sábado, 13 de agosto de 2022

CAPITULO 5

— ¿Yo? —Chillé, mis ojos estaban ensanchados—. ¿Cómo es esto de alguna manera mi culpa? Fui por una carrera desde que no lo conseguí la otra noche, y oí aullidos acercándose a mí. Imaginé que habían olido a un lobo extraño y fui a identificarme. ¡La siguiente cosa que sé es que están gruñendo y persiguiéndome! Cambié de nuevo después que me sujetara, pensado que si él veía quien era yo, sabrían que yo no sería una amenaza.

 

—¡No puedes ser tan jodidamente estúpido!— Gritó  Yoongi a todo pulmón e interrumpiéndome—. No pensaban que eras una amenaza, querían joderte.

 

—Me estaba dando una idea poco antes de que aparecierais —susurré cuando sentí mis rodillas temblar y querer fallar—. Sólo no entiendo por qué. ¿Por qué yo? Quiero decir, tenían que saber que yo era tuyo, ¿cierto?

 

—Yoongi, él no lo sabe —jadeó Jimin cuando llegó y agarró el hombro de nuestro Alfa. Yoongi le miró antes de que sus ojos volvieran a mí y estuvieran abiertos.

 

 —¿Saber qué? —Grité cuando eché un vistazo a los tres—. ¡Esto no fue mi culpa! No empecé esto o hice nada malo, Yoongi, te lo juro.

 

—Eres un Omega, bebé —dijo después de tomar unas pocas respiraciones tranquilas como si eso debiera explicármelo todo.

 

Vi lágrimas brillando en sus ojos y mientras yo estaba completamente confuso con lo que estaba pasando, sabía que era grande. Caminé los diez pasos que nos separaban tan rápido como pude y me lancé a sus brazos. Jadeó en sorpresa cuando aplasté mis labios con los suyos. Me envolví alrededor de él cuando me besó con labios, lengua, y dientes mientras sus manos se apoyaban mi culo.

 

—Nunca más, bebé. Nunca salgas solo de nuevo, nunca, Taehyung —dijo con una vacilante voz cuando enterró su cara en mi cuello—. No podemos perderte, bebé. Y no te atrevas a pensar que lo digo porque eres el Omega de la manada. Jode eso, no podemos perderte, Taehyung.

 

—Lo siento, Yoongi —susurré mientras lamía su cuello hasta su oreja. Todavía no tenía ni idea por qué estaba tan perturbado pero yo sólo sabía que quería arreglarlo. Y después de todo él, Jungkook, y Jimin me salvaron de un posible destino peor que la muerte. Necesitaba sentir a mis grandes y fuertes hombres—. Está bien, Yoongi, estoy bien, juro que lo estoy. Estoy sólo un poco tembloroso, pero no voy a ninguna parte.

 

—No está bien, Taehyung —gruñó mientras mordía mi hombro y sus manos exprimían mi culo—. Podríamos haberte perdido porque nadie te dijo algo tan importante como que todo el mundo constantemente querrá joderte y tu olor puede conducirlos a la locura. Podríamos haberte perdido porque yo fui descuidado y no repasé las normas sobre ti yendo a cualquier lugar solo.

 

—Pero no lo hiciste. Estoy bien aquí y te necesito bien ahora —gemí cuando froté mi dura polla contra su estómago mientras lamía y chupaba cada pulgada de piel a la que tenía acceso—. Hablaremos más tarde, y me explicarás todo, dime las reglas, átame a tu cama si quieres. Sólo tómame ahora, Yoongi. Necesito a mis hombres.

 

—No voy a joderte después de que fuiste atacado y casi violado, bebé —dijo firmemente, pero sentí su polla poniéndose dura y rozando mi culo. Parecía que sus dos cabezas estaban luchando por quien estaba a cargo. Personalmente, yo quería que la cabeza de más abajo ganara. Moví mis caderas así que él estaba empujando contra mi agujero mientras yo intentaba tomarle dentro de mí—. Taehyung, tienes que parar eso. Incluso no estás extendido.

 

—No me importa —jadeé y entonces gemí cuando me levantó más alto de su cuerpo. Me incliné lo suficiente para así poder mirar dentro de sus ojos y ver el conflicto de emociones en su cara—. ¿No te dejé claro lo que necesitaba cuando te besé? Te estoy pidiendo que me tomes, para sentirte incluso si me daña porque no tenemos lubricante. Por favor no me rechaces, Yoongi.

 

—De acuerdo, bebé, si eso es lo que necesitas porque necesito sentirte, también —contestó, y vi que la lujuria se había impuesto contra todo lo demás cuando me besó—. Preparadle.

 

No estuve seguro de a quien le había hablado cuando su lengua se deslizó dentro de mi boca. Pero lo imaginé cuando sentí dos manos más en mi culo y entonces otro conjunto de labios en mis hombros. Gemí fuertemente, aunque el sonido fue tragado por Yoongi cuando ya que nunca paró de besarme. Entonces sentí la lengua de alguien lamer mi agujero, y rompí el beso para gritar.

 

—Santa madre del infierno —gemí cuando miré sobre mi hombro. Los labios de Jimin se encontraron con los míos, y supe que él era quien estaba besando mis hombros, y eso significaba que Jungkook era el que lamía mi culo. Necesitaría recordar agradecerle más tarde por otra primera experiencia que me encantó—. Mierda, Jungkook, voy a convertirme en tu amante esclavo con esa lengua.

 

—Cualquier cosa que nuestro bebé quiera —Jungkook se rió entre dientes antes de empujar su lengua profundamente dentro de mí. Me di cuenta que Yoongi estaba gruñendo suavemente cuando sentí las vibraciones en su pecho. Volviéndome hacia él, vi el ceño fruncido en su rostro.

 

—No empieces —ordené, alzando una ceja mientras intentaba pensar coherentemente con lo que Jungkook me estaba haciendo—. Vine contigo primero, te pedí que me tomaras, y me besaste inmediatamente. No empieces esta mierda celosa porque estoy halagando a Jungkook mientras me está dando placer y comiendo mi culo.

 

—Tienes razón, lo siento —dijo Yoongi  cuando suavemente lamió mi labio inferior. Era un signo de sumisión y usado para pedir perdón en la cultura de los lobos. También era algo que los werelobos hacían a veces, aunque nunca me hubiese imaginado en un millón de años que un Alfa podría hacer eso a un Omega—. Toda esta adrenalina está fluyendo a través de mí, y vosotros casi estabais tomándola de mí. Estoy sintiéndome muy territorial.

 

—Todos nosotros lo estamos, Yoongi —dijo Jimin detrás de mí—. Todos nosotros estábamos gruñendo cuando él se fue hacia ti y no hacia nosotros.

 

—Lo siento —susurré, sintiéndome culpable de que les hubiera disgustado y fallado totalmente. Vi como de disgustado estaba Yoongi, y mientras todavía no estoy seguro del todo de lo ocurrido, yo quería hacerle sentir mejor. 

 

—Nada que lamentar, bebé —contestó Jimin cuando acarició un lado de mi cuello mientras Yoongi acarició el otro. La lengua de Jungkook todavía estaba ocupada, pero añadió dos dedos, consiguiendo un gran gemido de mí. Tres hombres me estaban dando toda su atención mientras cada uno de ellos quería la mía. Era como si hubiese muerto e ido al cielo —. Entendemos que no era sobre ti cuidando de Yoongi más que de nosotros. Era la situación, él ya estaba hablando contigo, y enviando a los chicos malos lejos.

 

—Pero todos vosotros me salvasteis, y sé eso —dije cuando incliné mi cabeza para coger sus labios otra vez—. Sólo necesitaba hacer que su tristeza se alejara. Y necesito sentiros a los tres, no dudéis eso. Planeo teneros a los tres antes de que nos vayamos de aquí.

 

—Entonces manos a la obra porque ya estás listo — gruñó Jungkook cuando sacó sus dedos de mi culo. Antes incluso de que pudiese decir algo, Yoongi movió sus manos para agarrar su polla y bajarme sobre él. Yo estaba más que estirado, pero la saliva no era el mejor lubricante, así que hubo algo de ardor. Lo cual estaba bien desde que descubrí la noche pasada que me gusta algo de ardor.

 

—Tómame, reclámame, poséeme —jadeé cuando miré a Yoongi mientras él tocaba fondo dentro de mí. Sus ojos como platos cuando parecía que yo iba a decir exactamente que él se sentía en ese momento y quería de mí. Yo no estaba seguro de cómo sabía que eso estaba en su cabeza. Sólo lo sabía—. Me entrego a ti libremente, Yoongi. Sin contratos, sin acuerdos como Alfa y Omega. Yo, Kim Taehyung, te quiero, Min Yoongi, para ser dueño de mi cuerpo, mi alma, y mi corazón.

 

—Acepto y te doy lo mismo, bebé —dijo suavemente mientras una lágrima escapaba de sus ojos. Entonces nuestros labios se encontraron, y todo era fuegos artificiales y la necesidad.

 

Nos movió para que yo estuviera medio recostado contra Jimin y Jungkook mientras Yoongi golpeaba duro y rápido dentro de mí. Yo tenía un brazo enlazado alrededor del cuello de Yoongi y otro que se remontaba alrededor del de Jungkook. Jimin sostenía la mayor parte de mi peso debajo de mi culo y chupaba y mordisqueaba su marca de pareja.

 

—Me voy a correr —grité sólo minutos después de que Yoongi hubiera entrado en mí. Todas las sensaciones, emociones, y necesidades dándonos vueltas fueron demasiadas para manejarlas. Grité a los cielos y pinté el pecho de Yoongi con mi semen. Él rugió cuando disparó su libración dentro de mí.

 

—Mi turno —gruñó Jungkook cuando me inclinó de nuevo contra el pecho de Yoongi y maniobró contra el árbol. Yo había terminado mi orgasmo, y Yoongi disparado su último chorro dentro de mí cuando él asintió con la cabeza a Jungkook. Realmente yo no estaba seguro quien hizo que, pero sentía la polla de Yoongi abandonarme y la de Jungkook empujando contra mi agujero—. Me comprometo contigo, bebé. Si me aceptas, todo lo que quiero es a ti, Yoongi y Jimin.

 

—Sí —siseé, y empujó dentro de mí duro—. Joder, sí, Jungkook. Golpea dentro de mi culo.

 

—Omega lascivo —jadeó Yoongi cuando se inclinó para besar mi hombro. Se movió un poco, y vi que estaba mirando a Jungkook—. ¿De verdad nos quieres a todos nosotros?

 

 —Sí, nos quiero a los cuatro para ser parejas y una familia —gruñó cuando empujó dentro de mí—. Te he amado a ti y a Jimin toda mi vida. —Yoongi parpadeó rápidamente antes de llegar junto a mí, agarrando el cuello de Jungkook, y atrayéndolo tan cerca de él que yo estaba completamente encajonado entre ellos. Yo no podía ver tanto como escucharles besándose mientras movía mis caderas en  la polla de Jungkook.

 

—Ven aquí, mi pareja —jadeé cuando atrape la mirada de Jimin y fruncí mis labios para él. Sonrió extensamente antes de que su boca se pegara a la mía. Jadeé cuando Jungkook comenzó a joderme más duro. Rompiendo mi beso con Jimin, vi que Yoongi y Jungkook lo habían dejado  también.

 

—Siempre supe que eras lo que necesitábamos — susurró Yoongi misteriosamente cuando acunó mi mejilla. Yo no estaba seguro de que diablos estaba diciendo, pero estaba tan metido en la polla golpeando en mi culo que no tenía ninguna neurona para pensar—. Muérdeme, bebé. Márcame como tuyo, Taehyung.

 

—¿De verdad? —pregunté, sus palabras  consiguieron que mi lujuria se nublara. Sentí mis caninos extenderse por la petición, pero necesitaba estar seguro. Yoongi sonrió y asintió con la cabeza cuando inclinó su cuello para darme mejor acceso. No dudé. Me incliné hacia delante y le mordí cuando él extendió la mano y sujetó mi cabeza en su cuello. En un segundo su dulce sangre pasó por mi lengua, gruñí y me corrí sobre él otra vez.

 

 —Mierda, mierda, me voy a correr —gritó Jungkook segundos antes de disparar en mi culo. Levanté mi cabeza del hombro de Yoongi e inclinó mi peso sobre Jungkook mientras él se mantenía bombeando más y más de su semilla dentro de mí.

 

—Amo estos maratones cuando nadie está mirando — gemí cuando Jungkook salió de mí momentos después.

 

—¿Eso significa que todavía tienes energía de sobra para mí? — preguntó Jimin tranquilamente.

 

—Por supuesto —le sonreí extensamente, sabiendo que él necesitaba más tranquilidad. Le quería después de haber tenido mi cerebro follado por sus amigos—. Siempre tengo más que deseo suficiente para ti, mi pareja.

 

—Bien —gruñó cuando me sacó de los brazos de Yoongi. Nos hundimos en el suelo cuando Jimin se echó sobre su espalda para que yo me sentara a horcajadas sobre sus caderas—. Demasiado malo no tenemos un sombrero vaquero para ti, bebé, porque me vas a montar mientras te jodo bien.

 

 —Exigente. —Me reí cuando intenté disparar a Jungkook una mirada mordaz, pero fallé miserablemente. Me volví hacia Jimin y me incliné hacia su pecho cuando él movió su polla en mi agujero—. Márcame con esa enorme polla, mi pareja.

 

—Oh, sí —gimió Jimin cuando empujó duro dentro de mí. Grité de placer cuando tocó fondo dentro de mí. Asegurando mis manos en sus pectorales, él colocó sus pies para que pudiera obtener algún apoyo. Era bueno con su palabra, jodiéndome como un animal cuando yo movía mis caderas hacia abajo para encontrarle—. Mierda, bebé. No voy a durar después de verte así. ¡Se siente demasiado bien joderte!

 

—Más duro, Jimin, tómame más duro —gemí cuando sus ojos se ensancharon—. No me harás daño, mi pareja. Necesito sentirte durante días después de esto.

 

—Tan caliente —siseó cuando golpeó dentro de mí tan duro que jamás hubiera creído posible. Jimin se vinculaba a mi próstata todo el tiempo, y no tomó mucho para mí no solo estar duro sino explotar de nuevo—. Córrete para mí, mi amor, mi pareja.

 

 —Jimin —grité cuando disparé mi semilla sobre todo su pecho. Él gritó mi nombre y se corrió dentro de mí mientras mi cuerpo comenzaba a relajarse. Luces explotaron detrás de mis ojos cuando la fuerza de mi orgasmo se apoderó de mí en olas. Estaba empezando a experimentar mareos después de los ruegos de correrme tres veces en tan corto periodo. Pero estaba muy contento desde que supe que podría hacerles daño si yo me corría con uno o dos de ellos y no con todos ellos.

 

—Te tenemos, bebé. Ahora descansa —susurró Jimin suavemente cuando me derrumbé en su pecho. Quería decir gracias y lo bueno que fue, pero nada salió. Vagamente les oí hablando de fondo pero sólo entendí unas pocas cosas.

 

—¿Está más alto? —preguntó Jungkook.

 

—Juro que está más pesado que la otra noche —dijo Jimin, y eso fue la última cosa que oí antes de que la oscuridad me tomara. Contento de saber que también pensaban así, o si estábamos perdiendo nuestras mentes, por los menos era de todos nosotros.

 

********************

 

—Su archivo decía que medía 1.65 cm. —dijo Yoongi, despertándome cuando yo yacía en algo duro. Me di cuenta que estaba en la mesa de la cocina mientras Yoongi, Jimin, Jungkook, y Amanda estaban a mi alrededor. ¡Y estaban midiéndome! Sentía la cinta métrica de costura envolver alrededor de mis caderas—. Tiene 31 de cintura, también.

 

—¿De verdad? ¿Tenías que hacer esto en la mesa en lugar de una cama blanda? —gruñí, mi garganta seca por todos los gritos de antes. Sólo el recodarlo me hacía sonreír.

 

—Mierda, lo siento, bebé —dijo Jimin cuando me cogió en sus brazos. Le sonreí, amando que instantáneamente cuidara de mis necesidades—. ¿Podemos conseguirte cualquier cosa?

 

—Más o menos un galón de café y podría comer una vaca —respondí mientras inclinaba mi cabeza para besarle—. Y sí, mido 1.65 con veintiocho de cintura.

 

—No más, Taehyung —dijo Amanda suavemente y entonces se dirigió a mi nueva máquina espresso.

 

—¿Qué quieres decir con no más? —pregunté, sintiendo un pozo en mi estómago cuando me asusté—. La gente no tiene períodos de crecimiento a los veintiuno.

 

—Te medimos seis veces, bebé —respondió Jimin cuando se sentó en una de las sillas conmigo en su regazo—. Ahora mides 1.73 cm. y tu cintura está ahora en treinta y uno.

 

—Debéis de haber medido mal —dije, sacudiendo mi cabeza mientras mis cejas se juntaron.

 

—No lo hicimos —respondió Yoongi cuando se sentó en la silla al lado nuestro. Se volvió para estar frente a mí, y me observó con preocupación—. Has crecido, y no estamos seguros de por qué. Eso es por qué Amanda pensaba que habías perdido peso, ahora está distribuido de manera diferente.

 

—¿Cómo es eso posible? —pregunté, mirando de él a Jungkook y entonces sobre Amanda, que estaba haciéndome un latte. Eso tuvo otra pregunta saliendo de mí—. ¿Y a quién tengo que agradecer por mi maravilloso regalo?

 

—Yoongi —dijeron Jungkook y Jimin a la vez cuando el hombre en cuestión se ruborizó, las puntas de sus orejas se volvieron rojas.

 

—Bien, en realidad es de todos nosotros, un tardío  regalo de cumpleaños. —Se encogió de hombros cuando retorció sus manos juntas. Le di unas palmaditas al brazo de Jimin que me estaba sujetando contra él y me bajé de su regazo.

 

 —Hey —chillé cuando pellizcó mi culo.

 

—Sólo comprobaba que no habías perdido peso —dijo Jimin sosteniendo sus manos en rendición—. Tengo debilidad por tu trasero y necesitaba comprobar que no estaba plano.

 

—Oh, bien entonces déjame darte una mejor vista. — Sonreí cuando sostuve mis brazos en los muslos de Yoongi y me incliné—. ¿Todavía hay suficiente trasero para ti, mi pareja?

 

—¿También puedo comprobar? —Gimió Jungkook, y sentí sus manos en mi culo mientras Jimin frotaba mi trasero—. Se siente perfecto para mí.

 

—Me alegra que pienses así —dije, mordiendo mi labio para contener mi propio gemido dentro. Me levanté y entonces inmediatamente me senté a horcajadas en el regazo de Yoongi mientras tomaba su cara en mis manos. Él finalmente se encontró con mi mirada cuando le sonreí extensamente—. Amo mi regalo. Es el más considerado, amado y maravilloso regalo que he tenido en toda mi vida, Yoongi. Es demasiado caro, pero no te diré que me des algo menos costoso cuando es evidente que pensante acerca de ello.

 

 —Tú vales mucho para mí —susurró, y sus mejillas se pusieron incluso más rojas—. Quiero que seas feliz y si un espresso te hace sonreír por la mañana, quiero eso. Si quieres café especial, podemos ordenarlo, Taehyung. Quiero decir eso cuando digo que te quiero aquí y que no queremos perderte.

 

—Te creo —dije, lamiendo su labio inferior. Los ojos de Yoongi se ensancharon por el gesto de sumisión y confianza. En realidad yo no tenía nada por lo que disculparme, pero en la cultura lobo podía significar todas y cada una de esas cosas. Gruñó su aprobación antes de aplastar sus labios con los míos. Después de unos momentos de intensos pellizcos, mordiendo, y mostrando su dominio en el beso, comenzó a ser amable—. Puedes hacerlo todos los días, es caliente.

 

—Me alegra que pienses así —jadeó Yoongi cuando comenzó a sonreír—. Pero si fuéramos más lejos, podría estar midiendo tu altura en esa mesa tanto como la fuerza que la mesa pueda soportar.

 

 —O podríamos ver qué otra cosa se podría haber hecho más grande en mí. —Agité mis cejas cuando la boca de Yoongi se quedó boquiabierta por mis insinuaciones—. Pero en serio, amo mi regalo. Muchas gracias.

 

—Me alegro de que esté decidido, y quizás tus chicos puedan recordar que estoy aquí. —Amanda aclaró su garganta cuando me trajo un latte—. Dejé el ajuste de calor donde lo tenías incluso si no la usaste esta mañana.

 

—Eres una diosa. —Gemí después de tomar un sorbo. Miré por encima como el cocinero entraba en la cocina. Amanda me había dicho que su nombre era Frank. Era un hombre más bajo, quizás de mi altura. Frank siempre estaba sonriendo, mostrando sus arrugas alrededor de su boca y ojos. Si tuviera que adivinar, diría que estaba a finales de los cincuenta—. No tenías que llamar a Frank, puedo obtener mi propia comida.

 

—Tonterías —se burló Frank balanceando su mano frente a mí—. Me gusta el estilo en la cocina que solicitas. Algo diferente de los constantes filetes y hamburguesas de los otros tres.

 

—¿Qué comes que es tan extraño, bebé? —Preguntó Jungkook mientras miraba de Frank a mí—. No es nada que pueda hacerte crecer ocho centímetros.

 

 —Frank hace la mejor omelet del mundo —respondí, batiendo mis pestañas al cocinero—. Podría estar dispuesto a dar mi testículo izquierdo por un par en este momento. ¿Alguna posibilidad de que necesites hacer algún trabajo en la computadora, Frank? Seré tu esclavo de la tecnología de por vida.

 

—En realidad sí, el portátil de mi esposa está siendo una bestia. —Frank se rió entre dientes y comenzó a cascar huevos. Entonces sostuvo un batidor y lo balanceó en mi dirección—. Me alegraría dejarte ayudar con eso, pero debes mantener tus testículos donde pertenecen, jovencito.

 

—Estoy totalmente de acuerdo —susurró Yoongi en mi oído mientras su mano se movía entre mis piernas.

 

—Realmente podría acostumbrarme a toda esta atención y mimos. —Gemí, inclinándome contra la mesa mientras bebía mi café para darle mejor acceso.

 

—Cogí algunas cebolletas frescas de la tienda. ¿Te sientes aventurero, Taehyung? —preguntó Frank, dándome un guiño.

 

 —Oh, sí —gemí, lamiendo mis labios—. Eso suena fantástico.

 

—Realmente puedes ver sexo hasta en un palo — susurró Yoongi cuando se inclinó y lamió mi cuello. Le sentí duro debajo de mí y me retorcí en su regazo. Jimin y Jungkook olfatearon el aire antes de gemir, oliendo nuestro deseo—. ¿Quién diría que la comida conseguiría excitarnos?

 

—Bien, parece que soy un chico en crecimiento. —Sonreí pero entonces sentí frío. Todavía no sabía por qué estaba creciendo, y estaba un poco asustado.

 

—Juro que voy a conseguir un cubo de hielo para vosotros chicos. —Amanda se rió entre dientes mientras ponía la mesa.

 

—Así que realmente, ¿qué está haciendo Frank para ti, bebé? —preguntó Yoongi, y me di cuenta que él podía sentir mi cambio de humor y estaba intentando distraerme. Le sonreí cuando entendí lo que estaba haciendo.

 

—Está haciéndome mi favorito. —Le sonreí—. Tres omelet con queso, tocino, pimientos verdes, cebollas, tomates, y un poco de crema agria. Es como el cielo en tu boca.

 

 —Eso suena realmente bueno —dijo Jungkook, volviendo hacia Frank—. ¿Puedo obtener uno también, por favor?

 

—Yo también —añadieron Yoongi y Jimin a la vez, pero Yoongi continuó: —Se nos ha abierto el apetito yendo en ayuda de alguien. Tenemos que hablar de eso, Taehyung.

 

—De acuerdo, estoy listo —respondí suavemente  con una inclinación de cabeza.

 

—Primero tengo una pregunta —dijo Jungkook, enfocándose sobre Frank, quien estaba cocinando como los dioses—. ¿Te sientes atraído por Taehyung y su poder?

 

—Puedo sentir su poder, está creciendo, y ni siquiera lo esta aprovechando plenamente —respondió Frank con una inclinación de cabeza. Sus cejas se arrugaron cuando continuó—. Pero no estoy atraído hacia él como pienso que quieres decir. Quiero decir él es lindo como un botón, pero no es mi tipo. Sin ánimo de ofender, chico.

 

—No me ofende. —Me reí, antes de darnos cuenta de sus palabras—. Entonces ese hombre estaba mintiendo, ¿no?

 

 —Sí, pienso que Ben está lleno de mierda. —Jungkook inclinó la cabeza cuando miró a Yoongi—. Conocí a un Omega antes, y fui más que capaz de controlarme a mí mismo. Quiero decir, sí sentí la atracción de su poder, pero no ataqué al chico para intentar cogerle.

 

—No sabía que la gente pudiera sentirse atraída hacia mí como para hacer eso. —Suspiré cuando deposité mi ahora vacía taza. Acaricié mi cara en el cuello de Yoongi para confortarme cuando sus fuertes brazos se envolvieron a mí alrededor—. Mis padres nunca me dijeron nada sobre no poder salir solo. Quiero decir, he estado solo alrededor de mi manada antes sin ningún problema.

 

—Eso era cuando todavía eras virgen, bebé —dijo Jimin tranquilamente mientras frotaba mi espalda—. Cuando tuvimos la ceremonia, fue como encender una llama dentro de ti para que tu poder creciera. Eso es lo que nos ayudará a estar contigo.

 

—¿De modo que eso me hizo más alto? —pregunté, volviendo mi cabeza para mirarle con la confusión que sentía—. ¿Os estáis sintiendo más fuertes?

 

 —Sí, somos mucho más rápidos de lo que éramos antes, —admitió Jungkook. Entonces explicó lo que me había perdido y cómo me habían encontrado. Parecía que mis hombres volvieron a casa después que yo me había ido, y Amanda les había dicho donde estaba. Por supuesto se dieron cuenta que yo podría estar en peligro e inmediatamente condujeron hacia las tierras de la manada.

 

Cuando vieron el camión de Ben allí, bajaron de un salto, corrieron, y se lanzaron en persecución hacia donde oyeron venir los aullidos. Entonces por supuesto, me rescataron, y entonces todos tuvimos alucinante sexo. Se dieron cuenta que yo estaba más grande que hace dos días, o incluso ayer, así que regresaron hacia los vehículos con un Omega que perdió el conocimiento. Llegamos a casa quizás diez minutos antes de que yo despertara en la mesa de la cocina siendo medido.

 

—De acuerdo, así que voy a sufrir un colapso —dije mientras frotaba mis sienes, intentando aliviar la presión alojada allí—. Nunca podré salir solo otra vez porque no sabemos cuántos miembros de la manada podrían reaccionar al poder que sienten de mí o podrían ser gilipollas y sólo intentar tomarlo. Fan-maldito-tástico.

 

 —Hay una razón por la que el Alto Consejo aprobó las leyes acerca de cómo necesitan ser tratados los Omegas — susurró Yoongi cuando sus ojos se llenaron con simpatía—. Sé que odias como fuiste contratado, pero es por más que sólo dar fuerza al círculo interno, bebé. Es también que todo Omega será protegido. Una vez alcanzas los veintiuno, eres como una bomba atómica de poder sin explotar, y algunas personas podrían hacer cualquier cosa para tenerte.

 

—Eso es también por qué los contratos con más que sólo el Alfa —dijo Jungkook cuando pasó sus manos sobre su cara con frustración—. Si el círculo interno es fuerte, lleva a una manada estable y próspera. Pero también hace que tú tengas a tres protectores muy fuertes contra cualquiera que quisiera tomarte y usarte.

 

—El camión de Ben estaba estacionado junto a la SUV de Jimin, ¿cierto? —pregunté, un pensamiento viniendo hacia mí. Los tres inclinaron la cabeza cuando Frank y Amanda trajeron el desayuno y entonces se sentaron. No estaban comiendo, pero esta conversación les afectaba también, ya que, yo estaba viviendo aquí. Quiero decir, Amanda no había sabido que yo no podía ir solo—. Ben me dijo que Yoongi no estaba allí para protegerme. No creo que tropezaran conmigo yendo en una carrera en las tierras de la manada, chicos.

 

 —Estoy de acuerdo —suspiró Yoongi cuando se inclinó en su silla—. Tenemos esta misma reunión todos los viernes por la mañana con los ancianos de la manada. Podrían haber visto mi SUV allí, pero sabían que yo no estaba. Podría haber sido demasiado fácil para ellos vigilar la casa en busca de la oportunidad de que salieras solo cuando sabían que nosotros podríamos estar ocupados. Quiero decir, ¿por qué no estaban cinco hombres en el trabajo un viernes por la mañana?

 

—Esto se pone cada vez mejor y jodidamente mejor — me quejé cuando ataqué mi desayuno—. Y también quiero saber por qué carajo estoy cada vez más grande, y cuánto más grande podría llegar a ser. Ninguna de mis ropas va a ajustarme. ¡Ya he crecido ocho centímetros en dos días por el amor de dios! No tengo para pagar un nuevo guardarropa.

 

—Descifraremos esto, bebé —dijo Yoongi cuando besó mi cuello. Me volví en su regazo, pero él me mantuvo allí cuando fui a tomar una silla para mí. Se sentía bien sólo sentarme y comer en su regazo y también necesitaba el consuelo—. No estás solo en esto, Taehyung. Estamos aquí para ti, y obtendremos respuestas.

 

 —Lo sé, sólo estoy de mal humor, pero creo que eso es comprensible después de todo esto —contesté. Nadie dijo nada de ninguna manera, pero mirando alrededor de la mesa, vi en todos miradas simpáticas. Todo el tiempo parecía que cuando las cosas mejoraban un poco en mi vida, toneladas de mierda eran volcadas sobre mí. En algún momento y tiempo podría ser más de lo que una persona pudiera manejar. Y mientras yo estaba contento de que mis hombres estuvieran dispuestos a ayudarme a soportar la carga, ¿cuánto más iba a venir?

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