sábado, 30 de abril de 2022

CAPITULO 13

—Maldita sea, ustedes son ruidosos.

 

Yoongi gruñó y se dio la vuelta, extendiendo sus garras para luchar con quien fuera que estuviera detrás de él, hasta que vio a Wondin y Ben ahí de pie, sonriendo. Levantó el dedo medio y se los mostró a los dos. Wondin y Ben se rieron y se acercaron.

 

—Les tomó bastante tiempo llegar aquí —espetó Yoongi—. ¿Qué,se detuvieron por donas en el camino?

 

—Sí —dijo Wondin. Hizo un gesto hacia Ben con el pulgar—. El ayudante del alguacil estaba tratando de comerse sus zapatos.

 

—No lo estaba —gruñó Ben—. Aquí el señor “No- puedo-parar-por-direcciones” se perdió.

 

Las cejas de Yoongi se alzaron en estado de shock.

 

—¿Te perdiste? —Su hermano nunca se perdía. De hecho, él era conocido por su sentido de orientación. Estaba encantado cuando el rostro de Wondin se sonrojó y su hermano apartó la mirada. Tendría material de por vida por esto. No podía esperar para compartir esto con Hoseok.

 

Él se reiría como un tonto.

 

—¿Podemos irnos? —espetó Wondin—. El Alfa Kim nos está esperando.

 

Yoongi rodó sus ojos mientras seguía a Wondin y Ben de vuelta a su vehículo. Podía oír a los otros caminar detrás de él. Un gran alivio lo llenó cuando se dio cuenta de que ellos podrían poner fin a su peligrosa situación.

 

Yoongi estaba un poco sorprendido cuando llegaron a la carretera después de unos pocos minutos. No se había dado cuenta de que estaban tan cerca. Por supuesto, se suponía que estaban caminando cerca de la carretera, pero Yoongi no quería acercarse demasiado. No tenía idea de quién podría pasar conduciendo.

 

Yoongi también estaba aliviado de que su hermano trajera una SUV y no una camioneta.

 

«Oh, su camioneta».

 

—Ellos volaron mi camioneta, Wondin. —A él realmente le gustaba esa camioneta.

 

—¿Quiénes son ellos? —preguntó Wondin sobre su hombro.

 

—Vampiros, hombres lobos, pendejos. —Yoongi se encogió de hombros—. Tú escoge. Esta noche, parece que todos estaban detrás de nosotros.

 

—¿Vampiros?

 

—Sip.

 

—Oh, eso no es bueno.

 

Los ojos de Yoongi se abrieron de par en par.

 

—¿Te parece?

 

—Yoongi.

 

—Sólo abre la puerta, Wondin. Namjoony se está poniendo pesado, y tengo una herida de bala en mi brazo.

 

—¿Por qué no dijiste nada? —espetó Wondin, extendiendo sus manos— Aquí, dámelo a mí.

 

Namjoony escogió ese preciso momento para despertar. Levantó la cabeza, le dio una mirada a las manos que Wondin tendía hacia él, y gritó a todo pulmón. Yoongi parpadeó un momento, sus oídos pitaban y luego acunó a Namjoony en su pecho, murmurándole suavemente.

 

—Ssshhh, está bien, Namjoony. Cálmate.

 

—¿Namjoony?

 

—Él es Namjoony —dijo Yoongi—. Tae está sosteniendo a la hermana pequeña de Namjoony, Carrie. Desafortunadamente, ellos son víctimas de este caos. Sus padres fueron asesinados tratando de salvarlos. Virgil fue capaz de llevarlos con Ethan, quien los tenía cuando fuimos a rescatarlo.

 

—¿Virgil? ¿Ethan? —Wondin miró más allá de Yoongi— ¿Asumo que son los otros dos chicos que están contigo?

 

—Virgil y Ethan son parte de nuestra manada, Wondin.

 

—¿Y por qué demonios nunca me reuní con ellos?

 

—Uh… creo que puedo responder a eso —dijo Virgil mientras daba un paso adelante—. Estaba en el extranjero cuando el Alfa nos llamó a la reunión obligatoria, y Ethan estaba cuidando niños. Planeaba presentarme con el Alfa Park cuando regresé, pero Timmins estaba esperando por mí. Te puedes imaginar qué pasó después de eso.

 

—¿Qué estabas haciendo en el extranjero? —preguntó Wondin, luciendo escéptico.

 

—Me  temo  que  sólo  puedo  discutirlo  con  mi Alfa.— Virgil cruzó los brazos sobre su pecho como si retara a Wondin a que lo empujara más lejos.

 

Yoongi, sin embargo, no estaba sorprendido en lo más mínimo cuando su hermano asintió con la cabeza como si entendiera de dónde venía Virgil y se volvió a abrir la puerta trasera de la SUV. Si Virgil estaba en el extranjero haciendo algo parecido a lo que Wondin hizo, entonces Wondin comprendía la necesidad de mantener el secreto.

 

Ni siquiera Yoongi sabía todo lo que su hermano había hecho o experimentado en los años en que se fue de casa y cuando regresó. Pero lo que sí sabía es que había cambiado a Wondin, y no necesariamente para mejor.

 

Wondin era más cerrado de lo que había sido cuando era joven. Era más duro, y había un aire peligroso en él que Yoongi no podía aspirar a alcanzar. Yoongi sospechaba que esa era la razón de que Wondin estuviera teniendo tantos problemas con sus parejas.

 

Yoongi se subió a la SUV y acomodó a Namjoony en el asiento junto a él. Puso a ambos el cinturón de seguridad y luego se volvió para tomar a Carrie mientras Tae se subía por el otro lado. Una vez que Tae se puso el cinturón de seguridad, tomó nuevamente a Carrie y abrochó el cinturón de seguridad junto a él. Wondin y Ben subieron en la parte delantera del vehículo. Virgil y Ethan subieron en la parte de atrás.

 

—¿Está todo el mundo listo? —preguntó Wondin.

 

—Sí, pero debemos parar en la primera tienda que encontremos para comprar sillas para niños —dijo Tae—. No es seguro para los niños viajar de este modo.

 

Yoongi sonrió.

 

—Ellos son cambiaformas lobo, Tae —dijo Wondin—. Sabes eso, ¿verdad? Son más fuertes que los niños humanos.

 

—¡Siguen siendo niños! —espetó Tae—. También podríamos recoger algunos suministros médicos antes de que Yoongi sangre sobre todo.

 

Yoongi no pensaba que estuviera sangrando más. Su cambio debió haber empezado el proceso de curación. Pero él no estaba cerca de decirle eso a su pareja, no con el humor en el que Tae estaba. El tipo algunas veces podía ser algo tenebrosamente obsesivo.

 

—Está bien, vale. —Wondin levantó las manos en señal de rendición—. Pararemos en la primera tienda que tenga sillas para niños.

 

Tae parecía satisfecho con eso. Envolvió su brazo alrededor de Carrie y la atrajo a su lado y luego le sonrió a Yoongi. Yoongi se echó a reír e hizo lo mismo con Namjoony, extendiéndose para tomar la mano de Tae y entrelazar sus dedos.

 

—Está bien, Wondin, llévanos a casa.

 

Yoongi levantó la cabeza cuando se detuvieron en la entrada de la casa del Alfa Kim. Se estiró para sacudir el hombro de Tae hasta que empezó a despertar.

 

—Estamos en la casa de tu padre, bebé.

 

Tae levantó la cabeza del apoya cabeza donde estaba descansando y miró por la ventana.         

 

—Dios, finalmente estamos en casa. Estaba empezando a preguntarme si alguna vez llegaríamos aquí.

 

—Bueno, ya estamos aquí. Quitémosles a los niños el cinturón y llevémoslos adentro. Estoy seguro que tu madre tiene algún lugar donde puedan acostarse mientras hablamos con tu padre.

 

—Sí. —Tae sonaba tan entusiasmado como alguien que consigue un tratamiento de conducto.

 

Yoongi liberó a Namjoony del asiento de carro que habían comprado de camino a casa, Tae hizo lo mismo con Carrie. Yoongi se bajó del SUV cuando Tae lo hizo y se apresuró a rodearlo para encontrarlo cerca de la parte delantera del vehículo.

 

Tae parecía que estaba a punto de desmoronarse. Yoongi envolvió su mano alrededor de la nuca de Tae y lo atrajo lo suficiente hasta que su frente descansó una contra la otra.

 

—Todo irá bien, bebé.

 

—Desearía creer eso.

 

Yoongi se sentía impotente mientras veía a Tae dar la vuelta y alejarse, dirigiéndose a la pasarela del porche del frente. Deseaba tener algo profundo que decirle a Tae que pudiera hacerlo sentir mejor, pero no lo había.

 

Sabía tan bien como Tae que ellos estarían luchando una batalla cuesta arriba para quedarse con Namjoony y Carrie. Habría una gran cantidad de miembros de la manada que iban a querer adoptar a los adorables hermanos. Dos hombres gay no tenían mucha esperanza.

 

—¿Qué pasa con él? —preguntó Wondin cuando se paró junto a Yoongi.

 

 —Queremos quedarnos con los niños. Ellos no tienen padres y, de acuerdo con Virgil, no tienen tampoco ningún familiar. A nosotros nos gustaría ser su familia.

 

—Guau, hombre, ¿tú? ¿Un padre?

 

Yoongi le frunció el ceño a su hermano.

 

—Es posible.

 

—Pensé que habías renunciado a todo eso para estar con Tae.

 

—¿Por qué renunciaría a tener hijos sólo para estar con Tae? —La idea era absurda.

 

—Duh, porque los dos son hombres.

 

Yoongi puso los ojos en blanco.

 

—Eres un completo idiota. —Se apartó de su hermano y caminó por la pasarela para unirse a Tae. Se acercó a él justo cuando la puerta se abrió. Kim Jisoo, la madre de Tae, abrió la puerta.

 

—Taehyung.

 

—Mamá.

 

Su ceja se curvó hacia arriba en un arco.

 

—¿Y a quiénes tenemos aquí? —preguntó mientras miraba a la pequeña niña en los brazos de Tae y luego al pequeño niño en los brazos de Yoongi.

 

Tae rápidamente miró a Yoongi. Yoongi asintió, esperando animar a su pareja. Tae sonrió y volvió a mirar a su madre.

 

—Estos son tus nietos.

 

—Presentárselos primero a tu madre fue una genialidad —Yoongi susurró quedamente a su compañero mientras observaba a Jisoo hacerles panqueques a los niños. Tuvo a Tae sacando del ático la vieja silla alta familiar e incluso ahora estaba hablando sin parar mientras Carrie y Namjoony se sentaron allí mirándola embelesados.

 

—Puedes pensar eso ahora, pero espera a que mi padre nos tenga en sus manos. Desearás estar nuevamente peleando con esos vampiros.

 

—Tal vez, pero tenemos a Jisoo de nuestro lado. —Yoongi hizo un gesto con la mano hacia la mujer cuando ella comenzó a cantar una tonta canción de niños—. Ella ya está loca por ellos.

 

—Ese puede no haber sido nuestro movimiento más inteligente —dijo Tae—. Si mamá se apega a Carrie y Namjoony, y luego nos los quitan, mi papá nos va a desollar vivos por desilusionarla.

 

—Me alegro de que comprendas eso.

 

Yoongi se sobresaltó y dio la vuelta. Tragó saliva cuando vio a Kim Dowoo parado detrás de ellos, con los brazos cruzados sobre su pecho y con un profundo ceño fruncido en su cara. Sí, eso no era bueno. El hombre parecía que estaba muy enojado.

 

—Jisoo cuidará a los niños —dijo Dowoo—. Me gustaría hablar con ustedes en la otra habitación.

 

Yoongi tomó la mano de Tae mientras comenzaba a seguir a Dowoo a la otra habitación. Cuando Tae se sentó en el sofá, Yoongi se sentó junto a él. Se rehusó a soltar la mano de Tae incluso cuando el hombre tiró de ella. Él sólo apretó con más fuerza. Finalmente, Tae suspiró y dejó de tirar.

 

Dowoo se sentó frente a ellos y apretó sus dedos juntos.

 

—Entiendo por qué hicieron lo que hicieron, pero estoy en desacuerdo con la forma en que lo hicieron.

 

—Papá, yo…

 

Dowoo levantó su mano para detener a Tae.

 

—Mi deber es con la manada de Wolf Creek, toda la manada. Y  eso incluye a los nuevos miembros, incluso aquellos que aún usan pañales. Sin importar mis sentimientos, o los de tu madre. Tengo que tomar la mejor decisión por ellos y para todos en la manada.

 

La mano de Tae apretó alrededor de la de Yoongi.

 

—Él no nos va a dejar quedarnos con ellos —susurró Tae a través de su vínculo—. Se los dará a alguien más.

 

Yoongi oraba para que Tae estuviera equivocado. Sabía que ellos serían una elección inusual como padres de Namjoony y Carrie, pero no podía pensar en nadie que quisiera a esos niños más que él y Tae.

 

—Parte de mis responsabilidades como Alfa es garantizar que ellos entren a nuestra manada con los mejores padres posibles. Ahora, no estoy diciendo que ninguno de ustedes sea una mala elección, sin embargo, todas las opciones tienen que ser examinadas. Espero que entiendan eso.

 

Yoongi se aclaró la garganta para desplazar el nudo que se construyó allí.

 

—Nosotros entendemos que todas las opciones tienen que ser examinadas, pero sinceramente creo que Tae y yo somos la mejor opción para Namjoony y Carrie. Ellos nos conocen y se sienten seguros con nosotros.

                            

—Todo eso está muy bien, pero los niños necesitan más que seguridad y confort. Ellos necesitan amor y una vida familiar estable. Tienen que admitir que los dos están lejos de ser estables.

 

—Tae y yo hemos discutido eso —dijo Yoongi—. Sabemos que necesitamos una casa más grande, una con un patio y todo. También quiero pedir su permiso para unirme a esta manada, así nos podemos quedar aquí en Wolf Creek y estar cerca de la familia de Tae. En cuanto al dinero, tengo algunos ahorros, e intento aplicar a una posición en la oficina del alguacil. Tae ya tiene un trabajo.

 

—Parece que ya lo han pensado.

 

—Lo hemos hecho.

 

—Bueno, por mucho que me gustaría decirles que se pueden llevar a los niños a casa con mi bendición, me temo que no puedo. Hasta que todos los intentos de localizar a su familia se hayan agotado, no se los puedo entregar a ustedes. Después de eso, cualquier miembro que desee adoptarlos tiene el derecho de solicitarlo, incluyéndolos. Una adecuada elección se hará para aquellos que lo soliciten.

 

Yoongi sintió que se le encogía el corazón. Había tantas otras familias por ahí que se adaptaban mejor que él y Tae para la posición. El Alfa Kim tenía razón. Ellos no estaban lo suficientemente organizados para estar en la parte superior de la lista.

 

—Si aún deseas unirte a la manada de Wolf Creek, Yoongi, tienes mi bendición.

 

—Lo hago.

 

—Entonces te doy la bienvenida. Aceptaré tu compromiso formal en la próxima reunión de la manada. Hasta entonces… —Dowoo se inclinó hacia adelante y le tendió la mano—, bienvenido a la manada de Wolf Creek.

 

Yoongi extendió su mano libre y estrechó la de Dowoo, inclinando la cabeza a un lado en muestra de sumisión. Una vez que Dowoo soltó su mano, se echó hacia atrás y miró a su pareja. Tae no había dicho una palabra desde que su padre empezó a hablar. Yoongi empezó a preocuparse cuando Tae sencillamente continuó mirando el piso, sin decir nada.

 

—¿Tae?

 

—Creo que es tiempo que vayamos a casa y veamos ese hombro tuyo —dijo Tae mientras se levantaba. Inmediatamente soltó la mano de Yoongi y caminó hacia la cocina.

 

Yoongi se lo quedó mirando un momento. Sintió su rostro enrojecer cuando volvió a mirar al Alfa. La salida de Tae había sido muy descortés, pero Yoongi entendía exactamente lo que estaba haciendo. Él estaba intentando distanciarse del dolor que estaba sintiendo.

 

—Alfa, gracias por aceptarme en tu manda. Sé que hablo en el nombre de Tae y mío cuando digo que nos gustaría poner nuestra solicitud para ser los padres de los niños. Entendemos que tienes que hacer la mejor elección para Namjoony y Carrie, pero creo que la mejor opción somos nosotros.

 

—Desearía que mi hijo fuera tan comprensivo como tú. —Los ojos de Dowoo se desviaron hacia la cocina. Estaban llenos con un toque de remordimiento—. Él no siempre entiende el deber de un Alfa. Por mucho que me gustaría darles a mis niños todo lo que quieren, soy responsable de toda la manada, no solo de mi propia familia.

 

—Él lo entiende, Alfa. Sólo está molesto en estos momentos. Ambos teníamos la esperanza de llevarnos los niños esta noche a casa con nosotros.

 

—Ah.

 

Yoongi le dio al Alfa una pequeña sonrisa.

 

—Si me disculpas. Voy a llevar a Tae a casa y ponerlo en la cama.

 

—Mañana debemos discutir qué sucedió con la manada de Shasta con más detalle. He hablado con el Alfa Park, y él y su pareja llegarán en la mañana para informarme. Apreciaría si tú y Tae pudieran unirse a nosotros. Cuanto más sepa, seré capaz de proteger mejor a mi manada.

 

—Estaremos aquí.

 

A Yoongi le dolió el corazón cuando entró en la cocina y encontró a su pareja hablando en voz baja con su madre. No sabía qué estaban discutiendo, pero ambos dejaron de hablar cuando él entró.

 

—¿Está todo bien?

 

—En realidad no. —Sonrió con tristeza Tae—. Pero supongo que lo estará con el tiempo.

 

—Tae…

 

—No, está bien, Yoongi. Sabía que esto iba a pasar. Dejé mis esperanzas elevarse por un rato, y ahora tengo que lidiar con la decepción. Lo olvidaré.

 

—Por Dios, Tae, tu padre no dijo que estábamos fuera de la carrera. El resto también necesita una oportunidad para intentarlo. Es más justo.

 

—No es justo —espetó Tae—. Carrie y Namjoony no son objetos para ser subastados. Ellos son niños pequeños que respiran y que necesitan un buen hogar. Pensé que nosotros seríamos capaces de proveer eso, pero al parecer estaba equivocado.

 

Yoongi quedó boquiabierto cuando Tae dio la vuelta y salió por la puerta trasera hecho una furia. Se sentía desconcertado cuando miró a Jisoo.

 

—Yo… uh…

 

—Dale un poco de tiempo, Yoongi. Sólo necesita desahogarse un poco. Tae siempre ha sentido las cosas un poco más que nosotros, y estoy segura que una vez que saque todo esto de su pecho, él estará bien.

 

—Será mejor que vaya tras él.

 

Yoongi se inclinó y besó a cada uno de los niños en la frente y luego se apresuró a salir por la puerta detrás de Tae. Sabía que no tenía ninguna oportunidad de atrapar a su pareja cuando descubrió una pila de ropa a un lado de la casa. Tae se había ido hace mucho.

 

«Bueno, mierda».

 

Yoongi regresó a la casa, deteniéndose en el mostrador de la cocina para inclinarse contra él. Jisoo estaba alimentado a Carrie con una cuchara en el desayunador. Namjoony estaba sentado en su silla alta, tratando de comer panqueques con un tenedor pero usaba mayormente sus dedos.

 

Yoongi se echó a reír al ver el lío que estaba  haciendo Namjoony. Tenía que darle crédito al pequeñito. Él lo estaba intentando. Sólo parecía estar un poco confundido en dónde estaba exactamente su boca. La mayoría de la miel de su panqueque estaba por toda su cara.

 

—Él regresará cuando esté listo, Yoongi. —dijo Jisoo.

 

—Lo sé. Odio que tenga que pasar por esto solo.

 

—Bueno, si te sirve de consuelo. Taehyung en el pasado desaparecía durante días y días cuando se enojaba. Ahora está acoplado. Creo que regresará pronto. Sólo tiene que darse cuenta que tiene a alguien ahí para él cuando se moleste.

 

—No hemos estado acoplados por mucho, Jisoo.

 

—No importa por cuanto tiempo han estado acoplados, Yoongi, Taehyung te necesita. No le tomará mucho tiempo darse cuenta de eso, y entonces él regresará a casa contigo.

 

—Espero que tengas razón. —Por Dios, rezaba para que Jisoo tuviera razón. Saber que Tae estaba sufriendo por ahí por su cuenta, hizo a Yoongi querer gritar de indignación. A él también le dolía, pero quería que los brazos de su pareja lo confortaran. No quería hacer esto solo.

 

—¿Por qué no tomas prestado mi carro y vas a casa? Es probablemente que Tae se dirija allí cuando vuelva a sus sentidos. Mis llaves están en el gancho de la puerta trasera.

 

—¿No crees que deba esperarlo aquí? —preguntó Yoongi.         

 

Le preocupaba que Tae regresara aquí y descubriera que se había ido. ¿Cómo haría sentir a su pareja?

         

Yoongi sabía que incluso podría hacerlo sentir peor.

 

Jisoo miró a Yoongi.

 

—No, Yoongi, creo que irá a donde sea que estés. Aquí, o en su casa, no importa. Taehyung te encontrará. Y creo que ustedes dos necesitan estar a solas en este momento.

 

Yoongi no podía estar más de acuerdo, Tae estaba molesto con su padre, y por una buena razón. Pero el Alfa Kim también tenía sus buenas razones. Era una situación sin salida para todos. Sólo el tiempo diría cuál sería el resultado.

 

—Muy bien —dijo Yoongi mientras se apartaba del mostrador y tomaba las llaves que colgaban de un gancho junto a la puerta trasera—. Si Tae regresa aquí, ¿le harás saber que lo estoy esperando en casa?

 

Jisoo sonrió.

 

—Por supuesto.

 

—Regresaremos en la mañana, el Alfa Park y su pareja llegarán en carro, y su esposo nos quiere aquí para discutir qué sucedió con la manada de Shasta. Y… —los ojos de Yoongi se apartaron hacia los dos jovencitos sentados en la mesa.

 

—Y quieres ver a los niños —Jisoo finalizó por él.

 

—Sí.

 

—Ellos estarán aquí en la mañana. Lo prometo.

 

—Aunque, no me gusta dejarlos. Ellos estarán tan asustados.

 

Jisoo sonrió.

 

—He estado haciendo esto durante mucho tiempo, Yoongi. Estoy segura que puedo mantener a estos dos pequeñitos felices hasta mañana por la mañana.


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CAPITULO 8

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