Una mirada de asombro cubría el rostro de Taehyung. Estaba teñido con un poco de alivio y algo que Yoongi quería atribuir a la alegría. Eso hizo que el miedo que Yoongi había sentido por encontrar a su compañero frente a frente contra una banda de matones se desvaneciera.
Eso no significaba que no quisiera poner a Taehyung sobre
sus rodillas y azotarlo hasta sacarle la mierda. Tenía toda la intención de
hacer precisamente eso en el momento en que el culo de su compañero estuviera
fuera de problemas.
―Minho,
ve a buscar a Dowoo ―dijo Yoongi, sin apartar los ojos de los hombres que
comenzaron a extenderse delante de él―. Dile que lo necesitamos.
―Estoy
aquí, Yoongi.
Yoongi se volvió a ver a Dowoo y a varios hombres de pie
detrás de él. Reconoció a algunos de ellos como hombres de la manada, a los
demás no los reconocía. Yoongi asintió con la cabeza y volvió su atención a su
compañero.
―Taehyung
―le dijo con una voz que no toleraría una negativa―, ven aquí.
Taehyung al instante cruzó el suelo entre ellos hasta que se
encontró a centímetros de él. Yoongi lo agarró del brazo y tiró de él más
cerca. Acarició con la mano la cara de Taehyung. Todavía se veía demasiado
pálido para el gusto de Yoongi.
―Necesito
un minuto, Dowoo ―dijo sin apartar la mirada de los ojos color amatista
mirándolo con aprehensión.
―Tómate
todo el tiempo que necesites, Yoongi ―le respondió Dowoo―. Creo que voy a ir a
tener una pequeña charla con nuestros invitados.
Yoongi no perdió el tiempo. Agarró el brazo de Taehyung y
tiró de él hasta el borde del pequeño claro. Se puso entre su compañero y la
multitud. Lo que tenía que hacer era demasiado íntimo para que otros lo vieran.
―Necesitas
beber, Taehyung.
Taehyung negó con la cabeza, bajando los ojos para mirar al
pecho de Yoongi. Yoongi le levantó la barbilla, con lo que sus ojos vieron
hacia arriba.
―¿Por
mí, mi Príncipe?
Taehyung lo miró fijamente durante un largo momento de
tensión. Yoongi estaba seguro de que se negaría.
―Por
favor ―le susurró de nuevo.
Taehyung pasó un brazo alrededor del cuello de Yoongi y lo
acercó para un beso.
Yoongi se estremeció. Parecía que había pasado una eternidad
desde que había besado a su Príncipe por última vez. Podía saborear a Taehyung,
olerlo, sentir el cuerpo de su compañero presionado contra el suyo.
El mundo a su alrededor se desvaneció hasta que sólo
quedaron Yoongi y Taehyung. No había vampiros, ni hombres lobo, ni Príncipes o
gente persiguiéndoles, solo ellos dos, dos compañeros juntos como debían estar.
Cuando los dientes afilados se hundieron en su cuello,
Yoongi no pudo impedir lanzar un grito. Cada delicioso tirón de su sangre
saliendo de su cuerpo y que daba a Taehyung era el paraíso. Yoongi podía
sentirlo a través de cada nervio. Se sentía como si cada vez que Taehyung le
chupaba el cuello y tomaba otro trago, le chupara el pene.
Yoongi sabía que se iba a correr en cualquier momento. No le
importaba si un grupo de lobos y vampiros los veían, o le oían. Iba a explotar.
Yoongi gruñó. Envolvió con sus fuertes brazos a su compañero, sus manos
aterrizaron en el culo de su hombre y tiraron de él contra su cuerpo.
No sintió a Taehyung moverse hasta que su mano estuvo
envuelta alrededor de su pene, el cual de repente parecía estar fuera de sus
pantalones. Una buena caricia en su pene, un trago fuerte de los labios de
Taehyung, y Yoongi se encendió.
Hundió la cara en el pelo de Taehyung tratando de amordazar
su profundo gemido mientras llenaba la mano de su compañero con su liberación.
Sin importar cuántas veces Taehyung tomara su sangre, siempre parecía agradable
más allá de lo que Yoongi había sentido alguna vez.
No podía entender por qué a más personas no les gustaba
donar su sangre a los vampiros. Era una experiencia alucinante, una a la que
Yoongi tenía la suerte de tener acceso por el resto de su vida.
Asumiendo que su compañero estuviera de acuerdo.
Taehyung finalmente retiró sus dientes y se echó hacia atrás
lo suficiente como para llevar su mano hacia arriba, lamiendo la leche de
Yoongi de sus dedos. Yoongi gimió. Sus ojos medio cerrados por el deseo de
lamer su camino de regreso a su cuerpo.
Yoongi agarró la cabeza de Taehyung y tiró de él para otro
beso. Podía probarse en la lengua de Taehyung. Mezclado con el sabor natural de
su compañero, era una combinación embriagadora. Yoongi sabía que este no era el
momento ni el lugar para renovar su relación, pero podía sentir la dureza de
Taehyung presionarse contra él.
Yoongi besó a Taehyung en el cuello, susurrando contra su
piel.
―Quiero
reclamarte como mi compañero de nuevo, Tae, para que todos sepan que me
perteneces, ahora que los dos somos conscientes de lo que está pasando. Si no
lo quieres, necesito que me detengas ahora.
Su corazón tronó en su pecho cuando Taehyung inclinó su
cabeza a un lado, dándole a Yoongi libre acceso a su vulnerable garganta.
―Mi
precioso Príncipe. ―le susurró Yoongi entonces, mientras poco a poco mordía el
cuello de Taehyung.
La caliente y dulce sangre salpicó a través de su lengua,
llenando su boca.
Yoongi no quiso tomar demasiada. Taehyung la necesitaba,
tanto como pudiera conseguir. Sólo necesitaba tomar lo suficiente como para
reafirmar su reclamo sobre él.
Mientras tanto, podría devolverle un poco del placer que le
había dado. Se inclinó y palmeó la dura longitud bajo los ajustados pantalones
de cuero de Taehyung y la apretó. Taehyung gimió, sus caderas bombearon contra
la mano de Yoongi.
Sabiendo que había tomado la suficiente, Yoongi lamió la
herida limpiándola y luego comenzó a mordisquear a lo largo de los tensos
músculos del cuello de Taehyung. Sonrió cuando el Príncipe se estremeció en sus
brazos. Podía oír la respiración rápida de Taehyung, sentir las manos del
hombre tirándole del cabello.
―Si te
corres para mí, mi Príncipe ―murmuró Yoongi―, prometo joderte después de azotar
tu dulce culo cuando terminemos aquí.
Taehyung se estremeció de nuevo.
―Y no
creo que el que seas un Príncipe te vaya a salvar, ―añadió Yoongi―. Azotaré tu
culo cuando nos vayamos. Haré que tu culo brille. Tal vez pondré un tapón en tu
pequeño y apretado agujero, mientras te azote.
Yoongi podía sentir la forma en que sus palabras afectaban a
Taehyung. La respiración del Príncipe aumentó. Su cuerpo se convulsionó. Sus
manos se apretaron profundamente en los hombros de Yoongi. ¿Quién iba a saber
que su Príncipe tenía una naturaleza tan perversa?
―Ahora
córrete por mí, Tae, o no te joderé cuando haya terminado de golpearte el culo.
Taehyung se inclinó hacia delante y destrozó la tela de la
camisa de Yoongi mientras gritaba, vaciándose por todas partes de la mano de
Yoongi y sus pantalones de cuero. Yoongi acarició a su compañero varias veces
más mientras Taehyung se sacudía en sus brazos.
Cuando Taehyung finalmente levantó la cabeza, parecía
aturdido. Yoongi sonrió. Pensó que era una buena vista de su compañero. Y
Taehyung era su compañero. No había margen de maniobra o manera de fingir lo
contrario.
Ambos estuvieron de acuerdo con ello.
Por supuesto, tendrían que hablar más adelante y resolver
los puntos más delicados de su relación, pero ahora ellos estaban acoplados.
Cualquier persona, hombre lobo o vampiro, que olfateara sentiría el olor de la
señal de advertencia de su acoplamiento...y algunas otras cosas.
Yoongi miró directamente a los ojos a Taehyung y levantó su
mano, lamiendo la liberación de su compañero de sus dedos. Los ojos de Taehyung
se abrieron como platos. La respiración parecía atascarse en su garganta, así
como las dilatadas pupilas en sus ojos.
―¿De
verdad crees que vas a zurrarme?― preguntó Taehyung.
Yoongi sonrió.
―Sé que
voy a zurrarte.
―¿Tú y
qué ejército?
―Cariño,
no es necesario un ejército ―le dijo Yoongi. Se agachó y cerró la cremallera
volviendo a enderezarse antes de mirar a Taehyung de nuevo―. No sólo te vas a
doblar voluntariamente sobre la cama y vas a dejarme hacerlo, sino que vas a
pedirme más.
La cabeza de Taehyung se movió hacia atrás de forma brusca.
Su ceja estaba arqueada. La expresión de su rostro le decía a Yoongi que
pensaba que estaba loco. Yoongi solo se rió y envolvió su brazo alrededor de la
cintura de Taehyung para llevarlo de nuevo al centro del claro.
―En
primer lugar, tenemos que lidiar con un pequeño problema que estamos teniendo
con algunos invitados no deseados, luego podemos ir a tener un poco de
diversión.
Taehyung echó un vistazo por delante de Yoongi a los cinco
vampiros que se veían a lo lejos frente a varios hombres. Él negó con la
cabeza.
―Yoongi,
yo no conozco a ninguno de esos hombres ―le dijo―. No son de mi aquelarre, y
nunca los he visto antes.
Yoongi miró a los hombres.
―Eso es
interesante.
―¿Interesante?―
exclamó Taehyung―. ¿Eso es todo lo que se te ocurre decir?
―¿No lo
encuentras interesante?― preguntó Yoongi.
―Yoongi,
hay un grupo de vampiros aquí en Wolf Creek, lo más probable es que sea para
matarme, ¿y te resulta interesante?
Yoongi se rió entre dientes.
―Sí.
―Estás
loco.
―Probablemente.
Taehyung negó con la cabeza, pareciendo realmente muy
confundido. Yoongi le dio crédito a su compañero, ya que en el momento en que
se acercó al grupo de gente que estaba a varios pies de distancia de ellos, su
rostro se aclaró, y él parecía casi aburrido.
Yoongi sólo podía sentir su miedo, su temor, lo que le hizo
preguntarse por su conexión. Sabía que básicamente ellos se reclamaron el uno
al otro a su manera. Y, como hombre lobo, sería capaz de oler las emociones de
su pareja. Sólo que no sabía por qué las sentía también.
Otra cosa que tendría que discutir con Taehyung cuando
estuvieran solos.
―Así
que, ¿Qué negocio tienen con mi compañero?― preguntó Yoongi en el instante en
que dio un paso acercándose a Dowoo y a los otros hombres lobo. Pudo escuchar
la audible inhalación por el asombro de aquellos que estaban alrededor de él.
¡Sorpresa!
―¿Tu
compañero? ―exclamó uno de los vampiros―, ¿Te has acoplado con un hombre lobo,
Taehyung?
―Creo
que realmente mencioné que sólo podías referirte a mí como Príncipe Taehyung.
El vampiro soltó un bufido.
―Vas a
desear haberme hablado con un poco más de amabilidad en pocos minutos.
―¿Todavía
crees que me puedes atacar y salirte con la tuya?― Taehyung le preguntó. Movió
los brazos a lo ancho, señalando a los que les rodean―. Estás en medio de un
valle lleno de hombres lobo. ¿Dónde crees que vas a ir?
―Como si
ellos fueran a tratar de impedírnoslo ―se burló el vampiro―. Ellos son hombres
lobo. No se preocupan por lo que ocurre entre los vampiros. Estoy seguro de que
estarán contentos de tenernos a todos fuera de su pequeño valle.
Yoongi levantó la mano, con un dedo apuntando hacia arriba.
―Normalmente,
eso sería cierto, pero como he dicho antes, esta vez el vampiro en cuestión es
mi compañero, y lo protegeré con mi vida.
Yoongi oyó el pequeño jadeo de Taehyung a su lado. Era la
primera vez que él reclamaba verbalmente al Príncipe como su compañero. Sabía
que eso había animado a Taehyung. Él también había sentido satisfacción al
decir esas palabras. Taehyung le pertenecía a él.
―Él es
un vampiro, un chupasangre ―dijo el hombre―. Yo creo que estarías feliz de
deshacerte de él.
Yoongi cruzó los brazos sobre su pecho y se encogió de
hombros.
―Tengo
una especie de encariñamiento con el pequeño vampiro.
El vampiro miró a Yoongi por largo rato, el silencio entre
ellos, era denso y peligroso. Los músculos de Yoongi se tensaron cuando se
preparó para defender a su compañero, y a él, hasta su último aliento. Así eran
las cosas entre compañeros.
―¿Estás
seguro de que éste es el camino que deseas tomar, lobo?
―Es el
único camino que puedo tomar ―dijo Yoongi sin dudarlo.
―El Alfa
puede pensar de otra manera sobre esto cuando se entere de que traerás la ira
de mi aquelarre sobre él y su grupo.
Yoongi se preocupó por eso. Nunca discutió con Dowoo el
hecho de que se había apareado con un vampiro. No sabía cuál sería la reacción
de Dowoo. No fue hasta que el Alfa empezó a hablar, que se dio cuenta de que
sus temores eran infundados.
―El
Príncipe Taehyung se ha apareado con un miembro de mi manada ―dijo Dowoo―. Eso
hace al Príncipe nuestro pariente. Nosotros protegemos a nuestros familiares.
Taehyung le dio un codazo, y Yoongi miró hacia abajo.
―¿Lo
dice en serio?― Taehyung susurró.
―Estoy
bastante seguro de que él lo dice en serio.
―¿Por
qué?
Yoongi se rió entre dientes. Taehyung parecía desconcertado.
―Los
hombres lobo hacen eso, Tae.
―Mira
―dijo el vampiro, trayendo de vuelta la atención de Yoongi―, sólo queremos al
vampiro. Y saldremos de su bonito y tranquilo valle. Simplemente entrégalo.
―Me temo
que no puedo hacer eso ―respondió Dowoo.
Yoongi gruñó y agarró el brazo de Taehyung, empujándolo
ligeramente detrás de él. No estaba dispuesto a dejar que nadie tomara a su
compañero.
―No
querrás empezar una guerra con nosotros, cara peluda ―gritó el vampiro,
señalando con el dedo a Dowoo―. No te gustará el resultado.
―¿Me
estás amenazando?― Preguntó Dowoo, su voz seguía siendo tranquila a pesar de
que las garras se le extendían desde los dedos. Las golpeteó distraídamente
contra sus brazos―. No me tomo muy bien las amenazas, sobre todo en mi valle.
―Danos
al vampiro y no habrá ninguna amenaza ―respondió el hombre―. Nosotros nos
iremos de tu bonito y tranquilo valle y nunca más volveremos a molestarlos.
Yoongi ahogó su risa detrás de su mano cuando Dowoo pareció
considerar la idea. Su Alfa se frotó la barbilla pensativamente y meneó la
cabeza.
―No,
simplemente no funciona para mí ―dijo Dowoo―. Tengo una idea mejor. ¿Por qué no
dan la vuelta y salen de mi valle, antes de que suelte a mis chicos sobre
ustedes? ―Señaló a los hombres que estaban detrás de él.
Yoongi no se sorprendió cuando las manos del vampiro se
cerraron con fuerza por la ira. Dowoo se veía tranquilo acerca de la situación.
Podrían haber estado hablando del tiempo o de algo más mundano. Eso tenía que
estar volviendo loco al vampiro.
―Esto no
va a ir bien para ti, lobo ―advirtió el vampiro.
―Estoy
preparado para eso ―respondió Dowoo.
―Has
sido advertido.
―Tomo
debida nota.
Yoongi se mordió el labio. Dowoo consiguió cabrear al
vampiro como nadie lo había hecho antes. Yoongi casi podía ver el humo de la
rabia que salía de los oídos del vampiro. No quería nada más que arrancar la
cabeza de Dowoo pero sabía que le superaban en número.
El vampiro le echó una mirada mordaz a Taehyung antes de
volverse para marcharse, haciéndole un gesto a los otros vampiros. Yoongi tiró
de su compañero para acércalo al ver la amenaza de la venganza en los ojos del
hombre. Sabía que si lo hubieran encontrado solo, su compañero estaría muerto.
Yoongi necesitaba averiguar dos cosas. Una de ellas, cómo
mantener a su compañero con vida y dos, tenía que averiguar por qué alguien lo
quería muerto.
Yoongi no era lo suficientemente estúpido como para creer
que los vampiros habían venido aquí porque sí. Alguien los había enviado. Tenía
que averiguar quién había sido.
―Síganlos
y asegúrense de que salgan del valle ―dijo Dowoo, señalando a Hoseok y Jimin,
los dos ejecutores de la manada. Yoongi hizo una mueca cuando Dowoo volvió su
mirada hacia él. Siempre se ponía nervioso cuando Dowoo lo miraba. El Alfa de
la manada podía ser muy intimidante.
―¿Podrías
explicarme qué demonios está pasando aquí y por qué tengo en mi valle a esos
vampiros?― preguntó Dowoo―. Es posible que desees comenzar con decirme por qué
nunca se me informó de que estabas acoplado a un vampiro.
―No fue
su culpa ―dijo Taehyung, dando un paso adelante―. Estoy seguro de que no quería
faltarle al respeto, Alfa.
Dowoo arqueó sus cejas. Interiormente, Yoongi estaba muy
emocionado. Taehyung lo defendió contra su Alfa. Si eso no era un signo clásico
de acoplamiento, Yoongi no sabía qué lo era. Si no hubieran estado rodeados de
otros hombres lobo en ese momento, Yoongi habría abrazado a su pareja. En
cambio, él le agarró la mano a Taehyung y tiró de él más cerca a su lado.
―Me
disculpo, Alfa ―dijo Yoongi rápidamente―. Como Taehyung dijo, no quise ser
irrespetuoso. Tenemos algunos temas que tenemos que trabajar, y hasta ahora, no
habíamos aceptado nuestra unión como deberíamos haberlo hecho desde el
principio.
―Fue mi
culpa ―ofreció Taehyung―. Le mentí a Yoongi y…
Yoongi negó con la cabeza.
―No fue
tu intención.
―Yoongi
―susurró Taehyung, que lo miraba con expresión de asombro en su rostro. Apretó
su mano contra el pecho de Yoongi. Yoongi sonrió, frotando la mano de Taehyung
con la suya.
―Mi
delito fue mucho peor que el tuyo, Tae.
Taehyung frunció el ceño, mirándolo confundido.
―Que...
―Me
dijiste que sólo podrías tener tu sustento de mí una vez que nos acopláramos.
Yo lo sabía y aun así te abandoné. ―Yoongi se tragó el frío nudo del miedo en
su garganta―. Podrías haber muerto.
Yoongi parpadeó las lágrimas acumulándose en sus ojos cuando
Taehyung extendió la mano y le acarició la mejilla.
―No me
hubieras dejado morir, mi amor.
Yoongi se sintió más cálido por la confianza que su
compañero tenía en él, eso lo hizo sentirse de tres metros de alto y a prueba
de balas. Estar acoplado a un vampiro, bueno, estar acoplado a Taehyung, no
estaba resultando nada parecido a lo que él había esperado.
Ya no le importaba que Taehyung fuera un vampiro.
Simplemente no era un problema. Sólo se preocupaba por mantenerlo a salvo y
fuera de peligro.
En particular, esperaba la alimentación de su compañero de
nuevo, luego una y otra vez.
Nada en la tierra lo había preparado para el acto íntimo de
proveer a su compañero, ciertamente tampoco lo hicieron algunos de los mitos y
rumores que escuchó durante años. Se suponía que iba a ser doloroso y
degradante. Yoongi se había equivocado y se vanagloriaba de ello.
―Bueno,
ahora que ya han arreglado cualquier problema que pudieran tener con su
acoplamiento, ¿creen que podrían informarme acerca de qué diablos pasó aquí?―
preguntó Dowoo, llamando la atención de Yoongi de regreso a su Alfa y lejos de
su compañero.
―Alguien
está tratando de matar a mi compañero ―dijo Yoongi, simplemente.
―Eso ya
lo había adivinado, Yoongi ―respondió Dowoo―. Lo que quiero saber es por qué.
―No lo
sé. Ellos trataron de envenenarlo hace dos semanas, cuando nos conocimos.
―Yoongi se encogió de hombros―. En ese momento, pensé que estaban tratando de
matarme. Yo estaba en el territorio del aquelarre, dormía con el Príncipe del
aquelarre. Tenía sentido.
―¿Y
ahora?
―Aunque
estoy seguro de que quien está haciendo esto le encantaría tener la oportunidad
de agarrar a un lobo, creo que su principal objetivo es matar a Taehyung.
Dowoo asintió con la cabeza. Pensaba mientras miraba a Yoongi
y Taehyung por un largo instante llenándolos de tensión.
Yoongi era aún miembro de la manada de Dowoo. Tenía que
seguir las órdenes del hombre, incluso cuando se trataba de su compañero. No
sabía lo que Dowoo le diría o haría. Acababa de conocerlo.
―Así
que, háblenme sobre su acoplamiento ―Dowoo dijo finalmente―. Supongo que llevan
poco tiempo. ¿Creías que no era importante informarme que uno de los miembros
de mi manada estaba acoplado a un vampiro?
―Yo,
eh... ― Yoongi tartamudeó, sin saber exactamente qué decirle a su Alfa.
―Alfa ,
por favor ―Taehyung dijo―, no fue culpa de Yoongi. Le mentí y discutimos. Él se
marchó. Estoy seguro de que él nunca pensó en volver a verme. Si no me hubiera
enfermado y mi criado no me hubiese traído hasta aquí, probablemente nunca lo
hubiera hecho.
Yoongi sabía que era falso. Tan enfadado como él había
estado con Taehyung no habría sido capaz de seguir para siempre sin su
compañero. El enlace era demasiado intenso, demasiado ardiente. Habría acabado
volviendo con Taehyung.
―No, eso
no es cierto, Tae ―dijo Yoongi―. Habría vuelto con el tiempo. Sólo tenía que
dejar pasar…
―¿Mi
mentira?― Taehyung terminó por él. Yoongi sabía que el toque de color en las
ruborizadas mejillas de su compañero no era porque Taehyung se hubiera
alimentado recientemente, sino más bien por su propia vergüenza y la vergüenza
por la mentira.
―No
quiero entrometerme, pero… ―comenzó Dowoo y luego dejó de hablar, riéndose un
poco―. Bueno, si pienso entrometerme. Sigues diciendo que Taehyung te mintió.
¿En qué te mintió?
La cara de Taehyung enrojeció de nuevo, la cabeza caída.
―No le
dije a Yoongi que éramos compañeros cuando me di cuenta. En lugar de eso, lo
obligué a cambiar y reclamarme ―levantó la cabeza para mirar al Alfa―. Yo no le
di opción.
Yoongi frunció el ceño cuando Dowoo se echó a reír. No veía
nada divertido acerca de la situación.
―¿Realmente
piensas que hay alguna opción?― preguntó Dowoo―. Se nos da un compañero. Ya sea
que le dijeras a Yoongi que eran compañeros o no, no habría tenido ninguna otra
opción, sólo reclamarte. Esa es la manera en que funciona, Príncipe.
―Aun así
debí habérselo dicho ―insistió Taehyung.
Dowoo asintió con la cabeza.
―Es
cierto, debiste hacerlo. Los compañeros nunca deben ocultarse nada el uno al
otro. Mis años de casado con Jisoo me lo han demostrado. Siempre vuelve a
morderte en el culo, de una manera u otra.
Taehyung asintió con la cabeza.
―Ahora
lo sé.
―Recuérdalo
―dijo Dowoo.
Taehyung asintió con la cabeza, mirando a Yoongi.
―Yo creo
que nunca lo olvidaré.
―Entonces,
¿puedo asumir que lo habéis resuelto todo?
―Aún
tenemos algunos pequeños problemas por discutir, pero Taehyung es mi compañero
y no lo dejaré ―dijo Yoongi.
―No
deberías tener que hacerlo ―respondió Dowoo―. Un compañero es un compañero, sin
importar quiénes son.
―¿No te
molesta que sea un vampiro?― preguntó Taehyung, claramente sorprendido.
Dowoo se echó a reír.
―Es
inusual, pero no. Lobos, humanos, vampiros, no importa. El destino elige a
nuestros compañeros, Príncipe, no nosotros. Siempre he creído que debemos
abrazar al elegido para nosotros sin importar qué sea.
―¿Cómo
va a sentirse con esto el resto de la manada?― preguntó Taehyung―. Soy lo
suficientemente viejo para recordar la guerra, Alfa. Muchas vidas se perdieron
en ambos bandos. El odio aún subsiste.
―Me
imagino que habrá cierta hostilidad, pero al final todo el mundo terminará
aceptándolo.
―Pareces
muy confiado.
―Conozco
a mi manada ―dijo Dowoo―. Todos respetamos la unión entre compañeros. Demuestra
que eres alguien digno de Yoongi, y dudo que alguien te pregunte por su acoplamiento.
―Es más
fácil decirlo que hacerlo, Alfa ―respondió Taehyung―. Mi aquelarre ya está
escandalizado de que me acostara con un hombre lobo y ni siquiera saben que
estamos acoplados.
―¿Crees
que será un problema? ―preguntó Dowoo―, ¿La vida de Yoongi estará en peligro si
regresa a tu aquelarre?
―Siempre
hay peligro, Alfa ―respondió Taehyung―. Ya lo sabes. Sin embargo, como tú
dices, una vez que Yoongi demuestre su valía, ellos le aceptarán.
―Taehyung
es un buen hombre, Dowoo ―añadió Yoongi, queriendo que su Alfa entendiera que
él no se habría acoplado con un hombre al que no pudiera respetar―. No tengo
ninguna duda de que él será digno.
Dowoo sonrió.
―Bien
dicho, Yoongi.
Yoongi sintió el rubor de su cara. Sintió que Taehyung
apretaba su mano.
Dowoo se acercó y le estrechó la mano a Taehyung.
―Bienvenido
a la manada de Wolf Creek, Príncipe Taehyung.
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