domingo, 1 de mayo de 2022

CAPITULO 12

Yoongi dejó salir un suspiro aliviado y cruzó la habitación para sujetar la mano de su compañero. Respiró hondo varias veces para que su frecuencia cardíaca volviera a lo normal. No podía creer que ambos hubieran estado a punto de morir.

 

No podía creer que casi había perdido a la persona más importante de su vida. Cuando Taehyung lo llamó a gritos, mientras salía de la ducha, pensó que su corazón se detenía dentro de su pecho. Había sido el más agonizante sonido que había escuchado alguna vez.

 

El hombre que había entrado en sus habitaciones privadas había muerto antes incluso, de que Yoongi supiera lo que estaba pasando. Su única preocupación había sido llegar hasta su compañero.

 

Entrar en la habitación y encontrarse a Taehyung luchando por su vida, lo había enviado de cabeza hacia la ira pura. No importaba nada excepto llegar hasta su compañero y mantenerlo a salvo, ni siquiera su propia vida. La habría dado con mucho gusto con tal de mantenerlo a salvo.

 

Desde hacía algún tiempo sabía que amaba a Taehyung, había estado demasiado asustado para decírselo, por si sus sentimientos no eran correspondidos. Teniendo en cuenta lo que acababan de vivir, ahora sus temores parecían insignificantes. Yoongi se puso de cuclillas y ahuecó las manos alrededor de la cara de su hombre. Se inclinó y le dio un pequeño beso antes de apartarse para mirarlo de nuevo. Sintió las lágrimas acumulándose en sus ojos.

 

Te amo, Tae.

 

Los ojos de Taehyung se agrandaron. Por un momento, Yoongi pensó que rechazaría su declaración. Hasta que una amplia sonrisa se extendió por su cara, y lágrimas rojo sangre gotearon de sus ojos.

 

Yo también te amo, mi amor. ―Yoongi escuchó un débil sollozo al lado de Taehyung. Fue sólo entonces que recordó que tenían audiencia. Miró a Jin y le dio una palmadita en la pierna.

 

― Gracias Jin, estaré siempre en deuda contigo.

 

Puede que no quieras decir eso en cuanto descubras que fue Jin el que me envenenó ―comentó Taehyung.

 

―¿Qué?― preguntó Yoongi y se preparó para otra pelea, hasta que recordó a quién había nombrado Taehyung exactamente. No conocía a Jin desde hacía mucho, pero dudaba que el vampiro tuviera un solo hueso de maldad en el cuerpo.

 

―¿Quieres decir que funcionó?― preguntó Jin con tono sorprendido.

 

Yoongi lo miró horrorizado.

 

Jin, tu Príncipe casi muere.

 

Los ojos de Jin se agrandaron y su rostro palideció.

 

―¡Oh! Pero no se suponía que él saliera herido. Sólo pretendía matar a Yoongi.

 

Así que ¿Estás hablando de matarme?― preguntó Yoongi.

 

El rostro de Jin se sonrojó. Se encogió de hombros y bajó la vista al suelo.

 

Bueno, realmente eso fue antes de conocerte.

 

Jin, ¿Por qué intentaste matarme? ―Yoongi no podía recordar haberle hecho algo como para que le odiara tanto.

 

Eres un hombre lobo ―Jin volvió a mirar a Yoongi―. Pensé que podrías herir al Príncipe Taehyung y no podía dejar que lo hicieras, él es el que nos mantiene a todos unidos. Le necesitamos.

 

―¡Jin!― exclamó Yoongi―. ¡Intentaste envenenarme y casi matas a Taehyung! ¿Cómo puedes justificar algo así?

 

Yo no te conocía. De verdad que pensé que le harías daño, o a nosotros. Tienes que entenderlo, Yoongi, crecí escuchando hablar de que los hombres lobos eran monstruos. El Príncipe Laurent Von Byrne, era mi padrastro. Fue él quien empezó la Gran Guerra. Nadie dijo nada en contra.

 

Ahora sabes que eso no es cierto ¿Verdad?― preguntó Taehyung.

 

Sí ―respondió Jin, su cara enrojeció de nuevo―. De verdad que lo siento, realmente yo pensaba que hacía lo correcto. Pensaba que estaba protegiendo a mi Príncipe.

 

Aunque aprecio tu preocupación, sabes que toda la mierda que soltaba tu padre no es cierta, ¿Verdad? ―preguntó Yoongi―. Los hombres lobo no son diferentes de los vampiros o de los humanos. Todos buscamos las mismas cosas de la vida, salir adelante, encontrar a alguien que nos importe y vivir una vida feliz.

 

Sí, me llevó mi tiempo, pero lo entendí ―Jin miró sus manos―. De verdad que lo siento.

 

Prométeme que no volverás a hacerlo ―dijo Taehyung.

 

No le haría daño a Yoongi ahora ―se apuró en contestar Jin mirándolos de nuevo―. Lo juro.

 

Quiero que me prometas que no volverás a intentar envenenar a nadie nunca más.

 

―¡Oh, sí! Eso también.

 

Yoongi se rió entre dientes.

 

Creo que necesitamos encontrarte un compañero antes de que causes más problemas. ―Jin no pareció encontrarlo divertido. Si acaso, se entristeció aún más. Yoongi le sujetó la mano―. Jin, sólo bromeaba, siempre serás bienvenido aquí.

 

―¡Oh, lo sé! Es sólo que, bueno, ahora que Desmond se ha ido, tendré que volver a casa con mi otro hermanastro, Oliver, y él es aún peor que Desmond.

 

―¿Es un purista?― preguntó Taehyung.

 

No, le importa bien poco la purificación de las razas. Es sólo que él piensa que debería ser el Príncipe, y hace que todos a su alrededor lo sepan. Trata a sus sirvientes como basura y hace grandes fiestas para sus amigos. Si no hago lo que dice, se pone furioso.

 

―¿Te golpeó alguna vez?― preguntó Yoongi con las mandíbulas apretadas ante la idea.

Jin se encogió de hombros.

 

El no pasaba mucho tiempo por los alrededores, al estar Desmond y ser el que nació primero y todo eso, pero ahora, sin Desmond, sospecho que estará volviendo a casa.

 

Le dirás que si te pone la mano encima tendrá que enfrentarse a mí ―dijo Yoongi―. Eres un amigo personal del consorte real, y es mejor que no lo olvides, tengo buenas conexiones, ya sabes, estoy en buenos términos con el Príncipe.

 

Jin cerró la boca, pero no antes de que se le escapara una pequeña risa de los labios. Yoongi le sonrió y le acarició la pierna.

 

De acuerdo, quiero que bajes y le digas a Albert que necesitamos algo de comer. Dentro de un par de días cuando todo se haya calmado, me pondré en contacto con el Alfa de mi manada y organizaremos una reunión para compañeros. Quizá tengamos suerte y alguien caiga enamorado de ti.

 

Jin parecía mucho más feliz, se puso en pie y se apuró en salir de la habitación. Yoongi esperó hasta que la puerta se cerró detrás de Jin antes de levantarse para agarrar a su compañero y levantarlo en sus brazos. Taehyung no hizo ni un sonido mientras Yoongi lo llevaba al cuarto de baño y lentamente empezaba a desnudarlo.

 

Yoongi se desnudó, lo cual no fue mucho trabajo teniendo en cuenta que sólo llevaba unos jeans y luego metió a Taehyung en la ducha con él.  Le llevó unos instantes el que el agua se calentara, durante ese tiempo, Yoongi lo envolvió entre sus brazos y lo apretó contra él, sólo sosteniendo a su compañero entre sus brazos, mientras el agua caía sobre ellos.

 

Las emociones amenazaban con desbordarlo. Yoongi parpadeó varias veces para alejar las lágrimas de sus ojos. Enterró el rostro contra el largo cabello negro de Taehyung y respiró hondo varias veces. Eso le trajo el dulce aroma de su compañero. De repente, necesitaba sentir a su compañero. Necesitaba saber que ambos estaban vivos y a salvo, que Taehyung le necesitaba tanto como él le necesitaba.

 

Yoongi se apoderó del pelo de Taehyung y tiró de su cabeza hacia atrás hasta que estuvo frente a sus ojos sorprendidos. No ofreció disculpas, ni palabras de remordimiento, simplemente se inclinó y capturó los labios de Taehyung en un beso salvaje.

 

Su lengua trazó la plenitud de los suaves labios de Taehyung, antes de profundizar en su interior para explorarlo. El beso era feroz y apasionado y espoleaba el deseo de Yoongi. Acarició la suave piel que había bajo sus manos, bajándolas hacia el culo de Taehyung, lo levantó hacia su cuerpo y lo aplastó contra la pared de la ducha.

 

Las manos de Taehyung se agarraron a su cabeza, mientras que sus piernas se envolvieron alrededor de su cintura. Yoongi lo mantuvo equilibrado sosteniéndolo con un brazo, mientras estiraba la otra mano para alcanzar la botella de lubricante resistente al agua del estante de la ducha. Se apuró en recubrir los dedos y luego dejó caer la botella.

 

Agarrando de nuevo a Taehyung, Yoongi lo alzó un poco más alto y rompió el contacto con su boca. La cabeza de Taehyung cayó contra la pared de la ducha cuando Yoongi presionó suavemente un dedo en su culo.

 

Más Yoongi, más ―gritó Taehyung mientras montaba el dedo de Yoongi con las caderas moviéndose frenéticamente contra su cuerpo. Yoongi miró la cara de su compañero mientras añadía otro dedo, estirando cuidadosamente al hombre para poseerlo.

 

Yoongi sentía su cuerpo caliente y congelado al mismo tiempo. Su pene dolía latiendo con impaciencia. Estaba hambriento por sentir a su compañero, por probar el sabor de los labios de Taehyung. No era capaz de contenerse hasta que Taehyung estuviera listo, Yoongi hundió los dientes en la piel de su compañero encima de su corazón.

 

Escuchó el fuerte grito por encima de él cuando el flujo de la sangre dulce y caliente entraba constante en su boca. Trató de concentrarse en añadir un tercer dedo en el culo de Taehyung, pero él se retorcía tanto que casi lo deja caer.

 

Yoongi retiró los dientes y lamió la pequeña herida antes de mirar a Taehyung.

 

Tae, cariño, por favor dime que estás listo ―rogó Yoongi cayendo contra él cuando asintió.

 

Sí, sí, házmelo ahora, Yoongi.

 

Agradecido, retiró los dedos y los reemplazó con su pene. Agarró las caderas de Taehyung y se empujó con fuerza entrando en su hogar. Las manos se aferraron a su pelo y Taehyung gritó.

 

Más fuerte, mi amor, házmelo más fuerte ―demandó Taehyung―. jódeme contra la pared.

 

Yoongi estaba más que feliz de atender a su Príncipe. Sin avisar a su compañero, empezó un ritmo fuerte impulsándose tan profundamente en Taehyung que sintió sus bolas golpeándose contra las mejillas del culo del hombre.

 

Sujetando a Taehyung contra la pared con las manos. Salió de él hasta que sólo la cabeza de su pene se mantenía en su interior antes de volver a empujarse. El placer que sentía era puro y explosivo, llevándolo al auge en un momento.

 

Tae, por favor ―rogó Yoongi incapaz de poner en palabras lo que necesitaba, pero Taehyung parecía saberlo. El tiempo se detuvo cuando Taehyung sonrió y acarició delicadamente el rostro de Yoongi.

 

Siempre, mi amor ―susurró Taehyung.

 

Yoongi cerró los ojos cuando Taehyung se inclinó y hundió sus largos caninos en su garganta. El mundo giraba y se balanceaba en su propio eje antes de explotar en una lluvia de sensaciones ardientes.

 

Yoongi apretó los dedos, su aliento balbuceante en su garganta y rugió su éxtasis cuando llenó a su compañero con su semilla. Taehyung gritó apretando sus músculos llenando el espacio entre ellos con su propio orgasmo llenando a Yoongi de satisfacción aún más que con su propio orgasmo.

Se apoyó en Taehyung, con la cabeza apoyada sobre el corazón de su compañero y esperó a que el mundo dejara de girar. Podía oír el rápido golpeteo del corazón de Taehyung. Escuchó hasta que el ritmo se normalizó y lentamente se liberó.

 

Detestaba separarse de su compañero, pero el agua empezaba a pasar de caliente a templada. Sabía que apenas les quedaban unos minutos antes de que se enfriara. Agarró la esponja de baño y rápidamente los lavó y los enjuagó a los dos.

 

Cerró el agua de la ducha y salió a la alfombrilla. Cogió una toalla y envolvió a Taehyung. Agarró una segunda toalla y secó a su compañero antes de secarse él.

 

Descartando las toallas en la cesta, Yoongi alzó a Taehyung de nuevo y se lo llevó al cuarto. Con cuidado dejó a su precioso paquete en la cama, estirándose después a su lado.

 

Taehyung se enroscó en él, echando un brazo sobre su cintura y una pierna cubriendo la suya. Metió la cabeza bajo la barbilla de Yoongi. Yoongi a su vez, envolvió entre sus brazos a su compañero y lo mantuvo todo lo cerca que pudo.

 

El silencio reinó en la habitación durante unos minutos. Yoongi no quería romperlo, por miedo a destruir la paz que parecían haber encontrado en la ducha. No tenía ni idea de por qué Taehyung no decía nada, hasta que escuchó el suave ronquido del hombre.  Yoongi se rió y tiró de las mantas para cubrirlos a ambos. Sonrió mientras se recostaba contra las almohadas. La vida con su Príncipe de sangre no parecía ser tan mala.

 

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