Taehyung podía escuchar el dolor en la voz de Yoongi, y carcomía su alma. Nadie debería tener que descubrir que su padre era un despiadado y frío bastardo que lo vendió. No era algo inaudito comprar un donante de sangre en su círculo, pero a Taehyung todavía no le gustaba.
Es por eso que él había exigido que el donante firmara un
contrato. Quería un donante dispuesto. Muchos de los suyos no pensaban nada en
forzar un humano a donar, pero Taehyung creía que él estaba por encima de las
barbáricas formas de su raza.
Sin embargo, no parecía que hubieran conseguido un donante
dispuesto.
—Levántalo
del suelo, Jimin.
Taehyung hizo lo mejor que pudo para deslizarse hacia arriba
en las almohadas cuando Jimin cruzó la habitación, levantó a Yoongi y le ayudó
a sentarse en la silla. Yoongi sólo se inclinó y hundió el rostro entre sus
manos.
—Dile
que rescindiré el contrato —dijo Taehyung en silencio. Tenía que hacer algo
para apartar la angustia de la cara de Yoongi. La mera visión del pálido rostro
de Yoongi hizo retorcerse su estómago, una sensación extraña para que él
sintiera, pero la sintió.
Jimin se dio la
vuelta y lo miró.
—¿Has perdido la cabeza? Necesitas su sangre.
Taehyung negó con la cabeza débilmente.
—No de esta forma.
—Morirás,
Taehyung.
—Encontraremos
a alguien más.
—No hay
nadie más. Hemos estado buscando durante meses. Yoongi es el primer humano que
hemos encontrado que es compatible contigo. No tenemos tiempo para encontrar
otro donante. Sé razonable.
—Dile, Jimin.
Los labios de Jimin se apretaron en una protesta rebelde. Taehyung
sólo siguió mirando a Jimin hasta que los hombros del hombre se desplomaron y
dejó escapar un profundo suspiro, girándose para mirar a Yoongi.
—Yoongi.
—¿Huh?
—La cabeza de Yoongi subió.
—Taehyung
no quiere obligarte a estar aquí.
—Eso no
es lo que dije, Jimin —gruñó Taehyung—. Dile lo que dije.
Para el momento en que había terminado de gritarle a Jimin a
través del vínculo telepático que compartían, Yoongi lo estaba mirando a él. Taehyung
torció su dedo y luego observó a Yoongi ponerse de pie, caminar lentamente por
el piso y, a continuación, sentarse en el borde de la cama.
—¿Esto
está bien? —Yoongi preguntó, acariciando el borde de la cama cerca de su muslo.
Taehyung asintió.
—Mira,
esta cosa entre mi padre y yo —dijo Yoongi—, no tiene nada que ver contigo. Si
su contrato es legal, lo voy a cumplir.
La esquina de la boca de Taehyung se curvó hacia arriba
mientras resoplaba.
—Dile que es legal, pero no lo obligaré a cumplirlo. Me
niego a tener un donante de sangre contra su voluntad.
Jimin rodó los ojos y se acercó para pararse detrás de Yoongi.
—Has perdido la cabeza. Él es un humano. Sólo ofrécele más
dinero. Ofrécele pagar sus estudios.
—De
alguna manera, no creo que él esté interesado en el dinero, Jimin.
—Él es
un humano —espetó Jimin.
—Suficiente
—gritó Taehyung en voz alta. Se dio cuenta de su error casi inmediatamente
cuando Yoongi salió disparado de la cama y se trasladó a varios metros de
distancia, temblando de pies a cabeza. Taehyung también se dio cuenta de que su
pequeño exabrupto había agotado su restante energía.
Taehyung se dejó caer sobre las almohadas y cerró sus ojos
ante la luz cegadora de la habitación. Su cabeza latía como zarcillos de dolor
tejiéndose alrededor de su cráneo. No tenía fuerzas ni para levantar la mano y
masajear sus sienes.
—¿Taehyung?
—susurró Jimin.
—Estoy
aquí —respondió mentalmente.
—Ha
utilizado toda su energía, ¿no? —preguntó Jimin.
—¿Necesita sangre? —preguntó Yoongi.
Los ojos de Taehyung se abrieron de golpe al oír hablar a Yoongi.
Parecía preocupado. Sus cejas rubias oscuras se juntaron, arrugando la frente.
El colchón se hundió cuando Yoongi volvió a sentarse. Yoongi seguía temblando,
pero él estaba sentado. La boca de Taehyung se abrió en shock cuando Yoongi le
tendió el brazo.
—No sé
exactamente cómo se hace esto —dijo Yoongi—, pero puedes tener lo que
necesitas.
Taehyung podía sentir el miedo correr a través de Yoongi.
Sabía que el hombre estaba tratando de ser valiente cuando todo lo que
realmente quería hacer era escapar. Taehyung tuvo que admitir que estaba
impresionado. No se había encontrado con muchos humanos que tuvieran el sentido
de honor de Yoongi.
—Pregúntale
si está seguro, Jimin.
—Taehyung
quiere saber si estás seguro, Yoongi.
Los labios de Yoongi se separaron cuando su cabeza se volvió
para mirar a Jimin.
—Él no dijo ni una palabra. —La cabeza de Yoongi volvió
bruscamente a su alrededor—. Tú no dijiste ni una palabra. Tus labios nunca se
movieron.
Los labios de Taehyung se curvaron hacia arriba con
diversión cuando Jimin se rio entre dientes. Él asintió con la cabeza a Jimin.
—Díselo.
—Taehyung
puede hablar conmigo telepáticamente, Yoongi.
Cuanto mucho, la boca de Yoongi pareció caer aún más
abierta.
—¿Eres psíquico?
—No es exactamente psíquico —explicó Jimin.
Con cada palabra que Jimin dijo, Taehyung podía ver los ojos de Yoongi
ampliándose—. Hemos estado juntos por muchos años. Tenemos un vínculo que nos
permite hablar de esta manera.
Taehyung estaba intrigado cuando los ojos de Yoongi de
repente se apartaron y su rostro se sonrojó.
—¿Son amantes?
—Difícilmente.
—Jimin comenzó a reír histéricamente.
Taehyung giró los ojos. Él no dormiría con Jimin tanto como
lo haría con una mujer. El hombre era más parecido a su hermano que nada. Ni
siquiera había mirado así a Jimin.
—No, no,
Yoongi —Jimin dijo rápidamente—. Taehyung y yo nunca hemos sido amantes. Me
gustan mis amantes con unas pocas piezas más de las que tiene Taehyung. Pero
hemos sido amigos por un tiempo muy largo. Nuestra estrecha asociación nos
permite hablar telepáticamente.
—Oh
—susurró Yoongi. Sus cejas rubias oscuras se juntaron, y se mordió el labio
inferior por un momento cuando se encontró con los ojos de Taehyung—. ¿Es por
eso que no puedo oírte? ¿Debido a que acabamos de conocernos?
Taehyung asintió.
—Tú no
tienes un vínculo con Taehyung —Jimin agregó.
Taehyung inclinó la cabeza hacia un lado cuando los ojos de Yoongi
se alejaron rápidamente una vez más. Las emociones que fluían fuera de Yoongi
eran de resignación, y, aunque pareciera extraño, tristeza. Taehyung no estaba
acostumbrado a las emociones humanas. Su especie no
sentía las cosas como lo hacían los humanos. No tenía ni
idea de qué hacer para que Yoongi se sintiera mejor.
—Toma mi
sangre si la necesitas. —Yoongi le tendió el brazo de nuevo—. De verdad, está
bien.
Taehyung podía sentir sus encías picar ante la posibilidad
de degustar, una vez más, la dulce y adictiva sangre de Yoongi. No estaba
seguro de lo que debía hacer. La última vez Yoongi había estado inconsciente.
Esta vez, él estaba despierto y plenamente consciente de lo que estaba pasando.
—¿Qué
sucede? —preguntó Yoongi mientras lentamente bajaba su brazo a la cama—. Pensé
que la necesitabas desesperadamente.
—La
necesita —respondió Jimin por Taehyung—. Sólo es que él no sabe cómo tomarla de
ti.
—¡No lo
asustes!
Jimin se encogió de hombros, luciendo impenitente.
— Bien podría descubrirlo ahora.
—¿Qué
significa eso? —Yoongi preguntó mientras miraba de Taehyung a Jimin—. Usan una
aguja, ¿no?
Taehyung gimió, deseando poder palmear su cara cuando Jimin
negó con la cabeza. Su viejo amigo no iba a explicar esto correctamente.
Simplemente podía sentirlo.
—Está
bien, Yoongi. Este es el trato —dijo Jimin—. Voy a poner todo de manera que
puedas llegar a la parte en que te asustas lejos del camino, y luego Taehyung
puede alimentarse.
—¡Alimentar!
—gritó Yoongi mientras se bajaba de la cama—. ¿Qué diablos quieres decir con
“alimentarse”?
Taehyung gruñó. Jimin
parecía que estaba teniendo demasiada diversión con esto. Si estuviera en su
potencia máxima, patearía el culo del vampiro de un extremo a otro de la
mansión.
—¡Basta ya!
Taehyung podía decir que Jimin estaba tratando de ocultar la
sonrisa que amenazaba con surgir. Su amigo siempre había tenido un sentido del
humor un tanto retorcido.
—Tú
tienes la sangre, él tiene los colmillos —dijo Jimin de manera casual.
¡Ya
está! Taehyung oficialmente iba a encadenar a Jimin por sus bolas cuando
estuviera en plena forma.
—Te lo advierto —Taehyung le espetó bajo amenazadoramente.
—E… eso
lo convertiría en un vampiro. —Yoongi chillaba cuando sus ojos se movían entre
ellos—. No hay manera de que él sea un vampiro. ¿La hay? —Yoongi negó con la
cabeza frenéticamente—. No, no hay forma. No puede ser, ¿verdad? No. Eso es
sólo una fantasía. ¿No es así?
Taehyung vio con el corazón encogido colapsar lentamente a Yoongi.
Deseaba que hubiese algo que pudiera hacer para consolar al humano pero, por
desgracia, estaba demasiado débil para incluso ofrecer una palabra de apoyo. Se
preguntaba de dónde provenían sus compasivos sentimientos. Como vampiro, tenía
emociones, pero estaban apagadas, sin brillo.
—Debo
irme. Tengo que pasear a mi perro —murmuró Yoongi mientras caminaba alrededor
en círculos, mordiéndose la uña del pulgar—. Si no paseo a mi gato, va a mojar
el suelo.
Las cejas de Taehyung
se reunieron mientras Yoongi parecía trastornarse. Esto le preocupó. Sí,
necesitaba la sangre de Yoongi, pero no al precio de la cordura del hombre.
—Llévalo
a su cama. Haz que descanse.
—Pero
necesitas alimentarte —protestó Jimin mientras veía a Yoongi achicar el
círculo, casi como si estuviera persiguiendo su propia cola. Taehyung gruñó al
ver la expresión asombrada en el rostro de Jimin.
—Puedo
esperar mientras su mente absorbe lo que acabas de tirarle sin un pensar.
Jimin parecía que quería discutir y luego asintió.
— ¿Quieres que lo ponga en trance?
Taehyung repentinamente sintió que se comenzaba a construir
un gruñido en su pecho. Apretó las manos en las sábanas para evitar hacer algo
que no debía. Sólo el pensamiento de que alguien intentara encantar a Yoongi
envío la rabia hervir a través de él. Taehyung parpadeó sorprendido. Eso era
nuevo. En muy raras ocasiones se enojaba por cualquier cosa.
—No, a
menos que tengas que hacerlo. Preferiría que Yoongi no esté bajo más influencia
que la necesaria.
—Te has
vuelto loco, mi amigo. —Jimin se rio entre dientes mientras negaba con la
cabeza y se acercó a Yoongi con cautela, cuidadosamente, y luego puso sus manos
sobre los hombros de Yoongi. —Tiempo para una siesta, Yoongi.
Yoongi miró hacia arriba como si acabara de darse cuenta de
que no estaba solo en la habitación.
—Está bien. ¿Puedes llevar a mi ave a dar un paseo?
Jimin asintió, dirigiendo a Yoongi de vuelta a la otra
habitación.
Bueno, eso fue muy interesante.
Taehyung despertó al instante en que se abrió la puerta del
dormitorio. Realmente no había estado durmiendo, más bien dormitando a ratos.
El lento ardor construyéndose en su estómago había comenzado a doler hace más
de una hora. La pequeña cantidad de la sangre que había tomado de Yoongi antes
se había ido. La necesidad de alimentarse estaba creciendo constantemente.
Cuando oyó el sonido de pies en el suelo acolchado, Taehyung
se giró. Sus cejas se alzaron cuando vio a Yoongi de pie al lado de la cama,
mirándolo fijamente. Cuando Yoongi no dijo nada, Taehyung comenzó a preguntarse
si el hombre era sonámbulo.
Yoongi sólo se quedó mirando.
—¿Yoongi?
—Taehyung sabía que Yoongi no lo oía, pero no podía soportar el silencio por
más tiempo. Sus ojos se abrieron como plato cuando Yoongi levantó las mantas y
se metió en la cama junto a él. Taehyung no tenía la fuerza para luchar contra Yoongi.
Y no estaba seguro de querer hacerlo, sobre todo cuando Yoongi
se acunó junto a él y se acurrucó como si no tuviera planes de ir a alguna
parte. Yoongi se movió un momento, y luego se estiró hacia atrás y agarró el
brazo de Taehyung, tirando de él para envolverse como un escudo. La
cabeza de Yoongi acarició bajo la barbilla de Taehyung y
envolvió su brazo alrededor del pecho de Taehyung.
Y luego suspiró.
El corazón de Taehyung comenzó a correr. Él no se
acurrucaba. Nunca. Simplemente no era algo que los vampiros hicieran. Si la
necesidad de follar surgía, encontraban a alguien para aliviar esa necesidad y
luego se iban por caminos separados. Ellos no se acurrucaban.
Así que, ¿por qué se sentía tan correcto tener a Yoongi en
sus brazos, acurrucado a su lado de manera segura? Taehyung no podía recordar
estar tan confundido en su vida, y él había estado vivo más años de lo que
quería contar.
Yoongi lo confundía. En primer lugar, él era un humano. Esa
era una cosa muy grande. Después de siglos de observar a su clase siendo
sistemáticamente eliminados y perseguidos por los humanos, Taehyung no tenía
mucha consideración para ellos. Eran buenos para alimentarse, y eso era todo.
Aún tenía que encontrar a un humano que considerara un amigo, o incluso que
quisiera considerar como un amigo.
El padre de Yoongi era un ejemplo perfecto de todo lo que él
odiaba de la raza humana. El hombre era malvado hasta la médula de los huesos.
Desafortunadamente, Taehyung no tenía ninguna otra opción que tratar con él.
Min Lowell era uno de los pocos humanos que sabían acerca de los vampiros, y
eso significaba, tanto como Taehyung despreciaba al hombre, que tenía que
tratar con él. Entre menos personas supieran de la existencia de los vampiros,
mejor.
Y, por mucho que rechazara a Lowell , se sentía atraído por
el hijo del hombre. Taehyung no sabía cómo explicar lo que sentía, sobre todo
porque no recordaba haber sentido nunca estas extrañas emociones antes.
Quería acunar a Yoongi contra él, mantener al hombre cerca y
mantenerlo a salvo de cualquier daño. Al mismo tiempo, quería atacar a
cualquiera que siquiera mirara a Yoongi, y eso incluía a Jimin, un hombre al
que le confiaba su propia vida.
Taehyung estaba demasiado cansado para tratar de entender
todo esto justo ahora. El calor del cuerpo de Yoongi presionando contra él
junto a la extraña sensación de calma que sentía lo atraía hacia el sueño.
Taehyung volvió su rostro hacia la cabeza de Yoongi. Inhaló
profundamente, disfrutando del fresco aroma a menta que llenó sus sentidos.
Había algo más, casi como el olor de la primera lluvia de verano cuando caía a
la tierra reseca y saturaba el suelo. Sorprendentemente, la suave fragancia
reconfortaba a Taehyung. Era el olor de la renovación, algo que Taehyung
necesitaba desesperadamente y esperaba que Yoongi pudiera darle.
Taehyung cerró los ojos y apretó su brazo alrededor del
cuerpo de Yoongi tanto como era posible teniendo en cuenta su falta de fuerza.
Esta extraña sensación de paz que sentía le preocupaba. Tal vez debería hablarlo
con Jimin... en la mañana.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario