—Maldita sea, ustedes son ruidosos.
Yoongi gruñó y se dio la vuelta, extendiendo sus garras para
luchar con quien fuera que estuviera detrás de él, hasta que vio a Wondin y Ben
ahí de pie, sonriendo. Levantó el dedo medio y se los mostró a los dos. Wondin
y Ben se rieron y se acercaron.
—Les tomó bastante tiempo llegar
aquí —espetó Yoongi—. ¿Qué,se detuvieron por donas en
el camino?
—Sí —dijo Wondin. Hizo un gesto hacia Ben
con el pulgar—. El ayudante del alguacil estaba tratando de comerse sus
zapatos.
—No lo estaba —gruñó Ben—. Aquí el señor
“No- puedo-parar-por-direcciones” se perdió.
Las cejas de Yoongi se alzaron en estado de shock.
—¿Te perdiste? —Su hermano nunca se
perdía. De hecho, él era conocido por su sentido de orientación. Estaba
encantado cuando el rostro de Wondin se sonrojó y su hermano apartó la
mirada. Tendría material de por vida por esto. No podía esperar para compartir
esto con Hoseok.
Él se reiría como un tonto.
—¿Podemos irnos? —espetó Wondin—. El Alfa
Kim nos está esperando.
Yoongi rodó sus ojos mientras seguía a Wondin y Ben de
vuelta a su vehículo. Podía oír a los otros caminar detrás de él. Un gran
alivio lo llenó cuando se dio cuenta de que ellos podrían poner fin a su
peligrosa situación.
Yoongi estaba un poco sorprendido cuando llegaron a la
carretera después de unos pocos minutos. No se había dado cuenta de que estaban
tan cerca. Por supuesto, se suponía que estaban caminando cerca de la
carretera, pero Yoongi no quería acercarse demasiado. No tenía idea de quién
podría pasar conduciendo.
Yoongi también estaba aliviado de que su hermano trajera una
SUV y no una camioneta.
«Oh, su camioneta».
—Ellos volaron mi camioneta, Wondin. —A
él realmente le gustaba esa camioneta.
—¿Quiénes son ellos? —preguntó Wondin
sobre su hombro.
—Vampiros, hombres lobos, pendejos.
—Yoongi se encogió de hombros—. Tú escoge. Esta
noche, parece que todos estaban detrás de nosotros.
—¿Vampiros?
—Sip.
—Oh, eso no es bueno.
Los ojos de Yoongi se abrieron de par en par.
—¿Te parece?
—Yoongi.
—Sólo abre la puerta, Wondin. Namjoony se
está poniendo pesado, y tengo una herida de bala en mi brazo.
—¿Por qué no dijiste nada? —espetó Wondin,
extendiendo sus manos— Aquí, dámelo a mí.
Namjoony escogió ese preciso momento para despertar. Levantó
la cabeza, le dio una mirada a las manos que Wondin tendía hacia él, y gritó a
todo pulmón. Yoongi parpadeó un momento, sus oídos pitaban y luego acunó a Namjoony
en su pecho, murmurándole suavemente.
—Ssshhh, está bien, Namjoony. Cálmate.
—¿Namjoony?
—Él es Namjoony —dijo Yoongi—. Tae está
sosteniendo a la hermana pequeña de Namjoony, Carrie. Desafortunadamente, ellos
son víctimas de este caos. Sus padres fueron asesinados tratando de salvarlos.
Virgil fue capaz de llevarlos con Ethan, quien los tenía cuando fuimos a
rescatarlo.
—¿Virgil? ¿Ethan? —Wondin miró más allá de Yoongi— ¿Asumo que son los otros dos chicos
que están contigo?
—Virgil y Ethan son parte de nuestra
manada, Wondin.
—¿Y por qué demonios nunca me reuní con
ellos?
—Uh… creo que puedo responder a eso —dijo
Virgil mientras daba un paso adelante—. Estaba
en el extranjero cuando el Alfa nos llamó a la reunión obligatoria, y Ethan
estaba cuidando niños. Planeaba presentarme con el Alfa Park cuando regresé,
pero Timmins estaba esperando por mí. Te puedes imaginar qué pasó
después de eso.
—¿Qué estabas haciendo en el extranjero?
—preguntó Wondin, luciendo escéptico.
—Me
temo que sólo
puedo discutirlo con mi
Alfa.— Virgil cruzó los brazos sobre su pecho como si retara a Wondin a que lo
empujara más lejos.
Yoongi, sin embargo, no estaba sorprendido en lo más mínimo
cuando su hermano asintió con la cabeza como si entendiera de dónde venía
Virgil y se volvió a abrir la puerta trasera de la SUV. Si Virgil estaba en el
extranjero haciendo algo parecido a lo que Wondin hizo, entonces Wondin
comprendía la necesidad de mantener el secreto.
Ni siquiera Yoongi sabía todo lo que su hermano había hecho
o experimentado en los años en que se fue de casa y cuando regresó. Pero lo que
sí sabía es que había cambiado a Wondin, y no necesariamente para mejor.
Wondin era más cerrado de lo que había sido cuando era
joven. Era más duro, y había un aire peligroso en él que Yoongi no podía
aspirar a alcanzar. Yoongi sospechaba que esa era la razón de que Wondin
estuviera teniendo tantos problemas con sus parejas.
Yoongi se subió a la SUV y acomodó a Namjoony en el asiento
junto a él. Puso a ambos el cinturón de seguridad y luego se volvió para tomar
a Carrie mientras Tae se subía por el otro lado. Una vez que Tae se puso el
cinturón de seguridad, tomó nuevamente a Carrie y abrochó el cinturón de
seguridad junto a él. Wondin y Ben subieron en la parte delantera del vehículo.
Virgil y Ethan subieron en la parte de atrás.
—¿Está todo el mundo listo? —preguntó Wondin.
—Sí, pero debemos parar en la primera
tienda que encontremos para comprar sillas para niños —dijo Tae—.
No es seguro para los niños viajar de este modo.
Yoongi sonrió.
—Ellos son cambiaformas lobo, Tae —dijo Wondin—.
Sabes eso, ¿verdad? Son más fuertes que los niños humanos.
—¡Siguen siendo niños! —espetó Tae—.
También podríamos recoger algunos suministros médicos antes de que Yoongi
sangre sobre todo.
Yoongi no pensaba que estuviera sangrando más. Su cambio
debió haber empezado el proceso de curación. Pero él no estaba cerca de decirle
eso a su pareja, no con el humor en el que Tae estaba. El tipo algunas veces
podía ser algo tenebrosamente obsesivo.
—Está bien, vale. —Wondin levantó las
manos en señal de rendición—. Pararemos en la primera tienda que tenga sillas
para niños.
Tae parecía satisfecho con eso. Envolvió su brazo alrededor
de Carrie y la atrajo a su lado y luego le sonrió a Yoongi. Yoongi se echó a
reír e hizo lo mismo con Namjoony, extendiéndose para tomar la mano de Tae y
entrelazar sus dedos.
—Está bien, Wondin, llévanos a casa.
Yoongi levantó la cabeza cuando se detuvieron en la entrada
de la casa del Alfa Kim. Se estiró para sacudir el hombro de Tae hasta que
empezó a despertar.
—Estamos en la casa de tu padre, bebé.
Tae levantó la cabeza del apoya cabeza donde estaba
descansando y miró por la ventana.
—Dios, finalmente
estamos en casa. Estaba empezando a preguntarme si alguna vez
llegaríamos aquí.
—Bueno, ya estamos aquí. Quitémosles a
los niños el cinturón y llevémoslos adentro. Estoy seguro que tu madre
tiene algún lugar donde puedan acostarse mientras hablamos con tu padre.
—Sí. —Tae sonaba tan entusiasmado como
alguien que consigue un tratamiento de conducto.
Yoongi liberó a Namjoony del asiento de carro que habían
comprado de camino a casa, Tae hizo lo mismo con Carrie. Yoongi se bajó del SUV
cuando Tae lo hizo y se apresuró a rodearlo para encontrarlo cerca de la parte
delantera del vehículo.
Tae parecía que estaba a punto de desmoronarse. Yoongi
envolvió su mano alrededor de la nuca de Tae y lo atrajo lo suficiente hasta
que su frente descansó una contra la otra.
—Todo irá bien, bebé.
—Desearía creer eso.
Yoongi se sentía impotente mientras veía a Tae dar la vuelta
y alejarse, dirigiéndose a la pasarela del porche del frente. Deseaba tener
algo profundo que decirle a Tae que pudiera hacerlo sentir mejor, pero no lo
había.
Sabía tan bien como Tae que ellos estarían luchando una
batalla cuesta arriba para quedarse con Namjoony y Carrie. Habría una gran
cantidad de miembros de la manada que iban a querer adoptar a los adorables
hermanos. Dos hombres gay no tenían mucha esperanza.
—¿Qué pasa con él? —preguntó Wondin cuando
se paró junto a Yoongi.
—Queremos quedarnos con los niños. Ellos no tienen padres y, de
acuerdo con Virgil, no tienen tampoco ningún familiar. A nosotros nos
gustaría ser su familia.
—Guau, hombre, ¿tú? ¿Un padre?
Yoongi le frunció el ceño a su hermano.
—Es posible.
—Pensé que habías renunciado a todo eso
para estar con Tae.
—¿Por qué renunciaría a tener
hijos sólo para estar con Tae? —La idea era
absurda.
—Duh, porque los dos son hombres.
Yoongi puso los ojos en blanco.
—Eres un completo idiota. —Se apartó de
su hermano y caminó por la pasarela para unirse a Tae. Se acercó a él justo
cuando la puerta se abrió. Kim Jisoo, la madre de Tae, abrió la puerta.
—Taehyung.
—Mamá.
Su ceja se curvó hacia arriba en un arco.
—¿Y a quiénes tenemos aquí? —preguntó
mientras miraba a la pequeña niña en los brazos de Tae y luego al pequeño niño
en los brazos de Yoongi.
Tae rápidamente miró a Yoongi. Yoongi asintió, esperando
animar a su pareja. Tae sonrió y volvió a mirar a su madre.
—Estos son tus nietos.
—Presentárselos primero a tu madre fue una
genialidad —Yoongi susurró quedamente a su compañero mientras observaba
a Jisoo hacerles panqueques a los niños. Tuvo a Tae sacando del ático la vieja
silla alta familiar e incluso ahora estaba hablando sin parar mientras Carrie y
Namjoony se sentaron allí mirándola embelesados.
—Puedes pensar eso ahora, pero espera a
que mi padre nos tenga en sus manos. Desearás estar nuevamente peleando con esos
vampiros.
—Tal vez, pero tenemos a Jisoo de nuestro
lado. —Yoongi hizo un gesto con la mano hacia la mujer cuando ella comenzó a cantar
una tonta canción de niños—. Ella ya está
loca por ellos.
—Ese puede no haber sido nuestro
movimiento más inteligente —dijo Tae—. Si mamá se apega a Carrie y Namjoony, y
luego nos los quitan, mi papá nos va a desollar vivos por desilusionarla.
—Me alegro de que comprendas eso.
Yoongi se sobresaltó y dio la vuelta. Tragó saliva cuando
vio a Kim Dowoo parado detrás de ellos, con los brazos cruzados sobre su pecho
y con un profundo ceño fruncido en su cara. Sí, eso no era bueno. El hombre
parecía que estaba muy enojado.
—Jisoo cuidará a los niños —dijo Dowoo—.
Me gustaría hablar con ustedes en la otra habitación.
Yoongi tomó la mano de Tae mientras comenzaba a seguir a Dowoo
a la otra habitación. Cuando Tae se sentó en el sofá, Yoongi se sentó junto a
él. Se rehusó a soltar la mano de Tae incluso cuando el hombre tiró de ella. Él
sólo apretó con más fuerza. Finalmente, Tae suspiró y dejó de tirar.
Dowoo se sentó frente a ellos y apretó sus dedos juntos.
—Entiendo por qué hicieron lo que hicieron,
pero estoy en desacuerdo con la forma en que lo hicieron.
—Papá, yo…
Dowoo levantó su mano para detener a Tae.
—Mi deber es con la manada de Wolf Creek,
toda la manada. Y eso incluye a los
nuevos miembros, incluso aquellos que aún usan pañales. Sin importar mis
sentimientos, o los de tu madre. Tengo que tomar la mejor decisión por ellos y
para todos en la manada.
La mano de Tae apretó alrededor de la de Yoongi.
—Él no nos va a dejar quedarnos con ellos
—susurró Tae a través de su vínculo—. Se los dará a alguien más.
Yoongi oraba para que Tae estuviera equivocado. Sabía que
ellos serían una elección inusual como padres de Namjoony y Carrie, pero no
podía pensar en nadie que quisiera a esos niños más que él y Tae.
—Parte de mis responsabilidades como Alfa
es garantizar que ellos entren a nuestra manada con los mejores padres
posibles. Ahora, no estoy diciendo que ninguno de ustedes sea una mala
elección, sin embargo, todas las opciones tienen que ser examinadas. Espero que
entiendan eso.
Yoongi se aclaró la garganta para desplazar el nudo que se
construyó allí.
—Nosotros entendemos que todas las
opciones tienen que ser examinadas, pero sinceramente creo que Tae y yo somos
la mejor opción para Namjoony y Carrie. Ellos nos conocen y se sienten seguros
con nosotros.
—Todo eso está muy bien, pero los niños
necesitan más que seguridad y confort. Ellos necesitan amor y una vida familiar
estable. Tienen que admitir que los dos están lejos de ser estables.
—Tae y yo hemos discutido eso —dijo Yoongi—.
Sabemos que necesitamos una casa más grande, una con un patio y todo. También
quiero pedir su permiso para unirme a esta manada, así nos podemos quedar aquí
en Wolf Creek y estar cerca de la familia de Tae. En cuanto al dinero, tengo
algunos ahorros, e intento aplicar a una posición en la oficina del
alguacil. Tae ya tiene un trabajo.
—Parece que ya lo han pensado.
—Lo hemos hecho.
—Bueno, por mucho que me gustaría
decirles que se pueden llevar a los niños a casa con mi bendición, me temo
que no puedo. Hasta que todos los intentos de localizar a su familia se hayan
agotado, no se los puedo entregar a ustedes. Después de eso, cualquier miembro
que desee adoptarlos tiene el derecho de solicitarlo, incluyéndolos. Una
adecuada elección se hará para aquellos que lo soliciten.
Yoongi sintió que se le encogía el corazón. Había tantas
otras familias por ahí que se adaptaban mejor que él y Tae para la posición. El
Alfa Kim tenía razón. Ellos no estaban lo suficientemente organizados para
estar en la parte superior de la lista.
—Si aún deseas unirte a la manada de Wolf
Creek, Yoongi, tienes mi bendición.
—Lo hago.
—Entonces te doy la bienvenida. Aceptaré
tu compromiso formal en la próxima reunión de la manada. Hasta entonces…
—Dowoo se inclinó hacia adelante y le tendió la
mano—, bienvenido a la manada de Wolf Creek.
Yoongi extendió su mano libre y estrechó la de Dowoo,
inclinando la cabeza a un lado en muestra de sumisión. Una vez que Dowoo soltó
su mano, se echó hacia atrás y miró a su pareja. Tae no había dicho una palabra
desde que su padre empezó a hablar. Yoongi empezó a preocuparse cuando Tae
sencillamente continuó mirando el piso, sin decir nada.
—¿Tae?
—Creo que es tiempo que vayamos a casa y
veamos ese hombro tuyo —dijo Tae mientras
se levantaba. Inmediatamente soltó la mano de Yoongi y caminó hacia la cocina.
Yoongi se lo quedó mirando un momento. Sintió su rostro
enrojecer cuando volvió a mirar al Alfa. La salida de Tae había sido muy
descortés, pero Yoongi entendía exactamente lo que estaba haciendo. Él estaba
intentando distanciarse del dolor que estaba sintiendo.
—Alfa, gracias por aceptarme en tu manda.
Sé que hablo en el nombre de Tae y mío cuando digo que nos gustaría poner
nuestra solicitud para ser los padres de los niños. Entendemos que
tienes que hacer la mejor elección para Namjoony y Carrie, pero creo que la
mejor opción somos nosotros.
—Desearía que mi hijo fuera tan
comprensivo como tú. —Los ojos de Dowoo se desviaron hacia la cocina.
Estaban llenos con un toque de remordimiento—. Él no
siempre entiende el deber de un Alfa. Por mucho que me gustaría darles a
mis niños todo lo que quieren, soy responsable de toda la manada, no solo de mi
propia familia.
—Él lo entiende, Alfa. Sólo está
molesto en estos momentos. Ambos teníamos la esperanza de llevarnos los niños
esta noche a casa con nosotros.
—Ah.
Yoongi le dio al Alfa una pequeña sonrisa.
—Si me disculpas. Voy a llevar a Tae a
casa y ponerlo en la cama.
—Mañana debemos discutir qué
sucedió con la manada de Shasta con más detalle. He hablado con el Alfa Park, y
él y su pareja llegarán en la mañana para informarme. Apreciaría si tú y Tae
pudieran unirse a nosotros. Cuanto más sepa, seré capaz de proteger mejor a mi
manada.
—Estaremos aquí.
A Yoongi le dolió el corazón cuando entró en la cocina y
encontró a su pareja hablando en voz baja con su madre. No sabía qué estaban
discutiendo, pero ambos dejaron de hablar cuando él entró.
—¿Está todo bien?
—En realidad no. —Sonrió con
tristeza Tae—. Pero supongo que lo estará con el
tiempo.
—Tae…
—No, está bien, Yoongi. Sabía que esto
iba a pasar. Dejé mis esperanzas elevarse por un rato, y ahora tengo que lidiar
con la decepción. Lo olvidaré.
—Por Dios, Tae, tu padre no dijo que
estábamos fuera de la carrera. El resto también necesita una oportunidad para
intentarlo. Es más justo.
—No es justo —espetó Tae—. Carrie y Namjoony
no son objetos para ser subastados. Ellos son niños pequeños que respiran y que
necesitan un buen hogar. Pensé que nosotros seríamos capaces de proveer
eso, pero al parecer estaba equivocado.
Yoongi quedó boquiabierto cuando Tae dio la vuelta y salió
por la puerta trasera hecho una furia. Se sentía desconcertado cuando miró a Jisoo.
—Yo… uh…
—Dale un poco de tiempo, Yoongi.
Sólo necesita desahogarse un poco. Tae siempre ha sentido las cosas un poco más
que nosotros, y estoy segura que una vez que saque todo esto de su pecho, él
estará bien.
—Será mejor que vaya tras él.
Yoongi se inclinó y besó a cada uno de los niños en la
frente y luego se apresuró a salir por la puerta detrás de Tae. Sabía que no
tenía ninguna oportunidad de atrapar a su pareja cuando descubrió una pila de
ropa a un lado de la casa. Tae se había ido hace mucho.
«Bueno, mierda».
Yoongi regresó a la casa, deteniéndose en el mostrador de la
cocina para inclinarse contra él. Jisoo estaba alimentado a Carrie con una
cuchara en el desayunador. Namjoony estaba sentado en su silla alta, tratando
de comer panqueques con un tenedor pero usaba mayormente sus dedos.
Yoongi se echó a reír al ver el lío que estaba haciendo Namjoony. Tenía que darle crédito al
pequeñito. Él lo estaba intentando. Sólo parecía estar un poco confundido en
dónde estaba exactamente su boca. La mayoría de la miel de su panqueque estaba
por toda su cara.
—Él regresará cuando esté listo, Yoongi.
—dijo Jisoo.
—Lo sé. Odio que tenga que pasar por esto
solo.
—Bueno, si te sirve de consuelo. Taehyung
en el pasado desaparecía durante días y días cuando se enojaba. Ahora
está acoplado. Creo que regresará pronto. Sólo tiene que darse cuenta que tiene
a alguien ahí para él cuando se moleste.
—No hemos estado acoplados por mucho, Jisoo.
—No importa por cuanto tiempo han estado
acoplados, Yoongi, Taehyung te necesita. No le tomará mucho tiempo darse
cuenta de eso, y entonces él regresará a casa contigo.
—Espero que tengas razón. —Por Dios,
rezaba para que Jisoo tuviera razón. Saber que Tae estaba sufriendo por ahí por
su cuenta, hizo a Yoongi querer gritar de indignación. A él también le
dolía, pero quería que los brazos de su pareja lo confortaran. No quería hacer
esto solo.
—¿Por qué no tomas prestado mi carro y
vas a casa? Es probablemente que Tae se dirija allí cuando vuelva a sus
sentidos. Mis llaves están en el gancho de la puerta trasera.
—¿No crees que deba esperarlo aquí?
—preguntó Yoongi.
Le preocupaba que Tae regresara aquí y descubriera que se
había ido. ¿Cómo haría sentir a su pareja?
Yoongi sabía que incluso podría hacerlo sentir peor.
Jisoo miró a Yoongi.
—No, Yoongi, creo que irá a donde sea que
estés. Aquí, o en su casa, no importa. Taehyung te encontrará. Y creo que
ustedes dos necesitan estar a solas en este momento.
Yoongi no podía estar más de acuerdo, Tae estaba molesto con
su padre, y por una buena razón. Pero el Alfa Kim también tenía sus buenas
razones. Era una situación sin salida para todos. Sólo el tiempo diría cuál
sería el resultado.
—Muy bien —dijo Yoongi mientras se
apartaba del mostrador y tomaba las llaves que colgaban de un gancho
junto a la puerta trasera—. Si Tae regresa aquí, ¿le harás saber
que lo estoy esperando en casa?
Jisoo sonrió.
—Por supuesto.
—Regresaremos en la mañana, el Alfa Park
y su pareja llegarán en carro, y su esposo nos quiere aquí para discutir
qué sucedió con la manada de Shasta. Y… —los ojos
de Yoongi se apartaron hacia los dos jovencitos sentados en la mesa.
—Y quieres ver a los niños —Jisoo
finalizó por él.
—Sí.
—Ellos estarán aquí en la mañana. Lo
prometo.
—Aunque, no me gusta dejarlos.
Ellos estarán tan asustados.
Jisoo sonrió.
—He estado haciendo esto durante mucho
tiempo, Yoongi. Estoy segura que puedo mantener a estos dos pequeñitos felices
hasta mañana por la mañana.
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