Taehyung frunció el ceño confundido mientras miraba hacia abajo al tembloroso cuerpo de Yoongi. Podía sentir el miedo de Yoongi venir en oleadas, pero él no lo entendía. Sobre todo porque Yoongi sabía que eran vampiros. Había pensado que Yoongi estaba bien con eso.
—Yoongi,
qu…
Yoongi comenzó a mover frenéticamente la cabeza aunque no la
levantaba del cuello de Taehyung.
—No, no, él intentó morderme.
Las fosas nasales de Taehyung se dilataron, y sus manos se
apretaron alrededor de los brazos de Yoongi cuando una rabia inmensa lo
embargó. A duras penas se contuvo de ponerse de pie y salir corriendo de la
habitación para encontrar a quien se había atrevido a tratar de beber de Yoongi.
—¿Quién intentó
morderte, Yoongi? —gruñó
en su lugar.
Yoongi negó con la cabeza de nuevo.
—No lo sé. No vi quién era. Me agarró por detrás y me tiró
contra la pared. Él... él me dijo que no siempre llevaría tu collar y entonces
él me obtendría.
Taehyung rugió. No le
importaba que estuviera usando lo poco de fuerza que había obtenido de la
sangre de Yoongi. ¿Cómo se atrevía alguien a entrar a su casa y atacar a Yoongi?
Taehyung le gritó a Jimin en su mente mientras envolvía sus brazos alrededor
del tembloroso hombre.
Jimin irrumpió por la puerta, con los ojos moviéndose
salvajemente alrededor y luego se asentaron en la pareja en la cama.
—¿Qué sucede?
Taehyung pasó la mano por la espalda curvada de Yoongi
mientras miraba a Jimin.
—Alguien atacó a Yoongi en el pasillo. ¡Encuéntralo!
Los ojos de Jimin se ampliaron, y luego salió por la puerta.
Taehyung no había estado así de enfurecido en un tiempo muy largo. La idea de Yoongi
siendo lastimado, de alguien colocando sus dientes en cualquier lugar cerca de
su donante, hizo a Taehyung querer asesinar —lenta y dolorosamente.
—Ssshhh,
chéri —suavemente susurró Taehyung contra el costado de la cabeza de Yoongi—.
No voy a dejar que nadie te haga daño.
—¿Cómo
puedes detenerlo? —Yoongi le preguntó mientras levantaba su pálido rostro—. No
siempre vas a estar cerca.
—He
vivido cientos de años, Yoongi. No tengo ningún plan de renunciar ahora.
—Pe…
pero, ¿qué pasa cuando el contrato haya terminado y tomes tu collar de vuelta?
Él puede llegar a mí entonces.
—¿Quién
dice que el contrato alguna vez acabará, chéri? —Taehyung se rio entre dientes
mientras pegaba a Yoongi a su pecho—. Tal vez decidas que te gusta ser el
donante de sangre de un príncipe vampiro.
—¡Disculpa!
—la cabeza de Yoongi subió rápidamente—. ¿Has dicho príncipe?
Taehyung se rio entre dientes.
—¿Se me olvidó mencionar esa parte?
—Huh,
sí. —Yoongi asintió—. Yo diría que sí.
—Realmente
no tiene ninguna importancia. Sólo soy un príncipe a causa del orden de
nacimiento en el que nací. El primogénito siempre está a cargo, ya sean hombres
o mujeres.
—¿Pero
pensé que habías dicho que naciste como un plebeyo?
—Lo era.
El título de príncipe es simplemente eso, un título. Porque yo era el
primogénito y ahora dirijo mi aquelarre, se me considera un príncipe. Yo no
nací en la realeza como podrías pensar. Los vampiros hacen las cosas un poco
diferentes a los humanos.
Yoongi se empujó hacia atrás hasta que pudo mirar la cara de
Taehyung.
—Tú eres un jodido príncipe, y ¿no pensaste que era
importante que me contaras eso?
Taehyung inclinó la cabeza hacia un lado mientras miraba a Yoongi.
—El que yo sea un príncipe no cambia nada entre nosotros, Yoongi.
Aún estás usando mi collar. Nuestro contrato permanece igual.
—Pero
eres un príncipe.
Las cejas de Taehyung se juntaron en confusión.
— Yoongi, sólo es un título. No soy de la realeza europea ni
nada parecido. Básicamente soy la niñera de un grupo de vampiros. Ni más, ni
menos.
—Pero
eres un príncipe.
—Ya
dijiste eso, chéri.
—Porque
es importante.
—No, no
lo es. Sí, soy un príncipe. No cambia lo que soy. Sigo siendo sólo un hombre.
Simplemente pasa que tengo un título unido a mi nombre. ¿Y qué?
—¿De
verdad lo crees? —Yoongi lucía muy escéptico.
—Lo
hago.
Yoongi frunció el ceño un momento y luego se acurrucó junto
a Taehyung de nuevo.
—Está bien, pero no voy a hacer reverencias ante ti, ni nada
por el estilo.
—Tu
sumisión no es necesaria, chéri. —Taehyung sonrió mientras pensaba cómo sería
de excitante tener realmente la sumisión de Yoongi. La imagen de Yoongi de
rodillas ante él hizo contraerse la polla de Taehyung, algo que no había hecho
en mucho tiempo. Tal vez necesitaba repensar en eso.
—Entonces,
supongo que todas esas cosas que Jimin me estaba diciendo de traer vergüenza
sobre ti es porque eres un príncipe vampiro. De cierto modo eso lleva el ser un
donante de sangre a un nivel completamente nuevo, ¿no es así?
—Sí y
no.
—Dame
los sí.
Taehyung se rio.
—Sí, lleva las reglas a un nuevo nivel, para ambos, para ti
y aquellos que nos rodean, por lo que
deberemos ocuparnos inmediatamente del hombre que te atacó
en el pasillo. Nunca debo parecer débil ante mi aquelarre. Hacerlo traería
desafíos saliendo de la nada.
Yoongi inclinó la cabeza hacia atrás.
—¿Desafíos?
—Otros
vampiros que desean ganar mi posición me desafiarían por ella.
Desafortunadamente, por lo general es un desafío a muerte.
Yoongi palideció, la sangre se filtró de su cara.
—Está bien, rápido, dime los no porque los sí no suenan tan
calientes.
—Tengo
una casa entera llena de soldados que han jurado protegerme a mí y a los míos,
y eso te incluye a ti, ya que ahora llevas el collar. —Taehyung se inclinó y
besó la punta de la nariz de Yoongi, luego parpadeó cuando se echó hacia atrás.
¿Por qué diablos había hecho eso?
—¿Qué
más? —preguntó Yoongi—. ¿Qué necesito saber para no conseguir que pateen mi
culo o traerte vergüenza? Si voy a ser el donante de un príncipe, me gustaría
intentar no hacer el ridículo.
—Bueno,
ya sabes la regla más importante.
—Nunca
dejar que otro vampiro beba de mí.
Taehyung sonrió.
—Correcto.
—Tú dijiste
que esa era
la regla más importante. Obviamente no es la única.
—No, no
lo es. Debes obedecerme en todas las cosas, Yoongi. Ignorarme frente a otros o
discutir conmigo será una vergüenza para mí y para ti. Mi aquelarre esperará
que te castigue, por lo que debes escuchar con atención y siempre hacer lo que
diga.
La cara de Yoongi se
arrugó en lo que parecía ser disgusto.
—¿Cómo un esclavo?
—En
cierto modo, sí. Delante de los demás, tienes que obedecerme. Sobre todo por tu
propia seguridad. Cuando estemos solos, espero que seas tú mismo. Prefiero la
honestidad de ti en todo momento, y yo voy a hacer lo mismo.
—¿Algo
más?
Los labios de Taehyung se retorcieron al pensar en otra
regla, una que hacía que los ojos de Taehyung empezaran a ponerse rojos de ira.
Rápidamente apartó la mirada de Yoongi así el hombre no vería su reacción. Era
vergonzoso para un príncipe vampiro estar tan interesado en un donante, él se
enfurecía ante la idea de Yoongi intimando con alguien más. Y aun así, lo
estaba.
—Mientras
tengamos un contrato, tú no puedes... uh... —Taehyung se lamió los labios.
Dios, iba a sonar como un idiota—. No puedes tener un novio.
—No lo
tengo.
Taehyung suspiró a pesar de estar dando saltos de alegría en
su interior.
—Los humanos pasan las enfermedades de un lado a otro como
un tazón de azúcar, Yoongi. Para que puedas curarme, debo tener sangre pura. Si
fueras a tomar un amante, entonces existe la posibilidad de que tu sangre sea
contaminada. —Taehyung miró a Yoongi—. ¿Entiendes lo que digo?
—¿Nada
de sexo?
Taehyung tragó saliva. Se sentía nervioso por primera vez en
su vida.
—Yo no dije eso. Sencillamente no puedes tener relaciones
sexuales con otro hombre.
Los ojos de Yoongi se
abrieron como plato.
—¿Pero puedo tener sexo con un vampiro?
Taehyung gruñó y rodó a Yoongi sobre su espalda como si su
legendario control súbitamente se recuperara. Cubrió el cuerpo de Yoongi con el
suyo, gruñendo al hombre debajo de él.
—Puedes tener sexo conmigo y nadie más por el tiempo que
dure tu contrato. ¿Entendido? Si te atreves a tener relaciones sexuales con
alguien más lo consideraré una razón para romper inmediatamente nuestro
contrato y actuar en consecuencia.
La neblina de furia que cubría la mente de Taehyung
lentamente se desvaneció cuando Yoongi le sonrió y luego inclinó ligeramente su
cabeza. Estaba jodidamente confundido. Prácticamente había atacado a Yoongi, y
el hombre estaba sonriendo. ¿Qué se había perdido?
—¿Yoongi?
—Si no
puedo tener relaciones sexuales con nadie más que contigo entonces tendrás que
hacerte responsable, amigo. Estoy cachondo.
Taehyung parpadeó en estado de shock. ¿Yoongi hablaba en
serio? La forma en que Yoongi inclinó la cabeza hacia atrás y desnudó su
garganta, le dijo que era serio. Los ojos de Taehyung cayeron a los golpes del
suave pulso en la garganta de Yoongi. Él tragó saliva. ¡Maldición!
—¿Estás
seguro, chéri?
—Oh
diablos, sí —gimió Yoongi—. Muérdeme.
Taehyung movió el collar envuelto alrededor del cuello de Yoongi
subiéndolo para apartarlo, luego se inclinó y lamió la suave piel. Casi se
salió de su piel cuando Yoongi gimió y separó las piernas, envolviéndolas
alrededor de los muslos de Taehyung.
Yoongi gimió.
—Nunca me dijiste que se convertiría en un punto tan
sensible.
Las cejas de Taehyung se alzaron.
—¿Es sensible? —Él no estaba seguro de que hubiese oído
hablar que un donante de sangre dijera eso con anterioridad. Pero estaba
intrigado—. ¿Qué tan sensible?
—Se
siente como si estuvieras lamiendo mi polla —se quejó Yoongi.
Los ojos de Taehyung se cruzaron. Oh... maldición. Eso era
tan jodidamente caliente.
—Quítate la ropa, chéri.
—¿Huh?
—Quiero
sentir tu piel junto a la mía.
La cara de Yoongi se sonrojó, y apartó la mirada.
— Está bien —susurró.
Taehyung giró sobre su costado, apoyando la cabeza en su
mano mientras miraba a Yoongi contonearse para sacarse los pantalones del
pijama y lanzarlos a un lado de la cama. La parte de arriba del pijama
rápidamente lo siguió, y entonces Yoongi estaba subiendo debajo de las sábanas
con Taehyung.
Taehyung gimió cuando rodó de nuevo en la parte superior de Yoongi,
la parte inferior estaba entre los muslos de Yoongi. Sólo había una fina pieza
de tejido entre ellos. Taehyung podía sentir la excitación de Yoongi en la dura
polla que se apretaba contra él.
Las caderas de Yoongi corcovearon cuando Taehyung acarició
con la lengua la piel donde anteriormente había mordido a Yoongi. Sonrió e hizo
el mismo movimiento, esta vez utilizando sus colmillos. Todo el cuerpo de Yoongi
se estremeció. Sus manos se movieron para empuñar el cabello de Taehyung,
acercándolo más.
—Por
favor —rogó Yoongi.
Taehyung se estremeció al oír las palabras de Yoongi.
Respondió a la suave plegaria de Yoongi hundiendo sus colmillos en el cuello
del hombre. Gimió muy fuerte cuando la cálida, fogosa y suculenta sangre de Yoongi
se apoderó de su lengua. Yoongi gritó y comenzó a moverse contra Taehyung.
Fue la cosa más jodidamente sexy que Taehyung había visto
nunca. Incluso tan enfermo como todavía estaba, podía sentir su polla empezar a
endurecerse y palpitar ante la respuesta de Yoongi. Tenía una imperiosa
necesidad de hundir su polla en el culo de Yoongi tantas veces como pudiera.
Y lo habría hecho si Jimin no hubiera elegido ese momento
para irrumpir en la habitación. Taehyung sacó sus colmillos de la garganta de Yoongi
y se volvió para gruñirle a Jimin.
—¡Sal de aquí!
—Me
disculpo por la intrusión, señor, pero…
—¡Sal de aquí! —Taehyung gritó de nuevo.
—Pero…
Taehyung desnudó sus colmillos y le siseó a Jimin. El hombre
palideció y salió corriendo de la habitación. Taehyung trató de suavizar sus
facciones cuando se volvió de nuevo hacia Yoongi, pero podía ver una franja de
miedo entrar en los ojos castaños del hombre.
—Ssshhh, chéri, cálmate —susurró Taehyung
mientras acariciaba un lado de la cabeza de Yoongi—. Yo nunca te haría daño.
Taehyung tragó saliva mientras miraba las impresionantes
facciones de Yoongi. Podía ver que Yoongi estaba montando el borde de un
orgasmo. Podía sentirlo en la dura polla palpitando contra su abdomen. Taehyung
se extendió entre su cuerpo y envolvió su mano alrededor de la polla de Yoongi,
sonriendo cuando los ojos de Yoongi se agrandaron y su aliento quedó
enganchado.
—Córrete para mí, chéri. —Taehyung apretó la mano y frotó su
pulgar sobre la cabeza de la polla de Yoongi justo cuando se inclinó y lamió la
herida por mordedura del cuello de Yoongi.
Yoongi gritó, arqueándose en el aire. Taehyung giraba su
mano alrededor de la polla de Yoongi incluso después de que él sintió las
salpicaduras del caliente semen en su mano. Quería arrastrar el placer de Yoongi
todo lo que pudiera.
Yoongi estuvo jadeando suavemente cuando Taehyung finalmente
se detuvo. Vio cómo los ojos de Yoongi se ampliaron cuando llevó la mano de
debajo de las mantas y la lamió limpiándola. De hecho, estaba algo sorprendido
por lo mucho que le gustaba. Yoongi sabía amargo pero con el mismo toque de
lluvia de verano y menta que infundía su sangre.
—La
próxima vez, chéri, voy a estar follándote mientras bebo tu sangre.
Los ojos de Yoongi se abrieron aún más amplios.
— Está bien.
Taehyung le dio unas
palmaditas a la cadera de Yoongi luego rodó sobre su costado.
—Ve a limpiarte, Yoongi. Tengo que averiguar qué tiene
torcida la braga de Jimin.
—Oh. —Yoongi
se incorporó rápidamente—. Puedo volver a mi habitación.
Taehyung sonrió.
—Esta es tu habitación ahora, chéri.
La cara de Yoongi se sonrojó, pero estaba sonriendo cuando
bajó de la cama y corrió al cuarto de baño. Taehyung oyó correr el agua durante
un momento y luego Yoongi volvió, con un pequeño brinco en su paso.
Taehyung señaló los pantalones del pijama en el suelo.
—Vístete, chéri. Nadie tendrá la oportunidad de verte
desnudo, excepto yo.
Yoongi rápidamente se puso los pantalones del pijama y una
camiseta, luego se metió a la cama para sentarse al lado de Taehyung. Lucía un
poco nervioso como si no supiera muy bien dónde mirar o colocarse en la cama.
Taehyung resolvió fácilmente el dilema tomando a Yoongi y
tirando del hombre a su lado. Yoongi se acurrucó de inmediato, poniendo su
cabeza sobre el pecho de Taehyung. Taehyung sonrió al oír en unos instantes los
pequeños ronquidos provenientes del hombre.
Acarició con su mano la parte posterior de la cabeza de Yoongi
y luego llamó a Jimin.
—Está bien, Jimin, puedes regresar ahora —dijo Taehyung a
través de su vínculo.
Un par de minutos después, la puerta se abrió, y Jimin entró
luciendo calmado y un poco resentido.
—¿Has terminado ya?
Taehyung dejó escapar un suspiro. Los sentimientos de Jimin
obviamente fueron heridos. El hombre estaba actuando como un niño de cinco años
que había perdido su juguete por los otros niños en el patio de recreo.
—Realmente necesitas superar este asunto que tienes con Yoongi.
Él no se va a ir a ninguna parte a corto plazo.
—No es
más que un donante de sangre, Taehyung — protestó Jimin—. ¿Por qué estás tan
fascinado con él?
—Él es
diferente, Jimin. —Taehyung pasó otra vez las manos por el cabello de Yoongi
mientras lo miraba—. No puedo explicarlo, pero es diferente a cualquier otro
donante que he tenido.
—¿Cómo?
Taehyung miró hacia arriba. Jimin realmente lucía
confundido.
—Él lo disfruta, por ejemplo.
Jimin se acercó más, su frente se arrugaba mientras fruncía
el ceño.
—¿Él realmente lo disfruta? ¿No es sólo una estratagema?
—No. —Taehyung
se rio entre dientes mientras miraba el rostro dormido de Yoongi—. Él
definitivamente lo disfruta. Infiernos, Jimin, tiene jodidos orgasmos por ello.
—Me
estás tomando el pelo —jadeó Jimin.
Taehyung alzó la vista cuando negó con la cabeza.
—Nop.
—Eres
jodidamente afortunado. Sólo he oído hablar que eso ocurre pocas veces. Es muy
raro que un donante disfrute el beso de un vampiro sin necesidad de ser
arrojado un encantamiento sobre él. Se rumorea que la pareja del Príncipe Seok
Jin realmente exige ser mordido.
Las cejas de Taehyung
se alzaron.
—¿Lo dices en serio?
—Oh sí. —Jimin se rio entre dientes.
Taehyung miró nuevamente a Yoongi.
—Eso podría ser interesante.
—Interesante
o no, una vez que los demás descubran sobre Yoongi, su vida estará en peligro.
Y puede ser que la tuya, también. Te estás encariñando demasiado, Taehyung. Va
a dificultar tu juicio.
—Yoongi
no se interpondrá en mi juicio —gruñó Taehyung.
—Ya lo
ha hecho.
—¿Cómo
es eso?
Jimin hizo un gesto con la mano hacia la cama donde dormía Yoongi.
—Él debería estar en su habitación hasta que lo necesites,
como cualquier otro buen donadorcito de sangre. En su lugar, lo tienes aquí
acurrucándose en la cama contigo.
—No veo
cuál es el problema, Jimin.
—Él es un humano, Taehyung.
—¿Y?
—Y... y
no es correcto. —Las manos de Jimin cayeron sobre sus caderas—. Estás rompiendo
todas las reglas de etiqueta de los donantes por tenerlo aquí contigo. Una vez
que bebes su sangre, Yoongi debe ser enviado de vuelta a su habitación. ¿Y si
empieza a pensar que puede gobernar el aquelarre a tu lado?
—Yoongi
no va a gobernar el aquelarre a mi lado, Jimin. Es mi donante de sangre, nada
más.
—Sí, pero ¿él sabe eso?
—Lo
sabe.
Taehyung rápidamente bajó la mirada cuando oyó hablar a Yoongi.
Yoongi apartó la mirada en el momento que se sentó. Ni siquiera miraba a Jimin.
Taehyung sabía que algo andaba mal. Simplemente no sabía lo que era. Sabía que Yoongi
se sentía incómodo alrededor de Jimin, así que tal vez eso era todo.
—¿Deseas
que Jimin salga de la habitación?
—No
—susurró Yoongi mientras bajaba de la cama.
—Yoongi,
¿a dónde vas? —preguntó cuando Yoongi comenzó a alejarse. Taehyung inhaló
profundamente ante la miseria que veía en la cara de Yoongi cuando el hombre se
dio la vuelta. Había tanto dolor en los ojos de Yoongi que Taehyung se preguntó
cómo el hombre seguía de pie erguido.
—Me voy
a mi habitación donde pertenezco —dijo Yoongi en voz baja—. Llámame cuando
necesites más sangre.
La boca de Taehyung cayó abierta mientras veía a Yoongi dar
la vuelta sin decir otra palabra y salir de la habitación, cerrando la puerta
silenciosamente detrás de él. Se quedó mirándola por un momento y luego se
volvió para mirar a Jimin.
—¿Ves lo que has hecho ahora?
—¿Qué
fue lo que hice? —Jimin preguntó mientras hacía un gesto con la mano hacia la
puerta que conducía a la habitación de Yoongi—. Es donde se supone que debe
estar.
—Pero no
es donde yo lo quiero —gruñó Taehyung—. Te dije que lo quería aquí conmigo.
La cabeza de Jimin giró bruscamente.
—¿Por qué?
—Porque es donde yo lo quiero, maldita
sea.
Jimin miró por encima del hombro hacia la puerta a través
por la cual Yoongi había caminado, luego otra vez a Taehyung. Él lucía
condenadamente confundido.
—¿Quieres que vaya por él?
Taehyung pensó en el dolor que había visto en los ojos de Yoongi
y lentamente negó con la cabeza.
—No, dale un poco de tiempo para sí mismo. Yoongi no es un
prisionero. Si quiere dormir en su habitación, entonces puede. Sólo asegúrate
de que coma algo.
Taehyung odiaba la idea de Yoongi estando en la otra
habitación, sobre todo cuando él no podía salir de la cama e ir por él. Se
sentía mejor desde su última infusión de la sangre de Yoongi, pero sabía que
caminar no estaba aún en su agenda. Y tomar tan pronto más de la sangre de Yoongi
sería perjudicial para Yoongi. Taehyung sólo tendría que esperar.
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