viernes, 15 de julio de 2022

CAPITULO 5

Taehyung pasó bordeando a un tipo particularmente maloliente mientras se abría camino hacia el mostrador del restaurante de carretera y encontró el único asiento libre. Se estaba muriendo de hambre. También estaba empezando a sentirse un poco mareado y sabía que si no conseguía pronto algo de comer, se enfermaría.

 

Se sentía como si hubiera estado en pie por siempre. Había sido bastante fácil escaparse de la ciudad, pero una vez que lo hubo hecho, no sabía a dónde ir. Había pasado la mayor parte de su vida con todas sus acciones y tiempo siendo impuesto para él. Ahora que estaba libre del Profesor, Jungkook llenaba sus días.

 

Bueno, Jungkook y pensar en Yoongi.

 

Ahora que estaba solo, no sabía muy bien qué hacer.

 

Cada cosa a su tiempo, tal vez esa era la manera de hacer las cosas. Ahora mismo, sabía que tenía que comer, y luego tenía que tomar su medicación. Jungkook siempre estaba insistiendo en que tomara su medicamento.

 

—¿Qué puedo servirte, cariño?

 

Taehyung miró hacia arriba para ver a una mujer rubia platinada de pie frente a él, mordiendo un chicle entre los dientes. Su traje, si se podía llamar así, era de color rosa con un pequeño delantal blanco, y la etiqueta con su nombre decía Flo. Su maquillaje parecía como si fuera puesto con masilla, como si estuviera tratando de ocultar años de desgaste, pero había un brillo en sus ojos que decía que todavía era afilada como un cuchillo.

 

Taehyung sonrió.

 

—Buenas noches, Flo. ¿Puedo ver el menú, por favor?

 

La mujer se rio a carcajadas.

 

—Oh, ¿acaso no eres una cosita dulce?

 

La sonrisa de Taehyung creció.

 

—Gracias. —Tomó el menú que la mujer le tendía y lo abrió. Grasa, grasa y más grasa. No había una cosa apetecible en el menú. Todo parecía estar lleno de grasa y frituras. Qué asco. El menú incluso se jactaba de un pastel de queso frito. Este lugar era un ataque al corazón esperando a suceder.

 

—¿Tienen alguna fruta?

 

Lo siento, cariño, estos cabeza duras sólo comen carne. Además, si estos chicos no pueden dispararle a su comida o follársela, no lo quieren.

 

Bueno, ¿eso fue bastante nauseabundo?

 

Voy a tomar tostadas de pan integral y un vaso de jugo de naranja, por favor. —Taehyung dio a la mujer otra sonrisa mientras le entregaba el menú de nuevo.

 

—¿Eso es todo lo que quieres, cariño?

 

No puedo comer alimentos fritos, ma”am. No le sienta bien a mi estómago.

 

La mujer miró a Taehyung por un momento, y luego una sonrisa cubrió su cara, una que Taehyung sentía era real.

 

—Sólo tienes que esperar aquí y dejar que la vieja Flo lo arregle.

 

 Sí, ma”am.

 

El hombre que estaba sentado al lado de Taehyung comenzó a reír. Taehyung se volvió y lo miró hasta que se detuvo y se giró. Él le devolvió la sonrisa a Flo.

 

—Pido disculpas por su comportamiento grosero, ma”am.

 

Los ojos de Flo se abrieron como platos, haciendo gala de su profundo color azul. Y entonces ella se acercó y golpeó al hombre en la cabeza con el menú en su mano.

 

— Compórtate, Rufus, o voy a patear tu lamentable culo directamente fuera de aquí.

 

Flo se alejó. Taehyung podía sentir al hombre que estaba sentado a su lado mirándolo fijamente. Él deliberadamente miró hacia otro lado. No quería problemas, pero realmente no le gustaba la gente grosera. No le hacía mal a nadie ser un poco más agradable.

 

Aquí tienes, cariño —dijo Flo mientras colocaba un vaso de zumo de naranja delante de Taehyung.

 

Gracias, ma”am.

 

Tu comida estará de inmediato, cariño. —Flo palmeó la mano de Taehyung antes de alejarse de nuevo.

 

Taehyung escuchó al hombre a su lado resoplar ruidosamente cuando él tomó su jugo. Trató de ignorar al hombre, realmente lo hizo, aun cuando el hombre lo golpeó con tanta fuerza que su jugo se derramó sobre su mano, el tipo lo atribuyó a un accidente.

 

Cuando volvió a suceder, Taehyung cuidadosamente colocó su jugo sobre el mostrador y escudriñó el lúgubre comedor por otro lugar donde sentarse. Sorprendentemente, todo el lugar estaba lleno. Si quería comer, estaba pegado justo a donde estaba.

 

 Los pequeños golpes continuaron hasta que Flo volvió y puso un plato delante de Taehyung. Se sorprendió al ver un sándwich de pavo en el plato, completo con pan integral, lechuga, tomate y un pepinillo en el costado.

 

Él le sonrió a Flo.

 

—Gracias, ma”am. Esto se ve muy bien.

 

Come, cariño. —Flo palmeó la mano de Taehyung de nuevo—. Voy a trabajar en algún postre para ti.

 

Oh, por favor, no se complique la vida —dijo Taehyung rápidamente. Por mucho que no le importase morder un pedazo grande y grueso de tarta, sabía que no podía—. No puedo comer mucha azúcar. Me pone enfermo.

 

Las cejas rubias oscuras de Flo se juntaron, y entonces ella se inclinó sobre el mostrador, realmente acercándose.

 

— Cariño, ¿tienes diabetes?

 

Sí, ma”am —dijo Taehyung, sorprendido de que la mujer incluso supiera lo que era.

 

—¿Tomas medicamentos para ello?

 

Taehyung acarició su riñonera.

 

—Lo tengo aquí mismo.

 

Bien. —Flo se irguió de nuevo—. Mi abuelita tuvo diabetes por más de cincuenta años. Sigue comiendo bien y toma tus medicinas, y todo irá bien.

 

Sí, ma”am.

 

Ahora come como he dicho. —Señaló el plato de comida—. Debes mantener tus niveles de azúcar en la sangre.

 

Taehyung sonrió y luego tomó su sándwich. Estaba a punto de morderlo cuando el hombre que estaba junto a él lo golpeó con tanta fuerza que el sándwich salió volando de su mano y los ingredientes se esparcieron por todo el mostrador.

 

Taehyung le disparó al hombre lo que esperaba fuera una mirada malvada y luego se volvió para recoger los ingredientes de su sándwich. Cuidadosamente los apiló todos en su lugar y luego levantó el bocadillo a la boca.

El tipo lo golpeó de nuevo.

 

—¿En serio? —espetó Taehyung cuando golpeó el sándwich en el plato—. ¿Quieres que levante mi jugo de nuevo, así puedo llevarlo puesto la próxima vez que me golpees? ¿O tal vez debería pedir una taza de café para que realmente puedas hacer algún daño?

 

Vi tu flirteo con Flo, —El hombre gañón se rio disimuladamente—. No va a hacerte ningún maldito bien. Flo no se desvive por nadie.

 

Taehyung miró al hombre repugnante de arriba abajo.

 

— Cielos, me pregunto por qué.

 

La cara del hombre enrojeció de ira, y de repente Taehyung quería que Jungkook estuviera allí. Jungkook siempre lo mantuvo fuera de problemas, incluso cuando su boca hizo caso omiso de su sentido común. Cuando el hombre lo agarró por el cuello y comenzó a levantarlo de su silla, Taehyung no pensaba que iba a salir de este lío.

 

Él no era un luchador. Nunca había sido un luchador. Pero el chico lo había cabreado. Lo descortés era grosero, sin importar la forma en que viniera, y este hombre francamente era miserable. Taehyung puede ser que no fuera capaz de patear el trasero de nadie, pero no iba a permitir que nadie caminara sobre él tampoco. Esos días se acabaron. El Profesor había hecho suficiente daño para que a Taehyung le durara toda la vida. Nadie más iba a empujarlo o a intimidarlo.

 

Pero seguro que sería bueno tener a Jungkook aquí ahora mismo.

 

Bájalo en este instante, Rufus —gritó Flo cuando ella empezó a golpear al hombre en la cabeza con un trapo sucio. Rufus farfulló, y Taehyung de repente cayó cuando el hombre lo soltó, apenas se afirmó antes de caer al suelo—. Vete, Rufus, y no vuelvas hasta que aprenda buenos modales.

 

—¡Tú no puedes echarme de aquí! —Rufus bramó.

 

—¡Sal!

 

Taehyung parpadeó, sorprendido cuando el hombre más malditamente grande que jamás había visto avanzaba pesadamente por la parte trasera del restaurante, cuchillo carnicero en mano.

 

—¿Llamaste, monada?

 

Rufus fue grosero con este niño, y cuando le dije que se fuera, me gritó.

 

Rufus comenzó a tartamudear cuando Sal simplemente arqueó una ceja.

 

—¿Te vas a ir de forma tranquila, Rufus, o necesitamos tener una conversación afuera de nuevo?

 

Rufus miró a Sal, y luego miró a Taehyung. Cuando el hombre volvió la cabeza, le dio a Flo una inclinación de cabeza.

 

—Me voy, Flo. Pero no creo que cualquiera pueda coquetear contigo. Un hombre no puede tener su corazón roto tantas jodidas veces.

 

 Sólo vete, Rufus. —Flo apuntó con un dedo la puerta, sus uñas de brillantes colores destacaban sobre su pálida mano—. Vuelve cuando no estés tan belicoso.

 

Eso va a ser nunca —murmuró Taehyung en voz baja mientras se sacudió el polvo y volvió a sentarse frente al mostrador. No ayudó que se estuviera sintiendo un poco mareado y sabía que era porque no había tomado aún sus medicinas

 

Me voy. —Rufus hizo un mohín y luego se dirigió hacia la puerta dando fuertes pisadas. El hombre era demasiado grande para hacer un jodido puchero. No se veía bien en su rostro carnoso. Le dio a Taehyung una última mirada amenazante antes de salir como una tromba de la cafetería. Taehyung se estremeció. Sabía que si había una pelea, Rufus lo machacaría contra el piso. Gracias a Dios que Flo fuera tan agradable y lo defendió.

 

Déjeme saber si necesitas cualquier tipo de ayuda, querida —dijo Sal mientras le hacía un guiño a Flo y luego volvió a la cocina.

 

¿Sencillamente dónde diablos estaba él? Taehyung estaba empezando a pensar que debería haber encontrado otra ciudad para pasear. Este lugar era una locura. Él era un hombre delgado, no pesaba mucho, ¿y Rufus fue amenazado por él? Por el aspecto de los admiradores de Flo, Taehyung carecía de unas doscientas libras2 para que incluso Flo ni se inmutara con él.

 

Y él no quería que ella se inmutara. Ella era agradable y todo, pero Taehyung sabía que tenía que comer e irse de una puta vez de Hicksville.

 

Lo siento por eso —dijo Flo a Taehyung—. Come e ignora los insultos de Rufus. No quiere decir nada malo.

 

Sí, y los osos no cagan en el bosque. Oh, Dios, ya estaba pensando como un pueblerino, y él no había estado aquí ni un día entero. Taehyung se rio para sus adentros mientras comía su comida. Era bastante buena, teniendo en cuenta que se había presentado en el primer mostrador.

 

Taehyung le agradeció a Flo por la comida, pagó, y luego se dirigió hacia la puerta.

 

Vuelve otra vez —gritó Flo.

 

«No en su vida». Taehyung saludó con la mano mientras salía al aire nocturno. El cielo estaba cubierto de estrellas, y las nubes estaban un poco lejos. Taehyung inclinó la cabeza hacia atrás, preguntándose qué iba a hacer. Echaba de menos a Jungkook con cada aliento que tomaba. E incluso extrañaba a Yoongi.

 

Sólo el pensar en los dos tenía su corazón herido. No había querido irse, pero sabía que era la decisión correcta. Ellos estaban mejor sin él. Jungkook no tendría que preocuparse por la enfermedad de Taehyung, y Yoongi podría reclamar a Jungkook ahora que Taehyung no estaba allí como obstáculo. Tenía que mantener eso en mente. Taehyung tuvo que recordarse a sí mismo la razón por la que estaba tan lejos de casa.

 

No sería nada bueno para Jungkook y Yoongi si Taehyung corría hacia su amante ahora. Tenía que actuar por su cuenta y darles una oportunidad de encontrar la felicidad juntos.

 

 Taehyung suspiró mientras caminaba por la calle. Tenía que encontrar un lugar para pasar la noche, tal vez un hotel barato o algo así.

 

—¡Tú, mierdecilla!

 

Taehyung gritó cuando fue levantado por la parte de atrás de su cuello y fue arrastrado por el callejón junto a la cafetería. Dio una patada y abrió los brazos, haciendo todo lo posible para liberarse. No fue hasta que vio la cara de Rufus que el pánico puro se estableció en él. El hombre parecía que estaba a punto de hacer la vida de Taehyung aún más miserable de lo que ya era.

 

Vas a pagar por lo que hiciste en el restaurante. — Las palabras de Rufus fueron gruñidas mientras golpeaba a Taehyung contra la pared de ladrillo—. Flo es mía.

 

Ha habido un error —chilló Taehyung—. Yo no quiero a Flo.

 

Rufus tiró de Taehyung hacia adelante y luego lo golpeó de nuevo contra la pared de ladrillo, haciendo ver a Taehyung su propio conjunto de estrellas.

 

—¿Estás diciendo que ella no es lo suficientemente buena para ti?

 

Taehyung sabía que no importaba lo que dijera, Rufus se ofendería. Era una situación sin salida.

 

Yo digo que me dejes fuera de tu jodida obsesión — gritó justo antes de que Rufus golpeara la cabeza de Taehyung en la pared. Su cabeza latía mientras su visión se volvía borrosa. Lo único que pasaba por la mente de Taehyung era que él estaba a punto de morir.

 

 Un fuerte rugido atravesó el callejón, pero Taehyung no podía concentrarse. Rufus lo había golpeado soltando algo en su cabeza. Tenía que haberlo hecho. Taehyung ni siquiera podía pensar con claridad. Todo a su alrededor era un borrón, pero la presión alrededor de su cuello había desaparecido, y Taehyung sintió su cuerpo cayendo al suelo.

 

—¿Estás bien?

 

Taehyung parpadeó un par de veces, tratando de concentrarse en el hombre que se arrodilla delante de él. El hombre chasqueó los dedos un par de veces delante de la cara de Taehyung, pero Taehyung seguía teniendo dificultades con su visión.

 

—¿Tienes que alimentarte? —preguntó el hombre.

 

«¿Tengo que hacer qué?» Taehyung se frotó los ojos, y estuvo agradecido cuando su visión comenzó a despejarse. ¡Vaya! Gran tipo. Gran jodido tipo.

 

—Yo... eh... —Taehyung frunció el ceño—. ¿Qué me preguntaste?

 

—¿Tienes que alimentarte?

 

No, yo sólo… —Taehyung hizo un gesto con la mano hacia el frente de la cafetería—. Acabo de comer un sándwich de pavo.

 

El hombre moreno se rio entre dientes.

 

—Gracioso. — El hombre se puso de pie y luego le tendió la mano—. Bueno, vamos, vamos a ponerte sobre tus pies.

 

Pies, sí, eso sería bueno. —Taehyung tomó la mano que el hombre le tendía, dejando escapar un grito muy impropio de un hombre cuando súbitamente le dieron un tirón. Él se tambaleó un poco, cogiendo el brazo del hombre para estabilizarse.

 

 Debió haberse golpeado la cabeza duro porque podría jurar que el hombre tenía colmillos en su boca cuando sonrió.

 

—¿Qué sucedió?

 

Justamente iba a preguntar eso.

 

Taehyung frunció el ceño y pasó la mano por la parte de atrás de su cabeza. Sus dedos salieron mojados. Oh, eso no podía ser bueno.

 

—Creo... creo que me golpeé la cabeza — susurró Taehyung justo antes de que su visión comenzara a desvanecerse y sus piernas cedieran.

 

Lo último que vio fue la cara del hombre mientras se inclinaba sobre él y sus palabras.

 

—¡Buena, mierda! Hoseok con seguridad me va a disparar después de esto.

 

Yoongi parpadeó mientras sus ojos se abrieron. Algo lo había despertado. Simplemente no podía entender qué. Por si fuera poco, él no pudo comprender inmediatamente dónde estaba. Su techo no era amarillo mostaza.

 

Un suave sonido sordo a un lado de él captó la atención de Yoongi. Volvió la cabeza, recordando de pronto dónde estaba y por qué, cuando vio al hombre de pelo castaño en la cama junto a él.

 

Jungkook.

 

Su pareja.

 

Y aún, no su pareja. Yoongi suspiró profundamente y se volvió para mirar al techo de nuevo. Al paso que iba, nunca tendría un compañero, sin importar lo mucho que quería a Jungkook y a Taehyung.

 

Yoongi oyó otro ruido sordo. Cuando se volvió para mirar a Jungkook, se dio cuenta de que los hombros del hombre temblaban. Jesús, él estaba llorando. Yoongi apartó la sábana de su cuerpo y dio un paso hacia la cama de Jungkook, sentándose en el borde.

 

—¿Jungkook? —Jungkook sorbió la nariz, pero no se volvió. Yoongi puso una mano en el hombro delgado del hombre, dándole un ligero apretón—. ¿Quieres hablar de ello? —No estaba seguro de por qué Jungkook estaba llorando. Claro, sabía que Jungkook se estaba volviendo loco de la preocupación por Taehyung, pero Yoongi no estaba muy seguro de que eso fuera todo. Quería asegurarse de que no había ningún otro problema con el que Jungkook estuviera tratando.

 

Yo le fallé, Yoongi. Durante mucho tiempo lo mantuve a salvo. Incluso me sacrifiqué y dejé que todos pensaran pestes de mí sólo para mantener al Profesor lejos de Taehyung, y ahora se ha ido.

 

Yoongi suspiró, estirándose en la cama junto a Jungkook. Su compañero se puso rígido, pero no se apartó. No estaba seguro de si esa era una señal de que Jungkook le daba la bienvenida a su compañía, por lo que empujó curvándose sólo un poco más, envolviendo un brazo alrededor de los hombros de Jungkook.

 

No sólo Jungkook no se alejó, sus hombros empezaron a temblar cada vez más fuerte. Yoongi estaba perdido. No estaba acostumbrado a reconfortar a nadie. Pero Jungkook no era cualquiera. Jungkook era su compañero. Quería eliminar su dolor. A Yoongi le dolía el corazón ver a Jungkook tan destrozado.

 

 Ven aquí, cariño —dijo Yoongi mientras tiraba de la parte superior del cuerpo de Jungkook.

 

Esta vez Jungkook se apartó. Se limpió la cara en la almohada y luego se volvió, frunciéndole el ceño a Yoongi.

 

— No intentes consolarme. Todo esto es tu culpa, Yoongi. Si nos hubieras reclamado a Taehyung y a mí, no estaríamos aquí en el medio de la nada, y yo tendría a Taehyung en mis brazos ahora mismo.

 

Yoongi gruñó mientras agarraba la parte posterior del cuello de Jungkook, tirando del hombre hacia adelante hasta que sus ojos estaban tan cerca que podía ver las pequeñas manchas negras en los ojos azules de Jungkook.

 

 —Tomaré la responsabilidad de esto, Jungkook. Pero dejarás de gritarme.

 

Jungkook empujó a Yoongi, golpeando las manos en el pecho de Yoongi mientras calientes lágrimas se deslizaban por el rostro de Jungkook.

 

—¡Esto es tu culpa!

 

Yoongi maniató las muñecas de Jungkook, llevándolo cerca de su pecho.

 

— ¿Estás enojado conmigo?

 

—¡Sí! —gritó Jungkook.

 

—¿Quieres a arremeter contra mí?

 

—¡Dios, sí!

 

—¿Me odias?

 

—¡No! —La respuesta fue tan rápida que Yoongi sabía que era la verdad. Antes de que Yoongi le permitiera a su cerebro hacerse cargo de él y disuadirlo, tiró de Jungkook para acercarlo, tomando sus labios y hundiendo su lengua profundamente en la húmeda boca caliente de Jungkook.

 

Cuando Jungkook gimió, jalando de sus manos, Yoongi las liberó. Jungkook agarró la camisa de Yoongi, encrespando sus manos en el material.

 

—No me gustas —dijo en la boca de Yoongi antes de abrirla ampliamente para la exploración de Yoongi.

 

Lo sé —dijo Yoongi en voz baja mientras lamía el labio inferior de Jungkook, provocándolo con sus dientes antes arrastrar su lengua por la mandíbula de Jungkook.

 

Esto no nos hace amigos —lloriqueó Jungkook mientras ladeaba la cabeza, jadeando cuando Yoongi chupó un moretón en el cuello del hombre. Su compañero sabía tan condenadamente bien que Yoongi quería comérselo vivo.

 

Lo sé —repitió Yoongi mientras metía la mano debajo de la sábana y gimió cuando sus nudillos rozaron la cadera desnuda de Jungkook. El hombre no llevaba nada de ropa. «¡Oh, maldito infierno!» Yoongi arrebató la sábana del cuerpo de Jungkook, y luego se arrastró entre las piernas del hombre, sintiendo la erección de Jungkook sondeando su estómago cuando Yoongi se pegó a un perfecto pezón. Jungkook estaba empujando para alejar a Yoongi y acercándolo más al mismo tiempo.

 

Yoongi extendió la mano y agarró las manos de Jungkook, colocándolas a los costados mientras provocaba el pezón con los dientes, girándolo y succionándolo en la boca. Sus manos se apretaron alrededor de las muñecas de Jungkook cuando el hombre se resistió y luego extendió sus piernas.

 

Maldijo el hecho de que tenía la ropa interior puesta. Yoongi quería sentir la polla caliente de Jungkook contra la suya. Liberando una mano, Yoongi empujó de la cintura hasta que fue capaz de patearla liberándose, sin soltar nunca el brote hinchado de Jungkook de su boca.

 

Y-Yoongi. —Jungkook se retorcía a su alrededor.

 

—Tranquilo, cariño —dijo Yoongi mientras lamía su camino a través del pecho de Jungkook, y luego comenzó un asalto al otro pezón de forma perfecta de Jungkook. El brote marrón parecía un guijarro, la piel se estiró cuando Yoongi lo lamió duro con la lengua. Yoongi estaba tan duro, tan dispuesto a follar a Jungkook que no podía pensar con claridad. Lo único que sabía con certeza era que tenía que tener al hombre. Tenía que estar enterrado profundamente hasta las bolas en el culo de Jungkook antes de que se volviera loco.

 

Arqueó una ceja cuando Jungkook comenzó a empujar los hombros de Yoongi. Sabía exactamente lo que el hombre quería, y Yoongi no tenía ningún problema en chupar la polla del hombre delgado. Sólo estaba un poco sorprendido de que Jungkook casi lo estaba exigiendo.

 

—¿Quieres que chupe tu hermosa polla, Jungkook?

 

Jungkook gimió y se retorció, empujó y asintió. Yoongi chupó la piel de Jungkook mientras se abría paso hacia el ombligo del hombre, lamiendo un camino alrededor de toda la circunferencia. Las caderas de Jungkook dispararon hacia adelante, y un largo gemido salió de sus labios, sus uñas estaban clavándose en la carne de Yoongi.

 

Yoongi gruñó suavemente mientras besaba un sendero hacia la cadera, rodeando la piel con la lengua, antes de besar su camino a la otra cadera.

 

Deja de provocarme, Yoongi. —Jungkook jadeaba, sus caderas se estaban meciendo hacia adelante y hacia atrás cuando Yoongi tuvo piedad de su compañero y lamió un camino hacia la cabeza de la polla goteante de Jungkook. El líquido claro se estaba reuniendo en su ombligo, una tentación que Yoongi no pudo resistir. Se inclinó hacia delante, limpiando el abdomen de su compañero, sus papilas gustativas explosionaron mientras lamía el pre-semen de su compañero.

 

Joder, sabes bien. —Yoongi espetó las palabras y luego se echó hacia atrás, mordiendo el interior del muslo de Jungkook antes de chupar una esfera en la boca.

 

—¡Yoongi!

 

Yoongi no cedió. Movió el orbe alrededor en su boca y luego chupó el saco entero de Jungkook entre los labios. La piel arrugada llenó su boca cuando Yoongi utilizó su lengua para rastrear todas y cada una de las marcas.

 

—¡Dioses, Yoongi! —Jungkook gritó cuando corcoveó sus caderas, sus manos volaron a la cabeza de Yoongi, tirando de su pelo ásperamente. Yoongi tarareaba alrededor de los testículos de su compañero, sabiendo que eso volvería aún más loco a Jungkook.

 

Y él tenía razón.

 

—¡Dios mío! ¡Oh, Dios mío! —Jungkook cantaba las palabras una y otra vez mientras Yoongi le permitía a la baba salir de su boca y luego la cogió con sus dedos. Rodeó el agujero fruncido de su compañero, su respiración se volvió inestable al sentir cuán apretado estaba en realidad el culo de Jungkook.

 

El culo del hombre iba a estrangular la polla de Yoongi.

 

Yoongi liberó las bolas de Jungkook y luego comenzó a lamer su camino hacia arriba del eje, persiguiendo la vena grande con la lengua mientras su dedo lentamente se hundió en el culo de Jungkook.

 

Jungkook hizo el ruido más extraño que Yoongi había oído en su vida cuando su dedo se hundió todo el camino. Era una mezcla entre un gemido quejumbroso y tos. Nunca había oído un sonido así antes, y vaya si Yoongi no quería escucharlo de nuevo.

 

Envolvió sus labios alrededor de la cabeza de la polla de Jungkook, succionando la cabeza mientras deslizaba un segundo dedo más allá de la banda de músculos. Jungkook hizo el sonido de nuevo, sólo que esta vez más fuerte. Yoongi sonrió alrededor de la gruesa polla de Jungkook, tirando de sus dedos todo el camino hasta el borde del culo de Jungkook, y luego estrellándolos de nuevo adentro.

 

Jungkook gritó el nombre de Yoongi mientras se abalanzaba a la mano de Yoongi, meciendo sus caderas de forma errática. Jungkook estaba desquiciado, y Yoongi se sorprendió ante la gloriosa vista. El hombre era impresionante mientras se estregaba a Yoongi.

 

Tan mal como Yoongi estaba luchando contra el acoplamiento, sabía que ya era adicto a los ruidos sexuales que Jungkook hizo cuando Yoongi metió los dedos en el culo del hombre una vez más.

 

Jódeme, jódeme, oh, dioses, fóllame. —Jungkook gritaba una retahíla de palabras mientras cabalgaba los dedos de Yoongi, su cuerpo temblaba en cada empuje hacia abajo. El hombre estaba corcoveando salvajemente, y eso era exactamente lo que Yoongi quería.

 

Él quería que su compañero olvidara su enojo, olvidara sus preocupaciones, aunque sólo fuera por la noche mientras Yoongi follaba al hombre hasta un estado comatoso. Cuando añadió un tercer dedo, Jungkook se lanzó hacia adelante, agarrando a Yoongi por el pelo y tirando de él fuera de la polla de Jungkook, golpeando con su boca abajo en los labios de Yoongi. El beso fue brutal, febril, y vaya si Yoongi no iba a correrse por la pura fuerza del beso de Jungkook.

 

Empujó el pecho de Jungkook, bajando al hombre sobre su espalda mientras Jungkook gritaba una protesta.

 

Quédate quieto —gruñó Yoongi.

 

Jungkook curvó los dedos en el colchón, pero no movió un músculo. Yoongi se levantó tan rápido como pudo y agarró el paquete de lubricante de viaje de sus jeans. No había planeado reclamar a Jungkook, pero estaba tan malditamente feliz de haber venido preparado.

 

Yoongi rasgó el pequeño paquete abriéndolo con los dientes y luego untó el gel transparente en toda su polla, añadiendo el resto en la entrada apretada de Jungkook. Iba a tener que comprar una caja de lubricante si el culo de Jungkook era tan apretado como pensaba que lo era.

 

Tal vez debería invertir en un conjunto de dildos dobles.

 

Yoongi gimió al pensarlo. Joder, quería a Taehyung aquí tanto que casi gimió. Sólo la idea de tener a los dos en la cama con él era suficiente para disparar a Yoongi cerca del borde.

 

Yoongi agarró las piernas de Jungkook, arrojándolas sobre sus brazos mientras se acercaba más, la cabeza roma de su polla presionaba el orificio de su compañero. Sabía que no debería estar haciendo esto. Yoongi sabía que no debía reclamar a su compañero. Era demasiado peligroso, demasiado arriesgado, pero joder si podía parar ahora. Yoongi estaba tan estimulado que hasta disparaba pequeños chorros de pre-semen de la cabeza de su polla.

 

Joder, eso nunca había ocurrido antes.

 

 Yoongi agarró los muslos de Jungkook mientras bloqueaba los ojos con los de su compañero, Jungkook estaba acostado ahí luciendo gloriosamente corrompido. Yoongi avanzó unos centímetros hacia adelante, sintiendo la cabeza de su polla pasar más allá del anillo y luego él estuvo completamente dentro.

 

Oh, joder —gimió Yoongi.

 

El culo de Jungkook era tan jodidamente apretado que era como un puño de hierro alrededor de la polla de Yoongi. El sudor empezó a correr por su rostro mientras luchaba contra el impulso de embestir hacia adentro. Jungkook cerró sus piernas alrededor de Yoongi y tiró de él acercándolo, encorvando sus caderas.

 

—¡Jódeme! —demandó.

 

Yoongi se salió justo hasta que la cabeza de su polla quedó encerrada en el culo de Jungkook. Miró hacia abajo y casi perdió el agarre sobre las piernas de Jungkook cuando vio la forma en que pulsaba el fruncido agujero del hombre alrededor de su polla.

 

Dioses, sólo el mirarte, a nosotros…

 

—¡Yoongi! —Jungkook se lamentó, y Yoongi se dio cuenta de que mientras él estaba mirando la vista más hermosa de la Tierra, Jungkook lentamente se estaba volviendo loco. Yoongi flexionó sus caderas y se estrelló de nuevo en Jungkook.

 

—¿Es eso lo que quieres, bebé? —Yoongi jadeó mientras embestía de nuevo, y el grito de Jungkook llenó la habitación—. ¿Quieres sentir mi polla grande partir tu dulce culo?

 

—¡Sí! —Jungkook gritó tan fuerte que Yoongi se preguntó si los vecinos podrían oírlo—. Más duro. Por favor, fóllame fuerte. ¡Folla mi culo!

 

 Las cejas de Yoongi se alzaron mientras embestía contra Jungkook de nuevo. Su compañero tenía una boca sucia. Una fan-jodida-tástica boca sucia. Yoongi la amaba. Quería más. Quería que las sucias pequeñas palabras de Jungkook lo bañaran mientras follaba al hombre hasta el próximo mes.

 

Dime, compañero —Yoongi lanzó—. Dime cuánto amas mi polla.

 

La me-mejor polla por siempre.

 

Yoongi, sonrió y se inclinó para chupar uno de los erectos pequeños pezones de Jungkook en la boca. Jungkook se volvió loco, gritando y gimiendo mientras trataba de empujar su pezón en la boca de Yoongi, y al mismo tiempo empujaba hacia atrás y se empalaba a sí mismo en la polla de Yoongi.

 

Yoongi se inclinó y cogió una almohada, empujándola bajo el culo de Jungkook y elevando sus caderas. Cambió el ángulo de sus embestidas, y la próxima vez que se estrelló contra Jungkook, los gritos del hombre se elevaron e incrementaron hasta que fueron silentes.

 

Yoongi sabía que Jungkook estaba cerca. Podía sentir la fuga de ríos de pre-semen de la polla del hombre. Sus músculos internos estaban pulsando y latiendo tan fuerte y tan rápido que se trataba de un placer exquisito en sí mismo.

 

Yoongi bajó sus brazos de las piernas de Jungkook y se inclinó sobre su compañero. Capturó las manos de Jungkook y entrelazó sus dedos, presionándolos hacia abajo en el colchón a cada lado de la cabeza de Jungkook.

 

Jungkook —susurró Yoongi mientras aminoró sus embestidas. Capturó lo pálidos ojos azules el hombre con los suyos. Ellos estaban aturdidos y llenos de asombro. No reclamar a Jungkook no era posible por más tiempo, no después de sentir cómo podrían ser las cosas entre ellos.

 

Yoongi se inclinó hacia abajo e inclinó su boca sobre la de Jungkook cuando su pasión comenzó a subir. Estaba hambriento, y su necesidad se refleja en los propios labios de Jungkook cuando sus lenguas se rozaron entre sí.

 

El profundo gemido de Jungkook y la sensación del esperma caliente del hombre rociando contra su abdomen fue la ruina de Yoongi. Se echó hacia atrás y miró a la cara feliz de Jungkook sólo por un momento y luego golpeó, hundiendo sus afilados colmillos en la tierna carne del hombre.

 

Caliente, dulce sangre le llenó la boca, abrumando a Yoongi hasta el punto de que las estrellas comenzaron a bailar delante de sus ojos. Nunca nada había sabido tan dulce. Nadie jamás le había traído tanto placer como su pequeño compañero.

 

Yoongi bebió hasta que sintió que había tomado lo suficiente como para consolidar su unión y luego lamió la herida cerrándola y se echó hacia atrás. Levantó su brazo y lo mordió hasta que su propia sangre fluyó libremente y luego lo presionó contra la boca de Jungkook.

 

Los ojos de Jungkook se abrieron como si acabara de darse cuenta de lo que Yoongi estaba haciendo, pero ya era demasiado tarde. La suave inhalación del hombre aseguró que la sangre de Yoongi se metiera en el sistema de Jungkook. En el momento en que Yoongi sintió un cosquilleo en la parte posterior de su cabeza, la luz blanca brilló, y él estalló en éxtasis.

 

Yoongi echó hacia atrás la cabeza y rugió su liberación. Su pulso latía con fuerza mientras sentía el nudo en el extremo de su polla espesarse y afianzarse dentro del apretado culo de Jungkook. Moverse se volvió casi imposible. Yoongi apenas mecía suavemente sus caderas hacia atrás y hacia adelante mientras miraba al hombre que ahora le pertenecía.

 

«Mi compañero».

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CAPITULO 8

Amanecía. Jin y Namjoon se despedían de Taehyung Y Yoongi.   El destino los separaba una vez más.   Yoongi y Taehyung se quedaron en...