puedo llevarte a casa ahora.
—Por
favor Yoongi, es importante.
Yoongi miró a Taehyung durante varios segundos de tensión
antes de asentir con la cabeza.
—A mi
compañero no se le dio la oportunidad de defenderse antes de someterse a su
castigo. Él tiene derecho a defenderse de alguna de las acusaciones. —Dijo Yoongi,
sosteniendo a Taehyung y ayudándole a situarse en el círculo, de pie junto a su
padre.
—Espera
un momento Yoongi. Ya dijiste que no tenías defensa en contra de las
acusaciones. —Comenzó Jimin.
—Él
aceptó su castigo. Tú le darás la oportunidad de defenderse a sí mismo.—Gruñó Yoongi.
—Sólo
porque él sea tu compañero…
—Suficiente.
—Dijo Jisoo en voz alta mientras daba un paso adelante.—Yo he mantenido la nariz fuera de los
asuntos de la manada en la medida de lo posible. He dejado a mi marido, el
Alpha, llevar el peso de esta manada, quedándome al margen de todo. Pero ya no
voy a quedarme quieta.
Ella dio un paso adelante para que todos pudieran oírla
claramente.
—El
compañero de mi hijo es un buen hombre, y ha sido calumniado por Park Jimin. Lo
que Jimin no ha dicho es que él fue enviado a casa de Yoongi para recoger unos
documentos que le dejó en el porche delantero. —Ella se volvió hacia Jimin.
—¿Cómo fue entonces, Jimin, que Taehyung te encontró en la oficina de Yoongi
rebuscando en su archivo privado?. No te permitieron entrar en casa. No te
permitieron la entrada a la oficina de Yoongi. ¿Qué estabas haciendo allí Jimin?.
—Eso es
ridículo. Nunca estuve en la oficina de Yoongi. Él está mintiendo para salvar
su propia piel. —Dijo Jimin rápidamente.
—¿En
serio?. Entonces ¿Cómo es que te golpeé con una estatua que está en la oficina
de Yoongi, Jimin?. —Preguntó Taehyung poniéndose en pie. —Y ¿Cómo pude arrastrarte hasta la
oficina de Yoongi y atarte yo solito?.
—Debes
haber tenido ayuda. Estoy seguro de que eso es lo que pasó. Yoongi
probablemente te ayudó. Él siempre me ha odiado.
—¿Cuándo
se supone que Yoongi me ayudó a hacerlo?. ¿Mientras estaba al teléfono conmigo,
conduciendo por la ciudad con las luces y las sirenas encendidas para que todos
lo vieran?. ¿O cuando él estaba llamando a su padre para decirle que fuera a
casa?. ¿Cuándo se supone exactamente que iba a ayudarme a atarte y arrastrarte
hacia la casa, Jimin?.
Jimin miraba a su alrededor frenéticamente, sabiendo que
rápidamente estaba perdiendo el apoyo de la manada. Taehyung podía verlo en sus
ojos, sabía que había sido descubierto.
—¿Tu
castigaste a mi compañero, a mi pareja humana, sabiendo que él no había hecho
nada malo?. —Gruñó Yoongi y empezó a acosar a Jimin. —Él se estaba defendiendo
a sí mismo y a su casa de un extraño que había entrado sin ser invitado. Tú
sabías que los documentos estaban en el porche, justo donde te dije que
estarían. ¿Qué motivos tenías para entrar en mi casa, Jimin?.
—Mira Yoongi.
—Dijo Jimin alejándose de él.
—Por la
ley de la manada, ahora tengo el derecho a buscar venganza por los crímenes
cometidos contra mi compañero. ¿No es así?. —Preguntó Yoongi mientras miraba
alrededor hacia la multitud, recibiendo asentimientos con la cabeza de la
mayoría de todos los allí reunidos.
— Park Jimin,
por ley como compañero de Taehyung, yo…
—Yoongi.
—Llamó Taehyung, acercándose a él velozmente agarrando su brazo. — No, no vale
la pena. Todos saben la verdad ahora. Ellos saben que mintió. Se acabó. Déjalo
ir, cariño.
—Taehyung,
él te dio los latigazos sabiendo que no habías hecho nada malo. ¿Cómo voy a
dejarlo así?.
—Porque
yo te lo pido. Esta era mi guerra, no la tuya. Sabía lo que estaba haciendo
cuando entré en este círculo.
—¿Sabías
lo que estabas haciendo?. Podrías haber dicho algo antes de que empezara a
azotarte. Nada de esto habría pasado. ¿Perdiste tu mente de camino hacia aquí?.
—Gritó Yoongi mirando hacia abajo, a Taehyung.
—No. —Taehyung
se echó a reír. —Pero yo tenía que demostrarte a ti y a todos los presentes que
a pesar de que tú seas mi compañero, cuando se trata de la ley de la manada, tú
no me tratarás diferente a cualquier otro miembro de la manada. Tú sabes que
todo el mundo estaba esperando ver cuál sería tu reacción.
Taehyung agitó la mano en torno a los miembros de la manada
de Yoongi, mirando cómo varios de ellos giraban las caras avergonzados. Sí,
habían estado esperando ver cómo Yoongi manejaba la situación. Taehyung estaba
seguro de que se habían quedado sorprendidos cuando Yoongi se había quedado
allí viendo cómo el castigo se cumplía. Ahora que sabían la verdad, tal vez
pudieran ver el acoplamiento de Yoongi con él como algo bueno.
—Está
bien, bebé. Si eso es lo que quieres.
—Eso es
lo que quiero. —Dijo Taehyung mientras abrazaba a Yoongi. Empezaron a caminar
hacia el coche cuando sintieron a Dowoo que empezaba a decir algo.
—Aunque
mi hijo y su compañero han optado por no buscar venganza en Jimin y su mala
conducta, yo no tengo el mismo perdón dentro de mí. Me niego a tener a alguien
en la manada que se comporta como él lo ha hecho. Park Jimin, como Alpha de
esta manada, te destierro. Todos los que estén de acuerdo, que levanten la
mano.
Taehyung miró con asombro como casi todos los miembros de la
manada se apuraron en levantar su mano. Dowoo asintió con la cabeza, a
continuación, dio la espalda a Jimin, el resto de la manada se unió a él. Se
sintió confundido cuando Yoongi le dio la vuelta con cuidado también, de
espaldas a Jimin.
—Yoongi,
¿Qué está pasando?. —Susurró en voz baja.
—Jimin
ha sido expulsado de la manada. Dándole la espalda, le estamos diciendo que ya
no lo reconocemos como miembro de nuestra manada. Ahora tiene la opción de
seguir viviendo aquí o irse a otra manada.
—¿Qué se
consigue con eso?. Así que él ya no está en la manada. ¿Y qué?, si sigue
viviendo aquí, todavía puede causar problemas.
—Es
cierto que puede. Sin embargo, no obtendrá ninguna ayuda de la manada, ni tiene
la protección que la manada proporciona. Él no puede disfrutar de lo que la
manada ofrece. Claro, todavía puede vivir aquí, y comprar en las tiendas y
hacer negocios, pero nadie le dará privilegios de la manada.
—Así
que, básicamente, ¿Acaba de ser expulsado del club?.
Yoongi se rió entre dientes.
—Sí
cariño, Jimin acaba de ser expulsado del club.
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