jueves, 26 de mayo de 2022

CAPITULO 10

—¡No! ¡Yoongi! —gritó Taehyung cuando los ojos de Yoongi se cerraron. Golpeó ligeramente un lado del rostro de Yoongi pero no recibió respuesta, ni siquiera el parpadeo de un ojo— ¡Yoongi, despierta! ¡Yoongi!

Sus cejas se unieron en una expresión agonizante. Él no iba a perder a Yoongi, no después de encontrarlo. Amaba a Jungkook más que al aire que respiraba, pero necesitaba a sus dos parejas. Yoongi era tan parte de él como lo era Jungkook.

Taehyung golpeó a Yoongi un poco más fuerte.

—¡Maldita sea, Yoongi! Despierta de una jodida vez. Ahora  estamos unidos. Morimos cuando tú lo hagas, ¿recuerdas? Te necesitamos.

—¡Taehyung!

Taehyung miró la cara sorprendida de  Jungkook.  Si  no hubiese estado tan asustado, podría haberse sentido avergonzado, pero ahora estaba demasiado preocupado por Yoongi.

—Ayúdame —suplicó.

—Taehyung —dijo Jungkook  con  tristeza—.  Le  han disparado con balas de plata. ¿No las  hueles?  No  puede curarse de ese tipo de heridas.

—Puede si nosotros excavamos sacando las balas — insistió Taehyung—. Podemos darle nuestra sangre para remplazar la que ha perdido, tanta como necesite.

Jungkook bajó la mirada hacia Yoongi.

—¿Escarbar para sacar las balas?

Taehyung frunció el ceño. Jungkook le hizo la pregunta  de tal manera que parecía como si a él nunca se le hubiese ocurrido excavar para sacar la bala.

—Sí, cavamos  para sacar la bala. Una vez que la plata esté fuera de su cuerpo, podemos usar nuestra sangre para ayudarlo a curarse.

Taehyung agarró a Jungkook por el brazo y lo sacudió.

— Tenemos que hacer algo. No estoy dispuesto a renunciar a él.

Jungkook asintió y miró las heridas de Yoongi. Aún parecía confundido. Taehyung resopló  y lo empujó hacia  atrás. Levantó un dedo hacia arriba y extendió  su  garra  tan  larga  como pudo. Rogando para que Yoongi durmiera durante todo  el proceso, Taehyung metió el dedo en el agujero del pecho de Yoongi y hurgó hasta que encontró la bala.

Supo al instante cuando tocó la bala de plata. Sus dedos ardían, el hedor de la carne quemada llenaba la habitación. Taehyung ignoró el dolor como sabía que Yoongi había hecho y cavó hasta que su garra se curvó bajo el borde de la bala. Tiró hacia atrás lentamente hasta que apareció la pequeña bola de plata y cayó al suelo.

—Llena con tu sangre esa herida, Jungkook —ordenó Taehyung mientras se acercaba al siguiente agujero de bala. Mientras escarbaba en ella, pudo ver cómo Jungkook se mordía y hacía una gran herida en su muñeca y luego la  sangre goteó en la herida de Yoongi.

Taehyung dejó caer la segunda bala en el suelo y se inclinó para sacar la tercera. Miró en la herida del pecho de Yoongi, su corazón latió más rápido cuando vio que la herida empezaba a cicatrizar.

Taehyung trabajó duro, escarbando hasta que encontró la última bala de plata y la sacó. La lanzó al otro lado de la habitación y se olvido de ella en el momento en que dejó su mano. Su mundo entero descansaba en la suave elevación y descenso del pecho de Yoongi.

—¿Está funcionando?

Taehyung levantó la vista para ver al Príncipe Zacarius de pie junto a ellos. Cerca de él había un hombre lobo. Taehyung asumió que era Devlin por lo cerca que estaba del príncipe. Negó con la cabeza.

—No lo sé. Sacamos las balas de plata, pero no lo sé.

—Tenemos que llevarlo arriba. He llamado a un coche para llevarlo de regreso a mi finca —dijo el  Príncipe Zacarius—. Tengo un médico particular  esperándonos,  uno que se ha ocupado de nuestra gente con anterioridad. Él debería poder decirnos si está funcionando.

Taehyung inclinó la cabeza, limpiándose las lágrimas, y asintió.

—Está bien, vamos a moverlo, pero debemos ser muy cuidadosos para que no le provoquemos más daño.

—Creo que Namjoon y yo deberíamos ser capaces  de levantarlo sin demasiada dificultad —dijo Devlin con  voz grave.

Taehyung frunció el ceño, sus cejas se reunieron mientras buscaba alrededor de la habitación al otro hombre lobo.

—¿Dónde está Namjoon?

Devlin señaló por encima del hombro.

—Fue a buscar a Jin.

—¿Y Félix? —preguntó Taehyung— ¿Namjoon detuvo a Félix?

—¿Félix?

Taehyung cerró sus ojos brevemente. Cuando los abrió de nuevo, todo el mundo lo estaba mirando confundido. Taehyung hizo una mueca.

—Félix y Changbin dejaron a Jungkook en la otra habitación, y luego me trajeron aquí. Changbin se quedó conmigo, pero Félix se llevó a Jin a otro lugar.

—¡Mierda! —exclamó Devlin mientras se dirigía hacia la puerta.

Taehyung se puso de pie de un salto. Gesticuló hacia Yoongi.

—Hay que llevarlo arriba. Devlin no conoce este lugar como yo. Es probable que se pierda en todas estas habitaciones. Tengo una idea bastante clara de a dónde se llevaron a Jin.

Comenzaba a caminar hacia la puerta cuando Jungkook se acercó y lo agarró de la muñeca.

—Taehyung, ¿cómo sabes dónde se llevaron a Jin?

—Esta no es la primera vez que estoy aquí —respondió Taehyung. Escuchó la rápida inhalación de Jungkook y vio palidecer su rostro. Taehyung extendió la mano y acarició un lado de la cara de Jungkook—. Está bien, Jungkook. Tú y Yoongi me sacaron de aquí.

—Pero, Taehyung… —dijo Jungkook. Taehyung sabía lo que Jungkook había visto mientras miraba alrededor de la habitación, las cuerdas y las cadenas, el gancho en el techo, los látigos que colgaban alineados en la pared. Era una habitación del horror—. ¿Has estado aquí antes? —preguntó Jungkook—. Específicamente, ¿en esta habitación?

Taehyung asintió.

—Changbin me traía aquí abajo  cuando venía a cenar. Dijo que me estaba entrenando  para pertenecerle a él, para obedecer cada una de sus demandas.

—Taehyung se encogió de hombros—. Supongo que no funcionó porque aun así me alejé de él.

La mano de Jungkook temblaba mientras la pasaba por su pelo.

—Joder, Taehyung. Debiste haberme dicho lo que estaba sucediendo. Yo habría… Yo habría…

—No había nada que pudieras hacer, Jungkook —dijo Taehyung—. Ninguno de nosotros era lo suficientemente fuerte para enfrentarnos a Changbin o a Félix. Es por eso que necesitamos tanto a Yoongi. Nos quiere lo suficiente como para mantenernos a salvo.

Taehyung casi se ríe por el ceño fruncido que cubría el rostro de Jungkook, pero no creía que ahora fuera el momento para reírse.

—Era por eso que no tenías miedo cuando ellos nos trajeron aquí abajo —susurró Jungkook—. Sabías  que  Yoongi vendría por nosotros, ¿no es así?

Taehyung cruzó los brazos sobre su pecho mientras asentía con la cabeza.

—Yoongi dijo que siempre cuidaría de nosotros, que nos mantendría a salvo. Sabía que vendría por nosotros. Él es nuestra pareja. No nos habría dejado aquí abajo para que Changbin y Félix abusaran de nosotros.

—¿Tienes tanta fe en un hombre al que solo conoces desde hace unas semanas? —dijo el Príncipe Zacarius detrás de Taehyung.

Taehyung se giró para estar frente al Príncipe.

—Por supuesto —dijo—. ¿No confiaste en Devlin tan pronto se convirtió en tu pareja?

—Sólo lo comprobaba. —El príncipe Zacarius se  rio entre dientes mientras levantaba la mano—. Por otro lado, Jungkook ya me dio una reprimenda la última vez que dije algo sobre Yoongi. Sólo quería asegurarme de que sentías lo mismo.

—Sin Yoongi ni Jungkook, no soy nada, no tengo nada —dijo simplemente Taehyung—. Ellos son mi razón de vivir.

—Taehyung —susurró Jungkook, con lágrimas en los ojos.

Taehyung podía ver el atónito asombro  en  su  rostro. Sonrió y se dirigió hacia la puerta. —Lleva a Yoongi arriba. Iré a buscar a nuestros amigos.

—Apreciaría si pudieras traerme de vuelta a mi pareja en una pieza —gritó el Príncipe mientras Taehyung se precipitaba hacia la puerta—. Estoy un poco apegado a él.

Taehyung tenía la esperanza de que el Príncipe  Zacarius y Jungkook pudieran llevar a Yoongi arriba con seguridad. Con Félix suelto corriendo por los alrededores, todo el mundo que se quedara allí abajo estaría en peligro. Taehyung sabía que Changbin no era ni de cerca tan sádico como su hermano. Changbin sólo jugaba a ser sádico. Félix era malvado hasta los huesos.

Taehyung regresó por el pasillo por el que había llegado anteriormente hacia el siguiente pasillo. Había tres pasillos que conducían hacia la entrada principal, pero el del medio los llevaba a la habitación que a Félix le gustaba más usar, la habitación en donde se hacía lo peor.

Taehyung no tenía dudas de que su hermano había llevado a Jin a una de esas habitaciones. Sólo necesitaba descubrir exactamente a cual. Esa pregunta fue respondida cuando una puerta a mitad del pasillo se hizo trizas de golpe y dos hombres pasaron volando a través de ella, peleando.

Félix era fácilmente identificable. Era el único con forma humana. El otro hombre, o hombre lobo, no era tan fácil de distinguir. Taehyung no sabía si era Namjoon o Devlin, ya que ambos tenían un aspecto similar en su otra forma.

A Taehyung no le importaba quien fuera, Namjoon o Devlin. Ambos eran sus amigos y sabía que tenía que ayudarlo. Simplemente no estaba seguro de qué podía hacer. No podía cambiar, y ciertamente no era tan grande como Félix.

Repentinamente recordó el látigo que Félix tenía en una de las otras habitaciones. Uno en particular vino a su mente. Se estremeció cuando recordó las largas correas de cuero con pedazos de metal unidos a sus extremos.

También recordó el dolor que  esos  pequeños fragmentos de metal producían. A pesar de que le ponía los pelos de punta el tocar siquiera la maldita cosa, parte de él estaba encantado de usarlo contra el hombre que lo había usado contra él.

Regresó corriendo por el pasillo y entró en la primera habitación. El látigo de cuero negro colgaba de la pared, justo donde recordaba. Alzó la mano y lo agarró sacándolo de la pared, luego se giró y corrió hacia el pasillo.

La pelea aparentemente había regresado a la habitación, porque el pasillo estaba desierto, pero podía oír los gruñidos y resoplidos. Siguió el ruido hasta la puerta destrozada y miró dentro. Como era de esperar, Félix y el hombre lobo aún estaban peleando y los dos tenían una gran cantidad de cortes, rasguños y sangre.

A Taehyung le llevó un momento mirar alrededor de la habitación mientras daba un paso adentro. Mientras  lo hacía, se dio cuenta que el hombre lobo que peleaba con Félix era Devlin, ya que Namjoon yacía hecho un ovillo en un rincón. Había cambiado nuevamente a su forma humana.

Taehyung corrió hacia él y le buscó el pulso. Soltó un suspiro de alivio cuando lo encontró, fuerte y constante. Hizo una rápida revisión buscando lesiones y encontró una pequeña protuberancia en la parte posterior de la cabeza de Namjoon. No había sangre. Lo que fuera que hubiera provocado el bulto ni siquiera había roto la piel, sólo  había  noqueado  al gran hombre fuera de combate.

Al oír un quejido, Taehyung miró arriba y  se encontró a Jin mirándolo, con lágrimas en sus mejillas. Rápidamente cruzó hacia el hombre y trató de bajarlo del gancho  en  el techo, maldiciéndose a sí mismo cuando se dio cuenta de que era demasiado bajo para alcanzarlo.

—Lo siento, Jin —dijo Taehyung—. No puedo bajarte aún. Pero, buscaré algo. —Taehyung comenzó a alejarse cuando escuchó a Jin gemir de nuevo—. Namjoon está bien, Jin. Sólo tiene un pequeño chichón en la cabeza.

—¿Lo puedes despertar? —susurró Jin— Él puede bajarme.

Taehyung no estaba muy seguro de eso. Namjoon podía ser fuerte, pero también había sido golpeado en la cabeza. Dudaba que el hombre pudiera hacer algo… aunque estuviera consciente. Pero al menos podía despertarlo.

Buscó por la habitación y vio una botella de agua en el rincón más alejado. Desafortunadamente, estaba al otro lado de la pelea. Caminó hacia la pared y se movió lentamente por el borde de la habitación, evitando la pelea tanto como fuera posible. No fue fácil.

Félix y Devlin estaban tumbados, arrastrándose peleando por sus vidas. Entre los golpes de manos con garras afiladas y los filosos colmillos, la sangre volaba por todas partes. En el momento en que Taehyung alcanzó la botella de agua, parecía que se había metido directamente en la pelea.

Volver hacia donde estaba Jin fue aún más difícil. Un golpe perdido de la garra de Devlin lo alcanzó en la parte superior del brazo. Gritó. Saltó hacia atrás, dejando una mancha de sangre en la pared contra la que cayó.

Cubrió el profundo corte con su mano libre,  haciendo una mueca cuando el dolor irradió por su brazo. Podía sentir la sangre caliente goteando a través de sus dedos. De todas formas no era un golpe mortal, pero  seguro  que  dolía horrores.

Taehyung intentó ignorar el dolor, empujándolo al fondo de su mente. Necesitaba regresar con Jin y con Namjoon. Poniéndose de pie, empezó a caminar una vez más  por  el borde de la habitación. Le llevó varios minutos,  pero finalmente se arrodilló al lado de Namjoon.

Destapó la botella de agua y vertió el contenido sobre su cara. Namjoon empezaba a moverse cuando Taehyung escuchó una baja, profunda y siniestra risa detrás de él. Se volvió lentamente, sus ojos se abrieron cuando vio a Félix de pie detrás de él.  Devlin  estaba  desplomado,  inmóvil,  en  el suelo a los pies de Félix.

El primer pensamiento de Taehyung fue que el Príncipe Zacarius iba a estar furioso con él. Había fallado al proteger a la pareja del Príncipe y llevarlo nuevamente con él. Su segundo  pensamiento  mientras  miraba  a  Félix   avanzar hacia él fue que no iba a quedar nada que el Príncipe pudiera destrozar. Félix iba a hacerlo por él.

—Bueno, bueno, hermanito —gruñó Félix—. Parece que has sido muy malo. —Félix hizo crujir sus nudillos, con el puño en la palma de la otra mano. Taehyung casi soltó un bufido por la postura de película mala de mafiosos.

—Eres toda  una  reina  del  drama,  Félix.  —Taehyung sabía que iba a morir por la forma en la que los ojos del otro se estrecharon hasta  formar  una  pequeña  rendija  mientras se acercaba. A él simplemente no le importaba. Había pasado la mayor parte de su  vida  teniéndole  miedo.  Ya  había acabado con eso.

—Sabes que vas a pagar por esas palabras, ¿no es así?

Taehyung entornó los ojos.

—Sí, sí, eres el grande y malo hombre del saco y yo deberían estar temblando dentro de mis botas. —Le enseñó la pierna desnuda y movió los dedos de los pies—. Lo siento, no estoy usando botas. Tal vez deberías venir por mí mañana. Me aseguraré de comprar un par.

Taehyung tuvo la satisfacción de ver los ojos Félix ampliarse justo antes de que un revés cruzara su cara.

«Entonces, el dolor comenzó», pensó Taehyung para sí. Había experimentado en el pasado los castigos de Félix, y antes de los suyos, los de su padre. Estaba muy versado en el arte de la disciplina.

Sólo que esta vez, no iba a tomarlo a ciegas como  lo había hecho en el pasado. Jungkook y Yoongi le habían demostrado que él merecía algo mejor. Era digno del respeto de alguien, de amor y de cariño. No tenía que ser el saco  de  boxeo de Félix.

Taehyung se puso de pie y se quedó frente a Félix, mirándolo directamente a los ojos. La momentánea pausa en la postura de Félix le dio fuerza. Nunca antes se había plantado frente a su hermano. Sabía que Félix debía estar aturdido.

—He tenido suficiente de que me golpees, Félix —dijo, complacido por como sonaba su voz—. Ahora estoy acoplado, y ya no tienes derecho a disciplinarme de ninguna manera, tipo o forma.

Félix lo miró por un momento, luego pareció recobrar la compostura.

—¿Te atreves a hablarme así? ¿Has olvidado todo lo que se te ha enseñado?

—No he olvidado ni una maldita cosa, Félix —espetó Taehyung—. Ni las veces en que me colgabas del techo durante horas y horas, ni los latigazos o los golpes, nada. Recuerdo cada pequeña cosa que me has hecho. —Dio un paso hacia su hermano—. Ya no voy a aguantarlo más.

Taehyung hizo una mueca de dolor y cayó sobre una rodilla cuando Félix le dio otro revés. Acunó su dolorida mejilla por un momento y tomó una respiración profunda, deseando que una de sus parejas estuviera ahí. Mientras levantaba una mano para apartarse el pelo de los ojos, repentinamente recordó el látigo que sostenía en la otra mano.

Se puso de pie de nuevo y miró  a  Félix.  Agarró  el mango del látigo, sosteniéndolo más  cerca  de  él. 

—Te  dije que ya no tenías derecho a castigarme, Félix. ¿Eres  tan estúpido que no entiendes mis palabras?

Balanceó el látigo contra su hermano, usando toda la fuerza de su brazo. Las tiras de cuero se enrollaron alrededor del cuerpo de Félix. También supo el momento en que los fragmentos de metal se engancharon en la espalda de Félix. El hombre se arqueó hacia adelante, gritando de dolor.

Taehyung tiró del látigo hacia atrás, sabiendo por experiencia que el metal cavaría profundamente y dejaría dolorosas heridas en la carne de Félix. Lo balanceó una vez y otra  vez,  perdiendo  el  rastro  de  cualquier  cosa  menos  los gritos agonizantes de su hermano.

Gruñó y desnudó los colmillos cuando el látigo fue repentinamente arrancado de su mano. Intentando morder a quien fuera que se lo estuviera quitando, se giró, deteniéndose repentinamente cuando se encontró a Yoongi de pie frente a él. Considerando la versión más grande y peluda de Yoongi que había visto en la otra habitación, estaba un poco sorprendido de verlo de vuelta en su forma humana.

—Cariño, está muerto —dijo Yoongi suavemente—. Ya puedes parar.

Inclinando su cabeza hacia atrás, miró a Yoongi confundido.

—¿Muerto?

—Sí, cariño. Félix y Changbin, ambos se han ido. No podrán volver a lastimarte.

—Pero… —Taehyung se dio la vuelta y miró al ensangrentado cuerpo a sus pies. Félix realmente estaba muerto. No había forma que alguien, ni siquiera un vampiro, pudiese sobrevivir sin la cantidad de sangre que cubría el cuerpo de Félix.

Miró con horror las profundas heridas, los huesos rotos, y la sangre chorreando en el suelo. Él lo había hecho. Había tomado la vida de alguien, la de su hermano además. Las nauseas lo inundaron. Se cubrió la boca y corrió hacia la esquina de la habitación. Cayendo de rodillas, perdió el contenido de su estómago, el cual, ciertamente, no era mucho.

Mientras se limpiaba la boca con la mano, sintió una mano retirando hacia atrás el pelo de su frente. Se giró para ver a Jungkook en cuclillas a su lado. Otro cuerpo más grande presionado contra su espalda.

—¿Cómo te sientes? —preguntó Jungkook.

—Maté a Félix.

—Creo que se lo merecía, Taehyung —dijo Jungkook suavemente—. Ciertamente no iba a dejarte salir de aquí, y quién sabe qué tenía planeado para Jin. Probablemente le salvaste la vida.

Taehyung negó con la cabeza.

—Namjoon se estaba despertando. Habría salvado a Jin.

—Namjoon ni siquiera podía ponerse en pie —dijo una voz desde el otro lado de la  habitación.  Taehyung  dio  un  vistazo para ver a Jin arrodillado en el suelo al lado de Namjoon, quien tenía la cabeza apoyada en sus manos—. Si se mueve mucho, su cabeza explotará.

Namjoon aparentemente tenía suficiente fuerza para levantar la cabeza y mirar a Jin. Taehyung no pudo dejar de sonreír cuando la mirada hizo reír a Jin a carcajadas. Sin embargo, estaba contento de ver la sonrisa en el rostro de Namjoon justo antes de capturar a Jin, besándolo.

—¿Qué pasó con Devlin? —preguntó Taehyung mientras seguía buscando alrededor de la habitación— ¿Está bien?

—Mi pareja está bien, Taehyung —dijo el Príncipe Zacarius a varios metros de distancia de donde él sostenía la cabeza de Devlin en su regazo. Devlin, también, había vuelto a su forma humana—. Te doy las gracias por asegurar que regresara a mí, aunque habría apreciado un poco menos de desgaste en su cuerpo.

—Lo siento —respondió Taehyung.

—No te culpo, Taehyung —dijo el Príncipe—. Devlin hizo esto por su cuenta. Estaba deseoso de una buena pelea y encontró una. ¿No es así, mi amor?

Taehyung sofocó su risa cuando Devlin hizo rodar los ojos. Miró de nuevo a Jungkook y a Yoongi.

—¿Y ustedes? — preguntó— ¿Están bien? Pensé que iban a volver a la propiedad del Príncipe donde el médico pudiera examinarte. Pensé que estabas muriendo, Yoongi.

—¿De verdad crees que te dejaría aquí  sólo?  — preguntó Yoongi— No estaré seguro hasta que tú y Jungkook estén a salvo, ¿recuerdas? Nosotros estamos vinculados. No puedo vivir sin ustedes dos. —Sonrió, lo que sorprendió a Taehyung considerando las condiciones en que lo había visto la última vez—.  Además, esta noche es el acoplamiento de luna  llena. Los hombres lobos son conocidos por masticar acero para llegar a sus parejas en luna llena. ¿Realmente piensas que algunos agujeros de bala iban a  mantenerme  alejado  de  ti y de Jungkook?

Taehyung frunció el ceño mientras echaba un vistazo al cuerpo de Yoongi. Las heridas en su pecho y hombros parecían haber sanado, pero aún  estaban  rosadas  y  arrugadas. Parecían dolorosas.

—¿Estás realmente en condiciones de pensar en sexo justo ahora? ¿No deberías  estar  en  cama  o algo así?

Los ojos dorados de Yoongi mantuvieron un brillo sensual en ellos mientras volvía a sonreír.

—Me gusta tu forma de pensar pero, en este momento, me conformaría con cualquier superficie plana.

—¡Yoongi! —exclamó Taehyung.

—Taehyung, es la luna llena  —dijo  Yoongi—.  El  no acoplarme esta noche contigo y con Jungkook me causará mucho más dolor que una bala de plata.

—Necesitas descansar en cama.

—Lo único que necesito es a ti y a Jungkook.

Taehyung frunció el ceño. Estaba intentando entender ese asunto del acoplamiento de luna llena, pero las heridas de su pareja parecían eclipsar todo lo demás. Sólo podía pensar en llevar a Yoongi a la cama en donde podría sanar,  no  en  tener sexo. Sin embargo...

—Está bien, pero me rehúso a ser reclamado en esta casa —dijo Taehyung—. Llévame de regreso a la propiedad del Príncipe. —Cualquier cosa para llevar a Yoongi a una cama donde pudiera descansar.

Taehyung estaba un poco sorprendido del despliegue de fuerza de Yoongi mientras lo puso de pie. Tal vez Yoongi  había sanado más rápido de lo que pensaba. Eso no significaba que no estuviera preocupado todavía. No estaría satisfecho hasta que la carne rosada en el pecho de Yoongi hubiese sanado por completo.

—Primero encontremos algo con qué cubrirte —dijo Yoongi—. Prefiero que sólo Jungkook y yo te veamos  tal  y  como eres.

—Yoongi, todos en la habitación me han visto desnudo ya.

—Lo sé —gruñó Yoongi.

Taehyung entornó los ojos y fue a buscar su ropa. Eran jirones, pero lo cubrirían hasta que encontrara algo más para vestirse.

El viaje por las escaleras les llevó más tiempo del que le hubiese gustado. Quería salir de la casa de Félix  tan rápido como pudiera. Podía haber crecido allí, pero odiaba cada ladrillo del lugar. Para él no había nada más que malos recuerdos. Si pudiera salirse con la suya, el lugar sería derribado y nunca se volvería a reconstruir. Tal vez convertirlo en un parque o algo así.

El pequeño grupo que salió cojeando de la casa se encontró con un grupo de soldados vampiros. Taehyung recordaba vagamente que el Príncipe Zacarius había llamado a su gente. Lo único que sacó de aquella información fueron dos grandes SUV negros situados frente a la casa, con las puertas abiertas.

Taehyung rápidamente ayudó a Jungkook y Yoongi a subir al interior. Tan pronto se cerraron las puertas, el conductor encendió el vehículo y condujo de regreso a la finca del aquelarre. Taehyung no empezó a respirar con normalidad hasta que se detuvieron ante la puerta. Sintió el alivio como si le sacaran un peso físico de su pecho. Finalmente estaban a salvo.

Albert se reunió con ellos en la puerta. Más personas se reunieron alrededor para ayudarlos a todos a subir nuevamente a la habitación azul. La forma apurada en la que Yoongi entró en la habitación y cerró la puerta detrás de ellos tres, despojándose de sus ropas, lo hizo preocuparse por el hombre hasta que lo vio empezar a cambiar.

Justo frente a los ojos de Taehyung. Yoongi se hizo más grande. Su rostro se alargó ligeramente, sus orejas puntiagudas sobresalían sobre la parte superior de su cabeza, y el pelaje cubría todo su cuerpo. Lo que más lo sorprendió fue la gran polla que sobresalía de la ingle de Yoongi. Antes había pensado que Yoongi era grande. Estaba equivocado. Ahora, Yoongi era enorme.

Taehyung comenzó a negar con la cabeza cuando Yoongi se giró en su dirección y olfateó el aire, un gruñido bajo provino del peludo pecho del hombre.

—¡Mío!

—¡Mierda! —graznó Taehyung.

—Te dije que el tapón anal sería muy útil. —Jungkook se rio a su lado mientras comenzaba a desnudarse. Jungkook se detuvo, arqueándole una ceja a Taehyung—. Es posible que quieras desnudarte y buscar el lubricante. Lo vamos a necesitar.

—Él necesita un médico —dijo Taehyung mientras señalaba a Yoongi.

—Él nos necesita a nosotros —respondió Jungkook.

—Jung… —las palabras de Taehyung menguaron cuando Yoongi lo acechó y comenzó a oler su cuello. Grandes manos con garras agarraron sus caderas. Una larga y  áspera  lengua rozaba el lado del cuello de Taehyung, haciéndolo estremecerse en respuesta.

—Mío —gruñó nuevamente Yoongi.

Taehyung no pudo evitar recostarse contra el fuerte cuerpo detrás de él. Aún cubierto de pelo. Yoongi era maravilloso contra su espalda. Cuando la lengua de Yoongi comenzó a lamer otra vez sobre su piel. Taehyung inclinó la cabeza a un lado. Sabía que debía insistir en que Yoongi viera al doctor pero era tan agradable cuando Yoongi lo tocaba.

—Yoongi, qué… —Taehyung empezó a preguntar cuando una garra afilada comenzó a destrozar lo que quedaba de su ropa. En cuestión de segundos Taehyung estaba desnudo, su rota y desgarrada ropa en una pila a sus pies. Otro segundo después y el cuerpo desnudo de Jungkook se presionaba contra su frente, haciendo un sándwich de Taehyung entre sus parejas.

Taehyung quería protestar, en verdad quería, pero estar presionado entre los cuerpos desnudos de sus parejas, sabiendo que todos habían sobrevivido a la pelea con Félix y con Changbin, hizo que cualquier palabra que pudiera decir se olvidara para ser remplazada por un profundo gemido.

—Vamos, cariño —dijo Jungkook mientras tomaba la mano de Taehyung y empezaba a tirar de él hacia la cama—. Necesitamos estirarnos antes de que Yoongi nos reclame.

Taehyung tropezó con la cama, mirando sobre su hombro a Yoongi.

—¿Pero qué pasa con Yoongi?

—Él nos va a observar.  —Jungkook se rio—. No creo que sea capaz de esperar mucho. Tal vez deberíamos hacer un concurso, ¿eh? ¿Ver cuánto  tiempo  puede  esperar Yoongi antes de que pierda el control y nos ataque?

—¿Nos va a atacar? —chilló Taehyung mientras Jungkook lo empujaba a la cama.

—Sólo de buena manera, amor.

Taehyung se giró para mirar nuevamente a Yoongi. Sus ojos casi se le salieron de la cabeza cuando encontró a Yoongi de pie al final de la cama, sus dorados ojos lo miraban a él y a Jungkook intensamente. Tenía su polla en la mano y la acariciaba lentamente, desnudando sus dientes y gruñendo suavemente.

—¡Mío!

—¿Alguna vez dice otra cosa además de eso?

—No realmente —dijo Jungkook—, al menos no hasta que vuelva a cambiar.

—¿Y cuándo sucede eso?

—Sólo después de que nos haya reclamado.

Taehyung inhaló aire profundamente, sus ojos volvieron de golpe a Jungkook cuando sintió dos lubricados dedos presionando en su culo. Él esperaba uno para empezar, no dos. Jungkook rio tontamente.

—Lo siento, amor, no tenemos tiempo para ir despacio. Nuestro lobo no va a esperar mucho para estar dentro de uno de nosotros. Cuanto más rápido  hagamos  esto,  más  rápido nos tendrá.

Taehyung rodó sus ojos y tendió su mano.

—Está bien, dame el lubricante y gira el culo hacia acá. Puedo hacer que estés listo mientras tú me preparas.

—Me gusta tu forma de pensar, cariño. —Jungkook sonrió y colocó la botella de lubricante en la mano de Taehyung.

Taehyung abrió la tapa y derramó un poco de lubricante en sus dedos. Cuando cerró la botella Jungkook ya había cambiado de posición, a horcajadas sobre la cabeza de Taehyung. Taehyung estaba un poco inseguro acerca de lo que debía hacer. No era que en todo este tiempo no supiera cómo estirar a Jungkook, pero la dura polla del hombre estaba colgando justo frente a su cara. Taehyung sintió la profunda necesidad de chupársela.

Decidiendo seguir a sus impulsos, Taehyung abrió la boca y tragó la polla de Jungkook al mismo tiempo que empujaba dos dedos en su culo. Jungkook se estremeció y un largo, lleno de lujuria, gemido salió de él. Taehyung chupó con fuerza, los sonidos de su pareja rápidamente lo excitaron hasta el extremo. No le lastimó cuando Jungkook añadió otro dedo en su culo, empujando los tres adentro completamente.

El sonido de los gruñidos de Yoongi se hizo más fuerte. Taehyung podía verlo por el rabillo del ojo. Las  caricias  en  la polla de Yoongi se estaban haciendo más  rápidas,  el  pecho peludo del hombre se movía más rápido. Taehyung estaba bastante seguro que tenían sólo unos minutos antes de  que Yoongi se les uniera.

Apenas tenía otros dos dedos dentro del culo de Jungkook cuando Yoongi perdió el control  y  atacó.  En  un  momento, Taehyung estaba estirando a Jungkook, con la polla del hombre profundamente en su boca. Al siguiente, lo rodaron para ponerlo a gatas y siendo follado con tanta fuerza que lo empujaban hacia arriba en la cama. Taehyung  apenas  tuvo tiempo para parpadear, mucho menos para respirar.

—¡Mío! —gruñó Yoongi. Esa fue la única advertencia antes de que largos colmillos se hundieran en su cuello. Taehyung gritó, la sensación de ser follado y reclamado al mismo tiempo encendió el fuego en su cuerpo y casi instantáneamente explotó en una nube de lujuria ardiente.

Su pene entró en erupción, disparó crema blanca por toda la colcha. Los brazos de Taehyung cedieron, y se desplomó en la cama mientras  Yoongi  extraía  sus  colmillos.  Giró  su cabeza para ver a Yoongi retirarse de él e ir por  Jungkook.  Yoongi agarró a su pareja, lo giró, y se hundió en el culo de Jungkook, machacándolo casi de inmediato.

Taehyung pensó que podría sentirse excluido después de que Yoongi lo dejara tan rápido. Estaba sorprendido de encontrarse nuevamente excitado por la vista de ver a Yoongi reclamando a Jungkook. Era una vista hermosa. Jungkook tenía sus piernas envueltas alrededor de la cintura de Yoongi, sus brazos alrededor del cuello de Yoongi. La cabeza de Jungkook se arqueó hacia atrás cuando los dientes de Yoongi se enterraron en él. Gritó, pero parecía ser un sonido de alegría, no de dolor.

Taehyung repentinamente quería entrar en el reclamo de alguna forma como nunca lo había querido antes. Agarró la botella de lubricante y derramó un poco más en sus dedos, tirando la botella en la cama antes de arrastrarse para arrodillarse detrás de Yoongi.

Taehyung no sabía si esto estaba permitido. En realidad nunca surgió durante el tiempo en que habían estado juntos. Jungkook y Taehyung se turnaban para reclamarse entre sí, pero Yoongi normalmente era el que reclamaba a cualquiera de ellos. Nunca habían reclamado a Yoongi. Taehyung suponía que ya era hora… al menos eso esperaba.

Taehyung observó cualquier reacción de Yoongi mientras empujaba un dedo en su culo. No estaba seguro de qué esperar, tal vez que Yoongi discutiera y dijera que no. Con seguridad no esperaba la reacción que obtuvo. Yoongi rugió y empezó a bombear sus caderas más rápido. Sus empujes parecían ser más largos, duros, como si estuviera intentando empalarse en los dedos. Taehyung añadió otro.

—¡Sí! —gritó Yoongi. Taehyung sonrió y empezó a empujar sus dedos en el fuerte agarre de Yoongi cada vez más rápido. Cuando añadió el tercer dedo, el cuerpo de Yoongi comenzó a temblar. Taehyung escuchó a Jungkook gritar. Luego Yoongi gruñó. Sus movimientos repentinamente se detuvieron, pero sólo por un momento, y luego empezó otra vez—. Taehyung, ahora, amor —gruñó Yoongi con voz áspera.

Taehyung retiró los dedos y alineó su polla en el culo de Yoongi. Empezó a empujar lentamente, abrumado por la estrecha suavidad que rodeaba su eje, cuando Yoongi repentinamente empujó hacia atrás hasta que Taehyung estuvo profundamente enterrado hasta las bolas en  su  interior. Taehyung se congeló cuando todo su cuerpo se estremeció con lo que sólo podía describir como una descarga  eléctrica  que envió un placentero pulso a través de él.

—¡Jódeme, maldita sea!

Taehyung sonrió, salió de su estupor por la ferocidad de las palabras de Yoongi. Agarró sus caderas y empezó a empujar dentro de él tan rápido como Yoongi había follado a Jungkook. El acoplamiento de luna llena rápidamente se estaba convirtiendo en algo claro para él. Era un festival para follar de proporciones épicas, el más duro, rápido y mejor. Taehyung repentinamente entendió la necesidad del tapón y un montón de lubricante.

—¡Más fuerte! —gritó Yoongi. Taehyung se esforzó más pero no estaba seguro de cómo de fuerte lo podía hacer. Ya podía sentir el sudor derramándose por su espalda. Su respiración salía en rápidos resoplidos. No era de  extrañar  que  Yoongi tuviera dos parejas. Él era el hombre más grande que Taehyung había conocido. Necesitaba a dos parejas sólo para seguirle el ritmo.

—Te amo, Yoongi —gritó Taehyung cuando sintió que su pene se engrosaba, llenando a Yoongi con gran cantidad de esperma mientras el éxtasis lo abrumaba. Taehyung no sabía si era el hecho de correrse en el culo de Yoongi o sus palabras lo que lo consiguió, pero Yoongi repentinamente gritó, su cuerpo se puso rígido mientras sus músculos internos se cerraron sobre el eje de Taehyung.

Taehyung empujó unas cuantas veces más, luego lentamente se retiró de Yoongi justo cuando él se desplomaba sobre Jungkook. Se movió a un lado para acostarse  junto  a  sus dos parejas, estirándose para apartar el pelo de la sonrojada cara de Jungkook. Podía ver que los ojos de Jungkook estaban cerrados mientras dormía pero su respiración era normal. Incluso tenía una dulce y pequeña sonrisa en su rostro.

—Entonces, esto es el acoplamiento de luna llena, ¿eh?

—Yoongi se rio y asintió—. ¿Cuándo cambias de nuevo?

—¿No te gusto así? —preguntó Yoongi.

—Creo que eres maravilloso así —respondió Taehyung. Se inclinó hacia adelante y le dio un corto beso en la mejilla a Yoongi. No estaba seguro de cómo besar su pequeño hocico—. Simplemente creo que sólo podemos aguantar esto una vez al mes. Caminar derecho podría ser un problema.

—Es por eso que se llama acoplamiento de luna llena, cariño. —Yoongi se rio—. Sólo ocurre una vez al mes porque nos lleva mucho tiempo recuperarnos.

—Me parece bien.

—¿Sí?

Taehyung asintió.

—Entonces, ¿no  tienes  miedo  de    en  esta  forma?

Debería volver a la normalidad en poco tiempo.

Taehyung pudo oír el titubeo en la voz de Yoongi incluso a través del extraño y duro tono que tenía. Sonrió y se acercó más, hasta que pudo envolver un brazo sobre los hombros peludos de Yoongi.

—No, tú siempre serás un gran lobo feroz, pero eres mi lobo feroz.

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CAPITULO 8

Amanecía. Jin y Namjoon se despedían de Taehyung Y Yoongi.   El destino los separaba una vez más.   Yoongi y Taehyung se quedaron en...