Taehyung no podía creer lo que estaba oyendo. Yoongi no sólo estaba apoyando el matar a su mejor amigo sólo para deshacerse de su hermano, lo estaba sugiriendo. Por un momento, Taehyung se preguntó si alguna vez había conocido realmente a Yoongi.
Y fue entonces cuando supo que todo era una elaborada escena
para Hoseok y Min Dowoo. Yoongi preferiría morir antes que traicionar a su
amigo. Taehyung se acercó para estar junto a Yoongi e hizo una señal con su
barbilla hacia Jimin.
—Si no eres demasiado quisquilloso Alfa, lo voy a hacer. No
tengo ninguna conexión con Jimin.
Los labios de Namjoon se crisparon.
—¿Demasiado quisquilloso? —Su mano se movió muy rápido antes
que Taehyung pudiera parpadear y se envolvió alrededor de la garganta de Jimin.
Una larga uña afilada paso su filo a lo largo de la suave piel de la garganta
de Jimin—. Nunca he sido muy escrupuloso con ninguna cosa en mi vida.
Taehyung asintió ligeramente hacia adelante.
—Entonces mátalo.
—No puedes matarlo —gritó Hoseok mientras se apresuraba
hacia adelante. Antes de que pudiera tomar más de unos pocos pasos, se vio
rodeado por los miembros de aquelarre de Namjoon—. Es mi pareja de vida.
La sonrisa de Namjoon fue diabólica y envió escalofríos por
la espalda de Taehyung.
Confiaba en que
esa mirada nunca
fuera dirigida en su dirección.
—Entonces, matando a Jimin, voy alibrarme de ti también.
Taehyung tragó
saliva cuando una delgada
línea de sangre apareció en la garganta de Jimin. ¿Namjoon
realmente iba a matar a Jimin? Taehyung lanzó una rápida mirada a Yoongi, pero cuando
su amante no pareció preocupado, Taehyung trató de no estarlo.
Hizo una mueca cuando
Namjoon cortó otra delgada línea roja a
través de la garganta de Jimin. Si todo esto era para aparentar, Jimin iba a
estar muy enojado.
—¡No! —Gritó Hoseok mientras se esforzaba por pasar más allá
de los miembros del aquelarre de Namjoon—. No puedes.
—¿No quieres morir Hoseok? —se rio Namjoon
amenazadoramente—. Tal vez deberías haber pensado en eso antes de atacarme y
tratar de tomar el control de mi aquelarre. Es mi derecho tomar justicia.
—Bien, entonces toma tu justicia. Sólo, no mates a Jimin.
Taehyung parpadeó confundido. ¿Se estaba perdiendo algo? Si Hoseok
estaba diciendo que él y Jimin estaban enlazados, entonces matar a Hoseok
mataría a Jimin, tanto como matar a Jimin mataría a Hoseok. ¿Cierto?
—Dame una buena razón para que no deba deshacerme de ambos
—exigió Namjoon—. Sería resolver mis problemas mucho más fácil no dejar que
cualquiera de ustedes vivan.
Los hombros de Hoseok cayeron.
—No es mi pareja de vida. Si lo matas, no voy a morir.
—Ah —dijo Namjoon—. Entonces tal vez debería matarlo para
deshacerme de él. A alguien que viste tanto de color rosa no se le debería
permitir vivir.
—¡Hey! —espetó Jimin.
—Cállate Jimin —gruñó Hoseok—. Vas a conseguir que nos
maten.
Taehyung se mordió el labio para no reírse cuando Jimin le
sacó la lengua a Hoseok. Incluso con su vida pendiendo de un hilo, el pequeño
granuja no aceptaría la mierda de todo el mundo. Taehyung estaba bastante
seguro de que le iba a gustar Jimin... si tan sólo pudiera llegar a bajar el
tono del rosa.
Hoseok ignoró a Jimin y miró a Namjoon.
—No lo mates. Por
favor. Me voy a someter voluntariamente a lo que quieras hacer conmigo si sólo
dejas ir a Jimin.
Incluso Taehyung estaba sorprendido por esa declaración.
Pensó que Hoseok era tan despiadado como su padre, pero tal vez se había
equivocado, al menos cuando se trataba de Jimin. El hombre parecía realmente
preocupado por Jimin.
¿Quién sabía que un alma negra podía ser redimida?
Taehyung giraba la cabeza hacia atrás y adelante entre Hoseok
y Namjoon como una pelota de tenis en una cancha. Hoseok estaba suplicando con
la mirada para que Namjoon liberara a Jimin.
Namjoon parecía estar
tratando de averiguar
si Hoseok estaba diciendo la verdad o no. Ninguno de
los dos se movía.
—Está bien —dijo Namjoon mientras liberaba lentamente la mano que
tenía en la
garganta de Jimin—.
Si tú voluntariamente te
sometes a mi
castigo, voy a
liberar a Jimin y le permitiré
vivir.
Hoseok tragó saliva y asintió.
—Lo haré.
—¡No! ¡No voy a permitir esto!
Taehyung vio tensarse a Yoongi mientras se giraba para ver a
Min Dowoo correr hacia ellos. Por extraño que pareciera, ni un solo vampiro de
los que habían acompañado al hombre intervino para detener el alfa, incluso
sabiendo que estaba corriendo hacia el peligro.
Eso decía algo.
Cuando Yoongi comenzó a saltar hacia adelante,
presumiblemente para detener a su padre, Taehyung se puso delante de él. Con lo
enojado que Yoongi estaba, nunca sería capaz de vivir consigo mismo si
asesinaba a su propio padre. Yoongi no tenía en él ser así de violento. La
culpa se lo comería vivo hasta destruirlo.
—Taehyung no… ¡no!
Taehyung atrapó a Yoongi cuando
las piernas del
hombre cedieron y se desplomó
hacia el
suelo. Una vez que tuvo a Yoongi
acunado en sus brazos, Taehyung se volvió para ver lo que trajo lágrimas a los
ojos de su amante. Y una vez que consiguió una buena mirada, deseó no haberlo
hecho.
Al parecer, Min Dowoo había tratado de atacar no a Jimin o a
Namjoon como Taehyung pensó. Hoseok dio un paso y se interpuso frente al alfa,
rasgándole su garganta, pero era obvio que eso le costaría a Hoseok su vida.
Nadie podría sobrevivir a la hemorragia
de las heridas que Hoseok tenía
en el pecho y el abdomen.
—Bebé —dijo Taehyung
con suavidad mientras
se volvía a Yoongi—. Necesitas decirle adiós a tu
hermano, deja que sus últimos momentos sean buenos.
Taehyung odiaba la idea
de que Yoongi estuviera en algún lugar cerca de Hoseok, pero Yoongi
nunca se perdonaría si su hermano moría solo. Hoseok podría ser un malvado
monstruo, pero había salvado la vida de Jimin a costa de la suya.
Taehyung mantuvo su brazo alrededor de la cintura de Yoongi cuando
el hombre se acercó a donde su hermano estaba en el suelo. Por
mucho que no
le gustara, no
protestó cuando
Yoongi se arrodilló en el suelo junto a Hoseok y tomó su
mano libre.
Taehyung sólo se aseguró de estar justo detrás de Yoongi en caso
de algún movimiento brusco del hombre. No le extrañaría que Hoseok usara sus
últimos segundos en la tierra para tratar de llevarse a Yoongi con él.
—¿Por qué Hoseok? —susurró Yoongi.
—Iba a herir a
Jimin —los ojos de Hoseok miraron a Jimin—. No podía dejar que
eso sucediera.
Taehyung
parpadeó. Estaba confundido.
Según sus propias palabras, Hoseok había admitido que
había lastimado a Jimin en numerosas ocasiones. ¿Por qué iba a renunciar a su
vida para salvar a Jimin? Hoseok estaba obsesionado con Jimin, pero Taehyung
tenía serias dudas de que realmente se preocupara por Jimin.
Taehyung vio un destello en los ojos de Hoseok mientras
miraba a Yoongi. Era
toda la advertencia
que necesitaba. Tomó a Yoongi por
los brazos y
tiró de su
amante de vuelta,
sin importarle en lo más mínimo
que ambos cayeran de
nuevo sobre el duro
cemento o que Yoongi estuviera
escupiendo enojado.
—Taehyung que…
—¡No puedes tenerlo! —Gruñó Hoseok mientras rodaba sobre su
estómago y empezaba a arañar a través del cemento hacia Yoongi—. ¡Él es mío!
—¡Amigo has perdido la cabeza! —Yoongi saltó sobre sus pies
y retrocedió, justo al lado de Taehyung.
—¡Es mío! —gruñó Hoseok de nuevo.
—No, ¡no lo es! —gritó Yoongi dando otro paso hacia atrás—. Jimin
se pertenece a sí mismo. No puedes obligarlo a aceptarte sólo porque estás
obsesionado con él.
—¡Es mío!
—Oh, me rindo —Yoongi lanzó sus manos al aire y se volvió
para mirar a Jimin, Taemin y Namjoon—. Nunca va a superar su obsesión con Jimin.
Haz lo que quieras con él.
Taehyung maldijo entre dientes cuando Yoongi le agarró la
muñeca y empezó a llevárselo lejos. No es que no quisiera ir con Yoongi, pero
el chico no conocía su propia fuerza. Taehyung sintió que su brazo estaba
siendo arrancado fuera de su eje.
—¡Yoongi! —Taehyung tiró con fuerza del brazo—. Yoongi,
detente, ¡maldición!
Yoongi giró, pero no soltó el brazo de Taehyung.
—¿Qué? —Taehyung simplemente bajó los ojos al férreo control
que Yoongi tenía en su muñeca.
—Oh Dios Taehyung. —El agarre de Yoongi se aflojó al
instante y cayó. Yoongi pasó su mano por el cabello, sin apartar sus ojos de la
muñeca de Taehyung como si esperara que los hematomas aparecieran en cualquier
momento—. Lo siento mucho. No quise hacerte eso.
—Ya lo sé Yoongi. —Cuando Taehyung comenzó a dar un paso
hacia Yoongi, el hombre saltó hacia atrás un paso. Taehyung se detuvo y frunció
el ceño, plantando las manos en las caderas mientras una astilla de agitación
se deslizaba en él. No le gustaba que Yoongi estuviera alejándose de él—. ¡Yoongi!
—Quizás deberías contar tus pérdidas, mientras puedes. Mi familia
parece ser, no sólo violenta, sino
completamente loca. —Yoongi negó lentamente con la cabeza y dio un paso atrás
de Taehyung—. Tienes que correr mientras puedas.
—No sucederá bebé —Taehyung estaba un poco divertido por el
intento de Yoongi de salvarlo, pero no lo suficiente como para dejar que el
hombre se alejara de él. Señaló el lugar justo en frente de él—. Ven aquí Yoongi.
—Taehyung yo…
Taehyung podía oír el
dolor en la voz de Yoongi y
quería desesperadamente consolar al fuerte hombre. Sin embargo sólo Yoongi podía lograr
eso. Tenía que venir voluntariamente a Taehyung o no habría
una oportunidad en el infierno de hacer que las cosas funcionaran. Yoongi tenía
que saber en lo profundo de su alma que lo que tenían juntos era algo por lo
que valía la pena luchar.
—Yoongi —dijo en un murmullo. No había autoridad absoluta en
su voz. Los grandes ojos de Yoongi se movieron sobre la cara de Taehyung como
si buscara algo. Taehyung no sabía lo que era o si lo encontró, pero después de
un momento, Yoongi se tambaleó hacia delante entre los brazos de Taehyung.
La opresión en el pecho de Taehyung fue liberada cuando
envolvió sus brazos alrededor de Yoongi. Su agarre alrededor de Yoongi era
apretado como bandas de acero.
—Te dije que te aceptaba Yoongi, colmillos y todo —habló
suavemente, pero con una clara reprimenda en su voz—. Eso incluye tu loca del
culo familia.
Los ojos verde musgo de Yoongi miraron más allá de Taehyung.
—Tengo miedo Taehyung —susurró en un suspiro suave—. ¿Y si
me vuelvo tan loco como mi padre o mi hermano?
—¿Eso es lo que te tiene tan asustado Yoongi? —La mano de Taehyung
se deslizó hasta la nuca de Yoongi—. Bebé, no me importa si estás loco. No me
importa si tienes colmillos, si bebes sangre o te transformas en una criatura
de una película de Hollywood o incluso te cuelgas boca abajo de las vigas. Me
perteneces y yo te conservo.
Yoongi miró a Taehyung, sus ojos verdes brillaban
intermitentes como pálidas esmeraldas.
—¿En serio?
Taehyung se inclinó hasta rozar sus labios con los de Yoongi.
—Colmillos y todo bebé. —Rozando con su pulgar sobre la curva
de la línea de la cincelada mandíbula de Yoongi dijo: —te lo prometo.
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