Yoongi regresó de nuevo a su habitación después de donarle sangre a Taehyung una vez más. Silenciosamente cerró la puerta y se deslizó hasta sentarse en el suelo, enterrando la cabeza entre las manos. Se estaba haciendo más y más difícil donar cada vez que Taehyung lo llamaba. Yoongi sentía como si un pedazo de su alma estuviera siendo arrancado cada vez que Taehyung bebía de él.
Esto no era como se suponía debía ser. Yoongi tenía que
creer eso. Estaba casi a punto de pedirle a Taehyung que hiciera esa cosa del
encantamiento cuando necesitara sangre. No quería saber lo que estaba pasando
cuando Taehyung bebía de él. No quería sentirlo.
En especial no quería sentir los orgasmos que sacudían su
cuerpo cada vez que Taehyung tomaba su sangre. No podía controlar la respuesta
de su cuerpo, y él lo sabía, pero no podía evitar sentirse avergonzado cada vez
que ocurría. Se sentía sucio.
Yoongi dio una palmada en su boca, cuando unas náuseas
repentinas rodaron a través de él, haciendo que su estómago amenazara con
rebelarse. Respiró hondo varias veces para tratar de calmar su dolor de
estómago, pero nada parecía funcionar.
Yoongi se levantó de un salto y corrió al cuarto de baño,
alcanzando el inodoro justo a tiempo para vaciar el contenido de su estómago en
el dios de porcelana. Yoongi vomitó hasta que solo las arcadas atormentaban su
cuerpo.
Yoongi apoyó la cabeza contra el asiento del inodoro por un
momento, luego levantó la mano y tiró la cadena. Lentamente se puso de pie y
quitó la ropa de su tembloroso cuerpo. Al menos ahora tenía su propia ropa. Sus
cosas habían sido empacadas y se las trajeron a principios de semana.
Yoongi nunca había estado tan agradecido de ver unas cuantas
cajas de ropa, libros y chucherías. Las cosas le dieron algo tangible para
aferrarse en el mundo del caos en el que se había encontrado a sí mismo.
En los días posteriores al que había llegado a la propiedad
de Taehyung, Yoongi había intentado llegar a conocer a los demás que vivían
allí, pero ellos lo ignoraron cada vez que lo hacía, como si no importara, como
si estuviera por debajo de ellos. Ni siquiera los otros donantes de sangre
hablaban con él. Excepto por Taehyung y Jimin, nadie quería hablar con él. Yoongi
estaba tan solo que realmente estaba pensado en llamar a casa para hablar con
su padre sólo para escuchar otra voz.
Después de una escena particularmente incómoda cuando uno de
los otros donantes había tratado de atacarlo, había llevado a Yoongi a quedarse
en su habitación. No tenía idea de lo que había hecho para molestar al hombre,
aparte de decirle “hola”.
Taehyung trató de explicarle que había utilizado al hombre
en el pasado como donante, pero se detuvo cuando él se enfermó. El otro
donante, obviamente, no tenía sangre pura como Yoongi, y estaba celoso de la
posición de Yoongi. Bien por él. Podría haberla tenido. Yoongi no la quería, ya
no más. Había aprendido exactamente cómo era ser el donante de sangre de un
vampiro, y Jimin no podría haber tenido más razón.
Él era ganado.
¡Moo!
Yoongi abrió la ducha y se metió. Su piel le dolía cuando el
agua lo golpeó. Inhaló lentamente, tratando de empujar los pequeños pinchazos
de dolor de su cabeza. Yoongi no sabía si se trataba de un efecto secundario de
la donación de sangre o no, pero últimamente su piel se había vuelto
extremadamente sensible. A veces incluso le dolía al respirar.
Yoongi se quedó en la ducha hasta que el agua salió fría y
luego la apagó y salió. Cogió una toalla y de forma poca entusiasta se secó
antes de tirar la toalla en el cesto de la ropa sucia y caminar de regreso a su
habitación.
Se detuvo y se quedó mirando la bandeja de comida en la mesa
junto a la ventana. La idea de la comida hizo que su estómago amenazara con
rebelarse de nuevo. Él apenas había sido capaz de mantener las cosas en días,
pero los retorcijones de estómago eran lo peor. Yoongi no sabía si los
retorcijones tenían algo que ver con lo avergonzado que estaba de disfrutar el
ser mordido, pero se estaba inclinando en esa dirección. Los retorcijones sólo
venían cuando Taehyung bebía de él.
Yoongi tomó un par de pantalones de calle y una simple
camisa de algodón, colocándoselos. Cuando se estremeció por el frío que parecía
estar colgando en el aire, decidió añadir una sudadera. Estaba congelándose.
Yoongi se acercó a la
mesa y tomó sus vitaminas, agradecido cuando se quedaron abajo después de
varios tragos de agua. Incluso si no podía retener ningún alimento, aún
necesitaba obtener algún tipo de vitaminas en su sistema. Su cuerpo tenía que
seguir produciendo esa fabulosa sangre pura de grado-A. ¿Para qué otra cosa era
bueno además de ser una vaca?
Yoongi suspiró profundamente y se acercó a su cama. Apiló
las almohadas en un extremo y se acurrucó en ellas, tirando de las mantas hasta
sus hombros. Estaba cansado, tan jodidamente y demasiado cansado. Últimamente
parecía que estaba cansado todo el tiempo. Su itinerario consistía básicamente
en alimentarse, luego Taehyung se alimentaba, entonces dormía hasta la
siguiente vez que Taehyung lo llamaba.
Y eso es exactamente lo que iba a hacer ahora — dormir hasta
que su maestro lo llame otra vez.
—Hey, Taehyung,
¿puedo hablar contigo un momento.
Taehyung levantó la vista de los papeles en los que estaba
trabajando para ver a Jimin de pie en la puerta de su oficina. Él asintió con
la cabeza y volvió a sus papeles.
— ¿Qué puedo hacer por ti, Jimin?
—Estoy
preocupado por Yoongi. Uno de los empleados de la cocina se acercó y me dijo
que Yoongi no está comiendo.
Taehyung frunció el ceño mientras lo miraba de nuevo.
—¿Qué quieres decir con que no está comiendo? —La
preocupación inmediatamente lo embargó.
—Lo que acabo de decir. Él no está
comiendo. Sus bandejas de comida siguen regresando con más y más comida en
ellas. En los dos últimos días, la única cosa que ha estado ausente de las
bandejas de comida de Yoongi cuando regresan a la cocina son las vitaminas.
Taehyung bajó la cabeza mientras apretaba los dientes. Su
primer instinto fue correr escaleras arriba y chequear a Yoongi, excepto que ni
Yoongi ni Jimin querían que hiciera eso. Jimin le daría un sermón sobre las
normas que rigen a un donante de sangre, y Yoongi sólo se quedaría en silencio
y se desvanecería a alguna parte donde a Taehyung no se le permitía ir.
Esto lo volvía loco.
Él era el príncipe del aquelarre aquí, y ni siquiera podía
conseguir que sus deseos se cumplieran. Oh, por supuesto, su piel tenía un
agradable brillo saludable para ahora, y de nuevo estaba en sus pies,
sintiéndose mejor de lo que lo había hecho en años. Era una lástima que su corazón
se rompiera en el proceso.
Y Taehyung había tenido tiempo suficiente para pensar en
ello para saber qué estaba pasando exactamente. Él quería a Yoongi. Quería que
el hombre permaneciera en su vida de manera permanente, mantenerlo a su lado
por el resto de sus vidas. Taehyung no podía engañarse más. Él estaba enamorado
de Min Yoongi.
Y Yoongi no quería tener nada que ver con él.
Taehyung había visto la vergüenza en los ojos de Yoongi cada
vez que bebía del hombre. Sabía que Yoongi disfrutaba físicamente de sus
tiempos juntos, pero su corazón no estaba en ello. Tan pronto como terminaban, Yoongi
nuevamente se alejaba y regresaba rápidamente a su habitación.
Taehyung suspiró
cuando Jimin se aclaró la garganta. Jimin era un problema tan grande como lo
era Yoongi, sólo por razones diferentes. Cada vez que Taehyung expresaba la más
mínima preocupación por Yoongi, Jimin se apresuraba a recordarle que Yoongi era
simplemente un donante de sangre. Lo que confundía increíblemente a Taehyung
acerca de por qué Jimin estaba viniendo a él ahora.
—¿Qué te
gustaría hacer al respecto, Jimin? ¿Obligarlo a comer?
—Hablo
en serio, Taehyung.
—Yo
también. —Taehyung dejó la pluma sobre la mesa y se sentó de nuevo en su silla
mientras consideraba a Jimin. Estaba malditamente cansado de que todo el mundo
le recordara lo que debía hacer en lugar de dejarlo tomar sus propias
decisiones. Si esto era como debía ser el príncipe, él no lo quería.
—Como
siempre estás tan ansioso de señalarme que Yoongi no es más que ganado. ¿Por
qué me debe importar? Si él muere, muere. Ahora estoy lo suficientemente sano
como para que tengamos tiempo de buscar otro donante.
—Dios,
eres un bastardo hijo de puta.
Una de las cejas de Taehyung se alzó.
—¿Perdón?
—¿Yoongi
está enfermo, y simplemente te sientas allí y sigues hablando acerca de que
encontremos algún otro donante? ¿Ni siquiera te preocupas por él? Él te
devolvió tu vida. —Jimin comenzó a agitarse, lanzando los brazos hacia el
aire—. Ni siquiera te molestas en ir a verlo.
Taehyung gruñó cuando se levantó de su silla y golpeó con
los puños en su escritorio.
—Tú fuiste el que me señaló, y a Yoongi, lo poco que debería
importarme mi donante de sangre, así que no vengas corriendo hacia mí llorando
cuando obtuviste exactamente lo que querías.
—Yo
estaba equivocado, ¿de acuerdo? —Jimin tiró de su cabello mientras daba vuelta
alrededor—. ¡Joder!
Taehyung volvió a sentarse en su silla y apoyó los codos
sobre la mesa, posando la barbilla en las manos. Toda la situación estaba
jodida.
—¿Qué quieres de mí, Jimin?
—¡Quiero
que te preocupes de una puta vez de lo que está pasando con Yoongi!
Taehyung apretó sus manos.
—¿Por qué? Según tú, él que no es lo suficientemente bueno
para mí. Él es ganado. ¿No es eso lo que le dijiste que era, ganado?
—¡Dios!
—Jimin se dio la vuelta y lo miró—. ¿Te importaría levantarte de ahí de una
puta vez e ir arriba y ver cómo está él?
—Está
bien, si eso es lo que crees que debería hacer, eso es lo que voy a hacer. —Taehyung
se puso de pie y comenzó a rodear su escritorio. Mientras lo hacía, hizo un
gesto con la mano hacia su escritorio—. Hay una hoja de papel en el cajón.
Mientras voy a ver a Yoongi, ¿por qué no escribes una lista de mis otras
reglas? No quiero violar ninguna de ellas.
—Vete a
la mierda, Taehyung.
Taehyung se dio la vuelta y agarró a Jimin alrededor de la
garganta, golpeándolo contra la pared. Se inclinó tan cerca de la cara de Jimin
que podía oler el miedo del hombre. Taehyung frunció los labios hacia atrás,
extendiendo sus colmillos hasta que se cernían sobre sus labios.
—No olvides nunca con quién estás
hablando —gruñó Taehyung—. Te he escuchado hablar sin parar sobre por qué no
debo preocuparme por Yoongi, hasta que se alejó de mí. ¿Y ahora de repente
quieres que me importe, cuando ya es demasiado tarde? ¿Cuando Yoongi se
avergüenza de las cosas que siente cuando está conmigo, avergonzado de querer
estar conmigo? Vete a la mierda, Jimin.
Taehyung golpeó a Jimin en la pared con tal fuerza que la
pared de yeso detrás de la cabeza de Jimin se derrumbó, y luego lo soltó
mientras caminaba junto a él. Al salir de la oficina, oyó un ruido sordo y
sabía que Jimin se había deslizado hasta el suelo. Por el momento, a él no le
importaba.
Taehyung caminó sigilosamente por la casa como un hombre
poseído. Su preocupación por Yoongi se había multiplicado un millón desde que Jimin
entró en su oficina. Antes de eso, sólo había estado preocupado porque Yoongi
se había alejado de él, y él no sabía por qué. Ahora, la salud de Yoongi era su
mayor preocupación.
Taehyung irrumpió en su habitación luego a la puerta que
conducía al lugar donde Yoongi dormía. Hizo una pausa un momento con la mano en
el picaporte de la puerta. Taehyung de repente se sentía inseguro. ¿Yoongi lo
ignoraría otra vez y lo alejaría?
Tal vez podría utilizar el contrato como una manera de
llegar a Yoongi a través de él. Tenía que comer para mantener bien su salud.
Sí, eso sencillamente sería grandioso. Taehyung rodó los ojos a sí mismo. ¿Por
qué no simplemente entraba en la habitación y empezaba a llamar a su vaca de
sangre? Sería equivalente a la misma cosa.
Taehyung respiró
hondo y luego llamó suavemente a la puerta. Esperó unos instantes y luego
volvió a llamar. Cuando Yoongi no respondió esta vez, Taehyung abrió la puerta
y entró.
—¿Yoongi?
—Taehyung recorrió la habitación hasta que sus ojos se posaron en una gran pila
de almohadas apiladas en un extremo de la cama. Un mechón del pelo marrón suave
rubio dorado sobresalía de la parte superior de las mantas justo en el borde de
la almohada.
Taehyung corrió hacia la cama y se sentó. Empujó la pila de
almohadas fuera del camino y luego tiró de la manta hacia abajo hasta que pudo
ver la cara de Yoongi.
—¿Yoongi?—preguntó
mientras acunaba el lado de la cara de Yoongi—. ¡Joder! —Taehyung gritó. El
rostro de Yoongi estaba blanco pálido, pero caliente al tacto—. Jimin, trae tu
culo hasta aquí. Yoongi está ardiendo de fiebre.
Taehyung tiró de las mantas fuera de Yoongi. Recogió a Yoongi
levantándolo en sus brazos y lo llevó al cuarto de baño. Sentando a Yoongi
sobre el mostrador y sosteniéndolo con una mano, Taehyung metió la mano y
encendió la ducha, asegurándose de que el agua estuviera fresca pero no fría.
Taehyung se volvió hacia Yoongi y empezó a tirar de la
sudadera, luego la camisa y, por último, sus pantalones. Una vez que Yoongi
estuvo desnudo, Taehyung se metió en la ducha, apretando los dientes cuando el
agua fría empapó sus ropas y golpeó su piel.
Yoongi de repente inhaló, y sus ojos se abrieron de golpe. Taehyung
supo de inmediato que algo más grave que una simple fiebre estaba pasando. Los
ojos de Yoongi estaban brillantes y aturdidos. Eso en sí mismo no era muy alarmante,
sino el hecho de que los ojos de Yoongi eran de color rojo sangre.
—¿Yoongi?
—F… F….
Frío. —Yoongi se contoneó mientras sus dientes comenzaron a castañear juntos, y
se acercó más a Taehyung. Era como si estuviera tratando de enterrarse en el
pecho de Taehyung.
Taehyung le dejó, pero dio un paso más completamente bajo el
chorro de la ducha. Su corazón casi se rompe cuando Yoongi comenzó a pelear con
él. No porque Yoongi le estaba pegando con los puños sino porque Yoongi estaba
tan débil, Taehyung apenas lo sentía.
Taehyung sostuvo a Yoongi bajo el chorro de la ducha durante
varios minutos y luego se acercó y la apagó. Para el momento en que salió de la
ducha, Jimin lo estaba esperando con un par de toallas. Taehyung las tomó,
envolviendo una alrededor de Yoongi y la otro alrededor de sus propios hombros.
Llevó a Yoongi de vuelta a su habitación. Caminó pasando
junto a la cama de Yoongi y entrando en su propia habitación, colocando
cuidadosamente a Yoongi en su regazo mientras se sentaba. Tomó la última toalla
que Jimin le tendía y seco a Yoongi para luego entregarle la toalla.
—Llama a
mi médico —dijo Taehyung, mientras tomaba una sábana y la envolvía en el cuerpo
desnudo de Yoongi. En este momento no le importaba que Jimin estuviera viendo a
Yoongi desnudo. Él gruñiría y bufaría al respecto más tarde. La salud de Yoongi
era lo primero—. Lo quiero aquí ahora mismo.
—Estoy en ello. —Jimin salió corriendo
de la habitación.
Taehyung se volvió y acomodó la espalda contra la cabecera
de la cama, acunando a Yoongi en sus brazos.
—Oh, chéri —susurró Taehyung mientras retiraba los rizos de
la cara de Yoongi—. ¿Qué te ha pasado?
Los ojos rojo sangre de Yoongi parpadearon hacia él.
—¿Es hora de donar otra vez?
—No,
chéri. —Taehyung sintió ganas de llorar—. No necesito nada de sangre en estos
momentos.
Yoongi frunció el ceño y miró a su alrededor como si
estuviera confundido.
—Debería regresar a mi habitación.
—No, Yoongi,
debes quedarte aquí.
—N… No
puedo —susurró Yoongi—. No se supone que deba estar aquí.
—Oh, Yoongi.
—Taehyung apretó los ojos cerrados y acercó a Yoongi a él, apoyando la cabeza
contra Yoongi—. Puedes estar aquí si quieres.
—No. —Yoongi
negó con la cabeza, dejándola caer débilmente contra el pecho de Taehyung—. No
quiero traerte vergüenza. Tienes que seguir las reglas.
—A la
mierda las reglas —dijo rápidamente Taehyung mientras abría los ojos y miraba a
Yoongi—. Quiero que estés aquí.
—¿Por
qué?
Taehyung sonrió.
—Porque te amo.
Yoongi abrió los ojos por un momento, y entonces comenzó a
luchar.
—¡Yoongi! ¡Detente!
—¡No!
¡No! ¡No! —gritó Yoongi.
—¡Yoongi!
—Taehyung estaba choqueado por la respuesta de Yoongi a sus palabras, y
lastimado. Su corazón se rompía porque Yoongi estaba tan molesto por sus
palabras. Si Yoongi no quería su amor, entonces no lo forzaría en él, pero
todavía necesitaba asegurarse de que Yoongi estuviera bien.
Y entonces dejaría ir a Yoongi.
No importa cuánto Taehyung quería a Yoongi, él nunca
obligaría al hombre a quedarse. Le había tomado mucho esfuerzo reconocer sus
sentimientos, especialmente cuando ellos eran tan nuevos. Él nunca antes había
amado a nadie. No se imaginaba que volviera a amar a alguien más. Yoongi era
para él. Sencillamente era una lástima que Yoongi no lo quisiera.
—Ssshhh,
Yoongi, cálmate. —Taehyung envolvió la sábana apretadamente alrededor del
cuerpo de Yoongi, asegurándose esta vez que los brazos de Yoongi estuvieran
debajo de la sábana, cortando efectivamente cualquier lucha del hombre—. No lo
diré otra vez, Yoongi. Lo prometo. Sólo cálmate.
Yoongi luchó con Taehyung durante unos minutos más, y luego
simplemente se quedó inerte. El corazón de Taehyung dio un vuelco en su
garganta cuando el cuerpo de Yoongi no se movió. Rápidamente tomó el lado de su
cara para mirar hacia abajo a él, inhalando bruscamente cuando vio las lágrimas
de sangre roja corriendo por su rostro.
—Oh, Yoongi, lo siento —murmuró Taehyung—.
Nunca quise que fueras lastimado de esta manera. Te lo juro, tan pronto como
estés mejor voy a dejarte ir.
—N… No
puedo. —Yoongi se pasó la lengua por los labios—. C… C… Contrato.
—A la
mierda el contrato, Yoongi —gruñó Taehyung—. Eres más importante que cualquier
estúpido contrato.
—Só…
sólo una vaca.
Era oficial. El corazón de Taehyung se estaba rompiendo por
todo el suelo. Acercó a Yoongi a él y envolvió sus brazos alrededor del frágil
hombre. Podía sentir algo que pensaba que podrían haber sido lágrimas empezando
a correr por su rostro mientras escuchaba el suave llanto de Yoongi.
Por primera vez en los cientos de años que había vivido, Taehyung
odiaba el hecho de que él fuera un vampiro. No sólo estaba rompiendo su corazón,
su necesidad de sangre estaba destruyendo al hombre que amaba. Taehyung sentía
ganas de arrancar sus colmillos.
—Tú no
eres una vaca, Yoongi —susurró Taehyung contra la cabeza de Yoongi mientras su
mano acariciaba suavemente el costado de Yoongi—. Eres mucho más que eso. Eres
inteligente, hermoso y lleno de vida. Y no sólo me devolviste mi salud, me
enseñaste que había algo más en el mundo que sólo beber sangre y liderar mi
aquelarre. Me diste luz y risa y emociones y... y todo, Yoongi.
Cuando Yoongi no respondió, el corazón de Taehyung comenzó a
hundirse de nuevo. Él inclinó la cabeza hacia atrás para poder ver la cara de Yoongi,
sólo para gritar al ver que Yoongi estaba inconsciente. Tanto costó derramar su
corazón. Y Yoongi no había oído una palabra de eso.
Taehyung suspiró y tiró de Yoongi de nuevo hacia él. Tal vez
fue para mejor. Yoongi, obviamente no lo quería. Prácticamente lo había
gritado. El amor de Taehyung era un amor no correspondido.
—¿De
verdad crees eso?
Taehyung se tensó y se volvió para ver a Jimin de pie detrás
de él.
—¿Creer qué?
—¿Lo que
le dijiste a Yoongi? —dijo Jimin, luciendo un poco pálido—. ¿De verdad lo amas?
—Lo
hago.
La frente de Jimin se arrugó.
—¿Qué se siente?
Las cejas de Taehyung se alzaron por la sorpresa.
— ¿Amar?
Jimin asintió.
—No lo
sé —dijo Taehyung—. Es confuso. Quiero que Yoongi tenga todo lo que siempre ha
querido en la vida, pero quiero ser el único que se lo dé. Saber que él está
enfermo desgarra mi alma, sobre todo porque no puedo remediarlo. Y estar lejos
de él... —Taehyung tragó saliva y negó con la cabeza—. Prefiero que me saquen
mis colmillos y nunca saborear la sangre de nuevo que separarme de él. —Taehyung
miró de nuevo a Yoongi, reuniéndose más lágrimas en sus ojos—. Y sin embargo,
sé que voy a dejarlo ir porque eso es lo que él quiere.
—¿Por
qué alguien alguna vez quiere sentir eso?
Taehyung sonrió con
tristeza.
—Porque es la sensación más increíble del mundo.
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