Once meses después en el Sur de California
Somin suspiró y se ajusto los
auriculares del MP3 que llevaba en el bolsillo delantero de su pantalón de algodón.
Las temperaturas cálidas le hacían sudar incluso a las once de la noche. La
brisa ligera abanico su piel cuando abrió la ventana. El sistema de aire
acondicionado de su dormitorio se había vuelto a estropear. Los equipos de
mantenimiento todavía estaban solventando los problemas técnicos del recién
construido edificio.
Se acercó a las puertas del
balcón que tendía a dejar abiertas y salió a disfrutar de la agradable brisa
que ayudaría a refrescar su cuerpo acalorado. Ella tomó un sorbo de agua fría
de la pequeña botella de plástico que había cogido de la mini-nevera cuando
entró en su apartamento.
Se apoyó en la barandilla y miro
hacia abajo. Vivía en el tercer piso del Homeland. Y acababa de terminar su
turno. Su atención se desvió hacia el muro de seguridad de aproximadamente diez
metros de altura y que patrullaban los guardias .
El edificio nuevo tenia un parque de cinco mil hectáreas y estaba rodeado por árboles .Era su segundo día viviendo allí. El edificio era una donación del gobierno para albergar a los supervivientes de Industrias Mercile. Era un oasis apartado del resto del mundo donde podrían vivir y adaptarse a la libertad dentro de una comunidad segura. Necesitaban un refugio seguro.
Cerro los ojos y recordó el día que Mercile
fue asaltada por las fuerzas del gobierno y la ley. Otras tres plantas de
pruebas fueron descubiertas. Las víctimas fueron puestas en libertad, pero no
todos ellos habían sobrevivido el tiempo suficiente para ser rescatados. El
número de sujetos muertos estaban en los cientos y esas pérdidas habían roto su
corazón.
Somin se obligó a abrir los ojos.
Cuando llevaba dos años trabajando en el edificio administrativo de Mercile fue
abordada por el agente Bang Chan. Él le había contado que había rumores sobre
una instalación secreta allí que investigaba con drogas ilegales en seres
humanos. La policía había tratado de introducir a agentes encubiertos, pero
Mercile se había negado a contratar a gente de fuera. Como ya era una empleada
de Mercile no levanto sospechas cuando pidió la transferencia a una de sus
instalaciones de investigación.
El horrible hecho de que
investigaran con seres humanos le hizo acceder a espiar para ellos. No
aceptaron su petición hasta seis meses después. Entonces conoció al 416 y a los
otros. Sus vidas eran un infierno. Ella había arriesgado su vida por conseguir
esos archivos. Y gracias a ellos un juez ordenó el asalto al establecimiento.
Ella suspiró. Pregunto muchas
veces si él estaba vivo y nunca le contestaron. Según la policía, eso violaba
la política de protección de las víctimas .
Muchos habían sido asesinados
antes de que la policía llegara a las zonas subterráneas donde los mantenían.
Por lo que sabía, el 416 podría haber muerto encerrado en su celda sin saber
que la ayuda había tratado de llegar hasta él. Se le rompió el corazón al
considerar esa posibilidad.
Somin se quito los auriculares de
sus oídos, apago su reproductor de MP3 y lo dejó sobre la mesa. Lucho contra la
angustia que la llenaba cada vez que pensaba en él. Ella quería haber estado
allí y hacer guardia frente a su puerta ,para protegerlo ,cuando se dio la
orden de registro. Le debía eso y mucho más. Ella le había rogado al policía
Helio, pero este se había negado. Ella no era policía y le dijo que no correría
el riesgo de perder su testimonio en contra de Mercile.
-"Mierda", maldijo
ella.
No podía olvidar la mirada de
esos ojos negros en el rostro del 416 cuando le había abandonado ese día dentro
de su celda o la forma en que le gruñó. Ella sólo había querido salvar su vida,
pero él ahora nunca sabría por qué le había inculpado por la muerte que
técnico. Él habría pensado que ella era un monstruo cruel. Las lágrimas la
cegaron ,pero las parpadeó rápidamente. Había llorado demasiado desde ese
horrible día en el que le había dejado en el suelo.
Su teléfono sonó,la asusto. Su
móvil era su único contacto con el mundo exterior. Se había distanciado de sus
amigos y familiares. Toda su vida cambio durante esos meses en los que trabajo
en esas instalaciones de pruebas. Ya no toleraría que sus padres la usaran como
un arma en su propio divorcio. Había demasiados problemas con el mundo como
para malgastar su tiempo con ellos.
Ahora su vida estaría centrada en
ayudar a las nuevas especies. Eso le daría la oportunidad de corregir su error.
Le daría sentido a su vida y eso es lo que más necesitaba. Ella contestó el
teléfono al segundo timbrazo.
-"Jeon Somin".
-"Señorita Jeon, soy Jongin
de seguridad. Llamo para informarla que cuatro mujeres que deberían ser
alojadas en el hotel están aquí. "
"Estoy de camino a la puerta
." Ella colgó .
Maldita sea. Los medios de
comunicación habrían descubierto de alguna manera que cuatro de las mujeres
rescatadas, se encontraban en la zona. El Protocolo decía que si un vuelo
llegaba en la noche, las víctimas debían ser colocadas en un hotel con guardias
y ser trasladados al Homeland al día siguiente.
La Seguridad había considerado
que era más fácil protegerlas, si las ocultaban dentro de un hotel. No habían
sido tan inteligentes como habían pensado. Sólo esperaba que las mujeres no
estuvieran demasiado traumatizadas. El mundo real ya era bastante aterrador
para los sobrevivientes. No necesitaban a su alrededor a los buitres de los
periodistas con sus preguntas y sus cámaras.
Le llevo unos pocos segundos
ponerse los zapatos y coger su tarjeta de seguridad. Somin salió de su
habitación y deliberadamente evito el ascensor. Se movía demasiado lento para
su paciencia. Ella bajo corriendo los tramos de escaleras hasta la entrada.
El vidrio de las ventanas eran
claros y fuertes.Vio a cuatro mujeres que se acercaban a la entrada con dos
guardias llevando cuatro maletas. Ella aumentó su ritmo.
Kim Jongin, el jefe de seguridad
la saludó con una sonrisa.
- "Buenas noches, Sra. Jeon.
Siento llegar tan tarde con nuestras nuevas residentes ".
Somin le sonrió y dirigió su
atención a las mujeres. La mas baja de las cuatro media por lo menos seis pies
de altura. Ya habían diez mujeres que vivían en la residencia, todas eran altas
y también musculosas. Somin se sentía baja y pequeña en comparación con ellas.
Su sonrisa se ensanchó mientras miraba a cada una de ella , pero ninguna le
devolvió el gesto. Se veían cansadas, enojadas y de mal humor. La compasión
brotó dentro de Somin.
-"Bienvenidas a vuestro
nuevo hogar." Hablo Somin en voz baja. -"Sé que habéis pasado por
muchas cosas, pero aquí estaréis a salvo. Soy Somin,vuestra encargada. "
Dos de las mujeres fruncieron el
ceño. Una mujer, la más alta y la más pequeña la miraron .
La cuarta, una rubia, pregunto.
-"¿Nuestra qué?"
-"La encargada del edificio.
Es sólo un título", explicó Somin rápidamente.- " Yo soy a la que
acudes si tienes problemas, si tienes alguna pregunta o si necesitas algo. Yo
estoy aquí para ayudaros en todo lo posible. Podréis hablar conmigo de
cualquier cosa y siempre os escuchare".
-"como un médico de
cabecera", soltó la mujer morena mas baja.
-"No", la corrigió
Somin. -"Tengo las habilidades básicas de una enfermera, pero no soy médico.
Sé que todas tuvisteis que ver a demasiados médicos. Yo también y los
odio."Ella se mostró simpática. -"Os voy a mostrar vuestras
habitaciones y daremos un breve recorrido por la residencia . "
-"Señorita Jeon, "las
interrumpió Kim Jongin.
Somin volvió su atención a él
mientras las mujeres entraban por las puertas. Se quedaron mirando hacia la
sala de estar. Sabía que necesitarían unos minutos para orientarse.
-"¿Sí?"
-" Dentro de veinte minutos
hay una reunión. Pidieron que estuvieras presente ya que estás a cargo del
alojamiento de las hembras. El jefe del nuevo consejo exigió ser informado
completamente sobre este lugar. Él quiere asegurarse de que su pueblo no están
siendo maltratado de ninguna forma. Él acaba de aceptar ese cargo y necesita quedarse
tranquilo. ".
La consternación lleno a Somin.
-"Pero es muy tarde. Me
gustaría primero ayudarlas a establecerse y necesitare más tiempo para eso.
"
-"Entiendo, pero se presentó
con ellas y dijo que era importante." Sostuvo la mirada de Somin.-
"Es primordial que sepan que estaremos en esto con ellos hasta el final.
Sera mas fácil para ellos transferirlas aquí si él no esta está preocupado.
"
Ella vaciló. Las nuevas especies
habían sido separadas después de ser puestos en libertad y enviados a diferentes
lugares seguros, hasta que finalmente El Homeland pudiera aceptarlos como a un
gran grupo .Este sería su hogar permanente en el futuro. El tipo tenía válidas
razones para preocuparse por la seguridad y el bienestar de su pueblo.
-"Por supuesto. Voy a ocuparme
de ellas y estaré allí. ¿El encuentro se celebrara en la sala de conferencias
de la oficina principal? "
Él asintió con la cabeza. Somin
cerró la puerta y las cerraduras automáticas se cerraron. Aunque la seguridad
aquí era estricta, nunca lo seria demasiado, no después de la forma en la que
los medios de comunicación abordaron a los supervivientes de aquellas
instalaciones de pruebas.
Siempre estaban tratando de
romper la seguridad del perímetro para obtener algunas imágenes de las
víctimas.El gobierno había iniciado el proceso de la implementación de una ley
para prohibir a los medios que revelaran sus fotografías y así poder proteger a
la nueva especie. Eran las víctimas y tenían el derecho de ser protegidos de la
prensa.
También había gente que los
odiaban ,gente que no creían que la nueva especie deberían ser considerados
seres humanos con derechos, esa gente se oponía a que se les diera un hogar y
se congregaban en grupos de protesta, en las puertas del Homeland.
Ella se encamino a la planta baja
del edificio en la que se encontraba la sala de estar para las reuniones, dos
grandes salas de estar, una cocina espaciosa , un comedor que podría albergar a
cincuenta personas a la vez , un cuarto de baño grande con cuatro aseos y una
biblioteca completa. En la segunda y tercera planta estaban ubicados los minis-
apartamentos. Cada uno de ellos contenía un pequeño dormitorio, un salón, un
baño privado y una pequeña cocina.
Somin llevó a las mujeres a los apartamentos
de la segunda plata y las situó una enfrente de otra .Ellas tenían miedo aunque
no lo admitieran y se sentirían mas seguras si estaban unas cerca de las otras.
Somin sabía que esas mujeres
habían pasado por situaciones horribles y que ahora se veían envueltas en un
una vida totalmente extraña. La libertad podría ser una experiencia aterradora
para ellas después de una vida en esas instalaciones.
-"Si tenéis hambre, hay
bebidas frías y alimentos dentro de esa caja de metal junto al fregadero."
Ella no lo llamó frigorífico. Sabia perfectamente que ellas no sabían lo que
era.
-"Hay otras diez mujeres
aquí en el segundo piso, por lo que si escucháis ruidos, por favor no se
alarmen. Son de diferentes lugares. "de otras instalaciones, pensó.
-"Pero ellas son de vuestro pueblo. El edificio está protegido y no podrá
entrar nadie que no deba estar aquí. Estaréis completamente seguras."
Las mujeres que estaban en el
pasillo, la observaron como si ella fuera un insecto. Somin suspiró, por
desgracia, ya estaba acostumbrada a eso. No se fiaban de nadie que no hubiera
sido creado como un experimento de prueba.
-"Estaré en el tercer piso
cuando regrese de la reunión a la que debo asistir. El número de mi habitación
esta puesto en la pared del ascensor. Si necesitáis cualquier cosa o si tenéis
alguna pregunta ,buscadme. Yo estoy aquí para ayudaros y quiero hacerlo. ¿alguna
pregunta antes de que me marche? "
Ninguna de las cuatro mujeres
hablo. La más alta se giró sobre sus talones para entrar en una de las
habitaciones que Somin acababa de mostrarles. Las otras la siguieron y la
puerta se cerró firmemente en la cara de Somin. Las mujeres no querían nada de
ella, pero esperaba que eso cambiara con el tiempo.
Somin miró a sus zapatos, no eran
parte del uniforme del equipo, tampoco los capris negros de algodón ,ni la
camiseta sin mangas de color azul claro. Llevaba el pelo recogido en una cola
de caballo. Sabía que probablemente debería cambiarse de ropa y ponerse algo
más profesional, pero una mirada a su reloj le aseguró que no tenia tiempo
suficiente para ello. Ella tendría que correr para llegar a tiempo a la
reunión.
Somin bajo rápidamente las
escaleras. Las oficinas principales se encontraban en la parte delantera del
Homeland. Todos los dormitorios del edificio tenían asignados coches de golf.
Somin se dirigió hacia las plazas de aparcamiento y apagó el motor. Echó un
vistazo a su reloj y soltó una maldición, estaba segura que llegaba tarde. Jongin
no le había dado una hora exacta, pero los veinte minutos ya habían pasado.
Corrió hacia las puertas dobles delanteras y paro cuando vio al guardia de
seguridad armado. Ella no lo conocía, todavía.
-"Hola. Soy Jeon Somin. Soy
la encargada de los dormitorios de la casa femenina. Kim Jongin me dijo que tenia que asistir a esta reunión
. "
El hombre se puso tenso y mientras
la miraba su mano agarró el arma que llevaba en la cadera, Somin lentamente
metió la mano en el bolsillo de su pantalón para sacar la tarjeta de seguridad.
Una tarjeta que le abría las puertas y que llevaba su foto que la identificaba
como empleada. Se acerco y se la ofreció para que pudiera inspeccionarla. El
guardia aceptó su tarjeta, la examinó cuidadosamente y luego se la devolvió.
- "La reunión es en la
segunda habitación de la izquierda. ¿Está familiarizada con este lugar Sra. Jeon?
"
-"Sí, lo estoy. Gracias ".
Somin paso junto al hombre y
entro. Corrió por el pasillo y se dirigió a las puertas dobles donde no había
guardias apostados. Agarró el mango, abrió la pesada puerta y entró.
La oscuridad de la habitación la
sorprendió. Las luces del techo estaban apagadas y sólo estaban encendidas
algunas en las paredes. No podía ver bien, pero el rumor suave de muchas voces
le aseguró que la habitación estaba llena de gente.
Dos guardias de seguridad se
volvieron al instante y agarraron sus armas. Sabia que se habían alarmado a
pesar de sus sonrisas. Levanto las manos para mostrarles que no llevaba otra
arma que no fuera su tarjeta de seguridad.
La habitación se quedó en
completo silencio. No retiro su atención de los dos hombres que seguían
agarrando sus armas.
-"Soy Jeon Somin,La
encargada de la residencia y vengo en son de paz".
Ninguno de los dos guardias
sonrieron ante su broma. Un guardia se mantuvo con la mano en la pistola
mientras que el otro se acercó para agarrar la tarjeta de su mano. Ella no se
movió mientras él la examinaba y luego le asintió.
-"Toma asiento. Llegas
tarde. "Le devolvió la tarjeta de nuevo.
Somin tomó su placa y la devolvió
a su bolsillo. Paso entre ellos y miró a los que estaban dentro de la
habitación. Park Jungsoo, el jefe de Seguridad del Homeland y el Director Donghee
también estaban presentes. El director le frunció el ceño mientras se acercaba
a ellos, sabia que le estaba mostrando su desaprobación por cómo iba vestida.
-"No tuve tiempo de
cambiarme", explicó.-"Tenía solo venite minutos para instalar a
cuatro mujeres y llegar aquí. No me avisaron de su llegada hasta estuvieron en
la puerta. "
Las líneas de tensión alrededor
de la boca director Donghee se disminuyeron.
-"Está bien, Somin. La
próxima vez procura vestirte adecuadamente. Te ves como si acabaras de salir de
un gimnasio. "
-"lo se", admitió.
-"¿Podrías encender las luces de arriba? Esta muy oscuro aquí dentro.
"
"No." el director Donghee suspiró.
-"Algunos de los miembros del consejo lo prefieren así."
Somin instantáneamente lo
entendió. Le informaron que algunos de los sobrevivientes habían pasado años
encerrados en celdas oscuras, por lo que padecían demasiada sensibilidad a la
luz brillante. Había adaptado algunos de los apartamentos con reguladores de luz
para este tipo de sobrevivientes e incluso les había dejado gafas de sol dentro
de las habitaciones para que pudieran llevarlas en las zonas comunes de la
residencia .
Pasó mucho tiempo estudiando las
necesidades de las nuevas especies. Quería hacer tan bien su trabajo que se
había convertido en una obsesión para ella. Reconoció algunas de las caras que
se encontraban más cerca de ella. Ella sonrió a Byun Baekhyun, el encargado de
los dormitorios de los machos, cuando él le guiñó un ojo. Parecía un buen chico
,tenia unos treinta años y había coqueteado con ella durante su primera reunión
y le dio un rápido resumen de sus funciones como encargada de la residencia de
mujeres.
Do Kyungsoo le asintió secamente. Su
trabajo,consistía en el mantenimiento de los departamentos y en la contratación
de los trabajadores.
Capto un movimiento por el
rabillo del ojo y llamo su atención. Se dio la vuelta. Alguien se movía en su
dirección desde el otro lado de la habitación, pero al estar rodeado por un
grupo de hombres más altos, no le pudo identificar.
-"¿Somin?" El director Donghee
atrajo su atención de nuevo hacia él.- "Vamos a sentarnos allí."
-"Por supuesto." Dio un
paso para seguir al director Donghee.
-"Tu", gruñó una voz
masculina detrás de ella.
Somin trató de girarse para ver a
quién pertenecía esa voz, cuando alguien la agarro. Ella soltó un grito de
asombro cuando su cuerpo fue levantado del suelo por unos brazos fuertes. Un
dolor le atravesó la espalda y le hizo expulsar el aire de sus pulmones. Sus
ojos se agrandaron cuando de repente se encontró con el rostro enfurecido
del... 416 .
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