Yoongi miró el reloj en la pared de su oficina. Todavía
faltaban otros treinta minutos antes de que pudiera dejar el trabajo y volver a
casa con Taehyung. Sonrió al pensar en su compañero. Todavía no podía creer que
Taehyung hubiera aceptado llevarse diez latigazos para argumentar su defensa
después y pedirle a Yoongi que no buscara venganza de Jimin.
Estaba seguro de que nunca iba a entender la forma en la que
trabajaba la mente de Taehyung. No parecía guardarle rencor a Jimin, incluso después
de lo que le había hecho. Sólo quería seguir adelante con su vida. Ni siquiera
había estado enfadado con Jimin en los peores momentos de dolor mientras se
curaban los latigazos de su espalda. Sólo había apretado los dientes sin decir
una palabra.
Yoongi sabía que su propio comportamiento no había sido tan
amable. Cada vez que Taehyung gritaba o su cuerpo temblaba por el dolor, había
querido rasgar la garganta de Jimin. Habían sido un par de semanas muy largas
para él, esperando a que Taehyung sanara lo suficiente como para levantarse de
la cama sin hacerse daño. Había bajado a cenar hacía unos días por primera vez
después de los azotes.
Jisoo había hecho una cena especial, ella y Dowoo se les
unieron, con sus hermanos y sus compañeros. Había sido una reunión familiar
común en casa de los Min, con historias, risas y algunas lágrimas.
Yoongi apenas creía lo mucho que había disfrutado, sobre
todo por tener a su compañero a su lado por primera vez. Estaba orgulloso de Taehyung
por la forma en la que se había conducido durante todo el incidente con Jimin.
Sin embargo, se sentía aún más agradecido por la forma en la que se había
convertido en parte de su familia. Cada miembro de su familia lo había apartado
en algún momento de la noche anterior para decirle lo mucho que les gustaba Taehyung
y lo contentos que estaban de que se hubieran acoplado.
Sin embargo, nadie podía estar más feliz que Yoongi. Taehyung
era todo lo que podía haber imaginado en una pareja y aún más.
Sus extrañas habilidades por un lado y por el otro él era
amoroso, cariñoso, y había traído la alegría a la vida de Yoongi cada día.
Taehyung parecía no tener ningún problema para expresar su
afecto por Yoongi, acercándose a él varias veces al día por un beso o un
abrazo. Yoongi casi se había tragado la lengua cuando ayer, Taehyung había
bajado desnudo. Había caminado directo a su oficina, y se había sentado a
horcajadas en el regazo de Yoongi, exigiendo su atención, la que Yoongi le
había dado con mucho gusto.
Además de todo el amor físico que Taehyung le daba, también
estaba el hecho de que había convertido su casa en un hogar. Le había llevado
un tiempo darse cuenta de los pequeños detalles que Taehyung había añadido,
pero un día, la semana anterior, de repente se había dado cuenta de las cosas
que habían cambiado. Eran pequeños cambios, un cojín aquí, un jarrón de flores
allí, todo limpio y organizado.
El cambio más grande fue el maravilloso olor que le daba la
bienvenida a casa todas las tardes. Taehyung parecía haber encontrado su lugar
en el mundo dentro de la cocina. Casi todas las noches el olor del pan recién
horneado o de un postre le esperaba al llegar a casa.
Y todo cuanto Yoongi podía hacer ahora era quedarse en el
trabajo mirando el reloj hasta la hora de irse. Sabiendo que Taehyung estaba en
casa esperando por él, le hizo comprender por qué su padre parecía tan feliz de
volver a casa cada noche.
Prefería estar en casa y abrazar a Taehyung frente al fuego
que hacer casi cualquier cosa, excepto esta noche. Esta noche pensaba llevar a
cenar a su compañero. Sería su primera cita pública desde que se habían
acoplado. Yoongi no podía esperar.
Miró el reloj de nuevo… quince minutos. Oh, al diablo con
eso, se iba ahora mismo. Entraría en el trabajo quince minutos antes mañana por
la mañana. De cualquier forma, tampoco estaba consiguiendo trabajar. Su mente
estaba llena de imágenes de Taehyung y solamente de Taehyung.
Agarró la chaqueta, salió de su oficina cerrando la puerta
detrás de él.
—¿Teamin?
Me voy a casa. Recuerda que Hoseok está de servicio esta noche, así que no me
llames a menos que sea absolutamente necesario.
—¿Cita
caliente, Sheriff?. —Rió Teamin.
—Exacto.
Llevaré a Taehyung a Darnel para cenar esta noche. Estamos celebrando nuestro
aniversario.
—¿Aniversario?
No han estado juntos el tiempo suficiente para celebrar su aniversario.
—Sí que
hemos estado. —Yoongi sonrió. —Llevamos juntos dos meses al día de hoy. Eso es
un aniversario ¿No?.
Teamin sonrió.
—Sí
supongo que lo es, Sheriff. Trataré de no molestarlo esta noche, mientras usted
está fuera en su cita de aniversario.
—Gracias
Teamin. —Dijo Yoongi mientras caminaba fuera de su oficina. Había algo
diferente en su forma caminar, lo hacia alegremente mientras caminaba hacia su
camioneta. Estaba canturreando mientras se incorporaba al tráfico rumbo a casa.
Tenía que vigilar el velocímetro la mayor parte del camino a
casa para no pasarse de velocidad. No podía creer lo emocionado que estaba con
sólo la idea de llevar a Taehyung a cenar para celebrar su aniversario.
Esperaba que a Taehyung le gustara el anillo que llevaba en el bolsillo. Había
ido a la joyería y había mandado hacer el anillo especialmente para Taehyung.
Había oro y plata trenzados alrededor de todo el aro. En el anillo el nombre de
Yoongi estaba grabado en la plata, y el de Taehyung en el oro. Tenía otro para
sí mismo. A muchos hombres no les gustaba la idea de usar anillos. Esperaba que
Taehyung no fuera uno de ellos.
Yoongi llegó al camino de entrada y saltó de la camioneta.
Había entrado por la puerta de casa antes incluso de que se cerrara la del
coche. Abriendo la puerta de la cocina entró.
—¿Taehyung?
Cariño estoy en casa.
**********
Taehyung se quedó mirando su ropa preguntándose si estaría
bien. Yoongi no le había dicho ni palabra de a dónde irían, sólo que iban a
salir y que tenía que estar listo para el momento en el que Yoongi llegara a
casa.
Se había cambiado diez veces ya. Todavía no sabía si se veía
bien. No era como si tuviera un montón de opciones entre las qué elegir. Su
armario estaba casi vacío.
Echó un vistazo a sus ajustados vaqueros azules desteñidos y
a la camisa blanca de botones que llevaba, frunció el ceño. Habría sido mucho
más fácil si Yoongi le hubiera dicho a dónde iban. Entonces sabría qué ponerse.
—¿Taehyung?
Cariño, estoy en casa. —Escuchó la voz de Yoongi que subía por las escaleras.
Bien tendría que ir como estaba. Cuando Taehyung volvió a salir de la
habitación, sus ojos se posaron en el montón de ropa que quedaba sobre la cama.
Sacudió la cabeza y salió de la habitación, bajó las escaleras.
—¡Uff!.
—Dijo mientras corría hacia la derecha en busca de Yoongi, casi tropezando con
él al doblar la esquina.
—Bueno,
¡Qué casualidad encontrarte aquí!. —Yoongi se rió entre dientes mientras lo
envolvía entre sus brazos por la cintura, presionando su cuerpo contra la
pared.
—Hola
Sheriff. —Dijo Taehyung envolviendo sus brazos alrededor del cuello de Yoongi.
Se puso de puntillas para inclinarse y besar a Yoongi,
saboreando el sabor fuerte y picante de su compañero. Como Yoongi le presionaba
la espalda contra la pared, podía sentir la polla dura de Yoongi presionando
justo contra la suya. Cuando Yoongi levantó la cabeza Taehyung se quejó.
—Tal vez
podríamos omitir el paseo y quedarnos aquí desnudos.
Miró con fascinación cómo los ojos gris ahumado de Yoongi se
oscurecían hasta que fueron casi negros. El bulto de sus pantalones parecía
endurecerse más. Taehyung abrió más las piernas, dejando que el cuerpo de Yoongi
anidara entre ellas, haciéndolos gemir a ambos.
—¿Qué
tan rápido puedes salir de esa ropa y tener tu culo levantado sobre la cama?.
—Gruñó Yoongi.
Los ojos de Taehyung se abrieron un poco antes de volverse y
echar a correr hacia las escaleras, desabrochando la camisa mientras corría. En
el momento en que llegó a la habitación, estaba saltando sobre un pie
intentando sacarse los pantalones.
Iba a sacar el lubricante de la mesita de noche cuando llegó
Yoongi cruzando la puerta, con sus manos en los botones de la camisa.
—Arrodíllate
en la cama y prepárate para mi, cariño. —Dijo Yoongi, sus ojos repasaban la
forma desnuda de Taehyung.
Taehyung cogió la botella y se arrodilló sobre un lado de la
cama con su culo en el aire. Rápidamente se puso una buena cantidad de
lubricante en los dedos a continuación, rodeó su propio cuerpo y los frotó en
su agujero antes de empujar ansioso un dedo al interior.
—Asegúrate
de estar bien estirado, cariño. Esto va a ser duro y rápido.
Taehyung gimió con las palabras de Yoongi. A él realmente…
realmente… le gustaba duro y rápido. En esos momentos Yoongi parecía que no
podía conseguir suficiente de él. Le gustaba lento también, pero fuerte y
rápido ¡era tan caliente!.
Se apuró en meter otro dedo, Taehyung empezó a estirarse.
Casi salió de un salto de su propia piel cuando sintió las manos de Yoongi que
empezaban a acariciar suavemente su culo, se movían lentamente hacia abajo a su
entrada, luego a su duro pene. Sus rodillas empezaron a temblar cuando los
dedos de Yoongi se envolvieron a su alrededor, lo acarició rápido hasta que
pensó que iba a perder el conocimiento.
—Abre
más las piernas, Taehyung. —Dijo Yoongi.
Taehyung hizo lo que Yoongi le ordenó, con los ojos cerrados
en éxtasis cuando Yoongi empezó a frotar la cabeza de su polla a lo largo de la
grieta de su culo. Podía sentir su órgano duro rozando sus dedos mientras
seguía estirándose.
—Abre
tus nalgas para mí.
Taehyung sacó los dedos de su culo y agarró las mejillas
tirando de ellas separándolas al máximo. Podía sentir la polla de Yoongi
frotarse contra él presionando la cabeza húmeda en su entrada caliente.
—Yoongi.
—Le rogó.
—Dios,
eres tan jodidamente hermoso, Taehyung. —Gimió Yoongi mientras se empujaba
suavemente agarrando a Taehyung con firmeza. —Aquí voy, cariño.
Taehyung no pudo contener su gemido cuando Yoongi empujaba
en su culo y tocaba fondo, su saco suave, sedoso, rozando a Taehyung.
Cuando Yoongi empezó un ritmo furioso empujando dentro de
él, Taehyung soltó su culo, apoyó una mano en el colchón delante de él, la otra
se trasladó bajo su cuerpo para agarrar su polla y la acarició tan rápido como
pudo.
En un momento estuvo listo para explotar. Podía sentir el
orgasmo construyéndose rápidamente, su saco tirante hasta quedar apretado
contra su cuerpo. ¿A quién estaba engañando?. Había estado a punto de explotar
desde el momento en el que los labios de Yoongi tocaran los suyos.
—Yoongi,
voy a… —Gritó mientras recorría con su dedo pulgar la pequeña hendidura en la
parte superior de su polla sintiendo allí la humedad.
—Oh sí,
cariño. —Gruñó Yoongi. —Quiero sentir tu culo exprimiendo mi polla, hazme
llegar, Taehyung.
Las palabras de Yoongi tenían el poder por sí solas de
convertir a Taehyung en un montón de sustancia pegajosa llena de lujuria. Los
golpes duros en su culo hacían eso, sólo que mucho mejor. Taehyung gritó,
gritando su orgasmo para quien quisiera oírlo.
—Joder,
cariño, esto es tan bueno… ¡Oh, sí! es tan bueno, Taehyung. —Gritó Yoongi igual
que Taehyung cuando apretó sus músculos alrededor de él. Taehyung gimió al
sentir a Yoongi llenarlo con su liberación, anticipando el nudo.
Con el nudo extendiéndose, Yoongi se derrumbó hacia abajo
sobre la espalda de Taehyung, empujando sus caderas mientras su orgasmo seguía
provocando espasmos a través de él. Taehyung gimió mientras seguía frotando su
pene frenéticamente. El corazón de Taehyung se quedó atrapado en su garganta
cuando Yoongi lamió en su cuello la marca del acoplamiento. Estaba casi listo
para acabar de nuevo. Ese maldito nudo apretado contra su próstata le hacía eso
mismo cada vez.
Yoongi lo estaba volviendo loco con la necesidad. Sus manos
parecían estar trazando un mapa en cada centímetro de su piel a la que podía
llegar prestando especial atención a sus pezones.
Los dedos de Yoongi se cerraron sobre sus pezones, tirando
de ellos mientras Taehyung sentía su lengua moviéndose sobre la marca del
acoplamiento. Las caderas de Yoongi se movieron rápidamente hacia atrás y
adelante, estimulándolo a través del nudo.
Taehyung gritó cuando se corrió, sus músculos interiores se
apretaron alrededor del pene sensible de Yoongi, ordeñándolo hasta la última
gota. El cuerpo de Taehyung se estremeció cuando Yoongi se derrumbó sobre él,
apoyándose en los codos.
—Joder,
cariño. —Se quejó Yoongi cuando el nudo finalmente se retiró, lo que le
permitió girar sobre su espalda. —Vas a matarme. No creo que podamos movernos.
Taehyung se giró sobre su costado y se abrazó a él. Estiró
sus piernas y movió los dedos de los pies.
—Habla
por ti mismo. Yo me siento muy bien.
Apoyó la cabeza sobre el codo y miró hacia abajo sonriendo a
Yoongi, con los dedos dibujando pequeños círculos en su pecho.
—Además,
me prometiste llevarme a cenar, y tengo hambre. Tengo que reabastecerme de
combustible.
Yoongi levantó las cejas sonriendo a Taehyung.
—Cariño,
no estoy seguro de poder lidiar contigo reabastecido. Cualquier tipo de energía
de más en ti y me tendré que arrastrar.
Taehyung se inclinó y besó a Yoongi rápidamente antes de
ponerse en pié y ponerse los pantalones. Se detuvo, luego buscó la camisa y se
la puso. Mientras metía la camisa dentro de sus pantalones, miró a Yoongi otra
vez.
—Vamos,
cariño, levántate y vístete. Quiero salir a cenar.
—Pensé
que querías quedarte en casa desnudo.
—Lo
hicimos, ahora quiero comida.
—Aguafiestas.
—Yoongi se rió entre dientes mientras se ponía de pié y cogió su propia ropa.
Se vistió con vaqueros limpios y una bonita camisa azul.
Sentado en el borde de la cama alcanzó sus botas vaqueras y se las puso. Taehyung
estaba junto a la puerta y vio a Yoongi agarrar su cartera y meterla en el
bolsillo trasero del pantalón. Se acercó a Taehyung y le tomó la mano.
—Vamos
cariño, conseguiré alimentarte antes de que te consumas.
—Oye, ya
soy un niño grande.
—¿Después
de tener dos orgasmos?. Es posible que desees guardar energías para más
adelante esta noche. —Yoongi llevó a Taehyung fuera del dormitorio escaleras
abajo y hacia afuera a su camioneta. Abrió la puerta y esperó a que Taehyung
subiera. Cerró la puerta y dio la vuelta al lado del conductor para subir.
—¿Listo, bebé?- Le preguntó mientras cerraba la puerta y se ponía el cinturón
de seguridad.
Taehyung asintió con la cabeza, apurándose a deslizarse en
el asiento para sentarse en el centro antes de ponerse el cinturón de
seguridad. Alargó el brazo, descansando su mano sobre el muslo de Yoongi. Yoongi
arrancó la furgoneta y salió por el camino de entrada.
Estaba muy emocionado. Había pasado mucho tiempo desde la
última vez que había ido a una comida de verdad, las comidas rápidas no contaban.
Esperaba que no estuvieran de camino a una hamburguesería, pero teniendo en
cuenta que Yoongi le había dicho que había que vestir bien, no lo creía
probable.
Sin embargo se sorprendió cuando Yoongi aparcó la camioneta
ante un lugar llamado Darnel. Se veía muy elegante, a través de las ventanas se
podían ver las mesas iluminadas con la luz de las velas. Suave música romántica
se oía a través de las puertas abiertas en el frente del restaurante.
—Yoongi,
¿Podemos permitirnos este lugar?. —Preguntó Taehyung y empezó a caminar hacia
el restaurante, con la mano de Yoongi en la parte baja de su espalda.
—Hola
Bobby, tenemos una reserva para las seis de la tarde. —Dijo Yoongi cuando
llegaron junto al recepcionista.
—Hola Yoongi,
Taehyung. —Saludó Bobby asintiendo hacia ellos con la cabeza. — Me alegro de
verlos. Si queréis seguirme…
Taehyung siguió a Bobby, seguido de Yoongi muy cerca de él.
Cuando llegaron a su mesa, un conjunto romántico tocaba del lado de fuera del
patio junto a una pequeña cascada que caía en un estanque. Yoongi apartó la
silla para Taehyung y la deslizó para que se sentara.
Taehyung miró a Yoongi sorprendido mientras se sentaba
frente a él. Empezó a preguntarle por qué estaba poniéndose tan romántico
cuando Bobby se acercó a la mesa, con dos cartas de menús en la mano.
—¿Puedo
traerle algo mientras miran el menú?
—No
vamos a necesitar el menú esta noche, Bobby. Darnel ya sabe lo que hemos
pedido, basta con que le digas que estamos aquí. —Respondió Yoongi sonriéndole.
—Muy
bien. —Dijo Bobby antes de marcharse.
Taehyung miró confuso a Yoongi, las cejas arqueadas y con el
ceño fruncido.
—¿Ya
pediste para nosotros?
Yoongi levantó una mano para aplacarlo.
—No lo
tomes a mal, Taehyung. Yo sé lo que tienen en el menú, así que llamé por
adelantado y le pedí a Darnel que nos hiciera algo un poco más especial. No te
preocupes, creo que vas a disfrutar de la cena.
Taehyung miró a Yoongi un poco dubitativo pero asintió con
la cabeza de todos modos.
—Me
reservo el derecho a pedir otra cosa, si acaso no me gusta.
—De
acuerdo. —Dijo Yoongi sonriéndole. Extendió los brazos por encima de la mesa
para coger las manos de Taehyung entre las suyas. —Pero te garantizo que te va
a encantar. Darnel realmente sabe lo que hace en la cocina.
—Yoongi.
—Dijo un hombre de cabello oscuro acercándose a la mesa. —Me alegro de verte.
Taehyung cruzó las manos sobre su regazo cuando Yoongi
levantó la mano para estrechársela al hombre que acababa de llegar.
—Robert.
¿Cómo estás?.
—Estoy
bien, gracias. Usted debe de ser Taehyung. —Dijo Robert tendiéndole la mano.
—Soy Robert Newton. Soy el dueño de la ferretería local. ¿Cómo está?.
Taehyung lo miró con sorpresa, luego con espanto, sus ojos
corrieron hacia Yoongi llenos de desesperación. Yoongi le hizo un gesto de
asentimiento hacia la mano de Robert, trató de prepararse para las emociones
que iba a sentir.
Mientras aceptaba la
mano de Robert, Taehyung sintió el pie desnudo de Yoongi por debajo de la mesa
sobre su pierna. Soltó un pequeño suspiro de alivio cuando las emociones de
Robert vinieron a través de él, filtradas por el toque de Yoongi en su pierna.
Sintió un poco de miedo, un poco de dudas y mucha curiosidad procedentes de
Robert.
Robert miró a Yoongi cuando Taehyung no le respondió, en
lugar de eso sólo volvió a colocar las manos en su regazo.
—Taehyung
no habla mucho, Robert. Es un poco tímido con la gente que no conoce. Una vez
que llega a conocerlos, sin embargo, no se le puede hacer callar. — Yoongi se
rió entre dientes, consiguiendo una mirada de Taehyung.
—Oh,
bien. Espero no haberte hecho sentir incómodo Taehyung. Sólo quería darte la
bienvenida a la manada.
—Gracias.
—Contestó Taehyung en voz baja, deseando que se fuera de una vez y así Yoongi y
él podrían volver a estar solos. No era que no quisiera cumplir con los demás
miembros de la manada, pero esa noche iba a ser sólo para él y Yoongi.
Le dio una patada a Yoongi por debajo de la mesa cuando
Robert se alejó.
—¿Por
qué hiciste eso?. —Exclamó Yoongi, frotándose la espinilla.
—¿Por
qué le dijiste que era tímido?.
—Lo
eres. No es sólo que no te guste tocar a la gente, Taehyung. Eres tímido con
los extraños.
—Yo no…
no me gusta estar rodeado de gente que no conozco. Me hace sentir incómodo.
—Razonó Taehyung.
—Mientras
no te haga yo sentir incomodo.
—Bueno…
—Bromeó Taehyung.
—Saca tu
mente de ese camino, Taehyung. —Gruñó Yoongi, su rostro volviéndose ligeramente
sonrosado.
—Cariño,
mi mente no está en ningún camino. Está en tus pantalones.
Taehyung vio los ojos de Yoongi abrirse ampliamente en el
mismo momento en que oyó una suave risa detrás de él. Giró la cabeza para ver a
Dowoo y a Jisoo de pie tras él. Jisoo estaba haciendo todo lo posible por no
reírse, una batalla que perdió en el momento en el que los ojos de Taehyung se
cruzaron con los suyos. Oh, ¡Maldita sea!.
—No te
preocupes por nosotros, Taehyung, pareces estar teniendo una fascinante
conversación sobre la ropa de Yoongi. Por favor, continúa. —Dijo Dowoo. Taehyung
lo miraba mordiéndose el labio.
Taehyung gimió, dejó caer la cabeza entre las manos con el
estallido de las carcajadas de Yoongi, llamando la atención de varios clientes.
Taehyung levantó la cabeza, lanzó a Yoongi otra mirada antes de sonreír a sus
padres.
—Hola Dowoo,
Jisoo, ¿Qué están haciendo esta noche?.
—Jisoo y
yo acabábamos de terminar de cenar y nos íbamos cuando los vimos aquí sentados.
—Respondió Dowoo.
—Yoongi
me invitó a cenar. Nunca he estado aquí, por eso…
—En
realidad. —Lo interrumpió Yoongi. —Hoy es nuestro segundo aniversario en meses,
por lo que lo estamos celebrando.
Los ojos de Taehyung se volvieron hacia Yoongi con sorpresa.
No creía que Yoongi se hubiera acordado. No había dicho nada. Además, se
sorprendió de que Yoongi siquiera quisiera celebrar sólo dos meses de estar
juntos. La mayoría de los hombres tenían problemas para recordar aniversarios
anuales. Sin embargo, lo había hecho, y eso le daba una sensación cálida,
difusa. Yoongi no era un estereotipo masculino. Le gustaba abrazar, por amor y
por cariño. Le gustaba abrazar después del sexo, le gustaban los besos en
cualquier momento del día y salía de él diciéndole a Taehyung cuanto le quería,
incluso llamaba a casa desde el trabajo sólo para decir “te quiero”.
Ahora estaba llevando a Taehyung a una cena romántica para
celebrar sus dos meses juntos. ¿Cómo de adorable resultaba eso?. Taehyung
deseaba haber pensado en algo para comprarle a Yoongi, algo que recordara
siempre.
Dowoo y Jisoo se quedaron unos minutos más antes de
marcharse cuando llegó la comida de Taehyung y Yoongi. Cuando Jisoo se marchó, Taehyung
recordó que tenía que llamarla al día siguiente para discutir acerca de la
ceremonia de acoplamiento.
Taehyung tomó un bocado de pollo Cordon Bleu y cerró los
ojos en éxtasis. Darnel era un maestro de la cocina. Estaba delicioso, se
derretía en su boca. Las patatas de ajo no fueron nada malo tampoco.
—¿Ves?
Te lo dije. —Yoongi sonrió mientras tomaba su propio bocado.
Taehyung estaba demasiado ocupado comiendo hasta para dar la
respuesta que se merecían sus sarcásticos “te lo dije”. Si la comida era algo
tan maravilloso, no podía esperar para saber lo que Yoongi habría planeado para
el postre. Estaba seguro de que sería excepcional.
Cuando el plato estuvo finalmente limpio y el camarero
retiró los platos, Taehyung se reclinó en su silla y se dio unas palmaditas en
el estómago.
—¿Tratas
de engordarme?.
—No.
Darnel es sólo para ocasiones especiales o no sería especial. Además, me
gustaría ayudarte a perder esos kilitos.
Taehyung levantó una ceja.
—Ah ¿Sí?
¿Y qué es lo que tiene usted en mente, Señor Min?.
—Bueno,
yo tenía ganas de hablar contigo sobre eso. —Comenzó Yoongi, pareciendo un poco
avergonzado cuando estiró las manos por encima de la mesa para tomar las manos
de Taehyung entre las suyas. Taehyung lo miró un poco confundido.
—¿Qué?
¿Tiene usted un plan de ejercicios en mente para mí?.
—No, es
sobre eso de Señor Min.
—¿No
quieres que te llame Señor Min?.
—Prefiero
llamarte a ti Min. —Dijo Yoongi, mirando a través de la mesa hacia Taehyung.
Rápidamente se metió la mano en el bolsillo. Taehyung lo miraba con curiosidad
mientras sacaba una pequeña cajita cuadrada de color negro y se lo tendía.
Los ojos de Taehyung se precipitaron sobre Yoongi y luego de
vuelta a la cajita negra. Le temblaron las manos. Tomó la caja y abrió la tapa.
Se quedó sin aliento y en silencio al ver los dos anillos de plata y oro en su
interior.
—Yoongi…
—Susurró.
—Sé que
vamos a tener la ceremonia de acoplamiento de la manada, pero quiero más que
eso. Quiero…
—Yoongi.
—Taehyung empezó.
—Sólo
escúchame, Taehyung. Sé que esto es un gran paso, sobre todo porque sólo hemos
estado juntos durante un par de meses, pero…
—Yoongi.
—Taehyung lo intentó de nuevo.
—Sé que
a los ojos de la ley humana no podemos estar legalmente casados, pero tú
podrías aceptar mi nombre y entonces podríamos tener nuestra propia ceremonia
de boda.
—Yoongi,
podrías cerrar la boca de una puta vez y dejarme hablar. —Dijo Taehyung,
poniéndose un poco colorado cuando se dio cuenta de que había hablado un poco
más fuerte de lo que debía. Algunos de los clientes los estaban mirando otra
vez.
Taehyung sonrió, encogiéndose de hombros antes de volver a
mirar a Yoongi con cara de preocupación. Metió la mano en la caja y sacó los
dos anillos. Uno de ellos era obviamente más grande que el otro. Tomó el más
grande y lo deslizó en el dedo de Yoongi antes de entregar el otro a Yoongi
tendiéndole la mano.
Podía ver las manos de Yoongi temblando mientras le deslizaba
el anillo en el dedo. Había lágrimas en sus ojos cuando levantó la vista hacia Taehyung
y simplemente le dijo al oído “gracias”.
Taehyung apretó la mano de Yoongi entre las suyas antes de
levantar la mano del anillo hacia la luz.
—Me veo
bien con una alianza de boda. —Rió.
—Sí, te
ves bien. —Yoongi sonrió devolviendo el apretón a la mano de Taehyung.
—Por lo
tanto ¿Realmente quieres que lleve tu nombre?.
—Sí,
quiero. Creo que Min Taehyung suena muy bien, ¿No lo crees?.
—Bueno,
creo que Min Yoongi y Taehyung suena mucho mejor para un anillo. —Respondió Taehyung.
—Acepto
la corrección. —Yoongi se rió entre dientes. — Min Yoongi y Taehyung entonces.
—Entonces
¿Cómo hacemos esto?. No puedo cambiar mi nombre ¿verdad?. ¿No es necesario
algún tipo de documentación legal o algo así?.
—Sí,
pero ocurre que tengo contactos con el alcalde de la ciudad. Él puede acelerar
el proceso e incluso oficiar nuestra ceremonia de boda.
—¿Crees
que Dowoo lo haría?. —Preguntó Taehyung no estando tan seguro de eso como Yoongi
parecía estar.
—Oh sí,
en un santiamén. Lo tengo bajo una poderosa autoridad, porque si te dejo
escapar de mis manos, mi madre va a renegar de mí para poder adoptarte.—Yoongi
se rió entre dientes. Taehyung hizo una mueca.
—Oh,
bueno, no quiero que eso suceda. Supongo que voy a tener que dejar que me
tengas enseguida. Sería horrible que perdieras a tu madre, si bien, no me
importaría tenerla para mí mismo. Ella es una mujer maravillosa.
—Sólo
recuerda lo que has dicho cuando ella trate de ayudarte a planear la boda. Soy
su hijo mayor y ella ha estado esperando mucho tiempo para que encontrara a mi
compañero. No vengas a quejarte conmigo cuando ella te vuelva loco.
—Ella no
es tan mala.
—Lo
dices ahora. Sólo espera, cariño. Se pondrá peor. —Le aseguró Yoongi.
Taehyung alzó la mano de Yoongi hasta sus labios, dejando un
pequeño beso en los nudillos.
—No me
importa. Aún así me casaré. Tu madre es sólo una bonificación extra. Ella…
Taehyung dejó de hablar repentinamente cuando sus ojos se
desviaron a mirar hacia afuera de la ventana cercana. Su rostro se vació de
todo color cuando vio a un hombre alto que pasaba por allí. No podía ver su
rostro, pero sabía quién era.
—¿Taehyung?
¿Cariño? ¿Qué te pasa?. Sólo estaba bromeando sobre mi madre. Ella nunca te
haría hacer nada que no quisieras hacer. ¿Taehyung?.
—El
Profesor está aquí…
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