—¡No! ¡Yoongi! —gritó Taehyung cuando los ojos de Yoongi se cerraron. Golpeó ligeramente un lado del rostro de Yoongi pero no recibió respuesta, ni siquiera el parpadeo de un ojo— ¡Yoongi, despierta! ¡Yoongi!
Sus cejas se unieron en una expresión agonizante. Él no iba
a perder a Yoongi, no después de encontrarlo. Amaba a Jungkook más que al aire
que respiraba, pero necesitaba a sus dos parejas. Yoongi era tan parte de él
como lo era Jungkook.
Taehyung golpeó a Yoongi un poco más fuerte.
—¡Maldita sea, Yoongi! Despierta de una jodida vez.
Ahora estamos unidos. Morimos cuando tú
lo hagas, ¿recuerdas? Te necesitamos.
—¡Taehyung!
Taehyung miró la cara sorprendida de Jungkook.
Si no hubiese estado tan
asustado, podría haberse sentido avergonzado, pero ahora estaba demasiado
preocupado por Yoongi.
—Ayúdame —suplicó.
—Taehyung —dijo Jungkook
con tristeza—. Le han
disparado con balas de plata. ¿No las
hueles? No puede curarse de ese tipo de heridas.
—Puede si nosotros excavamos sacando las balas — insistió Taehyung—.
Podemos darle nuestra sangre para remplazar la que ha perdido, tanta como
necesite.
Jungkook bajó la mirada hacia Yoongi.
—¿Escarbar para sacar las balas?
Taehyung frunció el ceño. Jungkook le hizo la pregunta de tal manera que parecía como si a él nunca
se le hubiese ocurrido excavar para sacar la bala.
—Sí, cavamos para
sacar la bala. Una vez que la plata esté fuera de su cuerpo, podemos usar
nuestra sangre para ayudarlo a curarse.
Taehyung agarró a Jungkook por el brazo y lo sacudió.
— Tenemos que hacer algo. No estoy dispuesto a renunciar a
él.
Jungkook asintió y miró las heridas de Yoongi. Aún parecía
confundido. Taehyung resopló y lo empujó
hacia atrás. Levantó un dedo hacia
arriba y extendió su garra
tan larga como pudo. Rogando para que Yoongi durmiera
durante todo el proceso, Taehyung metió el
dedo en el agujero del pecho de Yoongi y hurgó hasta que encontró la bala.
Supo al instante cuando tocó la bala de plata. Sus dedos
ardían, el hedor de la carne quemada llenaba la habitación. Taehyung ignoró el
dolor como sabía que Yoongi había hecho y cavó hasta que su garra se curvó bajo
el borde de la bala. Tiró hacia atrás lentamente hasta que apareció la pequeña
bola de plata y cayó al suelo.
—Llena con tu sangre esa herida, Jungkook —ordenó Taehyung
mientras se acercaba al siguiente agujero de bala. Mientras escarbaba en ella,
pudo ver cómo Jungkook se mordía y hacía una gran herida en su muñeca y luego
la sangre goteó en la herida de Yoongi.
Taehyung dejó caer la segunda bala en el suelo y se inclinó
para sacar la tercera. Miró en la herida del pecho de Yoongi, su corazón latió
más rápido cuando vio que la herida empezaba a cicatrizar.
Taehyung trabajó duro, escarbando hasta que encontró la
última bala de plata y la sacó. La lanzó al otro lado de la habitación y se
olvido de ella en el momento en que dejó su mano. Su mundo entero descansaba en
la suave elevación y descenso del pecho de Yoongi.
—¿Está funcionando?
Taehyung levantó la vista para ver al Príncipe Zacarius de
pie junto a ellos. Cerca de él había un hombre lobo. Taehyung asumió que era Devlin
por lo cerca que estaba del príncipe. Negó con la cabeza.
—No lo sé. Sacamos las balas de plata, pero no lo sé.
—Tenemos que llevarlo arriba. He llamado a un coche para
llevarlo de regreso a mi finca —dijo el
Príncipe Zacarius—. Tengo un médico particular esperándonos,
uno que se ha ocupado de nuestra gente con anterioridad. Él debería
poder decirnos si está funcionando.
Taehyung inclinó la cabeza, limpiándose las lágrimas, y
asintió.
—Está bien, vamos a moverlo, pero debemos ser muy cuidadosos
para que no le provoquemos más daño.
—Creo que Namjoon y yo deberíamos ser capaces de levantarlo sin demasiada dificultad —dijo
Devlin con voz grave.
Taehyung frunció el ceño, sus cejas se reunieron mientras
buscaba alrededor de la habitación al otro hombre lobo.
—¿Dónde está Namjoon?
Devlin señaló por encima del hombro.
—Fue a buscar a Jin.
—¿Y Félix? —preguntó Taehyung— ¿Namjoon detuvo a Félix?
—¿Félix?
Taehyung cerró sus ojos brevemente. Cuando los abrió de
nuevo, todo el mundo lo estaba mirando confundido. Taehyung hizo una mueca.
—Félix y Changbin dejaron a Jungkook en la otra habitación,
y luego me trajeron aquí. Changbin se quedó conmigo, pero Félix se llevó a Jin
a otro lugar.
—¡Mierda! —exclamó Devlin mientras se dirigía hacia la
puerta.
Taehyung se puso de pie de un salto. Gesticuló hacia Yoongi.
—Hay que llevarlo arriba. Devlin no conoce este lugar como
yo. Es probable que se pierda en todas estas habitaciones. Tengo una idea
bastante clara de a dónde se llevaron a Jin.
Comenzaba a caminar hacia la puerta cuando Jungkook se
acercó y lo agarró de la muñeca.
—Taehyung, ¿cómo sabes dónde se llevaron a Jin?
—Esta no es la primera vez que estoy aquí —respondió Taehyung.
Escuchó la rápida inhalación de Jungkook y vio palidecer su rostro. Taehyung
extendió la mano y acarició un lado de la cara de Jungkook—. Está bien, Jungkook.
Tú y Yoongi me sacaron de aquí.
—Pero, Taehyung… —dijo Jungkook. Taehyung sabía lo que Jungkook
había visto mientras miraba alrededor de la habitación, las cuerdas y las
cadenas, el gancho en el techo, los látigos que colgaban alineados en la pared.
Era una habitación del horror—. ¿Has estado aquí antes? —preguntó Jungkook—.
Específicamente, ¿en esta habitación?
Taehyung asintió.
—Changbin me traía aquí abajo cuando venía a cenar. Dijo que me estaba
entrenando para pertenecerle a él, para
obedecer cada una de sus demandas.
—Taehyung se encogió de hombros—. Supongo que no funcionó
porque aun así me alejé de él.
La mano de Jungkook temblaba mientras la pasaba por su pelo.
—Joder, Taehyung. Debiste haberme dicho lo que estaba
sucediendo. Yo habría… Yo habría…
—No había nada que pudieras hacer, Jungkook —dijo Taehyung—.
Ninguno de nosotros era lo suficientemente fuerte para enfrentarnos a Changbin
o a Félix. Es por eso que necesitamos tanto a Yoongi. Nos quiere lo suficiente
como para mantenernos a salvo.
Taehyung casi se ríe por el ceño fruncido que cubría el
rostro de Jungkook, pero no creía que ahora fuera el momento para reírse.
—Era por eso que no tenías miedo cuando ellos nos trajeron
aquí abajo —susurró Jungkook—. Sabías
que Yoongi vendría por nosotros,
¿no es así?
Taehyung cruzó los brazos sobre su pecho mientras asentía
con la cabeza.
—Yoongi dijo que siempre cuidaría de nosotros, que nos
mantendría a salvo. Sabía que vendría por nosotros. Él es nuestra pareja. No
nos habría dejado aquí abajo para que Changbin y Félix abusaran de nosotros.
—¿Tienes tanta fe en un hombre al que solo conoces desde
hace unas semanas? —dijo el Príncipe Zacarius detrás de Taehyung.
Taehyung se giró para estar frente al Príncipe.
—Por supuesto —dijo—. ¿No confiaste en Devlin tan pronto se
convirtió en tu pareja?
—Sólo lo comprobaba. —El príncipe Zacarius se rio entre dientes mientras levantaba la
mano—. Por otro lado, Jungkook ya me dio una reprimenda la última vez que dije
algo sobre Yoongi. Sólo quería asegurarme de que sentías lo mismo.
—Sin Yoongi ni Jungkook, no soy nada, no tengo nada —dijo
simplemente Taehyung—. Ellos son mi razón de vivir.
—Taehyung —susurró Jungkook, con lágrimas en los ojos.
Taehyung podía ver el atónito asombro en
su rostro. Sonrió y se dirigió
hacia la puerta. —Lleva a Yoongi arriba. Iré a buscar a nuestros amigos.
—Apreciaría si pudieras traerme de vuelta a mi pareja en una
pieza —gritó el Príncipe mientras Taehyung se precipitaba hacia la puerta—.
Estoy un poco apegado a él.
Taehyung tenía la esperanza de que el Príncipe Zacarius y Jungkook pudieran llevar a Yoongi
arriba con seguridad. Con Félix suelto corriendo por los alrededores, todo el
mundo que se quedara allí abajo estaría en peligro. Taehyung sabía que Changbin
no era ni de cerca tan sádico como su hermano. Changbin sólo jugaba a ser
sádico. Félix era malvado hasta los huesos.
Taehyung regresó por el pasillo por el que había llegado
anteriormente hacia el siguiente pasillo. Había tres pasillos que conducían
hacia la entrada principal, pero el del medio los llevaba a la habitación que a
Félix le gustaba más usar, la habitación en donde se hacía lo peor.
Taehyung no tenía dudas de que su hermano había llevado a Jin
a una de esas habitaciones. Sólo necesitaba descubrir exactamente a cual. Esa
pregunta fue respondida cuando una puerta a mitad del pasillo se hizo trizas de
golpe y dos hombres pasaron volando a través de ella, peleando.
Félix era fácilmente identificable. Era el único con forma
humana. El otro hombre, o hombre lobo, no era tan fácil de distinguir. Taehyung
no sabía si era Namjoon o Devlin, ya que ambos tenían un aspecto similar en su
otra forma.
A Taehyung no le importaba quien fuera, Namjoon o Devlin.
Ambos eran sus amigos y sabía que tenía que ayudarlo. Simplemente no estaba
seguro de qué podía hacer. No podía cambiar, y ciertamente no era tan grande
como Félix.
Repentinamente recordó el látigo que Félix tenía en una de
las otras habitaciones. Uno en particular vino a su mente. Se estremeció cuando
recordó las largas correas de cuero con pedazos de metal unidos a sus extremos.
También recordó el dolor que
esos pequeños fragmentos de metal
producían. A pesar de que le ponía los pelos de punta el tocar siquiera la
maldita cosa, parte de él estaba encantado de usarlo contra el hombre que lo
había usado contra él.
Regresó corriendo por el pasillo y entró en la primera
habitación. El látigo de cuero negro colgaba de la pared, justo donde
recordaba. Alzó la mano y lo agarró sacándolo de la pared, luego se giró y
corrió hacia el pasillo.
La pelea aparentemente había regresado a la habitación,
porque el pasillo estaba desierto, pero podía oír los gruñidos y resoplidos.
Siguió el ruido hasta la puerta destrozada y miró dentro. Como era de esperar, Félix
y el hombre lobo aún estaban peleando y los dos tenían una gran cantidad de
cortes, rasguños y sangre.
A Taehyung le llevó un momento mirar alrededor de la
habitación mientras daba un paso adentro. Mientras lo hacía, se dio cuenta que el hombre lobo
que peleaba con Félix era Devlin, ya que Namjoon yacía hecho un ovillo en un rincón.
Había cambiado nuevamente a su forma humana.
Taehyung corrió hacia él y le buscó el pulso. Soltó un
suspiro de alivio cuando lo encontró, fuerte y constante. Hizo una rápida revisión
buscando lesiones y encontró una pequeña protuberancia en la parte posterior de
la cabeza de Namjoon. No había sangre. Lo que fuera que hubiera provocado el
bulto ni siquiera había roto la piel, sólo
había noqueado al gran hombre fuera de combate.
Al oír un quejido, Taehyung miró arriba y se encontró a Jin mirándolo, con lágrimas en
sus mejillas. Rápidamente cruzó hacia el hombre y trató de bajarlo del
gancho en el techo, maldiciéndose a sí mismo cuando se
dio cuenta de que era demasiado bajo para alcanzarlo.
—Lo siento, Jin —dijo Taehyung—. No puedo bajarte aún. Pero,
buscaré algo. —Taehyung comenzó a alejarse cuando escuchó a Jin gemir de
nuevo—. Namjoon está bien, Jin. Sólo tiene un pequeño chichón en la cabeza.
—¿Lo puedes despertar? —susurró Jin— Él puede bajarme.
Taehyung no estaba muy seguro de eso. Namjoon podía ser
fuerte, pero también había sido golpeado en la cabeza. Dudaba que el hombre
pudiera hacer algo… aunque estuviera consciente. Pero al menos podía
despertarlo.
Buscó por la habitación y vio una botella de agua en el
rincón más alejado. Desafortunadamente, estaba al otro lado de la pelea. Caminó
hacia la pared y se movió lentamente por el borde de la habitación, evitando la
pelea tanto como fuera posible. No fue fácil.
Félix y Devlin estaban tumbados, arrastrándose peleando por
sus vidas. Entre los golpes de manos con garras afiladas y los filosos
colmillos, la sangre volaba por todas partes. En el momento en que Taehyung
alcanzó la botella de agua, parecía que se había metido directamente en la
pelea.
Volver hacia donde estaba Jin fue aún más difícil. Un golpe
perdido de la garra de Devlin lo alcanzó en la parte superior del brazo. Gritó.
Saltó hacia atrás, dejando una mancha de sangre en la pared contra la que cayó.
Cubrió el profundo corte con su mano libre, haciendo una mueca cuando el dolor irradió
por su brazo. Podía sentir la sangre caliente goteando a través de sus dedos.
De todas formas no era un golpe mortal, pero
seguro que dolía horrores.
Taehyung intentó ignorar el dolor, empujándolo al fondo de
su mente. Necesitaba regresar con Jin y con Namjoon. Poniéndose de pie, empezó
a caminar una vez más por el borde de la habitación. Le llevó varios
minutos, pero finalmente se arrodilló al
lado de Namjoon.
Destapó la botella de agua y vertió el contenido sobre su
cara. Namjoon empezaba a moverse cuando Taehyung escuchó una baja, profunda y
siniestra risa detrás de él. Se volvió lentamente, sus ojos se abrieron cuando
vio a Félix de pie detrás de él.
Devlin estaba desplomado,
inmóvil, en el suelo a los pies de Félix.
El primer pensamiento de Taehyung fue que el Príncipe
Zacarius iba a estar furioso con él. Había fallado al proteger a la pareja del
Príncipe y llevarlo nuevamente con él. Su segundo pensamiento
mientras miraba a Félix avanzar hacia él fue que no iba a quedar
nada que el Príncipe pudiera destrozar. Félix iba a hacerlo por él.
—Bueno, bueno, hermanito —gruñó Félix—. Parece que has sido
muy malo. —Félix hizo crujir sus nudillos, con el puño en la palma de la otra
mano. Taehyung casi soltó un bufido por la postura de película mala de
mafiosos.
—Eres toda una reina
del drama, Félix.
—Taehyung sabía que iba a morir por la forma en la que los ojos del otro
se estrecharon hasta formar una
pequeña rendija mientras se acercaba. A él simplemente no le
importaba. Había pasado la mayor parte de su
vida teniéndole miedo.
Ya había acabado con eso.
—Sabes que vas a pagar por esas palabras, ¿no es así?
Taehyung entornó los ojos.
—Sí, sí, eres el grande y malo hombre del saco y yo deberían
estar temblando dentro de mis botas. —Le enseñó la pierna desnuda y movió los
dedos de los pies—. Lo siento, no estoy usando botas. Tal vez deberías venir
por mí mañana. Me aseguraré de comprar un par.
Taehyung tuvo la satisfacción de ver los ojos Félix
ampliarse justo antes de que un revés cruzara su cara.
«Entonces, el dolor comenzó», pensó Taehyung para sí. Había
experimentado en el pasado los castigos de Félix, y antes de los suyos, los de
su padre. Estaba muy versado en el arte de la disciplina.
Sólo que esta vez, no iba a tomarlo a ciegas como lo había hecho en el pasado. Jungkook y Yoongi
le habían demostrado que él merecía algo mejor. Era digno del respeto de
alguien, de amor y de cariño. No tenía que ser el saco de
boxeo de Félix.
Taehyung se puso de pie y se quedó frente a Félix, mirándolo
directamente a los ojos. La momentánea pausa en la postura de Félix le dio
fuerza. Nunca antes se había plantado frente a su hermano. Sabía que Félix
debía estar aturdido.
—He tenido suficiente de que me golpees, Félix —dijo,
complacido por como sonaba su voz—. Ahora estoy acoplado, y ya no tienes
derecho a disciplinarme de ninguna manera, tipo o forma.
Félix lo miró por un momento, luego pareció recobrar la
compostura.
—¿Te atreves a hablarme así? ¿Has olvidado todo lo que se te
ha enseñado?
—No he olvidado ni una maldita cosa, Félix —espetó Taehyung—.
Ni las veces en que me colgabas del techo durante horas y horas, ni los
latigazos o los golpes, nada. Recuerdo cada pequeña cosa que me has hecho. —Dio
un paso hacia su hermano—. Ya no voy a aguantarlo más.
Taehyung hizo una mueca de dolor y cayó sobre una rodilla
cuando Félix le dio otro revés. Acunó su dolorida mejilla por un momento y tomó
una respiración profunda, deseando que una de sus parejas estuviera ahí.
Mientras levantaba una mano para apartarse el pelo de los ojos, repentinamente
recordó el látigo que sostenía en la otra mano.
Se puso de pie de nuevo y miró a Félix. Agarró
el mango del látigo, sosteniéndolo más cerca
de él.
—Te dije que ya no
tenías derecho a castigarme, Félix. ¿Eres
tan estúpido que no entiendes mis palabras?
Balanceó el látigo contra su hermano, usando toda la fuerza
de su brazo. Las tiras de cuero se enrollaron alrededor del cuerpo de Félix.
También supo el momento en que los fragmentos de metal se engancharon en la
espalda de Félix. El hombre se arqueó hacia adelante, gritando de dolor.
Taehyung tiró del látigo hacia atrás, sabiendo por
experiencia que el metal cavaría profundamente y dejaría dolorosas heridas en
la carne de Félix. Lo balanceó una vez y otra
vez, perdiendo el
rastro de cualquier
cosa menos los gritos agonizantes de su hermano.
Gruñó y desnudó los colmillos cuando el látigo fue
repentinamente arrancado de su mano. Intentando morder a quien fuera que se lo
estuviera quitando, se giró, deteniéndose repentinamente cuando se encontró a Yoongi
de pie frente a él. Considerando la versión más grande y peluda de Yoongi que
había visto en la otra habitación, estaba un poco sorprendido de verlo de
vuelta en su forma humana.
—Cariño, está muerto —dijo Yoongi suavemente—. Ya puedes
parar.
Inclinando su cabeza hacia atrás, miró a Yoongi confundido.
—¿Muerto?
—Sí, cariño. Félix y Changbin, ambos se han ido. No podrán
volver a lastimarte.
—Pero… —Taehyung se dio la vuelta y miró al ensangrentado
cuerpo a sus pies. Félix realmente estaba muerto. No había forma que alguien,
ni siquiera un vampiro, pudiese sobrevivir sin la cantidad de sangre que cubría
el cuerpo de Félix.
Miró con horror las profundas heridas, los huesos rotos, y
la sangre chorreando en el suelo. Él lo había hecho. Había tomado la vida de
alguien, la de su hermano además. Las nauseas lo inundaron. Se cubrió la boca y
corrió hacia la esquina de la habitación. Cayendo de rodillas, perdió el
contenido de su estómago, el cual, ciertamente, no era mucho.
Mientras se limpiaba la boca con la mano, sintió una mano
retirando hacia atrás el pelo de su frente. Se giró para ver a Jungkook en
cuclillas a su lado. Otro cuerpo más grande presionado contra su espalda.
—¿Cómo te sientes? —preguntó Jungkook.
—Maté a Félix.
—Creo que se lo merecía, Taehyung —dijo Jungkook
suavemente—. Ciertamente no iba a dejarte salir de aquí, y quién sabe qué tenía
planeado para Jin. Probablemente le salvaste la vida.
Taehyung negó con la cabeza.
—Namjoon se estaba despertando. Habría salvado a Jin.
—Namjoon ni siquiera podía ponerse en pie —dijo una voz
desde el otro lado de la
habitación. Taehyung dio
un vistazo para ver a Jin
arrodillado en el suelo al lado de Namjoon, quien tenía la cabeza apoyada en
sus manos—. Si se mueve mucho, su cabeza explotará.
Namjoon aparentemente tenía suficiente fuerza para levantar
la cabeza y mirar a Jin. Taehyung no pudo dejar de sonreír cuando la mirada
hizo reír a Jin a carcajadas. Sin embargo, estaba contento de ver la sonrisa en
el rostro de Namjoon justo antes de capturar a Jin, besándolo.
—¿Qué pasó con Devlin? —preguntó Taehyung mientras seguía
buscando alrededor de la habitación— ¿Está bien?
—Mi pareja está bien, Taehyung —dijo el Príncipe Zacarius a
varios metros de distancia de donde él sostenía la cabeza de Devlin en su
regazo. Devlin, también, había vuelto a su forma humana—. Te doy las gracias
por asegurar que regresara a mí, aunque habría apreciado un poco menos de
desgaste en su cuerpo.
—Lo siento —respondió Taehyung.
—No te culpo, Taehyung —dijo el Príncipe—. Devlin hizo esto
por su cuenta. Estaba deseoso de una buena pelea y encontró una. ¿No es así, mi
amor?
Taehyung sofocó su risa cuando Devlin hizo rodar los ojos.
Miró de nuevo a Jungkook y a Yoongi.
—¿Y ustedes? — preguntó— ¿Están bien? Pensé que iban a
volver a la propiedad del Príncipe donde el médico pudiera examinarte. Pensé
que estabas muriendo, Yoongi.
—¿De verdad crees que te dejaría aquí sólo?
— preguntó Yoongi— No estaré seguro hasta que tú y Jungkook estén a
salvo, ¿recuerdas? Nosotros estamos vinculados. No puedo vivir sin ustedes dos.
—Sonrió, lo que sorprendió a Taehyung considerando las condiciones en que lo
había visto la última vez—. Además, esta
noche es el acoplamiento de luna llena.
Los hombres lobos son conocidos por masticar acero para llegar a sus parejas en
luna llena. ¿Realmente piensas que algunos agujeros de bala iban a mantenerme
alejado de ti y de Jungkook?
Taehyung frunció el ceño mientras echaba un vistazo al
cuerpo de Yoongi. Las heridas en su pecho y hombros parecían haber sanado, pero
aún estaban rosadas
y arrugadas. Parecían dolorosas.
—¿Estás realmente en condiciones de pensar en sexo justo
ahora? ¿No deberías estar en
cama o algo así?
Los ojos dorados de Yoongi mantuvieron un brillo sensual en
ellos mientras volvía a sonreír.
—Me gusta tu forma de pensar pero, en este momento, me
conformaría con cualquier superficie plana.
—¡Yoongi! —exclamó Taehyung.
—Taehyung, es la luna llena
—dijo Yoongi—. El no
acoplarme esta noche contigo y con Jungkook me causará mucho más dolor que una
bala de plata.
—Necesitas descansar en cama.
—Lo único que necesito es a ti y a Jungkook.
Taehyung frunció el ceño. Estaba intentando entender ese
asunto del acoplamiento de luna llena, pero las heridas de su pareja parecían
eclipsar todo lo demás. Sólo podía pensar en llevar a Yoongi a la cama en donde
podría sanar, no en
tener sexo. Sin embargo...
—Está bien, pero me rehúso a ser reclamado en esta casa
—dijo Taehyung—. Llévame de regreso a la propiedad del Príncipe. —Cualquier
cosa para llevar a Yoongi a una cama donde pudiera descansar.
Taehyung estaba un poco sorprendido del despliegue de fuerza
de Yoongi mientras lo puso de pie. Tal vez Yoongi había sanado más rápido de lo que pensaba.
Eso no significaba que no estuviera preocupado todavía. No estaría satisfecho
hasta que la carne rosada en el pecho de Yoongi hubiese sanado por completo.
—Primero encontremos algo con qué cubrirte —dijo Yoongi—.
Prefiero que sólo Jungkook y yo te veamos
tal y como eres.
—Yoongi, todos en la habitación me han visto desnudo ya.
—Lo sé —gruñó Yoongi.
Taehyung entornó los ojos y fue a buscar su ropa. Eran
jirones, pero lo cubrirían hasta que encontrara algo más para vestirse.
El viaje por las escaleras les llevó más tiempo del que le
hubiese gustado. Quería salir de la casa de Félix tan rápido como pudiera. Podía haber crecido
allí, pero odiaba cada ladrillo del lugar. Para él no había nada más que malos
recuerdos. Si pudiera salirse con la suya, el lugar sería derribado y nunca se
volvería a reconstruir. Tal vez convertirlo en un parque o algo así.
El pequeño grupo que salió cojeando de la casa se encontró
con un grupo de soldados vampiros. Taehyung recordaba vagamente que el Príncipe
Zacarius había llamado a su gente. Lo único que sacó de aquella información
fueron dos grandes SUV negros situados frente a la casa, con las puertas
abiertas.
Taehyung rápidamente ayudó a Jungkook y Yoongi a subir al
interior. Tan pronto se cerraron las puertas, el conductor encendió el vehículo
y condujo de regreso a la finca del aquelarre. Taehyung no empezó a respirar
con normalidad hasta que se detuvieron ante la puerta. Sintió el alivio como si
le sacaran un peso físico de su pecho. Finalmente estaban a salvo.
Albert se reunió con ellos en la puerta. Más personas se
reunieron alrededor para ayudarlos a todos a subir nuevamente a la habitación
azul. La forma apurada en la que Yoongi entró en la habitación y cerró la
puerta detrás de ellos tres, despojándose de sus ropas, lo hizo preocuparse por
el hombre hasta que lo vio empezar a cambiar.
Justo frente a los ojos de Taehyung. Yoongi se hizo más
grande. Su rostro se alargó ligeramente, sus orejas puntiagudas sobresalían
sobre la parte superior de su cabeza, y el pelaje cubría todo su cuerpo. Lo que
más lo sorprendió fue la gran polla que sobresalía de la ingle de Yoongi. Antes
había pensado que Yoongi era grande. Estaba equivocado. Ahora, Yoongi era
enorme.
Taehyung comenzó a negar con la cabeza cuando Yoongi se giró
en su dirección y olfateó el aire, un gruñido bajo provino del peludo pecho del
hombre.
—¡Mío!
—¡Mierda! —graznó Taehyung.
—Te dije que el tapón anal sería muy útil. —Jungkook se rio
a su lado mientras comenzaba a desnudarse. Jungkook se detuvo, arqueándole una
ceja a Taehyung—. Es posible que quieras desnudarte y buscar el lubricante. Lo vamos
a necesitar.
—Él necesita un médico —dijo Taehyung mientras señalaba a Yoongi.
—Él nos necesita a nosotros —respondió Jungkook.
—Jung… —las palabras de Taehyung menguaron cuando Yoongi lo
acechó y comenzó a oler su cuello. Grandes manos con garras agarraron sus
caderas. Una larga y áspera lengua rozaba el lado del cuello de Taehyung,
haciéndolo estremecerse en respuesta.
—Mío —gruñó nuevamente Yoongi.
Taehyung no pudo evitar recostarse contra el fuerte cuerpo
detrás de él. Aún cubierto de pelo. Yoongi era maravilloso contra su espalda.
Cuando la lengua de Yoongi comenzó a lamer otra vez sobre su piel. Taehyung
inclinó la cabeza a un lado. Sabía que debía insistir en que Yoongi viera al
doctor pero era tan agradable cuando Yoongi lo tocaba.
—Yoongi, qué… —Taehyung empezó a preguntar cuando una garra
afilada comenzó a destrozar lo que quedaba de su ropa. En cuestión de segundos Taehyung
estaba desnudo, su rota y desgarrada ropa en una pila a sus pies. Otro segundo
después y el cuerpo desnudo de Jungkook se presionaba contra su frente,
haciendo un sándwich de Taehyung entre sus parejas.
Taehyung quería protestar, en verdad quería, pero estar
presionado entre los cuerpos desnudos de sus parejas, sabiendo que todos habían
sobrevivido a la pelea con Félix y con Changbin, hizo que cualquier palabra que
pudiera decir se olvidara para ser remplazada por un profundo gemido.
—Vamos, cariño —dijo Jungkook mientras tomaba la mano de Taehyung
y empezaba a tirar de él hacia la cama—. Necesitamos estirarnos antes de que Yoongi
nos reclame.
Taehyung tropezó con la cama, mirando sobre su hombro a Yoongi.
—¿Pero qué pasa con Yoongi?
—Él nos va a observar.
—Jungkook se rio—. No creo que sea capaz de esperar mucho. Tal vez
deberíamos hacer un concurso, ¿eh? ¿Ver cuánto
tiempo puede esperar Yoongi antes de que pierda el control
y nos ataque?
—¿Nos va a atacar? —chilló Taehyung mientras Jungkook lo
empujaba a la cama.
—Sólo de buena manera, amor.
Taehyung se giró para mirar nuevamente a Yoongi. Sus ojos
casi se le salieron de la cabeza cuando encontró a Yoongi de pie al final de la
cama, sus dorados ojos lo miraban a él y a Jungkook intensamente. Tenía su
polla en la mano y la acariciaba lentamente, desnudando sus dientes y gruñendo
suavemente.
—¡Mío!
—¿Alguna vez dice otra cosa además de eso?
—No realmente —dijo Jungkook—, al menos no hasta que vuelva
a cambiar.
—¿Y cuándo sucede eso?
—Sólo después de que nos haya reclamado.
Taehyung inhaló aire profundamente, sus ojos volvieron de
golpe a Jungkook cuando sintió dos lubricados dedos presionando en su culo. Él
esperaba uno para empezar, no dos. Jungkook rio tontamente.
—Lo siento, amor, no tenemos tiempo para ir despacio.
Nuestro lobo no va a esperar mucho para estar dentro de uno de nosotros. Cuanto
más rápido hagamos esto,
más rápido nos tendrá.
Taehyung rodó sus ojos y tendió su mano.
—Está bien, dame el lubricante y gira el culo hacia acá.
Puedo hacer que estés listo mientras tú me preparas.
—Me gusta tu forma de pensar, cariño. —Jungkook sonrió y
colocó la botella de lubricante en la mano de Taehyung.
Taehyung abrió la tapa y derramó un poco de lubricante en
sus dedos. Cuando cerró la botella Jungkook ya había cambiado de posición, a
horcajadas sobre la cabeza de Taehyung. Taehyung estaba un poco inseguro acerca
de lo que debía hacer. No era que en todo este tiempo no supiera cómo estirar a
Jungkook, pero la dura polla del hombre estaba colgando justo frente a su cara.
Taehyung sintió la profunda necesidad de chupársela.
Decidiendo seguir a sus impulsos, Taehyung abrió la boca y
tragó la polla de Jungkook al mismo tiempo que empujaba dos dedos en su culo. Jungkook
se estremeció y un largo, lleno de lujuria, gemido salió de él. Taehyung chupó
con fuerza, los sonidos de su pareja rápidamente lo excitaron hasta el extremo.
No le lastimó cuando Jungkook añadió otro dedo en su culo, empujando los tres
adentro completamente.
El sonido de los gruñidos de Yoongi se hizo más fuerte. Taehyung
podía verlo por el rabillo del ojo. Las
caricias en la polla de Yoongi se estaban haciendo
más rápidas, el
pecho peludo del hombre se movía más rápido. Taehyung estaba bastante
seguro que tenían sólo unos minutos antes de
que Yoongi se les uniera.
Apenas tenía otros dos dedos dentro del culo de Jungkook cuando
Yoongi perdió el control y atacó.
En un momento, Taehyung estaba estirando a Jungkook,
con la polla del hombre profundamente en su boca. Al siguiente, lo rodaron para
ponerlo a gatas y siendo follado con tanta fuerza que lo empujaban hacia arriba
en la cama. Taehyung apenas tuvo tiempo para parpadear, mucho menos para
respirar.
—¡Mío! —gruñó Yoongi. Esa fue la única advertencia antes de
que largos colmillos se hundieran en su cuello. Taehyung gritó, la sensación de
ser follado y reclamado al mismo tiempo encendió el fuego en su cuerpo y casi
instantáneamente explotó en una nube de lujuria ardiente.
Su pene entró en erupción, disparó crema blanca por toda la
colcha. Los brazos de Taehyung cedieron, y se desplomó en la cama mientras Yoongi
extraía sus colmillos.
Giró su cabeza para ver a Yoongi
retirarse de él e ir por Jungkook. Yoongi agarró a su pareja, lo giró, y se
hundió en el culo de Jungkook, machacándolo casi de inmediato.
Taehyung pensó que podría sentirse excluido después de que Yoongi
lo dejara tan rápido. Estaba sorprendido de encontrarse nuevamente excitado por
la vista de ver a Yoongi reclamando a Jungkook. Era una vista hermosa. Jungkook
tenía sus piernas envueltas alrededor de la cintura de Yoongi, sus brazos
alrededor del cuello de Yoongi. La cabeza de Jungkook se arqueó hacia atrás
cuando los dientes de Yoongi se enterraron en él. Gritó, pero parecía ser un
sonido de alegría, no de dolor.
Taehyung repentinamente quería entrar en el reclamo de
alguna forma como nunca lo había querido antes. Agarró la botella de lubricante
y derramó un poco más en sus dedos, tirando la botella en la cama antes de
arrastrarse para arrodillarse detrás de Yoongi.
Taehyung no sabía si esto estaba permitido. En realidad
nunca surgió durante el tiempo en que habían estado juntos. Jungkook y Taehyung
se turnaban para reclamarse entre sí, pero Yoongi normalmente era el que
reclamaba a cualquiera de ellos. Nunca habían reclamado a Yoongi. Taehyung
suponía que ya era hora… al menos eso esperaba.
Taehyung observó cualquier reacción de Yoongi mientras
empujaba un dedo en su culo. No estaba seguro de qué esperar, tal vez que Yoongi
discutiera y dijera que no. Con seguridad no esperaba la reacción que obtuvo. Yoongi
rugió y empezó a bombear sus caderas más rápido. Sus empujes parecían ser más
largos, duros, como si estuviera intentando empalarse en los dedos. Taehyung
añadió otro.
—¡Sí! —gritó Yoongi. Taehyung sonrió y empezó a empujar sus
dedos en el fuerte agarre de Yoongi cada vez más rápido. Cuando añadió el
tercer dedo, el cuerpo de Yoongi comenzó a temblar. Taehyung escuchó a Jungkook
gritar. Luego Yoongi gruñó. Sus movimientos repentinamente se detuvieron, pero
sólo por un momento, y luego empezó otra vez—. Taehyung, ahora, amor —gruñó Yoongi
con voz áspera.
Taehyung retiró los dedos y alineó su polla en el culo de Yoongi.
Empezó a empujar lentamente, abrumado por la estrecha suavidad que rodeaba su
eje, cuando Yoongi repentinamente empujó hacia atrás hasta que Taehyung estuvo profundamente
enterrado hasta las bolas en su interior. Taehyung se congeló cuando todo su
cuerpo se estremeció con lo que sólo podía describir como una descarga eléctrica
que envió un placentero pulso a través de él.
—¡Jódeme, maldita sea!
Taehyung sonrió, salió de su estupor por la ferocidad de las
palabras de Yoongi. Agarró sus caderas y empezó a empujar dentro de él tan
rápido como Yoongi había follado a Jungkook. El acoplamiento de luna llena
rápidamente se estaba convirtiendo en algo claro para él. Era un festival para
follar de proporciones épicas, el más duro, rápido y mejor. Taehyung
repentinamente entendió la necesidad del tapón y un montón de lubricante.
—¡Más fuerte! —gritó Yoongi. Taehyung se esforzó más pero no
estaba seguro de cómo de fuerte lo podía hacer. Ya podía sentir el sudor
derramándose por su espalda. Su respiración salía en rápidos resoplidos. No era
de extrañar que Yoongi
tuviera dos parejas. Él era el hombre más grande que Taehyung había conocido.
Necesitaba a dos parejas sólo para seguirle el ritmo.
—Te amo, Yoongi —gritó Taehyung cuando sintió que su pene se
engrosaba, llenando a Yoongi con gran cantidad de esperma mientras el éxtasis
lo abrumaba. Taehyung no sabía si era el hecho de correrse en el culo de Yoongi
o sus palabras lo que lo consiguió, pero Yoongi repentinamente gritó, su cuerpo
se puso rígido mientras sus músculos internos se cerraron sobre el eje de Taehyung.
Taehyung empujó unas cuantas veces más, luego lentamente se
retiró de Yoongi justo cuando él se desplomaba sobre Jungkook. Se movió a un
lado para acostarse junto a sus
dos parejas, estirándose para apartar el pelo de la sonrojada cara de Jungkook.
Podía ver que los ojos de Jungkook estaban cerrados mientras dormía pero su
respiración era normal. Incluso tenía una dulce y pequeña sonrisa en su rostro.
—Entonces, esto es el acoplamiento de luna llena, ¿eh?
—Yoongi se rio y asintió—. ¿Cuándo cambias de nuevo?
—¿No te gusto así? —preguntó Yoongi.
—Creo que eres maravilloso así —respondió Taehyung. Se
inclinó hacia adelante y le dio un corto beso en la mejilla a Yoongi. No estaba
seguro de cómo besar su pequeño hocico—. Simplemente creo que sólo podemos
aguantar esto una vez al mes. Caminar derecho podría ser un problema.
—Es por eso que se llama acoplamiento de luna llena, cariño.
—Yoongi se rio—. Sólo ocurre una vez al mes porque nos lleva mucho tiempo
recuperarnos.
—Me parece bien.
—¿Sí?
Taehyung asintió.
—Entonces, ¿no
tienes miedo de
mí en esta
forma?
Debería volver a la normalidad en poco tiempo.
Taehyung pudo oír el titubeo en la voz de Yoongi incluso a
través del extraño y duro tono que tenía. Sonrió y se acercó más, hasta que
pudo envolver un brazo sobre los hombros peludos de Yoongi.
—No, tú siempre serás un gran lobo feroz, pero eres mi lobo
feroz.
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