Taehyung marcó el número de Jungkook y lo dejó en manos
libres. Se inclinó sobre el mostrador de la cocina y pintó otra capa de esmalte
rosa en la uña mientras esperaba que Jungkook contestara.
―¿Hola?
―Hey. Hoseok,
soy Taehyung. ¿Jungkook está por ahí?
―Hey, Taehyung, ¿Cómo te va?
―En realidad, bastante bien. Sobre eso quería hablar con Jungkook.
Tengo una sorpresa para él. Nunca se lo va a creer. ¿Está ahí?
―Sí, está justo aquí. Espera.
Un momento después, Jungkook estaba en la línea.
― ¿Taehyung? ¿Qué tal? ¿Encontraste un lugar para echar
raíces?
―Mucho más que eso ―Taehyung se rió.
―¿Oh? Cuéntame, y quiero todos los detalles.
―Él es completamente hermoso, le gusta mi esmalte de uñas, y
está absolutamente interesado en mí.
―Esos son los mejores ―Jungkook se rió.
―Sí, ¿Y la mejor parte? ¿Estás listo para esto? Es el Alfa
de su manada, y mi compañero. ―Taehyung sostuvo el aliento mientras esperaba la
reacción de Jungkook. No tardó mucho en llegar. Taehyung sonrió mientras
escuchaba gritar a Jungkook por el teléfono.
―Oh,
dios mío, ¿Hablas en serio? ¿Él es un Alfa y tu compañero? Bueno, ¿Dónde lo
conociste? ¿Cómo es él? ¿Cuál es su nombre? ¿Ya te ha reclamado?
―Reduce
la velocidad, Jungkook ―Taehyung se rió―, una pregunta a la vez.
―Está
bien, bien. Primera pregunta, ¿Cómo se llama?
―Min Yoongi.
―¿Min Yoongi?
¿De dónde conozco ese nombre? —Preguntó Jungkook.
―Namjon
y Jin son los ejecutores de su manada. Él es quien los envió para ayudarnos ―
dijo Taehyung.
―¿En
serio? ¿Y te acoplaste con él?
―Sip.
―Así se
hace, Taehyung. Parece que caíste de pie― dijo Jungkook.
―Sí,
tuvimos algunos problemas al principio, y aún estamos trabajando en algunas
cosas, pero…
―¿Cómo
qué? ― Jungkook preguntó, interrumpiendo a Taehyung.
―Bueno,
para empezar, él era hetero antes de conocerme. Todo el asunto de que yo tenga
un pene fue un poco difícil de superar para él al principio, pero creo que
estamos progresando bien.
―Lo
corrompiste, ¿No es así?
―Cada
vez que puedo― se rió Taehyung.
―Entonces,
¿Qué más está pasando? ― preguntó Jungkook.
―Esta
noche voy a conocer al resto de la manada. Estoy tan nervioso que podría
vomitar.
―¿Por
qué? Aquí todo el mundo te adora. Estoy seguro de que ellos también lo harán
―lo animó Jungkook.
―No
estoy seguro. Yoongi dijo que hay algunas personas en su manada que no se
tomarían favorablemente mi naturaleza salvaje. Luego están las mujeres solteras
que han estado tratando de engancharlo desde que se convirtió en Alfa. Creo que
no voy a ser una persona muy popular.
―Ridículo.
¿Yoongi tiene problemas con tu naturaleza salvaje?
―No ―dijo Taehyung―. Creo que me prefiere salvaje, aunque,
estaba un poco sorprendido la primera vez que me vio con esmalte de uñas y
delineador de ojos. Pensé que se iba a desmayar, pero él cree que es candente.
Justo ahora estoy pintando mis uñas, con este nuevo y grandioso color rosa que
me compró.
―Si tu
compañero no tiene problemas con la forma en que eres, no dejes que te
molesten. Además, ¿A quién le importa lo que piensen los demás? Mientras le
guste a tu compañero, es lo que importa.
―No,
sólo no quiero avergonzarlo ―se quejó Taehyung.
―Taehyung,
mientras seas tú mismo, nunca podrías avergonzar a nadie ― respondió Jungkook.
―Secundo
eso.
Taehyung saltó, volviéndose rápidamente para ver a Yoongi
quieto en la puerta de la cocina, con los brazos cruzados sobre su pecho.
― ¿Yoongi? ¿Cuánto tiempo has estado ahí?
―Lo
suficiente para saber que estás preocupado por nada. Estarás grandioso ―dijo Yoongi
mientras se acercaba para abrazar a Taehyung― Me gusta la forma en que eres.
¿No te he demostrado eso?
―Sí,
pero
―Uh uh,
―dijo Yoongi mientras colocaba un dedo sobre los labios de Taehyung ―¿Qué te
dije sobre los peros?
―Sin
peros. Esta es una relación con igualdad de oportunidades―respondió Taehyung, repitiendo las
palabras de Yoongi de la semana anterior ―¿Pero qué tiene que ver con esto?
―Tiene
todo que ver con eso, Taehyung. Me gusta todo sobre ti, el pelo, las uñas, tú
naturaleza salvaje. Probablemente podría pasar sin las bandejas para hornear
bizcochos sobre mi cabeza, pero más allá de eso, eres perfecto ante mis ojos y
no me importa lo que piensen los demás. Tú y tu naturaleza salvaje van a
ayudarme a poner a esta manada en el siglo actual, ¿recuerdas?
―¿Estás
seguro? Podría moderarme un poco esta noche, ¿tal vez sacarme el esmalte de
uñas o algo así? —Taehyung preguntó ansioso.
―¡No,
absolutamente no! Me encanta el esmalte de uñas. Tengo muy buenos recuerdos
contigo en rojo. ―Sonrió Yoongi, elevando sus cejas sugestivamente. ―Además,
ellos eventualmente lo descubrirán, entonces, ¿por qué no acabamos con todo
esto de un solo golpe? ―Taehyung puso los ojos en blanco. Realmente no se podía
razonar con Yoongi cuando estaba con ese estado de ánimo. No es que a Taehyung
le molestara. Él era muy juguetón en este estado de ánimo, pero a veces Taehyung
sentía que necesitaba golpearlo otra vez.
―Está
bien. No me voy a moderar, pero ahora te lo advierto, si alguien se burla de
mí…
―Ya le
dije a Jimin que ocultara tus armas de destrucción masiva, bebé, así que sólo
vas a tener que lidiar con ello. Me aseguraré que nadie sea malo contigo.
―¿Escondiste
mis bandejas para hornear bizcochos? ―exclamó Taehyung. ―¿Por qué demonios
hiciste eso? Las necesito.
―Porque―
dijo Yoongi mientras rodeaba con sus brazos a Taehyung y lo levantaba para
sentarlo en el mostrador de la cocina ―eres un arma letal con esas bandejas
para hornear, y no necesito ser el árbitro de ninguna pelea esta noche.
Taehyung cruzó los brazos sobre su pecho mientras miraba
hacia arriba a Yoongi, resoplando mientras hacía un puchero con su labio
inferior.
—¡Está bien!
Yoongi gimió.
―Oh, bebé, sabes lo que esa veta obstinada tuya me hace―dijo
mientras se inclinaba para capturar el labio inferior de Taehyung con sus
dientes.
Taehyung suspiró y envolvió sus brazos alrededor del cuello
de Yoongi, inclinándose hacia atrás sobre la encimera y llevando a Yoongi con
él. Yoongi gruñó, sus manos fueron inmediatamente a los botones de los vaqueros
de Taehyung.
―¿Chicos?
¿Chicos? ¿Hola? Aún estoy en el teléfono ―Jungkook dijo después de unos
momentos llenos de gemidos y gruñidos. Quitó el teléfono de su oreja cuando
abruptamente colgaron. Lo miró por un momento y luego miró a Hoseok asombrado―.
Ellos me colgaron el teléfono.
Yoongi observaba a los miembros de su manada que merodeaban
alrededor de su sala de estar, manteniendo una estrecha vigilancia sobre su
compañero. Parecía que Taehyung lo estaba haciendo bien. Todo el mundo estaba
siendo agradable, sin comentarios o gestos groseros hasta donde él podía ver.
Aunque, todos parecían estar un poco sorprendidos ante la
apariencia de Taehyung, no es que Yoongi pudiera culparlos.
Taehyung se había vestido especialmente para esta noche, y
le estaba haciendo difícil a Yoongi poder concentrarse —demonios, simplemente
estaba a toda máquina haciéndolo endurecer. Taehyung vestía sus acostumbrados
vaqueros ajustados, pero para rematar estaba usando una bonita camisa blanca
abotonada. Yoongi estaba algo molesto porque no era suya, pero era un poco más
elegante que una de sus camisas de algodón.
Aunque las uñas de sus manos y pies aún estaban pintadas de
rosa. Yoongi sonrió cuando vio los pies descalzos de Taehyung justo cuando el
primer invitado golpeaba la puerta. Él insistió en andar por los alrededores
sin zapatos. Yoongi empezaba a preguntarse si Taehyung tenía zapatos.
Sin embargo, Taehyung se veía sexy, al menos para Yoongi.
Estaba bastante seguro que esta noche había más de una persona, hombres y
mujeres, interesados en su pequeño compañero. Podía oler la excitación en el
aire.
Aún no había informado a su manada de que Taehyung era su
compañero. Hasta ahora, todos parecían pensar que Taehyung era sólo un invitado
que estaba de visita. Estaba esperando el momento correcto, o eso es lo que se
decía a sí mismo.
A decir verdad, sabía que en realidad estaba evitando el
anuncio. Las consecuencias iban a ser interesantes. Sin embargo, el momento de
hacer el anuncio se acercaba. Simplemente no estaba seguro de cuándo o cómo lo
iba a hacer.
Unos minutos después Taehyung resolvió ese problema por Yoongi
cuando se acercó y miró a la pequeña multitud de mujeres que lo rodeaban. Yoongi
estaba sentado en una silla grande y mullida cercana a la alta chimenea de
piedras de río, con una mujer sentada en el brazo de la silla. Más mujeres
estaban de pie detrás de él.
―Parece
ser muy acogedora ―dijo Taehyung, con sus brazos cruzados sobre su pecho
mientras miraba a cada una de las mujeres que rodeaban a Yoongi.
―¿Muchas
amiguitas para hacerte compañía?
Yoongi sonrió. Podía
ver el pequeño monstruo verde levantar su cabeza en los ojos de Taehyung. Era
bueno saber que su pequeño compañero era celoso. Por supuesto, Taehyung parecía manejarlo mucho
mejor de lo que Yoongi lo haría. Él probablemente le arrancaría la cabeza más o
menos en ese mismo momento.
―Siempre podrías
salvarme ―desafió Yoongi,
levantando una ceja a
Taehyung.
Taehyung miró alrededor de la habitación a toda la gente
reunida observándolos, y luego a Yoongi.
―Podría, pero entonces por así decirlo, el gato estaría
fuera de la bolsa. ¿Es eso lo que quieres?
―No me
importaría. ―Yoongi supo que al minuto en que Taehyung hiciera pública su
relación, las preguntas de la manada comenzarían. También esperaba que pudiera
deshacerse del círculo de mujeres que lo rodeaban con la esperanza de ser
escogidas como la compañera del Alfa de la manada. Era una de las cosas que Yoongi
odiaba de ser el hombre al mando.
―¿Cuánto
vale para ti? ―Yoongi sabía que Taehyung estaba haciendo tiempo.
Taehyung estaba nervioso. Yoongi no podía culparlo. Era un
humano en una habitación llena de hombres lobo.
―¿Una
manicura? ―preguntó Yoongi. Taehyung sentía debilidad por todo lo concerniente
a sus uñas.
―Súmale
una pedicura, y tienes un trato ―Taehyung respondió descaradamente.
―Hecho.
―Yoongi de buena gana accedió.
―¿Qué
tan lejos quieres que vaya? ¿Solo yo o todo? ―preguntó Taehyung.
―No hay
nadie como tú, Taehyung ―dijo Yoongi―. Es todo o nada. ―No había manera de que Yoongi
dejara a Taehyung asumir la culpa solo. Quería que la manada supiera que Taehyung
era humano, parte de la manada y su compañero. Quería que nada quedara fuera.
Ni siquiera el hecho de que eran amantes.
Taehyung se volvió para mirar a la mujer sentada en el brazo
de la silla de Yoongi, su mano acariciaba suavemente su brazo.
―¿Me podrías disculpar un momento? ―preguntó. La mujer lo
miró un poco molesta mientras se levantaba y se alejaba, permitiéndole a Taehyung
acercarse.
―Entonces,
grandote, ¿Vas a besarme y arruinar las esperanzas y sueños de todas estas mujeres?
―Taehyung le sonrió a Yoongi mientras se dejaba caer en regazo de Yoongi, con
los brazos envolviendo su cuello.
―¿Realmente
necesito una razón para besarte? ―murmuró Yoongi mientras se inclinaba y tomaba
los ansiosos labios de Taehyung con los suyos. Cuando Taehyung gimió
suavemente, inclinándose en el beso, Yoongi pudo escuchar las apagadas
exclamaciones de quienes los rodeaban. Supongo que el gato ahora está fuera de
la bolsa.
Levantando su cabeza, Yoongi trazó con su pulgar hacia abajo
por el lado de la cara de Taehyung, amando la mirada aturdida en los pálidos
ojos verdes de Taehyung. Siempre parecía igual de sorprendido cuando se
besaban. Cada vez, toda la sangre se iba corriendo directo a su ingle.
―Alfa Yoongi,
―dijo un hombre mayor mientras se acercaba y gesticulaba al hombre en el regazo
de Yoongi ―¿Qué significa esto?
―¿Realmente
tiene que haber un significado tras esto, Douglas? ―Yoongi dijo arrastrando las
palabras volviendo a ver a uno de los más viejos miembros de su manada.
―Usted
está… usted está besando a un hombre. Está haciendo un espectáculo en frente de
toda su manada. ¿Es así como dirige su manada? Avergonzándose y a todos los
demás con este… este…
―
Deberías ser muy cuidadoso con las siguientes palabras que salgan de tu boca,
Douglas ―gruñó Yoongi mientras levantaba a Taehyung de su regazo y lo dejaba
sobre sus pies antes de levantarse él mismo―. Este hombre es mi compañero.
Pudo ver con el rabillo del ojo a Jimin acercándose
lentamente a su lado. Taehyung estaba a su lado, con su mano presionando contra
la espalda de Yoongi apoyándolo. Yoongi cruzó los brazos sobre su pecho y miró
a Douglas, esperando.
―¿Su
compañero? No puede hablar en serio. ¡Es un hombre! ―gritó Douglas.
―Soy muy
consciente del hecho de que él es un hombre. Es un poco difícil no notarlo,
especialmente cuando está desnudo. Eso no quiere decir que no sea mi compañero.
―Usted…
usted no puede acoplarse a un hombre. ¿Qué hay de Wendy? ¿Cómo puede hacerle
esto?
―¿Wendy?
―preguntó Yoongi confundido mientras miraba a la mujer que había estado sentada
a su lado cuando Taehyung le había pedido que se moviera ―¿Qué tiene que ver Wendy
con todo esto?
―Se
supone que ella será su compañera. Ella va a dirigir la manada a su lado
―razonó Douglas―. Ya ha sido decidido.
―¿Y
quién decidió eso? Yo estoy más que seguro que no lo hice.
―Nosotros
lo hicimos, las familias fundadoras. Wendy es la mejor opción para usted, para
la manada. Ella… ―dijo Douglas.
―No es
mi compañera ―terminó Yoongi por él―. Por lo tanto, ella no regirá a mi lado.
―Pero…
pero, él no puede regir a su lado ―dijo Douglas mientras señalaba pasando de Yoongi
a Taehyung.
―¿Por
qué no?
―Sólo
mírelo. Está usando esmalte de uñas y delineador de ojos. Parece un prostituto.
Yoongi se volvió para mirar a Taehyung. Pudo ver la
preocupación en sus ojos, su preocupación por la reputación de Yoongi y su
posición en la manada. Le dio a Taehyung una pequeña sonrisa, tratando de
tranquilizarlo asegurándole que todo estaría bien antes de volverse a mirar a
Douglas.
―Sucede
que a mí me gusta como se ve. ¡Es sexy! Y ya que es mi compañero, mi opinión es
la única que cuenta en lo que a Taehyung concierne. Si no te gusta, no mires.
Sin embargo, ya lo he reclamado lo que significa que no habrá otro compañero
para mí.
―¿Usted…
usted ya lo ha reclamado? ―Douglas preguntó horrorizado.
―¿Qué
esperaba que hiciera con él? ¿Pretender que no es mío? Usted tiene compañera,
Douglas. Usted sabe cómo es cuando encuentras a tu pareja. No había manera de
que no lo pudiera reclamar, aún si lo hubiese querido ―dijo Yoongi.
―Pero,
Alfa, él es… él es un hombre. Usted no puede reclamar a un hombre.
―¿Por
qué no? Otros lo han hecho.
―No
aquí, aquí no lo han hecho. No queremos
este tipo de comportamiento por aquí —espetó Douglas.
―Estás empezando a molestarme, Douglas. Taehyung es mío y me
quedaré con él. No depende de ti decidir quién es mi compañero ―dijo Yoongi,
dando un amenazador paso hacia Douglas.
―Está
bien. Si quiere mantenerlo, quédeselo. Pero Wendy debe regir a su lado. Ya ha
sido decidido ―dijo Douglas, tratando de aplacar a Yoongi.
―Ya ha
dicho eso, Douglas, pero de dónde vengo el Alfa es el que rige la manada. La
manada no le dice al Alfa qué hacer.
―Le
dijimos cuando se hizo cargo del antiguo Alfa que las cosas aquí eran
diferentes. Las familias fundadoras siempre han controlado quien rige la manada
y Wendy debe regir a su lado.
Yoongi miró a Douglas, perplejo. ¿Por qué él seguía diciendo
que Wendy debía gobernar a su lado? Él apenas conocía a la mujer. Yoongi
empezaba a sentir que estaba pasando algo más de lo que veían sus ojos.
―¿Por
qué es tan importante que Wendy gobierne a mi lado? Explícamelo, y podría
considerarlo ―dijo simplemente Yoongi. Podía oír las pequeñas inhalaciones de
aire de Taehyung tan pronto las palabras salieron de su boca.
Yoongi deseaba que hubiese alguna forma de tranquilizar a Taehyung
de que las palabras que estaba diciendo eran para Douglas, y no del todo
ciertas. No tenía intención de renunciar a Taehyung o dejar que Wendy gobernara
a su lado. Taehyung era el único para él. Pero tenía que convencer a Douglas de
que lo estaba considerando para conseguir toda la historia.
―Simplemente
es así. Ya se han hecho planes, planes que involucran a toda la manada. Estos
nos traerán una gran riqueza y aumentaran el territorio de la manada diez
veces, pero todo depende de que Wendy esté a su lado, rigiendo con usted. Si no
la acepta, todo fracasará y entonces ¿Dónde estaremos?
―¿Qué
planes? ¿Y quién hizo esos planes? ¿Tú?
―No, no,
otros han hecho esos planes, pero… ―Douglas comenzó, retorciéndose sus manos.
Yoongi comenzó a interrumpirlo cuando Taehyung agarró su
manga y tiró de ella, apoyándose en los dedos de sus pies le susurró en su
oído.
―¿Recuerdas que
te comenté sobre
mis visiones? Ahora
me están gritando. Hay algo
realmente mal en esta situación. Necesitas tener mucho cuidado con este hombre.
La maldad lo rodea ―le susurró Taehyung.
Yoongi asintió, mirando nuevamente a Douglas.
―Douglas, estoy intrigado por lo que estás diciendo. Quiero
saber más, pero prefiero hablar de esto sin audiencia. ¿Te importaría esperar
en mi estudio mientras me despido del resto de mis invitados? —preguntó Yoongi.
―Sí, sí,
por supuesto, Alfa, cualquier cosa que desee ―dijo entusiasmado Douglas.
―¿Jimin?
¿Podrías escoltar a Douglas a mi estudio mientras me ocupo de nuestros
invitados? Él ha estado en la manada por muchos años. Estoy seguro que
encontraréis de qué hablar por un rato.
Jimin asintió, recibiendo el silencioso mensaje de Yoongi.
Le sonrió a Douglas, haciendo un gesto hacia la puerta del estudio.
Yoongi los vio partir, con una ceja levantada ante lo
crédulo que era Douglas. Yoongi siempre había sabido que Douglas quedaba corto
en el departamento de cerebros, pero no tenía idea que había caído tan hondo.
Sin embargo, alguien confiaba en él lo suficiente como para
hacerle saber sus planes y Yoongi quería saber quién era. Había mucho más aquí
que el simple desagrado por Taehyung y su esmalte de uñas.
Mientras Yoongi miraba a los miembros de su manda que habían
llegado, se dio cuenta que no todos ellos estaban aquí, y no tenía idea cuántos
de ellos estaban involucrados en el pequeño plan de acoplarlo con Wendy.
No le gustaba la sensación que tenía. Le hacía sentir como
si no pudiese confiar en los miembros de su propia manada. Se suponía que era
el Alfa de su manada. Era su deber protegerlos, para asegurar su salud y
bienestar. ¿Cómo iba a hacerlo cuando la amenaza venía desde dentro de la
manada?
―¿Yoongi?
―Yoongi se giró para ver a Taehyung parado detrás de él, viéndose muy
aprensivo. ―¿Yo provoqué esto?
―No,
bebé. No creo que esto tenga que ver contigo. Algo más está sucediendo. No
estoy seguro de qué es, pero lo voy a descubrir ―dijo Yoongi, acariciando el
brazo de Taehyung―. ¿Por qué no vas a la cocina y comienzas a limpiar mientras
me deshago de todas estas personas?
―¿Estás
seguro? ―preguntó Taehyung, pareciendo muy inseguro.
―Sí,
seguro. Seremos capaces de planificar algo para otro día, pero creo que la
fiesta de bienvenida por el momento ha terminado. Ahora. Ve a la cocina. Estaré
ahí en unos minutos para ayudarte. No queremos que toda la comida que has
preparado se desperdicie. ¿Verdad?
―No,
supongo que no ―dijo Taehyung con una pequeña sonrisa. Se inclinó y le dio a Yoongi
un rápido beso en la mejilla y luego se dirigió a la cocina para limpiar.
Yoongi negó con la cabeza, mirando partir a su pequeño
compañero. Taehyung seguía sorprendiéndolo. En un momento era tan extravagante
como podía ser. Al siguiente, necesitaba la protección de Yoongi. No sabía si
alguna vez podría comprender a Taehyung.
Se volvió para mirar a los demás miembros de su manada. A
algunos de ellos los conocía, a otros no. No había sido el Alfa por mucho
tiempo. Tal vez necesitaba organizar más reuniones con la manada de esa forma
todos podrían conocerse mejor.
Desde luego sentía que ellos necesitaban más oportunidades
para llegar a conocer al maravilloso hombre que era Taehyung. La forma en que
miraban hacia la puerta de la cocina por la que Taehyung acababa de pasar hizo
que a Yoongi se le pusieran los pelos de punta. Sintió la profunda necesidad de
sacar a todos ellos de su casa tan pronto como fuera posible y revisar a Taehyung.
― Quiero
agradecerles a todos por haber venido esta noche. Debido a las inesperadas
circunstancias, me temo que por hoy voy a dar por terminada la velada ―dijo Yoongi
con voz fuerte y clara. No había una forma cortéz de decirles a todos que se
fueran de una buena vez―. Nuevamente, muchas gracias por venir.
Observó mientras todos reunían sus cosas y se dirigían a la
puerta. Unos pocos lo miraron por encima del hombro mientras salían. Yoongi
sólo miró hacia atrás, respirando profundamente cuando la puerta se cerró
detrás del último.
Yoongi rápidamente puso seguro a la puerta y caminó hacia el
estudio, abriendo la puerta e inclinándose en ella.
―¿Jimin? ¿Douglas? Voy a ayudar a Taehyung a limpiar rápido
y luego estaré aquí. ¿Hay algo que pueda traerles?
―No,
gracias, Yoongi, estamos bien. Douglas y yo estábamos hablando sobre la
historia de la manada. A diferencia de nosotros dos ―dijo Jimin―, Douglas nació
en esta manada. Es una gran fuente de información. ¿Sabías que esta manada
solía tener más de trescientos miembros?
―Uh, no ―dijo Yoongi, arrugando la frente, confundido—
¿Trescientos miembros? Era una gran manada. Ahora tiene aproximadamente treinta
miembros. ¿A dónde se fue el resto de ellos?
―Sí, Douglas me estaba contando todo. En realidad es muy
interesante― respondió Jimin, dándole a Yoongi una peculiar mirada. Yoongi pudo
oír el silencioso mensaje en las palabras de Jimin.
―Grandioso. Douglas, también me encantaría oír sobre eso.
Creo que es muy importante que un Alfa sepa todo sobre la historia de la
manada. Tal vez, ¿Podríamos hablarlo después de nuestra pequeña charla?
―Sería un honor, Alfa ―dijo Douglas, sentándose derecho en
su silla, con una satisfecha sonrisa en su rostro.
Yoongi se giró antes de hacer rodar sus ojos. ¡Qué idiota!
Se preguntaba si todos los miembros de la manada eran tan estúpidos como
Douglas o si sólo era él. Hacerse cargo de la manada desde hace tres meses
comenzaba a parecer la cosa más estúpida que alguna vez hubiese hecho. Si
hubiese sabido toda la mierda que viene junto con ser el Alfa, se habría quedado como
ejecutor.
En su lugar,
tuvo que ir
y tomarlo a
la ligera, desafiando y
dándole una paliza
a un Alfa
completamente desconocido. Realmente
debía dejar de meter su nariz en los asuntos de otras personas. Por supuesto,
si hubiese hecho eso desde el principio, él no podría haber conocido a Taehyung.
Y Taehyung hacía que toda la mierda por la que estaba pasando ahora valiera la
pena. Él lo valía todo, lo cual era divertido considerando lo duro que había
luchado con la idea de estar con Taehyung al principio.
Le había tomado poco más de una semana para que todo el
curso de su vida cambiara, incluso la forma en que percibía lo que era ser un
hombre. Taehyung vestía ropa sexy, esmalte de uñas de colores y delineador,
pero era el hombre más masculino que Yoongi hubiese conocido. No sabía cómo
alguna vez pudo pensar de otra manera. El simple pensamiento de su pequeño
compañero le hizo reanudar sus pasos corriendo hacia la cocina.
―¿Bebé? ―preguntó mientras entraba a la cocina encontrándola
vacía. ―¿Taehyung?
Repentinamente un profundo terror abrumó a Yoongi. Corrió
alrededor de la cocina abriendo los armarios y mirando bajo los mostradores
tratando de encontrar a Taehyung. Incluso miró debajo de la mesa. Cuando no lo
encontró ahí, comenzó a buscar en las otras habitaciones.
Abriendo la puerta de la lavandería, Yoongi dejó escapar un
grito ahogado cuando vio a Taehyung acostado sobre su costado en un charco de
sangre. Entró corriendo y se dejó caer de rodillas a su lado, sus manos
temblaban mientras trataba de llegar a él.
―¿Taehyung?
¿Cariño? —susurró Yoongi, su corazón latía fuertemente en su pecho. Había tanta
sangre. Estaba por todos lados y Taehyung parecía estar cubierto de ella. Tenía
miedo de tocarlo, temeroso de descubrir si estaba vivo o muerto. Simplemente no
podía ver como alguien podría sobrevivir con tanta pérdida de sangre, asumiendo
que toda era de Taehyung.
Escuchando un pequeño gemido, Yoongi dejó escapar el aliento
que había sostenido y se inclinó junto a la cabeza de Taehyung. Gentilmente lo
rodó sobre su espalda, sus ojos fueron a su cara.
―¿Taehyung? Bebé, ¿Puedes oírme?
Yoongi recorrió con sus ojos el cuerpo de Taehyung tratando
de encontrar sus heridas. Tenía varios cortes profundos y rasguños, algunos
moretones y unas cuantas abrasiones, pero no parecía haber una herida que
pudiese producir tanta sangre.
―Cariño, tienes que decirme dónde estás herido ―le susurró
en voz baja.
Recorriendo con sus manos su cabeza y bajo su cuello, Yoongi
quedó anonadado al ver dos profundas y pequeñas heridas punzantes en el cuello
de Taehyung. Instantáneamente se sentó y olfateó el aire que los rodeaba, sólo
ahí detectó la esencia que había estado tan ocupado en oler cuando corría
dentro de la habitación.
―¡Chupasangre!
―Taehyung había sido mordido por un chupasangre. Pero eso no explicaba toda la
sangre. A menos que desgarraran la garganta a una persona, la mordida de un
chupasangre no sangraba. Taehyung no lo hacía. Entonces, ¿De dónde venía toda
la sangre?
Yoongi usó una de sus garras para cortar la camisa abierta
de Taehyung, extendiendo el material para revisar su pecho. Una vez más, además
de algunos cortes, arañazos y pequeñas contusiones, no había heridas profundas.
Tampoco encontró nada cuando le quitó los vaqueros.
―Voy a
girarte ahora, Taehyung. Necesito revisar si tienes lesiones en la espalda
―dijo suavemente Yoongi antes de hacerlo rodar con cuidado sobre él. De
acuerdo, no hay lesiones importantes. La mayoría de la sangre parecía estar en
su ropa.
Miró nuevamente hacia abajo a la cara de Taehyung, notando
que se estaba formando un hematoma en su delicado rostro. Alguien había
trabajado en él muy bien, y si alguna vez tenía sus manos sobre ellos,
desearían estar muertos.
―¿Taehyung?
Voy a levantarte. Quiero llevarte al segundo piso y limpiarte un poco, luego te
pondré en la cama, ¿Está bien? ―dijo suavemente Yoongi.
Pensando en la otra persona en la casa, tomó una toalla del
estante y la envolvió alrededor de Taehyung antes de levantarlo gentilmente
entre sus brazos.
Con tanto cuidado como pudo, Yoongi cargó a Taehyung fuera
de la lavandería. Tan pronto como llegó a la sala de estar, llamó a Jimin, y
luego subió rápidamente las escaleras. Acababa de llegar a los escalones
superiores cuando Jimin salió, con Douglas sobre sus talones.
―Taehyung
se quedó dormido así que lo estoy llevando a la cama. ¿Crees que podrías venir
y abrir la puerta por mí? Tengo mis manos llenas ―le pidió Yoongi, protegiendo
el cuerpo de Taehyung con el suyo mucho más grande. No quería que nadie supiera
que Taehyung había sido atacado hasta que él supiera qué había pasado.
―Douglas, ¿Podría prepararnos unos tragos? Hay un mueble bar con licores en mi
escritorio. Bajaremos en unos momentos.
Jimin parecía confundido, pero de todas formas subió las
escaleras. Yoongi miró a Douglas hasta que entró nuevamente en el estudio antes
de dirigirse al dormitorio. Esperó a que Jimin llegara ahí, aún escondiendo a Taehyung
de su vista hasta que la puerta estuviera abierta.
―¿Jimin?
Ven y cierra la puerta ―le ordenó.
Jimin aún parecía confundido, pero hizo lo que Yoongi le
pidió, cerrando la puerta antes de volver a detenerse en un extremo de la cama.
Yoongi con cuidado recostó a Taehyung sobre la cama antes de sentarse a su
lado. Sólo entonces vio lo que le habían hecho.
―¡Oh
dios mío! ¿Qué demonios sucedió? ―gritó Jimin horrorizado.
―¡Sshhh!
Baja la voz. No quiero que nadie sepa lo que pasó hasta que sepa lo que está
pasando. ―Yoongi le reprendió.
―¿Qué
ocurrió?
―No lo
sé. Lo encontré tendido en el suelo del cuarto de lavado. Dios, Jimin, había
sangre por todos lados. Estaba seguro de que estaba muerto, pero no pude
encontrar ninguna lesión importante en él. Tiene cortes y abrasiones por todo
el cuerpo como si hubiese estado en una gran pelea, pero el único daño real es esto ―dijo Yoongi, alzando el
cabello de Taehyung para mostrarle a Jimin las heridas punzantes en su cuello.
Jimin se acercó más, su boca cayó abierta en completo
asombro.
―Él ha… él ha sido mordido.
Yoongi asintió.
―Hay un chupasangre en nuestra casa. Jimin, y quienquiera
que sea, atacó a Taehyung. Esto no sucedió por casualidad. Alguien lo estaba
esperando en la cocina, y ellos tenían ayuda.
Jimin miró a Taehyung un momento, y luego asintió con la
cabeza mientras caminaba hacia el teléfono que estaba en la mesa de noche
levantándolo.
―Voy a llamar a Namjon y Jin para que regresen a casa. Creo
que necesitamos protección adicional.
―Probablemente
eso sea una buena idea. Hasta que ellos lleguen aquí, no quiero que nadie sepa
lo que le sucedió a Taehyung. Por lo que respecta a los demás, Taehyung se
quedó dormido mientras limpiaba la cocina. ¿Entendido?
Jimin asintió, incluso cuando escuchó a alguien contestar el
teléfono.
―¿Namjon?
Soy Jimin. Necesitamos que regreses a casa. Estamos en problemas.
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